Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

La táctica trotskista del entrismo (1)

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En esta nota analizo problemas asociados al entrismo, una táctica que ha sido instrumentada principalmente por los trotskistas. En lo esencial el entrismo consiste en la incorporación de los marxistas a partidos o movimientos de masas para profundizar eventuales procesos de radicalización que puedan ocurrir en su seno, y ganar franjas amplias de militantes de esas organizaciones. De manera típica, se caracteriza que las organizaciones en las que se hace el entrismo abrigan profundas contradicciones internas y enfrentan, o están en vías de enfrentar, enemigos poderosos (el fascismo, el imperialismo, la derecha). Se sostiene entonces que en el curso de esos enfrentamientos se verán obligadas a tomar medidas revolucionarias; o en caso contrario sus bases militantes tomarán distancia de sus direcciones vacilantes, oportunistas o burocráticas. Por lo tanto, sigue el razonamiento, los marxistas deben incorporarse a estos partidos o movimientos con el fin de orientar hacia el marxismo las futuras rupturas o, eventualmente, ganar a la mayoría de la organización para una política revolucionaria. Un ejemplo actual de entrismo es el que realizan algunos grupos trotskistas en el Partido Socialista Unido de Venezuela.

La idea que defiendo en esta nota es que históricamente el entrismo no ha dado resultados (y sigue sin dar resultados), y que esto se explica porque existen problemas en los fundamentos mismos de esta táctica. Esos problemas están asociados a la idea de que las organizaciones en las que se hace entrismo no tienen un contenido de clase y político definido (típicamente se las caracteriza como “centristas”), y por lo tanto son pasibles de experimentar procesos masivos de radicalización hacia la izquierda revolucionaria. Esta perspectiva se potencia por la tesis -en última instancia, asociada a lo anterior- de que se produciría una toma de conciencia revolucionaria de sus bases como reflejo directo de la crisis capitalista y los enfrentamientos con el fascismo, la derecha o el imperialismo. Como se discutirá en lo que sigue, el tema tiene implicancias que van más allá de las cuestiones específicamente asociadas a la táctica entrista. Dada su extensión, he dividido la nota en varias partes.

Diversas formas de entrismo

 En su forma clásica el entrismo fue aconsejado por Trotsky en 1934 en lo que se conoció como “el giro francés”. Previendo que se avecinaba un enfrentamiento decisivo de la clase obrera con el fascismo, y que esto podría radicalizar al socialismo, en agosto de ese año Trotsky recomendó a sus partidarios  incorporarse a los partidos de la Segunda Internacional, haciendo públicas sus posiciones y manteniéndose como grupos internos diferenciados. En consecuencia, la Liga francesa, transformada en Grupo Bolchevique Leninista, entró en la SFIO (Section Française de l’ Internationale Ouvrière). También se hizo entrismo en los partidos socialistas de EEUU, Bélgica, Canadá y Polonia; en América Latina en los PS de Chile y Argentina (sobre la historia del entrismo en Argentina, véase la nota de Omar de Lucía, “Unas relaciones curiosas: Trotskismo y socialdemocracia, 1926-1956”, en http://www.pacarinadelsur.com/home/oleajes/253-unas-relaciones-curiosas-trotskismo-y-socialdemocracia-1929-1956).

Luego de terminada la Segunda Guerra, la táctica adquirió nuevas dimensiones en la Cuarta Internacional encabezada por Michel Pablo y Ernest Mandel. A fines de la década de 1940 los trotskistas ingleses entraron en el partido Laborista, y a comienzos de los 1950 se decidió el llamado entrismo “sui generis” en los grandes partidos Comunistas de Europa Occidental. Por esos años se pensaba que era inevitable una guerra de las potencias imperialistas contra la URSS, y que los PC estarían obligados a enfrentar al capitalismo y radicalizar sus posiciones. Los trotskistas debían participar en ese combate junto a lo más combativo de la clase obrera, que estaba en los partidos comunistas; además, con el desarrollo del conflicto, se pensaba que se podría inducir a los trabajadores al enfrentamiento con la burocracia soviética y el stalinismo (véase la “Resolución política” del Partido Comunista Internacionalista de Francia, julio de 1951). Ese entrismo se llamó “sui generis” porque la militancia al interior de los PC se hizo de manera disimulada y se mantuvo durante muchos años. También se impulsó la incorporación de trotskistas a los partidos Socialistas de Japón, Brasil e India, al MNR de Bolivia y al FLN argelino, entre otros.

Por fuera de la fracción de la Cuarta Internacional dirigida por Mandel y Pablo, otras corrientes trotskistas también practicaron el entrismo. Para citar solo algunos ejemplos, en períodos distintos varios grupos de Argentina hicieron entrismo en el peronismo. En los 1960 la Socialist Labour League, bajo dirección de Gerry Healy, hizo entrismo en el laborismo inglés, logrando influencia en las Juventudes Socialistas; pero fueron excluidos a mitad de la década. En los 1970 la corriente dirigida por Nahuel Moreno aplicó la táctica en España, en el PSOE. Actualmente Marea Socialista hace entrismo en el partido Socialista Unido de Venezuela. La corriente conocida como The Militant hizo entrismo durante décadas en el Laborismo inglés, donde llegó a tener diputados en el Parlamento, dirigió las Juventudes Socialistas y ganó la mayoría en el consejo municipal de Liverpool, en los 1980. Sin embargo, desde ese pico de influencia, no pudo resistir la ofensiva de la dirección del laborismo y perdió terreno. También grupos The Militant hicieron entrismo en el PSOE y en el Partido Popular de Pakistán. Actualmente la Corriente Marxista Internacional (ex Militant) actúa en el partido Laborista inglés, en los partidos Comunistas, o en organizaciones herederas de estos en varios países; y en el PSUV, entre otros casos. Con estas enumeraciones no pretendemos agotar el fenómeno, simplemente mostrar que se trata de una táctica relativamente extendida, y con variantes importantes.

Magros resultados

Han pasado ocho décadas desde que el entrismo fuera recomendado por Trotsky, y en ningún país el trotskismo logró, con su instrumentación, influencia política de masas. De hecho, el principal argumento que se aduce en torno al saldo es contrafáctico: Trotsky pensaba que si Andreu Nin hubiera aceptado entrar al PSOE, el trotskismo español se hubiera convertido en una organización de masas. Es que la Juventud Socialista, dirigida por Largo Caballero, había llegado a pronunciarse a favor de la Cuarta Internacional, pero finalmente fue ganada por el partido Comunista, en tanto Nin se había negado a hacer el entrismo en el PSOE. Por este motivo Trotsky llega a calificarlo de “criminal”: “La Juventud Socialista ha pasado casi enteramente al campo stalinista. Quienes se llaman a sí mismos bolcheviques leninistas y permitieron esto, o mejor dicho, causaron esto, deben ser estigmatizados para siempre como criminales contra la revolución” («The Dutch Section and the International», 15-16 julio de 1936). Desde entonces este razonamiento quedó establecido como una muestra de las potencialidades de la táctica. Pero el argumento es contrafáctico, y en los hechos no existe saldo destacable, en relación a los objetivos propuestos, de los múltiples entrismos realizados por grupos trotskistas en las más diversas circunstancias y países. Ganar algunas decenas o centenas (en el mejor de los casos) de militantes, no es sinónimo de influencia de masas. Decir que se adquiere experiencia en el trabajo de masas tampoco parece convincente; después de todo, pequeñas organizaciones realizan cotidianamente trabajo político en organizaciones obreras y populares, o directamente en empresas, centros de enseñanza y barrios obreros y adquieren experiencia, con sus posiciones claras y definidas.

Por otra parte, hay que anotar en el pasivo de la táctica, en primer lugar, las múltiples rupturas que se produjeron en las organizaciones trotskistas a la hora de entrar a los partidos en los que se hacía entrismo; muchos militantes se resistían a lo que consideraban una renuncia a su identidad ideológica y política. En segundo término, hay que tener en cuenta los efectos de las expulsiones –a veces muy rápidas- o de las salidas: también generaron rupturas y crisis, la mayor parte de las veces porque muchos militantes buscaban adaptarse a las demandas de los aparatos, a fin de permanecer en los partidos a los que se habían incorporado, en la esperanza de mantener o ganar posiciones. En tercer lugar, con frecuencia el entrismo se hizo sin poder sostener claramente las posturas marxistas (en particular, en lo que respecta a caracterizaciones de clase, véase más abajo), debido a las exigencias de las organizaciones en las que se entraba. Esto no sólo ocurrió después de la muerte de Trotsky, como se sostiene a veces; por ejemplo, los trotskistas de EEUU entraron, en 1936, en el partido Socialista a título individual y renunciando a tener una publicación propia. En cuarto lugar, a menudo fue difícil contrarrestar la acusación lanzada a los trotskistas por “fraccionalistas”, “quinta columna”, “infiltrados”, y similares. Estas cuestiones generan confusión y no son fáciles de contrarrestar. En resumen, parece cumplirse el pronóstico que había hecho Lenin sobre las consecuencias que acarrearía la formación, en la Rusia prerrevolucionaria, de un partido obrero “centrista amplio”, de tendencias opuestas: una “infinita agravación de la discordia, diferencias, las divisiones, la confusión ideológica y la desorganización práctica” (véase más abajo). Con el agravante de que un pequeño grupo militando al interior de un partido de masas –socialista, comunista, nacionalista de izquierda- tiene pocas posibilidades de aclarar posiciones frente a los recursos de que disponen los aparatos de dirección.

Muchos trotskistas, sin embargo, sostienen que la falta de éxito de la táctica se debe a que no se habrían seguido las recomendaciones de Trotsky. Afirman que el entrismo tiene que aplicarse por un corto período de tiempo y que los trotskistas deben mantener al interior de  los partidos a los que se afilian una publicación independiente (era la posición de Nahuel Moreno, por ejemplo). Sin embargo, tampoco los grupos que siguieron las recomendaciones de Trotsky, y estuvieron bajo su dirección, tuvieron éxito en relación al objetivo propuesto. El ejemplo más significativo es Francia, donde los trotskistas entraron en la SFIO como grupo y mantuvieron una publicación, pero el objetivo buscado –una ruptura de masas o el vuelco de la SFIO hacia las posiciones revolucionarias- no se logró. Tampoco en Bélgica o EEUU –las otras experiencias importantes- los trotskistas lograron influencia de masas. De hecho, el balance de Trotsky de estas experiencias fue que se había ganado militantes, y que los trotskistas habían entrado en contacto con las masas; un saldo magro en relación a las esperanzas que abrigaba al momento de recomendar la táctica.

Algo similar puede decirse de las muchas experiencias de entrismo realizadas en la segunda posguerra. El balance típico sigue siendo “ganamos adherentes”, o “nuestros militantes entraron en contacto con las masas”; no hay registro de que se haya avanzado en algún lugar o momento en influencia a nivel masivo, con un programa anticapitalista y socialista.

Como adelanté más arriba, la hipótesis que presento es que hay problemas de método y concepción política que van más allá de las adecuaciones o formas tácticas que usualmente discuten los grupos trotskistas en torno al entrismo. Por esta razón focalizo el análisis en la fundamentación de Trotsky del entrismo realizado por la Liga Comunista francesa en la SFIO, en 1934.

El giro francés de 1934

La entrada de los trotskistas en el socialismo francés, en 1934, se produjo en el marco de una importante radicalización de la lucha de clases. El 6 de febrero la extrema derecha había realizado una gigantesca manifestación contra la república parlamentaria y el gobierno de Daladier, que terminó renunciando. Tres días después el PC convocó a una contramanifestación, seguida por una huelga general y manifestaciones en toda Francia, en defensa de las libertades y contra el fascismo. A partir de aquí hubo un extendido sentimiento entre las masas trabajadoras de que era necesaria la unidad para enfrentar al fascismo. En julio el PC, que hasta entonces había sido hostil a todo acercamiento con la socialdemocracia –a la que caracterizaba “la otra cara del fascismo”- dio un giro de 180 grados y llamó a la unidad; ese mismo mes el PC y la SFIO firman un pacto de unidad de acción. Trotsky caracteriza entonces que ese pacto había sido impuesto por las masas, y que la Liga (la organización trotskista) debía tomar parte en el frente único obrero, entrando a la SFIO. Es lo que se conoce como “el giro francés”.

A pesar de que hubo militantes que se negaron a aceptar la nueva táctica, la Liga entró a la SFIO donde se constituyó en “Grupo bolchevique leninista” y publicó La Vérité. En poco tiempo el GBL ocupó posiciones de relevancia en las Juventudes Socialistas del Sena y ganó influencia en el ala izquierda del partido. Sin embargo, el entrismo duró apenas 18 meses. Es que el pacto entre el PC y la SFIO fue el germen de la formación del Frente Popular, que a su vez abría la perspectiva de acceso al gobierno. En junio de 1935 la SFIO dio su apoyo a la formación de un Frente Popular con el PC y el partido Radical, de carácter democrático liberal. La dirección de la SFIO intensificó sus ataques contra los críticos de izquierda, y se aceleró el enfrentamiento con los trotskistas. Ese mismo mes fueron expulsados los dirigentes de la Entente des Jeunesses Socialistes del Sena. Y en agosto, cuando se publica una carta abierta en La Verité por la Cuarta Internacional (era la respuesta a la expulsión de la juventud), la dirección socialista excluye al GBL de conjunto. A pesar de que algunos trotskistas quisieron hacer concesiones para permanecer en el partido, Trotsky evaluó que la política estaba agotada y debía formarse un polo independiente.

Agreguemos que en la primavera de 1938 también fue excluida de la SFIO su ala izquierda, dirigida por Marceau Pivert, que había adquirido cierta influencia. El partido Obrero y Campesino fundado por Privert, que llegó a tener unos 10.000 militantes (incluidos algunos trotskistas), no tuvo sin embargo influencia de masas; y se mantuvo alejado de la Cuarta Internacional.

Los argumentos de Trotsky

Los argumentos de Trotsky a favor del entrismo en el socialismo fueron expuestos en su forma más desarrollada en el artículo “La salida”, escrito en agosto de 1934. La idea que lo recorre es que el socialismo es una formación “centrista”, que marcha a un “conflicto mortal” con el fascismo, lo cual abre posibilidades de una evolución revolucionaria de la SFIO, incluida su ruptura con el Estado burgués. Escribía Trotsky: “en nuestra época el destino del proletariado depende en gran medida de la manera resuelta en que la social­democracia en el breve intervalo que le concede la marcha de los acontecimientos, logre romper con el estado burgués, transformarse y prepararse para la lucha decisiva contra el fascismo” (énfasis añadido). Pero dado que la Liga era pequeña, no tenía demasiada influencia, y el combate decisivo con el fascismo era inminente. En consecuencia, continuaba el razonamiento de Trotsky, debía ubicarse dentro del Frente Único decidido por el PC y los socialistas, entrando en la SFIO “para contribuir activamente al reagrupamiento revolucionario y a la concentración de fuerzas de ese reagrupamiento”. ¿Por qué no en el PC? Trotsky explica que, a diferencia del PS, no hay posibilidad de que el PC evolucione hacia la izquierda:

“Los dos partidos son organizaciones centristas con esta diferencia: el centrismo de los stalinistas es producto de la descom­posición del bolchevismo, mientras que el centrismo del Partido Socialista surge de la descomposición del reformismo. Y hay otra diferencia entre ambos, no menos esencial. El centrismo stalinista, pese a sus convulsivos virajes, representa un sistema político muy estable indisolublemente ligado a la situación y a los intereses de la poderosa capa burocrática. El centrismo del Partido Socialista refleja la situación transicional de los obreros, que buscan una salida que los conduzca al camino revolucionario” (énfasis añadido). Los stalinistas, afirma Trotsky, incluso “retrasan el desarrollo revolucionario del Partido Socialista” (énfasis agregado). Aunque la SFIO no es el partido revolucionario de la clase obrera, sus contradicciones internas “pueden y deben señalarse como garantía de su ulterior evolución, y en consecuencia como posible apoyo de la palanca marxista” (énfasis añadido). Por eso Trotsky piensa que entrando en el socialismo los trotskistas “reforzarán enormemente su ala izquierda, fecundarán la evolución del conjunto del partido, constituirán un poderoso centro de atrac­ción para los elementos revolucionarios del Partido Comunista y facilitarán en gran medida la búsqueda del camino revolucionario del proletariado”.

Subrayemos una cuestión central: la creencia de que, debido a sus características “centristas”, dentro de la SFIO podían desarrollarse tendencias revolucionarias de masas, o incluso que la mayoría de la organización podía ser ganada a un programa revolucionario. Esta idea está expresada de forma todavía más clara en “The League faced with a Turn”, de julio de 1934. Allí Trotsky recordaba que el Partido Socialista Francés había votado, en 1920, en el Congreso de Tours, la adhesión a la Tercera Internacional, y señalaba que “[n]o conocemos una ley que diga que es imposible una repetición del Congreso de Tours. Por el contrario, muchas de las condiciones prevalecientes hablan de tal posibilidad” (énfasis añadido).

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Written by rolandoastarita

22/11/2014 a 14:07

44 respuestas

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  1. Rolando

    Las últimas novedades en Venezuela sobre la táctica trotskista del entrismo está reflejada en la expulsión del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de varios dirigentes de Marea Socialista hace dos días..

    La noticia que salió el día 21/11/14 en el diario El Nacional es la siguiente:

    «Marea Socialista rechazó la “arbitraria exclusión” del registro de militantes del PSUV de Nicmer Evans, Heiber Barreto Sánchez y el coordinador de Clase Media Socialista, Carlos Hurtado.»

    “Exhortamos a la dirección nacional a informar y aclarar si fueron suspendidos del partido, en virtud de que la verificación hecha el 19 y el 20 de noviembre en el portal web http://www.psuv.org.ve, no se encuentran registrados como militantes ni habilitados para participar en la elección de los jefes de Círculo de Lucha Popular”, indicaron en un comunicado.»

    «Marea Socialista solicitó al PSUV que fije posición sobre declaraciones del gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, de que en el partido no hay corrientes, por cuanto contradice los estatutos y la declaración de principios.»

    Ver noticia más extensa en el siguiente link: http://WWW.EL-NACIONAL.COM/POLITICA/PSUV-EXPULSO-DIRIGENTES-MAREA_0_523147892.HTML

    Sinceramente no sabemos si lo de Marea Socialista fue una «táctica» que está durando más de 15 años o si ya se mimetizaron tanto con el chavismo, que ya perdieron hasta el nombre de trotskistas o ni siquiera de marxistas. Preguntamos: ¿Es esto realmente una táctica de entrismo o es mucho más que eso?

    Después de 15 años Marea Socialista es más chavista que el mismo Chávez. Degeneraron tanto que ya no sabemos que diablos son.

    En fin, tanto nadar para ahogarse en la orilla. Lamentable..

    Saludos cordiales

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    La duda metodica

    22/11/2014 at 20:45

    • Agregado. Creemos que en este asunto del entrismo hay que preguntarse hasta que punto este entrismo da un salto cualitativo y pasa a ser INTEGRACIÓN TOTAL con el estado burgués -se reivindique este estado nacionalista, de «izquierda», «antiimperialista», «socialista del siglo XXI», etc. etc.

      En este aspecto consideramos que Marea Socialista dio este salto. Por ejemplo, muchos de los integrantes de la dirección son o fueron (los fueron) funcionarios del estado. La página web Aporrea -cuyos fundadores son en su mayoría dirigentes de Marea Socialista (i.e. Gonzalo Gómez)- ha sido financiada desde sus comienzos por el gobierno chavista. Tienen propaganda oficial desde hace años, etc.

      Lo que es peor. Marea Socialista apoyó con todo la represión estatal y paramilitar de las luchas justas del movimiento estudiantil venezolano en el periodo febrero-mayo de 2014, con su secuela de 43 muertos, 138 torturados documentados (son muchos más, que no denuncian por temor), 3.400 detenidos (280 menores de edad), 1.913 en libertad con medidas cautelares (166 menores de edad), presos políticos 72. etc. (Fuente revista Zeta, 21/11/14, pág. 8)

      ¿Qué opinas de este argumento, Rolando?

      Saludos cordiales

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      La duda metodica

      23/11/2014 at 14:18

    • No poseo estos datos sobre Marea Socialista, que me parecen muy interesantes. Sobre los efectos que tienen estos entrismos «de largo plazo», los trato en otra parte de la nota. De hecho, ha sucedido más de una vez que los trotskistas que entraron a un partido de masas con el fin de «cambiar su orientación» o «ayudar a su radicalización», terminaron ganados por el programa y la ideología de la organización que se proponían transformar. Y en algunos casos, completamente cooptados por el Estado.

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      rolandoastarita

      23/11/2014 at 16:02

    • Mas allá de lo que haya hecho Marea Socialista y la represion que contra el mismo se ha desatado por parte del aparato central del PSUV, he ahi un ejemplo claro de la incomprension de la tactica «entrista». ¿Existió en Venezuela una situacion revolucionaria cuando Marea Socialista tomo tal decisión? ¿Hacia donde evolucionaba la situacion que permitiera una explosion del PSUV? ¿Fueron estas las razones de aplicar la tactica allí?

      Hay que partir de lo que digo antes, el PSUV, es el peronismo vestido de rojo y punto, es un movimiento nacionalista burgues, donde la clase obrera no se agrupa como clase donde si lo hace como en los partidos obreros burgueses. Ingresar al PSUV es tan solo para decir: «este es un partido o movimiento nacionalista burgues, aqui la clase está disgregada politicamente como clase, y por tanto hay que romper con este partido y la clase obrera construir su partido propio»

      No parece haber sido este el razonamiento de Marea Socialista

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      ariel quiroga

      23/11/2014 at 20:35

    • Para documentar la posición política de Marea Socialista ante las luchas estudiantiles y populares por libertades democráticas, en contra del alto costo de la vida, la inseguridad, contra la corrupción, contra la criminalización de la protesta, por la defensa de los derechos humanos y un montón de motivos más, es interesante leer un artículo publicado en Aporrea, de fecha 14/02/2014, titulado: «Para frenar la ofensiva de la derecha: Rectificar y avanzar hacia la revolución económica»

      Dice Marea Socialista: «El 12 de febrero se inició la parte violenta de la ofensiva de la derecha. Hasta ahora dominaba la presión económica del desabastecimiento, usura en los precios y manipulación de la crisis económica, que tiene fuertes rasgos de guerra económica. Se suma ahora la violencia, junto a la presión política e ideológica.»

      Ver artículo en el siguiente link: http://www.aporrea.org/trabajadores/a182015.html

      Aclaramos que la tan mentada «guerra económica» en realidad es la economía de guerra que el gobierno le está aplicando sistemáticamente a los trabajadores y al pueblo venezolanos

      Marea Socialista debe estar contenta. La «ofensiva de la derecha» se «frenó» a sangre y fuego, sin que importe que la represión estatal y paramilitar causara 43 muertos, más de 3.000 detenidos, torturados, criminalizados, presos políticos, etc.

      Jamás Marea Socialista levantó la voz contra esta represión. Y el que calla, otorga.

      Total, que importa. Todo se justifica con tal de defender la «revolución» de los «fascistas de la derecha».

      Saludos

      P.D. Ahora que la cúpula del PSUV está expulsando a los dirigentes de Marea Socialista del partido oficial es que están reclamando a gritos sus «derechos constitucionales» y partidarios. El gobierno les está aplicando el mismo alicate que le aplicaron al movimiento estudiantil venezolano. En esto termina la degeneración política de Marea Socialista. Dan pena ajena.

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      La duda metodica

      23/11/2014 at 22:16

    • Disculpe Rolando que ayer continúe exponiendo argumentos que ya lo había de nuestro debate del 26/11/2014, no quiero ser repetitivo.
      Pero si, Trotsky no plantea el entrismo porque se vayan a desprender alas «de izquierda» de los partidos de origen obrero tradicionales. Eso era una particularidad de la época que el tenia tal hipótesis respecto a los resultados. Más aún, nunca dijo que los trotskistas saldrían como dirigentes de tales desprendimientos, a lo sumo planteó como ya se lo dije, que los trotskistas fueran arrastrados por tales corrientes.
      Pero el planteo general es que los trotskistas SIEMPRE deben practicar el entrismo mientras sean minoría porque no dirigen a nuestra clase que como «clase para si» sale a luchar a través de determinados partidos y movimientos con tales o cuáles banderas. Los hombres hacen la historia en condiciones heredadas y no a su antojo. Por esto una pregunta que les hago a los militantes en Argentina que se reclaman del combate de León Trotsky: para el próximo 14/11, por donde se expresan políticamente la clase obrera?? Ese es el punto de partida para intervenir en ese lugar y abrir la discusión conque programa de transición debe gobernar nuestra clase, es el comienzo del entrismo, lo que venga después es todo hipotético.Saludos

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      Ariel Quiroga

      11/11/2021 at 11:51

    • No encuentro que Trotsky haya recomendado a los militantes que seguían sus ideas que siempre debían practicar el entrismo mientras fueran una minoría. Si ese hubiera sido el caso, pienso que lo habría afirmado. Además, si hubiera pensado eso, no se entiende por qué, pasado un corto tiempo de las experiencias entristas, recomendó la ruptura, aunque los trotskistas seguían siendo una minoría.
      En segundo lugar, pienso que fue un error (y no menor) especular con que la socialdemocracia, o una parte significativa de esta, pudiera girar a posiciones revolucionarias (recordar lo que escribió en 1934, que cito en las notas: «en nuestra época el destino del proletariado depende en gran medida de la manera resuelta en que la social­democracia en el breve intervalo que le concede la marcha de los acontecimientos, logre romper con el estado burgués, transformarse y prepararse para la lucha decisiva contra el fascismo”)
      Por último, al margen de lo que pudo haber recomendado Trotsky, esa táctica no puede dar resultado, y de hecho, nunca dio resultado. Las razones las presento en la nota.

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      rolandoastarita

      11/11/2021 at 12:23

  2. En Uruguay los trotskistas que nos apoyamos en los escritos de Stephan Just, luego de nuestra ruptura con el lambertismo, tenemos como estrategia «Por un gobierno del PCU y del PS sin el resto del FA». Pero esto no es motivo para que nos planteemos hacer entrismo en ambos partidos de origen obrero.

    Ya sea en el PCU como en el PS ingresar ahora seria atarse de manos y de pies, porque en su interior es el aparato quien decide lo que se debate y lo que no se debate. La misma situacion existe en el PIT-CNT, pero a diferencia del PCU y del PS, en los marcos del mismo todo trabajador rechaza que al mismo se afilien los patrones como si lo entienden natural que sus partidos se alien politicamente con grupos burgueses.

    Es sobre el PIT-CNT por ahora que planteamos que debe conquistarse un gobierno del PCU y del PS sin el resto del FA.

    El 95% de los trotskistas del mundo entero no han comprendido cuando y donde se hace el entrismo y por eso la «tactica» ofrece resultados diversos.

    En primer lugar la tactica se basa en que hay ingresar a los grandes partidos obreros de masas, por mas reformistas u estalinistas que fuesen, cuando se desata una situacion revolucionaria, porque cuando ello ocurre, los miles o millones que por vez primera se lanzan a la lucha de clases, van hacia los partidos obreros que ya conocen, no hacia los que no conocen.

    Mas no porque en tales partidos vayan a ver desprendimientos de corrientes que se dirijan hacia el programa trotskista ante la crisis de tales partidos. Eso es una consecuencia de la situacion mas no lo que obliga a los trotskistas a ingresar a los mismos.

    Esa es la primera y segunda incompresion de porque el entrismo, no es en primer lugar para ganar gente, sino que los trotskistas deben acompañar a las masas que van a luchar contra los capitalistas en los partidos que estas eligen y porque los trotskistas no tienen la autoridad necesaria para decirles que no lo hagan, A lo sumo son vistos por grandes masas como un agrupamiento politico que va detras de ellos. La segunda incomprension está en que el entrismo no es en todo tiempo y lugar, sino como decimos mas arriba cuando hay una situacion revolucionaria, porque es una ley del proceso histórico y obvia que grandes masas de gentes van hacia los partidos que conocen.

    Trotsky no planteo el entrismo en movimientos nacionalistas burgueses, esa es otra muestra de la incomprension del 95% de los trotskistas del mundo entero de la tactica. El entrismo de Nahuel Moreno en el peronismo o de Marea Socialista en el PSUV es la confusión de que se puede reformar un partido nacionalista burgues y ademas que no hay una situacion revolucionaria que exigiera el entrismo en tales organizaciones ajenas al proletariado.

    El entrismo es en los partidos obreros burgueses, porque pese a su politica, continuan agrupando como clase a la clase obrera y es alli, que deben estar los trotskistas cuando estalle una situacion revolucionaria, porque a diferencia de los tiempos normales cuando es el aparato quien decide que se discute y que no, en tal situacion son las grandes masas que ingresan a los mismos que deciden que se debe discutir como tomar el poder.

    Por esto es cuando los trotskistas deben hacer el entrismo si ó si en los grandes partidos obreros de masas solamente cuando se desata una situacion revolucionaria.

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    ariel quiroga

    22/11/2014 at 21:44

    • Un par de cosas sueltas compañero. La primera, me despierta curiosidad lo que cuenta acerca de una ruptura con el lambertismo en Uruguay. Me gustaría conocer más sin perder la brevedad que exige este medio. Lo segundo. Al principio habla de partidos ‘de origen obrero’ ¿Han dejado de serlo? Si es así, ¿Desde cuando? En consecuencia, un gobierno de socialistas y comunistas basado en el PITCNT, no sería otra cosa que un gobierno burgués basado en los sindicatos. No veo que sentido pueda tener el planteo crónico de semejante consigna en condiciones no revolucionarias y cuando el partido genuino de clase en condiciones de competir por el poder no es más que una expresión de deseos. Más abajo se corrige apelando a la vieja fórmula de partidos ‘obrero burgueses’. Lo que define el carácter de un partido es su dirección y programa, así como, su orientación revolucionaria demostrada en la práctica, no una vaga e imprecisa inserción en la clase obrera. No veo que sentido pueda tener hoy una definición semejante. Por último, es correcta su afirmación de que la táctica entrista toma como sustento la existencia de una radicalización en la base de los partidos reformistas, pero de ello no se desprende que el objetivo de los trotskistas o como se quieran llamar los revolucionarios, sea cambiarle el carácter a estos partidos. El objetivo del entrismo era entrar a vela desplegada, como una fracción pública, atraer a la vanguardia y romper rápido. En cuanto a su aplicación en el nacionalismo burgués, no creo ningún partido de esta naturaleza haya tenido o tenga carácter ‘obrero burgués’, pero no se alteran las generales de la ley. El entrismo, si se dan las condiciones, cosa harto dudosa, nada tiene que ver con lo que se aplicó como remedo de esta táctica. Las tácticas para ganar influencia en el movimiento obrero o arrebatársela a los reformistas, no puede asentarse en el travestismo político, ni en la capitulación, ni en la colaboración con las direcciones de estos partidos.
      Sañudos

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      AP

      28/11/2014 at 09:17

  3. Reblogueó esto en Humano Buenos Aires.

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    Leonardo Sai

    25/11/2014 at 13:57

    • Si, con gusto respondo a sus interrogantes. Primero que nada veo que en lineas generales estamos de acuerdo en que condiciones se aplica la tactica del entrismo. Sean cual sean las circunstancias, el núcleo que tiene como objetivo la construcción del partido obrero revolucionario, debe mantener su independencia politica y organizativa. Otro de los errores del 95% de los trotskistas del mundo entero, no digo que usted lo cometa, es que no entienden que somos minoria en el movimiento de masas, esten estas movilizadas o no, y que por tanto no se puede intervenir sobre el mismo, como si lo hacen los partidos obreros burgueses. Si mañana en Uruguay estalla una situacion revolucionaria, ¿a donde van a ir los miles y miles que se movilizen para tomar el poder? a los partidos que ya conocen, no a los que no conocen. En Uruguay, el PC y el PS son partidos obreros por su origen de clase, porque son resultado del movimiento de la clase obrera en su transformacion de «clase en si» en «clase para si», y son burgueses por su politica y por su programa. Por eso en el Programa de Transicion se les denomina «partidos pequeño-burgueses», no porque tenga ese origen sino porque actuan como la pequeño-burguesia, estan vinculados organicamente a la clase obrera mas politicamente se adaptan a la burguesia. Por eso les exigimos que «rompan con la burguesia, que tomen el poder». El movimiento de miles en su proceso de ruptura con tales partidos haciendo su experiencia con tal politica, pasa justamente a traves del marco organizativo que aquellos fijan. He ahi la contradiccion dialectica sobre la que intervenimos.

      Respecto a su interrogante de porque nuestra ruptura con el lambertismo, aquí tiene un ejemplo, el lambertismo aplica en abstracto el de exigirle a los aparatos que «rompan con la burguesia, que tomen el poder». Asi, por ejemplo le exigen al gobierno burgues de Brasil PT-PMBD que «cumpla con su mandato, que gobierne para las masas», nosotros por el contrario le exigimos al PT que rompa con el PMBD e instaure un gobierno del mismo apoyado en la CUT. En Venezuela, donde han creado la fabula de que Chavez tomó «medidas de ruptura con el imperialismo», le exigen al chavizmo (el peronismo vestido de rojo) que vaya mas a fondo en su «ruptura con el imperialismo».

      Para ser mas extensos o explicitos habria que dedicar un posteo respecto a su politico. Cuando se abra un posteo sobre que es el frente unico obrero, con gusto le amplio sobre sus preguntas. Un gustazo

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      ariel quiroga

      28/11/2014 at 11:04

    • En otra parte de la nota voy a discutir la caracterización que hace el trotskismo de los partidos Socialistas o Comunistas, y muchos de los problemas que tiene el entrismo (derivados de esa caracterización). De todas maneras, al leer cosas como las que usted escribe, me pregunto en qué mundo pasan las cosas como las pinta. El tema es: mañana estalla una revolución en Uruguay; pasado mañana los trotskistas entran al PS y al PC, en los que millones de trabajadores actúan con instinto revolucionario, aunque sus direcciones son traidoras y los obreros no se dan cuenta del todo. Por lo tanto, llegan los trotskistas en el momento justo (ni antes ni después), convertidos de la noche a la mañana en militantes del PC y del PS (aunque con posiciones públicas revolucionarias y críticas de las direcciones). Los obreros del PS y del PC ahora los tratan como camaradas de la revolución, se convencen de su programa y de sus consignas (aunque si no se hacía entrismo esto era imposible) y rompen con los traidores (sus dirigentes de toda la vida) para irse con los recién llegados.
      En resumen, digamos que para el fin de semana el trotskismo dirige a las masas revolucionarias y «queda solucionado el problema histórico de la dirección revolucionaria».
      Repito la pregunta: ¿en qué mundo viven? ¿O se trata simplemente de la Luna trotskista? (dicho esto con todo respeto).

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      rolandoastarita

      28/11/2014 at 15:41

  4. Estimado Rolando. Coincido contigo en que la táctica de entrismo no parece haber dado ningún resultado importante jamás. Hoy me parece que menos que nunca. Por supuesto me refiero a su formulación originaria por Trotski y no al ‘entrismo sui géneris’ que viene de la cuarta pablistizada a partir de 1951 y que es lisa y llana capitulación de ayudantes del estalinismo y nacionalismo burgués. De todos modos, sigo pensando que el giro francés fue útil en cierto sentido y que de haberse aplicado en España no tenía por que haber dado un resultado diferente al que cosechó el estalinismo, que, de ese modo se hizo de una base de masas. En mi opinión, desde el surgimiento de la oposición de izquierda, sobrevoló la idea de que era posible, dadas las circunstancias históricas, regenerar de modo rápido el bolchevismo. Las tácticas fueron a veces concebidas en razón de esa suposición un poco aventurada y con más razón aventuradas cuando las grandes derrotas se hicieron patentes. Por el contrario, la estructuración de un partido revolucionario de masas parece ser un proceso mucho más complejo y contradictorio.

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    AP

    26/11/2014 at 18:06

  5. El problema de Marea Socialista fue simplemente no querer ver las cosas como son. Lo mismo se podría decir del PCV. ¿Porqué no ven o no quieren ver lo que los demás sí ven? pues porque son grupos ideologizados al extremo. Todo lo pasan por el cedazo de su ideología. Por eso es que solo son grupos, grupúsculos sin mayor proyección o destino, un momento cualquiera la marea de los acontecimientos les pasa por encima.

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    mario

    26/11/2014 at 19:09

  6. Compañero Ariel Quiroga. Creo que el único punto de coincidencia es analítico y periférico. Trotski tomaba como punto de arranque para la táctica la hipótesis de un reformismo maleable sometido a la presión revolucionaria de las masas y por tanto, propenso a que se destaquen en su seno tendencias a la izquierda capitalizables con el entrismo. Esto no equivale a deducir que el entrismo es válido en una situación revolucionaria donde los trotskistas son minoría, como si fuera una regla general. Esto es extirpar la táctica, útil o no, de su contexto histórico concreto. Proyectarla en una hipotética revolución futura en el Uruguay, en mi opinión, no tiene sentido. Socialistas y comunistas no tienen nada de partidos obreros. Son partidos burgueses integrados al régimen, como así también los sindicatos. Clamar por un gobierno obrero en estas circunstancias es defraudar cualquier impulso revolucionario genuino que anide en las masas, puesto que, no hay posibilidad de que estalle revolución alguna si no es mediante una ruptura objetiva con esos partidos y direcciones. la táctica de ‘Gobierno Obrero’ si es que alguna vez tuvo sentido en el marco de la Europa de los 20, contaba con la existencia de una enorme vanguardia comunista genuina. El llamado extemporeo y abstracto, en cambio, no hizo más que confundir y desmoralizar. Que una minoría insignificante llame a ‘Romper con la burguesía’ en un remedo caricaturesco de la experiencia bolche, no ha traído más que capitulaciones. Repetir esta cantinela durante décadas, solo trae como consecuencia ser desoídos, en el mejor de los casos y que los ‘entristas’ terminen ‘entrados’ en el peor.
    Saludos .

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    AP

    28/11/2014 at 16:34

    • Primero respondo el comentario que termina «¿o se trata de la luna trotskista?».

      Una cuestion previa que quizás nunca se la haya escuchado a ningún trotskista de Uruguay. El FA fue formado por los aparatos del PCU y el PS, cuando miles de jovenes y de trabajadores determinan el comienzo de la situacion revolucionaria que duró hasta junio de 1973, ingresando a ambos partidos para luchar contra los capitalistas. En una tipica operacion de «frente popular», los aparatos de estos partidos, decidieron «ampliar» el frente obrero que de hecho existia a politicos expulsados de los partidos de la burguesia y a militares «constitucionalistas» expulsados de las FFAA, para que justamente esos miles no concluyesen en la necesidad de conquistar un gobierno obrero a traves de tales partidos frente a los gobiernos de la burguesia de blancos y colorados.

      Desde hace ya años, miles y miles vienen chocando contra tal frente de colaboracion de clases que bloquea su movimiento como un dique se opone al curso de un rio. Se trata de ayudar a esos miles a romper tal dique de contencion, no hay otra forma para ayudar a ello que ayudar a abrir la discusión porque la necesidad de un tal gobierno, para que programa y para que politica, sin el resto del FA.

      Los marxistas somos materialistas y concretos. Si mañana estalla otra vez una situacion revolucionaria, a lo sumo lo que podemos afirmar que esos miles otra vez van a ingresar al PCU y al PS para luchar contra los capitalistas. Lo que pase despues no lo sabemos, no se ha vuelto a dar tal situacion. A partir de nuestra afirmacion, usted luego desarrolla un esquema de como se van a dar los acontecimientos, que miles se van a convencer de que los trotskistas tienen razón y vendran hacia ellos. No, eso es especular con algo que no sabemos como va ocurrir.

      Usted dice que no hay posibilidad de que estalle una situacion revolucionaria hasta que no se produzca una ruptura con tales partidos. Toda la experiencia histórica nos enseña que es a la inversa, solo en una situacion revolucionaria es que miles ó millones, según el pais, pueden romper con los aparatos contrarrevolucionarios que se oponen a sus movilizaciones por la toma del poder.

      Solo podemos ver hasta allí, que cuando miles determinen que la situacion es revolucionaria, van a ir hacia tales partidos. Hasta que no desate una situacion revolucionaria no podemos saber el desarrollo de los futuros acontecimientos.

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      ariel quiroga

      28/11/2014 at 20:56

    • «Usted dice que no hay posibilidad de que estalle una situacion revolucionaria hasta que no se produzca una ruptura con tales partidos». No he afirmado esto. Solo afirmo que la táctica del entrismo se basa en supuestos que no se verifican. Y el problema central está en la misma caracterización de los PS y PC. La idea de que los trotskistas entran a los PS y PC cuando estalla la revolución, y se llevan a las masas con ellos, es pura especulación que no tiene asidero en la realidad. Jamás la lucha social ocurre de esa manera. Hace 80 años que están insistiendo con estas ensoñaciones (que enlazan con la bendita idea de la agitación de consignas transicionales). ¿No se les ocurre hacer algún balance materialista de todo este asunto? ¿No se les ocurre pensar que el marxismo llegó a ser de masas sin apelar a todas estas maniobras y contra maniobras, que lo único que hacen es desorientar al movimiento? El marxismo como movimiento político no se construye con «golpes de efecto» y «maniobras tácticas».

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      rolandoastarita

      28/11/2014 at 21:59

    • Bueno, si no lo dijo, es lo que lei mas arriba,habré entendido mal entonces, no obstante solo cuando hay una situacion revolucionaria es que hay posibilidades de que haya ruptura de masas con tales partidos.

      ¿Tiene usted la idea que una situacion revolucionaria es cuando hay soviets y partidos ya construidos y los partidos reformistas, burocraticos y estalinistas ya han sido abandonados por grandes masas de gente?

      Otra cuestion que probablemente tampoco nunca habrá escuchado: entre las muchas cosas que el 95% de los trotskistas del mundo entero no han entendido, además de la tactica del «entrismo», está que se ingresaria a los mismos para llevarse a las masas con ellos. Ya le dije que eso es especular con el futuro, ¿por que no puede ocurrir que los miles que rompan con tales partidos y se agrupen en uno nuevo, no se lleven con ellos a los trotskistas? Creo que usted me está respondiendo con las respuestas que le han dado justamente los trotskistas que no han entendido tal tactica, y que tienen la idea que ellos son el embrion del futuro partido obrero revolucionario, por si y ante si.

      Por eso usted interpreta al «entrismo» como una maniobra. No es una maniobra, es una necesidad objetiva de la lucha de clases, si los trotskistas quieren intervenir en las movilizaciones de masas, deben participar en las movilizaciones y de acuerdo a su lugar en las mismas: en el fondo de ellas, porque no son la dirección. La lucha de clases es en concreto verdad? Se da a traves de los partidos y organizaciones que existen, no a traves de los que no existen. Si hay un sindicato o un partido obrero de masas por mas reformista y burocratico que sea, los trotskistas deben participar del mismo si ó si, porque es la unica forma de abrir el debate de conque programa deberia tener el sindicato para enfrentar a las patronales o el gobierno del tal partido obrero. Tambien el 95% de los trotskistas del mundo entero, tienen la idea de que agitando el programa por fuera del movimiento de las movilizaciones a traves de los partidos y organizaciones reformistas y burocraticas, grandes masas de gentes, que ni saben que existen, se van a dar cuenta que tienen razón. Eso es una concepcion «bernsteiniana» de la construcción de un partido y no materialista-dialectica.

      Otro mito del 95% de los trotskistas del mundo entero: que el 3 de setiembre de 1938 se fundó la IV Internacional. Falso, en esa fecha lo que se hizo, fue proclamar el inicio de la construcción de la misma, pero no que ella por si y ante si ya existiera.

      Y la dejo la última: En Uruguay, la estrategia «Por un gobierno del PCU y el PS sin el resto del FA» es la traduccion de «Todo el Poder a los Soviets».

      Un gustazo debatir con usted

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      ariel quiroga

      29/11/2014 at 12:35

    • Con frecuencia que discuto con algún grupo trotskista aparece el mismo argumento: «ningún trotskista, a excepción de quien le habla y su grupo, entendió lo que verdaderamente dijo Trotsky».
      Lo cierto es que aquí estamos discutiendo el entrismo, y lo que he afirmado es que la táctica jamás dio resultados, incluso cuando fue orientada por el mismo Trotsky. ¿Por qué no da resultados? Usted responde: «porque nadie la entendió» (parece que ni el mismo Trotsky la entendió). ¿Y en qué consiste «la ciencia» de su particular aplicación de la táctica? Pues que hay que entrar a los PC o PS justo en el momento en que estalla una revolución, o se da un proceso revolucionario. ¿Para qué lo hacen? Yo respondo con la previsión de Trotsky: para ganar a las masas socialistas (en 1934) al marxismo (la forma concreta en que se dé esto, si es a través de la proclamación de un nuevo partido, o ganando la mayoría de la SFIO, como Trotsky consideraba que eventualmente podía suceder, no hace a la esencia de la discusión).

      Lo que sostengo es que las cosas jamás suceden como ustedes imaginan que suceden. Un partido revolucionario de masas no surge porque los trotskistas hacen entrismo en el momento «justo», para que los obreros comunistas y socialistas los pasen a considerar «camaradas» de la noche a la mañana, y a partir de ahí vamos todos juntos a la revolución. Las razones las doy en las desarrollo en la nota.

      No quiero ampliar la discusión a otros temas. De todas maneras, considero un disparate (mayúsculo) pensar que un gobierno del PS y PC en Uruguay sin el resto de los partidos del FA sería sinónimo de un gobierno de los soviets. Un gobierno del PS y del PC aplicaría un programa burgués, al frente del un Estado burgués. ¿Qué tiene que ver esto con los soviets? Vaya uno a saber… Por supuesto, su error parte de lo que plantea Trotsky en el PT sobre el «gobierno obrero y campesino». En este punto Trotsky incluso falsea la verdadera historia: contra lo que dice Trotsky, Lenin jamás aconsejó agitar, en 1917, la consigna de «abajo los ministros capitalistas». Tampoco se le ocurrió sostener que un gobierno del menchevismo y SR «puro» fuera sinónimo de «todo el poder a los soviets» (expliqué esto en mi crítica al Programa de Transición). A veces no puedo creer las barbaridades que se siguen repitiendo como si fueran «verdades sagradas».

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      rolandoastarita

      29/11/2014 at 13:02

    • ¿Usted dice que es un disparate pensar que un gobierno del PS y el PS en Uruguay seria sinonimo de un gobierno de los soviets?
      «Todo el Poder a los Soviets» fue la expresion particular de una estrategia general: Por un gobierno de las organizaciones obreras. ¿Como gobierna la burguesia? A traves de sus partidos, sus instituciones, su Estado, ¿y como deberia gobernar la clase obrera? A traves de los partidos y organizaciones que les agrupan como clase. ¿No entiende usted esa verdad tan obvia?

      En Uruguay no hay soviets ni está planteado la toma del poder, pero son el PCU, el PS y el PIT-CNT los marcos organizativos que mas ampliamente agrupan como clase a la clase obrera, ¿como no vamos a plantear que tales partidos gobiernen en nombre de la clase que agrupan? Y ahi adelantamos conque programa de transicion deberian gobernar. ¿Donde está el disparate?

      Cuando Lenin plantea «Todo el Poder a los Soviets» está diciendo que frente a las instituciones y el Estado burgues, gobiernen las organizaciones que mas ampliamente agrupaban como clase a obreros y campesinos. ¡ Y a los Soviets los dirigian mencheviques y srs, que sostenian al gobierno provisional burgues !!

      Trotsky nunca planteó el «entrismo» para ganar un ala de la SFIO, eso podria haber sido una consecuencia. Lo planteo por una verdad elemental: que la situacion revolucionaria pasaria por la misma y los trotskistas siendo minoria para abrir la discusion de conque programa gobernar debian ser parte del tal partido. ¿que despues lo podrian ganar? ¿que saldria fortalecidos con mas miliantes? eso vendria despues, ya le he dicho que plantearse esos objetivos es especular con el futuro.

      He leido atentamente su critica al «Programa de Transicion». Hay una cosa que usted tambien da por sentado, que el mismo seria «EL» programa.

      No, eso es un error, el Programa de Transicion es un esquema de como justamente hacer un programa de transicion según la situacion politica. Su verdadero titulo y ustede lo sabe es «La Agonia del capitalismo y las tareas de la IV Internacional», o sea cuales son las tareas de los trotskistas en la agonia del capitalismo.

      Esto tampoco lo han entendido el 95% de los trotskistas del mundo entero. Lamentablemente usted está acostumbrado a debatir con todas las corrientes oportunistas e «izquierdistas» que en Argentina, extrañamente se denominan «trotskistas».

      Usted es un hombre culto, he visto sus videos, es un polemista serio, mas no salgo de mi asombro: ¿usted toma en serio a un charlatan como Altamira?, mientras lo siga tomando en serio, obviamente que habrá muchos planteos mios que le parecerean un «disparate».

      Buen debate

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      ariel quiroga

      29/11/2014 at 20:53

    • Con su razonamiento China, gobernada por el PC, sería un régimen soviético. Repito: sus disparates parecen no tener límites. Me da un poco de pena ver a qué niveles se llega en algunos grupos trotskistas.

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      rolandoastarita

      29/11/2014 at 23:48

    • Veamos, ¿hay soviets en China? Si los hubiera habria que ver si agrupan como clase a la clase obrera. Pero a esta altura con la restauracion capitalista ya deben haber sido desmantelados. ¿O usted hace referencia a que en este momento estan surgiendo soviets en China y yo no estoy informado? Con mas razón, «todo el poder a los soviets chinos para revertir la restauracion capitalista !! » ¿Es a esto último que hace referencia?

      ¿Me ha leido bien? ¿Usted no comprende que la lucha de clases no es el vacio o al desnudo? No es como el juego de la cinchada de la cuerda, donde es posible identificar a un grupo de gente que jala de uno de sus extremos y otro grupo que hace lo mismo desde el otro. La lucha de clases es a traves de partidos, organizaciones, instituciones, programas, etc. Las organizaciones sindicales y politicas que ha construido la clase obrera en su movimiento, son el embrion del futuro Estado Obrero en los marcos del capitalismo. ¿O el nuevo Estado, como cualquier embrion no se genera en el molde que tarde o temprano va a romper como cualquier fenomeno natural o social.

      De ahi que los trotskistas siempre pero siempre tenemos que explicar que partidos compondrian el «gobierno obrero y campesino», sino es una abstracción. Cuando le hago esta pregunta a cualquier militante en Argentina que se reclama trotskista, ¡ se quedan en blanco ! ¡ Nunca se lo habian planteado !

      Pero cualquier trabajador que nos escuche siempre nos va a decir: «Muy bien, ustedes plantean un gobierno obrero, ¿pero que partidos compondrian tal gobierno?». Dificilmente ese trabajador se va a comprometer con un grupo minoritario detrás de un gobierno futuro con partidos del futuro. Cualquier trabajador quiera gobernar ahora y con sus partidos y sindicatos que ha existen.

      ¿Sabe como deberia plantearse en Argentina en concreto el «gobierno obrero y campesino»»?

      «Por un gobierno obrero como el de Villa Constitucion». ¿O no fue ese el pico mas alto en conciencia y organizacion que llegó la clase obrera en Argentina como paso previo a la toma del poder? ¿O en febrero-marzo de 1975 no hubo dos gobiernos? Por un lado del gobierno de la burguesia de Isabel Perón, por el otro el gobierno obrero de Villa Constitucion?

      Recuerde que Carlos Marx, explica en «La Guerra Civil en Francia» que la Comuna era «la forma de gobierno obrero por fin encontrada». Y a la Comuna la dirigieron los blanquistas y los anarcos, los marxistas eran un puñadito. Y el Paris de esa epoca tenia un area geografica un poco mas extensa que Villa Constitucion.

      Buen debate

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      ariel quiroga

      30/11/2014 at 13:00

    • En Argentina usamos la expresión «embarrar la cancha» cuando alguien mete adrede confusión para que no quede nada claro. Es una manera de «ganar» discusiones. Usted afirmó que «un gobierno del PS y el PS en Uruguay seria sinónimo de un gobierno de los soviets». Yo le respondí que sería un gobierno capitalista dirigido por dos partidos que se llaman a sí mismos «obreros», pero defienden un programa burgués. Y como demostración de que existen este tipo de gobiernos capitalistas, le puse el caso de China capitalista, dirigida por el PC. Ahora usted me atribuye sostener la idea de que en China hay soviets. ¿Qué quiere demostrar con esta manera de discutir?
      Para que le quede claro: la consigna de «un gobierno obrero y campesino» dirigido por los PC y PS es un gobierno capitalista. No tiene ningún sentido que los marxistas agitemos semejante consigna. ¿Qué tiene que ver un gobierno capitalista dirigido por el PC y el PS con la Comuna de París? Por supuesto, nada que ver. En la historia del capitalismo hubo muchos gobiernos «socialistas puros», que en sustancia fueron (y son) gobiernos capitalistas, al mando de Estados capitalistas. Nadie con un mínimo de cultura política los ha confundido con la Comuna. Hasta ahora pensé que esto estaba claro para cualquiera. Ahora me doy cuenta que no está claro para el 5% de los trotskistas en el mundo que entendieron realmente a Trotsky. Conclusión: nunca debo subestimar la capacidad de inventiva en materia de disparates políticos.

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      rolandoastarita

      30/11/2014 at 18:09

    • Antes que nada Rolando, respondame si puedo seguir respondiendo, no me gustaria monopolizar el blog con un debate donde apareceria yo como uno de los principales protagonistas. No pretendo eso, y creo que usted se equivoca cuando dice que busco «ganar la discusion».

      Le explico como intervengo en el debate politico: lo hago con «mentalidad de Estado Obrero», ¿que es esto?

      Como estamos debatiendo sobre problemas tacticos y estrategicos del movimiento obrero, hacia su propio gobierno, hago de cuenta que ya estamos en el Estado Obrero, y como fabricas, bancos y tierras han sido expropiados a los capitalistas, no solo existe el derecho sino la obligacion de opinar sobre el plan central de producción, donde reinvertir socialmente la plusvalia, para ir venciendo a la ley del valor y dicho plan debe ser discutido y resuelto en las organizaciones de masas de la clase obrera. Y en ese debate como se lo hace sobre un plan concreto, desaparece todo tipo de adjetivacion y descalificacion, porque no se debate en el vacio.

      Proyectando en el presente esa mentalidad del futuro es que es posible debatir seriamente los problemas tacticos y estrategicos de la clase obrera, encontrar una salida común y no caer en un torneo de argumentos a ver quien «le gana la discusion a quien».

      Pero le ruego me autorize en su blog a que yo pueda seguir respondiendo, muchas gracias

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      ariel quiroga

      01/12/2014 at 12:56

    • Puede responder todo lo que quiera. La única condición es no insultar, y mantener cierta medida en los «Comentarios» (esto porque alguna gente a veces envía verdaderos artículos).

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      rolandoastarita

      01/12/2014 at 13:20

  7. Rolando. Una de las cosas que más resaltan en este tipo de debates es el culto de la maniobra política y de la ‘consigna salvadora’ que supuestamente abre paso a las masas. Otra, es como determinados aspectos de la táctica bolchevique han sido exagerados o mal interpretados al punto de convertirlos en una especie de receta de aplicación universal. A propósito, en algún punto del debate con Ariel Q. hiciste alusión al ejemplo de la consigna ‘Abajo los 10 ministros capitalistas’. Coincido contigo en que Trotski muy posiblemente exagera el rol desempeñado por esta. Esto se evidencia bien en ‘Historia….’ y en la carta a los revolucionarios españoles de 1931, donde su rol aparece del todo magnificado con el argumento de ‘llegar al corazón de las masas’. Sin embargo, utilizaste el termino ‘falsea los hechos’ como si esta consigna prácticamente no hubiera existido. En mi opinión, es dificil sopesar en retrospectiva su importancia. En la resolución redactada por Lenin luego del levantamiento de la movilización del 10 de abril, sin que se pierda la subordinación al lema estratégico de ‘Todo el poder a los Soviets’ no parece ser cosa menor. Incluso es uno de los lemas conexos más importantes en la movilización del18 de julio. No recuerdo si lo tomaste en cuenta en tu crítica al PDT. Esto conecta con el famoso ‘Romped con la burguesía, Tomad el poder’ que prácticamente se convirtió en uno de los caballitos de batalla del movimiento trotskista y es una de las raíces en que se sustentan razonamientos como los de A. Q. , por supuesto, con la impronta peculiar del 5% del trotskismo charrúa. Otra ‘raíz’ es la célebre carta sobre los compromisos de Lenin del primero de septiembre de 1917. Allí se sugiere que si hay ‘ruptura’ hay apoyo a la transición pacífica, aunque no ingreso al gobierno. Se olvida con frecuencia, que en la post data del 3 de sept. al momento de enviarse, Lenin ya se arrepiente. Pese a ello fue una de las fuentes primarias de inspiración del Cuarto Congreso de la Tercera y sus recomendaciones vacilantes sobre la proyección del FU a nivel del gobierno. Trotski no hace más que recoger estra tradición.

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    AP

    30/11/2014 at 15:08

    • Sobre este asunto de la consigna «Abajo los ministros capitalistas», se ha generado una gran confusión. Trotsky sostiene (en la Historia de la Revolución Rusa) que durante las jornadas de abril los bolcheviques agitaron la consigna «Abajo los ministros capitalistas». No sé si hubo grupos bolcheviques que hayan agitado esa demanda; lo que sí está documentado es que Lenin se opuso a la demanda de renuncia de ministros. Su argumento fue que plantear como salida la renuncia de ministros burgueses no conducía a ningún lado, y confundía. Lo explica en la nota «Íconos contra cañones y frases contra el capital», del 21 de abril. Escribe: «El conjunto del Gobierno Provisional es un gobierno de la clase capitalista» (Observar que no hace una diferencia sustancial entre los partidos menchevique y SR y el resto del gobierno). Sigue: «Es una cuestión de clase, no de personas. Atacar personalmente a Milyukov, exigir, directa o indirectamente su renuncia, es una comedia estúpida, ya que ningún cambio de personalidades puede cambiar algo en la medid en que las clases en el poder no cambien».

      Es una posición opuesta a los que piensan que porque renuncien algunos ministros capitalistas, y queden en el gobierno los «socialistas puros», tenemos algo así como un «gobierno obrero». El carácter de clase de un gobierno no cambia por cambiar personas. Y agitar la consigna de renuncias de ministros capitalistas lleva a confusión acerca precisamente de ESTA cuestión central, el carácter de clase. La prueba: ha habido gobiernos «obreros puros» (laboristas, PT, Solidaridad, Socialistas) que fueron gobiernos CAPITALISTAS, con todas las letras. Aclaro que Lenin insiste con la misma idea en «Las enseñanzas de la crisis», escrito el 2 de mayo.

      Por otra parte, recordemos que la crisis por el telegrama de Milyukov estalla el 18 de abril. La resolución que saca el partido bolchevique es del 21 de abril. La adopta el Comité Central. En la misma, en ningún lado figura la demanda de «abajo los ministros capitalistas». Tampoco figura esa exigencia en las Tesis de Abril. ¿De dónde sacan entonces toda esta historia? Otra cosa es la propuesta que hace el partido bolchevique a los mencheviques y SR después de la derrota de la sublevación de Kornilov. En esa coyuntura se habían fortalecido los soviets. Por lo tanto la propuesta es que los soviets, dirigidos por los mencheviques y SR, tomaran el poder, rompiendo con la burguesía. En esa eventualidad, el compromiso de los bolcheviques era apoyar al nuevo poder, aunque sin tomar responsabilidades de gobierno. Los mencheviques y SR se negaron, y esto aceleró la ruptura de las masas con ellos. Puede verse que se trata de una política muy distinta a exigir que en un Gobierno de coalición renuncien los ministros representantes de los partidos capitalistas.

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      rolandoastarita

      30/11/2014 at 19:02

  8. Disculpame Rolando. En la intervención anterior cometí un error. No me refería al episodio Milukov. Sobre esto (la renuncia de un ministro) tenemos entera solidaridad que ya quedó de manifiesto en la discusión sobre el pedido de renuncia a A.fernández. Me refería al levantamiento de la movilización del 10 de junio. El 11 Lenin plantea que puede haber disidencia en cuanto a la decisión del CC y redacta la resolución con miras al Congreso de los Soviets, donde la consigna de abajo los 10 ministros capitalistas sí figura, aunque subordinada al lema estratégico de Todo el poder a los soviets. De hecho, hay testimonios gráficos de la época en que figura entre las consignas de la movilización del 18 de junio. Entiendo el planteo de fondo de Lenin y lo comparto, pero eso no significa que no haya figurado en la agitación bolchevique. Después de todo, Lenin no era el partido bolchevique. Es un tema que siempre me intrigó y en el que me gustaría indagar mejor. Coincido en que la consigna no cumplía ningún rol estratégico y menos aún el carácter ‘decisivo’ que Trotski parece otorgarle. En el texto anterior no quise poner la cosa en el mismo plano que el ‘compromiso’ de septiembre, sino, en que ambas cuestiones han sido malinterpretadas o dogmatizadas como un planteo permanente, de manual. En este último caso, al principio lo entendí como una maniobra táctica, a sabiendas que la propuesta sería desoída, pero leyendo a Lenin, no estaría tan seguro. Parecía otorgarle ciertos visos de factibilidad. Distinto es lo que hizo la Tercera que lo proyectó como modelo factible de gobierno obrero ‘desestabilizador’. Mucho peor lo que hizo el trotskismo, al convertirlo en un lema ‘estratégico’ para una supuesta etapa intermedia de toda revolución.
    Saludos

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    AP

    30/11/2014 at 20:02

    • En realidad, el proyecto de declaración presentado por Lenin el 11 de junio, aprobado por el Comité Central del Partido bolchevique y el Grupo Bolchevique delegado al Congreso de los Soviets de toda Rusia tiene como eje la cuestión de la prohibición de las manifestaciones. Y tampoco allí figura que la consigna de los bolcheviques sea «abajo los ministros capitalistas». Lo que se plantea en esa declaración es que si los soviets dirigidos por los mencheviques y socialistas revolucionarios toman el poder, tendrán el apoyo de los bolcheviques (es en este marco que deberían romper con los representantes de los cadetes, esto es, la burguesía liberal). El proyecto de declaración presentado por Lenin dice:

      «Afirmamos que la única institución conocida como los Soviets de Diputados Obreros, Soldados y Campesinos es la aproximación más cercana a un cuerpo popular que exprese la voluntad de la mayoría del pueblo, un parlamento revolucionario».
      «En principio hemos estado, y estamos, a favor de que todo el poder pase a las manos de tal cuerpo, a pesar del hecho de que en el presente está en las manos de los defensistas mencheviques y socialistas revolucionarios, que son hostiles al partido del proletariado».
      «El hecho de que la posición de los Soviets es internamente contradictoria, frágil y tambaleante, e impotente frente a la contrarrevolución, se debe a su tolerancia del nido de contrarrevolucionarios -los 10 ministros- y a que no rompen con el capital imperialista anglo francés.
      (…) Nos negamos a coordinar nuestra lucha contra la contrarrevolución con la «lucha» de los partidos defencistas y ministerialistas» (observar que por partidos «defencistas y ministerialistas» comprende a los SR y mencheviques).
      «No podemos reconocer las decisiones de los Soviets como decisiones apropiadas tomadas por un gobierno apropiado en la medida en que permanezcan los 10 ministros burgueses, ministros contrarrevolucionarios que son partes y parcelas del espíritu Milyukov, y de la clase Miliukov. Pero aun si los soviets tomaran el todo el poder (lo que queremos y siempre vamos a apoyar), y aun si se convirtieran en un parlamento revolucionario omnipotente, nosotros no nos someteríamos a decisiones que restringieran nuestras libertad de propaganda…».

      La idea entonces es: que los Soviets tomen el poder, aunque estén dirigidos por los mencheviques y SR. Y si los Soviets toman el poder, deben romper con los ministros burgueses para que lo reconozcamos como un gobierno «apropiado» que toma medidas «apropiadas». Y aun en esa eventualidad (que tomen el poder y rompan con los ministros burgueses), no reconoceremos cualquier medida que impida la libertad de propaganda y agitación al partido. ¿Por qué pongo tanto el acento en estas precisiones? Pues porque esto se ha traducido en «exijamos a los PC y PS que, en caso de estar en un gobierno de Frente Popular, rompan con los partidos de la burguesía y tomen solos el poder». Y esto se ve como sinónimo de un «gobierno obrero y campesino» (alguno llega a decir «soviético»). El eje del partido bolchevique en 1917 fue la toma del poder por los soviets. La consigna de «fuera los ministros capitalistas» al margen de esto no tenía ningún sentido, en el enfoque de Lenin.

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      rolandoastarita

      30/11/2014 at 23:51

  9. PD: Mucho de lo que plantea Ariel Quiroga Fontes es una secuela de esa desviación teórica, por supuesto, sin mirar toda el agua que ha corrido bajo el puente.

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    AP

    30/11/2014 at 20:05

  10. Muy de acuerdo con tu última explicación. La consigna no tiene sentido desconectada de la toma del poder por los soviets. Aún así, esta claro, por lo menos en mi opinión, que era lógico se la agitara en junio y en concordancia con la orientación general de Lenin y el partido. Lo que puede discutirse es si cumplió un rol tan preponderante como el que le asigna Trotski al punto de trasplantarla a otras situaciones, como España. Naturalmente, es un desastre convertirla, así como el planteo de ‘Gobierno Obrero’ en un cliché, un eslogan vacío de contenido, o mejor dicho, de contenido burgués. Ejemplo: PRT nicaraguense morenista, predicando durante diez años al sandinismo ‘Rompan con la burguesía, tomen el poder’ mientras el sandinismo reprimía ferozmente a la clase obrera. Lo que hoy escuchamos de A.Q es una variable de lo mismo, incluso peor. Hoy reclama en Uruguay la lucha por el gobierno obrero encarnado en PCU y PS, sin que haya situación revolucionaria, ni soviets, ni tomas masivas de fábricas como en la huelga frente al autogolpe en 73, ni polarización de la vanguardia hacia tales partidos y como si esto fuera poco, frente a partidos que han probado hasta el hartazgo frente a las masas su naturaleza burguesa y contrarevolucionaria, completamente integrados al régimen.

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    AP

    01/12/2014 at 08:37

    • Para que los debates tengan sentido actual, creo que lo importante aquí es superar esa idea de que el punto clave en los llamados gobiernos de frente popular (coaliciones entre partidos socialistas, comunistas y algún partido tipo demócratas o radicales burgueses) es exigir la ruptura de los PS y PC con los segundos. Esto es, la demanda «rompan con los partidos de la burguesía, tomen solos el poder», etc. Eso no lleva a ningún lado, ni es sinónimo de «gobierno obrero y campesino» (al pasar, en muchos países adelantados habría que discutir qué es hoy el campesino). La historia está llena de ejemplos de gobiernos socialistas «puros» que han sido excelentes defensores de los intereses del capital. Para dar un solo ejemplo, el PSOE bajo Felipe González.

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      rolandoastarita

      01/12/2014 at 08:49

    • Si Rolando me autoriza a seguir respondiendo, voy a subrayar donde estuvo el error de Moreno en querer traducir para Nicaragua «Todo el Poder a los Soviets» como «Por un gobierno sandinista sin capitalistas», pero espero entonces tal autorizacion. Saludos

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      ariel quiroga

      01/12/2014 at 13:02

    • Desde el punto de vista pedagogico es excelente la respuesta que le da Nahuel Moreno y Miguel Romero a Hardy de «Lutte Ouvriere» de Francia con su folleto «Por un gobierno sandinista sin capitalistas».

      Permite comprender como intervenir en una situacion donde es minoria el núcleo que tiene como objetivo construir el partido revolucionario.

      ¿Pero donde el error de este texto de Moreno?

      En que siendo la forma una muy buena exposicion, de porque exigirles a las direcciones politicas reconocidas por grandes masas de gentes que rompan con la burguesia y que tomen el poder, los morenistas la hicieron extensiva a un gobierno burgues, el «gobierno de reconstrucción nacional», donde no habia ningún partido obrero burgues en el mismo !!

      El GRN estaba integrado, por un movimiento nacionalista burgues, el FSLN, dirigido por la pequeño-burguesia jacobina nicaraguense y por representantes individuales de la burguesia anti-somocista, mas la clase obrera, agrupada a traves de sus propios partidos no estaba presente.

      Por esa propuesta del morenismo de la estrategia de los bolcheviques, como decia Trotsky, respecto a quitarles el contenido dialectico a los fenomenos sociales e historicos, «una campa sin soga».

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      ariel quiroga

      02/12/2014 at 13:21

  11. Insisto, esto ocurre frente al escenario concreto del Uruguay de hoy. Las referencias históricas al gobiernos obreros genuinos que predican para Argentina, no figuran ni por las tapas, aunque sea para darle un tono de ‘propaganda’ aún dentro del dislate que significa el planteo en sí. La verdad, no entiendo para que rompieron con Sthepan Just.

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    AP

    01/12/2014 at 08:45

    • Creo que leyó mal, no rompimos con Sthepan Just, junto con él rompimos con el lambertismo, es en base al documento «Nueva Perspectiva» redactado por aquel que intervenimos

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      ariel quiroga

      01/12/2014 at 13:03

  12. Vale la corrección compañero Ariel Q. Efectivamente leí mal. Voy a buscar el documento para ver en que se basa. De todos modos, siguen en pié los ejes de la polémica. Fundamentalmente: No veo justificación para el entrismo y en su caso particular para lanzar la consigna de ‘Gobierno Obrero’ ni ahora, ni en una hipotética situación revolucionaria futura. Según tengo entendido, usted lo plantea para Uruguay ahora, bajo la forma de gobierno PCU PS sin burgueses, como si estuvieramos en la Rusia Soviética o la Europa de los años veinte. No veo posibilidad de comparación. La ‘situación revolucionaria’ que exige como pre condición no existe ni por las tapas. PC y PS estan soldados al estado democrático capitalista. No hay polarización de una pujante vanguardia hacia tales partidos. No conecta siquiera en el plano de la propaganda a una forma de estado revolucionario, condición que sí plantea para Argentina. En estos términos es una política capituladora que siembra confusión y falsas expectativas.

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    AP

    01/12/2014 at 15:47

    • Pero son dos cosas distintas, la situacion revolucionaria exige el «entrismo» si es a traves de los partidos obreros burgueses que miles o millones se movilizan. Si no hay una situacion revolucionaria, como no la hay en Uruguay, obviamente no vamos a ingresar al PCU o al PS, porque allí es el aparato quien decide que se discute y ademas quien decide quien ingresa y quien no. Pero eso no nos exime, del «trabajo prosaico de todos los dias, dandole una perspectiva revolucionaria» de abrir el debate de porque en nombre de la clase obrera, los PCU y los PS deben conquistar el gobierno sin el resto del FA.

      Una vez mas lo señalo, «Todo el Poder a los Soviets» fue una expresion particular de una estrategia general, «Por un gobierno de las organizaciones obreras». en el caso de Rusia, estaba al orden del dia la toma del poder y ademas habia soviet, pero eso no hace particularisima a la estrategia de gobierno que la misma expresaba.

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      ariel quiroga

      02/12/2014 at 13:13

    • Los lambertistas tambien tienen esa desviacion del contenido de la consigna, asi por ejemplo para Venezuela, primero han creado el embuste de que Chavez tómo medidas de ruptura con el imperialismo !!

      Y su linea tanto para Venezuela como Brasil es. «Que Maduro tome tal medida !! Que responda al mandato de las masas !! En Brasil es: Dilma, gobierne para los que la votaron, cumpla con su mandato !!

      Asi, le estan exigiendo a gobiernos burgueses que rompan con la burguesia y que tomen el poder. Una vez mas, esa exigencia va dirigida a los aparatos y partidos obreros burgueses que integran esos gobiernos, que rompan con los mismos.

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      ariel quiroga

      02/12/2014 at 13:28

    • Hablando de este tipo de exigencias, qué tal si le exigimos al Papa que se haga ateo, a Hitler que se convierta al judaísmo, y a Al Capone en carmelita descalza. Total, en plan de imaginar, podemos darle para adelante, sin límites. Por supuesto, a esta tontería le llaman «alta estrategia política».

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      rolandoastarita

      02/12/2014 at 14:34

  13. Llegado cierto punto no queda más recurso que la ironía y la ironía es sabia por que resalta las contradicciones. Difiero con lo de Al Capone. En sus últimos días ya en pleno delirio se había convertido en samaritano y mesías, hablaba de que iba a parar la guerra entre otras fantasías. En descargo de scarface se puede decir que había pasado una larga temporada en Alcatráz. No pasa lo mismo con otros delirios. No se si esto se lo aguanta el criterio de ‘estado obrero’. Si es así, salut¡

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    AP

    02/12/2014 at 16:01

  14. El «entrismo» no fue formulado por Trotsky porque tal o cual partido de origen obrero fuera a evolucionar hacia posiciones revolucionarias. A traves de estos partidos, segun que pais y que situacion se expresaria particularmente una ley general de la lucha de clases: que cuando grandes masas de gentes deciden movilizarse para terminar con determinada situación política, van hacia las organizaciones de masas que les permiten agruparse como clase y que ya existen y los trotskistas al ser minoría en ese movimiento deben participar de los mismos para abrir la discusión de conque programa de transición conquistar el gobierno. Y está táctica sino ha dado resultados positivos en crecimiento no es porque sea equivocada, responde a otros factores que son propios de la época en que vivimos, la de la crisis de la dirección revolucionaria, más la táctica es obligatoria mientras se sea minoría.

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    Ariel Quiroga

    10/11/2021 at 22:56

    • Pero los argumentos de Trotsky que he citado en la nota no coinciden con lo que usted dice que era su posición sobre las razones del entrismo

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      rolandoastarita

      11/11/2021 at 06:14


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