Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

El capital como relación social

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Rolando Astarita [Blog]  Marxismo & Economía El paro general del juevesEl objetivo de esta nota es presentar, de una manera accesible, la concepción de Marx sobre el capital y algunas conclusiones políticas que se desprenden para los marxistas del asunto. Tengamos en cuenta que, según la representación habitual, la máquina, el dinero, las materias primas, etcétera, son “en sí” capital. Eso es, se los considera capital, al margen de las relaciones sociales en que se hallan inmersos. Por ejemplo, Böhm Bawerk define al capital como el conjunto de productos que sirven para adquirir bienes (ver aquí). En este enfoque, ni siquiera es necesario que haya sociedad para hablar de capital; después de todo, Robinson Crusoe pasa a tener su primer «capital» cuando posterga la recolección de frutos salvajes para construir el arco y la flecha. De esta manera, el capital queda desprovisto de todo contenido social e histórico. Se transforma en un presupuesto ineludible de la vida productiva del ser humano; pareciera “natural” entonces que haya capital para producir. Su raíz social se hace invisible. La concepción de Marx es la opuesta. Dice: “… el capital no es una cosa, sino determinada relación socia de producción perteneciente a determinada formación histórico-social y que se representa en una cosa y le confiere a ésta un carácter específicamente social” (1999, pp. 1037-8, t. 3). En lo que sigue, desarrollamos esta idea.

La primera aproximación

Marx introduce la noción de capital a través de una conocida fórmula: Dinero – Mercancía – Dinero, esto es, comprar para vender. De ahí, la primera aproximación a la noción de capital: “El dinero que en su movimiento se ajusta a este último tipo de circulación, se transforma en capital, deviene capital y es ya, conforme a su determinación, capital” (1999, p. 180, t. 1).

Naturalmente, el circuito D – M – D tiene sentido si la cantidad de dinero obtenida en la venta supera al dinero adelantado en la compra. De manera que la fórmula es D – M – D’, significando D’ el monto inicial más un plusvalor, o plusvalía. Esto nos indica, además, que la finalidad del proceso no es la producción de valores de uso, como sostiene la economía burguesa, sino valorizar el dinero adelantado. El capitalista lanza dinero a la circulación con el fin de incrementar su valor. Y si las condiciones para la valorización no son propicias, por la razón que sea, el capitalista intentará mantenerse líquido; se desatará entonces la crisis, seguida de la recesión o depresión económica.

Debido a que el dinero es la encarnación del valor (como explicó Marx en el capítulo primero de El Capital), el valor aparece como el sujeto del proceso: “… el valor se convierte aquí en el sujeto de un proceso en el cual, cambiando continuamente las formas de dinero y mercancía, modifica su propia magnitud, en cuanto valor se desprende de sí mismo como valor originario, se autovaloriza. Ha obtenido la cualidad oculta de agregar valor porque es valor. Pare crías vivientes, o, cuando menos, pone huevos de oro” (ídem), p. 188). Y un poco más adelante: “El valor, pues, se vuelve valor en proceso, dinero en proceso, y en ese carácter, capital” (p. 189). En esta primera aproximación, el capital ya se concibe como relación. Una herramienta, un cierto monto de dinero, no son capital por fuera de la relación D – M – D’. Pero con esto tenemos solo la primera noción («representación», diría Hegel) de la naturaleza de la relación social implicada en el capital; su contenido sólo se descubre cuando se indaga en la fuente del aumento del valor. ¿Cómo es posible que el valor dé valor, y en forma creciente?

El misterio de la valorización

Presentemos el problema: si el capital es una cosa, ¿por qué rinde una renta o plusvalía permanente? Böhm Bawerk lo planteó con claridad en Capital e interés: “El fenómeno del interés nos brinda, pues, en conjunto, la curiosa imagen de una producción continua e inagotable de bienes a base de un capital inanimado”. También: “… el interés fluye sin llegar agotar nunca el capital que lo produce, sin que, por lo tanto, se ponga limite alguno a su duración: su duración puede ser eterna, en la medida en que cabe aplicar esta expresión a las cosas terrenales” (p. 27). Por eso se pregunta: “¿De dónde y por qué obtiene el capitalista ese aflujo interminable de bienes, sin esfuerzo alguno de su parte?” (ídem). Böhm Bawerk es consciente de que aquí está el punto crítico de la economía política.

Schumpeter también ve las dificultades de responder a la pregunta formulada. En el capítulo 5 de Teoría del desenvolvimiento capitalista, luego de coincidir con Böhm Bawerk en que la máquina no produce plusvalía, admite que la tesis de la “imputación” (según la cual los medios de producción tendrían un valor derivado de la utilidad de los bienes que ayudan a producir) no puede explicar la renta del capital. “No puede haber un elemento de plusvalía que esté adherido permanentemente a estos medios intermedios de producción, pues no puede existir una discrepancia permanente entre el valor de los productos que han de imputárseles y su propio valor” (1957, p. 167).

Por otra parte, en los textos que se utilizan habitualmente para la enseñanza de la “economía”, el origen de la ganancia apenas se menciona. De hecho, en la mayoría de las presentaciones se la identifica con la tasa de interés, que a su vez aparece como un “costo del capital”, que se iguala a la productividad marginal. Pero las criticas de Cambridge han desnudado la falta de fundamentos de las explicaciones basadas en la productividad del capital. En otros casos -en especial, en los textos de macroeconomía- se postula que el empresario recarga un “plus” (el mark-up) sobre los costos, cuya naturaleza y razón económica jamás se examina, ni explica. A la vista de las dificultades, una “solución” es la adoptada por algunos poskeynesianos, como Kaldor: el beneficio del capital simplemente existe, sin dar cuenta de su origen ni naturaleza.

La crítica de Marx a las explicaciones habituales

También en época de Marx las explicaciones sobre el origen y la naturaleza de la plusvalía representaron todo un desafío para los economistas. Entre las más conocidas, está la que explicó la plusvalía por la venta, y la que intentó justificarla por los sacrificios del capitalista.

La imposibilidad de explicar la plusvalía a partir del “recargo” en la venta es analizada por Marx en seguida de haber introducido la noción de capital. Su argumento es sencillo: si todos los que actúan en el mercado procuran valorizar sus mercancías comprando barato y vendiendo caro, ninguno puede valorizarlas. Es lógica elemental. Por otra parte, Marx demuestra que la ganancia en utilidad tampoco puede explicar el origen del plusvalor. Si Juan intercambia la mercancía X por la mercancía Y, que posee José, y ambas están valuadas en $100, Juan y José habrán ganado en valor de uso, pero ninguno habrá incrementado el valor de $100 contenido en cada una de las mercancías, previo a la transacción. De manera que la plusvalía no puede surgir de la venta. La razón última es que en el mercado, en los actos de compra y venta, solo se operan cambios de la forma social -de mercancía a dinero, de dinero a mercancía- que, como tales, no agregan una pizca de valor de uso (el valor de uso siempre es el fundamento del valor).

Además, Marx critica la explicación de la plusvalía por la abstinencia del capitalista (Marshall hablará de la espera, Keynes de la espera unida a la escasez; son variaciones del mismo tema). La tesis de la abstinencia supone que para el capitalista es un sacrificio no consumir. ¿Pero por qué no es un sacrificio consumir, en lugar de disfrutar del placer acrecentar el valor sin cesar? El dinero es encarnación del valor. Dado que como representante de la riqueza social, se lo puede convertir en cualquier mercancía, cualitativamente carece de límites. Pero a la vez, toda suma de dinero está limitada cuantitativamente (ver Marx, 1999, cap. 3, t. 1). De ahí que cada suma alcanzada es solo un estímulo para superarla. Por eso, en la psicología socialmente condicionada del capitalista, el goce reside en el incremento del valor del capital. La abstinencia de consumir jamás podría leerse como un sacrificio, y no puede ser el fundamento de la plusvalía.

El origen de la plusvalía en Marx

La discusión sobre las contradicciones de la fórmula del capital lleva a la conclusión de que el plusvalor no puede formarse en la circulación, pero al mismo tiempo no puede surgir en otro lado que no sea la circulación. Por un lado, la generación de valor debe ocurrir en el acto de producción; por otro lado, para que el valor se autovalorice, se debe comprar para “vender más caro”. El capital es valor en movimiento y solo puede realizarse en la circulación, en el cambio incesante de la forma del valor, de dinero a mercancía, de mercancía a dinero más plusvalía. “Tales son las condiciones del problema”, dice Marx. Hay que explicar cómo, a través de este movimiento, y cumpliéndose la ley del valor trabajo (el valor de las mercancías está determinado por los tiempos de trabajo), se genera la plusvalía.

La respuesta de Marx es muy conocida. El capitalista encuentra en el mercado una mercancía especial, la fuerza de trabajo. Por fuerza de trabajo entiende el conjunto de las facultades físicas y mentales que existen en el ser humano, y que pone en movimiento cuando produce valores de uso.

Como toda mercancía, la fuerza de trabajo tiene un valor y un valor de uso. Este último es peculiar, ya que consiste en el trabajo vivo, que es la fuente del valor. Esto significa que al utilizar la mercancía fuerza de trabajo, se crea valor. El valor de la fuerza de trabajo, a su vez, está determinado por el tiempo de trabajo necesario para su reproducción, dadas las condiciones históricas y sociales reinantes (Marx, como Ricardo, no ubica el valor de la fuerza de trabajo al nivel de subsistencia fisiológica).

El valor de la fuerza de trabajo entonces está determinado por el valor de los medios de subsistencia necesarios para su conservación y reproducción. Pero dada una determinada productividad del trabajo, la fuerza de trabajo tiene la peculiaridad de que puede generar más valor que el encerrado en los medios de subsistencia necesarios para su mantención. “El hecho de que sea necesaria media jornada laboral para mantenerlo vivo durante 24 horas, de modo alguno impide al obrero trabajar durante una jornada completa. El valor de la fuerza de trabajo y su valorización en el proceso laboral son, pues, dos magnitudes diferentes” (Marx, 1999, p. 234, t. 1). Al trabajar, el obrero produce una mercancía, en la cual se conserva el valor de los medios de producción consumidos, y aparece un nuevo valor, un agregado. Una parte de este último repone el valor de la fuerza de trabajo, y otra parte conforma la plusvalía. Por ejemplo, si el trabajador necesita para mantenerse (junto a su familia) bienes de subsistencia cuyo valor es, en promedio diario, $100, y durante la jornada laboral con su trabajo crea valor por $150, habrá generado $50 de plusvalía. Esto significa que el origen de la plusvalía es el trabajo realizado por encima del necesario para reproducir el valor de los medios de subsistencia. En otras palabras, la plusvalía encarna trabajo no pagado; trabajo del que se apropia el capitalista. Cumpliéndose así la ley del mercado -el cambio de equivalentes- el dinero se ha transformado en capital, en valor que se autovaloriza. No es una cosa -máquina, dinero, materia prima, instalaciones- la que genera la “renta” por la que se interroga Schumpeter, sino seres humanos que están empleando energía, músculos, nervios, para generar valor y plusvalor.

No es una cuestión de “honestidad”

De lo anterior se desprende que el capitalista se apropia de trabajo ajeno porque se cumplen las leyes del mercado. No se trata de engaño, manipulación por “los grupos concentrados”, ni de corruptos o usureros. Dada la relación capitalista, no cabe aquí hablar de trato “injusto”. “La equidad de las transacciones que se efectúan entre los agentes de la producción se basa en que estas transacciones surgen de las relaciones de producción como una consecuencia natural” (Marx, 1999, p. 435, t. 3). En última instancia, las formas jurídicas solo expresan el contenido económico. “Ese contenido es justo en cuanto corresponde al modo de producción, si es adecuado a él. Es injusto en cuanto lo contradiga” (ídem). La esclavitud sobre la base del modo de producción capitalista, o el fraude en cuanto a la calidad de la mercancía, son injustos, ejemplifica Marx. Por supuesto, es un tema debatible en qué medida hay una concepción ética encerrada en la explicación de Marx de la plusvalia (ver aquí). Pero es indudable que la crítica marxiana pone el peso en la relación social subyacente, que no se altera por el “color” del capital (puede ser nacional o extranjero, por caso); por la magnitud del capital (aunque el pequeño burgués suspira por el capital pequeño); o por su esfera de aplicación (puede dedicarse a la industria manufacturera o a los servicios, por ejemplo). Lo esencial, lo que debiera retener toda persona interesada por la llamada “justicia social” es que la civilización actual se levanta sobre la relación capital-trabajo, que es una relación de explotación, y no puede no serlo.

El capital como relación social

Profundicemos ahora en por qué decimos que el capital es una relación social. La respuesta básica es: porque los poseedores de las condiciones de producción (de los medios de producción y de subsistencia) se enfrentan a los trabajadores que no son propietarios de esas condiciones. Es desde esta situación de propietarios-poseedores en un polo, y no propietarios-no poseedores en el otro, que se establece una relación de explotación. El que no tiene propiedad de los medios de producción, está obligado a intentar vender su fuerza de trabajo, si quiere evitar la inanición. En el mercado todos son formalmente iguales, propietarios de dinero y mercancías, pero de contenido, existe una desigualdad esencial, condicionada por la distribución desigual de los medios de producción. Por este motivo, el capitalismo solo pudo surgir una vez que se hubo formado una masa de hombres “libres”, en el sentido de ser libres para ir al mercado, y estar “liberados” de los medios de producción (sobre el trabajador “libre”, ver aquí). Como no podía ser de otra manera, la economía burguesa hace abstracción de estas condiciones. Por caso, la apropiación privada de la tierra (¿por qué algunos se apropian de un bien natural?), condición sine qua non del modo de producción capitalista, jamás se cuestiona, ni justifica. Además, obsérvese que al decir que el capital es una relación -objetivada en dinero, medios de producción, etcétera- estamos afirmando que no es eterno, sino relativo. Es históricamente relativo, es un producto social.

Por lo dicho hasta aquí, se comprende también que el capital implica una relación de dominación; al dominar las condiciones de trabajo, el obrero está obligado a entregar más trabajo por menos trabajo. Lo cual explica que esas condiciones tomen la forma social de capital. “El enfrentamiento de las condiciones de trabajo producidas y en general de los productos del trabajo, como capital, con el productor directo, implica desde el primer momento un carácter social determinado de las condiciones materiales de trabajo con respecto a los obreros, y por lo tanto, determinada relación que éstos, en la producción misma, establecen con los poseedores de las condiciones de trabajo y entre sí (Marx, 1999, p. 1115, t. 3). Así, el carácter capitalista de los medios de producción y subsistencia consiste en su cualidad económica de emplear obreros y hacerles producir plusvalía; tienen una propiedad social, que los convierte en capital (véase Marx, 1983, pp. 40-1). Por eso se establece “una nueva relación de hegemonía y subordinación, que a su vez produce sus expresiones políticas” (ídem, p. 62). Es nueva con respecto a las formas de subordinación personal y política de los modos de producción precapitalistas. Es que en el capitalismo el trabajador está en una relación de dependencia económica; “no existe ninguna relación política, fijada socialmente, de hegemonía y subordinación” (ídem). La extracción del excedente ocurre por vía económica: a partir de la desposesión del productor de sus condiciones de producción, está obligado a vender su fuerza de trabajo al capitalista.

El fetichismo del capital y el interés

Dado que los medios de producción sirven como medios para absorber y extraer plustrabajo (que se presenta bajo la forma de plusvalía), esa facultad aparece como una cualidad que les es inherente, como algo inseparable, como si les correspondiera en cuanto medios de producción (véase, por ejemplo, Marx, 1983, p. 18). Por eso, el capital, “que expresa una relación social determinada, aparece como cosa”. De ahí el carácter fetichista de la relación capitalista: ésta se manifiesta bajo la forma de una cosa que produce valor acrecentado. La idea de que la máquina, en cuanto cosa, genera la plusvalía, es una expresión de este fetichismo. Pero el fetichismo alcanza su punto más alto en el interés, o sea, en la forma del dinero que genera dinero. “En la forma del capital que devenga interés. … el capital aparece como la fuente misteriosa y autogeneradora del interés, de su propia multiplicación. La cosa (dinero, mercancía, valor) ya es capital como mera cosa; y el capital se manifiesta como mera cosa… El capital que devenga interés, por consiguiente, este fetiche automático -el valor que se valoriza a sí mismo, el dinero que incuba dinero- se halla cristalizado en forma pura, en una forma en la que ya no presenta los estigmas de su origen. La relación social se halla consumada como relación de una cosa, del dinero, consigo misma. (…). De esta manera se convierte por completo en atributo del dinero el de crear valor, de arrojar interés, tal como el atributo de un peral es el de producir peras” (Marx, 1999, pp. 500-1).

La reproducción de la relación capitalista

Así como el capital segrega plusvalía, la plusvalía genera capital, y en escala creciente. Esto es, después de haber explicado el origen de la plusvalía, Marx demuestra cómo la plusvalía genera capital. El tema se desarrolla en los capítulos de El Capital dedicados a la reproducción.

Como siempre, es importante distinguir entre el contenido material del proceso de reproducción, y su forma social. Por eso, Marx comienza el capítulo 21 del tomo 1 diciendo que ninguna sociedad puede producir continuamente sin reconvertir, al mismo tiempo, una parte de sus productos en medios de producción de una nueva producción. Es la idea de la actividad económica como un proceso circular (presente en los fisiócratas y otros exponentes de la economía clásica), que reproduce los bienes materiales consumidos durante el proceso productivo, para así poder continuar la producción en el período siguiente. El excedente, o producto neto, es el exceso de bienes producidos por encima de los que es necesario reintroducir en el proceso productivo, para poder continuarlo. Éste es entonces el contenido material de la reproducción.

Sin embargo, en la sociedad capitalista, esa reproducción material se realiza bajo la forma social capitalista. Ya hemos dicho que el obrero asalariado, al trabajar, genera la plusvalía, al tiempo que se reproduce a sí mismo como fuerza de trabajo. La plusvalía apropiada por el capitalista, a su vez, sirve para sostener y ampliar el círculo de influencia y dominación del capital. De manera que el resultado del proceso es incremento del capital en un polo, reproducción del trabajador (desposeído de los medios de producción) por el otro. En consecuencia, dice Marx, el proceso de producción capitalista “reproduce por su propio desenvolvimiento la escisión entre fuerza de trabajo y condiciones de trabajo” (1999, p. 711, t. 1). Esa “escisión” es el fundamento, el contenido mismo, de la relación de dominio y explotación del capital. Por eso, la producción capitalista no sólo produce mercancías, “sino que produce y reproduce la relación capitalista misma: por un lado el capitalista, por la otra el asalariado” (p. 712, ídem). En otras palabras, el obrero “produce capital”, como anota Marx al pie de la cita anterior.

Conclusiones políticas

Resumimos: El capital es sinónimo de la separación de los medios de producción con respecto al trabajador. Por eso se establece como poder frente al obrero, y por eso es fuente de plusvalía (ver Marx, 1975, p. 351, t. 3). El obrero, al producir mercancías, produce y reproduce necesariamente capital, esto es, produce y reproduce el poder que le obliga a entregar plustrabajo gratuitamente. No hay manera de eliminar esta mecánica explotadora por medio de reformas, de ningún tipo, en tanto subsista la escisión entre los medios de producción y subsistencia y los productores. El secreto de la renta del capital es esta relación de explotación, que no es alterada, en lo sustancial, por alguna dosis mayor o menor de estatismo burgués, de nacionalismo o de honestidad en los negocios. Estamos ante leyes sociales objetivas, que se imponen por medio de la coerción que se ejerce sobre los que carecen de la propiedad de las condiciones para producir.

Lo anterior explica entonces por qué la obra de Marx se presenta como una crítica de la Economía Política. Es una crítica porque cuestiona lo que la Economía Política (incluso en sus representantes más destacados) da por supuesto y aceptado: la propiedad privada del capital. “La economía política parte del hecho de la propiedad privada. Pero no la explica. (…) … no nos ofrece una explicación del fundamento sobre el que descansa la división del trabajo y el capital, y la del capital y la tierra”, dice Marx en los Manuscritos de 1844 (1987, p. 595). Se trata entonces de subvertir lo incuestionado, lo que se acepta como “natural”.

Por eso, el centro de la crítica no es a tal o cual gobierno, a tal o cual figurón de la política del día. La tarea tampoco pasa por remendar el orden capitalista (¿por qué algunos marxistas “razonan como estadistas” en los grandes medios?) La actitud hostil del marxismo hacia la política de la clase dominante, sus gobiernos y altos funcionarios del Estado, no se debe a tales o cuales medidas circunstanciales, sino a que concentran los poderes que dominan al trabajo. Por supuesto, el marxismo lucha por toda reivindicación elemental -mejoras de los salarios, vigencia de las ocho horas de trabajo, mayores derechos sindicales y democráticos, etcétera- pero también marca los límites de estas luchas, en tanto subsista la relación de explotación. Podríamos decir que toda la táctica política gira en torno a esta dualidad, la necesidad de la lucha elemental; y el señalamiento, la explicación paciente, de la causa de fondo de los males de las masas empobrecidas y desposeídas, que es la relación capitalista. Después de todo, y como alguna vez lo señaló Lenin, la conciencia de clase obrera, en su grado más alto, comprende que entre el obrero y el dueño del capital no solo hay diferencias (como dicen en general los reformistas), sino que existe un antagonismo irreconciliable.

Textos citados:
Böhm Bawerk, E. von (1986): Capital e interés. Historia y crítica de las teorías del interés, México, FCE.
Marx, K. (1975): Teorías de la plusvalía, Buenos Aires, Cartago.
Marx, K. (1983): El Capital. Libro I Capítulo VI Inédito, México, Siglo XXI.
Marx, K. (1987): Escritos de juventud de Carlos Marx, México, FCE.
Marx, K. (1999): El Capital, México, Siglo XXI.
Schumpeter, J. A. (1957): Teoría del desenvolvimiento económico, México, FCE.

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«El capital como relación social»

Written by rolandoastarita

04/09/2013 a 18:10

89 respuestas

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  1. No es una cosa -máquina- la que genera la “plusvalia”
    sino seres humanos que están empleando energía, músculos, nervios, para generar valor y plusvalor.

    Modifique el texto a proposito
    Una maquina que tuviera musculos energia y nervios ( o sea un robot con forma humana e inteligencia humana) generaria plusvalor?

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    Alicia

    04/09/2013 at 18:49

    • El valor es producto del trabajo humano. El buey que tira el arado emplea músculos y energía, pero no crea valor (a pesar de Adam Smith). Además de que se trata de una categoría social, es interesante la comparación que hace Marx entre el trabajo humano y el que realiza una máquina a vapor. Hubo un interesante intercambio sobre esta cuestión entre Marx y Engels, a raíz de los escritos de Podolinsky, quien había querido fundamentar la ley del valor trabajo en la primera ley de la termodinámica (conservación de la energía) y comparando el trabajo humano con el de la máquina.

      Recomiendo al respecto el escrito de Burkett y Foster, 2006, «Metabolism, Energy and Entropy in Marx’s Critique of Political Economy: Beyond the Podolinsky Mith», en Theory and Society, vol. 35, pp. 109-156 (se puede consultar con el JSTOR).

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      rolandoastarita

      04/09/2013 at 19:04

    • Rolo
      Pero no entiendo, un robot inteligente (que pueda existir en un futuro proximo) no es un buey ni una maquina a vapor, ya que ellos no tienen inteligencia .
      El robot cumple con todos los requisitos. Creo que una vez usted me explico en un comentario, que cuando suceda esto desaparece la posibilidad de generar plusvalia

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      Alicia

      04/09/2013 at 20:15

    • Si el trabajo humano fuera reemplazado totalmente por máquinas, desaparecería la plusvalía. Marx escribe unas líneas, en un borrador, con esa especulación. Lo cual demuestra que en su concepción, la fuente del valor es el trabajo humano, no la máquina.

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      rolandoastarita

      04/09/2013 at 21:14

    • Alicia plantea una cuestión que hoy en día resulta crucial, y no sólo para la discusión actual de El Capital. La crítica de la llamada «inteligencia artificial», que involucra la discusión de las ciencias cognitivas, es un terreno que los marxistas hace mucho tiempo que no han cultivado. Cierto: el capitalista compra robots, pero no compra obreros. Lo que está en juego es «el uso de la fuerza de trabajo». ¿Cómo es que ésta puede ser «subsumida por el capital»? O bien: ¿cómo es que las llamadas «protestas» populares pueden ser subsumidas o liberarse de ser subsumidas por el capital? Sin duda, las ciencias cognitivas están muy involucradas en esto. Pero nuestra discusión será larga, y no puede darse colateralmente.

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      villanuevafj

      06/09/2013 at 02:48

    • Tratemos de distinguir. Una cosa es el trabajo del ingeniero que genera un programa informático, por ejemplo, y otra es la operación de una computadora (una máquina) que utiliza ese programa. El trabajo del ingeniero es trabajo complejo, que genera valor, y se objetiva en el programa. Las operaciones de la computadora no generan valor. Si la computadora se utiliza en la industria, por ejemplo, su valor pasa a los productos, como sucede con cualquier otro capital fijo.

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      rolandoastarita

      06/09/2013 at 08:46

    • Me parece que, a los ojos de Alicia, lo que hace insatisfactoria la respuesta de Astarita es que no resulta explicativa. Astarita insiste en que sólo el esfuerzo humano dedicado a la producción de bienes de consumo social -o bienes intermedios- es fuente de valor, y no la de un buey ni la de un robot inteligente (aunque esta hipótesis, extremadamente problemática, pertenece actualmente al campo de la fantasía).
      Creo que lo que Alicia espera es que se le explique POR QUÉ sólo el trabajo humano es fuente del valor. Para ello no basta con apelar a hipótesis contrafactuales como decir que si toda la producción fuera realizada por robots no habría producción de valor.
      Sucede que el valor, como el capital (su expresión histórica y socialmente más desarrollada, ya que el capital se presenta como valor que se valoriza a sí mismo) es una relación social (esto es: una relación entre seres humanos) y no un mero factor técnico de la producción. En términos sociales, el trabajo como fuente del valor difiere del trabajo en el sentido físico, cantidad de energía necesaria para producir un cambio, un movimiento, etc.

      La explicación es que, en términos de valor, el «consumo» de los agentes no humanos capaces de trabajar, como el buey o el robot (es decir: los insumos necesarios para su reproducción) es idéntico al producto de sus trabajos. Si dejamos de lado las contingencias del mercado, los capitalistas no pagan por un buey -ni por un robot- ni más ni menos que el valor que la explotación de dicho buey agrega al producto final. El buey -y, hasta ahora, tampoco el robot- no es un sujeto, sino sólo un insumo del proceso de producción.

      El trabajador es también un insumo de la producción capitalista, pero no deja de ser un sujeto (que compra los bienes que necesita o estima necesitar, etc.) y, en tanto tal, un factor determinante del valor por el lado del uso (que, mediado por el conjunto social, expresa la necesidad social, elemento definitorio del valor). En el caso del trabajador, entonces, sí es posible para el capitalista -y es la norma- que el costo de su reproducción sea inferior al valor que agrega al producto final. Y ello es así porque, en el capitalismo, el trabajador no se vende a sí mismo, sino que sólo vende su capacidad de trabajo durante un lapso determinado.
      Por eso es enteramente posible -y esta posibilidad es la clave del capitalismo- que el valor pagado para reproducir al trabajador en condiciones de trabajar sea menor al valor que el trabajador produce durante su jornada de trabajo (de otro modo ¿por qué iba a comprar el capitalista su capacidad de trabajo?). Producir lo mismo en menos tiempo o producir más en el mismo tiempo, es algo que tiene sentido para los seres humanos (para la sociedad humana) que, colectivamente, es el sujeto del proceso productivo. Pero carece de sentido tanto para el buey como para el robot (aunque cabe presumir que el buey preferiría trabajar menos de lo que se ve obligado a trabajar, y que un robot que fuera inteligente y sensible sería, en términos filosóficos, muy difícil de distinguir de un ser humano). Hasta el momento, los únicos seres para los que tiene sentido el ahorro de trabajo son los seres humanos.

      En resumen: la idea esencial que subyace a la teoría marxista del valor es que las sociedades humanas buscan sistemáticamente generar un excedente de producto en relación con el tiempo de trabajo dedicado a generar ese producto (o, considerado desde el otro extremo, buscan reducir el tiempo de trabajo -el esfuerzo- dedicado al producto necesario para satisfacer sus necesidades). Cada modo de producción lo hace de un modo diferente. El capitalismo, un modo de producción extremadamente dinámico y complejo, lo hace valiéndose de la ley del valor.

      Espero que esta intervención mía sea de alguna utilidad para Alicia. Saludos.

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      Vico

      07/09/2013 at 18:19

    • Está muy interesante este debate y quedó sin responder. Realmente a ojos de alguien sin formación en el tema, a alguien como yo le puede parecer un tema básico, a saber, por qué sólo el trabajo humano genera valor al producir una silla, por ejemplo, y haciendo el mismo trabajo de manera automatizada y robotizada no. Podríamos echar un vistazo a la producción de coches: hay una combinación de trabajo humano y robótico pero la plusvalía se sigue generando por igual entonces, ¿por qué sólo el trabajo humano produce plusvalía y no otras entidades no necesariamente biológicas?

      Muchas gracias.

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      Joan

      04/03/2017 at 14:39

    • la cuestión de si hay que «demostrar» la ley del valor la he tratado en varios lugares. Por ejemplo, en «Valor, mercado mundial y globalización. En el blog lo he discutido aquí y aquí. Incluso en esas entradas explico por qué la demostración de Marx de que en el mercado se comparan cantidades de trabajos humanos abstractos, contenida en el cap. 1, tomo 1 de El Capital, no es completa.

      Sobre la relación entre generación de valor, transmisión de valor y la máquina (o el capital fijo), está extensamente tratado en las notas sobre la transformación (por ejemplo, aquí y siguientes). También en las discusiones con los austriacos.

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      rolandoastarita

      04/03/2017 at 15:13

    • La explicación que trata de ofrecer Vico no me resulta comprensible. No diré convincente porque para ello debería haberla entendido.

      El primer párrafo (»La explicación es que, en términos de valor, el “consumo” de los agentes no humanos capaces de trabajar…) podría resumirse de la siguiente manera: »la explicación (en términos de valor) de que el capital fijo sea capital fijo y no trabajo vivo (humano) es que es capital fijo». Esto es así porque, a menos que haya entendido mal lo poco que creo haber entendido, lo que se dice es que el consumo del capital fijo (maquinas, patentes…), su empleo en la producción, no equivale al trabajo vivo porque ese capital fijo (maquinas, etc) es idéntico al producto al que da lugar (supongo que de manera automatizada o a través de la acción humana) en tanto que »cosa». Pero eso es algo muy oscuro: se ha intentado explicar algo con mayor oscuridad, la oscuridad por doble. Equivale a afirmar que, en el área de la industria pesada y la producción de medios de producción, las máquinas destinadas a producir otras iguales (en el caso de una sociedad más avanzada: una máquina que pudiera replicarse a sí misma) en cuanto máquinas. Sin ir muy lejos: que las máquinas que producen coches en una cadena de montaje son iguales a su producto (un coche). Esto, a todas luces, se ve falso. A mi modo de ver el razonamiento del primer punto, digamos, se reduce a puras tautologías. Convendría definir qué se entiende ahí por identidad (el robot como idéntico al resultado de su trabajo -¿idéntico en función de qué?-).

      En cuanto a lo de que si »los capitalistas no pagan por un buey -ni por un robot- ni más ni menos que el valor que la explotación de dicho buey agrega al producto final», evidentemente las máquinas no tienen un salario ni nada semejante. ¿Cómo van a pagar los capitalistas a las máquinas o los demás componentes del capital fijo (habla de un buey o un robot)? ¿Y cómo van a agregar las máquinas más o menos valor al producto final cuando, al principio, se ha dicho que las máquinas no generan valor sino tan sólo el trabajo humano?

      El segundo párrafo se sigue del primero y es más oscuro si cabe.

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      Joan

      04/03/2017 at 14:57

    • Estimado profesor Astarita, en este artículo https://rolandoastarita.wordpress.com/2011/07/07/valor-trabajo-el-problema-de-la-transformacion-y-critica-sraffiana/ no aparece la palabra ‘máquina’ y ‘capital fijo’ sólo 1 vez (2 si tenemos en cuenta la sección de comentarios. Leí ese desarrollo hace tiempo y no veo de qué manera resuelve el planteamiento. Es bien simple: ¿por qué sólo el trabajo humano genera plusvalía?

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      Joan

      04/03/2017 at 15:20

    • Toda la cuestión de la transformación gira en torno a cómo es posible que ramas de la producción con distinta composición de capital (esto es, distinta relación entre capital constante / trabajo vivo) generen igual tasa de ganancia si el origen de la ganancia (o de la plusvalía) es solo el trabajo humano. POR LO TANTO está contemplado el caso del capital fijo. Dicho de otra manera, la solución a la transformación responde a la siguiente pregunta: ¿cómo es posible que el propietario de una empresa completamente automatizada (o sea, que no emplea trabajo humano) pueda obtener ganancia (o plusvalía) si la máquina no genera valor (ni plusvalor)?

      De todas maneras, le sugiero arrancar por la primera cuestión, lo básico: ¿qué lugar ocupa en la teoría de Marx una «demostración» de la ley del valor trabajo? En otros términos, ¿por qué en el mercado lo que se comparan y equiparan son tiempos de trabajo y no valores de uso?

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      rolandoastarita

      04/03/2017 at 15:26

    • Marx en su fragmento sobre las máquinas dice:

      »Fixed capital, in its character as means of production, whose most adequate form [is] machinery,
      produces value, i.e. increases the value of the product, in only two respects: (1) in so far as it has value;
      i.e. is itself the product of labour, a certain quantity of labour in objectified form; (2) in so far as it
      increases the relation of surplus labour to necessary labour, by enabling labour, through an increase of
      its productive power, to create a greater mass of the products required for the maintenance of living
      labour capacity in a shorter time. It is therefore a highly absurd bourgeois assertion that the worker
      shares with the capitalist, because the latter, with fixed capital (which is, as far as that goes, itself a
      product of labour, and of alien labour merely appropriated by capital) makes labour easier for him
      (rather, he robs it of all independence and attractive character, by means of the machine), or makes his
      labour shorter.»

      (pp. 4-5) http://thenewobjectivity.com/pdf/marx.pdf

      Sigo sin ver por qué una máquina moderna como la nuestra, tal y como preguntaba Alicia, no puede generar plusvalía. ¿No se genera plusvalía a partir del trabajo totalmente automatizado y robotizado en las plantas de producción de automóviles? No he visto una respuesta en ningún sitio todavía a esto y realmente parece un pilar básico por el que no puede pasarse de puntillas o contestar oscuramente.

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      Joan

      04/03/2017 at 15:23

    • Sí, entiendo el planteo en ese escrito, pero la pregunta es clara y creo que no sería difícil de responder: ¿por qué sólo el trabajo humano produce plusvalía y no otras entidades no necesariamente biológicas?

      La ganancia era o es una segunda parte derivada de esa pregunta que, como digo, me gustaría solucionar.

      Contestando a su pregunta de »¿por qué en el mercado lo que se comparan y equiparan son tiempos de trabajo y no valores de uso?», diría que eso es así porque todo ejercicio de toda economía política al final se reduce a una economía de tiempos en los que se explota, es decir, se da uso tanto al capital fijo como al trabajo vivo para producir bienes e incrementar la apropiación de plusvalía. No se comparan y equiparan valores de uso, diría yo, porque no tienen medidas iguales. De otra forma: porque no se puede comparar un lápiz, una silla o una mesa con un hospital en función de su uso, ya que es diverso, sino en cuanto a la cantidad de trabajo socialmente necesario incorporado en la producción de esas mercancías.

      Espero haberle respondido correctamente a su última pregunta. Me gustaría solucionar la primera (»¿por qué sólo el trabajo humano produce plusvalía y no otras entidades no necesariamente biológicas?»).

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      Joan

      04/03/2017 at 15:34

    • Su respuesta al problema «”¿por qué en el mercado lo que se comparan y equiparan son tiempos de trabajo y no valores de uso?” se acerca a la respuesta de Marx (que cito en los trabajos referenciados).

      Lo fundamental que plantea Marx: porque siempre las sociedades necesitaron medir, comparar y distribuir el trabajo humano. Ahora bien, esta es la base para la respuesta a su pregunta de por qué el valor es tiempo de trabajo humano (objetivado). Si en el mercado se comparan tiempos de trabajo, esta es la única fuente posible del valor de las mercancías que entran en el intercambio. Si además usted admite (lo que es lógico) que los valores de uso no se pueden comparar (remiten a una relación subjetiva), y por lo tanto no pueden sustentar una categoría social como el valor, está la respuesta a por qué el valor solo puede tener como fuente el trabajo humano.
      Por eso Marx dice que no hay que demostrar que los seres humanos comparan trabajos en el intercambio, porque esto es lo que han hecho siempre. Lo que necesita demostrarse es LA FORMA en que comparan esos trabajos (que incluyen los trabajos que producen las máquinas) en la sociedad capitalista.

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      rolandoastarita

      04/03/2017 at 15:46

    • De una manera más clara todavía mi respuesta a su pregunta: gira en torno a los tiempos de trabajo porque el objetivo de la TVT es la demostración de que la explotación de los trabajadores es el motor por el que se engrasa el modo de produccion capitalista. Pero esto no responde mi pregunta de por qué tan sólo el trabajo vivo (humano) genera plusvalía.

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      Joan

      04/03/2017 at 15:40

    • Empiezo a entender el planteamiento pero, aún así, la pregunta realmente sigue en pie en lo fundamental, a saber, por qué tan sólo (subrayo el »tan sólo») el trabajo humano genera plusvalía y que el valor sea sólo trabajo humano objetivado. De otra forma: ¿que hayamos empleado el trabajo humano como valor para medir significa que no puedan haber otras fuerzas, en un tiempo no ya muy lejano sino más bien ya en el presente, que produzcan plusvalía?

      Voy a intentar reformularlo para que quede más sencillo. Los tiempos de trabajo son la única fuente posible de valor de las mercancías que entran en el intercambio (mercado capitalista) -> estos trabajos incluyen tanto el vivo como el del capital fijo (máquinas) ->
      históricamente las sociedades necesitaron medir, comparar y distribuir el trabajo humano, de ahí que sea la base de lo anterior y sustenten en nuestro actual modo de producción capitalista la categoría social del valor. Ahora bien, ¿esto significa que nuestras sociedades, debido a un salto cualitativo ya en marcha a través de una futura (no lejana) revolución industrial de la mano de una gran revolución tecnológica, no puedan modificarse las formas de trabajo y, en consecuencia, la forma en que se comparan los trabajos? Es decir, ¿por qué desde ningún punto de vista podría producir plusvalía un robot en un escenario donde la economía nacional fuera totalmente automatizada y robotizada? ¿Ya no se podría medir nada al no haber trabajo humano?

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      Joan

      04/03/2017 at 16:03

    • Las formas de trabajo pueden modificarse, y de hecho, se modifican a cada paso. Las formas de comparar los trabajos se han modificado a lo largo de la historia (no es la misma forma en que se comparaban los trabajos en la sociedad primitiva sin propiedad privada, que en la sociedad capitalista). Y podrá modificarse en el futuro. Lo que no se ha modificado es la necesidad de comparar tiempos de trabajo, dada la división del trabajo y el carácter social, cooperativo, del trabajo.

      En cuando a la unicidad: si se hace abstracción de los tiempos de trabajo, solo queda la posibilidad de comparar valores de uso (o utilidades, etcétera). Nadie ha planteado, hasta el momento, alguna otra posibilidad. Y sabemos -es la tesis de Marx, pero que confirmaría la antropología- que los seres humanos siempre han comparado tiempos de trabajo.

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      rolandoastarita

      04/03/2017 at 16:16

  2. Voy a hacer de nuevo de abogado del diablo, estimado Señor Astarita, aunque supongo que no le será difícil responder a estas objeciones que suelen presentar los liberales y otros partidarios del sistema capitalista en su versión socialdemócrata:

    -Dejando de lado acumulaciones originarias, Schumpeter decía que lo de Marx del cuento para niños de los hombres trabajadores que ahorraron y otros que no pensaban en el mañana, es una broma y un strawman que con la risa evita enfrentarse a una realidad incómoda: hay gente más laboriosa y con más capacidad de sacrificio. No siempre la diferencia de bienes surge de la expropiación violenta previa de las masas desposeídas ni mucho menos.

    -Hay muchos modelos de negocio y no en todos hace falta tener un capital impresionante. Mucha gente empieza con poco y puede acabar evadiendo la dependencia económica. ¿Por qué se ha de suponer que la decisión de no ser empresario no es una mayor aversión al riesgo y una mayor preferencia por los bienes presentes? ¿Acaso muchos pequeños empresarios no tienen quebraderos de cabeza? ¿No implica toda inversión un riesgo? ¿Para qué invertiría 100 si no voy a sacar 110?

    -Nada impide que los trabajadores se asocien en cooperativas agrupando sus ahorros y tener capital suficiente para tener una empresa y decidir que se hace con el excedente sobre el trabajo necesario para general el valor monetario de los bienes que compran los trabajadores (invertir, mejorar la cuota salarial, etc)

    -Las tasas de retorno no son tan altas sobre el capital invertido. Supongamos que en promedio son un 10% sobre el valor generado por los trabajadores. Supongamos esa sociedad de productores libremente asociados que regula de forma consciente y social la producción y el excedente. ¿Realmente apropiarse de un 10% más supondría una mejora material impresionante de las condiciones de la clase trabajadora?

    -La acumulación de capital permite una cada vez mayor mejora de la productividad general y eso hace que los salarios reales (la canasta de bienes de consumo de los trabajadores) suba con el tiempo. El capitalismo favorece esa mejora de la productividad precisamente por la competencia por producir mejor y más barato.

    -El capitalista cumple una función útil que debe ser remunerada: invierte esos bienes que ha ahorrado (o heredado) en máquinas y trabajadores que producen más bienes en el futuro. ¿Qué es mejor, que si ya tiene 200.000 euros y pudiera vivir bien toda la vida y sin quebraderos de cabeza se los fuera gastando?

    Hasta aquí, más o menos suelen ser las objeciones que se presentan. Me gustaría ver sus respuestas.

    Un saludo.

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    Antonio

    05/09/2013 at 05:32

    • No tengo mucho tiempo para responder estas objeciones (que se repiten desde hace años). Brevemente, entonces, algunas puntualizaciones.

      a) «Dejando de lado acumulaciones originarias». Empezamos mal. No se puede dejar de lado lo que fue la condición histórica y social de la aparición del capitalismo. La apropiación privada de medios de producción, y de la tierra en primer lugar. La acumulación originaria no es un «cuento de niños».

      b) Usted dice que no siempre la diferencia surge de bienes expropiados con la violencia, sino del hecho de que hay gente más laboriosa que otra, etc. ¿Y quién niega esto? Lo que critica el marxismo es una relación de EXPLOTACIÓN. Lo cual no tiene nada que ver con que se establezca un ingreso igual para todos, con independencia de las contribuciones laborales de cada cual, o de sus necesidades. Le recomiendo que lea la Crítica al Programa de Gotha, de Marx.

      c) «Hay gente que empieza de a poco y puede convertirse en capitalista». Esto es sabido. Pero no niega el hecho de que la producción de la inmensa mayoría de los bienes y servicios exigen medios materiales de producción. Esto es lo que explica que para la inmensa mayoría de la población que no es propietaria de los medios de producción, la única opción es intentar vender su fuerza de trabajo. Éste es el punto central del marxismo. Trata de un fenómeno SOCIAL.

      d) Lo anterior vale para el caso de las cooperativas obreras. 100 trabajadores carentes de dinero para adquirir maquinaria o instalaciones, no forman una empresa.

      e) Otro argumento: dado que la tasa de ganancia promedio es del 10%, eliminar el capitalismo no reportaría un gran beneficio para los trabajadores. Dos cuestiones: Primero, la crítica del marxismo es a la relación de explotación, no a la cuantía de la explotación. Segundo, si se elimina la lógica de la ganancia como guía de la inversión, esta última se puede planificar socialmente; la producción entonces se haría con vistas a cubrir las necesidades sociales.

      f) «El capitalismo favorece el aumento de la productividad». ¿Desconoce acaso que éste es un punto de partida de la crítica de Marx? El capitalismo desarrolla las fuerzas productivas como nunca lo hizo un régimen de producción. Pero lo hace a través de una relación de explotación. Por eso mismo, genera las condiciones sociales y materiales de su superación (esto ya lo expliqué cantidad de veces en el blog. Nunca lo responden, pero al poco tiempo la derecha vuelve con el argumento).

      h) «El capitalista reinvierte la plusvalía» (por supuesto, siempre que haya perspectivas de ganancias). De nuevo, no se entiende qué se quiere demostrar con este argumento. Marx dice que el capitalista se distingue del atesorador en que vuelve a lanzar el capital, para generar más plusvalía, acumularla, y explotar más trabajadores. Por supuesto, la tarea de explotar es un trabajo (como lo era el trabajo del esclavista), y por eso el capitalista se atribuye una ganancia, por encima del interés del capital. ¿Se quiere justificar la explotación porque el trabajo de explotar es arduo?

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      rolandoastarita

      05/09/2013 at 09:07

  3. Efectivamente,
    En la crítica que Paul Mattick hace a las tesis de Marcuse sobre el «hombre unidimensional» (es decir, el obrero liberado del duro trabajo por la automatización creciente) – una idea muy de moda en los años sesenta- el asunto queda muy claro:

    «Donde no hay trabajo, no puede haber plusvalía y, consecuentemente, acumulación de capital.
    Cualquiera que sea la extensión de la automatización y la computerización, los medios de producción ni operan ni se reproducen ellos mismos. En la asunción -totalmente improbable- de que sus dueños, los capitalistas, se comprometiesen ellos mismos en la producción, dejarían de ser por eso capitalistas, es decir, compradores de fuerza de trabajo para los propósitos de la explotación. (…)
    Las relaciones capital-trabajo son relaciones de valor, lo que quiere decir que los medios de producción no son sólo eso, sino que son también valores de capital, y que la fuerza de trabajo no es sólo eso sino, también, la fuente del valor y del plusvalor. Para consumar el proceso de producción capitalista, la plusvalía debe tener una relación definida con el valor del capital, es decir, debe ser suficiente para asegurar su reproducción ampliada» (Cap. IV)

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    Ramon

    05/09/2013 at 07:20

  4. Jaja, gracias por su respuesta señor Astarita, y comparto todas y cada una de sus respuestas a las «objeciones» más frecuentes (ya le había dicho que hacía de abogado del diablo) Sólo unos pequeños comentarios.

    Efectivamente, la acumulación originaria no es un cuento de niños, sino la cruel y descarnada historia del capitalismo real (bien maridada con el Estado, por cierto, como ya dice Marx en el capital bien que hacían al principio leyes de salarios máximos en Inglaterra, pero de salarios mínimos no), lo que te suelen decir es «bueno oiga, pero de eso ya ha pasado mucho tiempo, ya no es relevante, etc». Claro, no es relevante porque no te interesan las consecuencias en el presente de injusticias del pasado que no se pueden borrar de un plumazo. Y que por cierto, continúan en el presente.

    «b) Usted dice que no siempre la diferencia surge de bienes expropiados con la violencia, sino del hecho de que hay gente más laboriosa que otra, etc. ¿Y quién niega esto? Lo que critica el marxismo es una relación de EXPLOTACIÓN. Lo cual no tiene nada que ver con que se establezca un ingreso igual para todos, con independencia de las contribuciones laborales de cada cual, o de sus necesidades. Le recomiendo que lea la Crítica al Programa de Gotha, de Marx.»

    Efectivamente, la apropiación del trabajo excedente existe con independencia del origen de la acumulación de bienes necesaria para que se produzca esa apropiación. La cuestión es que como bien señalaba usted el otro día, y yo cuando pegué el texto de Bujarin, una de las razones de la diferencia en la preferencia temporal es la diferencia entre la distribución de bienes. Al afirmar que las diferencias provienen del ahorro legítimo en muchos casos, se trata de apuntalar la teoría de la preferencia temporal diciendo que no hay ningún condicionante social: cualquiera puede ahorrar.

    «c) “Hay gente que empieza de a poco y puede convertirse en capitalista”. Esto es sabido. Pero no niega el hecho de que la producción de la inmensa mayoría de los bienes y servicios exigen medios materiales de producción. Esto es lo que explica que para la inmensa mayoría de la población que no es propietaria de los medios de producción, la única opción es intentar vender su fuerza de trabajo. Éste es el punto central del marxismo. Trata de un fenómeno SOCIAL.»

    Exactamente. Un Horatio Alger no hace verano, y no todo el mundo puede ser director de orquesta. La movilidad social sigue sin negar el fenómeno de la apropiación del trabajo excedente.

    «d) Lo anterior vale para el caso de las cooperativas obreras. 100 trabajadores carentes de dinero para adquirir maquinaria o instalaciones, no forman una empresa».

    Aquí la objeción es menos fuerte. Puede que 100 no, pero 1000 sí, y pueden evadir teóricamente la dependencia económica. Entre teoría y práctica (social) va un mundo claro.

    «e) Otro argumento: dado que la tasa de ganancia promedio es del 10%, eliminar el capitalismo no reportaría un gran beneficio para los trabajadores. Dos cuestiones: Primero, la crítica del marxismo es a la relación de explotación, no a la cuantía de la explotación. Segundo, si se elimina la lógica de la ganancia como guía de la inversión, esta última se puede planificar socialmente; la producción entonces se haría con vistas a cubrir las necesidades sociales.»

    Por supuesto no se trata de que te exploten más o menos, sino de que te exploten. Y si la producción no está sometida a la camisa de fuerza de la valoración capitalista, que si es más rentable vender comida para perros que leche para gente que no tiene medios de pago, se producirá leche y no comida para perros. Entiendo que es a lo que se refiere Marx en el capital cuando dice algo así como «imaginemos a productores lbremente asociados, con relaciones transparentes, donde el trabajo se reparte sin un velo mistificador y de modo consciente y social se decide el reparto social del trabajo, la utilización el excedente, etc.

    «f) “El capitalismo favorece el aumento de la productividad”. ¿Desconoce acaso que éste es un punto de partida de la crítica de Marx? El capitalismo desarrolla las fuerzas productivas como nunca lo hizo un régimen de producción. Pero lo hace a través de una relación de explotación. Por eso mismo, genera las condiciones sociales y materiales de su superación (esto ya lo expliqué cantidad de veces en el blog. Nunca lo responden, pero al poco tiempo la derecha vuelve con el argumento).»

    Eso espero, aunque hay que reconocer que el Capitalismo ha mostrado una gran capacidad de superviviencia hasta el momento. Y nada implica que no se puedan desarrollar más las fuerzas productivas en otro sistema, por mucho que el capitalismo sea mucho mejor que sistemas anteriores.

    «h) “El capitalista reinvierte la plusvalía” (por supuesto, siempre que haya perspectivas de ganancias). De nuevo, no se entiende qué se quiere demostrar con este argumento. Marx dice que el capitalista se distingue del atesorador en que vuelve a lanzar el capital, para generar más plusvalía, acumularla, y explotar más trabajadores. Por supuesto, la tarea de explotar es un trabajo (como lo era el trabajo del esclavista), y por eso el capitalista se atribuye una ganancia, por encima del interés del capital. ¿Se quiere justificar la explotación porque el trabajo de explotar es arduo?»

    Jajaja. Efectivamente, el pasaje donde critica la abstinencia de Senior (que vale para BB y similares) refleja esto de un modo muy satírico (menudo sacrificio que hacen que en vez de comerse las máquinas de vapor las ponen a trabajar para sacar más dinero)

    Marx a veces es diabólicamente divertido.

    Un saludo y gracias.

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    Antonio

    05/09/2013 at 09:36

  5. Marx no puede demostrar por qué en las fases positivas de los ciclos económicos, también se producen bancarrotas. Su teoría del valor-trabajo no es, ni nunca será cierta porque el valor de una mercancía siempre es subjetivo, les guste o no a los marxistas.

    Sus predicciones de que el salario real se iba a mantener en mínimos niveles de subsistencia fracasaron, y su predicción de que la tasa de ganancia de las empresas iba a a ser cero, no se cumplió nunca en la historia.

    Marx fue refutado tanto en la teoría como en la práctica.

    http://www.enemigosdelestado.com/bohm-bawerk-refuta-teoria-marxista-explotacion/

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    Guido

    05/09/2013 at 10:45

    • Es una tontería polemizar atribuyendo al criticado una tontería que no dijo, para después «demostrar» que el autor criticado dijo una tontería.

      a) «Marx no puede demostrar por qué en las fases positivas de los ciclos económicos, también se producen bancarrotas». En las fases alcistas del ciclo la bancarrota no es un fenómeno generalizado, y esta es una afirmación no solo de Marx, sino de cualquiera que tenga idea de qué es el ciclo de negocios. Lo cual no implica afirmar que no pueden existir bancarrotas.

      b) «Su teoría del valor-trabajo no es, ni nunca será cierta porque el valor de una mercancía siempre es subjetivo, les guste o no a los marxistas». Argumento tautológico. Ni vale la pena comentarlo.

      c) «Sus predicciones de que el salario real se iba a mantener en mínimos niveles de subsistencia fracasaron». Marx planteó que el salario es histórico relativo, y depende, entre otros factores, del desarrollo de las fuerzas productivas. Ya lo he explicado en notas del blo y comentarios, pero a usted esto lo tiene sin cuidado. Lo importante es decir algo que ensucie o confunda.

      d) «su predicción (de Marx) de que la tasa de ganancia de las empresas iba a a ser cero, no se cumplió nunca en la historia». Marx no dijo que la tasa general de ganancia llegaría a cero, y menos sostuvo que tuviera que quedarse en ese nivel. Sí escribió sobre una tendencia a la caída de t. de g. como consecuencia de la acumulación intensiva. Y explicó que las crisis precisamente cumplen la función de restablecer la t. de g.

      Si quiere refutar a Marx, empiece por estudiar qué dice. Mi crítica a la teoría del capital de Böhm Bawerk está apoyada en pasajes de éste, ayudado además por interpretaciones de sus propios discípulos. El principio de toda crítica es tener honestidad intelectual, y partir de lo que el otro afirma. Claro que a usted esto le importa un comino. Después de sus «brillantes» argumentos, concluye: «Marx fue refutado tanto en la teoría como en la práctica». Amén.

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      rolandoastarita

      05/09/2013 at 12:54

  6. Hay críticos de Marx honrados y críticos que es difícil pensar que puedan serlo (y no es que crea que debamos tomar todo lo que dijo Marx como verdad revelada y no se pueda continuar donde él lo dejó)

    Pero cuando uno ve en YouTube una conferencia de un Catedrático español de economía (Huerta de Soto) que dice esto (en una clase que tiene por objeto «refutar» a Marx:

    «Metan ustedes el trabajo que quieran en una tontería, que si tiene demanda subjetiva no tendrá ningún valor en el mercado».

    http://www.youtube.com/watch?v=cPrBhM5leX4

    No me lo invento señor Astarita, lo dice en el minuto 14 más o menos si tiene la paciencia de ver el enlace.

    Entonces, uno sabe que, no en el tomo tres, en el puñetero capítulo primero de «El Capital» Marx dice con meridiana claridad (ya sé que el método dialéctico de exposición despista a más de un economista, pero en este pasaje no creo que haya dudas)

    «Para producir mercancías,no basta producir valores de uso, sino que es menester producir valores de uso para otros, valores de
    uso sociales. (Y no sólo para otros, pura y simplemente. El labriego de la Edad Medía producía el trigo
    del tributo para el señor feudal y el trigo del diezmo para el cura; y, sin embargo, a pesar de producirlo
    para otros, ni el trigo del tributo ni el trigo del diezmo eran mercancías. Para ser mercancía, el producto
    ha de pasar a manos de otro, del que lo consume, por medio de un acto de cambio.) Finalmente,
    ningún objeto puede ser un valor sin ser a la vez objeto útil. Si es inútil, lo será también el trabajo que
    éste encierra; no contará como trabajo ni representará, por tanto, un valor.»

    Entonces tengo varias opciones:

    A-Huerta de Soto no sabe leer, es tonto.
    B-Huerta de Soto no ha leído el PRIMER CAPÍTULO de El Capital.
    C-Huerta de Soto es deshonesto intelectualmente.

    Lo siento, pero la más probable es la C. No se puede concebir que un catedrático de universidad no sepa leer peor que yo, que no lo soy, ni siquiera economista (aunque me interese la economía) y no se puede concebir que no se haya leído ni el primer capítulo de la obra que está criticando.

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    Antonio

    05/09/2013 at 14:42

    • Lo de este video es muy fuerte, que el máximo referente intelectual español de la Escuela Austriaca pueda decir estas tonterías es delirante.

      Bueno, también decir que Huerta de Soto que ahora anda criticando al liberalismo clásico minarquista y ahora es un adalid del anarcocapitalismo es un funcionario del Estado Español, y encima miembro del Opus Dei.

      Este De Soto o tiene un problema importante de bipolaridad o es un hipócrita, desde luego para mi no tiene ninguna credibilidad intelectual y mientras los «austriacos» españoles tengan estos referentes vamos bien

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      Carlx

      06/09/2013 at 21:44

  7. «Si no tiene demanda subjetiva no tiene valor en el mercado», me he saltado el «no» al citarle.

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    Antonio

    05/09/2013 at 14:45

  8. Hola Rolando, quería saber si conocés -y qué opinás- de la postura de Moishe Postone, que se relaciona con tu artículo, en Tiempo, trabajo y dominación social. Intento resumirla en parte:
    Dice Postone
    “Si la Economía Política clásica sienta las bases para una crítica de la sociedad desde el punto de vista del trabajo, la Crítica de la Economía Política implica una crítica de tal punto de vista. De ahí que Marx no acepte la formulación de Ricardo sobre el objetivo de la investigación político-económica, a saber: determinar las leyes que regulan esta distribución de la riqueza social entre las diversas clases de sociedad, ya que tal investigación da por supuestas las formulas del valor y de la riqueza. En vez de ello, en su crítica, Marx reformula el objeto de investigación. El centro de su interés lo ocupan las formas del trabajo, riqueza y producción en el capitalismo, más que el modo de distribución únicamente.”(2006:106-107)
    Ligada a la concepción transhitórica del trabajo que Postone le achaca a lo que él denomina marxismo clásico (entre los que incluye a Dobb y Sweezy), está la consideración del mismo como fuente de riqueza para toda sociedad humana. De ahí que el marxismo clásico (MC) sostenga que lo único que cambia es el modo de distribución de la riqueza social creada por el trabajo, que es siempre el mismo, y que la nota distintiva del trabajo bajo el capitalismo sea de carácter extrínseco, como no podría ser de otra forma. A su vez, esta consideración hace que se posicionen desde el punto de vista del trabajo, de la defensa del trabajo, y les impide ver que Marx criticaba la forma que el trabajo adoptaba bajo el capitalismo. Pues la crítica de Marx, siempre según Postone, pone el eje en el modo de producción de la riqueza, es decir, de la forma que esta toma en el capitalismo (el valor), y, por ello mismo, en aquello que la produce: el trabajo humano. Por último, la concepción transhitórica del trabajo, lleva a los marxistas clásicos a convertirlo en el sustrato ontológico de toda sociedad humana. (Cf 2006:110) Debido a esto, para el MC el contenido (trabajo) y la forma (valor) son disociables, pues el trabajo es siempre el mismo, en tanto categoría transhistórica, mientras que el valor o la forma social en la que el trabajo se expresa, corresponde al modo en que se distribuye la riqueza. Es por esto que, la tarea de la crítica, desde este punto de vista del trabajo sostenido por el MC, consiste en desmitificar la forma en la que se presenta el trabajo, desfetichizarla, para que el trabajo se muestre a sí mismo como fuente de la riqueza social, esto -más la abolición de la propiedad privada de los MP- sería el socialismo (Cf 2006: 111-112) Ahora bien, según Postone: “el trabajo es en realidad, de acuerdo con Marx, socialmente constitutivo y determinante pero únicamente en el capitalismo (…) En el análisis de Marx (…) las formas de la mistificación (lo que él denominó fetiche) están definitivamente relacionadas de manera intrínseca con su contenido –son tratadas como formas necesarias de aparición de una esencia que a la vez expresan y ocultan (…) En otras palabras, las formas sociales impersonales, cuasiobjetivas, expresadas por categorías tales como mercancía y valor no disfrazan simplemente las relaciones sociales reales del capitalismo (es decir, las relaciones de clase), las estructuras abstractas expresadas por esas categorías son, más bien, esas relaciones sociales reales ” (2006: 112-113)
    Perdón por la extensión, pero realmente me llamó la atención la lectura de Postone. Saludos.

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    Ignacio

    05/09/2013 at 22:37

    • Por la cita no sé si alcanzo a comprender la posición de Postone (a quien no conocía). De todas maneras, a partir de lo que leo, no me convence demasiado. En la teoría de Marx, el trabajo es fuente de riqueza para toda sociedad. De ahí que sostenga que el trabajo, considerado como universalidad abstracta, es la relación «más simple y antigua en que entran los hombres cualquiera sea la forma de sociedad» (Introducción a la Crítica de la Econ. Pol). La idea de que el trabajo fue central en el proceso de hominización también está en el centro del pensamiento de Marx y Engels. Estoy lejos de ser conocedor del tema, pero amigos antropólogos me dicen que la antropología moderna coincide en esto.
      Por otra parte, es claro que Marx critica la forma del trabajo en la sociedad capitalista. En la sociedad capitalista el trabajo solo cuenta en tanto trabajo abstracto, trabajo generador de valor, etc. Pero no veo que Sweezy o Dobb (ni otros destacados marxistas clásicos) hayan pasado por alto este carácter del trabajo capitalista. Por ejemplo, la obra de Braverman se hizo bajo los «auspicios» de Sweezy. Otro tema es que Dobb no haya distinguido adecuadamente, en mi opinión, entre la teoría del valor de Marx y la de Ricardo, y en este sentido no haya dado toda su importancia a la forma del valor. Pero de ahí a que no haya visto la especificidad del trabajo bajo su forma asalariada capitalista, me parece que hay un trecho muy largo.

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      rolandoastarita

      06/09/2013 at 08:58

    • Hago un último intento por sintetizar el punto de Postone, espero no molestarte:

      «Según Sweezy la ley del valor es (…) un intento de explicar cómo funciona el mercado autorregulado, que implica considerar el valor únicamente como una categoría de la distribución» (2006:93) En el siguiente párrafo sigue: «Sin embargo, la categoría de valor no puede ser adecuadamente comprendida en los términos exclusivos del modo de distribución. Marx no sólo analiza la manera en que la distribución se lleva a efecto, sino también qué se distribuye (…) trata al valor como una forma histórica específica de la riqueza. Sin embargo, cuando el valor se concibe esencialmente como una categoría de la distribución mediada por el mercado, es tratado como un modo de distribución de la riqueza históricamente específico, pero no como una forma específica de la riqueza en sí misma» (2006: 93-94) Y, finalmente, dice: «Dado que la interpretación tradicional del valor como categoría de la distribución de la riqueza ha pasado por alto la oposición que Marx establece entre el valor y lo que él llama «riqueza real», esta interpretación no puede analizar la especificidad histórica del tipo de trabajo que constituye valor (…) Si, en cualquier caso, el valor fuera simplemente una categoría de la distribución de la riqueza, el trabajo que conforma esa riqueza no diferiría intrínsecamente del trabajo en formaciones no capitalistas. La diferencia entre ellos sería extrínseca, una merca cuestión de cómo se coordinan socialmente» (2006: 94) De ahí que luego diga que entendieron al trabajo -al igual que Ricardo- tal como se da en el capitalismo, como categoría transhistórica, no se refiere sólo al trabajo abstracto.

      Te pido disculpas, entiendo que es un tema que no puedo pretender resumir aquí, mucho menos si no sabés ni de quién te estoy hablando, pero aprecio tu opinión al respecto.

      Saludos.

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      Ignacio

      06/09/2013 at 12:05

    • Por lo citado, no alcanzo a entender qué quiere decir Postone, ni el sentido de su crítica a Sweezy (o al marxismo clásico). No entiendo en primer lugar en qué sentido dice que Sweezy consideraba al valor «únicamente como una categoría de la distribución». Según recuerdo de lo leído en Sweezy, el valor era producto del trabajo socialmente necesario. Las categorías de distribución en Sweezy son valor de la fuerza de trabajo y plusvalía, o sus formas de aparición, salario, ganancia, renta, etc. Por otra parte, creo que Sweezy, o los marxistas «clásicos» (como Dobb, Baran, Mandel) no tenían problema en considerar que la riqueza en la sociedad capitalista toma la forma social de mercancía, y por lo tanto se encarna en valores. Ellos eran conscientes de la oposición entre valor y riqueza (esto es, entre valor y valor de uso). Se puede tal vez encontrar diferencias de matices, pero no creo que esto deba ser motivo de una crítica importante. No puedo entender dónde ve este autor el problema. Además, Sweezy y los demás consideraron al trabajo asalariado como una forma histórica específica. Tal vez si lo leyera completo, pudiera entender a qué apunta.

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      rolandoastarita

      06/09/2013 at 14:45

  9. Creo que tendría mucho interés un tratamiento de la siguiente cuestión.

    Imaginemos una economía formada por cooperativas, todos los trabajadores son socios de las cooperativas, aunque pueden contratar a gestores asalariados. No reviste interés la estructura de la financiación de la empresas, lo relevante en este modelo simplificado es que son los trabajadores quienes se apropian del residuo, quiero decir que si por ejemplo compran los medios de producción a crédito o no es algo secundario: lo importante es que son ellos los que deciden la distribución del excedente. Se trata de empresas que actúan como promotoras de mercados, que compiten en la arena económica por cuota de mercado y por tanto rige la ley del valor.

    -Comparación entre la parte del residuo consumido por los trabajadores , es decir , que no se reinvierte en la empresa, y/o se dedica a remunerar al gerente asalariado si lo hubiere, con el salario de una empresa capitalista.

    Conozco tratamientos sraffianos de temática similar, Fabio Petri por ejemplo, pero marxistas no.

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    Karl Mill

    06/09/2013 at 19:07

    • No se si esto que voy a comentar es un offtopic, pero ya que mencionas el tema de las cooperativas…, voy a dar una opinión personal de como creo que sería la forma de llegar a una sociedad socialista sin explotación.

      Por lo que leo en este foro creo que los marxistas que participáis en el y al igual que yo renegáis de lo que se mal llamó socialismo real, que no fue más que una tiranía de una casta que se autodenominaban socialistas, o comunistas pero que explotaron a los trabajadores igual que los explotaban las castas dominantes que derrocaron.
      Tampoco parece que la revolución bolivariana sea el socialismo del futuro, o la forma de llegar a una sociedad socialista, por lo menos a mi me deja más sombras que luces.
      Viendo que el único socialismo que «triunfó» que para mi fue el socialdemócrata y su Estado del Bienestar sobre todo en los países escandinavos, pero que al final no siguió el camino de abolir la explotación del hombre por el hombre sino que parece que cada día están virando más hacia el liberalismo, socio liberalismo o como lo quieran llamar.

      ¿No creéis que la única de forma política de llegar a una sociedad sin clases sociales y sin explotación del hombre por el hombre tendría que ser de forma democrática, con una democracia directa al estilo suizo?
      ¿Y económicamente por medio de empresas Cooperativas donde poco a poco se acabe con la dualidad capitalista-asalariado?

      Creo que los pasos de un modo de producción a otro a lo largo de la historia ocurren cuando aparece un sistema más eficiente, ¿si llegan al poder de forma democrática partidos socialistas que aún dentro de nuestro modelo capitalista y por medios fiscales favorezcan la creación de empresas Cooperativas y de productores independientes y penalizen a las empresas capitalistas no sería un buen camino?

      Por otro lado y si alguien me lo puede explicar y aunque sea también un offtopic, lo de la dictadura del proletariado fue un error monumental de Marx, o es que sus seguidores como Lenin o Stalin lo desvirtuaron.
      ¿La dictadura del proletariado para Marx era algo parecido a la Comuna de París o lo que ocurrió en la URSS?

      Otra vez perdón si son temas que no os resultan interesantes o no es el sitio para comentarlos, pero es que tanta frustración siento cuando escucho las críticas al marxismo desde el liberalismo por su falta de rigurosidad y conocimiento sobre el mismo como que me tiren tomos de Lenin a la cabeza para explicarme como tiene que ser el socialismo

      Un saludo

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      Carlx

      07/09/2013 at 12:43

  10. Este párrafo de un comentario suyo me resulta muy interesante:

    «La idea de que el trabajo fue central en el proceso de hominización también está en el centro del pensamiento de Marx y Engels. Estoy lejos de ser conocedor del tema, pero amigos antropólogos me dicen que la antropología moderna coincide en esto.»

    Conozco el manuscrito inacabado de Engels al respecto , el papel central del trabajo en el origen del hombre, en el desarrollo de su cerebro y pregunto ¿ esto no sería una forma de lamarckismo? Un neodarwinista supongo que diría que hubo primero unas mutaciones aleatorias y que esas mutaciones propiciaron una mejor adaptación al ambiente y que esto por selección natural dió lugar al hombre .

    Pregunto sin tener los conocimientos necesarios y es un tema al que he dado bastantes vueltas.

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    Ramón

    06/09/2013 at 20:08

    • ¿ No puede responderme Pf. Astarita?

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      Ramón

      08/09/2013 at 17:50

    • No puedo responder porque no soy antropólogo, ni conozco suficiente el tema. Prefiero que responda otra persona, que esté más versada en el asunto.

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      rolandoastarita

      08/09/2013 at 21:56

    • Gracias Pf. Astarita. Que vaya por delante que yo no estoy cerrado a tesis lamarckistas, de hecho a Margulis mucho la califican así o neolamarckista. Por ejemplo, no puede explicarse que organismos más simples den lugar a seres con adn como las bacterias mediante la mutación del adn. Hablo desde el desconocimiento pero entiendo que la solución se mueve en niveles muy sutiles y donde hay que hilar muy fino.

      ¿Y al segundo comentario que planteé puede responderme?

      Gracias.

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      Ramón

      09/09/2013 at 07:17

    • Sobre su segundo comentario, no entiendo bien a qué se refiere con «la tesis industrialista de Ivan Illich».

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      rolandoastarita

      09/09/2013 at 08:38

    • Me refiero a la industrialización del fetichismo del pensador austriaco Ivan Illich cuya tesis sería que los requisitos de producción del proceso tecnológico y las organización industriales serían los factores más determinantes de la naturaleza y la forma de las sociedades desarrolladas occidentales. Y donde las clases sociales y la propiedad se convierten en categorías obsoletas, desligando la propiedad del poder y trasladándolo a sus administradores, es decir los burócratas.

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      Ramón

      09/09/2013 at 09:17

    • No conozco la obra de este autor, pero por lo que usted escribe, discrepo. De todas maneras, explicar por qué discrepo remite a las tesis centrales de la concepción marxista de relaciones de producción y su vinculación con las fuerzas productivas. Excede el espacio de un comentario.

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      rolandoastarita

      09/09/2013 at 09:58

  11. Otra cuestión ¿ qué opinión tiene sobre la tesis industrialista de Ivan Illich? ¿ Coincide en qué la tesis industrialista desprecia las estructuras económico-sociales que configuran las burocracias y la distribución de los recursos ? ¿ Los partidos políticos en las actuales democracias serían partidos/ empresa con órden jerárquico que buscan maximizar sus beneficos y por lo tanto incapaces de cumplir una función representativa?

    Gracias.

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    Ramón

    06/09/2013 at 20:20

  12. Veo que han dado rienda suelta a cierto regodeo, pero no puedo sino profundizar mi sorpresa al ver que el regodeo no es más que una fantasía que van construyendo sobre sus propios pasos. Nada de lo que se le endilga a Huerta es, si quiera, aproximado a la verdad, sino falacias y más falacias que menean desde el prejuicio y el dogma. ¿Tan profundo ha calado el imperialismo marxiano en sus vidas y sus mentes? Ha de ser doloroso llevar una vida con ese estigma, sinceramente. Lo siento mucho…

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    Willi Muntzenberg

    07/09/2013 at 10:25

    • «Nada de lo que se le endilga a Huerta es, si quiera, aproximado a la verdad, sino falacias y más falacias que menean desde el prejuicio y el dogma». ¿El video está fraguado? ¿Es producto de una conspiración judeo-masónica-bolchevique? ¿Se trata de un actor-impostor, que aparenta desconocer lo elemental de lo que planteó Marx? ¿No tiene límites el «imperialismo marxiano»? Mentes y vidas aplastadas por videos truchos y satánicos. Todo muy alarmante, sin lugar a dudas…

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      rolandoastarita

      07/09/2013 at 10:49

    • ¿Estamos de acuerdo que la persona que sale en ese video «intentando» refutar la teoría de la explotación de Marx es Huerta de Soto no?

      Aquí tienes una crítica punto por punto de Ezequiel al ridículo o al fraude intelectual de Soto en esa clase, http://divulgacionmarxista.wordpress.com/2011/09/04/burradas-de-un-profesor/

      Yo si en algún momento leyese una crítica de Astarita con tan poco nivel intelectual y tan manipuladora hacia algún rival ideológico dejaría de leer a Astarita. Y esto lo extrapolo a todos mis referentes intelectuales.

      Por otro lado creo que las personas tienen que ser consecuentes con lo que predican para ser creíbles. En el terreno personal Huerta de Soto que se considera el adalid del anarco capitalismo español es un funcionario del Estado y encima dice que está ahí para dinamitar el sistema desde dentro, .., jaja, en la Universidad que lleva el nombre del Rey de España.

      ¿Por otro lado como una persona que se dice liberal, que se vanagloria de seguir los postulados del liberalismo puede pertenecer a una secta religiosa?

      Un poco de por favor ¡¡

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      Carlx

      07/09/2013 at 12:24

  13. El problema es el siguiente, a ver si se comprende muchachos. Cuando ustedes critican tanto a Huerta o a otros, lo hacen de la siguiente manera.

    Digamos que vienen escuchando y leyendo una posición teórica que no utiliza las estructuras de explotación y plusvalor (por caso), y que esa posición ha argumentado su postura ya debidamente justificada. Lo que hacen ustedes es lo siguiente; se preguntan -creyendo que están refutando- algo así; «¿Cómo puede ser que tal cosa si la plusvalía tal otra?» «¿Cómo va a hablar tan livianamente de las categorías marxianas cuando la explotación de tal país y bla bla bla?».

    Lo que no distinguen ustedes es que, sin percibirlo, pretenden que Huerta como otros tantos miles, desarrollen sus postulados desde las categorías que ustedes manejan (no solo manejan, sino que han deglutido hasta lo profundo y ya no pueden salir de ellas).

    A ver si les queda claro, esa crítica que linkearon no es una crítica sino una pérdida de tiempo, es mirarse al ombligo propio regodeándose sin nada que refute lo ajeno. Ustedes le piden a otras corrientes de pensamiento que sean marxistas!!, sin hacer el intento de trabajar aquellas propias categorías. Huerta (y no solo el, sino también la vida misma) refuta de forma clara todas y cada una de las categorías marxistas, pero en realidad no lo hace el, sino que ya fue realizado hace más de 100 años. Por eso, y no por ninguna conspiración malévola, el marxismo no ha sido corriente de pensamiento en ningún lado que se precie de propender al avance y el desarrollo. Y cada vez que se hizo el intento de utilizarlo, solo miseria y podredumbre ha sido alcanzada, no riqueza y elevación.

    Muchachos, para criticar a Huerta primero hay que escribir algo como esto: http://www.amazon.es/Dinero-cr%C3%A9dito-bancario-ciclos-econ%C3%B3micos/dp/8472095479

    Y luego, tener una titulación correspondiente que acredite los avales académicos que lo certifican (¡uy, institucionalización burguesa!), de lo contrario quedamos entablando relaciones sociales chamánicas y esotéricas de producción de conocimiento y ya no hay relaciones conscientes de transferencia de un conocimiento y un proceso de enseñanza-aprendizaje, sino tan solo totémicas adoraciones. Saludos!

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    Willi Muntzenberg

    07/09/2013 at 17:18

    • Comprendo el método «científico». Digamos, es como si yo, para criticar la teoría del capital de Böhm Bawerk, le hago decir lo que a mí se me ocurre, de manera que lo pueda criticar. Luego, cuando alguien me reprocha mi procedimiento, respondo que me quieren hacer discutir a Böhm Bawerk utilizando sus categorías. Entonces agrego que lo mío es de alto nivel científico, y que no hay posibilidad de refutarme. Con lo cual, habré criticado a Böhm Bawerk. A esto usted le llama «ciencia» y «alto nivel académico». Comprendo. Es la forma en que ustedes pueden criticar a Marx. En conclusión, pedirles un poco de rigurosidad es pedirles que piensen como marxistas.
      Solo me queda la curiosidad: ¿Para qué siquiera leer a Marx a fin de criticarlo? Además, ya lleva 100 de refutado…

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      rolandoastarita

      07/09/2013 at 17:30

    • Yo era uno de los que tenía ese libro de Huerta de Soto como un libro a leer para entender mejor la economía, precisamente después de este video de de Soto haciendo el ridículo intelectual intentando refutar a Marx sonaron mis alarmas y abandoné la idea de leer nada de este señor.

      Será que ese día no preparó bien la clase y no se leyó ni la primera página de El Capital ¡¡

      Algo muy común entre todos los intelectuales y seguidores de la escuela austriaca es que critican a la escuela económica marxista sin haberse leído nada o casi nada de ella, por tanto es imposible el debate y quedan en constante ridículo.

      ¿Una vez visto ese video quien me dice a mi que Huerta de Soto no tiene el «mismo rigor» científico en el resto de sus argumentos?. A el probablemente no le importe, pero por videos como este perdió un lector.

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      Carlx

      08/09/2013 at 07:05

    • Willi…lo que mas bronca da es que escribas cosas tan asquerosas y ni siquiera leas las notas. Porque no creo que las leas…si las leyeras verías que no hay nada mas lejano que la adoración totémica o a ningún dogma. Se discute, se confronta, y se combate al capitalismo. Quizas a vos te molesta que se haga esto…que la gente empiece a preguntarse seriamente como es que funciona el sistema y como hacer para transformarlo en algo mejor yno en esta mierda que vos defendés acá, embarrando la cancha de forma tan deshonesta. Haceme caso, no seas atrofiado…leé las notas, leé las discusiones, y vas a ver que lo tuyo es absurdo.

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      hugo

      08/09/2013 at 21:02

    • No se trata de regodeo. Se trata de que si Huerta de Soto está implicando, con su frasecita, que Marx decía que basta con que algo tenga insumido 100 horas de trabajo para que tenga un valor, aunque no tenga utilidad o demanda, es falso, porque en el primer capítulo del Capital dice claramente que si no es un trabajo útil o necesario, y por lo tanto no tiene demanda no cuenta como valor.

      Se puden criticar, faltaría más, el método de Marx, sus categorías, sus juicios de valor implícitos o explícitos, su estilo, ciertos esquematismos excesivos en sus análisis, etc. Lo que no se puede es soltar un hombre de paja ante los incautos alumnos a sabiendas de que Marx reconocía el papel de la demanda como condición necesaria del valor. Y eso es sólo uno de los muchos hombres de paja que hay en la conferencia.

      Es verdad que la mayoría de los economistas mainstream no tienen en consideración a la teoría económica marxista (o todo lo más la consideran una curiosidad histórica), y eso tiene que ser explicado.

      Lo que no se puede (si uno es honrado intelectualmente) es inventarse o representar mal lo que dice un autor para criticarlo. ¿Si yo dijera que Böhm-Bawerk no dice que los costes no representan en absoluto un factor en el precio (sólo que no el determinante, sino uno más entre otros, como dice en «Karl Marx y el Cierre de su Sistema») no estaría mintiendo?

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      Antonio

      09/09/2013 at 04:37

  14. No se si lo habrán visto pero por las dudas, recomiendo que observen esta hora y media de conferencia del profesor Huerta De Soto.

    http://www.youtube.com/watch?v=X1fR3ZhFDkQ

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    Willi Muntzenberg

    07/09/2013 at 17:27

    • Y para disimular el papelón teórico cuando nos metimos con Marx, mejor hablar de otra cosa (total, este blog da para todo en materia de democracia y desviar las cosas).

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      rolandoastarita

      07/09/2013 at 17:31

    • El ridículo es cada ves más completo.

      Saludos.

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      Gerardo Daniel

      07/09/2013 at 17:48

  15. Sabe para qué Rolando, le explico, la historia de la humanidad y su maduración no es precisamente un avance de lucha de buenos y malos, ni puede ser explicada mediante materialismo dialéctico, sino sencillamente la maduración humana se da en la medida que los seres vamos desmitificación mitos. De suerte ya sabemos que los faraones eran solo simples mortales, los brujos solo seres intoxicados, las familias reales un grupo de personas parasitarias amparadas por la divinidad solo posible en un contexto de ignorancia y ya llega el momento de terminar con otros, como el que usted aún adora. Saludos!

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    Willi Muntzenberg

    07/09/2013 at 17:39

    • ¡El ridículo ya alcanza niveles insólitos!

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      Gerardo Daniel

      07/09/2013 at 19:38

    • ¿Qué tendrán que ver estas sandeces con la noción marxista de capital? Vaya uno a saber.

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      rolandoastarita

      08/09/2013 at 00:02

  16. Vamos «desmitificando mitos», he querido decir

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    Willi Muntzenberg

    07/09/2013 at 17:40

  17. ¿Qué tendrán que ver? Le cuento en forma escueta; que la noción marxista del capital, es tan solo un mito. Saludos!

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    Willi Muntzenberg

    08/09/2013 at 00:23

    • Esto que estás haciendo es trollear, si no tienes argumentos ni para debatir sobre la teoría del capital de Marx ni para defender la supuesta «demolición», sic, de Huerta de Soto a la teoría de la explotación de Marx no entiendo porque pierdes el tiempo la verdad.

      Si te interesan estos temas lee sobre ellos, pregunta, e intenta opinar con fundamento, sino lo único que haces es quedar en ridículo.

      Que pase el siguiente defensor de la escuela económica austriaca ¡

      Un saludo

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      Carlx

      08/09/2013 at 11:26

  18. Yo leí la primera edición de «Socialismo, cálculo económico y función empresarial» de Huerta de Soto hace más de veinte años. Contiene una exposición muy clara y valiosa del subjetivismo de la Escuela Austriaca , digo valiosa porque en muchos ámbitos de la enseñanza económica actual suele presentarse a Hayek & Company como precursores de la noción de «racionalidad limitada o acotada» y de la «Behaviourial economics» y no señores, es otra cosa. Autores como H. Simon o K.Arrow o incluso Samuelson nunca fueron engañados todo hay que decirlo, pero autores más jóvenes sí han picado. También recuerdo que casi la mitad del libro se emplea en mostrar – a cuenta de Lange- que no se puede utilizar un marco walrasiano para «simular» la actividad de los mercados reales… En fin….

    Existe una amplia crítica de la posición austríaca en el debate sobre el cálculo económico desde posiciones muy heterogéneas, marxistas o no, desde Cockshoot & Cottrell hasta Stiglitz , por ejemplo.

    Y también en lo referente a la teoría monetaria de Huerta se puede consultar esto:http://socialdemocracy21stcentury.blogspot.com.es/search?q=huerta+soto.

    Ese blog, escrito desde una perspectiva postkeynesiana tiene textos excelentes y muy eruditos.

    Ahora bien , creo que lo que debería preocuparnos a la mayoría de los que nos deleitamos con los textos del maestro Astarita – porque muchos lo tenemos por un ejemplo de claridad y compromiso socialista- no es el «capitalismo utópico» sino si nuestro socialismo no será igualmente «utópico».

    Porque una crítica positiva del capitalismo no se agota en una concepción rigurosa y realista del mismo: la verdadera piedra de toque es que exista una alternativa factible. Y una forma de consideración teórica seria de este problema pasa por considerar desde el principio cómo se transformarían los conceptos de dicha crítica en una sociedad postcapitalista que siguiese líneas socialistas.

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    Karl Mill

    08/09/2013 at 11:50

    • Yo a Marx y a la escuela marxista la veo como la explicación más realista y convincente para mi del modo de producción capitalista.
      Aparte concuerdo con su concepción de la historia, con el materialismo histórico y lo tengo como uno de mis máximos referentes intelectuales.

      Pero el problema es que las soluciones que dió el marxismo hasta la fecha para superar el capitalismo y alcanzar una sociedad socialista fracasaron. Para mi la dictadura del proletariado fue un grave error de Marx o una mala interpretación de sus seguidores, pero desde luego creo que fue un fracaso total lo que mal se llamó socialismo real.
      Creo que hasta la fecha lo más parecido al socialismo son los kibutzs judíos.

      Desgraciadamente los socialistas creo que actualmente sólo tenemos el discurso crítico ante el capitalismo, pero no tenemos alternativa al mismo. Ni siquiera una socialdemocracia en claro declive en Europa puede dar batalla ante el liberalismo ni intelectual ni en la gestión, es un grave problema, nos están comiendo en todos los terrenos.
      Suecia, otrora «paraíso» socialdemócrata ahí están con su cheque escolar y sanitario, con su capitalización de las pensiones, con su liberalización económica…….., lo tenemos crudo y estamos faltos de referentes intelectuales como el señor Astarita.

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      Carlx

      08/09/2013 at 13:12

  19. Los kibbutzs han ofrecido los análisis más finos del efecto devastador que tiene la conducta del polizón o «free-rider» sobre los grupos autogestionados.: aunque el número de polizones sea muy pequeño, incluso irrelevante para el desenvolvimiento del grupo al principio, en cuanto son percibidos hay gente que piensa que sólo trabajan ellos y el efecto es muy dañino. Muchos socialistas creen que se acabarían las jerarquías con la socialización, incluso Engels escribió un célebre texto considerando que la autoridad se mantendría sólo como un subproducto de la división técnica del trabajo, pero hoy sabemos que no es así. Somos primates, el resultado de una evolución que básicamente se detuvo en el paleolítico…

    Pero yo me refería más bien a reflexionar en esta línea :https://docs.google.com/a/newschool.edu/viewer?a=v&pid=sites&srcid=bmV3c2Nob29sLmVkdXxkdW5jYW4tZm9sZXktaG9tZXBhZ2V8Z3g6MzVkNThjODk0MjgwYWM1NQ y esta https://docs.google.com/a/newschool.edu/viewer?a=v&pid=sites&srcid=bmV3c2Nob29sLmVkdXxkdW5jYW4tZm9sZXktaG9tZXBhZ2V8Z3g6NTc3YTQyYzJkZTBiYzk2MA

    Por cierto Foley me parece muy condescendiente con Hayek . Yo estoy vacunado de esta debilidad muy de «behavioural economics» gracias a Huerta de Soto entre otros que me dejó claro lo que es el subjetivismo austríaco: ante todo una estrategia inmunizatoria..

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    Karl Mill

    08/09/2013 at 18:23

  20. Los problemas que puedan presentar los kibbuts como otras experiencias anteriores comunales, como los falansterios, tengo la intuición de que tienen que ver fundamentalmente con las escalas, que le darían un salto cualitativo. La disidencia o el chantaje tienen mucha mayor fuerza en estos pequeños grupos autogestionados que en el sistema capitalista y la movilidad de uno a otro espacio carece de la misma transitividad.

    Se suele achacar el problema de estos grupos autogestionados a un régimen autárquico, pero no creo que esté aquí la cuestión, pues podríamos concluir que el mismo planeta tierra es un sistema en gran parte autárquico y endógamo. Por eso el problema, como digo, lo veo en las escalas en que se desarrollo el fenómeno.

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    Ramón

    09/09/2013 at 07:28

  21. Rolando,mi comentario es casi offtopic pero la lectura de la nota me genera reflexiones en torno a la nota sobre trab productivo e improductivo¿es correcto concluir que el trabajo es productivo si y solo si además de explotar trabajo asalariado agrega valor de uso (fundamento del valor)y se sanciona ese valor en el mercado? ¿son estas condiciones necesarias y suficientes de conjunto?
    Es decir, el ejemplo del plomero independiente que arregla cañerías no explota trabajo asalariado y sin embargo agrega valor de uso, y entiendo que es improductivo porque no hay plusvalçia aquí.
    Por otro lado, un empleado público que trabaja en la construcción de una cloaca por ejemplo es explotado, agrega valor de uso y sin embargo es improductivo siempre que la cloaca no se venda en el mercado.
    Una persona que cobra en la caja de un supermercado no agrega valor de uso pero es explotada por el capitalista, y acá se me queman los papeles, porque entiendo que el supermercado tampoco es porductivo, aunque no me queda claro de dónde sale la diferencia entre precios mayoristas y minoristas.
    Pongamos entonces el ejemplo fácil del capataz, que es explotado pero no agrega valor y la planta en la que opera concurre al mercado con sus mercancías.
    Y si analizo los ejemplos, ninguno cumpliría con las tres condiciones de la pregunta a la misma vez, y el que cumple con ellas es el típico del obrero de la línea de montaje que pone tornillos todo el día.
    Saludos

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    Ilichito

    17/09/2013 at 03:06

  22. Hola buenas tardes sr. Astarita,

    le realizo algunas preguntas desde la honestidad intelectual. Mi intención no es atacar, sino aprender, y por ello, acude a su blog por ser un nicho de conocimiento. Mis respetos por delante.

    1. [..] “Hay gente que empieza de a poco y puede convertirse en capitalista”. Esto es sabido. Pero no niega el hecho de que la producción de la inmensa mayoría de los bienes y servicios exigen medios materiales de producción. Esto es lo que explica que para la inmensa mayoría de la población que no es propietaria de los medios de producción, la única opción es intentar vender su fuerza de trabajo[..]

    según estadísticas del INE (http://goo.gl/WM9y3), en nuestro país, en 2012, existen en torno a los 3.200.000 empresas (en 2009, antes de la crisis, en torno a los 3.400.000), desde autónomos hasta grandes empresas (más de 250 empleados). A día de hoy, existen en torno a 16 millones de trabajadores, de los cuales, aproximadamente 3 son públicos (por dar cifras redondas; para mi exposición, no es importante ser exactos). Esto nos proporciona una cifra de empleados del sector privado en torno a los 12 millones, de los cuales 3 son empresarios (unos propietarios de los medios de producción, y otros por amortizarlos). Esto nos proporciona una relación de 3,75:1, es decir, que por cada 3,75 trabajadores, 1 no «vende su fuerza de trabajo para un empresario», sino que es empresario. No he incluido el sector público porque no queda claro para quien trabajan, y el objetivo de mi estadística era ver cómo son los porcentajes de las relaciones laborales en el sector privado. Los desempleados tampoco los he incluido, ya que haríamos wishful thinking de como sería su posible relación laboral. De todas maneras, en 2009 (cuando «solo» existían 3 millones de desempleados), la relación era aproximadamente de 4,1:1, es decir, que de cada 4 trabajadores, 1 era empresario.

    Mi conclusión es que esa relación de empresario libre vs trabajador que vende su fuerza de trabajo, que Marx la describe como desequilibrada, no es tal (al menos, desde mi punto de vista). Pero es que si la comparamos desde la revolución industrial del siglo xviii, se puede observar una clara y sobresaliente evolución. Sin embargo desde el marxismo económico, es tiende a hacer ver una realidad distorsionada, como si solo el 1% de la población activa en edad de trabajar, fuese la privilegiada de ser empresario o propietario de los medios de producción (o ambas a la vez). Y la teoría, desde mi punto de vista, no sostiene la realidad.

    2. Lo anterior vale para el caso de las cooperativas obreras. 100 trabajadores carentes de dinero para adquirir maquinaria o instalaciones, no forman una empresa.

    la teoría de Marx sobre la incapacidad de crear valor sin capital (bienes de capital), se falsa rápidamente cuando la realidad nos proporciona no solamente pymes, sino multinacionales que comenzaron sin apenas capital, como HP o Google en un garaje, o Zara como una pequeña tienda de arreglos. ¿no son las cooperativas o autónomos, modelos de «no venta de factor trabajo», sino de estructuras donde los trabajadores son dueños de sus medios de producción, y donde no existe plusvalor o explotación del trabajador? ¿por qué no existen mas cooperativas? la respuesta es independiente de que el capital con el que adquieren los bienes de capital, es su ahorro, o es aportado por el capitalista. Y la respuesta es obvia: normalmente un trabajador, prefiere vender su factor trabajo por un salario, que exponerse a la incertidumbre, como son la aversión al riesgo (que el modelo de negocio no funcione), o la preferencia temporal (yo no presto capital equivalentes a 100 unidades de una mercancía ahora, para obtener las mismas 100 unidades dentro de 10 años).

    3. dado que la tasa de ganancia promedio es del 10%, eliminar el capitalismo no reportaría un gran beneficio para los trabajadores. Dos cuestiones: Primero, la crítica del marxismo es a la relación de explotación, no a la cuantía de la explotación.

    cuando se habla de una ROE del 10%, se está refiriendo a la tasa de ganancia del capitalista. Cuando desde la perspectiva de Marx, se habla de la «explotación del trabajador», obligándole a solo obtener un «salario de subsistencia», porque el «capitalista se queda con la plusvalía del trabajador», se está intentando hacer creer que el capitalista se lleva el 90% de las mercancías vendidas. Ese ha sido siempre el objetivo de los economistas marxistas, distorsionar la realidad (lo digo desde el respeto, no se sienta ofendido) para que parezca que una minoría (el 1%) de empresarios/capitalistas, explota al otro 99% (trabajadores), arrebatándoles el 90% de su creación de valor.

    Y eso es distorsionar la realidad, porque los mejores empresarios del mundo (lo mejor de lo mejor, es decir, los que cotizan en la bolsa), solo han conseguido obtener una rentabilidad media del 10% en todo el siglo xx. ¿porque el capitalista obtenga una rentabilidad del 10%, está condenando al trabajador a un salario de subsistencia?

    es que la cuantía de la explotación sí es importante, no solamente la relación. porque es la cuantía lo que determina la perspectiva de qué hablamos. ¿se puede decir que un capitalista te «explota» por adelantarte todos los bienes de capital para que comiences a operar, y solo se lleve de rentabilidad un 10%? perdón pero no. El capitalista está exponiendo y arriesgando su ahorro (¿qué no son los capitalistas, sino todos nosotros, con nuestros ahorros?) para no solamente obtener un beneficio (rentabilidad), sino crear otro beneficio (que otros creen valor). Y cualquiera que sepa como funciona el dinero y el crédito, sabe que el crédito es indispensable para crear nuevo valor y nuevo dinero.

    Por supuesto, la tarea de explotar es un trabajo (como lo era el trabajo del esclavista), y por eso el capitalista se atribuye una ganancia, por encima del interés del capital. ¿Se quiere justificar la explotación porque el trabajo de explotar es arduo?

    yo y unos amigos queremos comenzar una empresa de software, y para ello, requerimos de capital. acudimos a un «canalizador de ahorro agregado de los ciudadanos» (banco), y nos proporciona un capital con el que comenzar operaciones. Ojo, no tengo ningún bien de capital: ordenadores, local, y un largo etcétera. Después de un tiempo, conseguimos comenzar a tener rentabilidad, amortizar deuda, y nos convertimos en dueño de los medios de producción. ¿donde está la esclavitud? sí, he tenido que trabajar duro para devolver el principal y los intereses. ¿y? ¿habría alguna diferencia si solo tuviera que devolver el principal? el trabajo tendría que haberlo hecho igual. Yo veo lógico que alguien que me prestó el dinero (¿un amigo?), quiera obtener un tipo de interés por 1. el riesgo de prestarme, y 2. porque considero justo que no quiera que le devuelva lo mismo que me prestó.

    de verdad que no entiendo todo esto relacionado con la esclavitud. estamos hablando de relaciones voluntarias, y donde hoy en día, con buenas ideas, la capacidad de convertirte en empresario son máximas.

    “Su teoría del valor-trabajo no es, ni nunca será cierta porque el valor de una mercancía siempre es subjetivo, les guste o no a los marxistas”. Argumento tautológico.

    para mi es tautológico que el valor de una mercancía, y por tanto, su valor de cambio, venga determinado por su factor trabajo. ¿tiene valor construir un tren a vapor del siglo xix en 2013? según Marx, sí, y vendría determinado por el valor del factor trabajo (número de horas empleadas, dificultad, etc.). ¿La gente en 2013 valorarían ese valor como lo hacían en el siglo xix? no. Es más, el valor valorado en trabajo, sería de varios ordenes de magnitud superiores al valor de cambio que la gente estaría dispuesta a paga por ello.

    Muchas gracias por su tiempo sr. Astarita.

    un cordial saludo

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    Kahuna

    18/09/2013 at 09:34

    • Kahuna, por lo del tren a vapor leete las dos últimas notas del blog que justamente se discute ese aspecto de la ley del valor de marx. Por lo de tu empresa…si no tenés muchos empleados no sos lo que se dice un capitalista en funciones, porque tenés que producir vos mismo y no a vivir de las plusvalías que producen otros. El día en que dejes de programar softwares vos mismo, y contrates varios miles de empleados, y contrates a otros para que controlen lo que tus empleados hacen, y contrates psicólogos para motivarlos a que lo mejor que tienen en su vida es su trabajo, vas a poder considerarte un capitalista hecho y derecho.
      Por último, habría que ver bien las estadísticas, pero el hecho de que la gente sea monotributista no debe traducirse a que sean empresarios dueños de medios de producción. Lo cierto es que en la rama de la economía que quieras, la tendencia es a la concentración del capital

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      Hugo

      18/09/2013 at 12:29

    • @Hugo,

      gracias por tus comentarios. Creo que estas confundiendo empresario con capitalista, que pueden ser lo mismo, pero no tienen que ser siempre lo mismo.

      en mi empresa, yo y mis compañeros, que desarrollamos software (somos empresarios), estamos «siendo explotados» por un capitalista, que es quien nos proporciona el crédito con el que comenzar operaciones (el ahorro de un agregado de familias y empresas). Y más concretamente, nos explota no porque tengamos que devolverle el principal del crédito, sino por la tasa de interés.

      Es decir, si un amigo nos presta 1 millón de € para comenzar operaciones en nuestra empresa, y no nos pide un interés por devolvérselo, en teoría no nos «explota» ni nos «mantiene esclavizados a un salario de subsistencia», ya que solo tenemos que devolverle el principal. No hay plusvalía del capitalista. No hay tipo de interés.

      Si nos quiere cobrar una tasa de interés del 5% (por riesgo a perder lo que nos presta, y por considerar absurdo que le devolvamos el mismo millón de € dentro de 10 años, que entre otras cosas, se habrá devaluado por la inflación), significa que del 100% de toda la capitalización de nuestra empresa, se lleva un ROE=5% anual (es decir, que de cada 100€, obtiene 5€. Todo lo demás son salarios, amortizaciones, inversión, etc.), por lo que la teoría marxista nos dice que «nos explota», por un «salario de subsistencia», que nos «imposibilita ser propietarios de los medios de producción», y nos «condena a ser obreros toda la vida». ¿Por un 5 o 10%? desde mi punto de vista es anacrónico y distorsiona la realidad.

      pero es solo una opinión personal.

      un abrazo

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      Kahuna

      19/09/2013 at 09:00

    • Es verdad, me confundí. Serían parte de una pequeño o mediana burguesía. Y quienes financian a través de los créditos están obteniedo un derecho a apropiarse de parte de la plusvalía generada en la empresa. Habría que ver cual fue el derrotero de comerciantes y pequeños emprendedores a lo largo de la historia, pero es curioso como sin serlo, ellos adquieren la lógica de pensamiento de un gran capitalista, y culpan de sus fracasos o de la mala fortuna de un país a las excesivas «exigencias» de la clase trabajadora.

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      Hugo

      19/09/2013 at 11:02

  23. Agrego una cucharadita al comentario de Hugo con respecto al comentario de Kahuna.
    No te olvides Kahuna que muchos monotributistas son en realidad obreros en relñación de dependencia, de hecho, es una práctica habitual de precarización laboral, ya sea para no pagar los aportes y evitar la sindicalización y un largo etc (práctica muuuuy extendida en el rubro del transporte) así como para escapar del pago del impuesto a las «ganancias», en donde te ofrecen hacerte figurar como autónomo para que el famoso impuesto no te coma el salario, lo cual es una doble derrota, el patrón se desliga de responsabilidades con el trabajador y además te dejan fuera de las organizaiones de la clase obrera, al menos formalmente, entre otras desventajas.

    Los desempleados son obreros, que no tengan un mameluco puesto no los hace menos obreros, igual que la mayoría de los empleados estatales.

    Las cooperativas, es larga la discusión, pero en principio son un buen camino para que el más vivo de los cooperativistas se convierta en patrón o bien un largo camino a la proletarización, donde por cierto tiempo se trata de hacer algo así como una concentración de capital para mejorar la competitividad pero no existen más cooperativas que las que hay justamente por eso, porque en su gran mayoría están condenadas a que se las coma la competencia.

    La cuestión d ela superioridad del socialismo como MP no tiene mucho que ver con la tasa de ganancia, la cuestión es cualitativa, no cuantitativa, aunque ese factor aparezca como resultado de un modo de producción u otro. Es decir, no se discute si el capitalista gana mucho o poco, se discute que explota trabajo ajeno y que es libre de despedirte y dejarte desamparado, y que se pone la propiedad privada oir encima de la vida, incluso de la vida social en general.

    Si lográs que te den un crédito, y comprás ciertas herramientas y laburás mucho, y lográs vender el producto a precio competitivo, ya tenés un pequeño capital, porque además se está valorizando y explota trabajo, en este caso el tuyo propio, pero todavía no sos un capitalista, porque no vivís completamente del trabajo ajeno, de allí que el capital es además una Relación Social.

    Bueno, paro acá porque se está haciendo largo esto.Saludos

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    Ilichito

    19/09/2013 at 00:15

    • En españa tenemos el equivalente del falso autonomo, ingenioso expediente para que el empresario se libere en parte de las taras a su libertad que le impone la relacion de trabajador por cuenta ajena regulada legalmente.

      Seguro que a esos los consideran tambien capitalistas y gente arriesgada de esa.

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      Antonio

      19/09/2013 at 13:07

    • Hola llichito,

      gracias por tus aportes.

      la cuestión no es solo cualitativa, sino cuantitativa. el sr. Astarita, al igual que Marx en sus teorías de El Capital, expresan de manera explícita qué es el capital, el plusvalor, y su relación con la realidad social de los trabajadores (también denominados ‘obreros’ en la época de Marx). Y un macro resumen podría ser:

      La teoría marxista nos dice que el capitalista es «propietario de los medios de producción», por lo que al exigir un tipo de interés por adelantar el capital necesario para comenzar operaciones, “explota al obrero”, por un “salario de subsistencia”, que les “imposibilita ser propietarios de los medios de producción”, y los “condena a ser obreros toda la vida”, por su incapacidad de acceder al ahorro necesario como para ser «liberado». Esto implica que el capitalista «se perpetua», «cada vez acumula más capital», mientras que la clase obrera está condenada a tener una relación de subyugación crónica, para él y «sus descendientes».

      Marx, al igual que el sr. Astarita, describe una realidad distorsionada (en mi opinión, por supuesto). Se utilizan adjetivos que:

      1. describen una realidad de subsistencia, explotación, precarización y esclavitud por parte de la clase obrera, ya que lo que reciben es un «salario de subsistencia»,
      2. que El Capital crea cada vez más acumulación por parte de una cada vez más minoría,
      3. que ésta minoría se perpetua en el tiempo,
      4. que este «sistema» capitalista imposibilita que el obrero se convierta en propietario de los medios de producción,
      5. que esta relación social capitalista-obrero, se transfiere a los descendientes de los propios obreros.

      Es desde este enfoque desde donde se puede comprender mi post inicial, y es que la realidad de la evolución del el capitalismo, desde unos inicios completamente imperfectos, hasta nuestros días (menos imperfecto, pero aun así, imperfecto), nos proporciona evidencias totalmente diferentes.

      Y las evidencias son:

      1. Si el capitalista (o agregado de capitalistas, como son los accionistas de una empresa), de toda la capitalización de una empresa, solo obtiene una rentabilidad del 5% anual (ya digo que los mejores de los mejores de todo el siglo xx, solo pudieron obtener un 10% de media), mientras que el resto del 95% es la capitalización de la empresa (salarios, inversión, amortización, y un largo etcétera; en resumen, lo que obtendría una cooperativa dueña de los medios de producción) ¿podemos decir que por un 5%, condena al trabajador a «un salario de subsistencia»? eso es distorsionar la realidad. El marxismo trata de crear una imagen de que el empresario (o capitalista, o ambos), obtienen una plusvalía del 50%, 70% o 90% del factor trabajo de los «obreros», cuando eso no es cierto, ya que es menor al 10%. Si fuera así, podríamos debatir sobre ello, e igual no opinaría lo mismo, pero no es el caso, y es una falacia. Y es curioso que si tienes que devolver el principal, no te estén explotando, pero si lo tienes que devolver con un interés, sí.

      2. El Capital no se acumula cada vez en menos manos, el capital es ahorro. Todos somos capitalistas. Todos aquellos que tenemos un ahorro en nuestra cuenta bancaria, somos capitalistas. Jamás en la historia de la humanidad, se ha tenido una clase media con semejante capacidad de ahorro (capital) como en nuestros tiempos. La evolución de «el capital» es evidencia. No se ha ido concentrando en pocas manos, sino que se ha ido distribuyendo.

      3. Esa supuesta minoría no puede perpetuarse en el tiempo, porque la propia dinámica de el capitalismo, requiere que miles de empresas y capitalistas pierdan su capital por quiebra de la empresa, mientras nuevas y ya existentes, continúen operaciones por ser más eficientes y productivas . Existen multitud de estadísticas científicas que ponen de manifiesto la evidencia de que existe la movilidad entre percentiles de renta y wealth. Es decir, un individuo nace sin wealth, pero a medida que va progresando en la vida (educación, know-how, experiencia, etc.), va moviéndose hacia percentiles superiores. E igual ocurre con los que pertenecen a las rentas más altas: no son siempre los mismos, sino que suben nuevos, y bajan antiguos. Es una distorsión el hacer creer que son los mismos, y que se perpetuán.

      4. una cooperativa que comienza operaciones con los ahorros de sus trabajadores, no está siendo explotado por el capital. Una cooperativa que comienza operaciones gracias al capital, si son productivos y proporcionan valor, llegará un día que amorticen deuda, se conviertan en dueños de los medios de producción, y a partir de aquí, continúen operaciones con su propio equity. Lo mismo para los autónomos. Es una falacia que los «obreros» no puedan convertirse en dueños de sus medios de producción.

      5. Que un individuo nazca en una familia de trabajadores, no significa que él continúe como trabajador por sistema. Cada vez son más y más los individuos que se convierte en empresarios, y familias que se convierten en capitalistas (tienen ahorro con el que obtener una rentabilidad). Y la prueba es que en nuestro país, en 2012, existían 3.200.000 empresas (de todo tipo). Por cada 4 individuos en activo, 1 es empresario. Y si comparamos con otros países más desarrollados que nosotros en capital y empresa, esa relación es mucho mayor. Y ha sido gracias a la capacidad del capitalismo de proporcionar ahorro a su clase media, que el mundo está más capitalizado que nunca (tiene más ahorro que nunca), lo que significa que existen más facilidades para convertirse en empresario por facilidad de financiación (quien quiera, por supuesto).

      Como bien dice el sr. Astarita, el fin último del marxismo económico es la crítica al capitalismo, y su influencia y poder sobre el factor trabajo. Y la describe con adjetivos explícitos, dando a entender que quien no es capitalista, es un «obrero explotado y condenado a la perpetuidad de la clase a la que se le extrae la plusvalía por parte de la clase capitalista, que ostenta el poder, y por tanto también condenado a la miseria y la pobreza».

      Yo en su día comencé junto a unos amigos una empresa de software, necesitamos capital para comenzar operaciones, y para nada nos sentíamos explotados por un salario de subsistencia. Es más, era lógico que los ahorradores que nos prestaban su ahorro, nos pidieran un tipo de interés por el riesgo que conllevaba. Quien tiene conocimientos de qué es dinero y crédito, sabe que el tipo de interés es fundamental para la creación y expansión de riqueza en un país.

      Y por tanto concluyo que todo esto es una distorsión de la realidad. No se contrasta con lo que ocurre en nuestros días. Marx construyó su teoría en un contexto histórico de mucha mayor pobreza y civilizaciones menos capitalizadas, por lo que concluyó que el futuro sería mucho más negro por la dinámica que tenía el capitalismo en aquel tiempo. Pero la evidencia nos dice que 100 años después, el mundo es mucho mejor que cuando él escribió su obra (o podríamos decir un mundo menos malo).

      un cordial abrazo y espero haberme expresado con respeto, que es mi intención más importante.

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      Kahuna

      20/09/2013 at 05:32

    • «Todos somos capitalistas.» BRILLANTE!!!!!!!!!

      Iba a hacer un comentario, pero pensandolo bien las palabras sobran…

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      Gerardo Daniel

      20/09/2013 at 09:00

  24. No Kahuna…5-10% es la tasa de ganancia o rentabilidad (igual, para mi debe ser mayor). La tasa de explotación es otra cosa. La tasa de explotación es mucho mayor. Relaciona lo que produce un obrero por encima de lo que cuesta «mantenerlo» (s) sobre que cuesta «mantenerlo» (v): e=s/v. Está bien explicado en los esquemas de reproducción del capital de marx, varias veces expuestos aqui. La «salud» del capitalismo depende de que este valor sea positivo, y lo mas grande posible. Y globalmente, las crisis se superan aumentando la tasa de explotación.
    Esto se aplica a empresas con muchos empleados, cuyos dueños son obviamente capitalistas. Quienes financian a estos empresarios están adquiriendo el derecho de apropiarse de una parte de las plusvalías generadas por los trabajadores de esa empresa y son también capitalistas.
    Tu sensación de buena salud y bondades del capitalismo tiene que ver con algo importante, es verdad que no estamos ante la bancarrota del sistema. Pero habría que ver la tedencia global e histórica. Realmente no creo que 1 de cada 4 personas pueda considerarse empresario o parte de la burguesía. Y menos a nivel mundial, donde en los últimos años grandes cantidades de personas tuvieron que emigrar de zonas rurales y fueron a trabajar a las ciudades, por ejemplo.

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    Hugo

    20/09/2013 at 09:54

    • Hola Hugo,

      muchas gracias por tu tiempo.

      tu tasa de explotación es, a modo de resumen, tu extracción de trabajo excedente (o extracción de producción de mercancías excedente). Es la porción del producto neto por encima de la necesaria para mantener a los trabajadores explotados. Y esta extracción es lo que denomina Marx como plusvalía del capitalista. ¿qué es si no la rentabilidad (ROA) de una empresa? pues el excedente de mercancías presentes que no se quedan los trabajadores, sino el capitalista (s) por proporcionar capital. Por eso el capitalismo depende de que esa cifra sea positiva (¿quien invierte capital en una empresa de rentabilidad negativa?). Si quieres miralo desde otra perspectiva. Imagina una cooperativa donde los capitalistas son los trabajadores (aportaron su ahorro para comenzar operaciones), por lo que ellos son los dueños de los medios de producción. Ellos son quienes, no solamente deciden sobre las operaciones de la empresa, sino que se quedan la plusvalía o rentabilidad de esta (que es lo que mantiene ‘viva’ la empresa, ya que es el faro que les permite saber si son competitivos o no), y deciden qué hacer con ella (bien reinvertirla, mejorar salarios, adquirir nuevos bienes de capital, devolver ahorro inicial (deuda), etc.). Si los capitalistas no son los trabajadores, sino un ente externo, obviamente esa rentabilidad no se la quedan ellos.

      Con respecto a 1 de cada 4, son cifras aproximadas y redondeadas. Solo quería poner de manifiesto la distorsión marxista de que solo un “1%” de la sociedad son individuos libres del yugo de la explotación. Es más, si uno mira las cifras con perspectiva histórica, puede ver que esta tasa de crecimiento de empresarios ha crecido de manera espectacular, y su tendencia es a seguir creciendo. Con esto no estoy diciendo que no existan desequilibrios, como los que tu indicas al final. Existen y se debe trabajar para corregirlos. Solo indico que es una distorsión marxista que no se corresponde a la realidad.

      un cordial abrazo

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      Patton Dog

      22/09/2013 at 10:37

    • Hola Patton, gracias a vos.

      Solo para aclarar a que me refiero cuando digo rentabilidad o tasa de ganancia a diferencia de la tasa de explotación. Tomando al conjunto de la economía, la tasa de ganancia es la plusvaía S sobre los costos de capital C y trabajo V: tg=S/(C+V), y la tasa de explotación te = S/V, o sea no estamos hablando de la misma cantidad aunque estan relacionadas.

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      Hugo

      23/09/2013 at 07:21

  25. Kahuna, respondo algunas cuestiones muy puntualmente:

    En principio, ni Astarita ni MArx ni nigún marxista medianamente serio dice que los trabajadores, en términos cuantitativos estén cada vez peor, de hecho, la canasta de bienes de los trabajadores ha aumentado considerablemente a medida que el capitalismo avanza en profundidad, y esto tiene que ver con el desarrollo de las FF Productivas(sin negar tampoco que subsiste y se recrean constantemente «bolsones» de semiesclavitud y extrema pauperización). El punto es que en términos relativos, los capitalistas son cada vez más ricos y los trabajadores, más pobres, porque salario, riqueza pobreza etc se miden en términos históricos. Hace 150 años el burgués andaba en sulky,y el obrero a pata, hace 50 en Kaiser Carabela, y el obrero con suerte en moto, hoy el obrero anda en un Corsa y el burgués tiene jet privado, yate, una colección de autos (al punto que la movilidad no es el problema)etc.

    Respecto a la concentración de la riqueza, ehh, es cuestión de agarrar cualquier diario en la parte de economía o sociedad, y vas a encontrar pilas de informes sobre el aumento de la desigualdad en China , Europa, EEUU, Sudamérica ,Japón, Rusia… que son algo así como el 90 % del PBI global, ¿no basta? Bueno, andá al resto de los paicitos que quedan y vas a encontrar en Australia, Suecia, Estonia, bla bla bla, hay para hacer dulce. Lo cual no niega que existan contratendencias como los hermosos ejemplos de tipos que dejaron de comer mermelada y adelgazaron 30 kilos en 5 años para hacer una diferencia (siempre remarcan su esfuerzo sobrehumano…) que hoy tienen cierto capital, un par de empleados, etc, clase media, media alta, y tal vez grandes empresarios algunos, pero el punto es que ahora el tipo vive del trabajo de otros, por mucho que se haya roto el lomo.

    El hecho de que muchos trabajadores tengan un ahorro puede estar mostrando muchas cosas, como que cada vez se requiere mayor capital para montar una empresa productiva, y por lo tanto, la única que te queda con lo que podés ahorras es ver si le hacés rendir unos intereses o invertir en un depto en el fondo de tu casa, meterte en un plan de ahorro de autos o algo por el estilo dependiendo el país etc, o comprar acciones de alguna empresa, pero eso no te convierte en capitalista, no es un capital, el dinero es capital en la medida en que explota trabajo humano, bien, pero tenes acciones en una empresa, entoces ese dinero se está valorizando y contribuye a la explotación de trabajo¿sos capitalista?Depende de cuántas acciones, o sea, si esas acciones que tenés te permiten tener voz en la dirección por ejemplo, sino seguí participando, porque para ser capitalista tenés que vivir del trabajo explotado o tener la posibilidad de hacerlo, de ahí la cuestión de que es una relación social, porque tu rol social es difente dependiendo que seas esto o lo otro.

    Que el obrero se sienta explotado o no importa bastante poco en términos analítcos, poruqe es una cuestión objetiva el hecho de ser explotado.En tu ejemplo de la empresa de Software ,no considero que el que te prestó dinero a interés te esté explotando, sino que en tu caso está participando del valor que vos generás, y en algún punto serías clase media o por ahí. Distinto sería que vos hubieras contratado programadores y organizases el trabajo, ahí vos serías el capitalista (chiquito por cierto, con un nivel de vida tal vez igual al de un obrero, estaría en transición) y el prestamista estaía participando en la explotación de los programadores. Por cierto, no son estos los casos que importa analizar, pero si me preguntás, los más explotadores en términos absolutos son los capitalistas chicos, porque tienen que compensar la falta de escala de alguna manera.

    Otra cuestión y la corto, hay que ver de qué se habla cuando se dice clase media, empresario, etc, ciertamente, la tendencia es a la proletarizaciónm de sectores de la clse media (profesiones liberales el ejemplo típico). Fijate que el año pasado salio un informe de que en Agrnetina había duplicado la clase media basándose en el aumento de ingreso en dolares, una gansada.

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    Ilichito

    21/09/2013 at 00:20

    • Hola Ilichito, gracias por tu respuesta.

      «ni Astarita ni MArx ni nigún marxista medianamente serio dice que los trabajadores, en términos cuantitativos estén cada vez peor,[..] términos relativos, los capitalistas son cada vez más ricos y los trabajadores, más pobres, porque salario, riqueza pobreza etc se miden en términos históricos»

      permiteme que no este de acuerdo contigo, ni con el sr. Astarita. Marx dice claramente en su análisis del capital que el capitalismo hace tender los salarios de los trabajadores hacia «salarios de subsistencia», ya que es la propia dinámica del capitalismo lo que hace que los capitalistas esten siempre intentando aumentar su «rentabilidad» (o lo que Marx denomina, aumentando la «tasa de extracción»). O dicho de otro modo, como el capitalismo, a medida que aumenta su desarrollo, tiende a aumentar las tasas de extracción, los salarios evolucionan hacia salarios de subsistencia.

      Y alguien que vive en un sistema que a medida que avanza el tiempo, su salario tiende al de subsistencia, no hubiera tendido a vivir en una clase media, donde en Alemania tiene una renta mensual individual (no como household) de 40.000$ anuales, en Suecia 38.000$, en USA 40.000$, España 32.000$ (antes de la crisis), Canada, Australia, y un largo etcetera.

      la única que te queda con lo que podés ahorras es ver si le hacés rendir unos intereses [..] o comprar acciones de alguna empresa, pero eso no te convierte en capitalista, no es un capital, el dinero es capital en la medida en que explota trabajo humano

      si tu ahorro (capital) está invertido, necesariamente estás colaborando en la explotación. ¿qué son los bonos, sino obtener un interes por el factor trabajo de los ciudadanos (impuestos)? ¿o las acciones, sino obtener un interés por prestar capital a una empresa, para que te devuelva un interés a través del factor trabajo de sus trabajadores? no existe el concepto «depende». Si tu tienes invertido tu capital (tu ahorro personal), eres capitalista. Es más, me sorprende el comentario de Gerardo Daniel. El simple hecho de tener tu dinero en un banco, en un deposito a la vista, ya estás invirtiendo como un capitalista. ¿qué hace el banco con tu dinero, sino invertirlo en negocios, vivienda, stocks, bonds, etc., con lo que obtener una rentabilidad, es decir, una plusvalía?

      En tu ejemplo de la empresa de Software ,no considero que el que te prestó dinero a interés te esté explotando, sino que en tu caso está participando del valor que vos generás, y en algún punto serías clase media o por ahí.

      mi ejemplo ha sido muy claro. somos una empresa de software donde todos somos accionistas y por tanto, tenemos voz y voto. Sin embargo, el capital, viene de un capitalista. no existen medias explicaciones. Él, según la teoría marxista, nos extrae de nuestro factor trabajo una plusvalía, «condenandonos a ser clase obrera, y vivir con un salario de subsistencia, para nosotros y nuestros descendientes». ¿me explicas por qué en nuestro caso, él participa del valor que generamos, y los accionistas de Telefónica no? no tiene ningún sentido.

      un cordial abrazo

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      Patton Dog

      22/09/2013 at 10:56

    • Una observación: en El Capital Marx subraya que en la determinación de los salarios entra un componente histórico y social. Por eso, cuando se habla del valor de la fuerza de trabajo, es tal como está determinada en términos históricos y sociales (esto es, incide la fase del ciclo económico, la relación de fuerzas entre las clases, la situación de la burguesía). De la misma manera, el concepto de pobreza en Marx es relativo. Lo que dice Marx es que el salario nunca puede aumentar a un punto en que ponga seriamente en peligro la acumulación capitalista. Precisamente la introducción de la máquina, o las crisis capitalistas, son los factores reguladores esenciales del salario.
      Estas cuestiones las he explicado varias veces en el blog.
      Por otra parte, para la determinación de las clases sociales, lo cuantitativo afecta también lo cualitativo. Marx explica esta cuestión cuando trata la diferencia entre el maestro artesano, que tenía aprendices, y el capitalista. Millones de trabajadores pueden tener ahorros (en forma de bonos, depósitos, algunas acciones) y no por eso se transforman en capitalistas, ya que la fuente de sustento sigue siendo la venta de su fuerza de trabajo. La concentración de los paquetes accionarios sigue estando en manos de una clase social (ver aquí).
      Por otra parte, una cooperativa no es una empresa capitalista.

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      rolandoastarita

      22/09/2013 at 17:04

    • Hola buenos días sr. Rolando,

      muchas gracias por su respuesta.

      cuando se habla del valor de la fuerza de trabajo, es tal como está determinada en términos históricos y sociales (esto es, incide la fase del ciclo económico, la relación de fuerzas entre las clases, la situación de la burguesía)

      Yo voy más allá de todo eso. ¿cómo respondería Marx al hecho de que a medida que un país avanza en capitalismo y libertad de mercado, los trabajadores obtienen mejores salarios? Si Marx dice que es la propia deriva del capitalismo, y la necesidad de aumentar constantemente la ‘extracción de factor trabajo’ por parte del capitalista, ¿cómo es posible que los principales países del mundo, y cada vez más a medida que avanza la historia, disfruten de mejores estándares de vida, tanto en renta media como renta mediana?

      Lo que dice Marx es que el salario nunca puede aumentar a un punto en que ponga seriamente en peligro la acumulación capitalista

      es que esa acumulación capitalista es la rentabilidad de la empresa. Si la rentabilidad de la empresa es 0, la empresa cierra. Es que es necesario que exista acumulación para que exista viabilidad. ¿qué no hacen si no los cooperativistas de una cooperativa, si no es mantener siempre la empresa en números positivos, es decir, acumulación que les beneficia a ellos, pero nunca superior a la inviabilidad de la empresa?

      Pero mi punto de reflexión más profundo es que Marx utiliza de manera explícita una serie de adjetivos de manera voluntaria: «explotación», «salario de subsistencia», «condena a vivir como obrero». ¿de verdad sr. Rolando podemos decir que porque una empresa tenga una rentabilidad del 5% o 10% (máximo histórico medio en el siglo xx), se está condenando a sus «obreros» a un «salario de subsistencia» y que no les permite «escapar de su condición de obrero»?

      Un ejemplo gráfico es Telefónica, que en 2012, con una capitalización bursátil de unos 50.000 millones de €, e invirtiendo solo en salarios en torno a 8.000 millones de € anuales, obtuvo una rentabilidad de 4.000 millones de € (4%), a repartir entre los capitalistas (accionistas ,que entre muchos de ellos, son trabajadores ahorradores). El esto de la ‘cotización’, como puede leer en su balance sheet, es operaciones de la empresa (inversión, amortizaciones, etc.). ¿Es decir, de una empresa que ‘vale’ 50.000, el capitalista se lleva el 4% en un año, y está ‘explotando a los trabajadores condenándolos a un salario de subsistencia y a ser obreros toda la vida’?

      Millones de trabajadores pueden tener ahorros (en forma de bonos, depósitos, algunas acciones) y no por eso se transforman en capitalistas, ya que la fuente de sustento sigue siendo la venta de su fuerza de trabajo

      desde el punto de vista del trabajador que tiene ahorros, acepto que no sea un capitalista al 100%, pero sí que es un capitalista parcial, ya que parte de su renta la obtiene de la plusvalía o «explotación» del factor trabajo de otros trabajadores. Desde el punto de vista del trabajador que trabaja en la compañía donde se le ‘extrae factor trabajo’, le da igual si los capitalistas obtienen toda su renta de la plusvalía o no. Ellos están devolviendo ‘factor trabajo’ a alguien que no son ellos. Por tanto, con todos los respetos, sí somos todos capitalistas, en una mayor o menor medida. porque ¿donde están las fronteras para ser capitalista? ¿que de tu renta mensual, el 50% provenga de tu factor trabajo? ¿10%? ¿75%?

      La idea principal de todo esto sr. Rolando, es la siguiente: ¿tiene sentido prestar un capital a una empresa, para recibir dentro de 10 años la devolución del mismo montante? Imagine que usted tiene un pequeño ahorro, y una empresa conocida por usted, requiere de capital (bienes de capital) para comenzar operaciones en una nueva idea de negocio, y le pide a usted un crédito por valor de 100.000€ a devolver completo dentro de 15 años. Lo primero que usted haría, supongo, es valorar el riesgo de si se lo van a devolver o no (si la idea de la empresa es buena o no). Y segundo valorar si va a necesitar o no, en los próximos 15 años, ese ahorro (va a sacrificar su consumo presente durante ese periodo). Manejando ambas variables ¿usted prestaría esos 100.000€ el año 1, para que le devolvieran los mismos 100.000€ en el año 15? ¿o usted por el factor riesgo y la preferencia temporal, pediría un tipo de interés a cambio?

      un abrazo y muchas gracias por su tiempo

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      Patton Dog

      23/09/2013 at 08:52

    • Primero, Marx sostiene que con el desarrollo de las fuerzas productivas (una característica del capitalismo) los salarios reales tienden a aumentar. Ya lo dije muchas veces en este blog.
      Segundo; el capitalista busca incrementar la tasa de plusvalía, pero esto encuentra límites en la lucha social.
      Tercero: Marx nunca negó que en una sociedad socialista deba existir excedente. Lea la Crítica al Programa de Gotha.
      Cuarto: la tasa de explotación no está determinada por la tasa de ganancia. Y la explotación se define por la relación entre trabajo necesario y plustrabajo, no por la tasa de ganancia. Se trata, además, de un fenómeno objetivo.
      Quinto: la crítica al capitalismo de Marx no se articula en base a lo que se lleva el capitalista a su casa para su consumo personal.
      Sexto: hay una larga literatura marxista de crítica a la justificación de la explotación por el riesgo, la espera, la abstinencia, etc. Lo suyo no aporta nada nuevo a lo ya dicho.

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      rolandoastarita

      23/09/2013 at 09:11

  26. Patton Dog, (ex Kahuna?): nadie está negando que en efecto existe una tasa de interés, la cual está, en última instancia, determinada por la productividad de la industria en general, digo, como para cerrar su insistencia en un punto que no está en discusión.

    Por otro lado, si entendió que lo que se discute no es cuánto gana porcentualmente el capitalista ni la tasa de plusvalía (que no es lo mismo) sino el hecho de que estamos ante un sistema social que se basa en la explotación del trabajo , si estamos de acuerdo en ese punto, es posible avanzar un poco. En la medida en que no hay acuerdo en ese punto es poco fructífero discutir mucho, porque se cae en la chicana del tipo «según Maex el trabajador está condenado a cuasi morirse de hambre», y se cae en este tipo de cosas porque las diferencias son ideológicas, de formación en general.

    Ahora bien, con respecto a que el capitalismo más avanzado tenga una tasa de ganacia en torno al 10-5%, eso no debe llevar al razonamiento mecanicista de que lo que se «ganaría» en una sociedad socialista es solo un 10% de bienestar, para ser sintético. Es bastante distinta la cosa, entre otros factores está el hecho de que en el socialismo, en principio, se evitaría la sobrecapacidad crónica, la plétora de capitales, los despidos por aumento de la productividad o crisis, y lo más importante, el trabajo socializado es en general más productivo por la cooperación humana, entre otras razones (creo que es discusión para otro apartado o esto se haría muy largo) y sin considerar todavía cuestiones políticas o culturales, como la casi virtual desaparición de funciones de mando y control típicamente burgueses y/o de las sociedades de explotación.

    Por otro lado, el hecho de que las empresas más avanzadas tengan una tasa de ganancia de ese orden no niega que en ramas con diferente composición orgánica de capital esta tasa de rentabilidad pueda ser mucho mayor por períodos, incluso en aquellas que no son punteras de una rama, al menos hasta que se equilibren.

    Un punto bastante confuso, creo, es su concepción de clase media, que pareciera estar determinada por el simple hecho de comparar su ingreso en dólares, en ese caso, la gran mayoría de los obreros industriales serían clase media, y no solo en los países que usted cita. En Argentina mismo, un trabajador automotriz, por nivel de ingreso, caería dentro de la clase media, así como camioneros agremiados, ferroviarios, etc.

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    Ilichito

    25/09/2013 at 23:15

    • Hola llichito,

      si entendió que lo que se discute no es cuánto gana porcentualmente el capitalista ni la tasa de plusvalía (que no es lo mismo)

      no es lo mismo, pero está relacionado. La rentabilidad de la empresa podría ser el resumen final de lo que se lleva el capitalista de una empresa y que es ‘extracción de trabajo’ que no se queda la empresa como global (salarios, amortización deudas con terceras empresas, inversión, etc.). Es muy simple de entender si utilizamos como ejemplo una cooperativa. Si el objetivo de la cooperativa es maximizar la rentabilidad, en lugar de maximizar salarios (que es lo que normalmente hacen), al final de año, la cuenta de resultados proporcionará una rentabilidad positiva donde los trabajadores de la empresa decidirán como disponer de ello: invertir en más productividad, repartir dividendos entre ellos mismos, etc. Si no estamos hablando de una cooperativa, esa rentabilidad se la quedan los capitalistas por aportar bienes de capital (normalmente ahorro).

      Ahora bien, con respecto a que el capitalismo más avanzado tenga una tasa de ganacia en torno al 10-5%, eso no debe llevar al razonamiento mecanicista de que lo que se “ganaría” en una sociedad socialista es solo un 10% de bienestar, para ser sintético

      no la he expuesto con esa idea, ya que en realidad ese 5 o 10% realmente se reinvierte en la sociedad en forma de ahorro para creación de nueva riqueza. Mi reflexión era en cuanto a la percepción de los marxistas a pensar que el capitalista explota al trabajador, extrayendo la mayor parte de su factor trabajo (¿más del 50%?), y condenándolo a la miseria de un salario de subsistencia. Cuando la realidad es que el capitalismo solo ha sido capaz, en el medio y largo plazo, de obtener no solo un 10% del factor trabajo, sino un 10% de la capitalización de toda una empresa (que es muy distinto), y en donde se incluyen multitud de variables como son salarios, bienes de capital, inversión, etc.

      no niega que en ramas con diferente composición orgánica de capital esta tasa de rentabilidad pueda ser mucho mayor por períodos,

      si, claro que puede ser. Y de hecho lo es en mercados monopolistas u oligopolistas, donde no existe libertad de mercado y libertad de competencia.

      Un punto bastante confuso, creo, es su concepción de clase media, que pareciera estar determinada por el simple hecho de comparar su ingreso en dólares

      no es lo mismo la capacidad de poder adquisitivo de un médico en Argentina, que uno en Alemania, verdad? cada país tiene su ‘clase media’ correspondiente de acuerdo a multitud de variables. La idea que quería transmitir es que según la crítica de Marx al capitalismo, a medida que éste avanza en complejidad y madurez, el sistema en sí mismo tiende a crear mayor explotación, extracción de factor trabajo, y los salarios tienden a converger hacia los ‘salarios de subsistencia’. En definitiva, según Marx ahora mismo estaríamos mucho peor que en la revolución industrial del siglo xviii, en multitud de variables, como renta per cápita, renta media, mortalidad infantil, esperanza de vida, capacidad de ahorro, etc.

      sin embargo, en aquellos países con más capitalismo, el proceso ha sido a la inversa. Todas las variables anteriormente citadas son infinitamente mejores. Son estadísticas, no interpretaciones. No es lo mismo la clase media de Argentina o Paraguay, que la clase media de USA, Canadá o Alemania, por citar simples ejemplos, ya que el desarrollo del capitalismo, así como la evolución de sus democracias, ha sido diferente en todas esas regiones.

      un cordial abrazo

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      Patton Dog

      26/09/2013 at 09:58

    • Meto una observación. Usted dice «según Marx ahora mismo estaríamos mucho peor que en la revolución industrial del siglo xviii, en multitud de variables, como renta per cápita, renta media, mortalidad infantil, esperanza de vida, capacidad de ahorro, etc».
      ¿De dónde sacó esto? Además, ¿por qué no responde los argumentos que se han presentado, una y otra vez, en este blog, sobre que su afirmación NO ES CIERTA, según la teoría expuesta en El Capital?
      No sólo con respecto al siglo XVIII; también con respecto a 1950 (para tomar una fecha más cercana) a nivel mundial han mejorado los índices de mortalidad infantil, ingreso por habitante, alfabetización, escolarización. Lo cual está en perfecta consonancia con la idea de Marx sobre que el sistema capitalista desarrolla las fuerzas productivas como nunca antes lo hizo ningún otro modo de producción. Toda la posibilidad de acabar con la explotación del capital se basa en ese desarrollo.

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      rolandoastarita

      26/09/2013 at 10:30

  27. En relación a las interrogantes del compañero Joan ….

    Para que un mecánico pueda colocar los pernos de un motor necesita una llave. Una vez puestos los pernos, resulta por demás evidente que quien lo hizo fue el mecánico con ayuda de la llave. A nadie se le ocurriría argumentar que fue la llave la que hizo el trabajo. La llave es una herramienta y de nada sirve sin el trabajo humano. Es un apéndice del trabajo humano. La llave es trabajo muerto (resultado de un trabajo vivo anterior) y carece de capacidad de decisión propia. El punto de partida para la creación de nuevo valor es el trabajo vivo, esta es la opinión de Marx y, desde mi punto de vista, no se equivoca.

    El mismo razonamiento se aplica si la herramienta fueses de un alto grado de complejidad como un robot. Sin embargo, cuando se trata de herramientas de alta complejidad tecnológica se pueden generar algunas confusiones y falsas apreciaciones.

    Supongamos una fábrica ultramoderna. No hace muchos años la planta de máquinas de esta estaba llena de operarios. Ahora no se ve una sola alma. Lo que hay son puros robot. Las materias primas e insumos entran por un lado de la sala y por otro salen los productos terminados. ¡Oh maravilla, pero sí parece que los robots lo hicieran todo! Aparentemente no hay ni un mísero segundo de tiempo de trabajo humano invertido en los productos terminados. Al parecer ahora tenemos un problema teórico: los productos terminados habrían adquirido valor de cambio por el tiempo de trabajo de los robots. ¿No era que sólo el trabajo humano creaba valor?

    En realidad, si hay tiempo de trabajo humano invertido. Lo que sucede es que este adopta una nueva forma de trabajo concreto, dada la presencia de los robots. De esta manera, los antiguos operadores de máquinas han sido sustituidos por operadores de robots que ya no son tan visibles como los antiguos. El caso es que, aunque parezca que los robots tienen vida, siguen siendo herramientas, por lo tanto: trabajo muerto. La clave para desenredar la madeja es precisar cuál es el tiempo de trabajo que les otorga valor a los productos terminados.

    ¿En qué consistía el tiempo de trabajo de los antiguos operarios? Respuesta: en procesar las materias primas e insumos en distintas máquinas y herramientas a través de distintas fases de producción hasta lograr el producto terminado.

    ¿En qué consiste el tiempo de trabajo de los nuevos operarios? Respuesta: en el mantenimiento, implementación, programación, monitoreo, etc. de los robots.

    Hasta aquí está claro que el tiempo de trabajo humano ha cambiado de forma: de antiguos operarios de máquinas convencionales a modernos operarios de robots, y que este tiempo de trabajo humano es la fuente de valor de los productos terminados. Esto es así porque el robot no tiene libre albedrío ni vida consciente. Sin la presencia del humano la máquina es incapaz de hacer algo. Son los mismos operarios los que actúan a través de los robots. Si anulamos a los operarios, automáticamente quedarían anulados los robots.

    Entonces, no es que el robot haya sustituido al trabajo humano; sino que es la nueva modalidad que ha adoptado el trabajo humano para elaborar los productos. De esta manera la presencia del trabajo humano se mantiene tan activa como antes, aunque menos visible. Con lo expuesto queda claro, al menos para mí, que sólo el trabajo de un ser con capacidad de pensar, razonar y vivir en sociedad como el humano, puede crear valor.

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    Amauta

    18/03/2017 at 00:55

  28. Reproduzco esta cita con la que me he tropezado, en Trabajo y capital monopolista de H. Braverman, que abunda en el sentido de los expresado por Amauta. Solo el trabajo humano crea valor, porque solo el hombre, y el hombre individual _aunque siempre organizado socialmente_, es quien tiene la capacidad natural de trabajo: «Labor, like all life processes and bodily functions, is an inalienable property of the human individual. Muscle and brain cannot be separated from persons possessing them; one cannot endow another with one’s own capacity for work, no matter at what price, any more than one can eat, sleep, or perform sex acts for another».

    Y el trabajo es el único principio «creador» de realidades nuevas, en su metabolismo con la naturaleza, también de bienes y de valores económicos. En las sociedades precapitalistas se crean bienes empírico-concretos, que son por ello ya valores de uso objetivos, y el criterio o esencia de su valor es la utilidad para el ser humano, el hecho de que cubran sus necesidades. La utilidad es el criterio tanto para la producción, básicamente, como para el comercio de los excedentes, allí donde el comercio cobra cierta importancia relativa. Y como un momento de dicha utilidad, al menos desde que existe una mínima división de trabajo, se encuentra también el tiempo de trabajo: es decir, será también más útil lo que pueda cubrir las necesidades humanas con menos esfuerzo social, con menos tiempo de trabajo social, y viceversa. Por eso dice Marx que toda sociedad se ve obligada de alguna manera a incluir en la producción el cálculo del tiempo de trabajo.

    En la sociedad capitalista por su parte, y de forma germinal en la mercantilista, se crean valores abstractos, medidos estos exclusivamente en tiempo de trabajo, y donde el bien empírico-concreto es una mera condición de su existencia como valores abstractos. Como estos valores son mera cantidad de trabajo abstracto, indistinto, o tiempos de trabajo, no pueden ser medidos en otra cosa, ni intercambiados con otro criterio. Este novum social requiere desde luego un sistema «cerrado» como el capitalista, esto es, donde producción y circulación, siendo el primero momento determinante, estén interpenetrados.

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    Venancio Andreu Baldó

    21/03/2017 at 21:07

  29. Está documentado que ciertas manadas de monos levantan rocas, bastante pesadas para ellos, y las dejan caer sobre nueces para romperlas y aprovechar su alimento. También puede observarse que algunas aves cogen con el pico un palito y lo introducen en los huecos de los árboles o en los montículos para extraer gusanos o termitas, con los que se alimentan. Algo muy sorprendente es el caso de delfines que colaboran con los pescadores empujando a los peces hacia las redes. Al final de la jornada los delfines se ordenan para recibir su “pago” en pescados. ¿Están trabajando estos animales? ¿Trabajan los animales?

    Los animales no son robots, por lo tanto tienen capacidad de decisión propia. Marx reconoce estas actividades como trabajo instintivo. Incluso, reconoce el trabajo humano instintivo de tiempos prehistóricos.

    Sin embargo, de lo que se trata es entender al trabajo como una categoría económica. En este sentido, la diferencia con los animales se establece mediante el hecho de que el trabajo humano es el único capaz de producir sus medios de vida, transformando la naturaleza dentro de los marcos de una sociedad económica; a partir de lo cual, los individuos adquieren una identidad social y cultural basado en sus condiciones materiales de producción (en lo que producen y en el modo como lo producen)
    Por lo tanto, el trabajo como categoría económica (que es lo que nos interesa) solo es posible con individuos sujetos a un modo de organización para la producción de sus medios de vida, lo que conlleva necesariamente a traspasar la etapa de la simple recolección de los bienes de la naturaleza a la etapa de modificar la naturaleza (como es el caso de la agricultura, por ejemplo) para obtener mejores resultados tanto en cantidad como en calidad.

    En este sentido es muy acertada la aseveración del camarada Venancio Andreu: “Y el trabajo es el único principio “creador” de realidades nuevas, en su metabolismo con la naturaleza, también de bienes y de valores económicos”

    Y que quede claro que sobre este planeta el único “creador” de realidades nuevas es el trabajo humano; el único capaz de combinar esencias de la naturaleza para crear una nueva, de forma consiente y premeditada, capaz de resolver necesidades sociales. Mediante el trabajo los individuos se insertan en una forma de organización que tiene como fin la producción de sus medios de vida (organización económica, que constituye uno de los pilares del complejo social). El continuo perfeccionamiento de las herramientas, la división del trabajo y el intercambio, son las bases elementales de esta organización económica, que desde sus orígenes logró alimentar y sostener poblaciones de crecimiento ilimitado.

    El trabajo instintivo de los animales no supone organización económica, es instinto de sobrevivencia; es decir, no va más allá de un esfuerzo de sobrevivencia, donde la naturaleza silvestre es el límite. Esta incapacidad de transformar la naturaleza niega toda posibilidad de una organización económica. Se trata de una manada que, a lo sumo, pueden apoyarse unos a otros para conseguir sus alimentos de la naturaleza. Sin una economía (por más primaria que esta sea) no hay valor, lo mismo que sin gravedad no puede haber peso.

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    Amauta

    25/03/2017 at 01:47

    • Los robots en un futuro no tan lejano tendrán decisiones propias inteligencia humana, pero al no tener las necesidades humanas de salario no habrá plusvalía. No es una cuestión de inteligencia o conciencia

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      benjamin

      25/03/2017 at 16:57

  30. ¿Como podrían tener esos robots inteligencia humana y no tener necesidades humanas? Creo que está fuera de toda discusión que el desarrollo de la inteligencia humana, desde la lanza con punta de piedra hasta el explorador marciano curiosity, estuvo bien estrechamente relacionado con sus necesidades básicas, en un horizonte de millones de años.

    De pronto, el humano es capaz de crear seres que pueden pensar y razonar como los humanos. Si esto fuera posible, esos seres terminaría dándose cuenta que son robots diferentes de los humanos; ademas, nadie les podría impedir que lean las obras de clásicos del marxismo con lo cual tomarían conciencia de que son explotados por los humanos, entonces podrían formar un sindicato y hasta un ejercito.

    Una vez me preguntaron ¿Quién es Dios? Por responder cualquier cosa exclamé: ¡Dios somos todos nosotros!

    No se porque se me ocurre que no es una idea tan descabellada

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    Amauta

    26/03/2017 at 00:15

  31. «Una máquina que no presta servicios en el proceso de trabajo es inútil. Cae, además, bajo la fuerza
    destructiva del metabolismo natural. El hierro se oxida, la madera se pudre. El hilo que no se teje o no se
    devana, es algodón echado a perder. Corresponde al trabajo vivo apoderarse de esas cosas, despertarlas
    del mundo de los muertos, transformarlas de valores de uso potenciales en valores de uso efectivos y
    operantes». El Capital, I. Creo que lo mismo podría aplicarse a los robots. Pertenecen al mundo de los muertos si no son activados por los humanos. Salvo que, como dice el camarada Amauta, haya un salto tal en la naturaleza que dejen de ser máquinas para convertirse en seres humanos bis, como los humanos dejaron de ser puramente seres biológicos, para convertirse en seres sociales. Pero esto es futurología.

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    Venancio Andreu Baldó

    26/03/2017 at 19:38

  32. Hola,
    ¿Qué entiende usted por «clase media»?
    Gracias. Saludos.

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    juan trigo

    28/03/2017 at 13:26


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