Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Nueva crítica del PTS

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El PTS volvió a criticar mis posiciones acerca del imperialismo y la liberación nacional. Puede verse la crítica en http://puntoddesequilibrio.blogspot.com.ar/2014/08/marxismo-nacional-o-internacionalismo.html.

 Aunque no responde a lo que he planteado acerca de la liberación nacional (véase aquí y siguientes), el PTS ahora sostiene que desconozco “la presencia global del imperialismo y su rol como fuerza reaccionaria en toda la línea que interviene globalmente en defensa de los intereses del capital, a la vez que opera en beneficio de la expansión de los sectores más poderosos del capital global”.

Sin embargo, y contra lo que dice el PTS, en Valor, mercado mundial y globalización (y lo he repetido en comentarios en el blog) defendí la vigencia de la noción de imperialismo, aunque no en el sentido en que lo planteaba Lenin, o lo hace hoy la mayoría de la izquierda. Por lo que he explicado en otras notas, y también en los libros publicados, sostengo que no se puede seguir pensando al imperialismo como una forma de explotación basada en la extracción del excedente a partir de la coerción político-militar, como ha sido el colonialismo. Tampoco se puede hablar de explotación de países (como Argentina) por medio de la inversión extranjera, el llamado intercambio desigual o la deuda (argumento esto largamente en Valor… y también en Economía política de la dependencia y el subdesarrollo). Por eso sostengo que Argentina no es explotada por EEUU o la UE. La clase obrera es explotada, no “el país”. Los porcentajes mayores o menores que les tocan a los explotadores nacionales o extranjeros en el botín de la explotación no convierte a ninguna de sus fracciones en «explotada».

Para que se vean mejor las diferencias que me separan del PTS: sostengo que la deuda no es expresión de ningún «dominio imperialista». Afirmo que no tiene mayor importancia, para la lucha socialista, si los acreedores son nacionales o extranjeros; tampoco quién se benefició más con la deuda, si los acreedores que prestaron a tasas altísimas, o los capitalistas argentinos que fugaron divisas gracias a la deuda, o compraron ellos mismos la deuda. Contra lo que dice el PTS, sostengo que no es cierto que «la economía argentina» esté «subyugada» por el imperialismo. Las renuncias a la soberanía estatal y a la jurisdicción de los actos estatales (tribunales extranjeros para decidir pleitos entre acreedores y deudores) responden a la lógica de los negocios implicados que se reducen, en última instancia, a qué tasa pagan por la renovación de los préstamos. Este tipo de cuestiones se seguirán reproduciendo en tanto el capitalismo siga siendo capitalismo. Por eso, desde la perspectiva que defiendo, no tiene sentido prometer apoyo a las medidas que pueda tomar un gobierno burgués en sus enfrentamientos con el capital financiero, local (hay holdouts que son «nacionales») o internacional. Para resumir, es a toda esta serie de posiciones -con las que disiento- a las que caracterizo como «marxismo nacional». A fin de que las cosas queden lo más claro posible con la militancia trotskista: sostengo que el planteo del Programa de Transición acerca de la liberación nacional no se aplica a países como Argentina.  Esta posición se ubica en el marco de una crítica más general a las tesis del imperialismo de Lenin (ver aquí). Puede entenderse que no se trata de un tema de «motes», sino de diferencias teóricas y políticas.

En cuanto a la actualidad del imperialismo, en Valor… sostuve que podemos definir al imperialismo “como la política -y el aparato militar e institucional que la acompaña- destinada a garantizar los derechos universales del capital. Las instituciones internacionales (FMI, Bco Mundial, BIS, OMC, Consejo de Seguridad de la ONU, etc.), las alianzas militares -en primer lugar la OTAN- y los Estados más poderosos conforman esta estructura que se corresponde con la del capital globalizado. A ella se pliegan las burguesías de los países subdesarrollados que logran insertarse, con mayor o menor éxito en la globalización. Este primer corte en la noción de imperialismo debe articularse con la determinación nacional y geopolítica” (esto último alude a las tensiones por zonas de influencia, hegemonía, etc, entre las potencias)».

«La idea es que el capital más internacionalizado y concentrado necesita, mediante la violencia y el despliegue del aparato militar más sofisticado que haya conocido la historia, garantizar las condiciones para la explotación; que la competencia opere de la forma más abierta; que ningún gobierno ponga trabas a la libre movilidad de los capitales, o a la seguridad de la propiedad. Se necesita garantizar las condiciones políticas y jurídicas para que se despliegue la dialéctica de los capitales en proceso de valorización. Las presiones por liberalizar los intercambios, el Acuerdo General sobre comercio de servicios; los acuerdos bilaterales de protección de inversiones; los acuerdos bilaterales de tratamiento impositivo; la protección de patentes, y similares, son ejemplos de las políticas desplegadas. En este marco, se desarrollan conflictos -aunque no llegan a nuevas guerras mundiales- entre los capitales, amparados en sus Estados nacionales, por aumentar sus zonas de influencia y mejores condiciones para la explotación”.

Cualquiera puede comparar entre lo que dice el PTS que es mi posición, y mi posición.

Con respecto a la cuestión Libia, y el pedido de la oposición a Kadaffi de ayuda militar de la OTAN, he sostenido –y sigo afirmándolo- que no se puede caracterizar a un movimiento, partido o gobierno de “pro imperialista” o “pro colonialista” por el simple hecho de que pida ayuda militar a una o más potencias cuando está en lucha contra una dictadura, o cualquier otro enemigo. Sobran los ejemplos históricos en que se dieron este tipo de ayudas, o pedidos de ayudas (puede verse la discusión sobre el tema aquí, y siguientes). Para citar ahora solo algunos casos: la URSS aceptó colaboración de las potencias imperialistas para detener a Alemania; la República española pidió ayuda a Inglaterra y Francia para combatir a los franquistas; Castro aceptó ayuda de EEUU en su lucha contra la dictadura de Batista; durante la dictadura argentina, los movimientos de derechos humanos recurrían regularmente a organismos internacionales, como la Comisión de Derechos Humanos de la OEA.  Hoy mismo, minorías religiosas en Irak han pedido protección militar a EEUU y la UE. ¿Van a decir que por este motivo son “pro-colonialistas” o “pro-imperialistas”? Es un absurdo. Más en general, en cualquier lucha los socialistas pueden establecer alianzas circunstanciales con fuerzas políticas burguesas o pequeño burguesas, sin que esto los convierta en «traidores», o cosa por el estilo. No veo que me hayan respondido con argumentos sólidos.

Por último, me parece muy legítima la preocupación del PTS por discutir este tema. Reconozco, además, que mi enfoque es muy minoritario, máxime en estos tiempos de tantos ardores patrióticos. Pero el tema está en el centro de las cuestiones estratégicas y programáticas fundamentales que enfrenta la izquierda. Como dije en otra nota, es una de mis diferencias centrales con el FIT, pero también con la izquierda que viene de la tradición del partido Comunista, el maoísmo y el castrismo.

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«Nueva crítica del PTS»

 

Written by rolandoastarita

19/08/2014 a 16:32

18 respuestas

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  1. Es igual la burguesía nacional e internacional en la deuda o en el control de las empresas, para el desarrollo capitalista del país? Las empresas transnacionales invierten mas en el país que la burguesía nacional? Se llevan mas ganancias afuera que la burguesía nacional? esas son las preguntas que no se hace El PTS ni gran parte de la izquierda

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    alicia

    19/08/2014 at 17:28

  2. Con el PTS ya no vale la pena debatir, luego de su voto de abstención cuando se trató el tema de la deuda, ya tuvieron su «4 de agosto»…

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    ariel quiroga

    19/08/2014 at 23:21

  3. Lo de la «liberacion nacional» es uno de los dramas de quienes se reclaman del combate de la IV Internacional en Argentina, no se dan cuenta que en el Programa de Transicion, Trotsky plantea la «Asamblea Constituyente» en aquellos paises que aún eran colonias, y cita a la India y China, pero hace rato que tales paises son independientes, ya no quedan paises para plantear la Asamblea Constituyente y la «liberacion nacional» con la excepción de Palestina…

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    ariel quiroga

    19/08/2014 at 23:23

    • El problema es que el criterio nacional está naturalizado a tal punto que impregna todos los análisis. Acabo de escuchar en TV a un dirigente trotskista explicar que YPF aumentó mucho las tarifas «para favorecer a Chevron». Siempre es el mismo esquema, «imperio (Chevron) – nación oprimida (YPF). ¿Por qué no explicar que son socios por igual en la explotación del trabajo? Este es el punto. Lo que estoy sugiriendo es abrir un debate a fondo sobre estas cuestiones.

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      rolandoastarita

      20/08/2014 at 00:00

  4. y el mismo dirigente dijo que con Isabelita la deuda era de 4.000 millones y que ahora es de 300.000, mire lo que ha rendido!!..con gente que dice estas cosas, vale la pena discutir?

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    Federico Carlos Rangnau

    20/08/2014 at 14:38

  5. buenas noches rolando,
    soy extranjero y vivo en bsas hace un par de años. Sus escritos son lo que más me ha llamado la atención en el espectro político de acá. Se encuentra en actividad hoy alguna agrupación o espacio de militancia el cual usted podría recomendarme para acercarme a conocer? La cultura política de acá cuesta un poco para comprender.

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    Michel Teló

    20/08/2014 at 23:09

    • Michel: hace algunos meses que algunas personas y grupos estamos manteniendo contactos y haciendo el esfuerzo por reunirnos para ver si podemos construir una alternativa, alrededor de estas posiciones. No es fácil la tarea, porque como suele decir Rolo, somos bastante minoritarios.
      Te hago una lista de las organizaciones que hemos comenzado el diálogo para que veas los materiales y los lugares donde podes acercarte, e invitamos a todo el que quiera sumarse:

      En Rosario y Córdoba, estamos con un grupito al que en breve le pondremos nombre: http://propuestadebloque.wordpress.com/
      correo: propuestadebloque@yahoo.com.ar

      En zona oeste de Bs. As. y La Plata hay compañeros de Batalla Marxista: http://batallamarxista.weebly.com/
      correo: Grupodeestudio marxista1917@yahoo.com.ar

      En zona sur de Bs. As. y La Plata están los compañeros de «Donde Empezar»: http://dondeempezar.com.ar/inicio/
      correo: xpordondeempezar@gmail.com

      También se han sumado a los encuentros los compañeros de Estrella Roja, que con otro recorrido, vamos encontrando acuerdo importantes. Estos compañeros estan en Capital, algunos lugares de Gran Buenos Aires, y en Misiones: http://opestrellaroja.com.ar/web1/
      Los correos que tengo a mano de estos compañeros son personales, pero en la página web hay un formulario de contacto con la organización

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      Roberto P.

      22/08/2014 at 16:57

  6. Me parece que el nuevo artículo de Mercatante-PTS («marxismo nacional o internacionalismo») embrolla el asunto, sin responder directamente a la crítica planteada en este espacio por el compañero Astarita y otros compas que suscriben a ella.

    El problema, en primer lugar, no es que el PTS -y el trotskismo en general- tenga un planteo «semi-etapista» sobre la manera de resolver políticamente la relación entre las supuestas tareas nacionales y las tareas socialistas/comunistas, sino que precisamente países como Argentina, Chile, Bolivia, etc., no son «naciones oprimidas» y, por tanto, no hay «tareas nacionales» que resolver, sea bajo una fórmula estratégica de corte etapista y frentepopulista, sea bajo una política independiente a favor de la dictadura proletaria. Ahora, incluso asumiendo (sólo para efectos del debate) su caracterización de Argentina como «nación oprimida», lo cierto es que pese a que pretendan desmarcarse de quienes llaman a cumplir estas peregrinas tareas «de la mano del nacionalismo burgués», en los hechos terminan situándose como «ala izquierda» de ese mismo campo, al barrer sistemáticamente el problema del poder bajo la alfombra: estatizaciones (burguesas) bajo «control obrero» (i.e., obreros controlados) serían la panacea y tanto mejor si es bajo un «gobierno obrero» (i.e., ministros trotskistas en el Estado burgués). Ese es su llamamiento público a la clase obrera: jugar a ser los estatistas-nacionalistas burgueses más consecuentes.

    Por último, en cuanto al mismo Trotsky, me parece interesante destacar que (hasta donde he podido revisar) en su política conviven posiciones distintas y contradictorias respecto al «problema nacional» y en qué consistiría. Por ejemplo: pese a sostener que “los paquetes de acciones que controlaban los principales bancos, empresas y fábricas de Rusia estaban en manos de extranjeros” (Historia de la Revolución Rusa), jamás calificó a la Rusia pre-1917 de «semi-colonia», ni durante la Primera Guerra Mundial defendió «su» nación (a diferencia de la política retrospectiva del PTS respecto a las Malvinas). En esa misma línea, como señala Ariel Quiroga más arriba, Trotsky en el Programa de Transición, al referir a naciones coloniales/semi-coloniales, nombra a India (bajo dominación británica) y a China (ocupada por Japón). O sea, sigue empleando un criterio superestructural. Sin embargo, en otros momentos Trotsky sostiene que un país como México sería una «nación oprimida» debido a que las empresas petroleras estaban en manos de la burguesía británica (ver «México y el imperialismo britanico»), esto es, desecha el criterio anterior y aplica esta vez criterios económicos.

    Saludos

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    Reinaldo

    21/08/2014 at 02:23

    • Coincido plenamente con el problema que plantea la caracterización de Trotsky de Rusia pre revolución. A nadie en la izquierda se le ocurrió decir que en Rusia estaba planteada tarea alguna de «liberación nacional» frente a la «opresión imperialista de Francia e Inglaterra».

      Existe otro ejemplo histórico más cercano (estoy pensando escribir una nota al respecto), que plantea los mismos problemas al «marxismo nacional» (o a la «izquierda nacional» en general). Es sobre la relación de Gran Bretaña con el FMI en las décadas que van de 1950 a 1980. Por aquellos tiempos el FMI era la encarnación misma del capital financiero internacional (los mercados financieros estaban mucho menos descentralizados que en la actualidad).

      Pues bien, GB recurrió a préstamos stand by (esto es, con condicionamientos en políticas económicas) de manera creciente. Recuerdo que a partir de 1952 los acuerdos stand by se hicieron comunes para los préstamos, primero para los países atrasados, con condiciones cada vez más duras. En principio GB se endeudaba con el FMI sin condiciones, pero de a poco se le fueron imponiendo también. Durante la crisis por el canal de Suez GB obtiene, en diciembre de 1956. un crédito del FMI con la condición (impuesta por EEUU) de que sus tropas debían abandonar Egipto. Y ya en aquellos años se discutía abiertamente en el mismo establishment británico si el gobierno estaba haciendo concesiones al FMI y siguiendo sus dictados, ya que las políticas «coincidían» con las recetas del Fondo. Incluso políticos conservadores plantearon que la política estaba siendo «impuesta» (más o menos la misma formulación que emplea siempre la izquierda) por el FMI. El famoso informe Radcliffe de 1959, sobre política monetaria, planteaba la cuestión de la soberanía (obsérvese la preocupación burguesa por el tema) del gobierno británico en la determinación de su política económica. «El uso de los recursos del Fondo no permite a un país la misma libertad de acción que el uso de sus propias reservas». El laborismo, por boca de Harold Wilson, denunciaba que el gobierno había podido obtener préstamos «solo a cambio de prometer políticas reaccionarias que complacen a ciertos banqueros internacionales». El asunto llega así al stand by de 1976, firmado por el gobierno laborista, por el cual GB es sometida a un plan de ajuste clásico (bajas de salarios, reducción del gasto, etc.) del mismo tipo que los que el FMI recomendó siempre a cualquier país dependiente. En definitiva, con el esquema con que razona la izquierda argentina el tema de la deuda, tendríamos también aquí un «casus belli» británico por la «liberación nacional frente al capital financiero imperialista».

      Por otra parte, nadie me puede responder la cuestión que he planteado muchas veces: cuando el compañero Chávez prestó a Argentina cobrando una tasa del 15% en dólares, ¿lo hacía como parte del dispositivo mundial de dominación imperialista financiera? ¿O era un aporte a la causa de la liberación nacional latinoamericana?

      Luego, a raíz de los acuerdos stand by de 1967 y 1969, las visitas de «revisión» del FMI se hacen cada vez más frecuentes. El FMI presionaba claramente por metas del gobierno en gasto fiscal y crecimiento monetario.

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      rolandoastarita

      21/08/2014 at 09:25

    • Agregado: hay mucha bibliografía sobre el préstamo del FMI al GB de 1976, y las denuncias por «la situación colonial» a la que fue «sometido» el país. De todas maneras, para un panorama de la evolución general de la relación de GB con el FMI, tomé como referencia el paper de B.Clift y T.Tomlinson, 2008, «Negotiating Credibility: Britain and the IMF, 1956-1976», Contemporany European History, vol. 17, pp. 545-566.

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      rolandoastarita

      21/08/2014 at 09:34

  7. Estoy de acuerdo con la posición de Rolando. Es muy difícil debatir con posturas como estas, que se reiteran: http://elviolentooficio.blogspot.com.ar/2014/08/la-cuestion-nacional-de-marx-los-buitres.html Saludos.

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    Armando

    21/08/2014 at 20:47

  8. Imagino que lo que te van a contestar es que el ejemplo de G.B no vale por que se trata, al fin, de una nación imperialista respecto de la cual la asimetría económica nunca podría ser pronunciada al grado de comprometer decisivamente su independencia política. El criterio de ‘colonialidad’ por motivos financieros quedaría, una vez mas, bastante desdibujado y sin parámetros claros para evaluar una relación ‘colonial’.

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    AP

    22/08/2014 at 14:58

    • El hecho es que la misma receta de ajuste en un caso se lee como «imposición imperialista sobre un país semicolonial» y en el otro… miran para otro lado.

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      rolandoastarita

      22/08/2014 at 15:07

  9. Si. Efectivamente. Hay un doble rasero de medida. Uno de los problemas básicos es que en la izquierda hay una identificación estrecha entre ‘país dependiente’ y semicolonia. Se dan, prácticamente por sinónimos. No se ve el rol que cumple la independencia política, que, con ser formal, no implica ausencia de substancia y grado. Por eso, una medida económica que entra en contradicción con la voluntad de una nación imperialista es vista como manifestación de liberación nacional. Es harto evidente que, si Argentina fuese una semicolonia, el corte de mangas o ‘gambeta’ que le han aplicado transitoriamente a Griesa, tendría diferentes consecuencias. Por menos que eso se han desatado guerras. Hoy es algo inimaginable. Es más. Cuando se consulta a analistas relativamente pragmáticos sobre las consecuencias del ‘desacato’ tan temido, lo que avizoran no es otra cosa que boicot de inversiones y algunas medidas de presión, como que el gobierno americano indague y ulteriormente pueda decretar embargables, fondos privados de argentinos en el exterior. Por lo demás, los bienes del estado soberano son inembargables, y los funcionarios que viajan cuentan con inmunidad. De resultas, algo mucho más inocuo para el ‘interés nacional’ que el escenario apocalíptico que algunos proyectan y, por supuesto, irrisorio frente a la perspectiva de que nos declaren la guerra o algo que se le parezca. Esto me hace acordar a un famoso chiste que relataba Arciniegas: En las postrimerías del segundo mandato del general Perón, se reúne el gabinete en pleno para discutir como capear la inminente crisis. Luego de horas de discusión sin conclusión a la vista, el panorama es más que sombrío. Por fin alguien se levanta y espeta: Tengo la forma de resolverla: Declarémosle la guerra a los EEUU. Es sabido que luego, los americanos reconstruyen a los países derrotados. Una sonrisa ilumina todos los rostros… hasta que alguien se pregunta… ¿y si de pronto… la ganamos?

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    AP

    22/08/2014 at 16:56

  10. Es correcto decir que hay una nueva Oligarquia (Entendida esta como la apropiacion de los recursos del Estado para veneficio propio) conformada por la burguesia Nacional y extranjera y la Clase politica Argentina desde 1930 a hoy ?

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    redcesma

    23/08/2014 at 14:28

  11. No quería dejar pasar el tema sin agradecer a los compañeros Rolando y Astadiego por haber autorizado la publicación del mail de R.P con el listado de agrupaciones que han entrado en diálogo en base al acuerdo total o parcial con muchas de las ideas que se vienen defendiendo en este blog. Es un aporte inestimable para el desarrollo de este espacio de discusión y organización y muestra cabal de que desde este blog no se abrigan expectativas vedetistas ni autoproclamatorias que obstaculicen el libre diálogo entre compañeros.
    Saludos revolucionarios

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    AP

    24/08/2014 at 13:26

  12. rolo
    cual es tu posicion en lear del lado del po o del pts http://www.ieco.clarin.com/Lear-Despidos-PTS-PO_0_1317468665.html?

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    Ignacio

    10/03/2015 at 14:33

    • Trato de no opinar sobre conflictos que no conozco a fondo ni participo.
      Como criterio general, solo diré que los conflictos se mantienen y se ganan con el apoyo activo y la participación de la mayoría de los trabajadores. Cualquier medida que se tome debería ser asumida por el conjunto. No se puede sustituir la acción de los trabajadores con una vanguardia; menos todavía con una vanguardia formada por militantes de partido. Por ejemplo, ¿cómo se puede tomar una empresa si no existe el respaldo y la decisión de quedarse en la toma por parte de la mayoría de los trabajadores? De la misma manera, una huelga nunca se puede ganar a fuerza de piquetes, si la mayoría decide volver al trabajo. Todo esto es el ABC de la política marxista en el movimiento de masas. Estas cuestiones las debatíamos permanentemente en los años 1970, cuando había una fiebre de vanguardismo en muchas organizaciones.
      Por último, agrego que las resoluciones judiciales de un conflicto entre el capital y el trabajo son, en la inmensa mayoría de los casos, el resultado de las relaciones de fuerzas en lucha. Nadie debería esperar otra cosa.

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      rolandoastarita

      10/03/2015 at 14:55


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