Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Economía mundial, ¿semi-estancamiento de largo plazo? (3)

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La primera y segunda parte de esta nota, aquí y aquí

Europa, semi-estancamiento con alta deuda

Europa no ha podido salir, hasta ahora, del estancamiento, a pesar de las inyecciones de liquidez y la caída de las tasas a que se endeudan los países del sur del continente. En el primer trimestre la economía de la zona del euro apenas creció el 0,2%, y con grandes disparidades entre los países del norte y del sur. El PBI está todavía 2 puntos porcentuales por debajo del período anterior a la crisis, la producción industrial unos 12 puntos porcentuales por debajo y el desempleo es del 11,7%. La inversión está un 20% por debajo del nivel anterior a la crisis; y las exportaciones han sido perjudicadas por la débil demanda mundial y el fortalecimiento del euro. Alemania crece, pero ha disminuido el ritmo, y es incapaz de generar demanda para el resto del área (fuerte superávit en cuenta corriente). Francia, la segunda en importancia (21% del PBI de la zona del euro), es llamada “la nueva enferma de Europa”: no creció en el primer trimestre de 2014 y tampoco lo habría hecho en el segundo; el desempleo es del 10,1%, la inversión cayó o permaneció estancada en 8 de los 9 últimos trimestres anteriores a junio, y el déficit de cuenta corriente continúa creciendo (las exportaciones francesas disminuyeron el 14% entre 2007 y 2012). En lo que respecta a Europa periférica, la crisis ha sido del tipo Gran Depresión de los 1930, y no se ha recuperado. Según el Centre for Economic and Business Research (citado por The Guardian), al terminar 2014 el PBI de Grecia va a ser 23% más bajo que en 2008; en Italia el 7% inferior, en España y Portugal el 6%, y en Irlanda el 4%, también inferior.

Por otra parte, la inflación en la zona del euro está por debajo de la meta del BCE, -en mayo fue de un alarmante 0,5% anualizado- lo que genera perspectivas de una deflación. Una espiral deflacionaria suele ser muy grave para el capitalismo, ya que los gastos de las empresas y de los consumidores tienden a posponerse, siempre a la espera de que los precios sigan bajando. Además, crece el peso de las deudas; de hecho, la deflación en Grecia y España relativiza la mejora obtenida con la caída de las tasas de interés.

Esta complicada situación de conjunto llevó, en junio pasado, al Banco Central Europeo a comprometerse a prestar 400.000 mil millones de euros a una tasa fija del 0,25% anual, hasta septiembre de 2018. Según The Economist, (11/06/14) el objetivo serían los bancos del sur de Europa. El año próximo vencen los préstamos que por un billón de euros y a tasa muy baja proveyó el BCE en el invierno de 2011-2. Por eso los bancos de España, Italia, Grecia, Portugal, Irlanda, Chipre y Eslovenia seguramente van a tomar todo el nuevo crédito; la idea sería dirigirlo hacia las empresas medianas y pequeñas, que en esos países producen la mayor parte del valor agregado global. De conjunto, hoy la generación de valor agregado de las pequeñas y medianas empresas europeas se encuentra 10 puntos porcentuales por debajo del nivel anterior a la crisis (FMI, citado por The Economist).

Sin embargo, no hay confianza de que repunte el crédito, y por dos razones: por el lado de la oferta, porque los bancos están tratando de mejorar sus balances, que siguen con problemas. La deuda mala de los bancos españoles en abril de 2014 se ubicaba en el 13,4% del total de la deuda, apenas por debajo del máximo histórico alcanzado en diciembre de 2013, del 13,6%; y algunos analistas elevan los préstamos malos al 22% de todos los créditos (The Wall Street Journal, 5/7/14). La suspensión, en junio, de las acciones del banco portugués Espirito Santo, el tercero en el país, también fue una advertencia de que muchos otros bancos pueden estar ocultando mayores activos en mal estado de los que informan. A nivel más general, y según la OECD, la necesidad de capital de los 60 bancos más importantes de Europa sería de 84.000 millones de euros. Según la consultora McKinsey & Company, la necesidad de capital en total se elevaría a 100.000 millones de euros.

Por el lado de la demanda tampoco hay confianza en que se recupere el crédito en la Europa periférica ya que muchas empresas medianas y pequeñas tienen que reducir deudas. Es que en Portugal, España, Grecia, Italia, Eslovenia e Irlanda, la deuda aumentó en promedio 160 puntos del PBI entre comienzos de 2006 y su pico en 2013, y desde entonces apenas bajó 3 puntos del PBI. Por eso, a pesar de la reducción de deuda de empresas (20 puntos de PBI en España, 14 en Irlanda) y de los hogares (10 puntos de PBI en España, 24 en Irlanda; datos BIS), y en un escenario de semi-estancamiento económico, la situación sigue siendo frágil. El crédito tampoco se recupera en Francia, dado el débil crecimiento de su economía.

Por último, recordemos que los problemas estructurales que llevaron a la crisis del euro están lejos de haberse superado. En particular, en contraste con los fuertes superávit de cuenta corriente de Alemania (7,5% del PBI) o de los Países Bajos (10,4%), está el déficit de Francia (1,6%) y los estrechos superávit de España, Italia, Grecia y Portugal (entre 0,5% y 0,8%); esto a pesar de los años de estancamiento y recesión de estos países.

China, crecimiento más lento y sobreacumulación

China es la segunda economía del mundo, la de mayor participación en el comercio mundial, la que tiene mayores reservas, el equivalente a casi 4 billones de dólares, y la tercera por flujo de inversiones directas al extranjero. Su economía está profundamente entrelazada con el capitalismo mundial. En 2012 el stock de inversión extranjera directa era de unos 1,8 billones de dólares, y el país absorbía inversiones equivalentes al 3,1% de su PBI (OCDE). Además, debido a su alta tasa de inversión, China ha sido clave en la demanda de las materias primas que exportan América Latina y países como Australia y Rusia. Por ejemplo, consume el 40% de la producción mundial de cobre y el 50% de mineral de hierro. Asimismo es fuerte importadora, desde naciones asiáticas, de insumos intermedios, utilizados para producir mercancías que luego se exportan a los países adelantados. Por esta razón ha contribuido a sostener la demanda durante la gran recesión de 2007-9 y a que los países atrasados no sufrieran un impacto tan negativo como ocurrió en los 1930, o con las crisis de 1974-5 y 1979-1982.

Sin embargo, después de 2011 el crecimiento de China se desaceleró, pasando del 10,9% promedio anual entre 2006 y 11 (y 9,2% en la década anterior a 2006), al 7,7% en 2013 y 2012, y al 7,5% en 2014. Pero incluso cada vez hay más dudas acerca de cuán sustentable es esta tasa de crecimiento, debido a la sobreinversión y baja rentabilidad en ramas claves, combinada con inflación crediticia y alta especulación.

La sobrecapacidad es el resultado de una tasa de acumulación muy elevada. Desde 1992 a 2010 el consumo agregado en China bajó del 62% del PBI al 47%, a pesar de que estuvo creciendo a una tasa promedio del 8% anual. De manera que la declinación del ratio se explica por el crecimiento aún mayor del PBI y de la inversión. La formación de capital fijo bruto creció al 12% anual durante dos décadas, y su participación en el PBI se elevó del 38% al 48% en 2010 (G. Ma y D. Tao Yang, 2013, “China’s High Saving Puzzle”, Discussion Paper 7223, IZA). Un proceso que llevó a la sobreinversión y caída de rentabilidad. Las ramas con mayores problemas de sobrecapacidad hoy serían acero, construcción de barcos, paneles solares, aluminio, cemento y carbón (según Moody Investment Service); y muchas fuentes hablan de sobreinversión en construcción, tanto residencial como pública (ver más bajo). De acuerdo a Bloomberg Business Global Economics, a fines de 2013 las empresas operaban en promedio al 72% de capacidad. Según el FMI, la sobreinversión equivale al 10% del PBI.

Esta situación se combina con caída de rentabilidad. Es importante recordar que una alta tasa de crecimiento del PBI no siempre es sinónimo de alta tasa de rentabilidad del capital. De acuerdo a datos del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, el margen promedio del sector industrial chino bajó del 7,6% en 2010 al 6,1% en 2012, y al 5,4% en la primera mitad de 2013 (Xinhua, 28/11/13). A fines de 2012, The Wall Street Journal (12/11/12) anotaba que los beneficios de las 2500 empresas que cotizaban en bolsa permanecían achatados, a pesar del alto crecimiento de la economía. La sobrecapacidad determina altos costos fijos, a lo que se suma una alta razón de inventarios, debido a ventas más débiles. Según China Iron and Steel Association, en el primer cuatrimestre de 2014 las pérdidas de la industria alcanzaron los 373 millones de dólares. A resultas, las autoridades están ordenando a sus empresas reducir la capacidad. Pero también hay necesidad de avanzar tecnológicamente ya que la apreciación del yuan, la débil demanda internacional y los mayores costos salariales (producto de una fuerte presión sindical) están quitando competitividad a las exportaciones china. Esto apunta a una cuestión estructural: China es el primer exportador mundial de productos de alta tecnología (entre ellos, equipos de informática y comunicación), pero esto se debe en buena medida a que se ha especializado en el ensamblado de partes fabricadas en lugares geográficamente diversificados. Por eso, el gobierno ha manifestado preocupación por impulsar sectores como electrónica básica y microprocesadores, nueva generación de redes sin cable, máquinas herramientas y equipos para industria, y grandes aviones comerciales. Pero por ahora China está lejos del nivel tecnológico de EEUU o Alemania. Y la sobreinversión está poniendo fuertes presiones negativas a la economía de conjunto.

Deudas, desposesión de campesinos y burbuja inmobiliaria

La sobrecapacidad y caída de la rentabilidad se combinan con una creciente inflación crediticia, problemas de deuda, burbuja inmobiliaria y alta especulación. Recientemente emergieron algunas señales: en 2013 Suntech Power, una empresa de energía solar, defaulteó un bono por más de 540 millones de dólares. Este año Zhejiang Xingrun, inmobiliaria, hizo lo mismo con un préstamo por 400 millones de dólares. Chaori Solar es otra empresa que no pudo pagar un bono por 163 millones de dólares. Liansheng Resources, una minera, fue a la Justicia debiendo 5000 millones de dólares; y China Everbright Bank, también en 2014, no pudo devolver un préstamo de 1000 millones de dólares. En 2013 los bancos chinos mandaron a pérdida el doble de deuda que en 2012, y la deuda de las corporaciones alcanza el 125% del PBI. Según Forbes (12/6/14) la deuda total de los bancos de China creció desde 14 billones de dólares en 2008 a 25 billones hoy; aunque otros cálculos la consideran algo más baja, 23,3 billones, es de todas maneras muy elevada: el PBI chino es 9 billones de dólares. Además, en la medida en que el crecimiento se hace más lento, y baja la rentabilidad, cubrir las deudas se hace más difícil.

El endeudamiento, por otra parte, está saliéndose de todo control. En este punto, el capitalismo de Estado no parece constituir una valla para la alta especulación y negociados de todo tipo. A lo largo de estos años, la deuda ha sido tomada no solo por empresas estatales y privadas, sino también, y de forma más importante, por municipalidades y otros gobiernos locales que buscaron desarrollar proyectos inmobiliarios y obras de infraestructura. Sin embargo, en muchos casos se sobreinvirtió, o se terminó en inversiones faraónicas y fallidas, como fue el caso de la construcción de la ciudad industrial Caofeidian, en un espacio de unos 200 kilómetros cuadrados.

Más en general, esas inversiones fueron atraídas por los altos márgenes de rentabilidad del sector inmobiliario. Según el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, en 2009 el margen de beneficios de la industria de la propiedad inmobiliaria era del 14,3% y el ratio de beneficio operativo de los bancos, en 2011, era del 39,1%. Estos beneficios, considerablemente más elevados que en la industria, atrajeron entonces capitales al sector. Paralelamente, y como lógica consecuencia, aumentaban los costos financieros para el resto de la economía.

En la base de este crecimiento del crédito y la especulación inmobiliaria existe un proceso de despojo de tierras de los campesinos que algunos medios de Pekín han comparado con los cercamientos de tierras en los orígenes del capitalismo británico. El mecanismo básico consiste en que los campesinos son echados, con violencia y coerción, de sus tierras por gobiernos locales, asociados a menudo con bandas mafiosas, y son reubicados en las nuevas construcciones. A su vez, los gobiernos locales usan las tierras apropiadas como colaterales de los créditos que toman para financiar las construcciones y otros tipos de proyectos; o las venden para obtener cash (The Economist, 19/04/14). Sin embargo, como los gobiernos locales tienen limitaciones legales para tomar deuda, promovieron, junto a los bancos, un extendido sistema bancario paralelo “en las sombras” (shadow banking system), que recuerda en muchos aspectos la dinámica que llevó en EEUU a la crisis de las subprime. Es que para operar en el sistema crediticio, los gobiernos locales crearon instituciones especiales, formalmente independientes, (Local Government Financing Vehicles), que se endeudan con el sistema bancario en la sombra, conformado por las trust companies, y otros tipos de instituciones financieras no bancarias. Se calcula que hay unos 10.000 de esos vehículos especiales. Las trust companies, con activos que ascenderían a 1,8 billones de dólares (equivalente al 20% del PBI) financian buena parte de los vehículos gubernamentales, tomando dinero de inversores privados o de empresas chinas (pero también hay fondos extranjeros) a corto plazo, para prestarlo a una tasa más alta, a largo plazo. Las trust companies también prestan a empresas que no pueden tomar créditos bancarios.

Otro componente del sistema en la sombra son los Wealth Management Products, (productos de manejo de riqueza), depósitos de alto rendimiento que se utilizan para invertir en todo tipo de activos, desde préstamos interbancarios de poco riesgo hasta títulos de empresas. Los inversores son atraídos por los rendimientos superiores a las tasas bancarias, que están oficialmente reguladas (aunque ahora el gobierno liberaría las tasas, como parte de un proceso de liberalización financiera más general). Los créditos de los trusts o de los WMP están asegurados por propiedad inmobiliaria, pero también por máquinas o materias primas. Se calcula que la emisión de WPM aumentó 25 o 30 veces en pocos años, llegando ahora a los 2,5 o 3 billones de dólares. Los activos de conjunto del sistema en la sombra representarían entre 6 y 9 billones de dólares, esto es, entre el 70% y 100% del PBI, y sigue creciendo rápidamente. Los bancos también han emitido enormes cantidades de WPM, ya que es una manera de evitar las restricciones del alto encaje que les impone el gobierno. De conjunto, los créditos inmobiliarios representan el 20% del total de los créditos bancarios. Y según declaró el ministro de Finanzas Xiang en abril 2014, los gobiernos locales habrían acumulado deudas por 3,2 billones de dólares.

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«Economía mundial, ¿semi-estancamiento de largo plazo?»

Written by rolandoastarita

01/08/2014 a 16:19

8 respuestas

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  1. Intuyo que un semi-estancamiento de largo plazo como el aquí planteado, decantará en la «creación» de alguna nueva burbuja financiera.

    Si asumimos una perspectiva histórica de larga duración, como la que propone Giovanni Arrighi en «El largo siglo XX», pueden observarse los Ciclos Sistémicos y las continuidades en la reproducción del dinero en forma ampliada, aún en la alternancia de sus distintas expansiones (material o financiera). Siendo el proceso de expansión del valor D-M-D’, habrá momentos en los cuales predominarán las compras y las inversiones (expansión material), produciéndose la reproducción ampliada de capital, tal y como ha venido ocurriendo en China en estos últimos años. Pero en los momentos de crisis (Marx) o depresión (Schumpeter), la ganancia de las inversiones no resulta suficiente para ser reinvertida a los niveles necesarios, retrayéndose la expansión material; los capitales ociosos resultantes serán redirigidos en busca de una expansión financiera.

    Lo que no acierto a imaginar es hacia donde se produciría esa expansión financiera… Y entonces te pregunto: ¿a dónde va a ir la guita que hoy se invierte en China cuando el crecimiento económico se siga retrayendo? Está claro que estas coyunturas siempre producen desempleo, miseria y caos social (porque siempre lo primero de lo que se prescinde es de la mano de obra productiva), pero, ¿Qué otras consecuencias debemos esperar?

    Saludos!

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    Diego Flaherty

    01/08/2014 at 17:58

  2. ¿Cuál es el precedente más cercano de un periodo de estancamiento como el actual que según las tres ultimas notas, tiende a prolongarse?. Las previsiones pesimistas relativas a la crisis económica mundial que se presentó en 2008 alcanzaban en esos momentos, según recuerdo, hasta este 2014. ¿Hasta qué punto tanta incertidumbre socava la estabilidad sociopolítica ya en países de capitalismo más avanzado ya en los de América Latina. Chile y Perú, por ejemplo, parecen no haberse resentido tanto de los embates de la crisis económica mundial o mucho menos que países más grandes como Brasil o Argentina. ¿Es una cuestión de mayor o menor «calidad» en las decisiones en materia económica, se trata de que los «modelos de desarrollo» que amparan dichas decisiones reducen la incertidumbre en la medida en que reflejan cierta coherencia en el tiempo?.

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    mario

    02/08/2014 at 19:40

    • Respondo con algo de atraso porque estuve con mucho trabajo. Pienso que hubo períodos en que regiones enteras entraron en un semi-estancamiento, o crecimiento débil, pautado además por crisis profundas. Algunos casos podrían ser Europa en el período de las dos grandes guerras (esto sin contar que las dos guerras mundiales significaron una enorme destrucción de capital y recursos); América Latina, en la década de 1980, y tal vez extendida en los 90; Japón en los últimos 20 años; Europa de nuevo, desde 2007.
      En cuanto a las causas de por qué la crisis de 2007 no tomó las proporciones de la de los 1930, discutí el asunto en otros textos.

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      rolandoastarita

      04/08/2014 at 09:33

  3. ¿Que rol juega la explotación de los recursos naturales? Teniendo en cuenta que es la base energética de la producción y que su extracción y explotación es cada vez más caro

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    Pablo

    03/08/2014 at 16:05

  4. Hola Rolando: Soy un solo un principiante lector amateur de economía. Suelo leer las notas de Jorge Castro en Clarín y me impresiona el optimismo de este buen hombre ¿Podrías referirte a este tipo de análisis, por el caso éste del último domingo http://www.clarin.com/edicion-impresa/nube-provoca-salto-productividad_0_1186681366.html
    Muchas gracias, espero que de alguna forma puedas referirte al caso.

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    Eduardo

    03/08/2014 at 22:32

    • Pienso que Jorge Castro tuvo el acierto de haber comprendido que la globalización (esto es, la internacionalización del capital) responde a las leyes más profundas del capital, lo que en muchas notas he llamado la lógica del capital. Esto es, no se trata de una conspiración de los banqueros y la CIA, como pretende la militancia «nac & pop», PC, y similares. Esto al margen de que mi posición política esté en las antípodas de las que sustenta JC.

      Ahora bien, dicho esto, encuentro que el planteo de JC en la nota de referencia es mecanicista, diría que cae en una especie de «determinismo tecnológico». Esto es, el desarrollo de las tecnologías informáticas y comunicacionales determinarían el ritmo de la acumulación. Escribe que a partir de la caída de los costos de almacenamiento de la información «el proceso de acumulación capitalista (ahorro/inversión/reproducción ampliada) tiende a adquirir el ritmo de la capacidad de procesamiento computacional; y el producto se reproduce y amplia cada 2 años, comparado con el plazo de 15 años de la Revolución Industrial». La relación ahorro / inversión /acumulación de capital está mal planteada, en mi opinión, porque no se puede prescindir del factor rentabilidad, situación de los mercados y la competencia. En mi opinión, el fenómeno es mucho más complejo. Los avances de productividad de los 90, por caso, no impidieron la caída de la tasa de rentabilidad en determinado momento (1996-7), y con ello la caída de la inversión y el reventón de la burbuja de las tecnológicas. De la misma manera, las tecnologías informáticas no permiten superar por sí mismas los problemas de sobreinversión y sobrecapacidad, ni sanear los malos balances de bancos, etcétera.

      También es equivocado sostener que «el proceso de acumulación se transforma en un estado de la mente, en una manifestación suprema de la inteligencia humana, que procesa todas las actividades individuales y sociales; y esto ocurre con un criterio disruptivo, cualitativamente superior en términos históricos». La acumulación no es un «estado de la mente»; la acumulación es reinversión de plusvalía para ampliar la escala de producción, lo que se traduce en medios materiales de producción que se producen en escala ampliada, lo que lleva en determinado momento a la sobreproducción y las presiones bajistas sobre los precios que acompañan a la sobrecapacidad y a la caída de rentabilidad.

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      rolandoastarita

      04/08/2014 at 09:27

  5. Reblogueó esto en Humano Buenos Aires.

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    Leonardo Sai

    04/08/2014 at 13:36

  6. Rolo
    Cree que el decir que la rufo se iba a disparar ( cosa que era poco probable) es una forma de intentar producir una V en ves de una U en la economia argentina? pero sino se arregla pronto con la compra de los bancos de la deuda de los hedge fund se producira una V pero de larga duracion?

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    alicia

    04/08/2014 at 23:25


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