Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Chavismo o independencia de clase

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Como lo ponen en evidencia los intercambios que he tenido en “Comentarios” a raíz de la nota sobre control bonapartista, mis diferencias con la izquierda chavista son profundas. Alguna gente se sintió ofendida porque planteé que, de hecho, estamos en “veredas opuestas”, ideológica y políticamente, pero no hay otra manera de decirlo. Es que hay dos visiones contrapuestas: una que hace eje en que el movimiento obrero mantenga una actitud autónoma y hostil hacia el conjunto de la clase dominante y el Estado. Y otra que pone el acento en la colaboración con el proyecto del socialismo siglo XXI, dirigido desde el Estado. En esta entrada amplío sobre qué significa un accionar independiente, autónomo, de clase.

Carácter irreconciliable del antagonismo

El fundamento último de una estrategia política autónoma de las fuerzas del trabajo es la conciencia de clase. En términos leninistas, conciencia de clase es conciencia del carácter irreconciliable del antagonismo entre el capital, de conjunto, y el trabajo. Es también conciencia de la naturaleza burguesa del Estado, de su rol en el sostenimiento de la relación de explotación, y de la imposibilidad de reformarlo “desde adentro”. Este carácter del Estado no se altera en los países dependientes (ver más abajo).

Por eso la independencia de clase exige una actitud hostil de los explotados hacia la clase dominante de conjunto. Es un criterio general que ordena las orientaciones tácticas y los programas de acción. De ahí el rol de la crítica. La critica hacia toda forma de explotación y sujeción de los trabajadores es la condición indispensable para avanzar en la autonomía de la clase trabajadora. La raíz última de esta crítica es la teoría de la plusvalía de Marx (esto es, la teoría de la explotación del trabajo por el capital). Por esta razón no puede haber política socialista y revolucionaria sin teoría, sin crítica, sin debates y elaboración colectiva.

Contradicción de clase en el país dependiente

Precisemos también que la autonomía de clase tiene como fundamento el reconocimiento de que en los países dependientes la relación social fundamental es capitalista. Esta afirmación se enfrenta al discurso “nacional marxista”, o “nacional y popular”, que sostiene que los trabajadores de los países dependientes deberían colaborar con las fracciones “nacionales” de la clase dominante, o de las instituciones estatales, para liberar al país o sostener la independencia nacional. Como he argumentado en otras notas, en prácticamente ningún país de América Latina está pendiente la liberación nacional. Y en particular en Venezuela, hoy no existe ninguna fracción de la clase dominante que tenga como proyecto convertirla en una colonia o semicolonia. Así como el ascenso del chavismo al poder no cambió el carácter dependiente del país, un eventual ascenso de la burguesía opositora no implicará algún cambio significativo del estatus de dependencia. Agrego: hoy no hay ninguna posibilidad de que EEUU lance una operación colonialista sobre Venezuela. No hay, por lo tanto, razón para que el movimiento obrero se plantee alguna forma de “unidad de acción antiimperialista”.

Golpes militares o fascistas e independencia de clase

A lo largo de la historia, la independencia de clase no fue impedimento para que los marxistas distinguieran entre diversas formas de regímenes políticos burgueses. Hay una diferencia apreciable entre ir a parar a un centro de detenciones clandestino, a ser detenido con derechos al habeas corpus y abogado defensor. Los socialistas defendemos una democracia burguesa frente a un golpe fascista, o una dictadura militar. Ningún marxista dejó de luchar contra Pinochet o Videla; y la izquierda de conjunto estuvo en contra del intento de golpe militar en Venezuela de 2002. Pero se trata siempre de defensas de la democracia burguesa ante ataques concretos, identificables.

Sin embargo, se plantea una situación muy distinta cuando el gobierno o alguna fracción de la clase dominante agitan el peligro del golpe, o del fascismo, con la única intención de impulsar a la conciliación con la burocracia y el Estado, o reforzar el control sobre las masas populares. Y todo indica que esto es lo que está sucediendo en Venezuela. A diferencia de 2002-3, hoy la línea mayoritaria de la oposición burguesa no es favorable al golpe, y el Ejército está alineado con el proyecto chavista. ¿Quiénes entonces va a dar ese golpe de Estado? Estudiantes haciendo barricadas y tirando bombas molotov no son sinónimo de golpe fascista o militar, por más que pidan el cambio de gobierno.

Tener claridad en este tema es vital para la actitud frente al Estado, y al conjunto de la clase dominante. Tal vez en este punto tiene sentido traer al recuerdo una vieja enseñanza de Lenin. También en Rusia el ala menchevique del partido socialista y los liberales agitaban el peligro de la extrema reacción (los centurianegras) para aconsejar la conciliación de clases. Respondía entonces el dirigente bolchevique que “el partido obrero debe rechazar con desprecio el acostumbrado método liberal de atemorizar al filisteo con el espectro del peligro centurionegrista” (diciembre de 1906). Y en otras notas destacaba que el “cuento del peligro centurionegrista” sólo sirve para proteger a los liberales del peligro de la izquierda, y embota la conciencia de las masas, pues no las impulsa a distinguir las verdaderas líneas de clase. Mutatis mutandi, la idea mantiene su vigencia. Agitando el peligro del fascismo, o del golpe de Estado, la dirección nacional burocrática chavista confunde y paraliza. Los análisis deben basarse en relaciones de las fuerzas sociales y políticas objetivas.

Tomar distancia de todas las variantes burguesas

Mucha gente sostiene que aun cuando Capriles no esté hoy por una salida fascista, los socialistas deben alinearse con el chavismo porque éste es progresivo frente al resto de la oposición burguesa. El criterio que defiendo es muy distinto: tratándose de variantes políticas propias de cualquier democracia burguesa, la clase obrera no gana nada sustancial apoyando a una u otra. O como decía el viejo dirigente socialista Wilhem Liebknecht, aun cuando pudiera haber alguna ventaja apoyando “el mal menor contra la reacción y el enemigo común”, el verdadero mal reside en oscurecer los antagonismos de clase, e inducir a la idea de que con falsos “amigos” los obreros pueden avanzar en organización y conciencia socialista.

Es con este criterio que hace un tiempo firmé un manifiesto internacional en apoyo de la candidatura obrera, en Venezuela, de Orlando Chirino, que se presentó como alternativa independiente frente a Chávez y Capriles. La idea central era: ni Chávez ni Capriles, sino una alternativa no subordinada a corriente burguesa alguna. Muchos trabajadores, desilusionados con el chavismo, votaron a Capriles; otros, temerosos de la oposición burguesa, siguieron alineados con Chávez, pero un pequeño grupo obrero, con un programa socialista, se presentó con su propuesta. Sin coincidir totalmente con ese programa (no soy trotskista), lo consideré altamente progresivo. Una pequeña voz que se levanta para decir que no hay que conciliar es fundamental.

¿Significa esto que los marxistas negamos la defensa de conquistas? En absoluto. La clase obrera puede defender conquistas sin embanderarse políticamente detrás de una corriente burguesa, o burocrática estatista. Para dar algunos ejemplos: los socialistas en Argentina defendieron la limitación legal de la jornada de trabajo de 8 horas, sin por ello apoyar políticamente al gobierno de Alvear (que por cierto, era bastante reaccionario); defendemos el pago del aguinaldo, sin adherir al peronismo; y consideramos progresivo el derecho al divorcio, sin por ello apoyar políticamente al gobierno de Alfonsín. De la misma manera, los socialistas en Venezuela pueden defender conquistas -por ejemplo, avances en el cuidado de la salud de los sectores más sumergidos- sin por ello adherir al chavismo. Así como también defender libertades democráticas -por caso, en los sindicatos- cuando son atacadas por el Gobierno, sin adherir a las fuerzas de la oposición burguesa que denuncian esos ataques. Todo esto se resume en una vieja táctica del marxismo, “golpear en unidad de acción por demandas concretas, mantener banderas separadas”. Incluso desde un punto de vista “práctico”, la autonomía de clase potencia la capacidad de defensa de libertades democráticas o reivindicaciones económicas de la clase obrera.

Actitud crítica frente al capitalismo de Estado

Uno de los pilares de la autonomía de clase es la postura ante el capitalismo de Estado. En varias notas de este blog me referí al tema, recordando la crítica de Marx y Engels a los socialistas estatistas alemanes. Con las adaptaciones del caso, la crítica se aplica al estatismo venezolano. Hay que llamar a las cosas por su nombre: las estatizaciones y la administración chavista de empresas no mejoraron un ápice la fuerza social ni política de la clase obrera. De hecho, el país se desindustrializó y la economía se primarizó. Los conflictos de Guayana, donde está ubicada la industria pesada, siderúrgica y aluminio, son expresión del desastre de la administración burocrática; desastre que fue denunciado repetidas veces por los trabajadores. Algo similar ocurre en el sector eléctrico. Incluso la producción de PDVSA (2,8 millones de barriles diarios) está estancada. ¿Qué tiene esto de progresivo para la clase obrera?

Por otra parte, los trabajadores no tienen participación real en la conducción de las empresas estatales. Las conducciones son jerárquicas y burocráticas, y la relación entre la burocracia “socialista” y los obreros es una relación de explotadores y explotados. El burócrata puesto a dirigente estatal no es un “compañero con contradicciones”, sino un enemigo de clase de los productores directos. En donde los conciliadores nacionalistas ven unidad esencial, nosotros vemos antagonismo de clase. Las diferencias en este punto no pueden ser más marcadas.

Hay que agregar que las estatizaciones han sido utilizadas por el chavismo para atacar al movimiento sindical en las empresas. Entre otras cosas, el Gobierno ha planteado que siendo las empresas “propiedad del pueblo”, no tienen sentido las huelgas, ni la acción sindical; y el control del Estado se ha utilizado para perseguir opositores, o discriminar a trabajadores que no adhieren al “socialismo siglo XXI”. Sólo gente que concibe el socialismo “a lo Corea del Norte” puede ver algo progresivo en todo esto.

El manejo estatal de la renta no crea poder obrero

La actitud crítica y hostil hacia el Estado se extiende al manejo de la renta petrolera. A lo largo de estos años Venezuela ha recibido una gigantesca renta petrolera, posibilitada por el aumento de los precios del petróleo. El chavismo ha utilizado una parte importante de esta renta para mejorar las condiciones de vida de amplias masas de la población. Como resultado, en 2011 los hogares por debajo de la línea de pobreza eran el 24,6% del total, contra el 33% en 2001; los hogares de extrema pobreza representaban el 11,4%, contra el 7%. A su vez, el índice Gini, que mide la desigualdad, bajó de 0,486 en 1998 a 0,398 en 2013. Se trata de avances importantes, pero también deben ser relativizados.Hoy la pobreza afecta a casi un cuarto de la población, y la situación está agravándose a raíz de las devaluaciones, la inflación y el desabastecimiento. La desigualdad disminuyó, pero sigue siendo mucho más elevada que la media de los países europeos, por caso, o aproximadamente igual a la que existe en Uruguay. Cuando se ponen las cosas en contexto -en casi toda América Latina mejoraron los índices de desarrollo humano en los 2000- se toma distancia crítica.

Pero además, y por sobre todas las cosas, el reparto de una parte de la renta por el Estado no crea poder obrero, ni es sinónimo de socialismo. En Venezuela la clase obrera no tiene ninguna incidencia en el manejo y destino de la renta. Cuando el Gobierno decide pagar religiosamente los intereses de los bonos de la deuda externa, y como contrapartida suspende los pagos de proveedores de insumos básicos (entre ellos, alimentos y remedios), la clase obrera no tiene arte ni parte en tales decisiones. Y la desindustrialización, el desquiciamiento de la economía, el desabastecimiento, las colas para conseguir lo indispensable y la especulación, no contribuyen en nada a mejorar la relación de fuerzas en favor de los explotados.

La unidad del trabajo

Desde las filas de la corriente nacional y popular se sostiene que trabajadores de los sectores salud, educación o periodismo que se manifiestan y protestan son fascistas de las “clases medias” que “defienden sus privilegios”. Sin embargo, desde un análisis materialista, un asalariado de la salud, de la educación, del sector financiero, los medios de comunicación o el comercio, no pertenece a la “clase media”; por el contrario, es explotado y forma parte de la clase obrera. Este enfoque pone el acento en la base material, social, de la unidad obrera: la fuerza productiva del trabajo está conformada por todos los que están subsumidos bajo la relación capitalista y contribuyen, directa o indirectamente, a la generación de plusvalía. La perspectiva del socialismo se basa en esta gigantesca capacidad transformadora de la principal fuerza productiva. Por eso, cuando hablamos de independencia de clase, aludimos a la independencia de todas las fuerzas del trabajo. No es casual el empeño de los ideólogos del campo “nacional” por ocultar y disimular esta cuestión.

Es necesario, además, decir que no existe nada particularmente reaccionario en reclamos contra el desabastecimiento, la falta de insumos en los hospitales, el cierre de periódicos, o a favor de libertades sindicales, que han levantado esos sectores del trabajo. Alguno podrá objetar que las demandas de los docentes, periodistas o trabajadores de la salud son apoyadas por políticos de derecha. Pero eso no las convierte en fascistas y reaccionarias. Después de todo, la inmensa mayoría de las movilizaciones obreras y populares que ocurren en el mundo tienen direcciones burocráticas o burguesas, y a nadie se le ocurre repudiarlas por reaccionarias o fascistas. Exigir el freno de la represión, mejoras en los aprovisionamientos, o protestar contra el cierre de periódicos, en nada perjudica a la clase obrera. Por el contrario, debilita el control burocrático de la sociedad, y quita banderas a la derecha que los socialistas no tienen por qué ceder.

Ataques a la actividad sindical y poder militar

En los últimos años organismos defensores de derechos humanos, sindicatos independientes y partidos de izquierda han denunciado el ataque a las libertades sindicales en Venezuela (ver referencias). Entre otros hechos, se señala la apertura de juicios penales a líderes sindicales por ejercer el derecho a huelga; el dictado de cautelares que prohíben a los sindicalistas acercarse a los lugares de trabajo; las amenazas de despido a trabajadores si participan en asambleas; la prohibición de asambleas en horarios laborales; y los despidos injustificados de sindicalistas. También se denuncia que se somete a sindicalistas a investigaciones penales, se los procesa, y en algunos casos se los encarcela por convocar a manifestaciones; y que desde el Estado se fomenta el “paralelismo sindical”, esto es, la creación de sindicatos paralelos cuando no se domina a los existentes.

Además, sindicalistas y organismos defensores de derechos humanos señalan que el Gobierno tiene una amplia injerencia -establecida por ley- en la organización de elecciones gremiales, lo que ha merecido quejas ante la OIT. También que se ha recortado el derecho de huelga, ya que la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación y el Decreto Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios castigan con prisión a quienes paralicen servicios públicos o impidan el traslado de bienes esenciales para la población. Esta normativa ha sido utilizada para perseguir sindicalistas y activistas. A esto se suman los asesinatos de sindicalistas. Sólo entre junio de 2008 y agosto de 2010 se contabilizaron 122 sindicalistas asesinados, pero el presidente Chávez declaró (1/08/10) que no había asesinato de sindicalistas . Y la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la Nación no toman el problema. Todo esto, que ha sido silenciado por el “nacional marxismo”, parece encajar muy bien en la concepción burocrático bonapartista de “construcción socialista”.

Por otro lado, se asiste al aumento del poder e injerencia de las Fuerzas Armadas en el Estado. De los 23 Estados de Venezuela, 12 son gobernados por militares. Los militares también están en alcaldías, ministerios, viceministerios, en la Asamblea Nacional, en consulados y embajadas. Por la ley Orgánica de Seguridad de la Nación, de 2002, se les dio participación en el desarrollo nacional y mantenimiento del orden interno. Lo cual fue reafirmado por una nueva Ley Orgánica en 2005, que contempló también la reincorporación de militares retirados al servicio activo, por decisión presidencial. Los militares conducen las políticas de defensa y seguridad, tienen puestos de responsabilidad política, gran influencia en la dirección de la obra pública. Los ascensos en las Fuerzas Armadas son potestad del Presidente y de los militares. La clase obrera, como clase, por supuesto, no tiene ninguna participación en esta estructura. La izquierda nacional y el nacional marxismo miran para otro lado, en tanto siguen parloteando sobre “la construcción de poder popular”.

Naturalmente, la situación no cambió con la creación, en 2007, de la Milicia Nacional Bolivariana. Ésta constituye un quinto componente de las FFAA venezolanas (Ejército, Armada, Aviación y Guardia Nacional), organizado desde el Estado, y cuyos integrantes son, mayoritariamente, afiliados al partido del Gobierno. La MNB no tiene ninguna autonomía práctica; depende del Presidente en todos los aspectos operacionales, a través del Comando Estratégico Operacional, y del Ministerio para la Defensa, en lo que hace a los aspectos organizativos. En cuanto a las Comunas, se trata de entidades locales donde, formalmente, la ciudadanía ejerce el poder popular y autogobierno comunal. Pero en los hechos son organizadas y supervisadas por el Estado, a través del Ministerio de las Comunas.

La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores

Lo desarrollado hasta aquí puede explicar la ausencia casi absoluta de una respuesta de clase, independiente, a la crisis y al desquicio de la economía. Respuesta que permitiría atraer a sectores medios, incluso a muchos estudiantes, que hoy están bajo la influencia de la derecha y no ven salida, como aliados de la clase obrera. Pero manifestaciones más o menos regimentadas de trabajadores estatales no son sinónimo de intervención autónoma de la clase obrera. Alguna vez Lenin escribió que “la fuerza de los combatientes sólo es real cuando es la fuerza de las masas obreras con conciencia de clase”. Sin embargo, no puede haber conciencia de clase cuando se llama a confiar en un “poder efectivo” que está en manos de la burocracia bonapartista militar, autoproclamada “socialista”. Son los resultados prácticos de la “construcción de poder popular desde adentro del movimiento popular, bajo conducción del comandante Chávez”.

Como he planteado en otra nota, todo esto fue un fraude ideológico, alimentado y celebrado por muchos intelectuales y militantes de izquierda de todo el mundo que alegremente saltaron al barco del “socialismo siglo XXI”. Algunos llegaron a anunciar que el chavismo había puesto de nuevo en la agenda de la clase obrera mundial la construcción del socialismo. Por supuesto, nada de esto sucedió. El socialismo, en tanto programa liberador, en tanto crítica radical de toda forma de opresión y explotación, sólo podrá reinstalarse en la agenda de la clase obrera mundial desde la autonomía y autodeterminación de los explotados. Jamás podrá regenerarse bajo la conducción de bonapartes “socialistas”, cultos a la personalidad, enriquecimiento del lumpen burgués, milicos en las cumbres del Estado y absurdas mezcolanzas de nacionalismos y socialismos burgueses. Es hora de volver a las concepciones fundantes del comunismo. Y en particular, a la idea rectora de la independencia de clase: la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos.

Referencias sobre situación de libertades sindicales:

http://www.conflictove.org.ve/criminalizacion-de-la-protesta/informe-sobre-el-derecho-a-la-libertad-sindical-en-venezuela-presentado-a-la-comision-interamericana-de-derechos-humanos.html.

http://desinformemonos.org/2013/10/avanza-el-control-estatal-sobre-los-sindicatos-en-venezuela/).

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«Chavismo o independencia de clase»

Written by rolandoastarita

19/03/2014 a 17:57

51 respuestas

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  1. Lenin dijo, criticando la posición de los izquierdistas alemanes que tenían una posición sectaria: «No es posible que los izquierdistas alemanes ignoren que toda la historia del bolchevismo, antes y después de la Revolución de Octubre, está llena de casos de maniobra, de acuerdos, de compromisos con otros partidos, ¡sin exceptuar los partidos burgueses!»
    Y en el mismo libro llama a los comunistas ingleses a apoyar a un posible gobierno laborista (socialdemocrata burgues).

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    JuanMartin

    19/03/2014 at 18:22

    • El no deslizarse al oportunismo no significa ser sectario. Hay que tratar de entender, y no repetir mecánicamente. La táctica de «golpear juntos» por cuestiones concretas exige acuerdos y compromisos. Es elemental. Por eso es perfectamente lícito hacer un acuerdo por defender libertades democráticas atacadas con fuerzas no socialistas, por ejemplo. De la misma manera que los socialistas hacemos unidad de acción con dirigentes gremiales burocráticos. La crítica de Lenin al ultraizquierdistas es porque éstos negaban esta táctica; incluso se negaban a militar en los sindicatos de masas, o en las elecciones parlamentarias.
      En cuanto a la entrada de los bolcheviques en el partido Laborista, se hizo sobre la base de una caracterización de su dirección como BURGUESA, y de su programa como BURGUÉS. Esto hay que decirlo, porque de lo contrario no se entiende nada. Sobre esta base, los bolcheviques entraron como corriente, con su programa.
      De nuevo, lo central es la política de independencia de clase, desde la cual se establecen las tácticas de alianzas. Aclaro, además, que la táctica de entrada en el PL no dio ningún resultado práctico.
      Volviendo a mis diferencias fundamentales con los conciliadores «nacional marxistas», éstos han anulado todo el aspecto crítico y subversivo del marxismo. Fue la manera de aplaudir (partidos comunistas, nacionalistas burgueses, burócratas, lumpen burgués, ex trotskistas y tutti quanti) un nuevo desastre. Así le va al socialismo.

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      rolandoastarita

      19/03/2014 at 18:40

    • hay que tener unos huevos bien puestos para decir las cosas como son, stalinistas represores!
      Astarita tiene la claridad para escribir lo que la clase obrera venezolana de izquierda siente y no puede decir día a día!

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      Belvedere

      19/03/2014 at 20:45

  2. Estimado compañero:

    Respeto muchísimo tu trabajo y (como economista) aprendo y reflexiono con sus habitualmente excelentes posts; pero los últimos artículos me resultan decepcionantes, este en especial. Y no por simples discrepancias políticas o estratégicas, sino porque me parece un análisis ciego ante muchos aspectos del proceso en la actualidad y en algunos puntos, simplista y falto de rigor.

    – El apoyo político a una fuerza marginal y visionaria, y a su candidatura presidencial, me parece una apuesta por la irrelevancia en un momento en que se dirimen disputas reales sobre proyectos históricos antagónicos (al menos en el plano programático): la restauración capitalista contra la superación capitalista del rentismo.

    – La organización política de la clase trabajadora y los sectores populares, por razones de la estructura económica rentista-dependiente no ha tenido en Venezuela una expresión predominante obrerista de fábrica sino territorial-comunitaria (barrios y pueblos pobres). En este aspecto el nivel de autonomía, conciencia de clase y capacidad de autoorganización han sido evidentes y han alcanzado grados muy avanzados, incluso aunque no se haya superado la tensión entre independencia y heteronomía (militancia administrada, instrumentalización vertical habitual) en el seno de la misma. Consejos comunales, comunas, y colectivos son precisamente expresiones de esta organización con institucionalidad paralela al estado burgués, al igual que las misiones han pretendido romper precisamente sus límites. El nivel de conciencia de gran parte de las clases populares venezolanas, alcanzado en gran medida al calor de las conquistas revolucionarias de la última década y media, y su orientación netamente socialista no pueden ser despreciados de modo ciertamente paternalista: considerando su error al apoyar una supuesta dirigencia antiobrera, en vez de su papel protagónico (aunque habitualmente se haya tratado de neutralizar) en un movimiento amplio y heterogéneo.

    – Las razones esgrimidas (y amplificadas por los grandes medios) para la protesta, existen efectivamente; pero no han sido las que las han motivado. Tal y como se ha podido comprobar en las declaraciones de sus dirigentes (también los estudiantiles: por cierto, muchos de ellos militantes y hasta cargos electos de la extrema derecha), en sus eslóganes, en los hashtags lanzados en twitter, su motivación ha sido siempre la de derribar a un gobierno legítimo, electo en democracia, y a un proyecto revalidado en incontables ocasiones por la voluntad mayoritaria (y especialmente por los sectores populares). No es que la derecha apoye reclamaciones legítimas de sectores profesionales, sino que ha tenido capacidad para atraer a su estrategia de movilización algunas de estas expresiones (minoritarias). Esto no niega el derecho (y la necesidad) de que los estratos populares se movilicen y exijan soluciones tanto a problemas concretos (escasez, desabastecimiento, devaluación, violencia) que ellos sufren de modo prioritario, como a la contradicción de fondo: el capitalismo de estado y el rentismo que perviven junto con sectores burocráticos corruptos.

    – Que las protestas (sobre todo las acciones violentas) han estado protagonizadas por sectores de la clase media y alta es un hecho. Basta comprobar donde se han producido la inmensa mayoría de ellas: en los barrios acomodados tradicionalmente hostiles al chavismo. Las mismas han contado además con un fuerte componente de desprecio clasista (contraponiendo al egresado en Harvard, Leopoldo López, al exconductor de autobús, Maduro), odio hacia los pobres (las guayas y otras trampas contra los motorizados, paradigma de la criminalización de la clase obrera, en campañas mediáticas que vienen de lejos) y la xenofobia (la última marcha contra la injerencia cubana, los numerosos comentarios anticubanos y el racismo implícito en la organización clasista venezolana, que se ha puesto numerosas veces de manifiesto).

    – Las lamentables muertes de las últimas jornadas de enfrentamiento incluyen numerosos militantes de la izquierda popular, así como policías. La extrema violencia de los ataques (contra instalaciones de transporte, edificios públicos, vehículos y efectivos policiales, vías de comunicación, etc.) que han caracterizado buena parte de la ‘pacíficas’ protestas, son un elemento que no habría que olvidar señalar para contextualizar adecuadamente los episodios de la «represión bonapartista», que ha consistido más bien en episodios de (siempre denunciable) excesos policiales graves; por los cuales diversos funcionarios públicos están detenidos a la espera de juicio (algo que difícilmente ocurriría en muchas otras ‘democracias burguesas’). Los episodios del 12F que todavía están por esclarecer, recuerdan demasiado a aquella particular versión venezolana de incendio del Reichstag que justificó el golpe contra Chávez en abril de 2002.

    – Las conquistas de la Revolución han ido en muchos aspectos más allá de la (muy importante) distribución de la renta: la legislación laboral, los derechos adquiridos y las experiencias efectivas de gestión obrera en algunas grandes empresas son una realidad que conviene no olvidar. Del mismo modo, y más allá de señalar a sectores burocratistas antiobreros (que amenazan seriamente el futuro del proceso y las posibilidades de avanzar en una dirección netamente socialista), conviene resaltar el papel mafioso y el freno al desarrollo de las fuerzas productivas que también se ha dado muchas veces en el seno de la clase obrera industrial (y los ejemplos son numerosos). El conflicto es bastante más complejo que el del simple clasismo maniqueo, ya que la estructura productiva (o no-productiva, más bien) genera incentivos perversos que difícilmente pueden ser superados exclusivamente con la consigna de la independencia de clase.

    – Obviar la posibilidad de maniobras de intervención extranjera desestabilizadora, bajo el paraguas táctico del golpe blando, pese a las numerosas experiencias previas a nivel internacional (en Venezuela en 2002 sin ir más lejos), y las declaraciones y movimientos diplomáitocs de los últimos días, en el país con las mayores reservas de crudo del mundo (amén de numerosos minerales estratégicos), en un espacio geográfico clave y cercano a la principal potencia mundial no me parece serio. La existencia de la amenaza paramilitar, en territorios fronterizos con Colombia, así como en algunas zonas de las grandes ciudades, viene siendo además denunciada desde hace años, como producto de la internacionalización del conflicto colombiano y los efectos del Plan Colombia entre otros. Que las protestas hayan contado desde el principio con una clara orientación hacia el exterior (‘Sos Venezuela’, ‘Pray for Venezuela’ como lemas clave), y con el eco inmediato de cientos de grandes medios internacionales y de ciertos sectores del mundo del espectáculo, me parece que confirma que las contradicciones para el grueso de la clase trabajadora venezolana son algo más complejas que el clásico trabajo vs. capital (que no deja de ser la fundamental).

    – Efectivamente, la estrategia socialista debe orientarse hacia el combate a la burocracia y la burguesía, hacia la superación del rentismo dependiente y el capitalismo, y del estado burgués. Pero también es cierto que la mayor parte de la dirección política del proceso ha dado sobradas pruebas de su empeño por tratar de avanzar en esa dirección (aunque muchas veces haya sido incapaz o ineficaz) y que la inmensa mayoría de un clase trabajadora, con conciencia de clase y de pueblo y con voluntad de avanzar hacia un modelo socialista, siguen vinculadas a este mismo proyecto, al tiempo que se oponen a posibles intentos de recuperación o de retorno al capitalismo. Por ello, y al menos por ahora, es en el seno del movimiento bolivariano y del gobierno que debería darse la verdadera disputa, el conflicto aquí planteado (cuyos términos y objetivos de fondo comparto con el artículo, evidentemente).

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    Carles B.

    19/03/2014 at 19:30

    • Por favor, comentarios un poco más breves. Por lo demás, efectivamente tenemos interpretaciones y análisis opuestos. Afirmaciones como que «la dirección política del proceso ha dado sobradas pruebas de su empeño por tratar de avanzar» en dirección de superar el capitalismo y el estado burgués, o que hay poder popular autónomo territorial, me parecen sencilla apología acrítica de un régimen burocrático y explotador. En otras palabras, INVENTOS puros. Me hacen acordar a lo que nos decían los PC (no es casual el apoyo de los viejos stalinistas al chavismo) sobre la URSS en las vísperas mismas del derrumbe.
      Lamentablemente, este nuevo desastre del «socialismo» lo vamos a seguir pagando con descrédito del marxismo. Pero es imposible que nos pongamos de acuerdo. Acepto que las diferencias con ustedes son abismales, y que ustedes tienen amplia mayoría. Sólo me queda dejar testimonio de que hay alternativas a un socialismo dirigido por milicos y burócratas.

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      rolandoastarita

      19/03/2014 at 20:42

    • mucho intelectualismo de astarita,escrive 2mil palabras y despues pretende que los demas solo escriban en forma breve,valla con el democratico¡¡¡¡¡¡la cuestion es que en venezuela,argentina o cualquier pais de america latina,los gobiernos progresistas son muy malos,y de esta manera la critica marxista se une a la critica derechista y asi nos va pasan los años y vamos para atras…ah pero de europa no hablemos,por que son paises adelantados??????por eso en fransia acaba de ganar la ultra,ultrisima derecha,pero bueno eso es en fransia,capital de los revolucionarios¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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      oscar alberto repossi

      08/12/2015 at 14:29

    • Si no le gusta la democracia que hay en este blog, puede abrir uno propio. Así podrá explayarse a gusto. Y si amplía las sesudas reflexiones que manda en estos Comentarios, tiene el éxito asegurado. No pierda el tiempo aquí, esto no es para una persona con su nivel.

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      rolandoastarita

      08/12/2015 at 15:37

  3. Cometí un error. En el segundo punto, en la última frase, quería obviamente decir «superación ANTIcapitalista del rentismo». Supongo que se entendió (aunque pueda no compartirse).

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    Carles B.

    19/03/2014 at 19:34

  4. Muy bueno su artículo, es bastante anarcocomunista.

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    Guido

    19/03/2014 at 20:15

  5. A fuer de parecer un chupamidas sin remedios, la saga de artículos sobre estatismo, bonapartismo y chavismo, me han resultado excelentes. Como decía mi vieja, será porque coincidimos en todo sin habernos hablado. En la medida de mis posibilidades te reproduzco en todos lados, y lo hago como ariete contra el estalinismo mundial, que ha revivido de forma alarmante. Un abrazo Rolando
    PD: Si podes pasar la dirección de alguna página de los muchachos de Venezuela, te la agradecería

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    ElTabano

    19/03/2014 at 23:52

    • Te agradezco la difusión de las ideas. Me parece que es lógico que seamos un grupo de marxistas que coincidimos en la crítica a los regímenes burocráticos y represivos. Pienso que no hay porvenir para el socialismo si esto no se supera. Cuando cayó la URSS pensé, de manera bastante ingenua, que entre todos sacaríamos algunas enseñanzas. Me equivoqué. Incluso gente (caso, un dirigente trotskista argentino) que escribió en su momento que se abría la posibilidad de una superación definitiva de los métodos stalinistas, hoy está aplaudiendo al chavismo, del brazo de los PC.
      No tengo direcciones de sitios de izquierda en Venezuela, salvo el de la claseinfo, que consulto cada tanto.
      También un abrazo

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      rolandoastarita

      20/03/2014 at 12:30

  6. Bueno, habia escrito un comentario y como no entiendo mucho como postear en el blog, se perdió.

    Pero sustancialmente digo esto: en un todo de acuerdo con la caracterización de clase del bonapartismo chavizta y cual es el punto de partida de quienes nos basamos en la independencia politica y organizacional de la clase obrera para intervenir en Venezuela.
    Yo diriga que el chavizmo es «el peronimos vestido de rojo». Para desmantelar el verso que ese regimen quiere hacer la «revolucion socialista», nada mas simple que preguntar, ¿cuando y donde el chavizmo expropió a los capitalistas sus fabricas, sus bancos y sus tierras para planificar centralmente la producción y reinvertir socialmente la plusvalia?
    Lo que si le falta a la nota es que no menciona que el proyecto del chavizmo, reivindicando a Simón Bolivar, tiene como objetivo el mismo que aquel: la consolidación de una burguesia nacional en Venezuela, lo que de por sí a esta altura de la historia es una utopia reaccionaria.

    La segunda cuestion que no plantea la nota, y esto es un obligación para los marxistas, es a traves de que partidos y organizaciones gobernaria la clase obrera en Venezuela.
    No es respuesta la candidatura de Orlando Chirino, este nunca salió de la abstracción «por un gobierno de los trabajadores» y tres dias antes de las elecciones grales llamó a los inversores extranjeros a invertir en el pais.

    Si por cierto el PSUV y la CSTB son el bloqueo por parte del chavizmo, a que la clase obrera no vaya a construir sus propias organizaciones politicas y sindicales que la agrupan como clase, ¿a traves de que partidos y organizaciones obreras gobernaria esta en Venezuela?

    saludos, un abrazo

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    ariel quiroga

    20/03/2014 at 10:36

  7. Hola, que tal

    Como digo en el comentario que postee, es necesario para ampliar la discusin y ayudar a construir una salida obrera en Venezuela, abrir el debate de cuales serian las organizaciones obreras que compondrian un gobierno de la misma.

    Soy militante trotskista, y todos los agrupamientos que hay all que se reivindican del combate de la IV Internacional, solo tiene como respuesta la abstraccin «por un gobierno de los trabajadores».

    Las grandes masas de trabajadores y de jovenes cuando se incorporan a la lucha de clases, los que determinan cuando una situacion politica es revolucionaria, van hacia los partidos y organizaciones QUE YA CONOCEN y se disponen a gobernar a traves de los mismos. No se movilizan por abstracciones sino por objetivos concretos.

    saludos

    Date: Wed, 19 Mar 2014 20:57:44 +0000 To: arielquiroga94@hotmail.com

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    Ariel Quiroga Quiroga Fontes

    20/03/2014 at 10:43

    • Me imagino que en algún sitio trotskista podrá debatir qué partidos o de qué manera los defensores del Programa de Transición pueden llevar adelante su política en Venezuela.
      Yo no soy trotskista, y no puedo ni quiero meterme en algo que no me compete, ni hay posibilidad de llegar a alguna forma de síntesis. Tampoco creo que sea éste el sitio donde los trotskistas deban llevar adelante ese debate.

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      rolandoastarita

      20/03/2014 at 11:02

  8. Si la realidad tal como se presenta choca con las ideas entonces se cambia la realidad, no las ideas. Por eso los chavistas siguen diciendo que detrás de las protestas está el imperio. Pero lo más grotesco es oír que se diga que los trabajadores en Venezuela han alcanzado durante esta pseudorevolución grados de autonomía sobre una base territorial. En Venezuela la gente común y corriente anda pendiente de ver qué puede recibir del Estado rentista. Por eso acuden a inscribirse en la Misión Vivienda, en los Consejos Comunales y en cuanta iniciativa de reparto se le ocurre al gobierno. Se sabe que no hay para todos, pero aún así nunca está demás hacer el trámite «por si acaso». Es es lo que ha hecho la revolución, convertir a las personas en ganado al que se puede arrear a conveniencia. Esta izquierda es perversa.

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    mario

    20/03/2014 at 22:40

  9. Rolo: buen artículo.
    Una de las cosas mas tristes de este debate, es que después de todo lo sucedido en el siglo XX con las denominadas «corrientes nacionales y populares», asistamos en este nuevo siglo a la reproducción de las discuciones mantenidas en el pasado, como si no hubiera pasado nada.
    En verdad peque de ingenuidad, porque en algún momento pense que erán temas superados y que se habiían sacado las enseñanzas del los desastres Nac & Pop, y stalinistas del pasado.
    Sin embargo en la última decada asistí asorado a la defensa de estos movimientos de conciliación de clases en latinoamerica por personas y agrupaciones a las que concideraba cercanas idiologicamente. Todos estos movimientos para lo único que han servido es para retrasar la conciencia de la clase, generando ilusiónes en distintos figurones de la lumpenburguesia..
    Pero lo que creo que se recurre a la creación de nuevas ilusiones, porque en el fondo no se acepta luchar sin ellas.

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    LUIS

    21/03/2014 at 16:03

  10. Hola Rolo, la verdad que pense que la cosa en venezuela era contraria a la independencia ideológica, pero leyendo tu árticulo estoy más que asombrado, estoy aterrado!!. Aqui en rosario me habían invitado a un círculo de lectura y discusión acerca del chavismo para intercambiar opiniones, pero desisti. Creo, estoy seguro de que lo que esta sucediendo en venezuela hay que denunciarlo y tu nota me parece clara y precisa para tal fin.
    Un abrazo.
    Fabián

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    Fabián

    21/03/2014 at 19:14

    • Fabián, antes que nada disculpá la intromisión.
      Coincido con el enfoque de Rolo y con la nota en general, solo una cuestión. A mi entender, puede ser productivo ir igual a la charla a la cual desististe de ir, es bueno conocer cómo se mueven ciertos círculos porque ayuda en las discusiones con esos mismos círculos pensando a futuro.. NO sé, yo cuando me combina, me prendo en esas cosas, avecess me voy en medio de la charla porque se puede volver insoportable, pero es útil la experiencia.

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      Ilichito

      21/03/2014 at 21:09

  11. Hola Rolando
    Su trabajo es un aporte importante para una reflexión difícil que atraviesa nuestra pertenencia latinoamericana…y más allá.
    Me recordó la crítica que desde el PSUV realiza el sociólogo Javier Biardeau en «Socialismo en construcción o nomenclatura en construcción» El drama político de Chávez: «El llamado a «Golpe de timón» en el alto gobierno», en que denuncia el contrasentido del «socialismo del siglo XXI» por la conformación de un entramado institucional y jerárquico que consolidando una nomenclatura bolivariana podría desembocar en el «cesarista» capitalismo de estado.
    Ese mismo artículo transcribe pasajes de los últimos discurso de Chávez que me produjeron en su momento una profunda impresión.
    Pensé que en la confrontación con el límite de su propia vida Chávez accede a describir con claridad aquello de lo que adolece «su» revolución en una coincidencia que encuentro concordante con lo que Ud. expone.
    Transcribo a continuación uno de ellos, el más breve y explícito.
    «¿Ustedes vieron el bombardeo de papeles que caen en el camión donde yo ando? Ahora los tiran con
    piedras para que lleguen, o con flecha, la otra vez estaba una flecha con un papel en la punta: Chávez ayúdame…que no se qué. Bueno, la comuna, el poder popular, no es desde Miraflores ni desde la sede del ministerio tal o cual desde los que vamos a solucionar los problemas. No creamos que porque vamos a inaugurar la fábrica de Cemento Cerro Azul o la fábrica de fábricas en Guanare, o la fábrica de computadoras o la fábrica de satélites, o la fábrica ésta y aquella ya estamos listos, no; porque nacionalizamos cementos…Cuidado, si no nos damos cuenta de esto estamos liquidados y no sólo estamos liquidados, seríamos nosotros los liquidadores de este proyecto. Nos cabe una gran responsabilidad ante la historia a los que aquí estamos. Véanse las caras, véanse los ojos en el espejo cada vez que vayan al baño o a dónde haya un espejo. Yo de primero»

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    Rodolfo

    21/03/2014 at 23:08

  12. Profesor Astarita. Yo quisiera complementar su análisis con 2 factores.

    1) En Venezuela se ha instalado con una suave invasión Cubana de estimados 40 a 60 mil islenhos un régimen en el cual el gobierno actúa según «l’etat c’est moi» como usted bien acota. Ese socialismo estilo «Corea del Norte» no es más que una copia al carbón de lo ocurrido en Cuba. No existe separación de poderes, se instala una enferma idolatría a Chávez, los militares están metidos en TODOS lados, se declara a un enemigo externo inexistente para armarse hasta los dientes con el fín de oprimir a su propio pueblo y se mantiene a la población dependiente de la teta del gobierno. Los milicos Venezolanos están muy bien asesorados por alguien que tiene a 11 millones de gentes en la miseria desde hace 50 anhos.

    2) El Narcotráfico tiene a esos mismos milicos comprados y envueltos en la venta y distribución de droga. Por algo Chávez botó a la DEA del país.

    Viendo las incesantes violaciones de derechos humanos por parte por las milicias de la defensa de la revolución y la Guardia Nacional es una vergüenza que la presidenta argentina por mera conveniencia económica caye sobre estos evidentísimos atropellos, sobre todo tratándose de un país con una historia de opresión militar como la suya. La izquierda real argentina debe alzar su voz con más fuerza aún.

    A quien los quiera seguir: http://www.lapatilla.com http://www.caraotadigital.net https://dolartoday.com/

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    playero 702001

    23/03/2014 at 17:35

  13. Pienso que resulta bien problemática la extrapolación de una categoría del campo económico (clase obrera) al campo político. y sin mediación. Creo que fue Meszáros quién propuso el desafío de una teoría del estado desde el marxismo.
    Slds.

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    TNA

    24/03/2014 at 02:59

    • No entiendo qué quiere decir con esto. Una extrapolación supone que un curso actual continúa en el futuro, y por eso permite encontrar una tendencia. En otros términos, es encontrar el valor de una función o cantidad que se encuentra fuera del rango conocido, a partir de los valores de este último. Aplicado a la categoría SOCIAL de qué es clase obrera, la extrapolación permitiría encontrar, por ejemplo, la tendencia en los próximos a la proletarización en un país, a partir de los datos disponibles sobre la evolución del fenómeno en los últimos años. ¿Qué tiene que ver esto con extrapolar al campo político? Respuesta: nada. ¿Qué tiene que ver esto con lo que se dice en la nota? Respuesta: nada. ¿Qué tiene que ver esto con el análisis del desastre a que condujo el «socialismo siglo XXI»? Respuesta: nada. ¿Qué tiene que ver esto con la teoría del Estado desde el marxismo? Vaya uno a saber.

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      rolandoastarita

      24/03/2014 at 09:20

  14. Bueno, tomándolo de esa manera tan antipática y de mala fe, uno podría agregar que una extrapolación del estilo podría conducir a pedir la invasión de un país por parte de la OTAN y producir un genocidio masivo. En fin. Saludos.

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    TNA

    24/03/2014 at 21:03

    • No es cuestión de antipatía o mala fe, sino de discutir si lo que se afirma tiene sentido o no.

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      rolandoastarita

      24/03/2014 at 23:35

  15. Con todo respeto, prof. Astarita, el sentido lo puede encontrar en «lo que hoy es Libia». Saludos.

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    TNA

    25/03/2014 at 02:53

    • ¿Qué diablos tiene que ver «la extrapolación de una categoría del campo económico (clase obrera) al campo político» con la situación actual de Libia? ¿O con la noción de Estado?
      Reconozco que a veces pierdo la paciencia con la sanata oscurantista que se ha instalado en todo un sector de izquierda en las ciencias sociales. Pero el tema es que amontonan palabras sin el menor rigor teórico. Parece un «todo vale». La nota que usted comenta se refiere a una política concreta, la del «socialismo siglo XXI», que fue apoyada por la mayoría de la izquierda nacional y el «marxismo nacional» (de nuevo, con mucha sanata y tragándose cualquier sapo). ¿No puede escribir sobre el asunto algo que sea entendible? ¿Qué sentido tiene hablar de la «extrapolación de categorías», y máxime referido al tema tratado? Y ahora, saltamos a la situación actual de Libia.

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      rolandoastarita

      25/03/2014 at 08:30

  16. Prof. Astarita:

    Lamento enormemente que haga tanto hincapié en el término «extrapolación» que quizás no haya sido la expresión más feliz, pero entiéndame, lo utilicé en un sentido gral, al uso: «saco de acá y pongo acá», nada más, no le dé tanta importancia por favor. (Quizá también deba aclarar que no estoy de acuerdo con la idea de «capitalismo de Estado», pero temo que me vuelva a retar si me remito a otro artículo)
    Es básico y elemental lo mío, no espere que diga uh uh uh maduro no se va, ni nada por el estilo, no es esa la idea.

    Lo voy a poner en éstos términos, a ver si me hago entender:

    – Ud. «en éste artículo» cita a Lenin: conciencia de la naturaleza burguesa del Estado. Pregunta: ¿era el estado del antiguo Egipto «burgués·? ¿eran las antiguas ciudades babilónicas «burguesas»? ¿era la burocracia de los mandarines chinos del siglo VIII «burguesa»? (estoy pensando en S.Amín que nos recuerda que «el estado» tiene al menos una historia de 5000 años, es decir, en el estado burgués como «una forma» de estado)

    – Ud. en éste artículo parte del supuesto que la autonomía de clase tiene como fundamento el reconocimiento de que en los países dependientes la relación social fundamental es capitalista, y yo estoy pensando en la crítica de Clastres y otros a «la última instancia»; en González Casanova para quién -siguiendo a Marx- la relación fundamental es la de explotador/ explotado…; etc.
    (y aquí también aclaro: estoy hace tiempo leyendo su trabajo sobre la Teoría de la Dependencia, contrastad con otros autores, y es lo que me trajo hasta su blog)

    – Ud. en éste artículo asegura que no hay ninguna posibilidad de que EEUU lance una operación colonialista sobre Venezuela. Yo, pensando en «el hegemón que tiene un país» (A. E. Ceceña) digo que sí tiene los mecanismos para colonizar o neocolonizar, quizás ya no con la espada y la cruz, pero con, además de todos los mecanismos económicos conocidos, con los medios de comunicación, las ONG´s varias, la tecnología, sus bases militares, y como lo llama no recuerdo quién, su «última instancia»: el pentágono.

    – Ud. en éste artículo asegura que un asalariado de la salud, de la educación, del sector financiero, los medios de comunicación o el comercio, no pertenece a la “clase media”; por el contrario, es explotado y forma parte de la clase obrera. Sí, desde un punto de vista económico. Desde un punto de vista ¿político? puede ser miembro de las SS nazis, de los skinhead, poner guayas para que se decapiten los motorizados; chavista o anti-chavista o «tercerposicionista»… ; o alguien que por ej., firma el petitorio para que USA intervenga Venezuela (y que ya supera las 20.000 firmas), etc. etc. etc. Y si un burócrata -del que no queda clara su adscripción de clase- es un enemigo y no un compañero -cosa que no estoy negando ni afirmando-, ¿un periodista y/o un paramilitar que trabajan para la Fundación Libertad dónde se ubicarían?

    Entonces, -insisto en que lo mío es básico y elemental-, lo que estoy tratando de decir con poco éxito, es que desde mi punto de vista hay que dar cuenta de todo esto desde una teoría que no se limite a la esfera económica, que tenga en cuenta la esfera política -y de la que Marx no hizo un despliegue categorial, y a la que para a mí y otros Lenin no responde-, etc. (desafío lanzado por Mészáros)

    Una apreciación errada o reduccionista de una realidad dada puede llevar a errores «en un curso posterior de acción»: por ej., apoyar la invasión de la OTÁN a Libia.

    Ojalá ya no le resute tan oscurantista mi posición. Y en todo caso, ni modo.

    Saludos.

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    TNA

    26/03/2014 at 05:46

    • Bien, éstas son diferencias concretas. Efectivamente, estamos en posiciones muy distintas.

      Primero, cuando me refiero a conciencia de la naturaleza burguesa del Estado me estoy refiriendo al Estado actual, en los países capitalistas. ¿Qué sentido tiene hablar de la conciencia de la naturaleza del Estado egipcio de hace 4000 años para definir conciencia de clase?

      Segundo, para la explicación de por qué en la sociedad capitalista la relación social fundamental es la que existe entre el capital y el trabajo, remito a la obra de Marx. Por supuesto, la mayoría de la gente no está de acuerdo con esta idea, pero no tengo por qué argumentarla a cada paso. La nota está escrita desde esa perspectiva. Es lógico que si usted no está de acuerdo con la teoría marxista, la nota de conjunto le parezca desacertada.

      Tercero, sobre dependencia y colonialismo escribí en otras notas (por ejemplo aquí) y en mis libros (en especial en «Economía política de la dependencia y el subdesarrollo»). Sus argumentos creo haberlos respondido allí. Son los típicos de los dependentistas y del nacional marxismo. Reconozco que mi posición es muy minoritaria en la izquierda, pero es lo que pienso.

      Cuarto, es claro que la posición social no determina mecánicamente la conciencia socialista, ni nada por el estilo. Los trabajadores de cuello azul de EEUU en los 1960 apoyaban la intervención de su país en Vietnam. Hoy en Europa muchos trabajadores industriales votan alternativas fascistas. He conocido trabajadores de la industria del automóvil en Argentina que participaron en el Rodrigazo y otras grandes luchas y no se consideraban parte de la clase obrera. Todo esto no niega su carácter de clase. Desde el marxismo definimos las clases a partir de relaciones sociales objetivas, y no a partir de lo que alguien piensa de sí mismo. Lo mismo se aplica a trabajadores de la salud, las finanzas, etc.
      Todo esto indica que de la posición social (en este caso de explotado) no se deriva mecánicamente una posición política que reconozca la explotación. Los trabajadores del sector público y privado de Venezuela son explotados, y esto no determina mecánicamente su posición ideológica. Un trabajador asalariado de una empresa estatal es explotado y puede considerar que «la empresa es de todos» y que no genera plusvalía, etc. En este respecto, habría algún día que explicar cómo incidieron en esta conciencia burguesa las posturas nacional marxistas y estatistas marxistas que son las que dominan en la izquierda (y las que estoy criticando desde hace mucho). Lamentablemente, nunca hacen balance. Las ideologías conciliacionistas, nacionalistas y estatistas, son las que han dominado hasta ahora en la izquierda. Los resultados están a la vista. Ahora se anotan con otro desastre: presentaron el «socialismo siglo XXI» como la regeneración del socialismo, para llevar a otra frustración. Como siempre, van a seguir con su supervivencia camaleónica.

      Quinto, es cierto que una posición errada puede llevar a errores políticos graves. Por ejemplo, he considerado un error caracterizar un movimiento de oposición a una dictadura (el caso del levantamiento contra Kadhafi) a partir del apoyo que recibe Las caracterizaciones de los movimientos políticos se hacen a partir de los programas políticos que levantan y los objetivos por los que luchan (un criterio que parece estar ausente en la izquierda).

      Por último, no sé por qué insinúa que la nota se limita al aspecto económico. ¿Decir que el chavismo atacó al movimiento sindical independiente es «limitarse a lo económico»? ¿Decir que los militares ocupan los altos mandos del Estado y que la clase obrera no tiene arte ni parte en las decisiones fundamentales es «limitarse a lo económico»? ¿Qué entiende usted por «limitarse a lo económico»? Lo mismo puedo decir con respecto a lo ideológico (por caso, el rol funesto del discurso del «socialismo siglo XXI», aplaudido por gran parte de la izquierda). Lo económico es punto de partida del análisis, pero no es el análisis. Pero lo desgraciado es cuando ese punto de partida es reemplazado por sanata, nacionalista y conciliadora.

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      rolandoastarita

      26/03/2014 at 09:41

  17. Prof. Astarita
    No quiero molestarlo pues estará ocupado, y con otros temas, pero no quiero dejar ésto sin respuesta, seré breve:

    – Si hablamos «del Estado actual, en los países capitalistas», hablamos de un rasgo histórico antes que de «su naturaleza»… o al menos así es como lo entiendo yo. Pero además, corríjame si me equivoco, Lenin se basa en el trabajo de Engels en su análisis del surgimiento del Estado, ¿no? Tampoco serviría entonces remontarnos a «las sociedades tribales» de las que habla Engels, si fuera el caso (añadido a un etapismo universalista)
    Yo estoy de acuerdo con Marx, incluyendo sus presupuestos éticos y antropológicos. Pero Marx no desplegó un marco categorial de teoría política o sobre el Estado ,entre otros motivos porque no llegó a elaborar todo su programa investigativo, el cuál incluía un tratado sobre el Estado -en sí y en relación-.

    – Sobre el tema «dependencia y colonialismo» se lo voy a deber por ahora, pues aún sigo en la lectura de su libro, la cuál me lleva -y llevará- más tiempo (es mi modo y posibilidad). Pero a propósito de estas cuestiones recordé un texto de Marx que había leído no hace mucho, y del que transcribo una parte:
    «No se puede considerar a Inglaterra como un país común y corriente. Hay que tratarla como la metrópoli del capital. …
    Si bien Inglaterra es el baluarte de los grandes propietarios de tierra y del capitalismo europeo, el único punto en el que se le puede asestar un duro golpe a la Inglaterra oficial es Irlanda. […] la lucha económica se concentra allí en la propiedad territorial, dado que allí esta lucha es, a la vez, una lucha nacional y dado que el pueblo de Irlanda es más revolucionario y está más exasperado que el de Inglaterra. …» (las cursivas en el original)
    Comunicación confidencial escrita por Marx alrededor del 28 de marzo de 1870, o sea, de un Marx ya maduro, que había parido -si se me permite- El Capital, y que ya estaba estudiando ruso para leer a los populistas. Y a próposito de éstos, ahora no encuentro el texto, pero en el intercambio con la Zazsúlich, una de los aspectos que Marx resalta de la Obshchina es su carácter ´nacional´.
    ¿Era Marx nacionalista por esto? No, no sé, creo que no, no es el punto -al menos no es mi punto, porque no estoy en plan de «aseverar», sino de «cuestionar», es decir, de hacerme preguntas. Vamos, son inquietudes que le dicen.

    – «la posición social (en este caso de explotado) no se deriva mecánicamente una posición política que reconozca la explotación»: sí, de acuerdo, estoy totalmente de acuerdo. De todas formas me quedan preguntas: x ej. sobre la adscripción de clase del «burócrata», su condición de «amigo/ enemigo», la adscripción de clase de «un paramilitar a sueldo» de una fundación de extrema derecha financiada por el hegemón… Digamos que -quizá por pura ignorancia de mi parte, muy probablemnte- no entiendo bien lo de las asi llamadas ´mediatizaciones´.

    Saludos.

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    TNA

    27/03/2014 at 10:58

    • No comprendo a qué quiere llegar con las caracterizaciones acerca de los Estados pre capitalistas y su relación con la notas. En la misma se dice que la conciencia de clase se define por la actitud de los trabajadores hacia el Estado capitalista ACTUAL, no por lo que piensen acerca de la polis griega o del Estado absolutista.
      Sobre la posición de Marx con respecto al colonialismo inglés en Irlanda, no veo en qué afecta lo que he planteado sobre dependencia y el carácter dependiente de los países latinoamericanos (Venezuela entre ellos). ¿Dónde y cuándo sostuve que no era justa la lucha contra el colonialismo? Lenin se opuso siempre al colonialismo, y sostuvo que en los países dependientes no estaba planteada la liberación nacional. ¿Por qué le cuesta trabajo entender algo tan sencillo? Por supuesto, puede estar en contra. Pero trate de polemizar en base a lo que está escrito, y no a lo que usted le gustaría que estuviera escrito a fin de «ganar» una discusión.
      Tercero, y acerca del último pasaje, puede consultar mi posición acerca del carácter de clase de la policía (aquí). Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con la caracterización de clase de los trabajadores de la salud, la educación, o la prensa, de Venezuela? ¿Acaso está insinuando que por reclamar por insumos para los hospitales y escuelas, salarios o libertad de expresión, son equiparables a «paramilitares a sueldo de fundaciones de extrema derecha financiadas por EEUU? Si no es así, ¿para qué mete este tema? Si es así, mejor paro aquí este intercambio.

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      rolandoastarita

      27/03/2014 at 12:12

    • Sí, estoy de acuerdo en parar este tema, porque después de todo es su blog, y usted tiene todo el derecho de «clasificar» y «tildar» a los que escriben comentarios en él según mejor le parezca, y de enojarse y agredir a su antojo.
      A propósito, ¿cuál intercambio?
      Adiós.

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      TNA

      27/03/2014 at 14:22

    • Comprendo su situación: es complicado no poder sostener la sanata. El ego sufre. Por eso, y de buena onda, le recomiendo algún blog nacional y popular, o alguno nacional marxista. Es más fácil y estaría en su elemento. Ahí se puede guitarrear a gusto con las «extrapolaciones», asimilar el colonialismo inglés del siglo XIX a la situación actual de Venezuela, y especular sobre los paralelismos entre los laburantes venezolanos de la salud y los «paramilitares a sueldo de fundaciones de extrema derecha financiadas por EEUU», sin que nadie «la clasifique» como productora de insignes sanatas.

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      rolandoastarita

      27/03/2014 at 14:45

  18. TNA lo trata con muchísima educación y al final como ve que es esquivo con todo lo que no le interesa y deja en evidencia sus posturas, se retira. Pareciera que al mínimo contacto con la geopolítica su sistema izquierdista le explotase en la cara.

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    CCCP

    29/03/2014 at 10:34

    • Ah! Claro… ¡Por supuesto!

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      Gerardo Daniel

      29/03/2014 at 14:35

    • Estimado Gerardo Daniel: alguna gente no tiene ningún interés en debates argumentados. No gaste pólvora en chimangos, como dicen los criollos.

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      rolandoastarita

      29/03/2014 at 16:31

  19. Para TNA

    Usted dice lo siguiente: «- Ud. -Rolando Astarita- en éste artículo asegura que un asalariado de la salud, de la educación, del sector financiero, los medios de comunicación o el comercio, no pertenece a la “clase media”; por el contrario, es explotado y forma parte de la clase obrera. Sí, -responde TNA- desde un punto de vista económico. Desde un punto de vista ¿político? puede ser miembro de las SS nazis, de los skinhead, poner guayas para que se decapiten los motorizados»

    Para aclararle como actúan los trabajadores de la salud de Venezuela, que para Ud. pueden ser miembros de las SS nazis, le anexo este link para que vea qué es lo que reclama esta gente:

    ¿Y cómo están los hospitales públicos de Venezuela en 2014? (Fotocrónica):

    http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/03/y-como-estan-los-hospitales-publicos-de.html

    Como decimos en Venezuela, Usted, TNA, está más perdido que hijo de Lindbergh.

    Usted, TNA, no tiene la más mínima idea de la realidad venezolana.

    Saludos

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    La duda metódica

    29/03/2014 at 14:18

  20. Buenas Prof Astarita
    Queria comentar que las cifras de pobreza en venezuela son mucho mas elevadas que las que presenta el organismo oficial. El Chavizmo utiliza como argumento que ha disminuido la pobreza, pero es falso. Segun el gobierno, un obrero venezolano realiza las 3 comidas diarias con, 23, 7 Bs lo que equivale a 3.7$( al cambio oficial) pero una lata de atun a precio regulado (Los productos regulados en venezuela no se consiguen, sino a precios mucho mas mas elevados) es de 19 Bs, que son 3$. Segun esta cifra un obrero q se alimente con 2 latas de atun al dia no es considerado pobre por el organismo oficial. Otro dato es que el salario relativo en venezuela ha disminuido de un 36% en 1998 a 29 % en 2008.
    Por lo tanto con el chavismo no ha mejorado la situacion de los obreros venezolanos. El discurso de las conquistas en que tanto se basa la izquierda es falso.
    Saludos desde Venezuela

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    pedg

    01/04/2014 at 03:11

  21. Rolando

    Tu artículo es muy bueno, y según mi parecer, refleja muy bien la realidad venezolana.

    Sólo quería hacer dos aclaratorias. En una parte de tu artículo planteas lo siguiente: “De la misma manera, los socialistas en Venezuela pueden defender conquistas -por ejemplo, avances en el cuidado de la salud de los sectores más sumergidos- sin por ello adherir al chavismo.”

    No se de que fuentes sacaste esta información. Creo que no existen conquistas importantes o significativas en salud por parte del régimen chavista. Es importante destacar que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Ministerio de Salud de Venezuela se especializan en maquillar o manipular cifras, igual que el INDEC de Argentina.

    Provea, ONG de derechos humanos venezolana, viene desde hace años haciéndole un seguimiento a la situación de salud del país. Hoy, 04/04/14, Marino Alvarado, director de Provea, publicó lo siguiente en un artículo titulado “Sumando fuerzas por la salud”.

    “El sector salud en el país sufre una profunda crisis por malas políticas, por ausencia de políticas en algunos casos, pero principalmente por la indolencia del gobierno.

    La consecuencia es que hoy los más pobres viven una permanente tragedia si se enferman o sufren un accidente. Salvo excepciones, en atención muy puntual en algún servicio o por la acción de un ente específico, hay personas que tienen la suerte de recibir respuesta adecuada ante circunstancias concretas.

    Pero la mayoría que acude a un servicio público tiene bastante probabilidad de no ser atendido y si lo es, el personal de salud no cuenta con los insumos necesarios para dar una atención oportuna y adecuada. La salud está en terapia intensiva.

    Esa crisis afecta por igual al enfermo que simpatice o adverse al gobierno. Afecta no solo a los más pobres, sino también a población de clase media.

    Frente a la indolencia e ineficacia gubernamental, es imperativo unificar fuerzas, iniciativas y recursos para emplazar al gobierno aplique correctivos con carácter de urgencia.»

    Ver el artículo completo en el link siguiente: http://www.derechos.org.ve/2014/04/04/marino-alvarado-sumando-fuerzas-por-la-salud/

    La otra aclaratoria se refiere a la injerencia del gobierno en las elecciones sindicales. Tu escribes “Además, sindicalistas y organismos defensores de derechos humanos señalan que el Gobierno tiene una amplia injerencia -establecida por ley- en la organización de elecciones gremiales, lo que ha merecido quejas ante la OIT.

    En realidad la injerencia del gobierno en las elecciones gremiales está establecida en la ley de leyes que es la Constitución Nacional chavista de 1999, artículo 293, parágrafo 6.

    «Artículo 293. El Poder Electoral tiene por funciones:
    6. Organizar las elecciones de sindicatos, gremios profesionales y organizaciones con fines políticos en los términos que señale la ley. Así mismo, podrán organizar procesos electorales de otras organizaciones de la sociedad civil a solicitud de éstas, o por orden de la Sala Electoral del
    Tribunal Supremo de Justicia. Las corporaciones, entidades y organizaciones aquí referidas cubrirán los costos de sus procesos eleccionarios.»

    Ver la constitución en el link: http://www.me.gob.ve/media/contenidos/2013/d_27200_395.pdf

    Este artículo acabó con la libertad sindical en Venezuela desde el primer año de existencia del régimen chavista.

    Un abrazo

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    La duda metódica

    04/04/2014 at 12:30

  22. Para los comentaristas de este blog que defienden desde la izquierda al régimen chavista.

    En el periódico El Libertario -perteneciente a anarquistas venezolanos-, sale hoy, 04/04/14, un artículo y una fotocrónica de lo que sucedió ayer en la Universidad Central de Venezuela (UCV).

    «Recopilación de fotos de ataque paramilitar contra estudiantes en la UCV, 03.04.14»

    Redacción de El LIbertario.

    «Después de la represión de la Guardia Nacional Bolivariana contra la manifestación que intentó salir de la Ciudad Universitaria de la Universidad Central de Venezuela (el centro de educación superior público más grande del país), entraron en acción los grupos paramilitares, quienes robaron a diferentes estudiantes y a varios periodistas, golpearon a otros y a uno lo desnudaron para humillarlo, finalizando el trabajo represivo estatal. Ofrecemos una recopilación de fotos que nos han remitido nuestros lectores.»

    http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/04/recopilacion-de-fotos-de-ataque.html#more

    Como pueden ver estos grupos paramilitares no pertenecen a la cofradía de las Hermanitas Descalzas, ni tampoco se parecen a la Guardia Roja de los obreros del barrio Viborg de Petrogrado en la Revolución Rusa de 1917.

    Son grupos paramilitares haciendo el trabajo sucio para reprimir las manifestaciones «fascistas» de los estudiantes venezolanos. Estudiantes que levantan las banderas «fascistas» de las libertades democráticas -libertad de manifestación, libertad de expresión, contra la criminalización de la protesta, contra la represión violenta estatal que ha causado más de treinta muertes-, contra el desabastecimiento y la escasez, contra la inseguridad, etc. etc. etc.

    ¿Cómo puede ser que gente inteligente, que se proclama de izquierda y marxista, pueda apoyar semejante barbaridad?

    Saludos

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    La duda metódica

    04/04/2014 at 13:58

  23. Continuación. Para los comentaristas de este blog que defienden desde la izquierda al régimen chavista.

    Se anexa en link de un video en Youtube que muestra el contenido supuestamente «fascista» de la manifestación estudiantil de ayer, 03/04/14, en la Universidad Central de Venezuela (UCV), reprimida salvajemente por la Guardia Nacional, la Policía Nacional y por grupos paramilitares «revolucionarios y antifascistas».

    ¡Que ironía! ¡Qué descaro! Los estudiantes «fascistas» de Venezuela marchan al compás de la canción de Violeta Parra «Me gustan los estudiantes», cantada por Mercedes Sosa.

    Saludos

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    La duda metódica

    04/04/2014 at 18:04

  24. «Esta versión ha logrado neutralizar a la izquierda internacional, la cual ni siquiera ha expresado su preocupación por los abusos y muertos en manifestaciones.»

    http://periodicoellibertario.blogspot.com.ar/2014/02/resumen-express-de-la-situacion.html

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    Roberto P.

    05/04/2014 at 00:52

  25. Hola, Rolando. En Revista La Barraca, Martín Mosquera, militante de CAUCE – Democracia Socialista – COB La Brecha, escribió una nota titulada «El proceso bolivariano y el debate estratégico en la izquierda» en donde critica sus análisis sobre Venezuela, entre otros. Luego de reseñar la postura de los partidos integrantes del Frente de Izquierda, señala: «Esta posición frente al proceso venezolano no sólo es propia de parte de la izquierda política, sino también de referentes intelectuales del marxismo local, como Rolando Astarita. El autor no ve en esta experiencia más que la repetición de procesos estatistas burocráticos (como el que encabezó, por ejemplo, el Kuomitang chino, el gobierno de Nasser o el peronismo) caracterizados por “la conducción de bonapartes « socialistas », cultos a la personalidad, enriquecimiento del lumpen burgués, milicos en las cumbres del Estado y absurdas mezcolanzas de nacionalismos y socialismos burgueses” (Astarita, 2014). La presunción a la base es que una concepción democrática de la emancipación, inspirada en el lema que Marx grabó en el texto inaugural de la primera internacional (“la emancipación de los trabajadores será obra de ellos mismos o no será”), es incompatible con cualquier apoyo parcial a un gobierno que no haya roto definitivamente con el Estado burgués. Entre la auto-actividad de las masas y la política gubernamental se establece, necesariamente, una relación de “suma cero”. Fiel a sus ideas, Astarita firmó una declaración internacional de apoyo a Chirino para las elecciones presidenciales donde la derecha fascista casi recupera el gobierno». La nota continúa, desarrollando la caracterización de Mosquera acerca de Venezuela. Aquí dejo el link: http://revistalabarraca.com.ar/?p=415

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    Juan

    15/04/2014 at 14:51

  26. Estimados amigos, siguiendo con el tema de la independencia de clase y el chavismo:

    El régimen bonapartista burgués venezolano acaba de darle una vuelta de tuerca más a las medidas represivas y a su caracterización como régimen cuyos pilares principales son las FFAA, la policía y todo el aparato burocrático del Estado, entre otras instituciones, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

    El TSJ venezolano, mediante una sentencia anticonstitucional, publicada ayer, 25/04/14, en donde exige el requisito legal de que toda manifestación debe ser autorizada por los municipios correspondientes, acaba de liquidar el artículo 68 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, cuyo contenido es el siguiente:

    “Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establece la ley”.
    Se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público”.

    Para los que no conocen Venezuela, el principal requisito para manifestar se expresa en la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones, vigente desde el 23/12/2010, que dice lo siguiente:

    “Artículo 41. Todos los habitantes de la República tienen el derecho de reunirse en lugares públicos o de manifestar, sin más limitaciones que las que establezcan las leyes.”

    “Artículo 43. Los organizadores de reuniones públicas o manifestaciones, deberán PARTICIPARLO con veinticuatro horas de anticipación cuando menos, por escrito duplicado, en horas hábiles, a la primera autoridad civil de la jurisdicción con indicación del lugar o itinerario escogido, día, hora y objeto general que se persiga.
    Las autoridades en el mismo acto del recibo de la participación deberán estampar en el ejemplar que entregan a los organizadores, la aceptación del sitio o itinerario y hora.”

    Resumiendo, los organizadores de las reuniones públicas deberán PARTICIPARLE, COMUNICARLE, DECIRLE POR ESCRITO a la autoridad civil correspondiente que realizará una manifestación. Como observarán la Ley no dice que se debe solicitar una AUTORIZACIÓN. Además los derechos no se autorizan, no necesitan un permiso, simplemente se ejercen. Si no, no es un derecho.

    La sentencia del TSJ venezolano, contra viento y marea, acabó con el derecho a la protesta, avalando la represión y la criminalización de las manifestaciones no autorizadas.

    Por supuesto, lo sucedido en estos dos meses ya demostraba que el régimen chavista se estaba pasando por el rabo el artículo 68. Lo único que se ha producido ahora es la “legalización” por parte de los “juristas del horror” del TSJ, de la política represiva aplicada en estos meses.

    Para más información pueden visitar estos links:

    http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/abril/163222-276-24414-2014-14-0277.HTML

    http://laclase.info/nacionales/el-tsj-avala-la-represion-contra-manifestaciones-pacificas

    Al final siempre nos preguntamos: ¿Cómo puede ser que gente inteligente que se reivindica marxista puede apoyar a un régimen bonapartista burgués como el venezolano?

    Saludos cordiales

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    La duda metódica

    25/04/2014 at 19:34

    • .Compañero; mire que paradoja, aquí -en argentina- todos los chavistas se opusieron a una iniciativa legislativa oficialista para sacar una ley que obligaba a pedir permiso para manifestarse. Toda la izquierda (incluidos los que hacen eso del apoyo crítico… y el incondicional también) comparó eso con la forma en que legislaba Pinochet.

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      Roberto P.

      26/04/2014 at 18:45

    • Estimado Roberto

      Es «normal» que los grupos chavistas que reivindican el marxismo «nacional y popular», cuando suceden este tipo de cosas miren para otro lado y/o se hagan los locos. Total, reprimir a los «fascistas» venezolanos, con cualquier instrumento represivo, sean «legales» o ilegales, está totalmente justificado. ¡Faltaba más!

      Para tener más claro lo que hizo el TSJ venezolano, chavista hasta la médula, anexamos este link de un artículo de Provea, una ONG muy seria, defensora de los derechos humanos en Venezuela. El título del artículo es «Sala Constitucional del TSJ suprime garantías para el ejercicio del derecho a la manifestación pacífica»:

      http://www.derechos.org.ve/2014/04/25/sala-constitucional-del-tsj-viola-la-constitucion-nacional-al-proscribir-derecho-a-la-manifestacion-pacifica/

      Saludos cordiales

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      La duda metódica

      28/04/2014 at 17:09

  27. Estimados amigos, siguiendo con el tema de la independencia de clase y el chavismo:

    Resulta que no solamente existen grupos chavistas que se reivindican marxistas. Para nuestra sorpresa también existen grupos anarquistas chavistas.

    Es muy interesante leer un artículo escrito por un grupo anarquista venezolano, El Libertario, en donde responde a un documento titulado «Venezuela en la encrucijada», escrito por un anarquista chileno radicado en Irlanda.

    El artículo de El Libertario se titula: «Venezuela, una encrucijada en donde hay quien se extravía. Respuesta a un plataformista.»

    Este es el link: http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/04/venezuela-una-encrucijada-donde-hay.html

    Es un artículo muy bueno. Recomendamos su lectura.

    Saludos cordiales

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    La duda metódica

    02/05/2014 at 16:11

  28. Buenas profesor,

    La web del primer enlace no va. No tengra el documento guardado, ¿no?

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    Iak

    27/09/2016 at 12:23

  29. Estimado Lak

    El primer enlace del documento perdió su conexión. Parece que cerraron esa página web. Lo busqué pero no lo conseguí.

    Aquí van otros que confirman la información que Rolando escribe en su artículo:

    http://www.observatoriodeconflictos.org.ve/notas-de-prensa/ovcs-denuncia-represion-en-las-protestas-de-venezuela-ante-organizaciones-internacionales

    Haz clic para acceder a OVCS-Informe-Conflictos-laborales.pdf

    Haz clic para acceder a SIC2010729_396-401.pdf

    Hay varios enlaces más sobre el mismo tema. La realidad es que no existe libertad sindical en Venezuela.

    Saludos cordiales

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    ladudametódica

    27/09/2016 at 20:03


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