Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

El capitalismo argentino en la década ganada

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El capitalismo argentino en la década ganada

El sábado 27 de julio di una charla sobre la coyuntura económica, invitado por el Frente de Estudiantes Libertarios. Pueden descargar la grabación aquí, aquí o si gustan escuchar online:

Written by rolandoastarita

12/08/2013 a 13:00

10 respuestas

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    Leonardo Sai

    12/08/2013 at 14:29

  2. Rolo: en la charla decís que la inflación erosiona el tipo de cambio alto. O por lo menos esto es lo que entendí.
    Podrías explicarlo brevemente?

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    Roberto

    13/08/2013 at 10:09

  3. Roberto, al crecer relativamente más los precios internos, el resultado es que se abaratan los precios externos (de las importaciones), si el tipo de cambio no se mueve en forma similar a los precios internos. El tipo de cambio real (no el nominal que es simple expresión corriente y a la vista) tiende entonces a descender favoreciendo relativamente menos a las exportaciones y más la importación. En parte es lo que ha venido ocurriendo en los últimos años. Hoy el tipo de cambio real se encuentra más cercano al de la convertibilidad que al de los primeros años del kirchnerismo, favorece menos las exportaciones y presiona sobre el superavit comercial. Todo esto en una explicación muy simple que Rolo te sabrá dar mejor que yo.

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    Esteban

    13/08/2013 at 21:37

    • Amplío un poco la explicación. El tipo de cambio real (TCR = q) es una relación entre canastas de bienes. Formalmente se define como el tipo de cambio nominal (E) multiplicado, por el precio de la canasta de bienes en el extranjero (P*), dividido por el precio de la canasta de bienes doméstica (P). O sea, q = EP*/P. Si calculamos, por ejemplo, el TCR entre Argentina y EEUU, tendremos que E se mide en $/US$, P* será US$/canasta de bienes de EEUU, y P será $/canasta de Argentina. El resultado será canasta de Argentina/canasta de EEUU. Si el TCR = 1, significa que el tipo de cambio nominal está a paridad de poder adquisitivo. Esto significa que con los mismos pesos (o dólares) se compra la misma cantidad de bienes en EEUU, o Argentina.

      Si el TCR aumenta por encima de la unidad, significa que la canasta de EEUU se hace más cara con relación a la canasta argentina. Esto significa que se abaratan las exportaciones, se encarecen las importaciones. Por eso el TCR alto es una manera de ganar competitividad, aunque no haya avance tecnológico. En esencia, consiste en que los capitales locales tengan más competitividad a costa de una caída del salario (en términos de la moneda internacional, el salario debe caer). El «modelo K» de crecimiento con inclusión, a partir de 2003 (en realidad, desde 2002), se basó en esto.

      Lógicamente, si los precios internos suben más que lo que lo hace el tipo de cambio nominal (estando P* más o menos constante), el TCR baja. En ese caso, se pierde competitividad. Es lo que ha estado sucediendo en los últimos años. Por eso el nivel del TCR en relación a EEUU se ha acercado al nivel de los 90. El gobierno está devaluando a un ritmo de aproximadamente el 25% anual; pero la inflación tiende a acelerarse, de manera que tampoco sube el TCR.

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      rolandoastarita

      14/08/2013 at 09:20

  4. Perfecto, tenía la idea de qu el tipo de cambio nominal era lo que importaba.
    De ahí sacaba la idea que la inflación empujaba a subir el tipo de cambio nominal, y a eso se reducía el tipo de «cambio alto».
    La diferencia entre canastas de bienes no la tenía en cuenta.
    Agrego una duda: esa canasta de bienes tiende a ser más cara en los paises dependientes?

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    Roberto

    14/08/2013 at 10:03

  5. Rolando, que opinión te merece la obra de Milciades Peña?

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    germo

    15/08/2013 at 15:53

    • La pregunta no tiene mucho que ver con el tema de la nota, y responderla adecuadamente excede los límites de un «comentario». Por otra parte, en lo que respecta al enfoque de MP de la historia argentina, no tengo el conocimiento suficiente como para dar una opinión fundada. Con esta reserva, aquí van entonces algunas reflexiones, muy teñidas por el recuerdo y mi experiencia personal.
      En primer lugar, destaco el rol que tuvo la obra de MP en mi formación, y en la de muchos compañeros de izquierda, de los 60 y 70. Recuerdo que empecé con la revista Fichas, cuando todavía estaba en el último año del colegio nacional, inducido por un compañero del curso. Fue un impacto, una de las mayores influencias intelectuales que pude tener por aquella época de formación. En especial, el análisis de Fichas sobre la pseudo industrialización argentina durante la ISI; la polémica con Abelardo Ramos (el «teórico del disparate», como lo llamó MP); los análisis sobre el peronismo; la crítica a Sebrelli; el análisis de la revolución de 1890 (aunque en seguida comprobé que seguía muy estrechamente a Sommi).
      Luego vinieron los libros de historia argentina. Fueron iluminantes también, en especial porque nos brindaba una alternativa frente a la encerrona «historia liberal» o «revisionismo histórico». Fuimos muchos los que leímos aquellos textos, y el entusiasmo fue (según lo recuerdo) generalizado. Aunque con los años escuché argumentos de historiadores que cuestionaban especialmente un tratamiento poco riguroso de las fuentes, y un excesivo recurso de MP a la «autoridad» de Alberdi (por ejemplo, en su crítica a la guerra de Paraguay). No tengo suficientes conocimientos para poner mi opinión, pero intuyo que de todas maneras la obra de MP marcó un hito en la historiografía de este país.
      Por otra parte, y con la perspectiva que da el tiempo, y mi propia evolución intelectual, agrego:
      a) En Fichas (esto es, a mediados de los 60) MP habló del «conservadurismo y quietismo de la clase obrera argentina». Para muchos de nosotros, este diagnóstico había sido completamente desmentido por el Cordobazo y el ascenso del «clasismo». Hoy, con la perspectiva de los años, valoro de otra manera aquel escrito de MP. Es un hecho que la mayoría de la clase obrera argentina sigue apoyando (se ve en las elecciones) a partidos defensores del sistema capitalista.
      b) Hoy no reivindico la teoría de Trotsky de la revolución permanente, enfoque básico con el que MP criticó a Abelardo Ramos.
      c) MP también defendía la caracterización de Argentina como país «semicolonial», en el que estaba planteada la tarea histórica de la liberación nacional. He tomado mucha distancia con respecto a este enfoque.
      d) Ligado a lo anterior, Fichas y MP tenían demasiadas expectativas en las posibilidades que abrían las estatizaciones capitalistas. En este respecto, llegaron a preguntarse si el régimen egipcio (época de Nasser) no avanzaba hacia alguna forma de socialismo.
      e) Por último, me sigue pareciendo muy rescatable el análisis de MP sobre el peronismo, en especial, sobre su relación con la clase obrera.

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      rolandoastarita

      16/08/2013 at 09:16

  6. La cuestión, como siempre, es crear alternativas, de poco sirve criticar los defectos del sistema sin promoner medidas para mejorar la situación o sustituir el sistema por otro.
    Desgraciadamente ahí la izquierda está un poco perdida, unos dicen que habría que abolir el mercado porque produce desigualdades, desempleo y explotación. Otros consideran que, dada la experiencia de la Unión Soviética, abolir el mercado puede convertirse en algo peor que la enfermedad que tratamos de combatir.
    Aunque suprimamos el capitalismo, los problemas económicos(asignación eficiente de los recursos, la sostenibilidad, el reparto, etc) seguirán existiendo. De poco sirve cargar las tintas en el capitalismo. Siempre nos dirán «¿tiene usted algo mejor que ofrecer?» Las ilusiones reformistas tienen su fuerza precisamente en ésto. En eso y en que no se vive en todos los países capitalistas de la misma manera. De ahí que mucha gente piense que no es un problema del capitalismo sino de política económica.
    Lo que ha ocurrido en China en los últimos 30 años es el mejor ejemplo de lo que trato de decir. Se le pueden formular muchas críticas a la China actual, pero un porcentaje relativamente elevado y, lo que es muy importante en la percepción de la población, creciente de poblacióntiene acceso a bienes que hace unas décadas eran impensables. Impensable era tener una TV o un frigorífico en cada casa. Nos guste o no, la gente quiere tener acceso a estos bienes, aunque les exploten en su trabajo, porque consideran que se vive mucho mejor con ellos que sin ellos. Y si el ejemplo vale para China, no digamos para Europa occidental, Taiwán, Corea del Sur, etc.
    Países con pocas desigualdades son Corea del Sur, Taiwán y Suecia. En este último con jornadas laborales, como Alemania, muy inferiores a las 2000 horas. No solo puede aumentar el nivel de vida sino reducirse la jornada laboral, no es ningún espejismo. Por contra la precariedad está aumentando, en eso el autor del blog tiene toda la razón, la rentabilidad del capital es la medida de todas las cosas y el fin último del sistema. Pero mientras tanto, la teoría del goteo está muy generalizada entre la población.
    Cuando en la izquierda marxista ofrezcamos un sistema que supere al capitalismo en eficiencia, igualdad y desarrollo, entonces tendremos una oportunidad. En igualdad no es difícil superar a este sistema, pero en lo demás, contra lo que pensaban muchos hace 100 años, el capitalismo es imbatible en cuanto a aumento de la productividad y generación de riqueza. Luego no es capaz de repartir esa riqueza, de ahí las políticas reformistas, sean socialdemócratas, chavistas o peronistas, pero la raíz está en un sistema que, lejos de estar agotado es, para nuestra desgracia, demasiado dinámico.

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    José desde Spain

    16/08/2013 at 15:17

    • «Cuando en la izquierda marxista ofrezcamos un sistema que supere al capitalismo en eficiencia, igualdad y desarrollo, entonces tendremos una oportunidad.»

      ¿Qué tendra toda esa chachara que ver con lo de que: «La emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores»?

      Saludos.

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      Gerardo Daniel

      16/08/2013 at 23:41

    • «luego(el capitalismo) no es capaz» ????? Como plantea el manifiesto? ya me acorde: » incapaces de repartir y oprimidos se enfrentaron siempre…»

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      nahuel

      17/08/2013 at 20:22


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