Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

«Estos servicios no nos sirven»

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Cuando planteo mis críticas a la formulación de demandas del tipo “disolver los servicios de inteligencia” (ver aquí), casi invariablemente surgen críticos de izquierda que parecen ubicar la polémica en el plano de las divergencias tácticas. Es significativo, al respecto, que la mayor parte de las veces no refutan mi argumento central: “en tanto exista el sistema capitalista y su Estado es utópico pedir la disolución de las fuerzas represivas, incluidos los servicios de inteligencia”. Simplemente me dicen que “algo hay que decir frente a la conmoción social”, y ese “algo” no puede ser sino alguna consigna “concreta” (aun cuando el razonamiento demuestre que es abstracta). Por lo cual, el cruce parece siempre mantenerse en el plano de “¿cómo interviene usted en el debate público? ¿Cómo  moviliza a la clase trabajadora?” (Como si la agitación de sinsentidos movilizara a alguien). Y así de seguido

Pero en muchos casos (sospecho que en la mayoría) la divergencia no es solo “táctica”. Es que en el marco discursivo en que se fundamentan las demandas, yacen diferencias esenciales.

Ayer, miércoles 21, viendo “Minuto Uno”, el programa conducido por el periodista Gustavo Sylvestre, tuve una comprobación bastante clara de lo que afirmo. Allí Vilma Ripoll, dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores, y a propósito del debate sobre la muerte de Nisman, sostuvo que “estos servicios de inteligencia no nos sirven” (énfasis mío). Lo cual viene a significar que si se toman las medidas correctas –impuestas por la movilización de masas, faltaba más- podría haber servicios de inteligencia “para todos y para todas”. En definitiva, un mundo más o menos feliz, protegido por la gente de los servicios, entrenada en alguna democracia “de nuevo tipo”. Agrego que en un amplio espectro de la izquierda, un argumento como el de Ripoll pasa por “natural” («algo hay que decir en el debate público», insisten).

Puede dimensionarse entonces (remito de nuevo a la nota anterior) la distancia que me separa de la concepción de Vilma Ripoll (y del MST). Lo cual pone en evidencia, además, que tan importante como la consigna es el fondo conceptual (en este caso, ¿Estado de todos o Estado de clase?) sobre el que se levanta. Pero este es el tema que muchos quieren eludir cuando tratan de reducir la polémica a una cuestión de “formas tácticas”.

Written by rolandoastarita

22/01/2015 a 12:03

22 respuestas

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  1. El caso del MST posiblemente sea el más extremo dentro del área trotskista, pero las diferencias son de grado, no de fondo. En muchas declaraciones y entrevistas se palpa claramente que el ‘desmantelamiento’ se lo vincula la neutralización de las ‘manzanas podridas’ y a la limpieza de la corrupción. Son netos mensajes electoraleros. En otro plano, si cualquiera de estos partidos llegase a ‘tomar el poder’ por vía parlamentaria (por fuera de que en la realidad no duraría ni dos minutos) seguiría habiendo servicios, en este caso, rojos.

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    AP

    22/01/2015 at 15:21

  2. Hola Rolando, lo que sucede, creo y con todo respeto, es que su argumento central: “en tanto exista el sistema capitalista y su Estado es utópico…» es un argumento irrefutable.

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    Darrigrand, Gonzalo

    22/01/2015 at 15:56

    • Me parece que el problema, Gonzalo,surge de cortar el concepto. Debiera decir: Mientras exista el sistema capitalista y su estado, es utópico exigir la disolución de la SIDE o las fuerzas de represión. Y sí, es irrefutable. La amputación no es casual y funcional al propósito de hacer aparecer al autor de la nota como alguien que plantea que nada se puede exigir mientras subsista el capitalismo. Lo que no se puede exigir es que el diablo se corte la uñas. Mucho menos por mecanismos de presión sobre las instituciones burguesas.

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      AP

      22/01/2015 at 22:25

    • No creo que se trate de un argumento irrefutable: se puede decir, como hacen los posmodernos, que la política es una esfera independiente de las relaciones sociales de producción, y que por tanto el Estado es un ente neutral que media entre las clases (en caso de que admitan que estas existen, claro). Como es obvio, esto supone situarse fuera del campo del marxismo. La paradoja se da cuando organizaciones que se autodenominan marxistas niegan con su práctica concreta las premisas básicas del materialismo histórico (en este caso, el inevitable carácter de clase y la función social del Estado en tanto permanezcan las condiciones de producción capitalistas).

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      max

      23/01/2015 at 08:29

  3. a mi me suena como si los partidos de izquierda «dura» quisieran dar prueba de que pueden «gobernar», por eso hacen consignas «de transición» que más se acercan a una planificación/reforma de Estado que avances en un programa de clase obrera. Cuanto más espacios parlamentares ganen, más harán hincapié en la modificación del Estado, al invés de agitar a las masas? No sería eso señal de burocratización?

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    fernando

    23/01/2015 at 10:40

    • Por lo menos, en lo que atañe a mi experiencia personal, he conocido dirigentes trotskistas que proponían moderar las propuestas para no espantar al electorado. En especial cuando los candidatos concurrían a la TV. Por eso muchas veces las propuestas que se vierten en los grandes medios (la prensa partidaria es otra cosa, ahí se puede ser bien «rojo») se asemejan como dos gotas de agua a las que hace cualquier reformista bien intencionado. Son del tipo «comisión de trabajadores ferroviarios y usuarios para controlar el funcionamiento de los trenes». Incluso a los periodistas de grandes medios muchas veces esas propuestas les parecen «razonables» y hasta apropiadas.

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      rolandoastarita

      23/01/2015 at 12:03

    • Estimado Fernando. La ‘dureza’ del discurso público de la ‘izquierda dura’ es inversamente proporcional a la proximidad de la banca parlamentaria. Cuanto más cerca, más se ablanda como manteca a la parrilla. El método es sencillo. Se afloja un poquito primero. Si da resultado, un poco más y así vía de séquito. Cuando te querés acordar, ya se te asoma por la tráquea. En el MAS, por ejemplo, se decía que habían dos programas, uno ‘del partido’ y otro ‘electoral’. El primero era el posta y el segundo, un artificio para ‘engañar a la burguesía’ (sic) y poder superar los requisitos exigidos por el estado. El problema resulta en que, después de ‘superados los requisitos’, toda la campaña se llevaba a cabo en base al programa electoral lavado. Obviamente, había que seguir ‘superando requisitos’ para que no te quiten el sonajero. Parece ser que, los ‘iniciados’ podían saber la verdad (tipo: Dios no existe) y a las masas, en cambio, con llevarlas de la nariz engatusadas bastaba. Cuando se les enrostraba este curso capitulador, la respuesta era ‘Lenin lo hizo’ ‘Lenin firmó los papeluchos monárquicos’ y bla bla bla, si es posible con dedo admonitorio y entrecejo fruncido. Se les perdía por el camino, que antes, durante y después de la firma, la campaña bolche era por los soviets y el armamento generalizado del proletariado. Yo comparto con Rolando que, de algún modo hay una ‘lógica transicional’ que sobrevuela esta conducta, pero no dejo de ver constántemente y en especial en las direcciones y figuras públicas, conciencia de que lo del programa transitorio es mera pirotecnia y lo que cuenta es ganar influencia electoral a cualquier precio empalmando con los prejuicios populares y las propuestas ‘creíbles’. A veces, se les escapa un ‘lapsus’ como en el caso de Vilma, criticado por Rolando. Me hizo reír con ganas el comunicado del PO acerca de que por la muerte de Nisman, Altamira suspendió sus vacaciones en Potrerillos para acudir a la invitación de un importante programa televisivo, como si al pueblo le importara un catzo lo que opina Altamira, que es lo mismo que dice medio mundo (las pujas en la SIDE) y encima rematado con un llamado a la ‘disolución’ de la misma, como si fuera un jugo Tang. Sí, la vamos a disolver juntando siete u ocho mil compañeros en la Plaza de Mayo y pidiendo a viva voz: Disuélvanse muchachos, no sean forros, es el pueblo que os lo reclama, en una parodia trasnochada de ‘Cabildo Abierto’. Para eso, se hubiera hecho televisar desde Potrerillos. Es impresionante, como se les trasluce el propósito de ‘instalar el candidato’ tratando de aparentar no ser menos que cualquier monigote burgués. En ese plano se inscriben ‘las mujeres de primer nivel’ y otras tantas fantochadas que vimos y veremos en el futuro.

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      AP

      23/01/2015 at 15:03

  4. He encontrado por ahí la siguiente cita de Trotsky:
    «Las épocas reaccionarias como la que estamos viviendo no sólo desintegran y debilitan a la clase obrera y su vanguardia, sino que también rebajan el nivel ideológico general del movimiento y retrotraen el pensamiento político a etapas ya ampliamente superadas. En estas circunstancias, la tarea más importante de la vanguardia es no dejarse arrastrar por el flujo regresivo, sino nadar contra la corriente. Si la relación de fuerzas desfavorable le impide mantener las posiciones conquistadas, por lo menos debe aferrarse a sus posiciones ideológicas, porque éstas expresan las costosas experiencias del pasado. Los imbéciles calificarán esta política de “sectaria”. En realidad, es la única manera de preparar un nuevo y enorme avance cuando se produzca el siguiente ascenso de la marea histórica»
    Estalinismo y bolchevismo
    Sobre la cuestión de las raíces teóricas
    e históricas de la IV Internacional
    (agosto de 1937)

    Qué interesante leer a Trotsky pensando sin pretensiones de originalidad sobre lo que hay que hacer en tiempos de reacción y derrota. Cuánta claridad hay en esta perspectiva estratégica, en oposición a la repetición automática de las recetas transicionalistas, que es todo lo que quiere hacer el trotskismo de hoy. Y digo «quiere», porque como se ve, es una elección, no un destino basado en la adoración del líder al que se quiere seguir al pie de la letra. Si fuera sólo por dogmatismo, ¿porqué no seguir estas palabras de Trotsky en vez de las que forman su Programa de transición, porqué no hay corrientes trotskistas no transicionalistas o porqué predominan las que siguen el PT? La opción transicional debe tener motivos más profundos, que nos llevan a pensar en la estructura de los partidos «trotskistas» en el contexto del retroceso de la clase en el último medio siglo o más.

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    Ezequiel

    23/01/2015 at 11:56

  5. Perdón, en la intervención anterior se me escapó una metáfora sexista. Donde dice ‘ Cuando te querés acordar, se te asoma por la tráquea..’ Léase ‘Cuando quieres acordarte ya has sido penetrado por la lógica socialdemócrata…’

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    AP

    23/01/2015 at 15:15

  6. La crítica es clara..lo que no logro ver es una alternativa revolucionaria en la misma para proponer a los trabajadores. De lo que propone el compañero Garmendia, parece ser que la propuesta debería ser, … «Que disuelvan los servicios y entreguen las listas, pero sabemos que no lo van a hacer» o algo por el estilo, que es la nada misma. Sería interesante conocer cual es la propuesta que considera el compañero que deben levantar los partidos trotskistas ante esta coyuntura.

    Sin ánimo de defender a Vilma Ripoll ni al MST, con quines en general no comparto sus propuestas, me da la impresión que el darle a la frase «Estos servicios no nos sirven» subrayando el NOS, es más una chicana que una crítica seria.

    O se tiene una propuesta para la acción, si es que se considera que hay lugar para la movilización, o se propone una consigna de propaganda del tipo » solo bajo el socialismo los servicios de inteligencia estarán sujetos al control de los trabajadores, luchemos por el socialismo»
    Es notorio, al menos para mí que los representantes de los partidos de izquierda ( Zamora, Del caño, Altamira y Ripoll que son los que escuché en estos útimos días) han planteado todos consignas de acción ante la muerte de Nisman, llamando a la disloción de los SI, la remoción de Milani, la entrega de la lista de los agentes de la ex SIDE, comisión investigadora tipo CONADEP, etc, Por lo que se entiende que todos ellos consideran que estamos en una situación en la cual se puede llegar a generar una movilización popular a fin de conseguir estos propósitos.
    Sería posible bajo ese analisis proponer que se vaya el gobierno si no es capaz de manejar la inteligencia del estado, a fin de cerrar con una consigna clara.-

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    Alejandro

    23/01/2015 at 21:37

    • No sé a quién se refiere con Garmendia (nombre que usé durante la clandestinidad, bajo la dictadura). De todas maneras, nunca formulé como propuesta “Que disuelvan los servicios y entreguen las listas, pero sabemos que no lo van a hacer”. Trate de no inventar. Mi propuesta con respecto a las libertades democráticas comprende las consignas elementales, adaptadas a cada paso. Ejemplo, desprocesmiento o libertad de luchadores sociales, defensa de libertad de prensa y organización (al pasar, no existe en los sindicatos), juicio y castigo en el caso de crímenes (ejemplo, asesinato de Mariano Ferreyra), y similares. Algo similar ocurre con la investigación de crímenes. Por ejemplo, cuando sucedió el asesinato de María Soledad Morales, en Catamarca, en 1990, gran parte de la población se movilizó exigiendo justicia. Se logró, después de mucho batallar, recién en 1998, que fueran presos dos de los acusados, uno de ellos «hijo del poder», Luque (y cumplió solo 14 de los 21 años de condena). Políticamente marcó también el fin de los Saadi. Fue entonces una victoria parcial. Este tipo de movilizaciones amplían espacios democráticos, al menos parcialmente. Pero de ahí a sostener que se puede lograr, bajo el sistema capitalista, la disolución de los cuerpos de inteligencia, hay un abismo. Se puede y se debe participar en este tipo de movilizaciones, sin necesidad de generar falsas ilusiones; y explicando las cosas correctamente.
      Su defensa del discurso de Vilma Ripoll está muy bien para un abogado.

      Por otra parte, pedir la renuncia de un gobierno «porque no es capaz de manejar los servicios de inteligencia» es entrar en una problemática de la burguesía, y sus mecanismos de dominación, que no es campo de acción de la izquierda. A no ser que la izquierda se quiera presentar como «los que podemos manejar con eficacia los organismos de inteligencia». Lo cual estaría en el sentido de la intervención de VR y del MST. En fin, detrás de su defensa formalista de lo que dijo VR, advierto una coincidencia de contenido. No es casual.

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      rolandoastarita

      23/01/2015 at 22:48

    • Agregado: si mi crítica «es clara», esto es, si la entiende, podría intentar responderla. Y si está de acuerdo con mi crítica, no entiendo qué defiende.

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      rolandoastarita

      23/01/2015 at 23:01

    • ¿Control obrero de los servicios de inteligencia en el socialismo? ¿En la sociedad sin clases y sin estado? Si se refiere a la etapa de transición revolucionaria ¿Control obrero de la Cheka? Que sentido tienen todos estos planteos si no se habla claro de la destrucción de las fuerzas represivas de la burguesía por medio de la revolución proletaria. ¿Tanto cuesta entender que no tiene sentido agitar ‘disoluciones’ si no se explican los medios reales por los que puede obtenerse, es decir, contraponiendo el poder armado de la clase obrera? ¿O se habrán creído el cuento de que el estado capitalista se va a suicidar ante una movilización popular o una mayoría electoral de la izquierda ?

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      AP

      23/01/2015 at 23:11

  7. Profesor Astarita, me disculpo por hacer una pregunta fuera del tema que discute usted en esta entrada, pero creí que en otra podría pasar desapercibida. Tanto en su intervención junto con el señor Katz en Chile como en el homenaje a Ernest Mandel el año pasado, usted sostuvo que no se ha probado empíricamente la existencia de los ciclos Kondratiev, además de que los ciclos económicos largos han tenido comportamientos diferenciados para cada región. ¿Podría usted decirme si tiene algún escrito referente al tema, o en qué autores puedo encontrar un desarrollo de lo que usted sostiene? Muchísimas gracias.

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    Luis

    23/01/2015 at 21:56

    • Dediqué un capítulo de «Valor, mercado mundial y globalización» a la crítica de los ciclos Kondratiev. Cuando tenga tiempo, voy a reproducirlo, actualizado, en el blog. De todas maneras, un dato ahora: según la tesis de los ciclos K, a partir de la crisis 1974-1975 se abría un largo período, de 25 años, de estancamiento de las fuerzas productivas del capitalismo y contracción del mercado mundial (pronóstico de Mandel). Agrego que, según Mandel, de esta fase B Kondratiev solo se saldría al costo de una nueva guerra mundial con cientos de millones de muertos y regímenes aún peores que los fascistas (pronosticaba lobotomías a escala masiva). Nada de esto ocurrió. La tasa de crecimiento del PBI mundial fue superior al 3% anual entre 1980 y 2000; y el mercado mundial se expandió.
      Incongruencias similares entre la tesis de los ciclos K y los datos empíricos se pueden registrar para muchos otros períodos de la historia.

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      rolandoastarita

      23/01/2015 at 22:58

  8. Hace un momento escuchaba al flamante y verborrágico legislador Gustavo Vera proponer la disolución de la SIDE, acompañada de la exposición pública de sus ex funcionarios e investigación de sus patrimonios, para reemplazarla por una agencia federal de investigaciones. En otras palabras, el FBI argentino. Por lo menos, como propuesta reformista burguesa es más consecuente que los desatinos de la izquierda revolucionaria que piensa que la va a disolver con la ‘movilización popular’ para reemplazarla con la ‘movilización popular’. Como diría Francesco: A dios rogando y con el mazo dando. Amén.

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    AP

    23/01/2015 at 22:34

  9. Lo que se repite en muchas intervenciones de compañeros que piensan que la propaganda marxista consecuente los deja sin ‘consignas de acción’ es que lo importante es movilizar a cualquier precio, no importa que terminemos proponiendo cualquier batata. Si moviliza, lleva ‘inconscientemente’ a una salida revolucionaria. Por fuera de lo irracional de este enfoque, que pasa si no moviliza a nadie o casi nadie. ¿Están fallando las consignas? ¿No habrá llegado la hora de poner en tela de juicio este método?

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    AP

    23/01/2015 at 23:29

  10. En la línea V.Ripoll, muy interesantes las últimas declaraciones de Altamira en Minuto Uno, luego reproducidas en Prensa Obrera. ‘“El gran fenómeno político es que estamos en una grave crisis vertebral de las instituciones. No hay que perdernos con el cerrajero hay que reconocer la crisis política”
    O sea que más que consultar a un cerrajero, lo mejor sería un traumatólogo.
    “Los partidos del régimen no tienen ninguna autoridad política para dar una respuesta a esta crisis”.
    Por supuesto que no, sacaron apenas el 90% de los votos.
    “Los servicios de Inteligencia deben ser desmantelados inmediatamente, y todos los archivos de la dictadura y los archivos de la ex SIDE deben ser de conocimiento público. Porque todo lo que es confidencial ha llevado a crímenes, como el del “Lauchón”, del cual aún no tenemos ninguna explicación”.
    A desmantelar se ha dicho. Los secretos de estado deben ser ventilados públicamente, caso contrario, nos quedamos con las ganas de saber que pasó con el Lauchón. Bastaría poder conversar con el ‘Chancho blanco’ socio de Scioli en varios negociados imobiliarios que investigaba la rata de alcantarilla, digamos. Quien va a garantizar todo esto, ah me olvidaba, la movilización popular.
    “Planteamos que se convoque en forma inmediata al Congreso Nacional y que haya una interpelación pública por la red de televisión, al ministro del interior, al de seguridad y al jefe de gabinete y que esto se debata ampliamente porque no se puede esperar todos los procesos judiciales de acá a un año o dos, ni tampoco encerrados en una pieza, mediante una Bicameral secreta»
    Es que si no se televisa oficialmente, el pueblo no va saber de que se trata.
    Para finalizar, Altamira marcó que los servicios de inteligencia están colonizados por la CIA y el Mossad. “Hemos llegado a una colonización de un órgano nervioso del Estado. Ha habido una política de entrega de la seguridad nacional a manos de los servicios extranjeros”.
    En buen romance. La seguridad nacional es muy importante. Guay con quien la entrega a la antipatria. Necesitamos servicios que sean bien argentinos. Tienen que ser una bola de nervios y no unos boludos nerviosos vendidos a los EEUU e Israel. Como carajo cuaja esta profesión de fe nacionalista ‘de izquierda’ con el ‘desmantelamiento’ no se entiende. Fácil. Hay que desmantelar lo corrupto y antipatriótico, para salvar al órgano infectado. Vilma, no te sientas sola.

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    AP

    25/01/2015 at 00:08

  11. Reproduzco aquí la crítica enviada a la nota de Fernando Rosso ‘La crisis política y el futuro de los servicios de inteligencia’ del 4 de febrero. Hasta ahora. Respuesta 0.

    ‘Por fuera de algunos aspectos puntuales y afirmaciones discutibles, como que Argentina es una semicolonia (lo que justificaría la vigencia de demandas políticas emancipatorias) y no un país económicamente dependiente, tal como lo definiera Lenin desde hace ya cien años, la nota tiene un buen enfoque general.
    El problema, en mi opinión, se suscita al encararse la propuesta política a hacer desde el campo revolucionario.
    Una cosa es presionar, a través de marchas, demostraciones públicas, peticiones, formación de comisiones independientes del estado, por la apertura de los archivos vinculados a la AMIA y otra es creer que con ‘movilizaciones’ se puede lograr que los secretos de estado sean revelados, como si estos estuvieran en condiciones de ser trasparentados bajo un régimen capitalista.
    La acción independiente solo puede operar por la mediación del estado capitalista, en tanto este concentre el poder y las masas populares (entendidas como mayorías trabajadoras) carezcan del mismo. Solo una revolución triunfante puede lograr este objetivo en posición de ruptura con el estado. Mientras tanto, no hay manera de lograr una investigación independiente y que además, tenga el poder para actuar, para investigar efectivamente y para revelar al gran público la verdad.
    Es muy correcta la afirmación de que la lucha por terminar con los servicios de inteligencia está ligada a la pelea contra el estado y más específicamente, a su destrucción. En efecto, los servicios, como órgano vital del aparato de represión clasista, no pueden ser amputados por los medios de la democracia burguesa. Como bien dice Fernando R. ‘la destrucción de uno es la condición del desmantelamiento de los otros’.
    La contradicción entre las rigurosas afirmaciones ‘teóricas’ y las posiciones políticas dirigidas a las masas, aparece como flagrante con solo analizar los planteos generales de la izquierda dirigidos al pueblo en general y en especial a las masas votantes.
    El denominador común es el llamado abstracto y asexuado en términos de clase, a la ‘disolución’ de los servicios (en los marcos de la disolución general del aparato de represión) solo ligado a una informe y nebulosa ‘movilización popular’.
    La nitidez teórica aparece aquí desdibujada y peor aún, pervertida. Pareciera que hay una versión esotérica, apta para el conocimiento de los iniciados y una exotérica para consumo de las masas que ‘no están preparadas’ para el conocimiento de la verdad y pueden ser llevadas de la nariz a la revolución, por el solo efecto de consignas ‘movilizadoras’ (frente a las cuales, extrañamente, las masas parecen inmutables) de modo tal que arriben a los cambios de fondo ‘sin saberlo’.
    Muy por el contrario, considero que, frente a problemas como la destrucción de los servicios o el aparato represivo del que forman parte, semejante política solo logra confundir y desnaturalizar el objetivo revolucionario. La verdad, debe ser explicada en las calles, en los sindicatos, en los parlamentos de la burguesía en que solo podemos ser huéspedes hostiles, y fundamentalmente en los discursos y entrevistas que agigantan su alcance por los medios masivos de difusión.
    Es posible que esto entre en contradicción con las expectativas de crecimiento electoral a expensas del programa y la teoría revolucionaria. Pero, como decía Lenin ‘sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario’. No lo habrá jamás si seguimos negando obstinadamente la verdad y persistimos en seguir caminando por la delgada cuerda que separa la táctica electoral de la capitulación’

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    AP

    15/02/2015 at 12:17

  12. Fernando Rosso es un periodista y blogger que publica cantidad de notas en su blog ‘El violento oficio de la crítica’ y que son reproducidas con frecuencia en el sitio del Instituto de pensamiento Karl Marx y en el hace periódico digital izquierda diario, ambos afines al Partido de Trabajadores por el socialismo (PTS) de Argentina. El link es: elviolentooficio.blogspot.com/

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    AP

    15/02/2015 at 16:51

  13. Hasta ahora ha publicado como una docena de notas sobre la crisis política desatada con lo de Nisman.

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    AP

    15/02/2015 at 16:54


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