Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Venezuela, devaluación y capitalismo rentístico

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Rolando Astarita [Blog]  Marxismo & Economía El paro general del juevesEl viernes 8 de febrero el gobierno de Venezuela devaluó la moneda un 46,5%, llevando el bolívar venezolano a BsF 6,3/US$ (BsF: bolívares fuertes); en el mercado paralelo, o negro, el dólar cotizaba a casi BsF 19. Cuando Chávez tomó el poder, el tipo de cambio estaba en BsF 0,56/US$, de manera que en términos nominales la devaluación fue superior al 1000%. Sin embargo, en términos reales, el bolívar se apreció, ya que la inflación acumulada entre diciembre de 1998 y diciembre de 2012 fue de casi el 1500%. Según Cepal, a fines de 2012 la moneda venezolana estaba apreciada un 44,5% con respecto al promedio 1999-2009. Sólo en 2012 la inflación fue del 21%, en tanto el tipo de cambio oficial se mantuvo estable en bs 4,3/US$.

Recordemos que desde febrero de 2003 en Venezuela rige el control de cambios, que se estableció principalmente para frenar la fuga de capitales. Lo cual no impidió que continuara el drenaje, a través de la compra de títulos públicos nominados en dólares, y la sobrefacturación de importaciones. Esta última representaría, de acuerdo a Ecoanalítica, el 20% del total de importaciones. Aclaremos también que no se trata solo del comportamiento de la burguesía opositora al chavismo. En las transacciones con los bonos, y en la sobrefacturación de importaciones, se han denunciado negociados de funcionarios y amigos del gobierno (burguesía chavista). Por ejemplo, la empresa estatal Alcasa (transformadora de alúmina en aluminio) estuvo comprando el metal a dólar controlado, para revenderlo a un precio determinado por el dólar libre (Prat, 2012). En el terreno de los bonos, un caso ejemplar es el de Víctor Vargas, dueño del Banco Occidental de Descuento (el quinto más grande del país), quien ha hecho una fortuna operando con bonos argentinos que había adquirido el gobierno venezolano. Esta cuestión conecta con el carácter rentístico de la economía venezolana, y su relación con las formas de acumulación propias de la burguesía estatal, que tratamos más abajo. En cualquier caso, la fuga de capitales, habría sido de US$ 144.900 millones, desde febrero de 2003 a fines de 2012 (Ecoanalítica en base a datos del Banco Central de Venezuela). Esto explica que Venezuela, que ha recibido y recibe una fuerte renta petrolera, y goza de superávit en la balanza de cuenta corriente, padece sin embargo una persistente presión hacia la depreciación de su moneda.

Qué tipo de crisis

Algunos analistas y medios han interpretado la devaluación como la admisión, por parte de las autoridades chavistas, de una crisis económica abierta en Venezuela. “Venezuela reconoció su crisis”, tituló La Nación (Argentina) al día siguiente de la devaluación. Existen, por supuesto, elementos de crisis. En las últimas semanas se aceleró la inflación (y la devaluación la seguirá impulsando). Hay desabastecimiento, en especial en alimentos (el índice de desabastecimiento que elabora el Banco Central fue del 16,3% en diciembre). La brecha entre el dólar oficial y el dólar en el mercado negro sigue alimentando la especulación y la fuga de capitales. Y la industria está estancada. Pero por otra parte, en 2012 la economía creció un 5,5%, y en 2011 se había expandido el 4% (remontando la caída del 1,5% en 2009). El superávit en la cuenta corriente equivale al 4,5% del PBI; si bien es menor que el 8,7% de 2011, de todas maneras está lejos de disparar una crisis cambiaria. Los pagos de la deuda externa representan apenas el 5% de las exportaciones. Además, si bien los índices de pobreza y miseria extrema no han mejorado desde 2008, tampoco se han deteriorado. Recordemos que la pobreza en 1998 alcanzaba al 50,4% de la población, a fines de 2011 el 31,9% ; en el mismo lapso, la pobreza extrema bajó del 23% al 8% (INE y Cepal). También han mejorado los indicadores de salud y educación. El consumo promedio de electricidad de los hogares aumentó el 166% entre 1999 y 2012 (según fuentes oficiales y Cepal). Estas mejoras son el fundamento del apoyo popular que goza el chavismo. Aunque la devaluación tendrá efectos negativos sobre los ingresos y el nivel de vida de las masas trabajadoras y el pueblo. En definitiva, la coyuntura parece ser de crecientes dificultades de la economía, pero no se estaría en vísperas de una crisis explosiva. Al menos, en tanto el precio del petróleo se mantenga en el mercado internacional.

Economía rentista

Sin embargo, y por encima del análisis de coyuntura, hay que señalar que la devaluación es la expresión de problemas estructurales. El tema central es que la economía venezolana no ha superado su carácter rentístico, y atrasado. En otras notas he planteado que la clave del desarrollo pasa por qué se hace con el excedente, si se destina principalmente a ampliar la matriz productiva; o se canaliza a gastos improductivos (en el sentido de Marx); o sale del país. Es un hecho que en la última década Venezuela recibió una cuantiosa renta petrolera, y que el gobierno la canalizó hacia el Estado. De acuerdo a datos que proporciona Pdvsa, desde 1999 a 2012 el Estado tuvo un ingreso de 383.233 millones de dólares provenientes del petróleo, debido no solo a la mejora de los precios, sino también al aumento de las regalías que pagan las transnacionales, a otros cambios impositivos, y al incremento de la participación de Pdvsa en el negocio. Solo el aumento de las regalías e impuestos representaron un incremento de casi 252.000 millones de dólares, siempre según las fuentes oficiales. Sin embargo, este ingreso no dio lugar a un proceso de industrialización sostenida, ni al desarrollo de sectores productivos de alto valor agregado. Una parte importante de la renta que captó el gobierno de Chávez se destinó a mejorar los niveles de vida de las masas más empobrecidas. Pero no hubo un proceso paralelo de acumulación productiva. Es una realidad que una porción significativa de la plusvalía se destinó al gasto suntuario; alimentó la especulación y el enriquecimiento de fracciones burguesas (o de lo que podríamos llamar burguesía estatal); o terminó en el exterior. Para explicarlo con un ejemplo: uno de los muy buenos negocios que hizo el Banco Occidental de Descuento fue comprarle al gobierno venezolano los bonos argentinos al dólar oficial, y revenderlos a una tasa cercana al dólar negro. Es claro que esta operatoria en sí misma no es generadora de valor. Simplemente habilita al enriquecimiento rentístico de una fracción de la clase dominante, y la fuga de capitales de los inversores en los bonos.

En otros términos, la acumulación rentística, apalancada en el capitalismo de Estado, estimuló el crecimiento de sectores del capital que se benefician de sus negocios con el gobierno. También benefició a los que logran escalar en la burocracia estatal. A su vez, la acumulación de activos financieros (en el exterior) y el gasto suntuario (incluidos aviones privados, yates y mansiones en Venezuela, Miami o Europa), aseguran objetivamente la reproducción de la lógica rentística. Es que un proceso de acumulación de capital productivo daría lugar a un fortalecimiento social de la clase obrera, que podría socavar, a mediano o largo plazo, el poder de la burguesía y la burocracia rentística.

Debilidad industrial

La ausencia de reproducción productiva ampliada explica que la recuperación económica a partir de 2010 se haya debido casi enteramente a la mejora de los precios del petróleo, y al aumento de la demanda derivada del gasto estatal que posibilitó la renta incrementada. Es un dato significativo que la participación de la industria en el producto interno, según datos del Banco Central de Venezuela, haya disminuido desde el 18% del PBI en 1998 al 14% en 2012. En el último año, el crecimiento industrial fue casi nulo, del 0,3%. Según la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), en 9 de los 16 sectores sobre los que lleva estadística estaban produciendo, en agosto de 2012, entre el 14% y el 44% menos que en el año base del indicador, 1997. Se trataba de textiles, metales comunes, productos de metal, minerales no metálicos, vehículos automotores, maquinarias y aparatos eléctricos, prendas de vestir, cueros y maquinarias y equipos. La utilización de capacidad de la industria, también en agosto del año pasado, era del 55%. Los empresarios también sostenían que los sectores que más crecían eran los vinculados a la producción de bienes no transables, en tanto se estancaba la producción de transables. Esto último también surge de los datos del Banco Central, y estudios privados como Ecoanalítica. El promedio anual de crecimiento entre 1999 y 2010 de Comunicaciones fue del 11,15%; Instituciones financieras y seguros 5,63%; Construcción 4,34%. En cambio los productores de bienes transables se estancaron: Manufactura 1,29%; Minería 0,2% y actividad petrolera 1,33% (Oliveros, 2012). Es interesante también que entre las 10 empresas más grandes del país, 5 son bancos y aseguradoras (ranking de Venamcham).

Este desarrollo desigual se vincula con efectos asociados a la apreciación de la moneda, y realización del valor. Vuelvo a enfatizar que la expansión de las instituciones financieras y seguros (al pasar, el sector seguros fue otra fuente importante de negociados y enriquecimiento) no implica la ampliación de la matriz productiva. Lo mismo puede decirse de una parte de lo destinado a construcciones residenciales; naturalmente, son necesarias, pero no mejoran sustancialmente la capacidad productiva. Es un hecho, sin embargo, que la formación de capital bruto fijo (incluye mejoras de la tierra, equipos y maquinaria, plantas, construcción de caminos y ferrocarriles, construcción residencial) se mantiene en niveles relativamente altos con respecto al resto de América Latina: entre 2003 y 2011 fue, en promedio, del 23,9% del PBI (Banco Mundial). Lo cual demuestra que existen sectores del capital privado que han invertido en los 2000, y lo hicieron porque encontraban oportunidades de ganancias. Pero esos niveles de inversión no alcanzan a modificar el carácter atrasado de la economía, ni revierten el crecimiento desarticulado y desigual de sectores. El problema se agrava porque en muchos sectores estatales las inversiones no han ido acompañadas de incrementos paralelos de productividad, derivados del avance tecnológico (véase más abajo). Por eso, la debilidad de la acumulación explica que se haya asistido a una reprimarización de las exportaciones: en 2012 el 96% de los ingresos por exportaciones provinieron de Pdvsa y sus asociadas. Esta forma de inserción del capitalismo venezolano en el mercado mundial es el reflejo del carácter atrasado, y deformado, de su estructura productiva. La economía de conjunto es entonces extremadamente vulnerable a los cambios en la situación del mercado petrolero mundial.

Capitalismo de Estado

El capitalismo de Estado no parece haber dado frutos notables en materia de productividad y producción. Tal vez el sector que exhibe mayores logros es el de producción eléctrica; Venezuela es el segundo país de América Latina con mayor capacidad instalada para generar kWh por habitante (Cepal). Según datos del gobierno, la inversión en producción de electricidad aumentó un 371% desde que Chávez tomó el poder. La crisis de 2010 se habría debido principalmente a factores climáticos, concretamente la sequía del Niño. Sin embargo, en otros sectores productivos, y en la industria estatizada, los resultados son muy modestos, por decirlo de forma suave.

Sidor, productora de acero, terminó 2012 con una producción de 1,7 millones de toneladas, un 30% menos que en 2011. En 2006 producía 4,3 millones; el nivel de 2012 es similar al de 1998, y Venezuela ha debido recurrir a las importaciones de laminados. Trabajadores agrupados en el Equipo de Alianza Sindical han planteado que la conducción de la empresa está llevando a ésta “a un desastre operativo y financiero comprometiendo el patrimonio de todos los venezolanos”. Denuncian también corrupción (como la asociada a la “mafia de las cabillas”) y otros manejos oscuros.

Tavsa, productora de tubos de acero, integrante del complejo de Sidor, ha estado paralizada desde hace 5 años debido a que la segunda no le entrega los tochos de acero, la materia prima para fabricar los tubos (Prat, 2012 y denuncias del sindicato). Pdvsa, que hasta 2007 compraba los tubos a Tavsa, ahora los está adquiriendo a China, y en menor medida a México. Los trabajadores de Tavsa han denunciado la situación; sostienen que es necesario pagar deudas con proveedores por unos 20 millones de dólares y reactivar la compra de herramientas que han quedado obsoletas. También reclaman por deudas salariales. En los últimos meses la empresa estuvo produciendo al 10% de su capacidad usual; y durante años estuvo sin producir.

Bauxilium proveía a Venezuela de bauxita, con una producción anual de 6 millones de toneladas. Actualmente produce 2,5 millones, y el país importa bauxita. Se denuncia que no ha habido inversiones, y los equipos se deterioraron (Prat, 2012).

En cuanto a Alcasa, la empresa tenía en principio una capacidad instalada para producir 210.000 toneladas métricas de aluminio primario anuales, pero actualmente produce algo menos de 70.000 toneladas. Según denuncias de trabajadores, muchas celdas (en las que se lleva a cabo la transformación de la alúmina) se han desactivado; también habría falta de mantenimiento, además de las maniobras especulativas ya mencionadas (Prat, 2012). En años recientes la empresa tuvo pérdidas, debido a los altos costos y cortes de electricidad, que se combinaron con la caída de los precios internacionales por la crisis, y la apreciación cambiaria. Venalum, otra empresa de aluminio, conformada por capital mixto estatal y privado, también ha bajado notablemente la producción. Esto ha repercutido en otras empresas que tienen al aluminio como insumo, como Sural, productora de conductores eléctricos, que está operando muy por debajo de su capacidad.

Incluso el sector petrolero no tuvo una expansión significativa. La producción se mantiene desde hace años en algo menos de 3 millones de barriles diarios (el informe más reciente de la OPEP dice que el promedio en 2012 fue de 2,8 millones b/d). La meta del Plan Estratégico de Pdvsa, anunciado por Chávez en 2005 preveía llegar en 2012 a los 5,4 millones b/d. Además, preveía llevar la capacidad de refinación, también en 2012, a 2 millones de b/d. Sin embargo, a fines de 2011 la capacidad era de 1,3 millones de b/d, y en 2012 cayó un 0,8% con respecto a ese nivel. Según la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros, la compañía ha descuidado el mantenimiento e inversión en sus plantas. Y Pdvsa necesitaría construir más plantas para refinar el petróleo pesado. Dirigentes sindicales sostienen que las refinerías están trabajando a la mitad de su capacidad, y por esta razón se están importando combustibles. En este respecto, la experiencia venezolana de la última década se ha diferenciado de otras economías basadas en la renta petrolera, que en los años 1970 y 1980 intentaron desarrollar una fuerte industria pesada (por caso, Argelia). Aunque no salieron por ello del atraso (el problema es más complejo que simplemente transferir renta al capitalismo estatal), desplegaron una política bastante distinta de la chavista.

Precisemos también que la devaluación, según cálculos del gobierno venezolano, aportaría unos BsF 84.000 millones provenientes del petróleo, lo que representa el 21% del presupuesto. A fines de 2012 el déficit fiscal equivalía al 7,5% del PBI, según el Banco Mundial; aunque otras fuentes como The Economist lo elevan al 15%. En consecuencia, esos ingresos son esenciales para sostener el gasto del Estado (parte de las ganancias de la empresa se canalizan al Estado a través del Fonden), que es un componente clave de la demanda.

Capitalismo rentístico y conflicto social

La noción de moneda apreciada o depreciada en términos reales está en relación estructural con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de un espacio nacional, y más particularmente con la productividad de sus empresas. En los países con baja productividad relativa existe una tendencia que podríamos llamar “estructural”, al tipo de cambio real alto (moneda depreciada). Es la forma en que los capitales tecnológicamente atrasados intentan insertarse en el mercado mundial. Desde este punto de vista, la devaluación del bolívar mejorará la posición competitiva de un sector del capitalismo privado y estatal venezolano. Pero esto no significa una mejora en las condiciones de producción de valor (esto es, una mejora de productividad), sino a una redistribución regresiva del ingreso; la caída del salario en términos de dólar. Con el agregado que acentuará presiones inflacionarias; y no existe seguridad alguna de que se frene la presión sobre el mercado cambiario. El problema decisivo es que la devaluación no modifica el carácter rentístico del capitalismo venezolano. La solución no pasa por una cuestión “técnica” -tal o cual precio del dólar, tal o cual medida impositiva, etc.- porque el mal tiene una raíz social. Las contradicciones planteadas arraigan en relaciones de producción específicas, caracterizadas por la explotación del trabajo. Hay que decirlo con todas las letras: los trabajadores venezolanos no solo son explotados por el capital privado. También son explotados por el Estado capitalista, y las empresas estatales. Un trabajador de Pdvsa produce plusvalía; cuando los funcionarios se enriquecen desde las cumbres del Estado, están participando de la explotación de ese trabajador. Forman parte de la burocracia estatal capitalista. Esta es la razón de fondo de por qué no se pueden hermanar los intereses, aspiraciones y reivindicaciones de la clase trabajadora, y de los sectores populares, con los intereses del capitalismo de Estado (ni con las fracciones del capital “nacional y progresista”).

Por supuesto, existe un enfrentamiento profundo entre el gobierno y la oposición burguesa. Pero el mismo no debe ocultar que la contradicción capital – trabajo subyace a la relación burocracia del Estado capitalista – trabajadores de empresas estatales. Dado su carácter de clase, la burocracia estatal no es “reformable”. No hay manera de ir al socialismo presionando al capitalismo de Estado. La razón ancla en las relaciones sociales antagónicas. La contradicción central es la que existe entre la clase trabajadora, por un lado, y los explotadores, sean estos altos funcionarios del Estado, burgueses enriqueciéndose a costa del Estado, o capitalistas de la oposición intentando sacar sus riquezas de Venezuela, por el otro. Gran parte de los datos que he registrado en esta nota acerca de corrupción, mal manejo, desatención de los bienes “públicos” (entre comillas porque en realidad no pertenecen “al público”) y arbitrariedades de los burócratas y funcionarios, provienen del seno de la misma clase trabajadora (ver, por ejemplo, http://www.laclaseinfo; también testimonios en Prat, 2012).

Las tensiones y choques entre trabajadores y directivos de empresas y del Estado, constituyen manifestaciones de ese antagonismo de clase. Las agresiones y ataques que han padecido dirigentes obreros leales a sus bases, por parte de sicarios o grupos de sujetos armados, también serían expresión de lo mismo. Por ejemplo, en la zona industrial de Guayana muchos líderes sindicales que han denunciado lo que sucede en sus empresas han sido encarcelados, otros fueron muertos misteriosamente. No se trata de “confusión” o “errores” de parte de los burócratas; tampoco de grupos descarriados de violentos que atacan a trabajadores. De la misma manera, cuando Chávez declaró que “los sindicatos no deben ser autónomos” en Venezuela, está respondiendo a una visión de clase. Más precisamente, las acciones de la burocracia estatal están determinadas por la lógica de su reproducción social rentística. Obedecen a la necesidad de impedir cualquier cuestionamiento real al poder del Estado (de sus funcionarios) en los centros de la producción, o al manejo y apropiación del excedente. En tanto la apropiación de plusvalía (renta petrolera estatizada) dependa de la posición que ocupan en el Estado, los funcionarios (y la burguesía que crece a su amparo) no deberían estar interesados en el fortalecimiento social o político (capacidad de decisión propia) de la clase obrera. Por este motivo, la burocracia chavista no alteró de alguna manera esencial el patrón de acumulación rentístico tradicional de Venezuela. Utilizó parte de la renta incrementada para mejorar la situación social de los sectores más empobrecidos, lo que le permitió también tener una importante base de apoyo. Pero se cuidó de dar poder real a la clase social que podía cuestionar toda forma de explotación, privada o estatal, nacional o extranjera. El régimen político, por supuesto, está condicionado por esta base económica.

Por último, no hay que olvidar que Venezuela continúa siendo una economía capitalista. Estamos ante una combinación de capitalismo estatal y capitalismo privado. Las relaciones conflictivas entre el capital privado y el estatal no alteran su base común de ingresos, la plusvalía (el trabajo no pago). Más de 10 millones de trabajadores están bajo la relación asalariada del capital privado. Incluso las empresas privadas extranjeras siguen teniendo un peso importante en la economía. Según el ranking de las compañías más importantes, que elabora la Cámara Venezolana Americana de Comercio e Industria (Venamcham), sobre 296 empresas encuestadas en 2012, el 32% eran de capital extranjero y otro 9% de capital mixto. La acción del Estado debe analizarse en este marco más general.

Fuentes
La mayoría de los datos los he tomado de las páginas web del Instituto Nacional de Estadística; del Banco Central de Venezuela; Cepal, Banco Mundial, Pdvsa, Ecoanalítica, http://www.laclaseinfo. También he citado:
Oliveros, A. (2012): “Crecimiento, inflación y tipo de cambio en Venezuela: 1999-2012”, Encuentro de Organizaciones Sociales, www.eosvenezuela.info/wp-content/uploads/2012/02/oliveros.pdf,
Prat, D. (2012): Guayana, el milagro al revés. El fin de la soberanía productiva, Caracas, Colección Hogueras.


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«Venezuela, devaluación y capitalismo rentístico«

Written by rolandoastarita

12/02/2013 a 12:16

175 respuestas

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  1. Me choca un poco ver «capitalismo» al lado de «rentístico»… o «Venezuela»… es como una contradicción en términos. Copio un extracto de un capitalista como Mises, para entender su historia y naturaleza:

    La historia del capitalismo como ha operado en los últimos doscientos años en el ámbito de la civilización occidental es el registro de un constante aumento en el nivel de vida de los asalariados. El marco propio del capitalismo es la producción en masa dirigida al consumo en masa dirigida por los individuos más activos y previsores, buscando infatigablemente la mejora. Su fuerza motriz es la búsqueda del beneficio, cuya instrumentalizad obliga constantemente al empresario a ofrecer a los consumidores más productos, mejores y más baratos. Un exceso de ganancias sobre pérdidas puede aparecer sólo en una economía en progreso y sólo en el grado en que se mejore el nivel de vida de las masas. Así que el capitalismo es el sistema bajo el cual se incita a las mentes más agudas y ágiles a promover a través del máximo de sus habilidades el bienestar de los muchos rezagados.

    En el campo de la experiencia histórica es imposible no recurrir a las mediciones. Como el dinero no es una vara de medir valores o satisfacción de deseos, no puede aplicarse para comparar el nivel de vida de la gente en distintos periodos de tiempo. Sin embargo, todos los historiadores cuyo juicio no se ha visto nublado por preconcepciones románticas están de acuerdo en que la evolución del capitalismo ha multiplicado el equipamiento de capital a una escala que excede con mucho el aumento sincrónico de las cifras de población. El equipamiento de capital tanto per cápita de la población total como per cápita de los capaces de trabajar es inmensamente mayor hoy que hace cincuenta, cien o doscientos años. Al mismo tiempo ha habido un tremendo aumento en la cuota que los asalariados reciben de la cantidad total de productos fabricados, un cantidad que es en sí misma mucho mayor que la del pasado.

    El consiguiente aumento en el nivel de vida de las masas es milagroso comparado con el condiciones de las eras pretéritas. En esos alegres viejos días, incluso la gente más rica llevaba una existencia que debe calificarse de morigerada en comparación con el nivel medio de trabajador estadounidense o australiano de nuestro tiempo. El capitalismo, dice Marx, repitiendo sin pensar los cuentos de los panegiristas de la Edad Media, tiene una inevitable tendencia a empobrecer cada vez más a los trabajadores. La verdad es que el capitalismo ha derramado en cuerno de la abundancia sobre las masas de asalariados, que frecuentemente hicieron todo lo que pudieron por sabotear la adopción de esas innovaciones que hicieron su vida un poco más agradable. ¡Qué incómodo se vería un trabajador estadounidense si se le obligara a vivir en la mansión de un señor medieval y echar de menos las instalaciones sanitarias y otros aparatos que simplemente da por sentados!

    La mejora en su bienestar material ha cambiado la valoración del ocio por parte de los trabajadores. Mejor dotados con los placeres de la vida como está, pronto llega al punto en que considera cualquier mayor incremento en la desutilidad del trabajo como un mal que ya no compensa el esperado incremento en la gratificación mediata del trabajo. Esta dispuesto a acortar las horas de trabajo diario y a evitar a su mujer e hijos el esfuerzo y el problema del empleo remunerado. No es la legislación laboral ni la presión de los sindicatos la que ha acortado las horas de trabajo y sacado de las fábricas a las mujeres casadas y niños: es el capitalismo, que ha hecho tan próspero al asalariado que es capaz de adquirir más tiempo libre para él y los suyos. La legislación laboral del siglo XIX en general no consiguió nada más que proveer una ratificación legal de cambios que la interacción de los factores del mercado ya había generado previamente. En la medida en que a veces iba por delante de la evolución industrial el rápido avance en la riqueza pronto hizo de nuevo correctas las cosas. En la medida en que a veces las supuestas leyes a favor del trabajador decretaban medidas que no eran meramente la ratificación de cambios ya efectuados o la anticipación de cambios esperados en un futuro inmediato, dañaban los intereses materiales de los trabajadores.

    El término “ganancias sociales” induce completamente a error. Si la ley fuerza a los trabajadores que prefieran trabajar 48 horas a la semana a no rendir más de 40 horas de trabajo, u obliga a los empresarios a incurrir en ciertos gastos en beneficio de los empleados, no favorece a los trabajadores a costa de los empresarios. Sean cuales sean las provisiones de una ley de seguridad social, su incidencia acaba recayendo en el empleado, no en el empresario. Afectan al importe de los salarios netos: si aumentan el precio que el empresario ha de pagar para una unidad de rendimiento por encima del tipo potencial del mercado, crean desempleo institucional. La seguridad social no impone a los empresarios gastar más para comprar trabajo. Impone a los asalariados una restricción referida al gasto de su ingreso total. Recorta la libertad del trabajador para disponer su hogar de acuerdo con sus propias decisiones.

    El que ese sistema de seguridad social sea una política buena o mala es esencialmente un problema político. Podemos tratar de justificarlo declarando que los asalariados no tienen el conocimiento y la fortaleza moral para proveerse espontáneamente su propio futuro. Pero entonces no es fácil silenciar las voces de quienes preguntan si no es paradójico confiar el bienestar de la nación a decisiones de votantes a quienes la propia ley les considera incapaces de manejar sus propios asuntos, si no es absurdo hacer a ese pueblo supremo en la dirección de un gobierno que necesita manifiestamente un guardián que impida que gasten su propio dinero locamente. ¿Es razonable asignar pupilos el derecho a elegir a sus guardianes? No es casual que Alemania, el país que inauguró el sistema de seguridad social, fuera la cuna de ambas variedades de desprecio por la democracia, la marxista y la no marxista.

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    Adrián Ravier

    12/02/2013 at 12:47

    • Muero de ganas de vivir en un pais donde el capitalismo marche bien! Qué felices vamos a ser pudiendo trabajar no 48…60 horas semanales, mi señora yo y mis hijos mas grandes, ensamblando, cosiendo, lo que sea. MIles de telefonos celulares, zapatillas u horas de limpieza en un hotel de lujo para poder pagarle al médico, y tambien para poder pagarme el día libre para ir al médico. Así que la justicia del capitalismo se comprueba comparando la cantidad absoluta de porquerías que hay en tu casa respecto de las que podía haber en la edad media? Creo que desde antes de Marx no es muy serio eso.

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      Hugo

      12/02/2013 at 13:21

    • No entiendo su empeño en afirmar cosas que después no puede probar. Escribe: «El capitalismo, dice Marx, repitiendo sin pensar los cuentos de los panegiristas de la Edad Media, tiene una inevitable tendencia a empobrecer cada vez más a los trabajadores». Ya hace varios meses atrás, (debería buscarlo, no recuerdo bien cuándo) hizo la misma afirmación, y le expliqué que Marx (al menos en su trabajo maduro) no habló de empobrecimiento en términos absolutos de la clase obrera. Su concepción de pobreza es histórica y relativa. Además, le dije que Marx consideraba progresista al modo de producción capitalista con respecto al sistema feudal (u otros modos de producción pre capitalistas). Por lo tanto, mal puede Marx compartir las opiniones «de los panegiristas de la Edad Media». Explícitamente, ha criticado una y otra vez las críticas «románticas» (el socialismo feudal y similares) del capitalismo.
      Entender esto es básico para comprender la crítica de Marx al capitalismo. Marx critica al modo de producción capitalista porque se basa en la explotación del trabajo humano (de ahí la importancia de la teoría del valor trabajo); porque genera una polarización social creciente (aquí entra el concepto de plusvalía relativa y pobreza relativa; ver la nota sobre colapso del capitalismo aquí); porque sume al mundo en terribles crisis periódicas, con sus secuencias de hambre y miseria; y porque recrea, de manera permanente, una masa de millones de seres humanos sumidos en el pauperismo y el hambre (aproximadamente hay más de 1000 millones de seres humanos que padecen hambre en el mundo; cientos de millones con necesidades básicas insatisfechas, etc.).
      Por otra parte, cuando se habla de renta se hace referencia a una parte de la plusvalía específica, que el propietario de la tierra o la mina puede apropiarse debido al monopolio de ese recurso natural. Por eso, Marx hace una distinción de clase social entre el propietario del terreno y el capitalista. Es interesante que Marx apunta las dificultades que existen en el pensamiento burgués ilustrado para justificar la propiedad privada de la tierra.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 10:09

    • Agradezco Profesor Astarita su respuesta. Yo no recuerdo haber hecho este punto en otra oportunidad. Pero Ud. ha concentrado la atención en la crítica de Mises a Marx, y mi intención era más bien disociar el capitalismo de lo que ocurre en Venezuela. Luego, los efectos que describe como «consecuencia» de aplicar el capitalismo, son equivocados: «polarización social creciente», «crisis periódicas», «hambre y miseria», «pauperismo y hambre». Cuando dice que aproximadamente hay más de 1000 millones de seres humanos que padecen hambre en el mundo; cientos de millones con necesidades básicas insatisfechas, etc… no se puede asignar todo ello -y agregaría nada de ello- al capitalismo. De hecho, si las predicciones terribles de Malthus fueron equivocas, fue precisamente gracias al capitalismo, que permitió producir alimentos en masa, suficientes para alimentar a la población mundial. Si los beneficios del capitalismo no se extienden a ciertos lugares, es más bien por la carenca que hay en dichos lugares de los principios de libertad individual, economía de mercado y propiedad privada. Si queremos reducir el hambre, necesitamos más capitalismo, no menos. No debemos «intervenir» el capitalismo, debemos purificarlo! Las crisis periódicas que estamos viviendo son justamente la consecuencia de un mundo financiero enormemente intervenido, con grandes gurúes que creen tener el conocimiento necesario para fijar el tipo de interés, la cantidad de dinero o el tipo de cambio, en niveles acordes a su estupidez relativa. Necesitamos un poco de humildad, y entender que estas variables debe fijarlas el mercado. Nunca viviremos en un mundo perfecto. La perfección no es de este mundo. Pero cada vez que el gobierno hace algo, en realidad alcanza los efectos contrarios a los que busca. El mundo podrá ser algo inestable en ausencia de intervención del Estado, sujeto a cambios en las preferencias o innovaciones tecnológicas, pero las grandes crisis que estamos viviendo (1930 ó 2008) son la consecuencia directa de la arrogancia de quienes creen que fijando ciertas variables pueden conducir a la economía a un destino soñado que nunca llega. Luego, Marx ha propuesto una crítica al capitalismo que no comparto. Pero independientemente de ello queda pendiente la propuesta de un sistema alternativo. Y ese sistema brilla por su ausencia en su obra. Seguidores de Marx han planteado alternativas, y en cada caso, ha fracasado, provocando más «pauperismo y hambre», e incluso más desiguadad y corrupción, que en el sistema capitalista puro que nosotros proponemos. Incluso Chávez se auto-proclama en cierto modo marxista. Yo acepto que disocie a Chavez de Marx. Pero llamarlo «capitalista», es un exceso.

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 10:28

    • También es un hecho que el capitalismo genera polarización social creciente. Los índices de desigualdad tienden a crecer en los países capitalistas (caso más reciente, China). En segundo lugar, problemas de hambre y necesidades básicas insatisfechas reaparecen en países de largo desarrollo capitalista (EEUU, por caso). Tercero, las crisis capitalistas son inherentes al sistema; no se deben solo a la acción de los bancos.
      Cuarto, la mayor o menor intervención del Estado no altera la naturaleza del sistema capitalista, esto es, la explotación del trabajo humano. La participación del Estado en la economía de muchos países adelantados, que cualquiera reconoce como capitalistas, es igual o mayor que la que existe en Venezuela.
      lo que plantea Marx es que el modo de producción capitalista se basa en la explotación, y que para acabar con ella hay que acabar con la propiedad privada del capital. A partir de aquí, todo depende de lo que los seres humanos deseen hacer, y cómo hacerlo. Los cursos de acción no se pueden predeterminar. La idea de Marx de que «la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos» precisamente se opone a la idea de que existen «jefes» e «iluminados» que conducen a los pueblos hacia el paraíso socialista.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 10:42

    • Dice el profesor Astarita: «También es un hecho que el capitalismo genera polarización social creciente. Los índices de desigualdad tienden a crecer en los países capitalistas (caso más reciente, China).»

      No es así. Una cosa es la desigualdad de ingresos, otra cosa es la polarización social. Y yo realmente no veo problemas en la desigualdad. Podemos ir a Cuba y encontraremos mayor igualdad que en EEUU, pero eso no es necesariamente mejor. Para el caso de China, antes toda la población era «igual» de pobre. Ahora millones de chinos se sumaron a la clase media. ¿Preocupa esta desigualdad? No lo entiendo!

      «En segundo lugar, problemas de hambre y necesidades básicas insatisfechas reaparecen en países de largo desarrollo capitalista (EEUU, por caso).»

      Cierto! En la medida que Estados Unidos abandona los principios del libre mercado de los padres fundadores, emerge nuevamente la pobreza. Alejarse del capitalismo empobrece!

      «Tercero, las crisis capitalistas son inherentes al sistema; no se deben solo a la acción de los bancos.»

      La teoría y la evidencia empírica dicen lo contrario. Pero entiendo que este es un tema demasiado amplio para debatirlo aquí.

      «Cuarto, la mayor o menor intervención del Estado no altera la naturaleza del sistema capitalista, esto es, la explotación del trabajo humano.»

      Esto me parece que sí lo hemos discutido antes. En todo intercambio voluntario, yo veo un juego de suma positiva donde se crea valor y las dos partes ganan. Jamás comprendí a quienes ven en un intercambio voluntario un juego de suma cero. El capitalismo da libertad a las personas para asociarse libremente. Que el estado impida esa asociación voluntaria y libre acota o elimina la división internacional del trabajo que tanto beneficio ha dado a la humanidad.

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 11:52

    • La desigualdad de ingresos es producto de la explotación. Lo que «preocupa» al marxismo es la explotación de una clase social. Por otra parte, es falsa la afirmación de que «El capitalismo da libertad a las personas para asociarse libremente». Quien está privado de los medios de producción y de cambio no tiene mucha «libertad de elegir». ¿Qué libertad de «asociarse libremente» tienen hoy las millones de personas que el capitalismo arrojó a la desocupación?

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 12:08

    • Dice el profesor Astarita: «Quien está privado de los medios de producción y de cambio no tiene mucha “libertad de elegir”. ¿Qué libertad de ‘asociarse libremente’ tienen hoy las millones de personas que el capitalismo arrojó a la desocupación?»

      Este es el argumento de Rawls. Si tuvieramos un velo de ignorancia y no supieramos en qué clase vamos a nacer, entonces todos optaríamos por la ayuda estatal, o la redistribución del ingreso. Y es falso. Yo optaría por el capitalismo y el respeto por la propiedad privada. Sólo bajo el capitalismo el pobre tiene posibilidades de escalar social y económicamente. En el sistema capitalista, basta que una persona tenga una buena idea, cierta creatividad para ser empresario y enriquecerse. El mundo está lleno de estos ejemplos. Estamos rodeados, incluso en la Argentina, de abuelos y padres que laburando mejoraron su propia situación y la de sus hijos. ¿Por qué insistir en que el capitalismo condena a la pobreza a quienes no nacen con dinero?

      Insisto el capitalismo no es el reponsable de la desocupación que vemos hoy. El intervencionismo lo es.

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 12:21

    • Me quedó pendiente el último punto: «La idea de Marx de que ‘la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos’ precisamente se opone a la idea de que existen ‘jefes’ e ‘iluminados’ que conducen a los pueblos hacia el paraíso socialista.»

      Este punto es central… como diría Frédéric Bastiat (y con esta frase encabeza mi página web): «Yo, lo confieso, soy de los que piensan que la capacidad de elección y el impulso deben venir de abajo, no de arriba, y de los ciudadanos, no del legislador. La doctrina contraria me parece que conduce al aniquilamiento de la libertad y de la dignidad humanas.»

      La diferencia radica entones en la propiedad privada versus propiedad pública. ¿Qué incentivos tendría una persona para trabajar si no puede recibir el fruto de su trabajo? Este elemento esencial explica que el socialismo de Marx es una utopía. Básicamente dice a los trabajadores, encuentren la solución. Pero sin propiedad privada, sólo nos queda el hambre generalizado! la guerra de todos contra todos por aprovecharse del fruto del trabajo de unos pocos, que rápidamente se darán cuenta que más vale dejarse morir que alimentar a quienes usan la fuerza contra ellos.

      La historia de la civilización muestra cómo las sociedad han ido progresando en la medida que ha ido avanzando y madurando el concepto de «derecho de propiedad». Aniquilar la propeidad privada como sugiere Marx, es aniquilar la civilización.

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 12:02

    • Le doy un contraejemplo: en una cooperativa los productores pueden tener muchos incentivos para trabajar, siendo la propiedad común. Sostener que la aniquilación de la propiedad privada del capital es acabar con la civilización equivale a sostener que el capitalismo es trans-histórico, o que no hubo civilización hasta que vino la propiedad privada del capital, esto es, hasta aproximadamente el siglo XVIII (y solo en algunas partes del planeta).

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 12:11

    • Acá tiene razón. Me corrijo. «Aniquilar la propiedad privada como sugiere Marx, es aniquilar el avance de la civilización.»

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 12:23

    • ¿Me puede ayudar a entender lo de las cooperativas? ¿Un grupo de personas forman una cooperativa y son propietarios de los medios de producción y de los beneficios que genera? Porque si es así, entonces hay propiedad privada. No entiendo!

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 12:27

    • Es sencillo, la propiedad es en común de los productores. Al respecto, es un error confundir «propiedad» con «propiedad privada» (Marx hace algunas bromas al respecto). Puse el ejemplo de las cooperativas porque fue un camino entrevisto en los primeros años de la Rusia soviética para avanzar hacia la propiedad social. Ha habido muchos ejemplos en la historia de propiedad en común. La más generalizada fue la propiedad de la tierra. No es casual que la propiedad privada de la tierra encuentre tantos problemas para justificarse (¿por qué alguien se arroga el derecho a declarar de su propiedad privada una parte del planeta? el propio Walras decía que la propiedad privada de la tierra introducía un elemento de monopolio difícil de justificar).
      En cualquier caso, la historia demuestra que la civilización avanzó también bajo formas de propiedad en común.
      Aprovecho también para responder otra objeción: el marxismo no niega que haya casos individuales de trabajadores que pueden escalar y llegar incluso a ser grandes capitalistas. Lo que sostiene es que, como clase social, los hijos de los asalariados están condenados a continuar vendiendo la fuerza de trabajo. Y que el proceso de concentración de la propiedad privada de los medios de producción es inherente al sistema capitalista, en el largo plazo. Tal vez uno de los ejemplos más claros es el de la concentración de la tierra en EEUU a lo largo de dos siglos, hasta llegar a la situación actual.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 12:46

    • Dica el profesor Astarita: «En cualquier caso, la historia demuestra que la civilización avanzó también bajo formas de propiedad en común.»

      ¿Puede decir más? ¿Dónde ocurrió esto que no sea bajo sucesivas conquistas como en Esparta?

      Acá estoy aun más desconcertado: ¿Propiedad social? ¿Alguna vez se preguntó por qué ninguna sociedad tiende a este tipo de sociedades con propiedad comunal o social? La respuesta, me parece, es que sería un caos!

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 17:34

    • Estoy muy limitado de tiempo, estoy con otros temas. De todas formas, aunque sea brevemente (el asunto de para más), lo importante es que existen muchas formas de propiedad comunal, e intermedias. Es un error pensar que desde que el hombre está sobre la tierra, lo único que existió fue propiedad privada y mercado, y que el mundo avanzó gracias a ello, y se estancó cuando no hubo propiedad privada y mercado. Marx, en los Grundrisse, distingue varias formas de propiedad (formaciones sociales) precapitalistas. En la primera, la propiedad de la tierra aparece como primer supuesto de la comunidad, de la organización tribal. «Los hombres se comportaban con ella (con la tierra) ingenuamente, tratándola como propiedad de la entidad comunitaria… Cada individuo se comporta como propietario o poseedor solo en cuanto miembro de esta comunidad» (Marx). Una de las formas que adquirirá esta formación será la asiática.
      En segundo lugar distingue la formación que fue típica de Grecia o Roma, en que la tierra de cultivo aparece como territorio de la ciudad, y la propiedad del individuo sobre la tierra solo existe en tanto es miembro de la comunidad. Que a su vez convive con el ager público.
      Una tercera forma es la germánica, en la cual la comunidad aparece como reunión de los cabezas de familia que tienen su tierra: pero a su vez existe la tierra comunitaria, o tierra del pueblo, diferenciada de la propiedad del individuo. «Se trata de la tierra de caza, praderas, reservorios de leña, de aquella parte de la tierra que no puede ser dividida si ha de prestar servicios como medio de producción en esta forma determinada» (Marx).
      Es interesante también que Marx destaca que en todas estas formaciones «el objetivo económico es la producción de valores de uso», esto es, no hay producción para el mercado (o ésta es despreciable). Aquí no existe una lógica como la que Smith cree advertir desde los tiempos remotos.
      Por otra parte, los historiadores destacan la importancia de las tierras comunales en Europa Occidental, en la Edad Media (algunos historiadores marxistas, si no entendí mal, la ven como una herencia de la forma germánica). El espacio comunal se identifica con los pastizales, por oposición a la tierra labrada; son lugares de caza, recolección, ferrerías, pesqueras. Las tierras comunales habilitan una serie de prácticas que terminan siendo derechos de la comunidad.
      En España, por ejemplo, el llamado concejo abierto es una asamblea de las aldeas, entre cuyas funciones estaba decidir todo lo relacionado a los bienes comunales. Según algunos historiadores, la propiedad comunal no era ni estatal, ni privada. En general, los espacios comunales estuvieron sujetos a disputas; los impulsos privatizadores chocaron con frecuencia con los intereses de los campesinos interesados en mantener los espacios comunales.
      Las formas comunales aparecen en muchas otras formaciones. Por ejemplo, sobre Rusia, escribe Eric Wolf («Las luchas campesinas del siglo XX): «Antes de la emancipación (se refiere a la emancipación de los siervos) cada familia dentro de la comunidad tenía derecho a una asignación de tierras de la comunidad; además,cada familia poseía su casa y huerta como tenencia hereditaria. No existía el cultivo colectivo; cada familia cultivaba su parcela. Los derechos a los pastizales, y en algunas ocasiones los derechos sobre las praderas y bosques, era sin embargo propiedad conjunta de la comuna. Por último, en la Gran Rusia y en Siberia la comuna tenía el poder de reasignar periódicamente la tierra entre las familias que la constituían». Pero incluso el derecho de propiedad de la parcela no era pleno; explica más adelante: «En tanto que la comuna sostuviera los derechos de reasignación, imponía serias limitaciones a la libertad del campesino para utilizar su tierra como le conviniera. El campesino no podía vender, hipotecar o heredar la tierra sin el consentimiento de toda la comuna. Tampoco podía rehusar una nueva asignación, menos productiva que la que tuvo antes. Las comunas también limitaban el derecho del campesinado para cultivar las cosechas que deseaba, imponiendo un rígido sistema de cultivos».
      De la misma manera podría seguir hablando de otras formaciones, en México, Vietnam, África subsahariana (con respecto a esta ultima, algunos antropólogos marxistas hablan de un modo de producción específico, africano). Lo que quiero significar entonces con esto es que hubo numerosas formas de propiedad comunal, y relaciones que establecieron severas limitaciones a lo que se conoce como propiedad privada de tipo capitalista (con derecho al uso y abuso). La misma compra y venta de tierra, esto es, la existencia del suelo como mercancía, es un fenómeno relativamente muy reciente en la historia humana, al menos en la mayor parte del planeta.
      Por lo tanto, sostener que no hubo progreso de la civilización hasta que no apareció el campesino propietario pleno, productor capitalista y maximizador, me parece de un reduccionismo que debería ser rechazado. La historia no empezó cuando empezaron a regir los derechos de la propiedad privada plena.
      Como dije antes, estoy con mucho trabajo y no puedo extenderme más sobre este asunto.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 20:51

    • Gracias profesor por esta explicación. No la conocía. ¿Es posible leer alguna traducción al español o al inglés de ese texto de Marx? De cualquier modo, hay tantas variedades de propiedad comunal como de propiedad privada. Y la literatura muestra que cuanto mejor definidos estén los derechos de propiedad, mayores serán los incentivos para emprender, lo que en definitiva incrementa la riqueza y reduce la pobreza. De ahí la importancia del caso Venezuela, que por arbitrariedades y expropiaciones numerosas, atentan contra la propiedad, y en definitiva contra quienes quieren emprender. La fuga de capitales, o más grave aun, la fuga de cerebros en Venezuela es tan grande, que no hay esperanza. Ud. propone terminar definitivamente con la propiedad privada en Venezuela y pasar a sociedad comunales. Nosotros pensamos que eso es un retroceso. Lo que Venezuela necesita es mejorar la definición de los derechos de propiedad, dar seguridad a las inversiones, para que estas se incrementen y generen empleo.

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      Adrian Ravier

      14/02/2013 at 08:31

    • Sí, hay traducción al español y al inglés. El texto (no fue publicado por Marx, quedó como borrador) es «Elementos fundamentales para la crítica de la economía política» (Grundrisse)». Está editado por Siglo XXI, se lo conoce directamente como Grundrisse. La discusión sobre las formaciones pre-capitalistas está al final del tomo 1. También se han editado esos textos por separado (no recuerdo ahora exactamente el título) con un estudio preliminar de Hosbawn.

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      rolandoastarita

      14/02/2013 at 09:49

    • Formaciones Económicas precapitalistas. Tambien por Siglo XXI.

      Saludos.

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      Gerardo Daniel

      14/02/2013 at 10:48

    • Perdón por intervenir en un tema que no es el que diera inicio a los comentarios (Venezuela). Me comentó este debate Adrián Ravier, y participo ahora porque me interesa el tema de los derechos de propiedad privada.
      Al respecto quisiera plantear que una de las características de la propiedad, tal vez la más importante, es la capadidad de «excluir» a los no propietarios. La palabra suena mal «políticamente» pero es clave. Si no pudiéramos «excluir» en nuestra casa y cualquier pudiera entrar y usarla creo que estaríamos en problemas. El origen de los que llamamos ahora «sociedad», e incluso del concepto de «justicia» está asociado a la propiedad, primero de bienes muebles, luego de inmuebles. Los derechos humanos, según Locke, surgen del derecho de propiedad que tenemos sobre nuestro «propio» cuerpo, nuestro cerebro, ideas, etc.
      La propiedad, desde esta perspectiva de exclusión, puede ser estatal (si es el Estado el que excluye, por ejemplo, no deja ingresar a cualquiera a la quinta de Olivos), o privada. Esta división binaria hace referencia a la definición clásica de la ciencia política respecto del estado, como el «monopolio de la coerción», el único que puede usar la coerción en forma legal. (Max Weber)
      Entonces, la propiedad puede estar en manos del estado, o fuera de él. En este segundo caso, puede ser propiedad de carácter individual o grupal y esta última puede tomar la forma de cooperativas, clubes, sociedades comerciales y todo tipo de estructura, tal como las que analiza Elinor Ostrom, por ejemplo. Todas ellas comparten la característica de poder «excluir» a los no propietarios y así evitar la «tragedia de la propiedad común», aunque el término está mal utilizado por Hardin porque en verdad se está refiriendo a la ausencia de exclusión.
      Si no se puede excluir surge la tragedia que devasta un recursos ya que todos tenemos incentivo a extraer y ninguno a «poner» o producir.
      Esta es la esencia de la propiedad, como tal está tanto presente en una propiedad colectiva como una cooperativa como en una propiedad individual.
      La sociedad abierta, tal vez mal llamada capitalismo, simplemente promueve que existan «propietarios» para evitar esa tragedia y la depredación de los recursos y prefiere la propiedad no estatal, porque ésta, en buena medida, comparte los problemas de la ausencia de propiedad, ya que lo que es de «todos» en definitiva parece no ser de nadie. Además, la propiedad «privada» es propiedad «dispersa» entre muchos propietarios mientras que la estatal es concentrada con todos los problemas que ellos genera para el cálculo económico.
      Conozco por donde va a venir la respuesta y entiendo que todos estamos muy ocupados así que no hace falta contestar. Adelanto el final: todos nuestros desacuerdos parten, no solamente de una cuestión valorativa, sino de una cuestión metodológica: si debemos comenzar nuestro análisis desde la acción individual, o individualismo metodológico, o desde el concepto de «clase». Este «es» un debate científico, que nos lleva a pensar que el marxismo es , más bien, sociología, y no economía (sin pretender insultar con esto).

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      Martín Krause

      14/02/2013 at 13:31

    • Usted plantea un debate (en realidad, ya había sido planteado en los anteriores comentarios de Cachanovsky y Adrián Ravier) que excede con mucho los límites de esta sección. Habría que dedicarle mucho tiempo, y estoy con muchos líos (incluso ahora estoy escribiendo desde la facultad, después de tomar exámenes).
      De todas formas, qusiera puntualizar algunas cuestiones que se refieren a la posición de Marx (según la interpreto, y acuerdo); aunque sea de manera telegráfica (y a pesar de esto, el texto es necesariamente largo).
      En primer lugar, cuando Marx critica la propiedad privada está criticando la propiedad privada del capital; no habla del derecho que tenemos a la intimidad, o cosas por el estilo.

      Vamos entonces al grano del asunto. En la concepción de Marx la propiedad del capital no es simplemente un medio para la realización personal, individual, del propietario. La propiedad privada entraña, además, relaciones de poder sobre los que no son propietarios, ya que se trata de propiedad sobre medios de producción. Para ponerlo con un ejemplo sencillo, supongamos una sociedad en la que los 100 primeros habitantes acceden a ser propietarios de lotes de tierra, de manera que pueden proveer a sus necesidades y fabricar medios de producción. Pero las siguientes 100 personas que llegan ya no tienen acceso a la tierra (ésta fue repartida) y están obligados, o bien a trabajar como asalariados para los 100 que tienen lotes, o bien morirse de hambre. Es claro que aquí hay una relación asimétrica de poder, que se asienta en una situación de propiedad / no propiedad.

      Más en general, según el marxismo, las relaciones de propiedad (o posesión) entrañan relaciones de poder. La propiedad privada del capital implica poder sobre los medios de producción, de lo que deriva poder sobre los no propietarios de medios de producción. Ese poder es el que permite la extracción de plusvalía, esto es, trabajo no pagado. Por eso, en el corazón de la sociedad moderna anida la antítesis entre la propiedad privada del capital y el trabajo. Sus intereses son opuestos, uno tiene el control y busca extraer todo el excedente posible, el otro trata de preservar su valor. Los obreros que fabricaban alfileres en la fábrica que describe Smith no eran libres de elegir la forma en que trabajarían, ni el ritmo al que lo harían. Los trabajadores tienen como libertad la capacidad de elegir entre morirse de hambre en el desempleo, o aceptar los regímenes autoritarios de las empresas capitalistas.
      Por eso, subrayo, la propiedad es muy principalmente, una relación de poder sobre personas. Esto también se demuestra cuando advertimos que el desarrollo económico de las sociedades capitalistas depende crucialmente de la decisión de invertir de los propietarios del capital. Los inversores tienen un poder económico que condiciona el poder político, y que no tienen los no propietarios de capital.

      Por otra parte, la crítica de Marx a la propiedad privada también se relaciona con la cuestión de la libertad. Los defensores de la propiedad privada del capital ponen en primer plano la realización de la libertad a través del comportamiento egoísta, la búsqueda del beneficio propio. En cambio, en la visión de Marx, la libertad solo se logra en la sociedad, a través de la comunidad. “La libertad personal solo es posible dentro de la comunidad” (La ideología alemana). No se consigue con comportamientos egoístas, mirando solo el propio interés, en lucha con los demás. Se logra a través de la comunidad, en cooperación con otros. Pero esto es imposible que suceda en tanto la propiedad privada del capital genera relaciones antagónicas (explotación).

      Además, hay que tener presente que las relaciones sociales que constituyeron la propiedad privada son construcciones humanas históricas, no son naturales, y evolucionaron históricamente. La discusión sobre las propiedades de los comunes, que hemos tenido en otras intervenciones, tiene que ver con esto. El esquema individualista burgués tiende a olvidar esta historia.

      Recordemos que la posesión del lote por parte el campesino implicaba acceso directo del hogar campesino a los medios de subsistencia. Además, las aldeas tenían acceso a las tierras comunales. De conjunto, el campesino y la aldea tenían un poder de resistencia. Esta situación obligaba a los señores a aplicar medios de coerción extra económica para obtener el excedente. Por eso, la apropiación privada de las tierras comunales juega un rol importante en la transición al capitalismo, ya que la privatización quita a las aldeas campesinas el acceso a recursos, como tierras y bosques. Es significativo que Locke defienda la apropiación privada y rechace los reclamos para el uso en común. Locke niega que los usos de la costumbre tengan fuerza alguna contra la privatización. Pero los historiadores sostienen que en el pensamiento antiguo existía un pensamiento extendido: que los lugares salvajes y el agua, no tocados por la mano humana, no podían ser apropiados por los individuos. Esto está en el fondo de los reclamos de los comunes. Locke desconoce el argumento.

      Aunque no se trató solo de la apropiación, ya que con el capitalismo hubo una rápida concentración de la riqueza. Esto es, el proceso fue asimétrico, ya que en tanto los lores y señores conservaron el uso y beneficio de los recursos, en nombre de la propiedad individual absoluta se erosionaron los derechos comunes y de uso de las clases más bajas.

      En definitiva, la privación del acceso a las tierras comunales socavó el pilar de la independencia de los pequeños propietarios. Es curioso que la gente tan preocupada por la libertad y la propiedad, haya dejado de lado este asunto. Como resultas, de manera creciente las aldeas tuvieron que depender del trabajo asalariado.

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      rolandoastarita

      14/02/2013 at 18:15

    • Agregado: acuerdo en que buena parte de las diferencias (no estoy seguro que sea la raíz de todas, pero sí de buena parte) tiene que ver con la perspectiva metodológica. Efectivamente, los marxistas somos críticos del individualismo metodológico. Esto es, de la idea de que lo social se deriva de lo individual. El planteo marxista no niega lo individual, solo plantea que lo social tiene prioridad explicativa. Debido a que el individualismo metodológico está en el fundamento de la economía del «mainstream», lo he tratado con alguna extensión en otro texto que no publiqué en este blog. Trataré de publicarlo, con correcciones, en el futuro aquí. En términos generales, sostengo que el individualismo fracasa en la explicación social y económica. Los biólogos sostienen que tampoco tiene aplicación en su campo (el comportamiento de los organismos complejos no se deriva directamente del comportamiento de la célula). E incluso por los físicos (notable porque la física es la inspiración de los economistas mainstream). Algunos físicos incluso han desarrollado la perspectiva de la complejidad (y estimulan el trabajo interdisciplinario) como Lauglin (lo escribo de memoria). Pero más en general, como me explicaba un amigo físico, aun sin compartir totalmente la perspectiva de la complejidad, cualquier físico reconoce sin problemas que el comportamiento agregado de los átomos (por ejemplo, en los cristales) no se deriva del comportamiento aislado del átomo (como lo describe la física cuántica). Aplicado al estudio de los fenómenos sociales (y la economía lo es) el individualismo parece aún menos apto.
      Nuevamente, se trata de una cuestión que excede con mucho los límites de estos comentarios, pero no quería dejar de presentar, aunque sea de manera telegráfica, lo que pienso sobre este asunto.

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      rolandoastarita

      15/02/2013 at 10:50

    • Hay muchos temas en esta serie de comentarios, no se si estoy respondiendo en el lugar correcto, aunque terminaré con una referencia a Venezuela. Como son muchos los temas me quiero enfocar en uno solo, referido a este párrafo del profesor Astarita, como un contraejemplo a la propiedad privada:
      «Le doy un contraejemplo: en una cooperativa los productores pueden tener muchos incentivos para trabajar, siendo la propiedad común. Sostener que la aniquilación de la propiedad privada del capital es acabar con la civilización equivale a sostener que el capitalismo es trans-histórico, o que no hubo civilización hasta que vino la propiedad privada del capital, esto es, hasta aproximadamente el siglo XVIII (y solo en algunas partes del planeta)».
      Por cierto que es «propiedad» ya que los productores excluyen a los no miembros del uso de los recursos comunes. Pero ésta es una de las tantas formas de propiedad grupal o colectiva que la sociedad y el mercado han desarrollado. Perfectamente podrían ser también una sociedad anónima donde cada trabajador tiene una acción y los dividendos se reparten igualmente entre todos. Otro tema importante en este aspecto es si la cooperativa tiene responsabilidad limitada. Las sociedades comerciales la tienen, y las cooperativas también, lo que favorece el proceso de inversión.
      Y no vamos a negar que la sociedad comercial, está en la base de la evolución capitalista.
      Aunque, como dije, no quiero abrir más temas ya que la discusión termina siendo muy general, quiero plantear algo respecto a Venezuela. El gobierno allí ha legislado la «estabilidad laboral» e incrementado mucho los costos de contratación.
      Un principio básico de la economía dice que si se restringe la salida, también se daña la entrada al mercado laboral, y el mayor costo de contratación disminuye la cantidad demandada, como en cualquier otro mercado. Como resultado de eso, hay empresas en Venezuela que han ofrecido a sus trabajadores dejar de ser empleados en relación de dependencia y organizar sus propiar cooperativas de trabajo, contratadas por la empresa.De esa forma, ésta reduce costos y los trabajadores duplican su ingreso (las cargas sociales por ser cooperativista son mucho más bajas, aunque no quiero desviar la discusión a esto).
      La cooperativa, así, tiene una relación de «mercado» con la empresa.
      No podría decir si hay casos o cuántos, pero si estas cooperativas reciben como parte de la remuneración acciones de la empresa, pasan a ser dueñas de capital, al menos en parte
      Pero este es un fenómeno común, sobre todo actualmente y más en los países anglosajones que en el resto, la dispersión de la propiedad del capital, donde los empleados reciben acciones en forma directa, o en forma indirecta a través de sus aportes a los fondos de pensiones.
      Y si el tema es que una participación minoritaria no significa «control» sobre el recurso, por cierto es que una evolución reciente del capitalismo ha sido esa, a punto tal que resulta difícil decir quién es el «dueño» de buena parte de las empresas en el Fortune 500. En muchos casos, el accionista «minoritario» más importante no llega a tener el 20% del total.
      Creo que aquí podemos encontrar un punto de acuerdo: tal vez ambos estaríamos de acuerdo en que los trabajadores tengan más propiedad de las empresas, que sean accionistas.
      Saludos

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      Martín Krause

      15/02/2013 at 16:24

    • Agradezco a Martín la intervención y al profesor Astarita su respuesta. Aunque vayamos discutiendo diversos puntos, creo estar aprendiendo en el proceso. Martín posiblmente quiere responder más tarde, pero quería hacer un punto sobre esta nueva respuesta.

      Si no recuerdo mal, en la última discusión (de otro post) habíamos llegado finalmente a tratar la teoría de la imposibilidad del cálculo económico en el socialismo. Pero no recuerdo haber recibido respuesta.

      En cualquier caso, aquí el profesor Astarita explica que cuando Marx critica la propiedad privada está criticando la propiedad privada del capital; no habla del derecho que tenemos a la intimidad, o cosas por el estilo. Ok! Pero es precisamente la propiedad privada del capital la que ha abierto un extenso debate en la literatura que el profesor Jesús Huerta de Soto resumió aquí [http://www.fcjs.urjc.es/httpddoc/Huerta-Soc.pdf] El libro es demasiado extenso, y es por ello, que me tomé el trabajo de escribir una reseña, que resume sus argumentos centrales [http://www.fce.unal.edu.co/media/files/documentos/Cuadernos/54/v30n54a12.pdf]

      Con tiempo, quizás el profesor pueda leer el libro, o bien la reseña, y contraargumentar su contenido.

      Pero resumiendo, Mises explica que la propiedad privada de los medios de producción (capital), es lo que permite que haya mercados para esos medios de producción. Sin propiedad privada para esos medios de producción, no hay mercados para esos medios de producción. Si no hay mercados para esos medios de producción, entonces no hay precios para esos medios de producción. Y sin precios para esos medios de producción, no es posible hacer cálculo económico, lo que en definitiva, da lugar a un caos en la producción. El desenlace entonces es caos, pobreza, hambre. Esto es lo que ha ocurrido precisamente en todas las experiencias que hemos tenido con el socialismo (en sus distintas versiones), y la razón por la que ha sido erradicado como sistema práctico, al menos en Europa, y en casi todo el mundo.

      Volviendo a la propuesta, concretamente me preocupa de qué modo estas asociaciones de trabajadores podrán saber qué producir, cuánto producir y en qué calidad producir. En un mercado libre, esta información la provee el mercado, a través de los precios (que son el resultado de la revelación de preferencias tranformadas en oferta y demanda) y el cálculo económico, brindando al empresario «señales» en forma de ganancias y pérdidas, que le permiten al empresario, por un proceso de prueba y error, corregir el rumbo de sus inversiones. Pero en estas asociaciones, hasta donde entiendo, se eliminan los precios, y también la posibilidad de advertir si los proyectos de inversión son rentables. En esta oscuridad de información, me preocupa cómo harán las asociaciones para evitar el caos.

      Y agrego otro factor: sabemos que cualquier proceso de producción requiere de insumos. En un mercado libre, la propiedad privada de los medios de producción y la misma demanda de los empresarios por esos insumos, genera incentivos para que otros emrpesarios produzcan esos insumos. Como diría Adam Smith, este proceso es dirigido espontáneamente. Sin importar cual será el destino de esos insumos, son producidos, simplemente porque hay gente que paga por ellos. Me cuesta comprender cómo estas asociaciones podrán en definitiva hacerse del conocimiento (cuya característica fundamental es que está disperso en la mente de cada persona) para reemplazar la enormemente compleja estructura intertemporal de la producción que es propia del mercado libre, y que hace posible la producción en masa de bienes y servicios, que ha logrado en definitiva reducir la pobreza en casi todo el mundo.

      El profesor Astarita, tiene la particularidad de señalar y enumerar los casos concretos de hambrunas y pobreza que aun hoy sufre el mundo, y asignarle esa responsabilidad al capitalismo. Nosotros pensamos, sin embargo, que esa pobreza, no es conscuencia de ese sistema puro, sino del intervencionismo, que ha evitado que los mercados libres lleguen a generar riqueza en lugares donde más falta hace.

      Quiero adelantarme a una crítica que siempre recibimos quienes pensamos que los mercados libres son necesarios y «humanamente» eficientes. Este sistema no es perfecto. La perfección no es de este mundo. Pero me parece que mercados libres, propiedad privada y precios, es lo mejor que tenemos para luchar contra la ignorancia y la pobreza.

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      Adrián Ravier

      15/02/2013 at 11:10

    • Estimados, irrumpo en este debate sin tantos conocimientos académicos como los que están discutiendo, así que me costó atreverme en un primer momento. Creo que un tema fundamental en el debate sobre la propiedad privada del capital o de los medios de producción provienen de esta afirmación del Dr. Astarita:

      «En primer lugar, cuando Marx critica la propiedad privada está criticando la propiedad privada del capital; no habla del derecho que tenemos a la intimidad, o cosas por el estilo.»

      Creo que ese concepto proviene de una concepción estática del capital, del conocimiento y de la riqueza misma. No tiene en cuenta que todos los bienes, incluso aquella propiedad que tiene que ver con «la intimidad» puede ser transformada en un medio de producción cuando el propietario de ese bien atiende que con ese bien puede satisfacer necesidades ajenas.

      Para ejemplos hay varios, pero voy a poner sólo unos cuantos.

      Creo que no hay bienes más «íntimos» que la cama propia, o incluso el baño propio. Sin embargo, si por alguna razón ajena a uno, muchos viajeros pasaran por mi casa y necesitan un lugar para dormir, podría convertir esa cama o ese baño en generador de renta alquilándolo a esos viajeros.

      Otros bien privado que no es usualmente considerados «capital» sería una navaja. Sin embargo, si con esa navaja me dedico a moldear madera y la transformo en una pieza de artesanía, esa navaja ya es capital. En ese caso, el productor sería yo, pero imaginen la situación si yo no tuviera la capacidad de producir una artesanía con mi navaja, pero sí la tiene mi vecino. En ese caso, podría contratar a mi vecino para que sea él quien produzca esa artesanía, a pesar de que es un bien que en un principio no era considerado capital.

      Más claro aún sería si, con los cubiertos, asaderas y hornos de mi casa me dedico a preparar empanadas y a venderlas por la calle. Podría contratar también a una vecina para aumentar la productividad. Esa vecina también tiene cocina, cubiertos y asaderas, sin embargo no tiene la intención de correr con el riesgo de emprender el negocio de venta de empanadas, por lo que se conforma con trabajar en relación de dependencia.

      A lo que voy es al error de creer que los bienes de capital son facilmente identificables y de que es posible eliminar la propiedad privada de todos ellos. En los tres ejemplos que puse arriba, con ahorro y buen olfato los pequeños emprendedores pueden terminar transformándose en empresarios medianos o grandes.

      Decir que cuando Marx se refiere a eliminar la propiedad privada sólo de los medios de producción, ignora que gracias a la creatividad humana, todo bien es potencialmente un medio de producción.

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      Manu G.

      17/02/2013 at 14:26

    • Por favor, no me atribuya el título de «doctor». Ni siquiera tengo título de grado. Por otra parte, es claro que Marx no identifica el capital con los medios de producción; la cortadora de césped que tengo en mi casa no es «capital» (en el sentido de Marx), y nadie habla de que deba ser socializada.

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      rolandoastarita

      17/02/2013 at 16:11

    • Entiendo, Rolando. Pero entonces, si a partir de la cortadora de cesped logro montar un negocio y contratar empleados, según la teoría marxista eso no sería una relación de explotación?

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      Manu G.

      17/02/2013 at 19:47

    • Sí, en ese caso la cortadora de césped pasa a ser capital (constante). El marxismo cuestiona la propiedad privada sobre los medios de producción que da lugar a relaciones de explotación. Por eso expliqué en otro «comentario» que la relación de propiedad sobre los medios de producción implica relación de poder sobre lo no propietarios de medios de producción. Esto no tiene nada que ver con socializar los bienes de consumo personal.

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      rolandoastarita

      17/02/2013 at 22:25

  2. Muy claro su analisis de la economia venezolana, creo que habria que analizar lo mismo que hizo Peron en sus primeros gobiernos para ver los paralelos en ambos regimenes bonapartistas saludos

    Date: Tue, 12 Feb 2013 15:17:03 +0000 To: arielquiroga94@hotmail.com

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    Ariel Quiroga Quiroga Fontes

    12/02/2013 at 13:47

  3. Rolando
    Excelente artículo
    Dos observaciones.
    1º) No se de donde has sacado los datos sobre los logros de la producción eléctrica en Venezuela. En realidad lo que se está viviendo aquí es una «catástrofe» eléctrica, en la que el fenómeno del Niño no tuvo nada que ver.
    Según los expertos en esta materia, existen problemas graves de producción -falta de mantenimiento de las turbinas de la represa del Guri (fuente principal de energía eléctrica), entre otros aspectos- y problemas graves -falta de mantenimiento e inversión- en la red de distribución.
    Y los efectos de la crisis eléctrica se observan diariamente. Los apagones en Venezuela son una constante permanente. Se producen protestas populares con mucha frecuencia por este problema.
    La opinión de los expertos es que hubo una desinversión importante en el área eléctrica en los 14 años de gobierno chavista. Además de mucho desorden, con planes mal diseñados de los recursos que sí se invirtieron.
    2º) Otra observación, quisiera saber los datos que tienes sobre la mejoría en salud y educación en Venezuela.
    La realidad nos dice que nunca la Salud Pública en Venezuela ha estado peor de lo que ya estaba en la época pre-chavista. Los hospitales públicos y los ambulatorios están en el suelo. Por otro lado los programas de enfermedades endémicas y crónicas, responsabilidad del Estado, están profundamente deteriorados. Por otro lado, las estadísticas oficiales no son muy confiables. No existe mucha transparencia con la situación de varias enfermedades «sensibles» para la población.
    En educación realmente no se observa una mejoría cualitativa, según mi opinión. La calidad de la educación pública, primaria y secundaria, es pésima.
    Saludos

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    ladudametodica

    12/02/2013 at 18:12

    • Sobre capacidad de producción eléctrica tomé datos oficiales, que repite Cepal. Es posible que estén inflados, no tengo claridad. En general, es bastante difícil orientarse entre los datos que aparecen como propaganda del gobierno, o de la oposición. Traté de cruzar los datos, pero reconozco que en el tema de energía eléctrica me quedaban dudas.
      Sobre los índices de mejoras sociales, también están cruzados por afirmaciones opuestas. Tomando los datos que utilizan organismos de la ONU, lo que aparece es que hubo mejoras, aunque tampoco puede hablarse de «revolucionarias». Son mejoras que se encuadrarían dentro de lo que es un capitalismo que operó cierta redistribución del ingreso. Si se toma el índice de desarrollo humano (que elabora el PNUD), Venezuela tiene el puesto 73 sobre 187 países. Está un poco por encima de la media para América Latina y el Caribe, donde el IDH es 0,73. Venezuela está en 0,735. En salud Venezuela tiene un índice de 0,858; en 2000 el índice era 0,827. La tasa de alfabetización es de adultos (mayores de 15 años) es del 95,5%; los años de educación promedio 7,6; el índice de educación 0,692. En 2000 era 0,524.
      Por otra parte, según el Programa de la ONU para Asentamientos Humanos, y con datos de 2009, Venezuela es el país de América Latina con menor desigualdad, con un coeficiente Gini de 0,41 (aunque más desigual que Europa, Canadá o EEUU). Pensemos que países escandinavos tienen índices Gini de 0,25. En 1997 el Gini de Venezuela era 0,487. El INE reclama un Gini para 2011 de 0,39.
      Interpreto que estas mejoras son las que explican el apoyo de una parte muy importante de la población, la de menores ingresos, al chavismo.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 10:16

  4. El que quiera más información sobre la crisis eléctrica en Venezuela puede visitar este blog:

    http://josealler.blogspot.com/search?updated-max=2013-01-15T08:04:00-04:30&max-results=7

    Saludos

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    ladudametodica

    12/02/2013 at 18:28

  5. Hola Rolo, la primera pregunta que me surge es por qué Venezuela (en este caso Venezuela, pero aplica para cualquier otra nación) no puede aprovechar los miles de millones de dólares obtenidos del petróleo para despegar.
    Promediando el artículo decís: «un proceso de acumulación de capital productivo daría lugar a un fortalecimiento social de la clase obrera, que podría socavar, a mediano o largo plazo, el poder de la burguesía y la burocracia rentística.» No creo que esa sea la respuesta ya que implicaría un nivel de dirección de la economía extremo. Entonces, ¿por qué no hay reinversión productiva?, ¿cuál es el freno, el impedimento para que esta ocurra? ¿Tiene algo que ver el subdesarrollo; es decir, las relaciones internacionales de poder constituyen o no un factor de persistencia de ese subdesarrollo? Si no viene por ahí, entonces, cuál es el impedimento para el desarrollo de capitalismo en estas naciones.

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    Eduardo

    12/02/2013 at 19:17

    • La pregunta de por qué un país que recibe una gran renta no se desarrolla no parece sencilla de responder. Históricamente ha sucedido así. Un caso típico es el de España, que recibe una enorme masa de oro y plata, pero ingresa al siglo XVII relativamente empobrecida. Daría la impresión de que las relaciones sociales atrasadas no permitieron absorber y reconvertir esa masa en inversión productiva (en absoluto soy especialista en el asunto, pero creo que Pierre Vilar ha escrito sobre esto).
      El tema vuelve a aparecer en otras situaciones y países. Es el caso de los países de la OPEP, y el incremento en los flujos de dólares que recibieron a partir de 1970. Muchos «socialismos» de los países petroleros terminaron en el fracaso; aunque a diferencia de Venezuela, en varios casos se intentó el desarrollo de industrias pesadas. En una próxima nota voy a presentar, de manera resumida, un artículo de 1983 (aparecido en Critique de l’Economie Politique) de un marxista, Sid Ahmed, sobre el tema. Al menos, para que se tengan más elementos de juicio.
      En cuanto a la lógica que puede estar guiando la falta de inversión y manejo coherente en las empresas estatizadas, al menos en las empresas estatizadas la burocracia estatal venezolana parece tener, efectivamente, un «poder extremo», que intenta sostener con la represión a los dirigentes y activistas sindicales que se oponen.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 10:25

    • Dice el profesor Astarita: «La pregunta de por qué un país que recibe una gran renta no se desarrolla no parece sencilla de responder. Históricamente ha sucedido así. Un caso típico es el de España, que recibe una enorme masa de oro y plata, pero ingresa al siglo XVII relativamente empobrecida. Daría la impresión de que las relaciones sociales atrasadas no permitieron absorber y reconvertir esa masa en inversión productiva (en absoluto soy especialista en el asunto, pero creo que Pierre Vilar ha escrito sobre esto).
      El tema vuelve a aparecer en otras situaciones y países. Es el caso de los países de la OPEP, y el incremento en los flujos de dólares que recibieron a partir de 1970. Muchos “socialismos” de los países petroleros terminaron en el fracaso; aunque a diferencia de Venezuela, en varios casos se intentó el desarrollo de industrias pesadas.»

      Me parece que la respuesta es bastante sencilla, y Adam Smith lo resume correctamente. La «riqueza de las naciones» no está en el oro y la plata, como crecían los mercantilistas, sino en la capacidad de producir bienes y servicios. Chavez «aprovechó» los recursos petroleros en el corto plazo y eso le permitió contar con seguidores suficientes para ganar algunas elecciones. Pero los recursos se agotan, los incentivos perversos apuntan a abandonar la producción precisamente de esos bienes y servicios, y el sistema fracasa. El éxito cortoplacista de Correa, Evo Morales, Chavez, Kirchner o Zapatero, sólo puede terminar en hambre generalizado, con gente que abandona el país porque no encuentra el modo de sobrevivir.

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 10:38

    • Coincido en que el problema clave es la absorción en sentido productivo de la renta (la masa de oro y plata). De todas formas, preciso también que la fórmula de Smith, que el estímulo del comercio genera el desarrollo (la lógica es que el aumento del comercio genera más especialización, o división del trabajo, lo que aumenta la productividad, lo que vuelve a estimular el comercio) tampoco funciona de esa manera. El contra ejemplo histórico por excelencia es Polonia del siglo XVI, donde la inserción en el mercado mundial reforzó las sujeciones feudales de los terratenientes (el llamado «segundo feudalismo»). Más en general, la lógica del pequeño productor que se vincula al mercado no necesariamente pasa por la maximización a través de la especialización. Puede haber, por ejemplo, una lógica de sobrevivencia (diversificación para resistir las oscilaciones del mercado).
      Todo esto indicaría que el desarrollo capitalista es un fenómeno bastante complejo. No se limita a alguna fórmula simple (el comercio desarrolla, el Estado es el factor clave, etc.). Habría que evitar el reduccionismo en las explicaciones.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 10:52

    • Después de varios días vuelvo a tu cuestionamiento, que me quedó dando vueltas. Ahora me doy cuenta de que tenés razón, incurrí en el error de deslizar una explicación funcional, donde solo puedo demostrar que existe una relación funcional objetiva. Yo puedo decir que la no inversión en el desarrollo de la industria, y de la capacidad productiva, debilita socialmente a la clase obrera y que esto es funcional a la continuación del dominio de la burocracia capitalista de Estado. Pero no estoy autorizado a sostener que en Venezuela la inversión productiva está frenada porque esta situación es funcional a la continuidad del dominio de la burocracia capitalista de Estado.
      Es claro que no siempre que identifiquemos una función tenemos una explicación funcional. La falta de inversión productiva por parte del Estado venezolano puede deberse a otra causa, que no he identificado. Y al mismo tiempo sostener que esto es funcional a la continuidad del dominio burocrático, en la medida en que debilita socialmente a la clase obrera. Agradezco entonces la crítica, tengo que seguir pensando este asunto.

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      rolandoastarita

      15/02/2013 at 13:25

  6. Puede que el régimen político esté muy codicionado por la base económica, pero el mismo régimen político puede volverse a veces inoperante sin que la base económica cambie drásticamente. En Venezuela, por ejemplo, siempre se ha esperado el colapso del régimen, con o sin Chávez, a partir de una crisis grave del mercado petrolero mundial, cosa que hasta ahora no ha ocurrido y en verdad es difícil de visualizar, aunque siempre es posible. Sin embargo, cada vez es más visible, con la ausencia de Chávez, el grado de degradación a que ha llegado su gobierno y lo insostenible que puede llegar a ser la reproducción rentística que agencia si no cubre, como el carisma de Chávez pudo hacer, aspectos menos tangibles que los económicos pero importantes en sentido político. Quiero decir que la crisis económica venezolana puede no ser tan grave, pero el chavismo sin Chávez luce condenado a mediano plazo, y es que la renta petrolera por más cuantiosa que sea no dá para moldear por completo a un país.

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    mario

    12/02/2013 at 20:19

    • No creo que exista un «chavismo sin Chávez». Hace varias semanas, el analista Modesto Emilio Guerrero escribía que, bajo el liderazgo «articulador» de Chávez, conviven tres sectores diferenciados: 1) los militares, que buscan instaurar un régimen bonapartista y apoyarse en una supuesta «burguesía nacional»; 2) los sectores socialdemócratas, que sin Chávez estarían tendiendole una mano a la derecha y a EEUU; 3) los movimientos sociales más radicalizados, que buscan el empoderamiento de las clases subalternas y están enfrentados con la burocracia y la «boliburguesía». Sin Chávez, yo pienso que lo más probable es que se termine desatanto una lucha al interior del chavismo, algo muy parecido a lo que sucedió en Argentina tras el derrocamiento de Perón. Pero con algunas diferencias importantes, porque los distintos intereses ya están definidos de antemano en Venezuela y porque gran parte de la población se considera «socialista». Entonces, yo no creo que el «chavismo sin Chávez» vaya a estar condenado a mediano plazo; si muere Chávez, va a estar inmediatamente condenado en el marco de la lucha de clases que se va a desatar. Después, todo va a depender de ese resultado.

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      Juan

      12/02/2013 at 22:19

  7. Rolando, excelente texto. Por otro lado, dejo esta nota de Eduardo Lucita, en la que absurdamente -en mi opinión- plantea y alienta las posibilidades que tendría el Gobierno de avanzar hacia una Argentina «independiente»: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-6603-2013-02-12.html

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    Armando

    12/02/2013 at 21:40

  8. Comentario rápido: «Recordemos que la pobreza en 1998 alcanzaba al 50,4% de la población, a fines de 2011 el 31,9% ; en el mismo lapso, la pobreza extrema bajó del 23% al 8% (INE y Cepal)»

    Ojo que la CEPAL toma los datos de los centros de estadísticas nacionales. Así que decir «INE y CEPAL» no es un refuerzo. Es lo mismo que decir solo INE. (Sigo leyendo)

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  9. La pregunta, luego de leer el interesante análisis es: ¿cómo se evita que un sistema que vaya hacia el socialismo no termine en la explotación estatal de los trabajadores? Dejo aquí un interesante paper sobre el origen del estado: http://www.independent.org/publications/tir/article.asp?a=15

    Por otro lado: «un proceso de acumulación de capital productivo daría lugar a un fortalecimiento social de la clase obrera»

    Cómo se genera esta acumulación de capital productivo con un estado omnipresente que expropia y que vulnera o amenaza constantemente derechos de propiedad. Creo que en esta afirmación usted está diciendo que el fortalecimiento social de la clase obrera depende del grado de capitalismo del país. Bueno, queda claro que la burocracia estatal venezolana no promueve el capitalismo. Por lo que me extraña que luego del análisis usted concluya «Venezuela continúa siendo una economía capitalista».

    Vamos, nadie dice que esto es el paraíso marxista. Pero parece obvio que Venezuela es uno de los países menos capitalistas en el mundo entero.

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    • De todas formas, ha habido procesos de acumulación productiva capitalista estimulados y orientados desde el Estado. Los casos de Corea del Sur, y más actual, China; no fueron economías sustentadas en la renta, pero el Estado jugó un rol clave.
      Por otra parte,no me queda muy claro por qué dice que «Venezuela es uno de los países menos capitalistas del mundo entero». ¿En qué se basa? ¿Acaso en la participación del Estado en la economía? En este sentido, no es mucho mayor que la de la mayoría de los países capitalistas adelantados.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 10:45

    • Gracias por su respuesta. Bueno, no lo digo solo por el 42% de gasto público sobre PIB o por el 12% de déficit fiscal, o por la inflación superior al 20% porque la renta petrolera no es suficiente para financiar los programas de asistencialismo, sino también por las «señales». Como, por ejemplo, un presidente que en la televisión nacional dice «exprópiese» dando la sensación de que todo puede pasar en términos de derechos de propiedad en ese país según sea el humor del primer mandatario.

      El capitalismo funciona con derechos de propiedad. Es decir, yo produzco y puedo quedarme con el beneficio resultante luego de pagar mis costos siempre que el negocio sea exitoso. Si las reglas en este sentido se ven constantemente amenazadas, el capitalismo no goza de plena vigencia, por lo a tal sistema no se lo puede llamar capitalismo.

      Aquí un análisis interesante de Robert Higgs, que bautizó a este sistema de discrecionalidad «incertidumbre de régimen» http://www.independent.org/pdf/tir/tir_01_4_higgs.pdf.

      Para concluir, en Venezuela no hay capitalismo, sino que hay una elevadísima incertidumbre de régimen que lo lesiona y no le permite dar su verdadero potencial.

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    • Es un hecho que el modo de producción capitalista necesita un Estado que garantice las condiciones jurídicas y políticas (también económicas) de su reproducción. También es un hecho que no siempre existe una correspondencia funcional entre ambos. Pero de ahí hay una distancia a sostener que las dificultades en esa adaptación funcional equivalen a negar la existencia del modo de producción capitalista. Concretamente, el Venezuela el Estado favorece un tipo de acumulación capitalista (y a algunas fracciones de la clase dominante) en perjuicio de otras. Pero esto no implica que el sistema no sea capitalista. La relación social de producción predominante es la capitalista. Y esto define al modo de producción.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 12:15

    • Lo que señala Ivan se puede observar en el Index of Economic Freedom. Venezuela ocupa el lugar 173 sobre 177 países, sólo detrás de Zimbabwe, Cuba y Corea del Norte. [http://www.heritage.org/index/]

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      Adrián Ravier

      13/02/2013 at 11:55

    • Usted dice mas arriba en respuesta a Ravier «Marx critica al modo de producción capitalista porque se basa en la explotación del trabajo humano; porque genera una polarización social creciente ; porque sume al mundo en terribles crisis periódicas, con sus secuencias de hambre y miseria; y porque recrea, de manera permanente, una masa de millones de seres humanos sumidos en el pauperismo y el hambre»
      Pero el Socialismo no es solo superar esas condiciones materiales, sino que debido al cambio (revolucionario) en las relaciones sociales en largo plazo se crea un cambio en la superestructura por lo tanto en el ser humano, en donde ya no habra explotacion, ni injusticias ni racismo, ni odio ser un nuevo hombre

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      Alicia

      13/02/2013 at 15:05

    • Me sumo al comentario de Nicolás Cachanosky. Creo que el problema pasa por la definición de capitalismo. Si al profesor le parece que en Venezuela hay capitalismo porque todavía algún supermercado establece libremente el precio de algún producto, o porque formalmente muchas empresas disponen de su propiedad, esa sería una interpretación de la palabra «capitalismo».

      Pero, como mínimo, tendríamos que estar de acuerdo con que se trata de un «capitalismo» muy restringido, muy regulado, y muy sometido a diversas arbitrariedades, lo que hace que, evidentemente, no dé los frutos que, digamos, «suele» dar.

      En otro orden de cosas, he leído bastante el debate y me pregunto si tendría tiempo de leer este análisis. Creo que le puede interesar y tal vez escribir algún post relacionado. Saludos!

      http://www.vanguardialibertaria.net/austro-libertarianismo/austrolibertarianismo-papers/hans-hermannhoppecorrigiendoyre-interpretandoamarx

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    • Interesante lo que plante Hoppe en ese artículo. Es lo que decía más arriba, cuando señalaba que entonces la diferencia se concentra en propiedad privada versus propiedad comunal. Pero sólo quiero señalar que Hans Hermann Hoppe identifica a la Escuela Austriaca con el Libertarianismo, y eso es un error. La EA fundamenta el proceso de mercado que puede hacer posible el anarcocapitalismo. Pero hay muchos austriacos que no son libertarios y defienden un gobierno limitado.

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      Adrian Ravier

      14/02/2013 at 08:23

    • Estoy de acuerdo con Adrián, sería un error identificar a la Escuela Austríaca «solo» con Hans Hoppe, pero este análisis es muy interesante. Se le podría poner «Análisis Marxista y Análisis Libertario» tal vez.

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  10. Un intercambio muy interesante! Quisiera hacer un breve comentario aclaratorio porque creo que hay algo de «talking pass each other.»

    Tengo la impresión que por «sistema capitalista» o «capitalismo» se están entendiendo cosas distintas. Por ejemplo, si entiendo bien, Astarita identifica tanto en países como Venezuela y Estados Unidos o Europa sistemas capitalistas, dado que hay (a) uso de bienes de capital para producir y (b) explotación al trabajador. Adrián, por su lado, entiende por capitalismo no sólo la presencia de bienes de capital sino un sistema institucional en particular: capitalismo = libre mercado. De allí que se rechace a Venezuela como un país capitalista. Esto no es un problema de verdaderos o falsos, sino de definición de términos.

    El punto es que si se encuentran argumentos para rechazar el «capitalismo a la Venezuela,» eso no implica que esos mismos argumentos sirvan para rechazar el «capitalismo a la no-Venezuela» dado que si bien hay capital en ambos, los respectivos marcos institucionales se encuentran en polos opuestos. Corea del Sur puede tener ciertas imperfecciones importantes, pero se encuentra en una situación muy distinta a Corea del Norte.

    Si Venezuela es capitalista, ¿entonces también lo es Corea del Norte? ¿Si Corea del Norte es capitalista, también lo es Corea del Sur? Entiendo que se puede argumentar que indistintamente del marco institucional hay algo en común que explota a los trabajadores, pero no se puede obviar que la calidad de vida, ingreso, desarrollo son mucho mejores en Corea del Sur que Corea del Norte. De allí que algunos defiendan el capitalismo que se entiende por libre mercado, y no capitalismo a la «Corea del Norte o Venezuela.» Y por eso fenómenos como los bancos centrales son considerados «anti capitalistas» porque van en contra de los principios de libre mercado.

    Los comentarios de desigualdad me inspiran dos cortas reflexiones: (1) En primer lugar la distribución del ingreso es independiente del sistema institucional, lo que cambia es quien tiene más (el más productivo versus el amigo del poder) y la movilidad ascendente (mayor en sistemas más cercanos a libre mercados) y (2) si ante dos países con distinto nivel de ingreso pero igual distribución se prefiere al de mayor nivel de ingreso, es porque identificamos en esa alternativa un menor nivel de pobreza.

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    Nicolas Cachanosky

    13/02/2013 at 13:58

    • Jamás he afirmado que Corea del Norte es capitalista. Puede consultarse mi caracterización de regímenes como el soviético (y Corea del Norte es una variedad del soviético). Por otra parte, China o Corea del Sur sí son capitalistas, siendo países en los que el Estado ha tenido una fortísima intervención, incluso no permitiendo «los precios correctos» del mercado.

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      rolandoastarita

      13/02/2013 at 20:53

    • ok. Error de interpretación por mi parte. Es que veo menos distancia entre Venezuela y Corea del Norte que entre Venezuela y Corea del Sur.

      De todas maneras, creo que el mismo ejemplo se puede aplicar al caso Chino. Si bien en términos políticos hay una sola China, en términos de régimen económico/institucional no es lo mismo la China de la costa que la China «inland.»

      De todas maneras, más allá de Corea del Norte o si estamos de acuerdo o no con distinguir dos tipos de China distintas, espero que el comentario sobre los distintos usos del término «capitalismo» haya ayudado a los lectores del blog a seguir el intercambio.

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      Nicolas Cachanosky

      13/02/2013 at 21:03

  11. Venezuela es capialista porque la generación de la renta petrolera descansa en sólo unos pocos miles de trabajadores, la realización de la misma ocurre en el mercado petrolero internacional y su distribución cotidiana a todo lo largo y ancho de la economía nacional pasa mayoritariamente por canales construidos sobre el eje de la propiedad privada. Es un capitalismo rentístico que en algún momento permitió al país urbanizarse, hacer grandes inversiones productivas en aluminio, hierro y carbón, erigir universidades de primer nivel y enviar muchos bacarios al exterior pero que hoy se hunde a pasos cada vez más grandes pese a que la renta sigue percibiéndose y en una magnitud nada despreciable.

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    mario

    13/02/2013 at 21:04

  12. Excelente artículo. Quisiera contactarme con Ud. para realizarle una invitación a un programa de radio. Le envié un mail a la casilla de su página de internet y no sé si la misma aún funciona. Perdón por la intromisión en el debate. Saludos y espero su respuesta.-

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    Facundo

    13/02/2013 at 23:01

  13. Compañero Rolando. Los datos que presenta son muy ilustrativos acerca del carácter, no solo capitalista, sino, rentístico, de la economía Venezolana y del estado que, con Chávez o la oposición ‘democrática’ (especialmente en cuanto a como ‘sembrar el petróleo’ en los bolsillos de la burguesía sin la intervención de molestos comisionistas intermediarios) a la cabeza, no deja de guardar y defender el capitalismo, local y mundial. La existencia de una economía mixta, en que, por fuera del petróleo en que todavía es predominante el componente estatal, del que la burocracia chavista sorbe sus mamas y capitaliza en el exterior, no quita que en la propia ley de hidrocarburos de 1991, defendida tanto por el régimen como por la oposición, se contemple plenamente la formación de empresas mixtas con el capital petrolero internacional al 49% y con garantías de rentabilidad y arbitraje internacional, ni que las expropiaciones tan declamadas hayan cumplido un rol enteramente periférico, en marcos enteramente compatibles y previstos por la propia constitución de 1961, sin que ello afecte en lo más mínimo la incuestionabilidad de la propiedad privada capitalista. El chavismo es hijo del quiebre de las viejas formas de dominación puntofijistas, detonada por la caída de los precios del petróleo y los sacudones de la estabilidad social consiguientes, que, Caracazo mediante, fueron una señal de alerta para la burguesía, en el sentido de pasar el mal trago de una nueva forma política de bipartidismo (chavistas vs escuálidos) en tanto previniera de una potencial radicalización de las masas que pudiera alterar el orden social asentado en la explotación de los trabajadores. Chávez, les ha dicho repetidamente que lo necesitaban y necesitan aún. De hecho, si el prócer de Sabaneta no hubiera existido, lo habrían inventado. Lejos de un comunista, Chávez ha sido el mejor garante del capitalismo en Venezuela, lo que no obsta prefirieran una opción más ‘democrática’ en el reparto de la renta, que es, y seguirá siendo, el gran botín en cuestión. Es el rol que, sistemáticamente, han cumplido los caudillos nacionalistas: evitar que las masas laboriosas se orienten al socialismo y preservar las ingentes ganancias del capital, en situaciones en que, no queda otra. Me resultan entendibles las dudas y objeciones de algunos de sus interlocutores que lo han interpelado (Sin alusiones de doble sentido -chiste-) dados sus presupuestos de análisis, que a lo largo del tiempo hemos ido conociendo los que leemos este blog. Por lo que veo, existiría un modelo ‘ideal’ de capitalismo, creo que sin precedentes más que en la mente de sus autores, que se torna en insistente propuesta a realizarse, aunque, en mi opinión, más parecido a consuelo idealista frente al ‘capitalismo real’. Todo lo que huela a intervención del estado en materia económica es inmediatamente tachado de ‘socialismo’ y asimilado a una economía análoga a la existente en los llamados ‘socialismos’ reales, en realidad estados burocráticos en que el excedente social era administrado discrecionalmente por el poder de facto y digo ‘excedente social’ por no ser economías productoras de valor y valor de cambio, lo que, por el contrario, si ocurre en toda economía capitalista hecha y derecha, por más componente ‘capitalista de estado’ que exista, a lo cual Venezuela no es excepción. No deja de plantearse una extraña paradoja discursiva: a lo que los marxistas no le llamamos socialismo, lo autores austríacos, si, y a lo que nosotros le llamamos capitalismo, también le llaman socialismo. ¿Habrá capitalismo en los EEUU? por que han desembolsado cifras inimaginables de dinero para trasladar deuda privada al erario público, vale decir al debe de los trabajadores y sectores medios. ¿No será Obama un emisario del miedo? Ahora en serio. Lo que diferencia a un régimen social de otro es la forma específica en que se extrae el plusproducto a los trabajadores. En el caso del capitalismo es ‘plusvalía’ y en Venezuela, se extrae plusvalía a raudales, por fuera de que quienes estén a la cabeza del estado para administrar su distribución, cuya inmensa mayoría va a parar a manos de los de siempre, con el agregado de la nueva fracción ‘boliburguesa’ en disputa por la tajada.

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    AP

    14/02/2013 at 04:02

  14. Paso aquí un link donde se puede acceder al texto de Marx – Hobsbawm «Formaciones Económicas Precapitalistas»- Editorial Critica, traducción de Gregorio Ortiz, Javier Perez Royo y Wenceslao Roces. Saludos.

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    yulius

    15/02/2013 at 18:48

  15. Hola que tal? Saludos desde Venezuela. He leído el artículo y me ha parecido muy completo en cuanto a datos que ejemplifican a la sociedad burguesa venezolana. Lamento que el 80% de los comentarios hayan sido discusiones teóricas entre la ideología ultraliberal de Mises y sus interpretaciones subjetivas y acientíficas de la sociedad, (que Adrien repite), y que se basan en universales vacíos a estilo autoayuda de Paulo Coehlo, eje.: la teoría subjetiva del valor, el valor de la mercancía es lo que cada quien «siente» como más útil en su corazón. Mises habla de: esfuerzo, previsión, visiones, sentimientos y una serie de «sensaciones» totalmente ajenas a la construcción económica de relaciones sociales de producción que determinan el metabolismo social reproductiva de la forma de organización del trabajo general.

    Peor aún, Mises y la escuela austríaca son un retroceso en cuanto a los clásicos de la economía (Petty, ricardo, Smith), sólo utilizan herramientas modélicas matemáticas (abstractas especulaciones como la curva IS-LM) para justificar sus galimatías económicos. Su ideología se puede resumir en: exploten al máximo a la clase obrera y dejen al Estado la única labor de reprimirla brutalmente. En chile y Argentina, con sus brutales dictaduras fascistas, Hayek no sólo las asesoró, sino que dijo que la ideología ultraliberal, sólo servía con gobiernos «fuertes». Ya sabemos que tan criminales son.

    Sobre Venezuela, les dejo este escrito, que realicé hace algunos años, usto después de la maxidevaluación del tipo de cambio, que acometió el chavismo en el 2010.
    «Crítica Marxista a las medidas bolivarianas
    Devaluación, sustitución de Importaciones y la Venezuela exportadora»
    Manuel Sutherland Asociación Latinoamericana de Economía Política Marxista (ALEM)
    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=99529

    Nosotros preparamos otro escrito sobre la actual devaluación, que les enviaremos.
    En tal caso, sobre el escrito de Astarita, creo que adolece de algunas propuestas más allá de plantear la necesidad de hacer la revolución socialista, que en Venezuela no se ha hecho.
    Si PDVSA genera el 95% de las divisas, y hay control de cambio, lo más lógico es que se avance hacia el monopolio del comercio exterior. La forma básica es crear una CENTRAL ESTATAL d IMPORTACIONES, que arrebate el ámbito especulativo a la parásita burguesía-especuladora-importadora venezolana. El chavismo, con su control de cambio y asignación de divisas preferenciales (a precios 4 veces menores que en el mercado paralelo de divisias) ha creado un mecanismo fabuloso para transferir renta petrolera a la burguesía: la importación de mercancías con tipo de cambio sobrevaluado y su reventa a precios de oligopolio (porque es imposible a ciudadanos naturales importar por su cuenta). Así, se han hecho fortunas enormes y el país sumido en la más profunda miseria productiva. Con ese tipo de cambio, todo sale más costoso de producir en el país. Por ende, todos importan.

    Ahora, adrien propondría liberar el tipo de cambio, con lo improductivo del país, y la continua pérdida de valor del bolívar, el bolívar podría saltar de 6,3 Bs. a 30 Bs (ahora, el mercado paralelo cotiza dólares a 20bs) por dólar EEUU….. Adrien diría: «ha hablado el mercado, seamos humildes, el mercado es sabio, sabe lo que hace etc», la fetichización y cosificación absoluta, propia de los místicos ultraliberales. Ahora, un a 30 bs, el salario venezolano mínimo -muy cercano al promedio- bajaría hasta= 2400/30= 80 dólares. Un equivalente a 2,66 dólares diarios, ni hablar de que en una economía donde se importa el 75% de lo que se consume, los precios se multiplicarían por cinco, se desataría una hiperinflación y las políticas ultraliberales de Adrien -que el chavismo aplica gota a gota- nos convertirían en Haití. Pero claro, Adrien no ve nada «malo», en la desigualdad, que Slim tenga un ingreso equivalente al de 50 millones de mexicanos, es una «externalidad», Slim, fue un visionario, un tipo inteligente, los 50 millones de pobres mexicanos, deben morir de hambre o pervivir en la más horrenda miseria, eso está muy bien, es el justo castigo a su ineficiencia. Los venezolanos por el mismo camino, la liberalización del tipo de cambio beneficiaría a unos miles de grandes capitalistas, y los demás salarios de hambre………..Pero a Adrien los salarios de hambre le vienen bien, aumentan la productividad del trabajo (al disminuir los costos laborales) y aumentar los estímulos de los obreros, que en vez de trabajar 40 horas a la semana, podrían trabajar 80 y así cubrir unos mendrugos de pan y un taparabo (como en India, ejemplo del trabajo esclavo que los capitalistas promocionan a diario como maravilloso). En fin, consideramos que la CENTRAL ESTATAL d IMPORTACIONES permitiría retener la renta petrolera que la burguesía local exporta a los bancos de Suiza y podría servir para generar ingresos, aplicando impuestos muy altos y diferenciados, que podrían financiar una industrialización a gran escala y alta tecnología en bienes específicos, donde haya cierta ventaja competitiva (miles de derivados de petróleo).

    Saludos fraternales.

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    Manuel Sutherland

    16/02/2013 at 15:59

    • Imagino que quizás Adrián tendrá algo que comentar. Sólo quiero mencionar que equiparar a la Escuela Austriaca (EA) con la de «herramientas modélicas matemáticas» como la «IS-LM» es posiblemente una de las muestras más claras y contundentes sobre el desconocimiento de qué dice y qué no dice, para bien o para mal, la EA.

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      Nicolas Cachanosky

      16/02/2013 at 16:40

    • Esta crítica no merece respuesta. Sólo quiero aclarar que el post se desvió del caso de Venezuela por identificar a lo que allí ocurre como «capitalismo». Esa fue mi única intención en el primer comentario… luego una cosa va llevando a otra, y terminamos hablando de los derechos de propiedad versus la propiedad comunal. En cualquier caso, quiero agradecer al profesor Astarita por el respeto de siempre y su disposición a contestar nuestras dudas.

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      Adrian Ravier

      16/02/2013 at 19:56

  16. De alguna manera la centralización de las importaciones ya existe en Venezuela aunque aún convive con importadores privados; estos solo parmanecerán hasta que el regimen lo permita. Igual sucede con las cadenas de distribución. A la red estatal se suma la red privada, y esta última sólo permanecerá hasta que el régimen diga lo contrario. Ahí está la clave de todo el asunto, si Venezuela pasa de un capitalismo rentístico a un pleno socialismo rentístico.

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    mario

    16/02/2013 at 20:03

  17. Este es el link, para quien este interesado, del texto de Marx y Hobsbawn – Formaciones económicas precapitalistas,

    http://www.mediafire.com/view/?4avdvfdaw9yq0hq – Salute.

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    yulius

    16/02/2013 at 20:54

  18. hola rolando, tienes algun trabajo (en este blog) acerca de la teoria del plus-valor en marx?
    dicen los liberales que «esta refutada»..

    Gracias

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    Carlos

    17/02/2013 at 04:32

    • El punto de ataque es a la teoría del valor trabajo; si refutan la TVT, el concepto de plusvalía de Marx (trabajo no pagado) quedaría refutado. Analicé las principales objeciones a la TVT en algunas notas anteriores; por ejemplo, aquí.

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      rolandoastarita

      17/02/2013 at 10:37

  19. Y si. Digo que la Escuela Austriaca (EA), se basa en la más profunda subjetividad y en el más acientífico idealismo. Pretende otorgar al valor, la categoría de utilidad, en la cual cada sujeto comprador, le asigna el «Valor» de acuerdo al grado de satisfacción o insatisfacción que le genere un bien. Como eso es absolutamente particular, y subjetivo, la teoría de la utilidad marginal descansa en supuestos de supuestos, es decir, abstracciones de abstracciones que de tan alejadas de la realidad, nada pueden explicar. Por ello, el devenir de las actividades económicas, son explicadas por los ultraliberales, hijos de la EA, por teorías absurdamente psicológicas, que tratan de hacernos creer, que la economía es «sabia» y cualquier intervención de la racionalidad humana, empeoraría las cosas……Una cosificación denigrante, que evidencia la impotencia de la economía neoclásica en explicar sus profundas miserias.

    Y si, la herramientas modélicas matemáticas como la “IS-LM”, son abstracciones, son curvas que no se pueden medir empíricamente y que hablan de equilibrios que se construyen a base de supuestos que en el aire (sin base estadística) se construyen. Me da mucha risa, que chicos tan lejos de las esferas del poder, nieguen las crisis y las tremendas desigualdades y contradicciones sociales del capital. Fíjate, hasta el Presidente del Banco del Reino Unido (2009) había dicho que la crisis de 2008-2009 es la más fuerte e importante de la historia, y que se necesita del Estado y mayor regulación para que impida la masiva quiebra de millones de inversionistas y la voraz destrucción de capital que se arremolina……Seguro para Adrien y su amigo, el tipo del BRU, es un comunista transnochado. jajajajajajaja

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    Manuel Sutherland

    17/02/2013 at 13:26

  20. Sobre el comentario de Mario: «De alguna manera la centralización de las importaciones ya existe en Venezuela aunque aún convive con importadores privados» quiero decirte un abierto NO.
    Aunque hay control de cambio, la central de importaciones está muy lejos de estar presente en Venezuela.
    Más del 72% de las importaciones las realiza la empresa privada a su leal entender, sin control ni regulación. on una carta de «no producción nacional», Puedes pedir dólares e importar cantidades, marcas y mercancías a tu leal entender. Ahí, puedes inventar empresas fantasmas en EEUU, hacer triangulación comercial, traer containers vacíos y demás cajas vacías.

    Una central de importaciones es algo ABSOLUTAMENTE diferente. Se parecería más a la central importadora de la Francia de la postguerra (1946…).

    Con la Central se podría frenar con impuestos diferenciados y economías a escala, el drenaje a los bancos del extrajero de la renta petrolera nacional, y con ello, emplear divisas en la producción industrial a gran escala de importe estatal. Aunque a Adrien esto le parezca aberrante, un buen ultraliberal (anticomunista y antiobrero a rajatabla) debe saber que para competir en el mercado mundial, se requiere de altísima tecnología y muy alta escala para disminuir los costos medios por unidad. Por la escasa acumulación de capital de la burguesía criolla, la única entidad con capacidad de construir estas industrias es el Estado (obrero revolucionario….. pero esto es mucho pedir). Ahora, Adrien dirá, ¿por qué el Estado no le presta eso a la burguesía y fomenta su acumulación? Error, el Estado a botado miles de millones de dólares en préstamos a la burguesía,q ue ésta no ha devuelto. El plan de sustitición de importaciones, a mano del capital privado con créditos blandos, es el fracaso más costoso de latinoamérica.

    Saludos fraternales (incluso a los ultraliberales, nada personal tengo contra ellos, me parecen los más claros del bando de la derecha anticomunista, yo sólo crítico a la ideología que glorifica la impotencia de la razón como capacidad de resolver problemas de la sociedad y fomenta la genuflexión al mercado)

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    Manuel Sutherland

    17/02/2013 at 13:39

  21. Si cruzamos la reducción de la desigualdad durante estos años, con el aumento del PIB per cápita, y tenemos en cuenta la enorme reducción de la pobreza y la pobreza extrema en Venezuela, se ve a las claras el gran apoyo que tiene Chávez entre la población.

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    Uribecriminal

    17/02/2013 at 23:02

  22. No puede ser! ¿Venezuela es Capitalista?,

    El Capitalismo es un sistema de cooperación social en le cual los individuos en búsqueda de su propio bienestar se relacionan, conviven, producen e intercambian de forma libre, voluntaria y pacifica. Para que funcione se debe respetar la propiedad privada. Cuando esto sucede, las sociedades prosperan.

    Ejemplos hay miles.

    ¿Por que una Corea es rica y la otra pobre?, ¿por que una Alemania era rica y la otra pobre?.Por que China al permitir propiedad privada sale a pasos agigantados de la pobreza en la que se encontraba?

    Por que Cuba hasta el año 58 tenia la renta per capita mas alta que muchos países de Europa y América Latina y hoy compite por los últimos lugares con Honduras.

    Sin entrar en definir cual es el nombre del sistema en Venezuela. No hay duda que los países que respetan la propiedad, la libertad de los individuos para perseguir su bienestar, se alejan de la pobreza y los que impiden este sistema se empobrecen.

    De acuerdo al indice de libertad económica en Venezuela esta en el puesto 174 de 185 países, solo 3 puestos arriba de Corea del Norte(177) y 2 de Cuba(176).

    http://www.libertad.org/indice/

    Creo que casi nadie estaría en desacuerdo si se afirma que en Hong Kong (NUMERO UNO DEL INDICE) es Capitalista. Decir que en Venezuela hay Capitalismo me parece un disparate..

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    Diego Tárano

    18/02/2013 at 02:57

    • Venezuela es capitalista en la medida en que el modo de producción dominante es el trabajo asalariado, la extracción del excedente ocurre por medio de la venta de la fuerza de trabajo, y la regulación de los tiempos de trabajo ocurre a través del mercado. Es en este marco que el Estado interfiere o altera parcialmente el accionar del mercado, pero sin alterar sus características centrales. En este respecto hay una diferencia cualitativa con los regímenes de tipo soviético (he discutido en las notas sobre la URSS por qué en ese caso no podía hablarse de capitalismo de Estado). Es curiosa su manera de razonar. Según usted, Corea del Sur es capitalista (acuerdo); pero la intervención del Estado en Corea del Sur fue, por lo menos, tan alta como en Venezuela, al menos durante todo el período de industrialización acelerada (véase Amsden, Chang, entre otros). Como dice Amsden, si algo caracterizó a Corea del Sur es que no hubo «precios correctos determinados por el libre juego del mercado». Con su esquema, debería considerar que Corea del Sur se industrializó utilizando una vía socialista. La cuestión todavía es más clara en China, donde la intervención del Estado es muy alta; en particular, las inversiones en la industria pesada, infraestructura, transporte, son dictadas estatalmente, y sin seguir siempre la lógica de la ganancia (al pasar, lo que está llevando a problemas de sobreinversión). La inversión en China está tan estatizada como Venezuela, por decir lo menos. De nuevo, con su esquema habría que concluir que China está industrializándose por vía socialista (en esta nota analizo el carácter capitalista de China).
      En términos generales, históricamente prácticamente no hubo ningún capitalismo que no haya surgido con fuerte presencia del Estado. Al decir de Marx, históricamente el Estado asumió las inversiones en las ramas no rentables para el capital; al menos, hasta que el capital privado tuvo la fuerza como para asumirlas. Incluso en la actualidad, la participación del Estado en las economías avanzadas es muy alta, superior en muchos casos al 40% del PBI (y mayor que en Venezuela, dicho sea de paso). Sectores importantes de la economía se sustraen por esta vía de la influencia directa del mercado. Esto no impide calificar a estas economías de capitalistas. ¿Por qué? Pues porque la relación de producción dominante es la relación capital/trabajo asalariado. Marx decía al respecto que en toda formación social existe un modo de producción determinante, que infunde al resto su influencia.

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      rolandoastarita

      18/02/2013 at 11:03

    • Diego Tárano, espero que la respuesta de Astarita te haya aclarado el punto de porqué denominamos al sistema imperante en Venezuela como capitalista. Como se ha demostrado, el grado de intervencionismo estatal no explica el caracter del sistema ni mucho menos aun, lo pone en entredicho, sino que, al contrario, ese intervencionismo estatal es inherente al sistema capitalista. Esto es lo que demuestra el «laboratorio» de la historia.

      Respecto a tu afirmación acerca de las bondades del capitalismo, al que pintás como un paraíso de cooperación entre los individuos, deberías responder al menos a dos cuestiones:

      1. ¿Cómo compatibilizar tu apologética frase -«No hay duda que los países que respetan la propiedad, la libertad de los individuos para perseguir su bienestar, se alejan de la pobreza…»- con, por ejemplo, el aumento que se verifica actualmente en muchas zonas de Europa.
      2. Por otro lado, si tu apreciación fuera real, entonces, ¿porqué aquellos «paraísos» que pintás abandonaron el capitalismo?

      Finalmente creo necesario señalar que si bien es cierto que la Corea capitalista es mucho más desarrollada que la Corea no capitalista esto se debe a que Corea del Norte retrocedió respecto del capitalismo, lo cual es muy diferente que decir que el capitalismo es superior al socialismo, ya que Corea del Norte no es socialista. No pretendo desviar el tema hacia qué es el socialismo sino remarcar que en Corea del Norte hubo un retroceso, y que el capitalismo, efectivamente, es un sistema que desarrolla las fuerzas productivas pero lejos está de ser el paraíso cooperativista que presentás. El desarrollo existe y convive con las crisis, con el hambre y con las guerras.
      Saludos.

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      Eduardo

      18/02/2013 at 12:46

    • Ese indice no creo que tenga mucha validez y no pase de ser una encuesta a empresarios sobre su percepción.

      También podemos comparar Haití con Cuba, pero no creo que esas comparaciones a brochazos nos clarifiquen nada. El asunto es bastante más complejo y estoy más de acuerdo con la clasificación que hace Astarita.

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      Uribecriminal

      18/02/2013 at 12:57

  23. ¿ La TLV podría explicar el precio de obras de arte y espectáculos de entretenimiento? En el caso de restos arqueológicos se podría argumentar que su hallazgo requiere muchas horas de trabajo socialmente necesario. Si fuera fácil encontrarlos y accesibles a todo el mundo su valor sería muy inferior.

    En el caso de obras de arte como pinturas, aún soslayando la estafa que se produce dentro de la concepción posmoderna donde cualquier cosa es arte y que me niega a aceptar , diriamos que a mayor trabajo, precisión, la obra tendría mayor valor, pero habría que tener en cuenta también que la oferta es exclusiva al contrario de lo que sucede con las mercancias reproducibles, no hay dos Meninas, ni dos Girasoles.

    En el mundo del cine, una pelicula con más trabajo incorporado y mayores medios, tendrá un coste superior que otra película más humilde y su precio será para las salas que quieran proyectarla mayor , ( o no sé si funciona al revés que son las productoras las que alquilan las salas) aunque tendrán que pasarla más veces o en más salas ya que el precio de las entradas es el mismo para compensar .

    En el caso de los eventos deportivos, el fútbol por ejemplo, se podría considerar a los futbolistas como productores de una mercancia que se llamaría fútbol, pero dentro del estadio también habría una oferta limitada por el número de localidades, por eso la demanda marcaría el precio de las entradas. También habría que ver el fútbol como una industria subsidiaria en el sistema capitalista.

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    Sonia

    18/02/2013 at 14:35

    • Ya expliqué en varias notas que la teoría del valor trabajo solo es aplicable a bienes que son reproducibles. No tiene sentido sostener que «Los girasoles» se cotizan según el tiempo de trabajo socialmente necesario que le insumió a Van Gogh. Ricardo insiste en este asunto, que compartía Marx (ver aquí, y aquí, por ejemplo).

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      rolandoastarita

      18/02/2013 at 14:48

  24. Tras un nuevo intercambio con el profesor Astarita, me parece que finalmente “entendí” la lógica marxista (hay otras lecturas, por supuesto, como ocurre con todos los clásicos). Intentaré aquí resumirla en términos –excesivamente- ¡simples!, aun sabiendo que puedo ser injusto con el profesor.
    Astarita, en su lectura de Marx, define al capitalismo en función de que en cierto territorio haya o no asalariados. Si en Venezuela hay asalariados, eso es capitalismo. ¡Suficiente!
    ¿Por qué esto es relevante? porque si hay asalariados, según la teoría del valor-trabajo, ¡hay explotación de trabajadores! ¡Hay plusvalía!
    ¿Cómo podemos evitarlo? Evitando que haya propietarios de los medios de producción. Aquí es relevante que la propiedad privada sobre nuestra casa, auto, o cualquier cosa íntima, NO es el problema. El problema son los medios de producción, porque son la herramienta para extraer plusvalía.
    Pero en la práctica, ¿cómo podemos evitar la explotación? Bueno, aquí es importante que el socialismo marxista, a través de Astarita, tiene muy poco que ver con la planificación centralizada que ataca Mises en “El Socialismo” y que resume Huerta de Soto en “Socialismo, cálculo económico y función empresarial”. Marx no propone un gobierno central enorme que planifique una respuesta al problema económico de qué bienes producir y de qué calidad. Marx propone una anarquía en la que la solución al problema económico provenga de los trabajadores. ¿Similar a lo que plantean Rothbard y Hoppe? Bueno, sólo en cierto sentido, porque no es lo mismo (Véase esta nota del propio Hoppe [http://www.vanguardialibertaria.net/libertarianismo/libertarianismo-papers/hans-hermannhoppecorrigiendoyre-interpretandoamarx]). Astarita explica que la solución práctica viene con la propiedad comunal. Si queremos armar una empresa, el que tenga la idea tendrá que reunirse con los trabajadores y formar una sociedad. Todos reciben el rédito de la empresa, y entonces se elimina el plusvalor, se evita la explotación.
    ¿Pero por qué los acuerdos voluntarios entre partes son «explotación»? Porque no hay igualdad de condiciones frente a este acuerdo. ¿Qué alternativas tienen los asalariados, que aceptar cualquier cosa que el empleador ofrezca? Los dueños de los medios de producción tienen la posibilidad de exigir a los pobres que acepten el mínimo, si no quieren ¡morir de hambre!
    Martín hizo un buen punto, que el profesor Astarita aun no respondió. ¿Acaso las sociedades anónimas actuales no pertenecen a decenas, cientos o miles de personas desconocidas que tienen pequeñas porciones de una empresa? ¿Acaso uno no puede hoy participar en cualquier empresa?
    Me aventuro a adelantarme a la respuesta, bajo la lógica de Astarita: ¡NO! Porque hay personas que no tienen capacidad adquisitiva para comprar esas acciones. ¡Entonces quedan fuera del sistema! ¡Quedan excluidos de todas estas compañías!
    Si uno retrocede en el debate, al profesor Astarita le preocupa el surgimiento de los derechos de propiedad. Es injusto que unos hoy tengan tanto y otros tan poco. Y el origen de la propiedad, en Venezuela por ejemplo, pero también en el resto del mundo ¡es ilegítimo!
    Mi preocupación entonces es la de Mises-Hayek. ¿Puede una sociedad organizarse a través de la propiedad comunal de los medios de producción? Me refiero a la tesis sobre la imposibilidad del cálculo económico en el socialismo. Consulté con el profesor Astarita, y todavía no respondió.
    Astarita reconoce, me parece, que el capitalismo es el sistema más eficiente para producir bienes y servicios. Marx también aceptaba al capitalismo como un sistema progresivo, frente a los sistemas anteriores. Pero la mala distribución del ingreso que genera el capitalismo, la polarización, las crisis recurrentes, y el hambre en ciertas regiones, abren una serie de problemas de difícil solución, que tienden a presionar por abandonar el sistema y, según ciertas “tendencias” y “leyes históricas”, acabaremos por pasar al socialismo.
    Nosotros insistimos que las “tendencias observadas” fueron equivocadas. No hubo en la historia del capitalismo “concentración de capital”, o al menos, la clase media hoy es representada por una población que Marx jamás hubiera esperado. ¡Más que exclusión, nosotros vemos inclusión bajo el capitalismo!
    Insistiremos también en la estabilidad endógena del sistema. Podemos intentar recomendar la lectura del clásico de Leonard Read, “Yo, el lápiz”, pero me temo que no tendremos éxito. La lectura opuesta está tan cargada de desconfianza sobre el capitalismo, que este clásico no será leído más que como otro ¡cuento de hadas!
    El traspaso al socialismo, sin embargo, me cuesta mucho verlo. Nosotros pensamos que en aquellos lugares donde los principios de libertad individual, economía de mercado, propiedad privada y gobierno limitado tienen lugar, el bienestar aumenta ¡para todos! Y en aquellos lugares, donde hoy vemos pobreza extrema es precisamente porque estos principios no tienen lugar. ¡Nosotros pedimos más capitalismo! ¡El marxismo pide menos!
    Quiero cerrar con una crítica… que es más bien una pregunta, quizás desde el utilitarismo. Imaginemos que hay una revolución cultural en el sentido que Astarita o Marx anhelan. Imaginemos que la propiedad de los medios de producción pasa a manos de ciertas comunidades, que empiezan a producir bienes y servicios. ¿Es correcto decir que hay división del trabajo, hay comercio, hay precios, pero no hay asalariados?. Cualquier individuo tiene derecho, según entiendo, para sumarse a una de estas empresas comunales. ¿Es así? Imagino que se le asigna una función, pero sabe, también, que su esfuerzo o “eficiencia” tiene poca y nula relación con su bienestar. ¿Acaso no surgirían free riders? Imagino que el sistema se sostiene sobre un compromiso solidario de cada trabajador, de que todos debemos esforzarnos por el bien común. ¿Acaso esto no choca con la real naturaleza del hombre? ¿Le importa a todos los individuos el bien común? ¿o en la naturaleza del hombre sólo importa maximizar la situación individual? No quiero aquí enfatizar “la virtud del egoísmo”. Sólo me preocupa que tal sistema sea imposible en el mundo real.
    Y en el mismo sentido. Imaginemos que todos los trabajadores dentro de la sociedad tienen inicialmente el mismo ingreso. Unos decidirán gastar. Otros decidirán ahorrar. ¿Acaso no surge bajo este sistema cierta polarización? Ahora imaginemos que los que ahorran deciden por sí mismos abrir una empresa aparte. ¿Pueden hacerlo? Imagino que sí, pero no puede contratar asalariados. Pero, ¿por qué no puede hacerlo? Si no hay ahorros que permitan generar nuevas inversiones, ¿cómo podemos concebir económicamente la viabilidad del sistema? ¿Cómo alimentamos literalmente a la sociedad global? ¿Qué incentivos tendrán las personas para emprender? A esta altura, me surgen cientos de preguntas, y entonces, de nuevo… ¡no comprendo lo que propone Marx, ni el socialismo!

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    Adrián Ravier

    18/02/2013 at 15:33

    • Es difícil responder en poco espacio tantas cuestiones. Voy a ser un poco telegráfico. Esta respuesta de todas formas se integra a otras respuestas que di a los críticos «austriacos», incluida la respuesta a la crítica a la teoría del valor trabajo.

      a) Si bien la relación capitalista supone la relación asalariada, no toda relación asalariada supone una relación capitalista. En el ejército de la antigua Roma imperaba el salario, y el ejército no era una empresa capitalista. Cuando discutí la formacion social soviética expliqué que la existencia formal del salario no era suficiente para definir a la URSS como capitalista. Hay capital cuando imperan las leyes del mercado, se vende fuerza de trabajo y se genera valor y plusvalor. Esto al margen de que exista mayor o menor interferencia del Estado que altere la acción de esa ley del valor.

      b) He planteado que el monopolio de los medios de producción por parte de una clase social determina una relación de dominio sobre los no propietarios de los medios de producción. Expiqué que esta relación de dominio se impuso históricamente. Los críticos de la teoría de Marx no respondieron el argumento. Expliqué también que si en un país 100 personas se apoderaron de la tierra disponible, y generaron medios de producción, las siguientes 100 personas no tendrán otro remedio que aceptar trabajar como asalariados de los 100 primeros, o morirse de hambre. De hecho, esto es lo que sucedió en la colonización de EEUU, el país capitalista por antonomasia. Los críticos tampoco respondieron a este argumento.

      c) No se responde al argumento, pero se saca de la galera la preguna de si acaso los trabajadores no pueden participar de la propiedad de las empresas a través del sistema accionario. La respuesta es que no, que la participación de los trabajadores a través del sistema accionario nunca pasa de niveles despreciables. Jamás, en ningún país capitalista, se puso en cuestión el poder de decisión de la clase capitalista sobre las inversiones a través del sistema de acciones. En EEUU, después de 200 años de desarrollo capitalista, los datos dicen que menos del 1% de la población posee más del 90% de los paquetes accionarios (dato de Sherman). Cuando Rusia hizo la transición hacia el capitalismo, fueron repartidos «vouchers» entre los trabajadores que supuestamente iban a generar propiedad social. ¿Cuál fue el resultado? Una gran concentración de la propiedad accionaria en pocas manos. Los críticos pasan por alto los datos, la historia. El marxismo, que comprende que en el estudio social hay que tener en cuenta la historia, tiene también una explicación teórica para estos resultados. La explicación es que la clase obrera, de conjunto, recibe como paga el valor de su fuerza de trabajo. De esta manera el sistema capitalista no solo reproduce las condiciones materiales de producción, sino también reproduce una relación social. De conjunto, como clase, los trabajadores tienen acceso a los medios de consumo. Y esto sin contar los casos en que el salario ni siquiera alcanza para la reproducción de la fuerza de trabajo (que no se limitan a los países atrasados).

      d) El «acuerdo» del trabajador para vender su fuerza de trabajo y aceptar la autoridad del empresario en la empresa no es simplemente «voluntario». Hay una libertad que está constreñida por la carencia de medios de subsistencia y de medios de producción.

      e) La concentración de la riqueza en un polo es un hecho en el sistema capitalista. He dado el dato de la concentración accionaria en EEUU; en otro comentario he dado el dato de la concentración de la tierra, que posiblemente sea más significativo, dado que el punto de partida fue un reparto igualitario de la tierra. En China, en la medida en que se desarrolla el capitalismo, aumenta la polarización social. Y así se puede seguir con el resto de los países capitalistas. En «Valor, mercado mundial y globalización» he presentado muchos datos sobre esto, tomados de organismos oficiales (Naciones Unidas, OIT, Banco Mundial).

      f) Los críticos responden a lo anterior diciendo que la clase media crece. El argumento del crecimiento de la llamada «clase media» es viejo. Se sostiene que Marx se equivocó porque, según Marx, la clase media tendería a achicarse, y a crecer la clase obrera. La realidad es que la crítica a Marx también es equivocada. Por clase obrera el marxismo no entiende solo al obrero industrial, sino a todo aquel que está subsumido al capital, o al Estado capitalista, bajo una relación asalariada. Actualmente, en los países más desarrollados, más del 80% de la fuerza laboral está en esa situación. Las profesiones independientes tienden a desaparecer porque incluso los profesionales son crecientemente contratados como asalariados del capital. He escrito sobre esto en otros trabajos; por supuesto, hay mucha literatura marxista sobre este asunto (Mandel, Braverman, etc.). La crítica es desacertada, y demuestra, una vez más, que se ataca lo que no se conoce.

      g) Los críticos de Marx sostienen que el capitalismo es esencialmente estable, y que toda inestabilidad proviene del accionar del Estado (y los bancos). La realidad es que desde que el capitalismo es capitalismo los ciclos económicos, con sus correspondientes crisis, se han sucedido en todos los países, y a nivel mundial. Sucedieron con mayor o menor intervención del Estado; y las expansiones crediticias que acompañan a la expansión de los ciclos son endógenas al sistema. Las crisis, por supuesto, traen aparejadas no solo inmensas desvalorizaciones de capital y destrucción de las fuerzas productivas, sino también desocupación, miseria y hambre para millones de seres humanos. Marx predijo que estas crisis se seguirían produciendo, y en escala mundial en la medida en que el mercado se expande. Un pronóstico que, por ahora, parece haberse confirmado.

      h) Por último, acerca de la construcción del socialismo. Ya he explicado en otros «Comentarios», o en las notas sobre la URSS, que Marx (o Engels) jamás plantearon que el mercado pudiera desaparecer en un corto plazo de tiempo, una vez derribado el sistema capitalista. Incluso hablaron del paso de generaciones para soñar siquiera con suprimir el mercado. También he planteado que diversas formas de propiedad común podrán ser utilizadas como vías de transición hacia una sociedad socialista. Entre ellas, las cooperativas de productores. Es claro que una vez expropiados los capitalistas, habrá necesidad de medir la productividad de los trabajos, esto es, los tiempos de trabajo en relación a los valores de uso. En ausencia de un control colectivo, esta medición deberá hacerse por medio del mercado. Para saber en qué medida cada cual contribuye al valor social, deberá apelarse al mercado. Lo que impedirá la expropiación de los medios de producción privada es la explotación en beneficio de una clase social.
      Por supuesto, no habrá derecho a contratar mano de obra de forma privada, porque estará prohibida la explotación del trabajo. No tiene sentido quejarse por esta falta de «libertad» porque es una medida que se toma a partir del rechazo a la explotación del capital. Después de todo, ¿qué decir de alguien que se quejara porque el sistema actual le coarta la libertad de tener esclavos, de explotar el trabajo infantil, o mantener gente en servidumbre?
      Volviendo a las formas de transición, he planteado también que los ritmos, las formas concretas que adoptará, etc., dependerán de la decisión libre de los propios productores y consumidores. Esto es parte del programa del socialismo (aunque no de las corrientes burocrático stalinistas). Es la idea de una democracia deliberativa y participativa. Para que exista esta democracia debe acabarse con la desigualdad de poder económico. En la sociedad actual el que tiene el poder económico «vota» con sus inversiones. El propio Locke reconocía que no podía haber democracia donde existiera una fuerte desigualdad de la riqueza. Al acabarse con el monopolio privado de los medios de producción, cada persona tendrá un status social igual, desde el cual se podrá tener una participación directa en los asuntos públicos. Esto es, una situación opuesta a la del sistema capitalista actual, donde la gente común solo elige a quienes han de oprimirlos por los próximos años, sin casi posibilidad de incidencia práctica en las decisiones que afectan a sus vidas.
      En otro plano, el mantenimiento del mercado se debería complementar con una planificación general de la economía, aunque no estaría planificado en sus formas más concretas, debido al accionar del mercado. Recordemos que el mercado capitalista sanciona ex post; un régimen de transición al socialismo articularía (vieja propuesta de Trotsky en sus críticas al régimen stalinista) el plan, el mercado y las decisiones de los productores (aquí incluiría, siguiendo a Korsch, también a los consumidores). Por esta razón el plan sería orientativo, y tendría en cuenta las señales del mercado; así como los productores y consumidores discutirían el plan.

      Por último, todas estas cuestiones no se pueden resolver apropiadamente en unos «Comentarios». Pero algunas las iré ampliando en futuras notas.

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      rolandoastarita

      18/02/2013 at 16:39

    • Rolando, me gustó mucho esta última respuesta a Adrian, quien en su comentario expuso muchas de las dudas que rondan incluso las cabezas de socialistas y «progresistas» de todo color.
      Sería extraordinario contar con un libro entero dedicado a responder esos planteos como los de Adrian y pensar como sería o cómo podría ser la transición al socialismo.
      Te dejo la inquietud.
      Abrazo.

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      Eduardo

      18/02/2013 at 17:42

    • Agradezco profesor su tiempo y disposición a responder. Quiero aclarar que mi intención es entender, más que confrontar, pues como ha dicho, el tiempo y espacio no nos permiten ahondar en todo esto, y las diferencias entre paradigmas y lenguaje que nos acompañan en cada diálogo, hacen difícil el entendimiento.
      Como le he comentado hace tiempo en privado -y ahora Eduardo plantea lo mismo-, sigo buscando algún marxista con quien escribir un libro, en forma de un largo diálogo sobre el socialismo y la sociedad libre, como sistemas comparados, pero aun no lo he encontrado. Invito a los lectores a que sugieran a alguien dispuesto a acompañarme en el proyecto.
      En cuantos a sus comentarios, respondo telegráficamente,
      a) Le agradezco la mención del caso del ejército en Roma para corregir mi síntesis. Pienso que es muy útil. Quedará pendiente, sin embargo, comparar distintas definiciones sobre el capitalismo, y ver cuál se ajusta más a lo que estamos viviendo.
      Por ejemplo, si tomamos Wikipedia, “El capitalismo es un orden social que resulta de la libertad económica en la disposición y usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción.” Y “libertad económica”, tiene un significado que me parece consistente con el “Índice de Libertad Económica” [http://www.heritage.org/index/] que mencioné en algún comentario previo.
      Se nos acusa de desatender a los datos, pero si observa este indicador, entonces Venezuela califica como una economía reprimida, que está muy lejos de la libertad económica, y del capitalismo, como nosotros lo entendemos. Habrá que discutir lo correcto de estos indicadores, pero hoy podemos decir a nivel práctico que Hong Kong, Singapur, Australia, Nueva Zelanda y Suiza están más cerca de lo que nosotros entendemos por capitalismo. No se trata sólo del tamaño del gobierno, aspecto ligado al intervencionismo, sino que hay otros 9 factores clave para el funcionamiento y coordinación de los mercados.
      b) Respecto al dominio histórico de unos sobre otros, Ivan Carrino le acercó un artículo de Hans Herman Hoppe, que en mi último comentario volví a linkear. No coincido con la obra de este autor, pero con tiempo, me gustaría conocer sus comentarios al respecto. Resumiendo, nosotros no desconocemos las relaciones de dominio histórico que ha habido, pero pensamos que justamente el comercio termina con la guerra, la confrontación y el dominio, pues la globalización trae paz. Esto lo trabajé aquí [http://www.hacer.org/pdf/Ravier01.pdf].
      Luego, Ud. dice: “Expliqué también que si en un país 100 personas se apoderaron de la tierra disponible, y generaron medios de producción, las siguientes 100 personas no tendrán otro remedio que aceptar trabajar como asalariados de los 100 primeros, o morirse de hambre.” Hay mucho que decir sobre esto, y me parece que el error central radica en el colectivismo metodológico sobre el cual basa sus argumentos. Una clase es dueña de los factores de producción, la otra es sirvienta de la primera. ¡Y esto es falso! Ud. puede ser un asalariado en la Universidad donde dicta clases, y luego ser un capitalista desde su computadora, contratando profesores para que dicten cursos de economía marxista en todo el mundo. Hablando de ideas viejas, me parece que el marxismo debe renovar el discurso. Hoy lo que separa al rico del pobre es un emprendimiento, una idea. No hace falta capital para emprender. Esto ya abre todo un abanico de teorías de empresarialidad que me parece han sido siempre ajenas a los autores marxistas. En uno de mis comentarios hablé del ascenso social que acompaña al capitalismo, sobre el cual no hizo mención. Hay millones de experiencias de personas que han pasado de la pobreza a la riqueza con sólo una idea.
      c) Se nos acusa de no atender a los datos, ni a la historia, pero se seleccionan datos y se sesga la visión de la discusión. ¿Qué importancia puede tener que el 90 % de las acciones en EEUU esté en manos del 1 % de la población, si la pobreza en ese país casi no existe? El caso de Rusia es más interesante aun. Siempre que el socialismo intentó llevarse a la práctica terminó mal precisamente por la naturaleza “corrupta” de quienes llevarán adelante el proceso.
      Luego, nuestros estudios precisamente intentan aprender de la historia, estudiando los procesos espontáneos, evolutivos, que han formado nuestras instituciones. El lenguaje, el dinero, el derecho, el comercio, la división del trabajo, la globalización, surgen espontáneamente en el mercado. No sólo nos importa respetar estas instituciones, sino fundamentalmente analizar por dónde van esas “tendencias observables” en términos de Marx. Y aquí tenemos una diferencia central en lo que prevemos para el futuro.
      d) Este aspecto de evitar los acuerdos voluntarios es el más grave del sistema que propone. Se trata de atentar contra la libertad del trabajador, como si todos ellos, y diría nosotros, estuviéramos todavía condenados a trabajar en la mina, en condiciones deplorables. No es el caso. Los trabajadores hoy gozan de beneficios que desconocieron en todos los otros sistemas previos. Insisto aquí en la necesidad de renovar el discurso.
      e) Ud. se horroriza con los datos de la concentración de la riqueza en un polo, pero esto es totalmente insignificante. Observe la historia de la empresarialidad [http://newmedia.ufm.edu/gsm/index.php?title=Gomezcreadoresriqueza], vea quiénes son los líderes de las empresas de mayor facturación, compárelo con el origen de sus familias, y quizás se sorprenda. El capitalismo da a cada uno lo que le corresponde, según su trabajo, su esfuerzo y su creatividad. Seguir insistiendo en distintas “clases” es un error que genera división y hasta parece condenar a los pobres.
      Si Ud. le dice a un alumno: “Lo siento, eres pobre y morirás pobre. La culpa la tienen los americanos que te han condenado a esta situación”. Ese alumno pierda toda esperanza. Si en cambio, le dice que lo único que necesita para salir de la situación es esfuerzo y creatividad, esa persona -sin duda-, mejorará su situación.
      f) Sus preocupaciones acerca de la desaparición de los profesionales se entiende a partir de su teoría de la explotación, pero lo cierto es que la libertad de elegir, es lo que lleva a los mismos a pasar a un trabajo como asalariados. No hay uso de la fuerza en este proceso, ni tampoco una situación de hambre y pobreza que los fuerce a elegir ser asalariados.
      g) Que las crisis y ciclos económicos son endógenos al sistema es algo que habría que discutir en otro lugar. Empíricamente, habrá que estudiar caso por caso. Después de todo, desde que el capitalismo existe, ha habido gobiernos. Por eso insisto que cuando decimos capitalismo, nos referimos a un sistema puro, sin o con limitada intervención del gobierno, que en realidad ha sido quien genero las sucesivas fases de auge, crisis y depresión. Así como Marx anticipó que las crisis y los ciclos seguirían, Richard Cantillon, Adam Smith, David Ricardo, y Mises también lo predijeron. Nosotros también predecimos hoy que los ciclos seguirán y serán más profundos. La discusión es teórica. ¿Por qué ocurren los ciclos? Es allí donde Mises tiene razón, y Marx no.
      h) La construcción del socialismo es el argumento que más me interesa. Porque se pueden encontrar muchas fallas al capitalismo, y más aun si no se distingue entre intervencionismo y capitalismo puro, pero si no podemos concebir una transición a un sistema alternativo, la crítica se queda en palabras.
      La transición al sistema que nosotros proponemos es más clara. Si la causa de todos los males está en el Estado, debemos desmantelarlo y purificar el sistema hacia una sociedad libre. Toda la evidencia empírica que nos muestra choca contra la realidad de que no hemos observado nunca un sistema capitalista puro como nosotros lo entendemos, con estado mínimo.
      En la transición propuesta al socialismo, mi principal preocupación es acerca del modo en que las cooperativas de productores medirán la productividad del trabajo, y en particular que sea a través del mercado. ¿Qué quiere decir mercado? ¿Puede haber mercado luego de expropiar los medios de producción y en ausencia de la posibilidad de contratar mano de obra de forma privada?
      Ud. dice que “al acabarse con el monopolio privado de los medios de producción, cada persona tendrá un status social igual, desde el cual se podrá tener una participación directa en los asuntos públicos.” Yo pienso que en una sociedad libre tendríamos un status social igual, donde imperará la igualdad ante la ley. Y que el único camino que necesitamos para mejorar nuestra situación es la propia creatividad. Insisto aquí con lo antiguo del argumento de los factores de producción. ¿Cuántos miles de proyectos de inversión pueden llevarse adelante hoy sin necesidad de capital, pero contratando asalariados?

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      Adrián Ravier

      18/02/2013 at 18:07

    • Dos cuestiones (varios argumentos se empiezan a repetir): a) La carencia de medios de producción obliga a una clase social a vender su fuerza de trabajo. Aquí cuenta el fenómeno en términos sociales, no se trata de si algún trabajador puede escapar a este destino. Por eso el análisis es social. A nivel de «grandes números», nadie se hace productor con una computadora desde su casa. La producción de automóviles, viviendas, comida, artículos para el hogar, acero, ácido sulfúrico, microprocesadores y millones de bienes y servicios, exigen medios de producción. Es la propiedad de estos medios de producción la que genera relaciones de poder en la sociedad actual. Relaciones de poder que se hacen sentir en todos los niveles, el político, el institucional, además del económico. La posibilidad de incidir en las decisiones políticas del Estado de IBM, Bank of America o GE es cualitativamente distinta de la que tiene un humilde trabajador de cualquiera de esas empresas. Y esto no es discurso que atrasa, es realidad actual, contante y sonante.
      b) La articulación de planificación, mercado y democracia de productores y consumidores, es perfectamente factible. Por supuesto, puede haber mercado sin propiedad privada de los medios de producción, y sin libertad para contratar mano de obra asalariada. Personalmente no coincido con los teóricos del llamado «socialismo de mercado», en el respecto de que sostienen que fuese el estadio último de la evolución socialista. Sin embargo, pienso que sus planteos son perfectamente aplicables a las décadas que seguirían a la expropiación de los capitalistas. Subrayo, Marx y Engels siempre pensaron que la supresión del mercado sería una cuestión de generaciones.

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      rolandoastarita

      18/02/2013 at 18:23

    • Agregado sobre el mercado en una sociedad de transición, poscapitalista.
      En esta economía las unidades de producción serán, no empresas capitalistas privadas, sino empresas estatales y cooperativas. El mercado, además, podrá reflejar valores sociales apreciados por la comunidad. Por ejemplo, referidos a educación, salud, vivienda, etc. Habrá un plan orientativo, pero la decisión de producir es tomada por los productores. Las cantidades producidas y los precios no son fijados por el Estado.
      Con respecto a las cooperativas, una forma puede ser la siguiente (propuesta por los teóricos del socialismo de mercado): el Estado es dueño de los medios de producción y los alquila a grupos de trabajadores de tal manera que cada trabajador obtiene recursos productivos de aproximadamente el mismo valor. Cada cooperativa decide el volumen de producción y vende los bienes en el mercado. Los beneficios son distribuidos entre los miembros de la cooperativa.
      Se supone que los beneficios por encima de determinado umbral reciben fuertes impuestos, que se destinarán a la acumulación de recursos para generaciones futuras, o parcialmente para financiar el estado de bienestar que provee para necesidades esenciales gratuitamente. Para las cooperativas que no puedan realizar beneficios, habrá un sistema de seguridad social que proveerá ingresos a sus miembros, hasta que encuentren una línea de producción más rentable. La contratación de mano de obra será ilegal, de la misma manera que hoy no se pueden tener esclavos.
      A su vez, las comunidades podrán tener control de empresas (una idea que han reivindicado los viejos anarquistas). Lo importante es que paulatinamente los productores vayan coordinando la producción entre las diferentes unidades, según un plan orientativo.
      En este esquema, se ha suprimido la principal fuente de explotación del sistema capitalista, la relación capital / trabajo asalariado. No elimina otras fuentes de injusticia y desigualdad (el mercado no remunera siempre según el esfuerzo, etc.). Pero permite avanzar hacia una sociedad más igualitaria, en que se acabe la explotación del trabajo.
      ¿Por qué los seres humanos no podrán avanzar hacia otras formas de asociación, más humanas, no explotadoras, no agresivas con la naturaleza?

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      rolandoastarita

      18/02/2013 at 18:38

    • Hay un aspecto que no comprendo de la argumentación en el que quizás el profesor Astarita me pueda ayudar. Ud. dice que la razón por la cual se deben evitar los acuerdos voluntarios es que hay una parte que por su situación particular de mayor pobreza relativa, tiene menor poder de negociación, y entonces surge la explotación. El hecho de que haya millones de personas que elijan ser asalariados voluntariamente, por sus deseos, no por su condición, carece de importancia. ¿Es así? No le llama la atención que millones de personas (y de profesionales) prefieran ser «explotados» en lugar de manejar emprendimientos propios o formar parte de una cooperativa?
      Y luego, Ud. citaba arriba el caso de China. Me parece que nunca en la historia de la humanidad la pobreza se ha reducido tanto, y tan rápido, incorporando a millones de personas a una clase media que crece. Nunca se ha «incluido» a tanta gente al sistema de división del trabajo internacional. Por supuesto que todavía hay tareas pendientes… pero China es un ejemplo de lo que el capitalismo puede hacer. De un aislamiento total, China se integró a la OMC, y eso permitió un desarrollo y un proceso de inclusión, pocas veces visto.
      Mi impresión es que en la medida que el proceso se extienda al resto de Africa y otras zonas todavía fuera del sistema, los excluidos serán cada vez menos.
      Insisto que entiendo las buenas intenciones al intentar limitar la explotación. Pero el error, de nuevo, radica en la teoría del valor trabajo y el colectivismo metodológico en los cuales se basa toda la argumentación.

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      Adrián Ravier

      19/02/2013 at 09:47

    • Primero, el pequeño productor puede padecer una situación de atraso tecnológico tal (o falta de economías de escala, etc.) que genera menos valor que el promedio social para mantenerse competitivo. Esto es elemental, es la base de la explicación marxista de por qué se arruinan las clases medias (los pequeños productores) y avanza la proletarización. Cuando llegaron los grandes supermercados a mi barrio, varios pequeños comerciantes se arruinaron; los hijos de dos de ellos entraron a trabajar en uno de los supermercados. Esto se repite a escala por todos lados. Es curioso que en otros comentarios usted negaba la ley de Marx a la concentración, y ahora reconoce que muchos pequeños propietarios productores deben renunciar a continuar sus emprendimientos y entran a trabajar como empleados.

      Segundo, con respecto a China, ya le expliqué en otras respuestas que el marxismo no niega que el sistema capitalista desarrolla las fuerzas productivas, y esto implica mejora de niveles de vida con respecto a regímenes precapitalistas. Esta es la base material y social del proyecto socialista. Se lo he explicado una cantidad de veces: el marxismo no comparte las posiciones del llamado socialismo utópico.

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      rolandoastarita

      19/02/2013 at 10:22

    • «Es la propiedad de estos medios de producción la que genera relaciones de poder en la sociedad actual. Relaciones de poder que se hacen sentir en todos los niveles, el político, el institucional, además del económico. La posibilidad de incidir en las decisiones políticas del Estado de IBM, Bank of America o GE es cualitativamente distinta de la que tiene un humilde trabajador de cualquiera de esas empresas. Y esto no es discurso que atrasa, es realidad actual, contante y sonante.»

      Por discusiones que tuvimos en otro post, yo pensaba que ud. pensaba que el funcionamiento de la LVT borraba esas asimetrías y diferencias entre los poseedores de medios de producción.O Ud. está diciendo que estas diferencias son sólo entre propietarios y trabajadores, pero no intra propietarios o intra trabajadores?

      Por ej., las Pymes en la Argentina que explotan mano de obra asalariada y contratan al 70% aproximadamente de los trabajadores del sector industrial no tienen la misma «posibilidad de incidir en las decisiones políticas del Estado» que, por ej., tienen las clases sociales que controlan el sistema financiero y monetario (relación BCRA con bancos privados y exportadores) o el comercio exterior del país. Desde el punto de vista de éstas últimas, las diferencias entre los burgueses de esas pymes y sus obreros, es como la que existe entre un elefante y un perro vistos desde un avión a 10.000 mts. de altura.

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      oti

      19/02/2013 at 11:09

  25. pero si las ganancias del petróleo no se transmiten al Estado venezolano, como se podría mantener el actual gasto publico social del gobierno? Por otro lado profesor, me podria decir un documento sobre el caso de Argelia? Gracias

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    Alfonso

    18/02/2013 at 19:22

  26. En la discusión sobre la condición capitalista de Venezuela es interesante revisar el siguiente libro (en formato pdf):

    Teoría económica del capitalismo rentístico, de Asdrúbal Baptista.

    Ver: http://www.bcv.org.ve/Upload/Publicaciones/ABaptistateoria.pdf.

    Capítulo I, El Capitalismo rentístico, punto La condición capitalista, páginas desde la 3 hasta la 12.

    Saludos

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    ladudametodica

    18/02/2013 at 23:32

  27. «un largo diálogo sobre el socialismo y la sociedad libre, como sistemas comparados,»

    Si empezamos así no me extraña que no encuentre nadie para escribir el libro.

    Aquí se habla de Suiza y otros ejemplos, como si esta no fuera parasitaria de la renta de otros países, propiciando agujeros fiscales de miles de millones de euros, y por su opacidad ser consustancial al blanqueo de capitales, el narcotráfico, o el crímen organizado, que necesitan imperiosamente de estos paraísos para su subsistencia.

    Según los datos de la OIT hay millones de niños explotados, y millones de esclavos ( sí esclavos) y según la FAO en las dos últimas décadas han muerto más de 600 millones de personas de hambre, cuando hay alimentos de sobra para toda la población mundial.

    Las propuestas austriacas nos conducen al siglo XIX, con la desaparición de los derechos laborales, que nacieron con voluntad tuitiva durante la Revolución francesa.

    Resulta increíble que se diga que en el capitalismo actual baste con la creación de buenas ideas, como si esas ideas nacieran abonadas en el vacío, y la clase social a la que se pertenece no influyera para nada a la hora de formarse intelectualmente, y aún más conseguir los costosísimos medios de producción necesarios para la reproducción a gran escala. Un austrorauta no cobra mucho más de 100.000 euros al mes, y tenemos millones de científicos con contratos precarios. Por sus conocimientos no parece que ocupen el escalafón social que les correspondería. Como podríamos comprobar facilmente la teoría de que los ricos son ricos porque son más trabajadores y más listos y los demás son más vagos y tontos parece no cumplirse más que en supuestos idílicos.

    Los austríacos deberían ser los más acérrimos defensores de la supresión del derecho a la herencia ¿ Pero esto es así?

    Recomiendo una lectura, » Contrahistoria del liberalismo «, de Domenico Lossurdo, donde se podrá establecer un provechoso diálogo interior con los padres de » la sociedad libre «.

    ¿Y qué le parece la solución Lange- Lerner Sr. Astarita?

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    Max Aub

    19/02/2013 at 02:35

    • Ud. se contradice así mismo. Primero señala que la clase en la que uno nace es determinante para alcanzar estudios. Luego señala que los estudios parecen inútiles para generar riqueza. En definitiva, no entiendo, cuál es la crítica. Así como los factores de capital no son determinantes para crear riqueza, tampoco lo son los estudios. Lo que sí resulta determinante es la libertad de emprender. Esta es la única forma de escalar socialmente! Esa libertad de emprender, contratar trabajadores, es lo que se intenta limitar a través del estado y directamente eliminar a través del socialismo. Desde mi punto de vista, esto es lo más peligroso de las ideas que defienden!

      Respecto a Lange-Lerner, ambas propuestas han sido consideradas en el libro que aquí reseño: http://www.fce.unal.edu.co/media/files/documentos/Cuadernos/54/v30n54a12.pdf

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      Adrián Ravier

      19/02/2013 at 09:27

    • Me meto un poco en esto porque no veo contradicción alguna en lo que afirma Max Aub. Max Aub sostiene:
      a) que no basta con tener buenas ideas para tener capital, o producir;
      b) que la clase social a la que se pertenece influye decididamente a la hora de formarse intelectualmente.

      Ambas afirmaciones son elementales, no hace falta ser marxista para sostenerlas. Es ampliamente conocido que los inventores no siempre terminan benficiándose con sus inventos. Y que la posición social influye en las posibilidades de acceder a la educación de excelencia. Un chico nacido en un hogar humilde del Gran Buenos Aires, que pasa todo tipo de privaciones, no tiene las mismas chances de llegar a los doctorados que el hijo de una familia acomodada. Entiendo que usted no quiera saber nada con lo análisis sociales, pero todo tiene un límite. En nombre del individualismo no se puede desconocer hasta tal punto el factor social. Su concepción de la lucha competitiva y la supervivencia del más fuerte (esto es, del más poderoso, de los ricos) lo lleva a una visión brutal, que niega lo que registran innumerables estudios, y lo que sabe cualquiera: la posición social influye, y mucho, en las posibilidades de acceso a la educación.

      Por otra parte, es claro que la educación, o el nivel cultural, tampoco es condición suficiente para ser capitalista. Está lleno de científicos que realizaron aportes a la ciencia, y no pueden salir de un nivel de vida mediocre, por decir lo menos. Más aún, el trabajo del científico la mayoría de las veces no tiene relación, o hasta se contrapone, con el ideario capitalista (acrecentar el capital sin límite). Pensemos en los que se dedican a investigación básica, o a la investigación social con un análisis crítico del sistema actual. Comprendo que muchos apologistas de la explotación capitalista logran jugosas remuneraciones escribiendo lo que es agradable a los oídos del sistema, o del gobierno de turno. Pero éste no es el caso general. Hay gente que tiene otros ideales en la vida que el enriquecerse a cualquier precio.

      Por último, repito el argumento central: la clase propietaria de los medios de producción mantiene una relación de poder sobre la clase que no es propietaria de los medios de producción. Decir que esta situación se puede cambiar porque a los miles de millones de seres humanos que están obligados a vender su fuerza de trabajo, se les pueden ocurrir ideas «geniales», que además las conviertan en capitalistas (y les permitan contratar mano de obra), es una ingenuidad.
      Los desposeídos no pueden salir de su situación a base de «ideas geniales». Habrá algunos casos aislados, pero no es una salida a un fenómeno social. ¿Cómo puede afirmar que millones de seres humanos que han sido condenados a realizar trabajos brutalmente rutinarios de por vida, o a la desocupación, pueden salir de su situación con «ocurrencias geniales»? ¿Una clase social liberándose de la opresión social y la explotación pensando «genialidades»? ¿Millones de niños, desprovistos de educación y posibilidades, pudiendo equipararse con los hijos de los sectores acomodados en base a «ideas geniales? No quiero ofenderlo, pero cuando leo estas cosas no puedo dejar de preguntarme, ¿en qué mundo viven los «austriacos»?

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      rolandoastarita

      19/02/2013 at 10:15

    • Vivimos en este mundo, pero me preocupa que induce cosas que yo no he dicho. Que yo diga que una cosa no es determinante, no significa que no influya. Nacer en una determinada clase social, no implica que uno terminará en ella. Yo insisto en una idea: En el sistema capitalista, hay ascenso social. Los casos aislados que ud menciona son en realidad millones. Quizás pasar de un garage a ser el dueño de la empresa número 1 en informática en todo el mundo es un hecho aislado, pero los padres de todas las personas que conozco, inclusive el mío, han logrado salir de la pobreza para formar parte de una clase media baja, que permitió que sus hijos cuenten con los medios suficientes para estudiar y buscar su camino, ajeno a las limitaciones que Ud menciona.

      Por supuesto que hay deudas pendientes, pero el proceso de desarrollo que hoy acompaña a la globalización permite encontrar respuestas que el socialismo no tiene. Insisto en que China es un ejemplo. Y esto incluso ocurre en un sistema enormemente limitado por el intervencionismo de un estado enorme. Qué decir de las fuerzas empresariales creativas, si tan sólo se liberara el comercio. ¿Cuántas empresas hoy no abren en la Argentina por el contexto de enormes regulaciones que impone el kirchnerismo?
      ¿Cuántas hectáreas de tierra permanecen vírgenes aun hoy en la Argnetina bajo un contexto único? ¿Cuántos puestos de trabajo, y qué niveles de salarios tendríamos si tan sólo dejaran operar a las fuerzas del mercado? ¿Cuántas oportunidades nos perdemos por el sistema vigente?

      Argentina no es un ejemplo de capitalismo, y la pobreza que se observa en el Gran Buenos Aires, o en el partido de Morón o en la Matanza de donde yo nací y crecí, es la consecuencia directa de un sistema político y corrupto que poco tiene que ver con el capitalismo que defiendo. En lugar de observar gobernadores preocupados por la realidad de su provincia, los tenemos en Buenos Aires, extendiendo la mano para pedir migajas. En lugar de tener a los argentinos trabajando y buscando emprender, los tenemos en el Gran Buenos Aires buscando algún puesto público, ser parte de la Cámpora o ser parte de algún piquete que ofrezca más migajes para paliar el hambre. ¿Entiende Ud. las diferencias entre este sistema y el que nosotros defendemos? MI impresión es que está tan cerrado al argumento de la explotación, que no puede ver otra cosa.

      Luego, los análisis sociales que ud cita recurrentemente en sus posts no resisten ningún análisis. Tiene unas pocas estadísticas que repite una y otra vez en cada post. Y no se da cuenta -creo- que sesga la poca información disponible para acomordarlas a una teoría que es falsa desde el punto de partida hasta la conclusión última. Ud. encuenta un dato sobre pobreza o indigencia, y lo exprime al máximo señalando al capitalismo como culpable. ¡Esto aburre! No es que no me preocupe el dato en sí mismo, y lo que representa, pero mi preocupación es encontrar las causas para ese dato. Las causas, sin embargo, no las encontramos en el dato mismo, hay que retroceder a la teoría. Quizás algún estudio metodológico le sirva para entender de lo que hablo.

      Si algo me atrajo a perder mi tiempo aquí, es la coherencia lógica interna de su exposición. Yo rechazo su teoría del valor trabajo inicial, y comprendo que desde allí se extienden el resto de los errores. Pero me parece útil la exposición que Ud. resume. Luego, aun bajo esa coherencia lógica interna, quedan numerosas preguntas que no puede responder. La transición a la construcción del socialismo tiene huecos numerosos que evidentemente no puede llenar. Sus propios lectores están deseosos de recibir alguna instrucción acerca de esta transición, de la que nada saben! A seguir trabajando!

      Luego, lo que Ud. dice sí ofende. Ud. me define como «ingenuo», «apologista de la explotación», asume que obtengo «jugosas remuneraciones» escribiendo esto e incluso dice que no quiero saber nada con los análisis sociales. Esto es un conjunto de estupideces, a las cuales pensé que Ud. estaba ajeno. Quizás mi ingenuidad pasa por creer que su trabajo está bien intencionado, a pesar de que todo lo que dice condenaría a la humanidad a la pobreza extrema y el hambre. Con estas acusaciones, me parece, Ud. quiere terminar el diálogo. Imagino que prefiere tener un conjunto de lectores que aplaudan cada post o artículo que publica, mas que recibir críticas de un «apologista de la explotación». Lamento realmente que Ud. no confíe en mis buenas intenciones.

      Y termino con una nota personal. Si algo me motiva a dedicar horas y horas a reflexionar sobre el mejor sistema posible, es la cantidad de pobres que hay en el mundo, que no son pobres porque otras potencias los exploten, sino por falencias propias de sus gobiernos locales y el marco institucional que proveen, que agarrados de la corrupción y de ciertos amigos del poder, evitan que la creatividad empresarial tenga lugar y permita el desarrollo.

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      Adrián Ravier

      19/02/2013 at 12:02

    • No voy a repetir argumentos ya planteados. Simplemente aclarar que NO sostuve que usted sea un escriba del capitalismo, o cosa por el estilo. SI sostengo que hay muchos que escriben lo que agrada a los poderosos, y que ésta es una vía de enriquecimiento, y acceso al poder. Al respecto, Galbraith hablaba de la «Virtud Social Conveniente» de muchos economistas (y diría, científicos sociales): «tocante a la esclavitud, a la condición de la mujer y al interés público frente al interés personal, los juicios éticos muestran una fuerte tendencia a adecuarse a lo que a los ciudadanos influyentes les resulta agradable creer, reflejando de ese modo la Virtud Social Conveniente». Sostenía esto en relación a que el «homo economicus» era una realidad artificial funcional a intereses económicos poderosos. Y mucha gente es plenamente consciente de esto, y escala en los medios académicos. Es una realidad que he visto y palpado muy de cerca. No me incumbe ni tengo elementos para opinar sobre lo que usted hace; simplemente sostengo que esto invalida la idea de que el conocimiento en este sistema es la vía infalible para el «progreso social».
      Sostengo que otros no entran en esa vía, y que por lo tanto tienen vedado el camino al enriquecimiento por vía del progreso científico. Lo cual refuerza la conclusión anterior.
      Tampoco he dicho que usted sea ingenuo, aunque sí sostengo que su razonamiento (una clase social se libera como clase en base a ideas geniales) es ingenuo.
      También sostengo que usted, y los partidarios de la teoría austriaca, defienden una visión del mundo basada en el accionar egoísta (el homo economicus maximizador, que solo le importa ganar y ganar dinero). Todos sus razonamientos conducen a esta conclusión: el mejor de los mundos posibles es aquél en el que cada cual busca su beneficio personal. Me parece una conclusión terrible.

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      rolandoastarita

      19/02/2013 at 12:33

    • Ud. dice arriba: «Decir que esta situación se puede cambiar porque a los miles de millones de seres humanos que están obligados a vender su fuerza de trabajo, se les pueden ocurrir ideas “geniales”, que además las conviertan en capitalistas (y les permitan contratar mano de obra), es una ingenuidad.»

      Imagino que las ingenuidades sólo las dicen los ingenuos. Lo que hay que intentar comprender es que detrás de esa explicación hay todo un programa de investigación desarrollado por intelectuales de mucho renombre, y no por buscadores de renta, que es lo que Ud. sugirió.

      Yo no insulto a nadie, y si he ofendido a algún lector, le pido disculpas. Pero su post anterior evidencia que mi «apología del capitalismo» le molesta.

      Luego, tampoco quiero repetir comentarios. Ud. concluye: «También sostengo que usted, y los partidarios de la teoría austriaca, defienden una visión del mundo basada en el accionar egoísta (el homo economicus maximizador, que solo le importa ganar y ganar dinero). Todos sus razonamientos conducen a esta conclusión: el mejor de los mundos posibles es aquél en el que cada cual busca su beneficio personal. Me parece una conclusión terrible.»

      Esto es falso. Hasta aquí todo nuestro intercambio se basó en mi ignorancia del marxismo y mi interés por aprender. Quizás Ud. deba visitar nuestro blog para aprender sobre el enfoque opuesto. Cuando Mises dice que toda persona al actuar intenta pasar de una situación menos satisfactoria a otra más satisfactoria, lo que dice no es necesariamente monetario. No se trata de más dinero, se trata de mejorar la situación. Para eso actuamos!

      Que todo individuo busque maximizar su situación individual, y que el individuo sea egoísta por naturaleza, es algo que -me parece- debemos tomar como punto de partida en nuestros estudios. Esto va ligado a los incentivos, un aspecto que hace inviable el socialismo en todas sus formas. Mi impresión, insisto dentro de mi ignorancia sobre el marxismo que poco a poco iré estudiando, es que Marx desea un mundo sin egoismo, pero entonces su teoría no es aplicable a este mundo.

      Luego, Adam Smith (no los austriacos) tiene un buen punto cuando señala que el egoismo, en sí mismo, no debe preocuparnos. Y es que si aceptamos que en todo intercambio voluntario no hay explotación, sino un juego de suma positiva, entonces se crea valor y ambas partes ganan, «No esperemos obtener nuestra comida de la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero —dice Adam Smith—, sino del cuidado que ellos tienen de su propio interés. No recurramos a su humanidad, sino a su egoísmo, y jamás hablemos de nuestras necesidades, sino de las ventajas que ellos obtendrán».

      Aquí insisto en la lectura de este clásico «Yo, el lápiz» [http://www.hacer.org/pdf/Lapiz.pdf]. Así vemos el mundo los austriacos, y no tengo dudas que a los jóvenes les ayudará mucho comprender que así funciona, independientemente de las trabas que el Estado impone para limitarlo.

      Pero yo entiendo que a Ud. esto le parece terrible, porque el punto de partida de su análisis, esto es la teoría del valor, la plusvalía y la explotación, sesga toda su comprensión del mundo.

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      Adrián Ravier

      19/02/2013 at 13:03

    • Adrián escribió: «…que el individuo sea egoísta por naturaleza, es algo que -me parece- debemos tomar como punto de partida en nuestros estudios…»
      Pero es que esa suposición atrasa, Adrián, es falsa.
      Las últimas investigaciones de la psicología científica desmienten esa tajante aseveración. Junto a las tendencias egoístas existen otras, que podríamos llamar mutualistas. No es que no existan las tendencias egoístas sino que no solo somos egoístas, sino también sabemos y deseamos cooperar. El impulso a la cooperación tiene exactamente las mismas bases que los impulsos egoístas. Ambos se conformaron a través de miles de años en los que esos impulsos fueron útiles a nuestra especie y por ende perduraron y forman parte de nuestro aservo genétio. Ahora bien, por otra parte, el conocer las tendencias egoistas no nos debe hacer prostrarnos ante ellas sino que nos debe permitir tomar decisiones correctas teniendo en cuenta esas tendencias egoístas. El egoísmo puede exacerbarse o bien puede aplacarse. En parte es una cuestión de educación y en parte es una cuestión de las opciones que estén a nuestro alcance.
      No se trata de que querramos construir una sociedad socialista que vaya en contra de nuestra naturaleza egoísta sino de construir una sociedad socialista que tenga en cuenta nuestra naturaleza egoísta y mutualista.
      Saludos.

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      Eduardo

      19/02/2013 at 15:29

    • Eduardo, yo no veo contradicción entre egoismo y cooperación. Ese es el punto de A. Smith! Dos personas que intercambian cosas voluntariamente, cooperan, pero lo hacen de manera egoista, porque ambas piensan que se benefician con el intercambio.

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      Adrián Ravier

      19/02/2013 at 23:35

    • Agregado: usted escribe: «Imagino que prefiere tener un conjunto de lectores que aplaudan cada post o artículo que publica, mas que recibir críticas de un “apologista de la explotación”.
      Le ruego que no insulte la inteligencia del resto de los lectores del blog.

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      rolandoastarita

      19/02/2013 at 12:39

    • Donde dice 100 mil euros mes, debería decir 100 mil euros al años. Incluso bastante menos:

      http://www.elblogsalmon.com/mundo-laboral/cuanto-debe-cobrar-un-astronauta

      Yo tampoco tengo nada más que decir, quedan muy claras las posturas y agradezco al Sr. Astarita su respuesta. Me quedo con una sensación, con una pregunta, sin que se malentienda ¿ hasta que punto existe diálogo intelectual entre el explotador y el explotado, entre el amo y el esclavo, y no queda más salida que la confrontación, cual Depardieu y De Niro en Novecento?

      En EEUU desde el esclavismo al final del apartheid hubo dos grandes posturas, una encarnada por W.E.B Dubois que apelaba a la irreconciliabilidad de intereses, llegando a presentar ante Naciones Unidas en los años 50 el documento «We Charge Genocide: The Crime of Government Against the Negro People» y la otra encarnada por Booker T. Washington que apelaba a consensos y a arañar algunas mejoras sin cambiar el telón de fondo. Al final la cuestión se decide hasta el momento por la desobediencia civil y diversas formas de enfrentamiento social.

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      Max Aub

      19/02/2013 at 23:49

  28. Al fin Adrien soltó su piel de corderito en aras de «entender». Ya dije que Astarita lo lo delinea erróneamente: «Esto es un conjunto de estupideces, a las cuales pensé que Ud. estaba ajeno. »

    Adrien, es un Chicago Boys, sólo que por ser latino, es aún más drástico que sus maestros austríacos y friedmanianos. Cuando muchos estudiantes de MIT, Harvard y Yale se quejan de sus profesores de economía que no EXPLICAN NADA de lo que sucede en el mundo real, y sólo hablan de modelos, montados en supuestos inverosímiles y groseras abstracciones, Adrien y su amigo, insisten en tratar de convencernos de las maravillas del ultraliberalismo. Adrien si entiende. Sólo que es un antimarxista confeso, y sólo trata de exprimir la buena e infinita paciencia de Astarita, con preguntas repetidas (con distintas palabras), tautológicas o cómo hacen los profesores de economía neoclásica: con ejemplos de abstracciones anecdóticas que nada tienen que ver con la realidad.

    Adrien, es enemigo del socialismo, y en su proyecto de libro, busca contraponer la «sociedad de la libertad (EEUU)» con la sociedad socialista, en esa tosca analogía: libertad vs. gulag. Ningún marxista serio por más ocioso que esté acompañará esa empresa.

    Sobre Venezuela, Adrien NO CONOCE nada. No es porque sea yo venezolano, porque el 99% de los venezolanos, sabe menos de su economía que lo que sabe Astarita. Es porque Adrien NO HA INVESTIGADO absolutamente NADA de nuestra economía. Por ende, sólo especula y aplica modelos ad hoc (de lo que escucha en CNN-Miami) y dice que en Venezuela no hay capitalismo, porque el chavismo no respeta la propiedad privada tanto como Uribe y luego Santos. Su respaldo argumentativo es una encuesta hecha a los explotadores (no voy a decir que tu veneras a los amos de la explotación), donde ellos dicen que Venezuela es muy insegura para sus inversiones. Con eso te basta para afirmar que Venezuela no es capitalista. Sino es es una sociedad burguesas qué es? Feudal? Esclavista? Comunista? Adrién no investiga ni sabe que el 72% del PIB está en manos directamente privadas, que hay más de 400 patronos-empleadores, que explotan a casi 13 millones de trabajadores dependientes (data INE) y que todas las relaciones sociales son capitalistas…….ahora, que no seamos Suecia o Noruega, no quiere decir que no seamos capitalistas. Brasil es muy avanzado, muchas empresas y mucha tecnología, riqueza y alta producción industrial. Es capitalista? dirás seguro que no, porque Brasil tiene alrededor de 70 millones de pobres de muy bajo ingreso y al 25 millones de pobreza extrema…. EEUU es capitalista? dirás que No, porque EEUU tiene a más de 44 millones de pobres, más de 30 millones de desempleados abiertos y más de 60 millones de desempleados encubiertos…..(BEA).

    En fin. Adrien si entiende a Marx, sólo que no está de acuerdo en nada de lo que dice Marx y listo, por eso lo combate y desgasta a Astarita en conversas inútiles. Adrien es una especie de militante de la Triple A del bando ideológico, por ello molesta a Astarita negándole todo lo que afirma, con argucias como: ¿cuál es el precio relativo? ¿cómo si la ideología neoclásica explicara la formación de los precios relativos y el valor de lacosas, más allá de decir que el valor de una cosa es la utilidad subjetiva que cada quien le asigne. Por favor¡

    Saludos fraternales………..incluso a Adrien, nada personal, sólo critico a la ideología que defiende la desigualdad, miseria y opresión de miles de millones, a manos de unos miles…..

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    Manuel Sutherland

    19/02/2013 at 13:47

    • En la cita sobre las «estupideces» Manuel me saca de contexto. Lo correcto hubiera sido colocar el párrafo completo. Además me cambia el nombre. Que soy crítico del socialismo, creo que lo dije desde un principio. Basta leer cualquiera de mis comentarios, o artículos que linkeo para saberlo. Pero los problemas del socialismo los veo tan claros desde mi paradigma, que quiero entender el de ustedes. Hace tiempo que me pregunto, ¿por qué gente honesta, bien-intencionada e inteligente defiende a Marx? Imagino que lo mismo pensarán ustedes de «los apologistas de la explotación». Y aunque aquí he mostrado mis críticas, gracias a Astarita, entiendo sus razones. Si algo comprendí de este diálogo, es que desmantelar el pensamiento socialista, necesariamente debe comenzar por la teoría del valor-trabajo, la plusvalía y la «explotación» de los intercambios voluntarios. Responder a datos carece de sentido. Centrar la atención en lo que ocurre en tal o cual país también. Atender a la historia me parece un paso posterior. Pero insisto, un diálogo entre dos personas que defienden posiciones diferentes, ayuda a ambos a comprenderse mejor. Algunos lectores lo han reconocido. Pero con el profesor Astarita, el diálogo se desgastó… lamentablemente…

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      Adrián Ravier

      19/02/2013 at 14:42

    • «Pero con el profesor Astarita, el diálogo se desgastó…»

      No creo, pasa que todo dialogo tiene un tiempo de vida. Pretender extenderlo no tiene ningún sentido.

      Saludos.

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      Gerardo Daniel

      19/02/2013 at 17:42

    • No es que se «desgaste» el diálogo. Sucede que mandan larguísimas notas hablando sobre lo humano y lo divino. No se puede estar contestando todo esto. Si fuera por el último Comentario, debería discutir desde el «¿Qué Hacer»? de Lenin hasta si Marx fue el responsable intelectual del Muro de Berlín.

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      rolandoastarita

      19/02/2013 at 17:49

    • Además, lo primero que exigen los defensores de la libertad de mercado en pos del bienestar de la humanidad es armar hasta los dientes a las policias de todo el mundo, para que caguen bien a palos al que se le ocurra hablar de sindicatos. Y deben haber sido ejemplos de capitalistas exitosisimos los que apoyaron a Pinochet en Chile, o a Hitler en Alemania…para salvar el capitalismo amenazado.

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      Hugo

      19/02/2013 at 18:55

    • Recuerdo que hace un tiempo Ravier y otros señores invitaron a refutar la utilidad marginal en el blog en el que ellos escriben.
      Allí se les hizo un comentario preguntándoles cómo la demanda va a determinar los precios si la oferta puede incrementarse sin límite aparente, anulando los desequilibrios entre oferta y demanda…
      No hubo ninguna respuesta.
      ¿Hay que suponer que con ellos, tan abiertos al debate, «el diálogo se desgastó»? Una lástima.

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      Ezequiel

      19/02/2013 at 20:57

    • Hugo,
      ¿De donde sacas que Hitler fue capitalista?, sobre Pinochet y la postura de algún economista, Adrián ya te dio la respuesta, una cosa es teoría económica y otra política económica, y esta última no es una posición compartida por toda la EA, así como dentro del marxismo habrá alguno que tu mismo, seguramente, reconocerás no piensa igual que tu, por decirlo de alguna forma.
      Otra cosa, no te parece raro que donde hay más libertad de expresión es donde hay más libertad económica? no tuvo a caso Marx libertad para expresar sus ideas en uno de los países más libres económicamente de su tiempo (Inglaterra)? ¿Coincidencia?

      Ezequiel/Inmundo dices: «Allí se les hizo un comentario preguntándoles cómo la demanda va a determinar los precios si la oferta puede incrementarse sin límite aparente, anulando los desequilibrios entre oferta y demanda…», un empresario podría eventualmente ofertar por encima de la demanda del mercado, pero incurriría en perdidas, y solo podría mantenerse hasta el máximo que le permita su capital disponible, es por eso que si no atiende la demanda fallará al mantenerse en el mercado.

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      Jorge C.

      20/02/2013 at 12:37

  29. Marx, Lenin, Gramsci

    Por Alberto Benegas Lynch (h)

    Diario de América

    En el Manifiesto Comunista de 1848, se sostiene que “la burguesía es incapaz de gobernar” porque “la existencia de la burguesía es incompatible con la sociedad” ya que “se apropia de los productos del trabajo. La burguesía engendra, por sí misma, a sus propios enterradores. Su destrucción es tan inevitable como el triunfo del proletariado” (secciones 31 y 32 del segundo capítulo).

    Y más adelante Marx y Engels escriben que “pueden sin duda los comunistas resumir toda su teoría en esta sola expresión: abolición de la propiedad privada” (sección 36 del capítulo tercero), para concluir en la necesidad de que el proletariado se ubique en el vértice político: “los proletarios se servirán de su supremacía política para arrebatar poco a poco a la burguesía toda clase de capital para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, en las del proletariado organizado como clase gobernante” (sección 52 del mismo capítulo, el cual concluye con la necesidad de la revolución en la sección 54).

    Lenin era mas sagaz que sus maestros ya que nunca creyó que el llamado proletariado podía dirigir y mucho menos gobernar una revolución (ni en ninguna circunstancia). Por eso escribió lo que aparece en las páginas 391-2 del quinto tomo de sus obras completas en el sentido que el vehículo de lo que denominaba “la ciencia socialista”, a su juicio, “no es el proletariado sino la intelligentsia burguesa: el socialismo contemporáneo ha nacido en las cabezas de miembros individuales de esta clase”. Por esto también es que Paul Johnson en su Historia del mundo moderno destaca que Lenin “nunca visitó una fábrica ni pisó una granja”.

    Todas las revoluciones de todas las épocas han sido preparadas, programadas y ejecutadas por intelectuales. Los obreros han sido carne de cañón y un adorno para los distraídos. Por esto es que resulta tan importante la educación, los estudiantes y los intelectuales porque, para bien o para mal, de esa formación depende el futuro.

    De todos los dirigentes comunistas el que mejor vislumbró este punto crucial fue Antonio Gramsci en sus escritos desde la cárcel fascista. Denominaba “guerra de posición” a la tarea de influir en la cultura y “guerra de momento” a la toma del poder. Creía en la trascendencia de la educación en todos los niveles, especialmente en las faenas realizadas en las familias de obreros para entrenarlos y formarlos como intelectuales defensores de los principios comunistas.

    Es muy común al indagar en las experiencias de antiguos socialistas convertidos al liberalismo, que se advierta que el autor que mas atrajo atenciones en cuanto a sus posturas intelectuales anteriores era precisamente Gramsci. Pensadores de fuste no son atraídos por los métodos violentos sino por las tareas de la educación y la cultura. Por otra parte, en mis conversaciones con estas personas he comprobado que, en general, el campo de conocimiento que los ayudó a transitar el cambio de una posición a otra ha sido el de los mercados competitivos, al percibir que, además de la falta de respeto a la dignidad humana, la prepotencia estatal no puede contra los arreglos libres y voluntarios en el contexto de los marcos institucionales de una sociedad abierta.

    El conocimiento está disperso y fraccionado, lo cual se pone de manifiesto a través de los precios de mercado que tramiten información a los operadores para asignar factores productivos a las áreas más requeridas. En la medida en que aciertan obtienen ganancias, en la medida en que se equivocan incurren en quebrantos. Los megalómanos de turno, con la intención de “dirigir la economía”, están, de hecho, concentrando ignorancia y apuntan a sustituir el conocimiento de millones de personas es sus respectivos “spots” por directivas ciegas emanadas desde el vértice del poder, puesto que resulta imposible contar con la información presente en los millones de arreglos contractuales simplemente porque no está disponible antes que las operaciones se concreten.

    Por otra parte, al arremeter contra la propiedad privada se debilitan hasta desaparecer las antes mencionadas señales, es decir, los precios, con lo que nadie sabe como proceder con los siempre escasos factores productivos. En otros términos, además de la falta de respeto a las libertades de las personas, las distintas vertientes del régimen de planificación estatal constituyen un imposible técnico. Sin precios o con precios falseados se desvanece la posibilidad de la evaluación de proyectos y la misma contabilidad. Se puede mandar, ordenar y decretar por puro capricho con el apoyo de la fuerza bruta, pero no puede conocerse la marcha de la economía allí donde se bloquean las señales que permiten asignar económicamente los recursos disponibles.

    Entre otros, estos han sido los errores fatales de Marx y sus seguidores de todos los colores y constituyen las razones del derrumbe del Muro de la Vergüenza en Berlín y de los reiterados y estrepitosos fracasos de la planificación estatal de las haciendas ajenas. Por eso los almacenes están rebosantes de mercancías cuando se permite que funcionen los procesos de mercado y quedan anémicos y vacíos cuando se entromete la arrogancia y la soberbia inaudita del planificador gubernamental.

    En un contexto más general respecto del aparato estatal, vale la pena tomar nota de las crudas observaciones de Hanna Arendt en “Truth and Politics”, en cuanto a que “nadie, que yo sepa, ha contado la veracidad entre las virtudes políticas” y, en esa misma línea por cierto alarmante, Talleyrand había escrito mucho antes en correspondencia dirigida a Madame de Staël que “no se puede confiar en un político a menos que sea corrupto puesto que, en ese caso, hay un pacto personal y directo en el que sostenerse.”

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    Guillermo Martorelli

    19/02/2013 at 16:55

    • Esta es una sección de Comentarios, no es para colocar artículos. Para colmo, para decir estas gansadas reaccionarias (acordes con el nivel del autor, un defensor del golpe de Pinochet), que ya no tienen nada que ver con la nota sobre Venezuela.

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      rolandoastarita

      19/02/2013 at 17:18

    • Que no deben colocarse notas completas en un post, lo acepto, y lo comparto, y menos aun en un tema ajeno. Pero acusar al autor de defender a Pinochet, me sorprende negativamente! He leído varios libros y articulos del autor, y jamás he leído nada de eso. ¿tiene alguna fuente?

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      Adrián Ravier

      20/02/2013 at 16:26

    • Sobre el apoyo de Benegas Lynch al golpe de Estado de Pinochet, hay varias fuentes. En 2006 escribió, por ejemplo:

      “En este clima de prostitución y degradación de los principios más elementales de la democracia se produjo la sublevación de marras (se refiere al golpe), ampliamente justificada por los espíritus libres. El segundo aspecto que debe distinguirse, sobre el que he escrito reiteradamente, es el a todas luces injustificable e inaceptable manejo de la guerra antisubversiva, dando lugar a la bochornosa y repugnante figura de «los desaparecidos» con el consecuente rechazo a debidos procesos, en ausencia incluso de juicios sumarios y actas con responsables”, (énfasis agregado) en http://www.libertaddigital.com/opinion/alberto-benegas-lynch/a-raiz-de-pinochet-35057/.

      Más en general, Hayek apoyó a la dictadura de Pinochet. Por ejemplo, Alan Ebenstein, biógrafo de Hayek, lo cita diciendo que en 1981 “no había gobiernos totalitarios en América Latina. El único que había habido era Chile bajo Allende”.

      Véase también A. Farrant, E. McPhail, S. Berger, 2012, “Preventing the Abuses of Democracy: Hayek, the ‘Military Usurper’ and Transitional Dictatorship in Chile?, American Journal of Economics and Sociolgy, vol. 71, Nº 3.
      Los autores citan a Hayek afirmando que existen “muchas instancias de gobiernos autoritarios bajo los cuales la libertad personal estuvo más segura que bajo muchas democracias”. (The Times, 1978). Públicamente salió en respaldo del político de derecha alemán Josef Strauss, quien había sido atacado por su apoyo a la dictadura de Pinochet.
      En 1977 Hayek visitó Chile, se entrevistó con Pinochet, y dio una entrevista a El Mercurio, de Chile, en donde dice que la economía chilena es un ejemplo para el mundo. Al ser entrevistado por los periodistas, al finalizar su visita, Hayek explicó (crónica de El Mercurio) que había hablado con Pinochet sobre la cuestión de la democracia limitada y el gobierno representativo y dijo que en sus escritos había mostrado que la democracia ilimitada no funciona porque crea fuerzas que al final destruyen la democracia. Dijo que el jefe de estado lo había escuchado con mucha atención y que le había solicitado que le proveyera los documentos que había escrito sobre el tema.
      En 1981 volvió a visitar Chile y volvió a elogiar públicamente la situación del país.
      Véase http://coreyrobin.com/2012/07/08/hayek-von-pinochet/.

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      rolandoastarita

      20/02/2013 at 17:43

    • Desconocía esta cita de Benegas Lynch. Respecto a Hayek, me preocupé en su momento por este tema y escribí un artículo que puede ser de interés (http://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2011/05/26/hayek-pinochet-y-la-democracia/). Si tiene tiempo, me gustaría conocer su opinión.

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      Adrián Ravier

      21/02/2013 at 00:42

    • Si se hace tiempo de leer el artículo, quizás pueda opinar también del intercambio de abajo con Ricardo Vidal. Ese es el debate que tienen los liberales respecto a este tema. Quienes defienden a Pinochet, no lo hacen porque piensen que eran necesarias muertes y torturas para instaurar la democracia limitada, sino porque creen que Pinochet no tuvo nada que ver con aquellos desmanes.

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      Adrián Ravier

      21/02/2013 at 00:58

  30. PROFE ROLANDO, QUE «LEYES» O «TEORIAS» DE ECONOMIA EN MARX ESTAN REFUTADAS?
    ESPERO SU RESPUESTA, GRACIAS

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    Carlos

    19/02/2013 at 22:46

  31. Adrián. Como se habrá podido dar cuenta, dado lo taxativo de mi comentario, no tenía pensado intervenir más sobre esta nota, pero su insistencia en polemizar me sorprende, con más razón cuando los argumentos son iterativos, a fuerza de estar desplegados y en lógica consonancia, las respuestas correspondientes. A diferencia de otras ocasiones, esta vez, al final, subió el voltaje polémico. Es la consecuencia inevitable de una discusión que se traba cuando se enfrentan principios diferentes y opuestos por el vértice. Pienso que usted es consciente de esta situación. Me da la impresión que sus reiteradas preguntas sí responden a incorporar un panorama veraz del enfoque marxista que le permita, en un futuro libro tal vez, no discutir con una caricatura, aunque las conclusiones ya están establecidas de antemano, partiendo de una toma de posición, frente a la ciencia y frente a la vida, desde una posición de clase libremente asumida. Me da la impresión que ha tomado a este blog como un campo de entrenamiento para ese propósito, lo que no es inútil en tanto permite a muchos lectores del mismo, ampliar el rango de conocimiento a su escuela y a su vez, entrenarse en la palestra del debate. Ahora, que no sea inútil, no significa que deba irse a pasear desde el eje en cuestión. En mi opinión, tendría que haber fundamentado más los criterios por los que usted opina que Venezuela no es un país capitalista. De todos modos, como bien reflexiona al final, lo básico a ‘desactivar’ es la TLV y la teoría de la explotación. No veo que hasta ahora haya aportado argumentos convincentes. Por solo mencionar algo, confiar en que el ‘egoísmo’ de la patronal me hará feliz, me parece, cuando menos, aventurado. A la cueva del león, no se entra si no es para dejar un trozo de carne y lo de Andrócles … es un mito griego. Millones se hacen capitalistas. Tal vez puedan ascender, bajo ciertas condiciones, a la clase media, pero hacerse capitalistas, dificilmente. Pero, en todo caso, cientos de millones son convertidos en proletarios. Hace 200 años, el proletariado era la centésima parte de la población mundial. Hoy, sobre 6000 millones de habitantes, representa 2000 millones, la tercera parte. Y todavía hay quienes dicen que en la sociedad post industrial el proletariado tiende a desaparecer recreado en nuevas clases medias. Hacerse millonario en base a ‘ideas geniales’. Solo con ideas ‘no se cocina el arroz’ como decía Giap. Hace falta capital y eso no se junta poniendo monedas en el chanchito. Es cierto que, bajo ciertas condiciones en que las condiciones de acumulación no se ven perturbadas, incluso con un pequeño capital y por supuesto, empleando fuerza de trabajo asalariada, por lo general barata y superexplotada, hay quienes han logrado hacerse capitalistas. Pero, a lo sumo, pueden contarse esos casos por miles. No alteran las generales de la ley. Yo conozco personalmente muchos de esos casos y otros tantos en que el ‘ahorro’ y el esfuerzo inicial de los fundadores no es más que una pantalla para encubrir el origen turbio de esa acumulación. Un día le cuento como se edificó la fortuna de uno de los más grandes empresarios del rubro ‘pan lactal’ en Argentina. Donde se dice ‘herencia de Árabia’ léase ‘cheque afanado de la cruzada Eva Perón’. Otro día le cuento la de supermercados ‘C’ o de las afamadas medias ‘Eiffel’ ¿Le suena Zwy Migdal? También hay casos genuinos. Un modesto vendedor de cremas ‘Pon..’ cobra una fuerte indemnización, vende la casa, etc. y pone un chaperío en el Bajo y empieza a negrear como loco. Hoy es la afamada (y pésima) gama de productos ‘D’. Puedo seguir, pero no vale la pena. Son golondrinas que no hacen verano.
    Adrián, desde que por vez primera apareció un excedente social, en las sociedades Mesopotámicas, se desencadenó la lucha de clases, o de castas, o como catzo se le quieran llamar, por la apropiación de ese plusproducto, lucha entre productores y apropiadores, en que el sector más poderoso se arrogó la propiedad o posesión, por la fuerza o el engaño, con el objeto de realizar la satisfacción máxima de sus necesidades, ambiciones y deseos, siendo menester conceder a los sometidos una satisfacción mínima a los efectos de que puedan seguir funcionando como miembros cooperantes de ese orden social. Bajo otro ropaje, las cosas no han cambiado en esencia.

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    AP

    20/02/2013 at 02:55

    • Interesante comentario. Aclaro primero que jamás podría escribir un libro sobre marxismo… salvo que primero me dedique a leer en profundidad su obra. El problema que tengo hoy con El Capital, por ejemplo, es que rechazo la argumentación de raíz. Entonces seguir leyendo es difícil, por pre-conceptos que tengo en mi propio programa de investigación. Quizás pueda hacerlo en el futuro, pero excede mi línea de investigación que es la teoría monetaria, la macroeconomía y en especial los ciclos económicos. En cualquier caso, estos intercambios sirven para conocer de antemano la lógica de la obra de Marx. Si luego releo aquel libro, quizás lo entienda mejor que cuando lo estudié en la UBA, en 2001, junto a Axel Kicillof.
      No tomo este blog como un campo de entrenamiento, si con eso se refiere a polemizar permanentemente. Sólo intento aprender. Luego, algunas cuestiones van más allá de mis intenciones iniciales, y entonces respondo. Ahí se abren polémicas, pero no las genero con el interés de polemizar, sino por las respuestas que eso genera, que me permiten al mismo tiempo aprender más.
      Volviendo ahora sobre los comentarios, debería escribir un post en el blog para definir concretamente si Venezuela es o no capitalista. Todavía no hice ese trabajo. Necesito reflexionar un poco más sobre mis argumentos de por qué no lo es. Lo que sí hice más arriba fue asociar «capitalismo puro» a «libertad económica», y linkear el «Indice de Libertad Econóimca» para mostrar que Venezuela es uno de los países más reprimidos del mundo, a un paso cada vez más pequeño de Cuba, y muy lejos de Hong Kong, que hoy representa el país más libre del mundo. También insisto en que tomar a Estados Unidos como el ejemplo del capitalismo ya no es correcto, puesto que ese país ha ido abandonando los principios de los padres fundadores, que la habían hecho inicialmente el país capitalista por excelencia. Hoy Europa y Estados Unidos, los países más avanzados, abrazan el Estado de Bienestar, y las consecuencias están a la vista. Las empresas de estos países abandonan sus mercados originales, y trasladan sus fábricas a otros lugares del mundo, con tasas impositivas más bajas, y mano de obra más barata. Esto que muchos ven como algo terrible, porque se extiende la explotación, yo lo veo como algo fantástico, porque abre oportunidades a millones de trabajadores que antes de que estas empresas multinacionales llegaran a esos mercados, estaban condenados a la miseria.
      Ud. incluye un párrafo que me pareció muy interesante: «Tal vez puedan ascender, bajo ciertas condiciones, a la clase media, pero hacerse capitalistas, dificilmente. Pero, en todo caso, cientos de millones son convertidos en proletarios. Hace 200 años, el proletariado era la centésima parte de la población mundial. Hoy, sobre 6000 millones de habitantes, representa 2000 millones, la tercera parte. Y todavía hay quienes dicen que en la sociedad post industrial el proletariado tiende a desaparecer recreado en nuevas clases medias.»
      No conocía este dato, pero qué mejor demostración de lo que el capitalismo puede hacer. Qué mejor que pretender que el mundo finalmente abandone la extrema pobreza gracias a las fuerzas del mercado! Si esto es un paso al socialismo, entonces no entiendo por qué no estamos unidos los defensores del libre mercado y los marxistas, para intentar limitar al gobierno, y con ello acelerar un proceso que derrama riqueza por todo el mundo! Luego sí vendrá otro debate, una vez que la batalla contra la pobreza esté ganada, y veremos hacia dónde nos conducen los órdenes espontáneos y las fuerzas del mercado (que para nosotros son sinónimo de la voluntad de la gente).
      Respecto a las ideas creativas de los empresarios y al capital, me parece que no terminamos de entendernos. Es que para nosotros «capital» es algo diferente, de lo que Marx entiende por este término. Dejó aquí un link de un artículo de Peter Lewin quien habla sobre este tema (http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/3_3_Lewin.pdf).
      Y respecto a los amigos del poder, que han sabido enriquecerse ganandose la voluntad del gobierno, en lugar del consumidor, ¿qué puede decirle? En una «sociedad libre» como nosotros la entendemos, tales privilegios no ocurrirían, porque el Estado se limitaría a la seguridad, a la justicia, a los servicios de defensa, y no tendrían sentido los aranceles, las políticas para-arancelarias, ni ninguna política de discriminación que logre ayudar a un empresario a crear su industria. En ausencia de estas políticas, el empresraio que se enriquece lo hace en competencia, y tiene la obligación de ganarse al consumidor. Para nosotros, en el sistema capitalista puro (y digo «puro» para disinguirlo justamente del capitalismo intervenido o regulado, del Estado de binestar, o del socialismo de mercado) gobierna la soberanía del consumidor, donde el dueño de los factores de la producción debe producir precisamente lo que el mercado necesita, si quiere obtener ganancias. Si desvía los recursos en un sentido diferente a lo que el mercado quiere, entonces tiene pérdidas, verá su capital desvanecerse, y entonces se hallará pronto muy pobre, y sin la posibilidad de tomar decisiones sobre el destino de esos factores de capital.
      Luego, en esta sociedad libre, hay millones de emprendimientos posibles que se pueden realizar sin capital. Hace algunos años que enseño en distintas Escuelas de Negocios, en programas de MBA, y esta es la lección más importante que los alumnos aprenden y aceptan. Que en un país como Argentina haya millones de emprendedores, es mi mayor anhelo. Cómo voy a ver a un emprendedor como un explotador, si le da trabajo a millones de personas que hoy no tienen oportunidades. Nada me apena más que tener jóvenes alumnos cuyo mayor anhelo es conseguir un puesto en el gobierno, o un plan trabajar. Es curioso que a muchos les parezca que somos de otro mundo, que somos apologistas de la explotación o que recibimos jugosas remuneraciones por decir estas cosas. Es todo lo contrario. En este mundo, necesitamos de cooperación, y esa cooperación sólo puede surgir en un marco de libertad. Nada puede ser más dañino para un joven que pensar que el empresario es un maldito explotador. El mundo necesita empresarios precisamente!
      Está claro que no he dado respuestas a muchos interrogantes que han ido surgiendo en este intercambio. No era mi interés hacerlo, porque habría sido tomado como un ataque a la filosofía que de alguna manera está representada en este blog. Yo pretendo aprender la lógica que critico, para criticarla mejor, eso sí, pero no lo hago porque alguien me pague para hacerlo, ni pretendo atacar a nadie. Pueden visitar nuestro blog ahora mismo, y encontarán un post titulado «Buscando entender la lógica marxista…» [https://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2013/02/20/buscando-entender-la-logica-marxista/] Van surgiendo comentarios, debajo del post de gente que se extraña con total honestidad ante los defensores del marxismo. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta se la dejo a algún sociólogo. Pero digamos que este tipo de diálogos es necesario, para que nos concentremos en las ideas y dejemos de ver al adversario teórico como el enemigo.

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      Adrián Ravier

      20/02/2013 at 16:15

    • Adrian, un comentario sobre tu última respuesta a AP.
      Vos decís «Nada puede ser más dañino para un joven que pensar que el empresario es un maldito explotador». Me quiero dedicar un poco a esta observación, por las importantes consecuencias que, a mi juicio, tiene.
      Está claro que para el aparato creativo e intelectual, y motivacional, de una persona, la sensación o la creencia de que está siendo explotado por otro, no puede despertar sentimientos de alegría y satisfacción, y menos de cooperación y desarrollo. Más aún, al contrario, suele despertar sentimientos de frustración y rencor (algo entendible cuando se interpreta que se ha recibido una agresión ajena frente a la cual no hay posible defensa exitosa, o posibilidad de derrotar al agresor), de hostilidad y no cooperación.
      Pero esto corresponde, a mi manera de entender, a una incomprensión de la teoría de la explotación. No es fundamentalmente una cuestión personal (aunque lo personal no puede dejar de estar presente), de explotación personal; explotador y explotado pueden incluso ser amigos, pero eso no modifica la relación. La explotación es de una clase por otra, y la clase no es un sujeto indivividual, sino que es un aspecto, presente de los individuos, por la relación que tienen con los medios de producción. Los propietarios de mmpp tienen en sí el aspecto (o «condición») de clase capitalista, reproducen capital; los no propietarios de los mmpp tienen el aspecto de clase obrera, viven de su salario.
      Yo considero que lo mejor es una subjetividad «sincera» con las condiciones reales en que la persona vive, por un lado, y por el otro que responda a las necesidades de desarrollo motivacional personales. Ambas condiciones hacen a la «salud motivacional» y al «sentido de realidad».
      Si yo necesito creer que estoy en un mundo de maravillas, en el mundo perfecto e intangible, para mantener mi motivación a desarrollarme, entonces algo ocurre: esta necesidad me amputa, justamente, de desarrollarme sinceramente hacia el mundo real. Es decir, si necesito una teoría que me aleja del mundo real y me inventa uno fantástico, para ofrecerme exactamente lo que mi motivación necesita para desarrollarse, entonces justamente me está privando, a costa de mi motivación, del mundo real.
      Y también a la inversa: si pierdo toda motivación hacia mi realización, hacia mí mismo, por determinada observación o método de observación del mundo, entonces también me veo amputado de mi motivación por mi percepción dle mundo.
      El desafío, creo, es justamente observar lo más científica y sinceramente el mundo, tal y como es, interpretarlo en igual forma, y no amargarse ni resentirse por los resultados que pueda esto tener. Al contrario.
      ¿Qué significa esto en la práctica?
      Que es deseable sentirse motivado hacia el trabajo (en tanto es algo propio), o emprendimiento personal (claro que sin explotar a nadie), «sentir» que éste ofrece un canal al desarrollo y creatividad -que es, en definitiva, la concepción comunista de lo que el trabajo «debiera» ser para el hombre- del sujeto; pero sin por eso negar que las condiciones sociales de producción reales no son las mejores para alcanzar eso de manera generalizada. Al contrario, existe un conflicto entre el las condiciones reales y las necesidades motivacionales personales.
      Sin ningún ánimo de ofender, y aceptando que participás con buenas intenciones, estoy bastante convencido que lo que hacen quienes interpretan el mundo como vos, es tratar de preservar la motivación por el desarrollo personal (lo que es algo muy positivo), a costa de amputarse la percepción del mundo real (lo que es muy negativo en el sentido de que amputa e impide la comprensión del mundo tal y como se presenta).
      El desafío creo que es estimularse a percibir el mundo tal y como es, a descubrirlo en su propia condición, y a la vez alimentar la motivación propia; que entre ambos se realimenten (aún cuando lo que descubra uno no sea lo que necesita el otro), y no que el desarrollo de uno exija la amputación del otro.
      Es justamente para favorecer el emprendimiento personal (no sostenido enla explotación de trabajo ajeno) que considero necesario modificar las relaciones de producción.
      Escribo esto tarde y no con la mejor redacción, espero que se entienda. Saludos

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      Juan Pablo

      21/02/2013 at 02:26

    • Interesante el comentario de Juan Pablo. Pero quiero responder a este párrafo:

      «Sin ningún ánimo de ofender, y aceptando que participás con buenas intenciones, estoy bastante convencido que lo que hacen quienes interpretan el mundo como vos, es tratar de preservar la motivación por el desarrollo personal (lo que es algo muy positivo), a costa de amputarse la percepción del mundo real (lo que es muy negativo en el sentido de que amputa e impide la comprensión del mundo tal y como se presenta).»

      Bueno, en el siguiente intercambio, de abajo, intento mostrar cómo vemos el mundo nosotros, especialmente en relación con el «capital subjetivo» y la «empresarialidad». La explotación no es del capitalista al trabajador, sino del «dependiente» al «trabajador». El liberal comprende que bajo el sistema actual, con democracia ilimitada, existe una tendencia a que muchos vivan como «dependientes» del Estado, abandonan cualquier intento de responsabilidad por su propia vida, y predomine entonces la estatolatría, donde el Dios Estado lo soluciona todo. Esa dependencia es el mayor enemigo del liberal. De ahí que el Estado tenga que ser desmantelado para que deje de robar o extraer recursos de quien los crea.

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      Adrián Ravier

      21/02/2013 at 12:33

    • adrian ravier dice:
      «La explotación no es del capitalista al trabajador, sino del “dependiente” al “trabajador”. El liberal comprende que bajo el sistema actual, con democracia ilimitada, existe una tendencia a que muchos vivan como “dependientes” del Estado,»
      El trabajador es pobre… y quien tiene la culpa?? el subsidiado… el que es más pobre
      Al final la culpa de la pobreza la tienen los pobres… he ahí el último grito del pensamiento burgués

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      Roberto

      21/02/2013 at 18:10

    • Roberto, la culpa de la pobreza no la tienen los pobres. La culpa la tiene el Estado moderno que impide que las fuerzas creativas del mercado lleguen a ciertos lugares, y de esta forma, generen riqueza. Insisto con el caso de China. Mientras China fue comunista (se que esto genera debate), o más bien, mientras China estuvo aislada, ajena a las fuerzas del mercado, la gente vivió en la pobreza extrema. Desde que abrió sus fronteras y se integró al mundo (a través de la OMC), flujos de capital fueron a invertir allí, y muchos millones de chinos abandonaron la pobreza, constituyéndose en clase media. Ese camino tiene que extenderse a Africa y el resto de los países o provincias o ciudades pobres. No dudo que el capitalismo global seguirá avanzando, e irá reduciendo la pobreza… pero necesitamos reducir las interferencias del Estado para que el proceso se acelere y no sigamos condenando al hambre a millones de personas!

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      Adrián Ravier

      22/02/2013 at 00:02

    • Según Ravier la culpa de la pobreza la tiene el Estado, pero él no ve ningún vínculo orgánico entre Estado y mercado. Para él, Estado y mercado son dos entidades separadas e independientes, atribuyendo al segundo un rol clave para la evolución social. El problema es que el Estado capitalista no puede separarse del mercado que de ningún modo funciona por sí solo, ni tampoco separado de las relaciones de producción capitalistas. Ravier ignora las relaciones de explotación que ocultan las relaciones mercantiles (precisamente es un apologista del libre mercado), e ignora también que el mercado requiere del Estado, dado que por sí solo los capitalistas individuales no pueden producir las condiciones generales de su propia reproducción; ellos necesitan del Estado y de hecho el Estado es de los capitalistas y funciona como garante de la explotación. Por último, es un hecho que la “democracia” que supone una mayor intervención estatal resulta un estorbo o un peligro para el liberalismo económico, que defiende el “orden natural y espontáneo” del mercado. Pero entonces no debiera sorprendernos los apoyos y complicidades de liberales augustos con militares augustos, y que hasta los propios principios del liberalismo político se barran bajo la alfombra si fuese necesario.

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      Omar

      22/02/2013 at 20:14

  32. Milner en nuestro blog dejó este comentario que me tomo el atrevimiento de copiar aquí, pues en mi respuesta, defino qué es el capital para nosotros, y las diferencias empiezan a estar más claras.

    MILNER:

    En la página web del Prof. Astarita, en la sección de Materiales Publicados, se encuentra un trabajo titulado “Qué es el capitalismo”, me permito copiar extractos de él que considero son relevantes para el debate:

    “…capital: es el dinero, los medios de producción, y las mercancías, que son propiedad de los empresarios y se utilizan en la extracción de plusvalía. Veamos esto con detenimien­to.

    Cuando el empresario decide invertir su dinero, ese dinero es la forma que toma su capital. Con ese dinero compra el algo­dón, el telar, el edificio de la fábrica; por lo tanto, en esta segunda etapa, su capital está compuesto por algodón, telar, edificio de la fábrica; o sea, el capital del empresa­rio cambia de forma: antes era dinero, ahora se trans­formó en medios de produc­ción.

    Pero además, nuestro empresario contrata obreros, y por lo tanto una parte de su dinero se transforma en el trabajo humano que genera la plusva­lía. Así, otra parte de su capital que tenía la forma dinero, ahora, mientras trabaja el obrero, se ha trans­formado en trabajo, que está creando valor.

    Posteriormente, aparece el hilado terminado, que se destina­rá a la venta. Por consiguiente, ahora el capital tomó la forma de hilado, existe como hilado; nuevamente el capital cambió de forma. Por último, cuando el empresa­rio vende el hilado, habrá obtenido dinero, es decir, su capital ha vuelto a la forma de dinero.

    Si lo analizamos desde el punto de vista del valor, podemos ver que, por ejemplo, había un valor igual a 1.000 pesos, que estaba en billetes; luego ese valor se transformó en medios de produc­ción (algo­dón, telar, etc.), y en trabajo de los obreros; al salir del proceso de produc­ción, los 1.000 pesos de valor se habían transfor­mado en hilado, y además se había engendrado una plusva­lía, supongamos de otros 50 pesos. Por lo tanto, el valor originario, de 1000 pesos, se ha incrementado; decimos que el valor se ha valorizado, gracias al trabajo del obrero.

    En vista de esto, podemos decir que el capital es valor en movimiento y transformación: primero aparece bajo la forma de dinero, luego de medios de produc­ción y trabajo, luego de mercan­cía, y por último de nuevo como dinero. Capital es entonces valor que genera más valor sustentado por la explotación de los obre­ros. El telar es capital porque está dentro de este movimiento; lo mismo podemos decir del algodón, de la fábrica, o del dinero.

    Observemos que si el capitalista comprara el algodón y el telar, y contra­tara al obrero para que le hiciera un hilado para su uso personal, el dinero gastado, el algodón, el telar o el trabajo no serían capital. En este caso, el capitalista probable­mente estaría mejor vestido, pero no habría incrementa­do el valor del dinero que poseía; por el contrario, lo habría gastado. Sólo hay capital cuando se invierte con vistas a obtener una ganan­cia.”

    Entonces, dada tal definición del capital, se entiende que el profesor vea capitalismo en Venezuela, pues existe trabajo asalariado+plusvalor.

    RAVIER

    Gracias Milner! Me parece que estos extractos son útiles para la discusión. Intentaré resumir una amplia bibliografía en unos pocos párrafos para revertir la historia.

    ¿Qué entendemos nosotros por “capital”? Primero debemos distinguir entre “bienes de capital”, y el “concepto de capital”. Los “bienes de capital” pueden ser vistos objetivamente, en tu ejemplo el algodón, el telar o el edificio de la fábrica. Pero el “concepto de capital” es algo subjetivo, que viene asociado a la creatividad empresarial. El marxismo, al ver al empresario como un explotador, minimiza su rol, y no advierte que precisamente en la creatividad empresarial está el origen de las ganancias obtenidas.

    De ahí que nosotros minimicemos al dueño de los bienes de capital, y enfaticemos la creatividad empresarial, puesto que el dueño de los factores de producción puede hacer muy poco con estos materiales, si no tiene una idea concreta de qué hacer con ellos.

    La capacidad empresarial, en un sentido general, está en todos nosotros. Cada vez que actuamos lo hacemos para mejorar nuestra situación. Esa acción puede entenderse como “empresarial”, y el beneficio que podemos obtener puede ser tanto “monetario” como “psíquico”.

    Pero en un sentido más restringido, la función empresarial es el “estar alerta” en el mercado a oportunidades de inversión. Como decía en el blog de Astarita, uno puede emprender sin necesidad de capital. El capitalista estará encantado de financiar una idea que mutiplique el capital. Y así se procede en el mercado!

    Para nosotros el capital es algo subjetivo. ¿Qué quiere decir esto? Intentaré ilustrarlo con un ejemplo. Imaginemos que yo camino por la calle y veo cuatro botellas de vidrio. Las miro, y no les veo ninguna utilidad. No les presto atención. Sigo caminando. Esas cuatro botellas de vidrio no sólo no son un bien de capital. Ni siquiera son un bien económico. Ahora supongamos que atrás mío viene otra persona ve las botellas y entiende empresarialmente que puede reciclarlas y con ellas hacer un jarrón. En este caso, las botellas de vidrio se convierten en “bien de capital”. Una cosa no es un bien de capital por sí mismo. Para serlo, alguien empresarialmente debe “darse cuenta” de que tal cosa puede servir como insumo para producir un bien final de consumo.

    Un ejemplo más complejo es el del combustible. Hace décadas que preocupa la cantidad de petróleo disponible y la posibilidad de que se agote. Sin embargo, con creatividad los empresarios han logrado que los automóviles utilicen la mitad de combustible para recorrer la misma cantidad de kilómetros. En definitiva es lo mismo lograr descubrir el doble de petróleo en el mundo, que innovar y crear una tecnología que permita utilizar la mitad del petróleo por km recorrido. Decir que el empresario no tiene ningún valor, nos parece injusto!

    Yo no soy randiano, pero hay una novela titulada La Rebelión de Atlas, que imagino es útil para ilustrar la cuestión que estamos discutiendo. Básicamente, la novela muestra que la riqueza tiene una única fuente: la mente humana aplicada a una tarea productiva. Cuando estas mentes se paralizan, el mundo se paraliza. El libro plantea qué ocurre cuando las personas realizan la única huelga que jamás se ha hecho explícita en el mundo: la huelga de cerebros. Qué pasa cuando los productivos se niegan a continuar produciendo. Y las derivaciones para el estudio de la economía que surgen de esta idea son impresionantes.

    Cuando le dije a Astarita que cualquiera puede ser emprendedor sin capital, él respondió con casos concretos como la producción de automóviles, computadores, etc. ¿Pero cuánto del PIB actualmente se produce en Bienes y Servicios de este tipo? ¿Cuánta riqueza puede generarse proveyendo servicios? Me han ridiculizado en el blog cuando dije que la creatividad es la fuente de la riqueza, y lo entiendo porque empiezo a ver la línea de pensamiento que siguen. Pero el error está allí, en una errónea concepción del capital. Tu ejemplo lo ha dejado muy claro.

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    Adrián Ravier

    21/02/2013 at 00:22

    • Adrián, tu definición de capital es muy inconsistente.
      Afirmás que se trata de un concepto subjetivo, pero su manifestación no lo es, es objetiva. Según tu ejemplo, una cosa cualquiera (unas botellas tiradas en la calle) pasan de ser practicamente nada (o «no capital») a convertirse en capital a través de la imaginación del empresario. ¿Cómo se podría evidenciar este cambio si no es con posterioridad a que esa imaginación se objetive en plusvalía obtenida?), y como ambos sabemos, esa objetivación requerirá sí o sí, del trabajo asalariado que objetive al capital.
      Fijate que yo no desprecio la creatividad del empresario, aunque la creatividad también se compra, pero hagamos una concesión y dejemos ese hecho de lado. En tu ejemplo el capital, a decir verdad, no aparece más que en el terreno de lo imaginario, por eso digo que tu definición es inconsistente, no va hasta el final y por ende no es una definición sino, cuano mucho, una aproximación mñas o menos acertada, a la cuestión de definir qué es el capital. En cambio en la definición de Astarita -o lo que es lo mismo decir, de Marx- el capital es algo concretamente definido.
      El asunto de las innovaciones que permiten un mayor rendimiento de las materias primas no tienen nada que ver con la definición de capital sino en todo caso se trata de formas y transformaciones que pueden operarse en el sistema productivo para aprovechar mejor los recursos.
      Otra cosa, respecto a los emprendedores y la posibilidad de ascenso social. No se trata de una cuestión de cantidad sino de calidad. El tema no pasa por si existen casos de emprendores que han ascendido socialmente. Supongamos que en la actualidad, de la población económicamente activa, el tres por ciento es capitalista (grande, mediano o chico) y el sesenta por ciento es asalariado. Supongamos ahora que a todo ese sesenta por ciento se le ocurren grandes ideas y todos ellos pasan a ser capitalistas. Evidentemente la suposición es un absurdo ya que al no quedar disponible mano de obra asalariada ninguno de ellos puede convertirse en capitalista ( a menos que logren convertir en asalariados al treinta y siete por ciento restante de la población económicamente activa -cuentapropistas de todo tipo- lo cual ya sería entrar en el terreno de la política ficción).
      La creatividad puede ser un elemento de gran importancia para el aumento de la riqueza, no hay porqué ridiculizar eso; sin embargo, si de definir al capital se trata, con eso ni empezamos. El capital es, ante todo, una relación social. Este es el punto que no estás apreciando.

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      Eduardo

      21/02/2013 at 19:12

    • Adrián, respecto del asunto del egoísmo, entonces estamos de acuerdo en que esas tendencias existen y que deben ser tenidas en cuenta. Y también estaríamos de acuerdo -más allá de que vos lo remitas de nuevo al egoísmo- en que también existe el mutualismo.
      Ahora bien, aceptar que existen aquellas tendencias no implica que debamos decantarnos por un sistema competitivo y explotador. Y fijate que no estoy haciendo un juicio de valor, el capitalismo tiene su explicación en el devenir histórico, y tanto Marx, como Astarita, como yo -entre tantos otros socialistas- aceptamos el poderoso rol desarrollador de las fuerzas productivas del capitalismo. Ahora bien, la pregunta siguiente sería: ¿por qué habríamos de conformarnos con un sistema que a la par que desarrolla las fuerzas productivas produce tantas otras lacras? Una respuesta probable sería: porque el socialismo ya demostró su fracaso por no tener en cuenta las tendencias naturales del ser humano. Pero esa respuesta sería falsa, por la sencilla razón de que el sistema socialista nunca fue puesto en práctica.
      Saludos.

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      Eduardo

      21/02/2013 at 19:27

    • Eduardo, me tomé la libertad de copiar tu comentario en nuestro blog, para seguir el intercambio allí. http://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2013/02/20/buscando-entender-la-logica-marxista/

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      Adrián Ravier

      22/02/2013 at 00:15

    • Adrián, a su pregunta «¿Qué pasa cuando los productivos se niegan a continuar produciendo?» Si se refiere a que los «productivos» son los dueños de la fábrica, no pasa mucho, enseguida los obreros se van a encargar de hacerla producir, el ejemplo histórico de cualquier revolución se lo muestra. Y si los «productivos» son los obreros (así lo veo yo), pasa que estamos probablemente ante una huelga y la patronal se va a preocupar lo suficiente como para analizar un aumento de sueldo, una mejora en las condiciones de trabajo, enviar a la montada, entre otras opciones, con lo cual se puede ver a las claras quiénes «producen» y quiénes no. Y lo digo sin ironías, fíjese sino en cualquier huelga en cualquier lado, y respecto a quiénes son los que innovan e inventan cosas como hacer que los automóviles consuman menos, no sabía que era el mismísimo nieto de Henry «el nazi» Ford el que había inventado el sistema EcoBoost, siempre pensé que habían trabajado 500 ingenieros-asalariados en desarrollarlo. Había resultado ser muy «creativo» el nieto del viejecillo…

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      Ilichito

      22/02/2013 at 05:14

    • Ilichito, yo no lo veo tan claro… es que le asigno una función muy importante al «empresario». Quizás es importnate que nosotros distinguimos a los empresarios de los pseudo-empresarios, siendo los primeros aquellos que compiten por ganar el favor del consumidor, y siendo este último el que compite por ganar el favor del político, en busca de rentas y privilegios. El empresario que crea una empresa no es un capitalista explotador, como aquí lo han definido, sino que es una persona con «visión» que «ve» antes que el resto «un desequilibrio en el mercado» represetando en «una oportunidad de inversión».
      Y cuento un caso personal de una empresa en la que tuve oportunidad de trabajar. La historia es de tres vendedores de productos químicos veterinarios, que vendían remedios para animales en distintas partes del país. Un diá decidieron formar su empresa, con sus propios ahorros, los de sus padres y algún crédito menor. La empresa fue muy pequeña por varios años, pero vivían. En cierto momento de la empresa, hubo dos personas que tuvieron esta visión de la que hablo. El primero fue el Presidente, que viajó por el mundo y logró colocar el producto en más de 40 países. El segundo fue el Gerente General que logró expandir la planta de 20 trabajadores a más de 200. Yo no dudo que la genialidad de estas dos personas hizo posible el proyecto, que hoy alimenta a 200 familias. Muchos quitarán mérito a estos emprendedores, pero lo cierto es que la empresa nació con nada, y hoy es muy grande. No dudo que si no hubiera propiedad privada, el Presidente jamás se hubiera movido por el mundo buscando mercados. No dudo que si el Gerente General no tuviera beneficios, tampoco habría puesto todo su tiempo y mente en este proyecto. Aquí juegan los incentivos. Es fácil decir «yo pude haberlo hecho» ó en este caso «los trabajadores pueden hacerlo». Hay personas que hacen posible grandes proyectos y en general son los que lideran estos grandes proyectos. Esto no puede hacerlo cualquier. Esta es la creatividad de la que vengo hablando, que la han llamado «imaginación» y la han desestimado.

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      Adrian Ravier

      22/02/2013 at 17:05

  33. Eduardo, si comprendo por que Angarita y usted denominan Capitalismo al sistema Venezolano. Sigo pensando que es un error que encuentro únicamente en los marxistas.

    Creo muy adecuada la definición de socialismo que hace Huerta de soto: » Todo sistema de agresión o coacción institucional al libre ejercicio de la libertad empresarial». Coincido con ella, por ello considero que si en Venezuela si tenia algún vestigio de capitalismo es cada vez menos. Sin embargo el sistema de Venezuela era el Mercantilismo como en la mayoría de países en América Latina, y se ha ido transformado en Socialismo.

    El mercantilismo tiene la particularidad de tener empresa privada(asalariados), mercado y competencia, La diferencia importante con el Capitalismo es que no se compite en el mercado, La competencia se traslada al terreno político. En este sistema el funcionario de turno reparte a discreción privilegios a sus allegados. Cuando el gobierno es de derecha favorece a sus amigos, cuando es de izquierda solo cambian de lado. En Venezuela sucede que Chavez tira con la surda y de hace rato que los privilegios y políticas van solo por el lado Socialista.

    Usted pregunta ¿por que los países Europeos se empobrecen? si tiene razón!, EEUU también lo esta haciendo, la respuesta es por que abandonaron el Capitalismo!, no del todo! saben que el estado necesita del mercado para nutrirse. En mi opinión los estados son un cáncer, por lo cual soy partidario de desmantelarlos, pero ese es otro tema. Creo que a este el exceso de intervención y al el crecimiento desmedido de los estados se le pueden atribuir sus actuales crisis. Otra respuesta mas corta a su pregunta, es la que menciono Adrián en algún comentario anterior: «Cuando un país se aleja del Capitalismo se empobrece».

    Con lo de China coincido, es un Capitalismo Intervenido fuertemente por el estado. Si usted les pregunta a los gobernantes, dirán que son comunistas, no quieren dejar las mieles del poder!. Por fortuna el Capitalismo puede funcionar a pesar de la «forma», Dictadura, Democracia, Monarquía. Lo importante es que notaron las bondades de la propiedad privada y el mercado y mientras en Venezuela cierran Mcdonals en china se abren mas de 1000, mientras en Venezuela se estatiza, se expropia, en china se privatiza, llegan inversiones, nuevas empresas y permiten propiedad privada. Mientras en Venezuela el es el Che! en China han colocado una estatua de Adam Smith en una importante Universidad(no recuerdo cual). Curioso!

    Por lo anterior, China se enriquece a pasos agigantados y Venezuela se empobrece…llamen a esto como quieran, pero no ha duda de que los países que se alejan de la libertad e impiden o atentan contra la propiedad privada se empobrecen y los que se acercan a la libertad y permiten la propiedad privada se enriquecen.

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    Diego Tárano

    21/02/2013 at 04:02

    • Interesante, y dá la nota de qué trinchera habla usted, que no mencione en ningún lado a los que crean la riqueza: los trabajadores. A ustedes poco le importa «desmantelar» el Estado salvo cuando hay que disciplinar al trabajo. No por algo cacarean sobre la libertad y el antiestatismo pero cuando se las ven feas, abrazan al pinochetismo, como hizo el viejo Hayek.

      Realmente creer que EEUU «abandonó el capitalismo» aunque sea «parcialmente» es desopilante. Y China entonces? ¿es más o menos «capitalista» que EEUU? Para Ud, parece que es «más», sin embargo, coincide en que tiene una intervención estatal fortísima (mayor que en EEUU, por supuesto).

      ¿y entonces cómo concilia su apoyo al capitalismo chino y al Estado chino (y al PCCh)?

      Simplemente, comprende en el fondo, que la intervención estatal se realiza en pos de acelerar la acumulación de capital, no de entorpecerla. Lo ve y lo afirma usted mismo. Entonces qué es eso del «estado necesita del mercado para nutrirse?» Un disparate total.

      Que el Estado es un agente «exógeno» a la sociedad capitalista que «interfiere» con el libre actuar de las fuerzas del mercado es un error gigantesco. Usted mismo lo confiesa al describir el caso chino.

      Simplemente, usted desconoce completamente la función social del Estado, su origen y su devenir histórico en el capitalismo. Comprenda que ningún burgués práctico e inteligente quiere demoler el Estado como ustedes proponen, porque la acumulación se realiza en relación inseparable con el Estado capitalista. ¿Quién va a defender a los «emprendedores» de los miles de millones de proletarios chinos que son explotados en condiciones del siglo XIX? ¿quién va a prohibir, socavar y difamar a la actividad sindical china en beneficio del capital? Desmantele el Estado si quiere a ver cómo terminan los «capitanes de la industria».

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      HERNAN

      21/02/2013 at 14:48

  34. Diego, hay un problema de razonamiento en la definición con la que acordás (Socialismo = «Todo sistema de agresión o coacción institucional al libre ejercicio de la libertad empresarial»), digamos que es una definición «por la negativa», no por lo que es sino por lo que impide o por lo que no es. El problema es que una definición así es tan amplia que podría abarcar muchas otras cosas además del socialismo. El socialismo es mucho más que eso. Y las trabas que puedan existir en Venezuela no tienen nada que ver con el socialismo.
    Es lo mismo que decir, todo lo que no es un perro es un gato. Es obvio que un gato no es un perro pero fuera de la categoría «perro» existen múltiples otras categorías que no son únicamente la de «gato». Y también existen razas de perros y hasta perros con tres patas que siguen siendo perros aunque no sean perros completos. A la definción de Huerta le faltan las esencias. Los marxistas, en cambio, nos enfocamos en las esencias de los sistemas para definirlos. La esencia del sistema capitalista es basarse en que la clase capitalista extrae plusvalía de la clase asalariada. Esto se verifica plenamente en Venezuela, en los EEUU, en China y en cualquier otra nación, más allá de diferencias que serían -si querés- algo así como las diferencias de razas entre los perros. Pero todos en todas esas naciones funciona el capitalismo porque existe la extracción de plusvalía. Ese es un hecho que se puede verificar y cuantificar; por lo tanto, estamos hablando en términos científicos, son definicones que no dependen del interés particular o de ideología.
    Saludos.

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    Eduardo

    21/02/2013 at 19:50

  35. Adrían. Le acerco algunos comentarios al pasar. Ante todo leí el texto de Lewin que recomienda y también ‘Yo el lápiz’ . Es una muestra de buena voluntad y de reciprocidad en cuanto a tratar de entender sus paradigmas de juicio. Pese a ello, todavía no encuentro una definición precisa de capital desde la EA. El índice de ‘libertad económica’ o la creatividad del emprendedor, son elementos presentes en el capitalismo, pero, en mi opinión, insuficientes para definirlo en su naturaleza y funcionamiento. La definición marxista es relativamente sencilla: Capital es valor en proceso de valorización. Sería importante, si, desde su óptica, pudiera definir, de modo relativamente sencillo y escueto que es capital y que es sistema capitalista. Una definición positiva que permita no tener que ir deduciendo a través de sucesivas aproximaciones. En general, los neoclásicos han tenido notables problemas para enfrentar este interrogante sencillo, al punto que, terminaron renunciando a ello. No creo que este sea el caso de la EA. En alguna intervención, usted o Nicolás, hablaron de 9 puntos para definir una economía capitalista. Si es posible, ponga una referencia en donde se expliquen. Si partimos de lo que hasta aquí se ha expuesto, la creatividad innovadora, en tanto que fuerza productiva potencial, puede convertirse en capital, pero no lo es en si misma, ni convierte automáticamente al innovador en capitalista. Ejemplo real: Fábrica CF de caños para gasoductos en zona Oeste del Gran Buenos Aires. Hay varios ingenieros y a ninguno se le cae una idea. Pero también hay un matricero de precisión dotado de impresionante cacúmen. Proyecta en su cabeza y traza a mano alzada, maquinaria que puede mejorar notablemente la producción. El directorio asume el proyecto. Los cráneos ponen los cálculos. Se efectúa la inversión y se construyen las maquinas. La producción se acelera sin merma de la calidad. Las ganancias suben y reditúan con creces el gasto efectuado. Recién ahí, la idea se hizo capital. Los ingenieros reciben un bonus y el matricero un premio consuelo. No se hizo capitalista. Sigue cobrando lo que un obrero especializado. Que podemos decir: Un boludazo que no registró la idea y se la vendió a la competencia? No necesariamente. La mayoría de las ideas ‘geniales’ provienen de personal asalariado, que en muchos casos, está privado de antemano de los derechos sobre su producción intelectual o no cuenta con los recursos de capital (dinero en última instancia) que le permitan producir un prototipo o enfrentar el escabroso proceso de encontrar un inversor, que, por supuesto, reclamará la parte del león. Usted mismo, Adrían, reconoce este hecho, cuando ut supra afirma sin ambages que a quien tenga una buena idea no le faltará quien invierta en ella. Ahí, precisamente, interviene el capital, subsumiendo esa fuerza productiva potencial en el capital y confundiéndose con ella. Otro punto. Usted, si mal no lo entiendo, clasifica los países en un espectro que va desde el ‘capitalismo puro’, digamos, el imperio pleno de la ‘mano invisible’ de Smith, al dirigismo estatalista absoluto, que asimila al socialismo u o comunismo. Pues bien. ‘Socialismos’ de este tipo ya casi no quedan en el mundo, incluso la propia Cuba avanza raudamente desde hace años hacia reformas pro mercado, conducidas con puño de hierro por la burocracia al frente del estado, que no descarta, en razón de que fracción predomine en el futuro, una plena restauración del capitalismo. Entre ambos polos, hay un vasto hinterland que abarca a la mayoría de los países, en que no impera ni el ‘capitalismo ideal’ que usted propone realizar, ni el ‘socialismo liberticida’ que combate. ¿Que hacemos entonces? ¿Los definimos en razón de la tendencia hacia una de las opciones polares? Con ese criterio, si en Venezuela la ‘tendencia’ es a la expropiación o conculcación de la propiedad privada o ‘iniciativa creadora emprendedora’ y en Cuba es al revés, entonces, Venezuela es socialista y Cuba capitalista. Es un sinsentido. Lo mismo que decir que los EEUU no son capitalistas por que se alejan de las premisas de los padres fundadores. Aún si esto fuera cierto y suponiendo que significase que los EEUU se están haciendo muy lentamente ‘socialistas’ no podríamos, a riesgo de atentar contra nuestra más elemental inteligencia, negar que los EEUU siguen siendo el más conspicuo exponente de un capitalismo muy real, cuya dimensión, hoy es prácticamente mundial. Un último punto, por que no quiero abusar de este espacio que amablemente nos concede a todos R. Astarita. Leí la transcripción del debate que presenta en su blog y los comentarios. Me pareció honesta e incluso, frente a la duda de algún forista, reproduce textualmente respuestas que le fueron dadas a los efectos de disiparla. La intervenciones no me parecieron agresivas, con independencia de los errores de concepto que yo puedo observar en ellas y que, si no le parece mal, podría responder en su blog a los efectos de despejar malos entendidos y con independencia de que cambien o no, los puntos de vista asumidos. Un detalle. Advierte usted allí que, posiblemente, se esté discutiendo con el más importante experto en Marx de este país. En mi criterio,no le quepa la menor duda. Personalmente, tengo muchos años de debates en este campo y con todo clase de ‘pesos pesados’ de academia y de guerra. Ninguno me ha generado más respeto intelectual.
    Saludos.

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    AP

    22/02/2013 at 02:34

    • AP,

      Al menos por mi parte no recuerdo mencionar 9 puntos que definan la EA. No estoy seguro que un listado de este tipo sirva más que cómo un panorama general de algunos rasgos distintivos. Creo que Peter Boettke tiene un corto artículo con 10 puntos, pero no recuerdo dónde. De todas maneras, estos puntos de Boettke son un contraste con la economía neoclásica o mainstream, no con la economía clásica o marxista.

      Dos breves comentarios.

      1-. En lo que respecta a términos relacionados a «capital» es importante distinguir tres términos distintos. Capital no es lo mismo que bienes de capital que a su vez tampoco es lo mismo que capitalismo.

      Bienes de capital son aquellos instrumentos que se usan para desarrollar bienes o servicios. Si en mi comercio trabajo con madera, el martillo es un bien de capital y la madera un insumo. El trabajo es un insumo, el «know-how» es un capital humano (algo así como un bien de capital no físico). A mayor y mejor bienes de capital per cápita mayor productividad y mayores ingresos para todos los factores o insumos asociados al proceso productivo (trabajo incluido).

      Capital, en cambio, es el valor de mercado (precios) de todos los bienes de capital necesarios o que posee el emprendimiento. Mientras los bienes de capital son «cosas», el capital posee un valor de mercado que permite realizar cálculos económicos de ganancias y pérdidas.

      Capitalismo, por otro lado, es un sistema económico. Como en mi primera intervención, creo que distintas definiciones de este término hacen el intercambio difícil. Para Adam Smith y Marx capitalismo es algo distinto a lo que, por ejemplo, Mises entiende por capitalismo. En Mises, una sociedad genuinamente capitalista es la que viene acompañada de sistema de libre mercado (de allí que algunos comentaristas no asocien a Venezuela con una sociedad capitalista, por más que existan bienes de capital). Para Smith tiene que ver con la presencia de dueños de capital, y por ello es explícito a los problemas de corrupción y lo que aquí a veces se llama «explotación» cuando el «empresario» se asocia al «gobierno.» Quiero ser bien claro, esto NO es lo que yo ni muchos otros economistas contemporáneos entienden por capitalismo. Soy tan crítico de estos problemas como cualquiera claramente lo es en este blog. Defende el capitalismo no es lo mismo que defender beneficios por parte del estado hacia algunos productores a expensas de sus empleados y consumidores. Insisto con la importancia de tener cuidado en el uso de términos que significan cosas distintas para personas y corrientes distintas.

      Seguramente se podrán definir estos términos de distinta manera, pero creo que estas 3 distinciones es bastante aceptada entre economistas (distinto es el caso de modelos que al simplificar la realidad no poseen lugar para hacer estas distinciones dentro del modelo).

      2-. En cuanto a países capitalistas o no capitalistas. Una cosa es la «posición» o el grado de libertad que un país posee, y otra cosa es la dirección de su movimiento. Cuba no pasa a ser capitalista (libre mercado) por que haya cambiado su tendencia si aún se encuentra en la otra punta. Si 0 es comunismo y 10 capitalismo (libre mercado) y Cuba se encuentra en 1 y comienza a moverse hacia el 10, nadie diría que «es» capitalista porque ahora se encuentre en la posición 1.5. Se podrá decir que es más pro-libre mercado, se encuentra más cerca, pero no que es allí donde se encuentra. No es sólo una cuestión de tendencia, es también una cuestión de posición. Por ello también países que han sido más libres por muchos años se «pueden dar el lujo» de intervenir sus economías, agrandar su estado de bienestar, etc., sin ver disminuida su riqueza e ingreso en el corto plazo. Los cambios institucionales pueden ser más rápidos que los efectos económicos asociados a estos cambios. Tampoco reduciría la idea de libre mercado a «tamaño del estado.» Un estado chico pero fuerte puede ser más restrictivo que un estado grande pero débil. Es una combinación muy difícil de medir.

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      Nicolas Cachanosky

      22/02/2013 at 15:39

    • AP,
      Agradezco tu comentario, porque reconoce en nosotros una actitud no combativa, en la que he insistido desde que posteo comentarios en este blog. Desde ya que eres bienvenido en nuestro blog para mostrarnos nuestras inconsistencias. Estoy seguro que hay puntos o argumentos en los que debemos seguir trabajando, y no dudo que estos intercambios generan más entendimiento, que es en definitiva lo que buscamos!
      Nicolás ha sido bastante claro en lo que yo mismo hubiera respondido. Los austriacos a diferencia de los neoclásicos insisten en la importancia de la teoría del capital, a tal punto que el enfoque macroeconómico de la Escuela Austriaca es conocido internacionalmente como «la macroeconomía del capital» o «la macroeconomía de la estructura del capital» (En inglés Capital Based Macroeconomics, con Roger W. Garrison, hoy, como su máximo exponente).
      Intentando una síntesis, esta teoría del capital es subjetiva, heterogénea y dinámica. Subjetiva, porque un bien de capital lo será en la medida que un empresario creativamente advierta que un bien puede ser útil para producir un bien final de consumo (es el ejemplo que daba arriba con las botellas de vidrio). Heterogénea, porque cada bien será un bien de consumo o un bien de capital, en función del uso que se le pretenda dar (una computadora, por ejemplo, puede ser un bien de consumo, si mis hijos juegan con ella, o un bien de capital si yo escribo un libro o un informe económico… -más allá de su ínfimo valor-) Dinámica, porque cualquier proceso productivo requiere de tiempo, y la estructura intertemporal de la producción que es el núcleo del entendimiento austriaco de los procesos de mercado, la formación de capital y los ciclos económicos, incluye las etapas del proceso productivo, como un factor determinante.
      Como dice Nicolas, sin embargo, teoría del capital, bienes de capital, concepto de capital y capitalismo son cosas distintas. Habrá que buscar en la literatura pero estoy seguro que debe haber antecedentes en estas discusiones sobre el capital entre austriacos y marxistas. Hayek, por ejemplo, más allá de las acusaciones sobre si avaló o no el regimen de Pinochet (yo pienso que no), fue un extraordinario teórico que escribió extensamente sobre el capital (Precios y Produción ó Teoría Pura del Capital), y también se vio inmerso en profundos debates con el socialismo de su tiempo (Lange, Taylor, etc), y todo esto lo escribió más o menos en los mismos años.
      Yo incluí una reseña arriba (aquí la copio otra vez, http://www.fce.unal.edu.co/media/files/documentos/Cuadernos/54/v30n54a12.pdf) que incluye una síntesis de aquellos debates, pero hasta ahora no se le ha prestado atención. No quiero culpar a nadie por esto, porque entiendo que es difícil leer tanto material que se ha ido subiendo al blog…
      Sería deseable, que alguien la lea, o lea el libro, y responda críticamente a ella, y la publique en la misma revista, a los efectos de generar un debate académico, más profundo que lo que podemos generar en estos medios. No dudo que el blog sea útil para debatir ideas, pero en publicaciones un poco más científicas, el esfuerzo de los autores se multiplica, y esto se refleja en una mayor calidad del debate.
      Para cerrar, tampoco quiero abusar de este espacio, que ya lo he hecho en forma excesiva en este post sobre Venezuela, por lo que invito a copiar los posts necesarios para continuar la discusión en nuestro blog.

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      Adrian Ravier

      22/02/2013 at 16:45

  36. Estimado Eduardo, gracias por su amable respuesta.

    Lo de que los trabajadores son explotados, no es cierto y de verdad, con el mayor respeto del mundo le digo que en mi opinión, la teoría de la explotación es una estafa intelectual. (Otra cosa que noto es que, los marxistas le tienen mucha fe al método científico, lo cual me parece bien, pero sucede que para captar la esencia de los fenómenos sociales no es suficiente).

    Tiene razón! el socialismo tiene muchas caras, pero todas ellas se basan en la coacción. El socialismo sustrae por la fuerza los recursos. En el mercado en cambio, los recursos van a quien mejor sirve a los demás, pero a mayor socialismo(como yo lo defino), el mercado se vuelve menos eficiente.

    Si vamos a charlar tenemos que hacerlo comparando el capitalismo teórico con el socialismo teórico, o con el capitalismo real, y el socialismo real, no cree?

    Hablemos un poco de la explotación y lo que ha sucedido en la realidad. El experimento de la URSS, si quiere, para no discutir el termino en este momento, digamos que se trata del capitalismo de estado, como creo que ustedes lo definen aunque yo no lo comparta. Si quiere luego hablamos de teoría, ¿le parece?.

    Pregunto: ¿Como se financiaban los estados soviéticos? si toda la propiedad era estatal y no hay impuestos que cobrar? solo de una manera!, pagando menos del valor de su trabajo a los trabajadores! y aun peor, los salarios fijados de manera discrecional y no por la oferta y demanda. Si a esto se refiere con explotación entonces, estamos de acuerdo!

    Contraste este ejemplo con el sueldo de Leonel Messi, o para no exagerar, el sueldo de un ejecutivo o un obrero en los primeros diez países del indice de libertad económica, vea si puede también analizar que mide ese indice.

    Le dejo el link: http://www.libertad.org/indice/

    Sobre la teoría, me interesa me aclare algunos puntos de su teoría:

    1. Entiendo que ustedes no creen necesario un estado, ¿o si? ¿ven en el estado la semilla del capitalismo?

    2.En su teoría del valor, dividen los bienes en dos tipos, o mas bien, es aplicable a un tipo de bienes y a otro no, ¿es así?

    3. Explíqueme si no le molesta, ¿como se organiza la empresa comunal?. Los propietarios comunales, ¿trabajan todos dentro de la empresa?.

    4. Independientemente del cargo, la dificultad, la importancia de su tarea, el tiempo que trabajen, los resultados de su trabajo, sus aptitudes profesionales, ¿el ingreso es igual para todos?

    Si es afirmativa la respuesta, me invento esta historia :

    Supongamos que uno de los cooperativistas decide sacrificar parte de su consumo presente(ahorra), y el resto de integrantes se consume todo su ingreso en disfrutar de la vida y un día las cosas van mal, pega la crisis y quiebra la empresa.

    El que ahorro decide emprender un nuevo negocio por su cuenta, ¿tiene derecho o no?

    Saludos

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    Diego Tárano

    22/02/2013 at 04:50

    • Diego, son muchísimos temas los que exponés que implicarían un desarrollo muy extenso que a su vez llevaría a extensas respuestas y así sucesivamente. Este no es el lugar indicado para tal debate. Si bien Astarita nos permite desviarnos un poco de la cuestión central tratada sería una falta de respeto ponernos a debatir tantos y tan amplios temas acá.
      Con relación a lo planteado en el artículo, si en algo, vos y yo pudiéramos estar de acuerdo creo que es en que la dirección económica del gobierno venezolano no va a conseguir mejoras sustanciales para la población, bien por no ser «del todo» capitalista, bien por no ser socialista.
      Saludos.

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      Eduardo

      22/02/2013 at 10:39

  37. Eduardo, bueno, realmente en el blog he visto lo contrario, pero me parece bien respetar las reglas.

    Entonces estamos de acuerdo en el punto que menciona sobre Venezuela y también que el socialismo se basa en la coacción y el capitalismo en la cooperación, no en la explotación. (bromeo)

    Solo para ilustrarme y entender su punto de vista, puede responder de forma breve el inciso 1 y 2 y 3 de mis preguntas?

    Saludos

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    Diego Tárano

    22/02/2013 at 17:20

  38. Rolando, fijate que Alfredo Zaiat cita brevemente este trabajo tuyo en esta nota de hoy en Página/12, descontextuado y ‘llevando agua para su molino K’, como quien dice…: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-214461-2013-02-23.html Saludos

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    Armando

    23/02/2013 at 21:03

    • Gracias por avisarme, no lo había leído.

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      rolandoastarita

      23/02/2013 at 23:11

    • Compañero. Se ve a las claras que están tratando de que nadie ponga las barbas en remojo, especialmente por que se viene una afeitada a la bolivariana. Ya están preparando la navaja, eso sí, como siempre, en beneficio del pueblo y la patria.

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      AP

      23/02/2013 at 23:41

  39. quería establecer una relación entre creatividad y sistemas economicos.La EA dice que un valor que no toma el marxismo es la creatividad individual como fuente para generar negocios y hacerse rico.Aboga así la idea de capital subjetivo contraria a la objetivización del capital que hace el marxismo.
    Mi experiencia personal en empresas capitalistas es distinta : lo que abunda es la rutina, no ves la hora de que termine la jornada de trabajo para poder sentirte persona y no instrumento de trabajo.
    Creo igual que la creatividad no es algo meramente individual.Si no que se plasma en una relación social.Tomando como alimento y combustible la relación que establecemos con nuestros semejantes.
    Pienso que un ambito colectivo, horizontal, es mejor para plasmar las necesidades humanas.
    Las ideas no nacen en el vacío sino en un entorno social y cultural
    Creo que es importante establecer los puntos no visibles donde el capitalismo sostiene su legitimidad.
    La educación es su soporte fundamental.
    Te educan con la idea de que tenes que estudiar para que en el futuro otro no te saque el puesto de trabajo.
    Te marcan al otro como si fuera el enemigo
    Yo creo en otros valores y en otra vida
    Por ahí no fui muy claro y me sali de contexto .Disculpas

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    diego

    24/02/2013 at 13:19

    • Problemas en la educación hay muchos. Y en esto podemos estar de acuerdo o abrir nuevos debates. Pero quiero hacer un punto. Diego dice: «Te educan con la idea de que tenes que estudiar para que en el futuro otro no te saque el puesto de trabajo.» Ahí está el error. Se considera estáticamente que hay una cantidad de puestos de trabajo, y más personas que puestos para ocuparlo. Pero lo cierto es que la creatividad empresarial puede crear puestos de trabajo. Sólo se necesita un marco institucional adecuado para que haya inversión y trabajo para todos. En un sistema capitalista puro como el que defiende Mises, no habría un solo desocupado, y los niveles de salarios crecerían pemanentemente. La educación no debe apuntar a ocupar «ese» puesto en la fábrica, sino a crear una nueva fábrica. Esto en Argentina no existe, propio del discurso que predomina en las universidad nacionales que reciben un altísimo porcentaje de estudiantes.

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      Adrian Ravier

      25/02/2013 at 11:11

    • Adrián, no quiero poner palabras mías en tu boca, pero a ver si interpreto bien lo que subyace en esta frase tuya: «Esto en Argentina no existe, propio del discurso que predomina en las universidad nacionales que reciben un altísimo porcentaje de estudiantes.»
      Por un lado decís que es estático afirmar que hay más personas que puestos de trabajo, pero inmediatamente después afirmás que hay un «altísimo porcentaje de estudiantes» en las universidades nacionales. ¿No es que es estático considerar que hay más personas que puestos de trabajo, o lo que es lo mismo, estudiantes que puestos de estudiantes?
      Corregime si lo que expongo a continuación, no tiene nada que ver con lo que hacés referencia en esa frase:
      ¿Vos lo que querés decir es que esos estudiantes que ya tienen su puesto en la universidad nacional, deberían cederlo en favor de la creatividad empresaria de los dueños de universidades privadas, que deberían ser quienes administren esos «puestos de estudiantes»?
      De ser así, la creatividad empresaria que tanto vanaglorian, lo único que estaría haciendo es quitarle a muchos estudiantes los puestos de estudiantes (o quitarle a los trabajadores los puestos de trabajo).
      Creo que, pretendiendo lo contrario, acabarías ofreciendo un ejemplo de cómo esa creatividad empresaria puede destruir puestos de trabajo (o de estudio, en este caso).
      Podrías preguntarte también si ese «espíritu o discurso» que predomina en las universidades nacionales (tanto a nivel docente/investigador como estudiantil) no es una reacción a la posibilidad real de caer en las manos de la «creatividad empresaria»…
      Termino mi suposición invitandote a reflexionar acerca de si en realidad el verdadero problema para el empresario no es si hay o no exceso de personas respecto a los puestos de trabajo, sino qué proporción de estos puestos de trabajo están al servicio del empresariado, de la valorización del capital. Es decir, si hay puestos de trabajo que no están al servicio de la valorización del capital, entonces deben ser transferidos al capital, aún a pesar que muchos trabajadores pierdan esos puestos de trabajo bajo la anterior forma de administración.
      Digo esto porque lo que yo observo no es que los empresario se preocupen porque las personas sin puestos de trabajo obtengan uno, sino que simplemente se ocupan de que los puestos de trabajo que gestionan, y por medio de los cuales se enriquecen, estén ocupados y cumpliendo su jornada adecuadamente. Si hay personas sin trabajo, a ningún empresario le va a importar, porque no afecta la valorización de su capital.

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      Juan Pablo

      25/02/2013 at 16:53

    • Juan Pablo, no tengas dudas que has puesto palabras en mi boca que no tienen nada que ver con lo que decía arriba. Evidentemente debo trabajar en mis explicaciones, porque no están teniendo el resultado que pretendo.
      Respecto a la última parte de tu comentario, necesitamos volver a repetir lo que ya dijimos. Desde Adam Smith en adelante está bastante claro que no hay inconsistencia lógica entre egoísmo y cooperación. Al empleador no le preocupa el empleado, lo necesita! Pero al necesitarlo, le da una oportunidad de trabajo con la que mantener a su familia. Si el acuerdo es voluntario cooperan. Y eso le sirve a ambos!
      Yo se que en la tradición marxista, este acuerdo voluntario es explotación, y entiendo -creo- la explicación. Pero no la comparto. Es posible que mis argumentos no hayan sido expuestos sistemáticamente, pero debes tener en cuenta que esa no era mi intención inicialmente, sino entender la lógica del discurso marxista.

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      Adrian Ravier

      26/02/2013 at 00:15

  40. Adrián. No me parece que decir que hay menos puestos de trabajo que personas para ocuparlo, sea una visión ‘estática’ del capitalismo. Una visión estática, sería pensar a la desocupación como un componente de magnitud fija, no sujeto a fluctuaciones vinculadas al ciclo económico, u otros factores. Es obvio que el peligro de que no consigas o te saquen el puesto, aumenta en las crisis y disminuye en los auges económicos. Pese a ello, la existencia de desocupación es consustancial al funcionamiento del capitalismo. De no existir la presión de la competencia entre trabajadores, los salarios subirían al punto de estrangular las ganancias capitalistas y no hay manera de que ambos puedan subir indefinidamente. Es así como funciona el ‘capitalismo real’ y dudo mucho que este pudiese cambiarse capacitando para el ejercicio de la vocación empresarial. Entiendo que su apreciación es coherente con la idea de que la función empresarial puede crear valor económico independientemente de la explotación del trabajo. La extensión del capitalismo implicaría más riqueza a repartir entre todos, con lo cual, todo el mundo saldría beneficiado. Pero el problema estriba en que el capitalismo como sistema, no persigue la generación de riqueza, per se, sino, la maximización de la ganancia y esta es incompatible, insisto, indefinidamente, con el mejoramiento del ingreso de los trabajadores. Durante una etapa de auge económico la demanda de fuerza de trabajo aumenta, los salarios mejoran, en una larga cuesta de Sísifo y la desocupación disminuye, pero nunca se anula. De un modo u otro, llega un punto en que las ganancias merman y se desata una nueva ofensiva por desvalorizar la fuerza de trabajo para sostener la valorización del capital. Es un escenario como el que estamos viviendo hoy en Argentina. Es teórica y prácticamente posible que aumentos en la productividad, generen una situación en que las ganancias suban sin erosión del poder adquisitivo del salario, e incluso con un aumento de este. Pero, aunque este aumento de la productividad sostenga la tasa de ganancia por desvalorización del acervo fijo del capital, a la larga, el desplazamiento del trabajo vivo que conlleva, sin contar con la elevación de los salarios propia de situaciones próximas al pleno empleo, terminan estrangulando las ganancias y precipitando la crisis, con la consiguiente desvalorización del salario y aumento exponencial de la desocupación. No veo como la proliferación de empresas que usted propone, algo que va en contra de las tendencias a la concentración y centralización que son evidentes, pueda substraerse a este comportamiento inmanente al funcionamiento, insisto, del ‘capitalismo real’.

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    AP

    25/02/2013 at 13:54

    • En mi comentario anterior hablaba de estática, pero no en alusión al ciclo económico, sino a un artículo que escribí en su momento en relación con Schumpeter, porque aplicaba a la discusión previa. Schumpeter, al igual que Marx, piensan necesario al capitalismo, como medio para hacer posible el socialismo. Mi crítica ante esta visión es que la riqueza generada por el capitalismo, desaparece, ni bien reemplazamos un sistema por otro. Lo estático, sería pensar que la riqueza permanece allí y se renueva, para poder distribuirla sin necesidad de seguir produciéndola.
      Luego, AP hace otro punto, que abriría otra cuestión. Mi pregunta allí es qué entiende por «capitalismo real». Porque si bien podemos dejar de lado el capitalismo puro al que recurrentemente hacemos referencia (con un estado mínimo que no interfiera en las relaciones de intercambio), igualmente quedará un amplio abanico que contempla diversos casos, desde Venezuela a Hong Kong (ver Indice de Libertad Económica, ya citado). Lo interesante del caso, es que los países con más libertad económica, sufren menos los ciclos económicos que aquellos países que tienen más libertad económica. Lo cual es lógico porque los países con menos libertad económica, además de los problemas de la política económica internacional, tiene los problema internos por la inconsistencia de sus propias políticas.

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      Adrián Ravier

      25/02/2013 at 15:52

  41. Adrián, me parece que usted no entiende nada de nada. ¿De dónde saca que el socialismo reparte riqueza sin producir? He leído cada cosa en sus comentarios, y no se pone a reflexionar ni un poquito cuando le responden.
    Lo novedoso es que «los países con más libertad…»¿En serio lo dice? Estudie los efectos del crack del 29 en la URSS (que no es el socialismo ) y en Occidente. Aquí el ejemplo histórico está yendo contra su tesis, que pretende además ser universal, no distingue épocas ni sistemas económicos, sino una variable poco fácil de determinar ; la «libertad económica». Cómo se mide? Y lo que digo tampoco significa que no haya países con alta injerencia estatal donde los ciclos económicos dejen estragos, pero su tesis es errónea. Revísela un poco. Saludos.

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    Ilichito

    25/02/2013 at 21:55

    • Estoy abierto a revisarla, pero sugiero que lea lo que escribo primero. ¿Cómo se mide la libertad económica? Varias veces referenciá el Índice de Libertad Económica. Si entra al link encontrará su respuesta [http://www.heritage.org/index/].
      Luego, en Schumpeter [autor que conozco bastante más que a Marx] el socialismo sólo puede ser posible después de que el sistema capitalista haya creado riqueza. ¿Está de acuerdo? Lo que yo dudo es que al pasar al socialismo, esa riqueza generada se mantenga. Si lee el link que subí [http://libertarianpapers.org/articles/2010/lp-2-26.pdf], podrá encontrar las citas de Schumpeter que hacen referencia al tema.

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      Adrian Ravier

      26/02/2013 at 00:04

  42. Adrian: vos decis que la universidad debe servir coma base para crear nuevos emprendedores.Es decir aunentar la cantidad de capitalistas.
    La universidad ya cumple la función de brindarle profesionales para cubrir los puestos que el capitalismo requiere.
    El desafio que excede largamente mi capacidad sería pensar una organización universitaria sin la racionalidad tecnica del capitalismo.

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    diego

    25/02/2013 at 23:12

    • No creo que a un médico, un psicólogo o un ingeniero, se le tenga que explicar la función empresarial (aunque no les vendría mal). Pero no tengo dudas que le haría muy bien a un economista o a un estudiante de administración de empresas. Que en libros completos de microeconomía (como microeconomía intermedia de Varian), no se mencione al empresario, es imperdonable!

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      Adrian Ravier

      26/02/2013 at 00:18

  43. Desde el punto de vista marxista, Venezuela es capitalista por que existen asalariados, ¿cual es la alternativa marxista a este problema?

    Si el requisito para que un un país sea capitalista es la existencia de asalariados, entonces, todo el mundo lo es. El Capitalismo no se define en si hay asalariados o no, ¿en donde no los hay?

    Lo que si es un requisito indispensable para calificar a un país de capitalista es que exista libertad económica, no si existen asalariados. En cuba hay asalariados, esto no hace a Cuba capitalista, al Igual que Venezuela no es Capitalista por ello.

    ¿La Produccion Capitalista se basa en la explotación?

    Para empezar en las relaciones voluntarias no puede haber explotación, el intercambio solo se realiza si ambas partes perciben mayor beneficio de hacerlo, si fuese menos el beneficio percibido por ambos, no se efectuaría, nadie pierde a propósito.

    Eso de que el valor de los bienes es incorporado por la fuerza de trabajo, es falso. No importa la cantidad de trabajo que se invierta en los bienes, esto no determina su valor, únicamente valdrán si alguna persona los valora. Si no, que alguien me explique! ¿por que un vino añejo vale mas que uno corriente?, ¿por que una casa de 200 mts construida en Manhatan con los mismos materiales y por la misma gente vale mas que una en Ciudad de Guatemala?, ¿por que una pintura de Picaso vale mas que una de el pintor de la esquina?

    Ah si, la respuesta es que la teoría marxita solo es aplicable a un tipo de bienes y a otro no, es decir, solo se aplica a las mercancías!, las obras de arte, los bienes inmuebles quedan fuera, Excelente!. Mas parece que Marx vio el error en su teoría, y lo corrigió de esa manera, ya sea por que sabia que su teoría era falsa, lo que seria deshonestidad intelectual, o por ignorancia…mas creo que creo fue la primera.

    Bueno esta bien! entonces, ¿de donde viene el valor de los bienes? del trabajo! dicen los marxistas! ¿y de donde viene el valor del trabajo? de los bienes! responden…que maravilla!

    Según esta teoría Venezuela y todo el mundo es capitalista…lo que no se dan cuenta, (y dudo que lo hagan) es que esta teoría no tiene ni pies ni cabeza…

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    Diego Tárano

    26/02/2013 at 03:29

    • Discutí su argumento en las notas sobre la URSS, en particular en crítica a los que pensaban que se trataba de capitalismo de Estado (aquí y aquí). El capital es valor que se valoriza mediante la explotación del trabajo asalariado. Es natural entonces que la economía soviética no fuera una economía capitalista, a pesar de que existía el trabajo asalariado. No entiendo por qué repiten y repiten lo mismo, sin atender argumentos.
      Pdvsa es una empresa capitalista, siendo estatal; genera valor y plusvalor, produciendo para el mercado mundial. El hecho de que la plusvalía vaya al Estado, no significa que no se trate de una relación capitalista. Los trabajadores de Pdvsa generan valor, y son explotados. Lo mismo sucede con YPF, y tantas otras empresas. En China, país al que elogian por su desarrollo capitalista, está llena de empresas estatales, y son capitalistas. Más en general, toda la historia del capitalismo está llena de ejemplos en que el Estado toma a su cargo sectores de la economía, sin que ello altere en lo más mínimo el carácter capitalista del modo de producción imperante.

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      rolandoastarita

      26/02/2013 at 10:54

    • Sobre el precio del vino añejo (tema con que tropezó Ricardo), está respondido en la discusión sobre la transformación de valores a precios (puede consultar las notas correspondientes, así como una abundante bibliografía). El tema de la propiedad inmobiliaria se responde desde la teoría de la renta, que a su vez está fundada en la teoría del valor trabajo. El caso de los bienes de arte, ya Ricardo explicaba que no se aplicaba a ellos la ley del valor trabajo; vuelvo a discutir esto en las notas recientes sobre competencia y teorías del valor. Más en general, la idea de que si algo no tiene valor de uso (esto es, no es valorado por el comprador en cuanto a su valor de uso) no tiene valor, es una obviedad, que por supuesto reconocían Ricardo, Marx y cualquier marxista. Ya expliqué una cantidad de veces a los críticos de la teoría del valor trabajo que el valor de uso es condición necesaria para que haya valor (aunque no suficiente). Pero insisten con lo mismo, sin responder a los argumentos. Sinceramente, es esta situación la que me llevó a cansarme de seguir respondiendo. Y no voy a volver a hacerlo con usted a menos que aporte algo nuevo.

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      rolandoastarita

      26/02/2013 at 11:05

    • Ultima observación: no sé si es mala fe polémica, o sencillamente desconocimiento de lo más elemental de la teoría del valor de Marx, pero lo cierto es que su pregunta acerca de dónde viene el valor del trabajo ya es inadmisible. ¿No se enteró de que Marx critica la idea de que el trabajo pueda tener valor? Para criticar algo lo primero es conocerlo. ¿No le enseñaron algo tan elemental? ¿O tiene necesidad de tergiversar porque no puede mantener un argumento coherente?

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      rolandoastarita

      26/02/2013 at 11:09

    • Diego. No se puede desarrollar una polémica como si cada vez se comenzara de cero. Sus planteos ya fueron respondidos infinidad de veces en este blog, en esta nota o notas anteriores, incluso hay un intercambio polémico en ‘puntodevistaeconómico’ que usted parece ignorar olímpicamente. Se podrá estar de acuerdo o no con las respuestas que se le brindan, pero más allá de ciertos límites, determinadas objeciones se tornan reiterativas y por ende, invasivas. Por que no se exprime las meninges y trata de ofrecer algún argumento nuevo que no transite por recitar los viejos y trillados lugares comunes.

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      AP

      26/02/2013 at 11:46

    • AP.

      Me disculpo si le molesta que diga algo que ya se dijo, seguramente no poseo tantos conocimientos como los que escriben aquí, ni como el Sr. Astarita.

      No intento armar polémica, solo es un comentario al que no están obligados a responder. No puedo saber que les han dicho y que no les han dicho, y tampoco me pongo a leer los 140 comentarios para ver si no he repetido nada. Esto puede ser una explicación a por que se repiten los comentarios, cosa que veo les molesta.

      Otra explicación de por que si repetidamente ha respondido y vuelven los mismos argumentos, es que seguramente sus respuestas no resuelven las dudas. Cuando eso sucede quizá ayude que revise sus conocimientos, pero es incorrecto molestarse por eso.

      Es Gracioso que diga: «Por que no se exprime las meninges y trata de ofrecer algún argumento nuevo que no transite por recitar los viejos y trillados lugares comunes». Cuando ofrezca respuestas a las refutaciones, argumentos y criticas «trilladas» como usted dice, y logre que el marxismo deje de chocarse de frente con la realidad como lo hace actualmente, entonces seguramente dejara de recibir criticas repetitivas.

      Cuando resuelva los problemas que presenta su teoría del valor y cuando de verdad usted tenga argumentos que expliquen por que aseguran que en el capitalismo esta basado en a explotación, entonces!, me veré obligado buscar nuevos argumentos o a aceptar lo que aquí se dice. Mientras tanto no espere que digamos amen! cada vez que usted responde.

      Si no le gusta lo que digo, no tiene que responder, tómelo como un comentario de un aprendiz de economía, que hasta el momento en lo que a estudiado economía no ve en el marxismo una teoría que explique ni pueda explicar la realidad y mucho menos hacer algún tipo de predicción.

      Si, he visto el debate en Punto de Vista Económico. Definitivamente todos unos expertos de los cuales cada vez que los leo aprendo, aunque estoy seguro que si hago un comentario, no responderán como usted lo hace aquí.

      Si la teoría en la que se apoya choca con la realidad, no me culpe. ¿Que quiere que le diga si solo el titulo me parece un disparate?

      No se moleste en responder este comentario.

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      Diego Tárano

      27/02/2013 at 17:05

    • 1. Diego Tárano escribió: «Para empezar en las relaciones voluntarias no puede haber explotación, el intercambio solo se realiza si ambas partes perciben mayor beneficio de hacerlo, si fuese menos el beneficio percibido por ambos, no se efectuaría, nadie pierde a propósito.»

      Diego, el trabajador es explotado en tanto y en cuanto recibe por su fuerza de trabajo una cantidad equivalente. En cambio el empresario obtiene un plus.
      Por «equivalente» -que recibe el trabajador- nos referimos a un valor que le permite a ese trabajador seguir siendo tal trabajador y que sus hijos sean futura mano de obra de la misma calidad. Ej.: un obrero de la construcción recibe en pago un salario que le permite comer para reponer sus fuerzas y mandar a sus hijos a una escuela donde no aprendan demasiado; un ingeniero recibirá en pago un salario que le permita tener un buen auto, una buena casa y mandar a sus hijos a la universidad.
      El empresario, por su lado, luego de invertir en medios de producción, materias primas y pago de salarios obtendrá un plus. ¿De dónde sale ese plus?: de la producción (es decir, en última instancia, de la fuerza de trabajo puesta a producir).
      Explotación significa «extraer riqueza». El hecho de que algo se extraiga, y que eso que se extrae sea «riqueza» significa en este contexto que se obtiene más de lo que se invirtió. Concretamente, al trabajador no se le paga por lo que produce sino por lo que como tal trabajador «vale». Y el valor del trabajador está en función del plus que puede generar. A un ingeniero se le extrae más plus que a un trabajador simple, del mismo modo que una máquina más compleja es más cara que una simple. Eso es la «explotación», sea obtenida mediante «acuerdo voluntario» o por la fuerza de la necesidad o por cualquier otro tipo de constricción.

      2. Diego Tárano escribió: «Eso de que el valor de los bienes es incorporado por la fuerza de trabajo, es falso. No importa la cantidad de trabajo que se invierta en los bienes, esto no determina su valor, únicamente valdrán si alguna persona los valora. Si no, que alguien me explique! ¿por que un vino añejo vale mas que uno corriente?,»

      Un vino añejo requiere tener en dónde añejarlo, lo cual implica invertir en un lugar físico, en receptáculos apropiados, pagar salarios de quienes cuidarán que el producto al final del proceso sea un vino añejado y no vinagre. Es indudable que el costo de un vino añejo es superior al de uno nuevo. Su mayor calidad justifica la inversión ya que el precio del producto será superior, cubriendo los costos y obteniendo una ganancia adecuada.

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      Eduardo

      02/03/2013 at 21:44

    • Eduardo,

      Parece que usted sugiere que el empresario no trabaja. El plus al que usted se refiere surge de la creatividad empresarial y su perspicacia para encontrar oportunidades de ganancia y no por expropiarle a un asalariado. Si eso fuera verdadero, siempre que se tengan asalariados ese plus estaría garantizado pues surge del asalariado, sin embargo, en la realidad, muchas veces sucede lo contrario, y lo que arroja no es un plus, si no una perdida. No me diga que en unos casos el trabajo agrega y en otros no, o que también esto tiene excepciones, entonces su teoría estaría llena de ellas y lejos de ser convincente me parecería mas ambigua de lo que ya me parece.

      Lo que yo veo hasta el momento es que Marx realmente no tenía una teoría de valor, en todo caso parece más una teoría del precio. El valor de las cosas y su precio no son lo mismo, cada individuo valora un bien de acuerdo sus circunstancias (subjetivas) y hay que separar esto lo que se paga para obtener el bien, no son lo mismo. MEDIR el precio en tiempos de trabajo para la elaboración de un bien no me parece una teoría de valor.

      Con lo que usted explica acerca del vino, me parece incorrecto decir que por que alguien cuida las barricas de vino que son anejadas le agrega valor. El vino se añeja con o sin personas a la par.

      El proceso de añejamiento es un proceso que no requiere trabajo humano para que suceda, al igual que cuando un vino se avinagra. El vino que se añeja 5 años requiere de instalaciones (capital) claro esta, al igual que el que se añeja 8,10 o mas años. Es mayor el precio del vino de 10 años que el de 5 años (con las mismas instalaciones) simplemente por que algunas personas lo valoran más y están dispuestas a pagar mas. Eso de que, es necesario contratar a quien cuide es relativo y no hace o incorpora nada al proceso de añejamiento. El vino en las instalaciones adecuadas se añeja con o sin veladores, de noche y de día y fines de semana.

      Al igual que el café de altura es mejor pagado que el café de menor altura y no requiere más trabajo (En cada país varían las formas de producción). Soy productor de ambos tipos por lo que puedo decirlo con seguridad. Incluso el café de altura tiende a tener mayor peso y rendimiento cosa que tampoco tiene que ver con los asalariados. Simplemente el sabor es distinto, al igual que el vino añejo, las personas lo valoran mas.

      La teoría de utilidad marginal y la teoría subjetiva del valor me parecen mucho más acertadas para explicar la realidad.

      De cualquier manera, le agradezco su explicación y me sirve para entender el razonamiento marxista que es lo importante.

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      Diego Tárano

      06/03/2013 at 03:45

    • Diego,

      No sugiero que el empresario no trabaja, lo que digo es que el plusvalor sale (si es que sale) fundamentalmente del trabajo asalariado. La creatividad, tanto sea empresarial como asalariada, no crea valor por si misma sino que éste podrá materializarse (o no) recién al final de su implementación con la venta del producto.

      En lo anterior no hay ambigüedad alguna. Decir que no todo trabajo crea valor es simplemente aplicar un poco de lógica.

      Ud. dice que «cada individuo valora un bien de acuerdo sus circunstancias». En parte tiene razón. Pero en general los precios fluctúan en torno al trabajo contenido en los productos. Puede Ud. constatar esto con millones de ejemplos. El factor subjetivo, aunque incide, no logra torcer el principio general.

      Respecto del añejamiento del vino, Ud. mismo reconoce que al menos son necesarias barricas. Considere que esas barricas son producto de trabajo pretérito y que sufren desgaste y ya tiene allí una explicación acerca de porqué el vino añejo es más caro. 1. Requiere trabajo anterior 2. Cuanto más añejo es el vino más emplea en su totalidad ese trabajo anterior. (Dejo al margen el trabajo de los especialistas que cuidan que el vino no se avinagre conceciéndole -aunque sea falso- que dicho trabajo no es necesario).

      La teoría del valor trabajo tiene una gran potencia explicativa y aunque no es sencillo hacerlo son posibles las mediciones, cosa que no sucede con las teorías subjetivas.

      Saludos.

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      Eduardo

      06/03/2013 at 11:41

  44. Adrián, la riqueza se genera cotidianamente, en todo momento, en la producción misma. No es un problema de generación de riqueza, el problema es quién se la apropia. Creo que eso lo sabe usted de sobra, y en ese sentido, los países que lideran el índice tienen niveles de desigualdad en los ingresos muy marcados, que por otra parte no se eliminan en el marco del capitalismo, por eso somos socialistas, entre otras razones. Nadie dice que en el socialismo no se trabaja ni se genere menos valor.Por otra parte, en varios de los países que lideran el ránking, la influencia del Estado, su injerencia, ha sido y en otros hasta es, muy alta, por ejemplo en los casos de Chile, Australia, Canadá, y los mismísimos EEUU, por lo tanto, no me parece que la cuestión del desarrollo de una economía capitalista se resuelva en torno al grado de libertad económica, que es lo que se desprende de algunos de sus comentarios, aunque en otros de sus mismos comentarios dice que depende de la creatividad empresaria, u otras causas, ¿en qué quedamos?¿Cuál de las variables tiene prioridad explicativa? ¿O «pesan» todas lo mismo?
    Al margen de otras cuestiones, usted dice que Marx, al igual que Schumpeter, pensaría que es necesario el capitalismo para alcanzar el socialismo, y la verdad es que ni Marx sabía demasiado qué posición adoptar al respecto de la cuestión de la posibilidad de desarrollo socialista en países que no han pasado por el capitalista. Y ejemplos como este encuentro varios en sus comentarios.

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    Ilichito

    26/02/2013 at 03:39

    • Ilichito, la riqueza se genera cotidianamente, porque hay empresarios que tienen incentivos para producirla y apropiarse de ella. Sin la posibilidad de apropiarse de lo producido, la producción desaparece. En la China comunista, en la Alemania Oriental (previo a la caída del muro), en la Rusia socialista, en Cuba y también en la Venezuela de hoy (y en mil casos más) los incentivos desaparecieron y con ello, vino el hambre. Independientemente de que los casos recurrentemente citados de socialismo no sean exactamente lo que Marx propone, en todos ellos desapareció el incentivo que genera la propiedad privada, y con ello el colapso de la economía emergió rápidamente.

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      Adrian Ravier

      26/02/2013 at 11:11

    • Concuerdo con Adrián en que el tema de los incentivos es central para que un sistema socio-económico funcione. Otro tema para el futuro libro de Rolando.

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      Eduardo

      02/03/2013 at 21:49

  45. Sr. Ravier, en este debate no puedo dejar de acordarme cuando en loa años ’80 los partidos comunistas -y sus satélites y fuerzas afines- aseguraban que Nicaragua y El Salvador eran…»socialistas»…debido a quienes eventualmente estaban en el gobierno (sandinismo) o combatiendo mayoritariamente al existente -el caso del Frente Farabundo Martí- o al frente del Estado…capìtalista. Luego creo que quedó muy claro el carácter de esas economías…Qué paradoja, ¿no?

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    Armando

    26/02/2013 at 20:46

  46. […] Blog] Marxismo & Economía Venezuela, devaluación y capitalismo rentístico 12/02/2013  https://rolandoastarita.wordpress.com/2013/02/12/venezuela-devaluacion-y-capitalismo-rentistico/ [ix] Data del BCV Indicadores […]

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  47. No coincido para nada con la derecha en sus planteos.Pero algo que me inquieta es lo que dijo Adrian hacerca de la imposibilidad del calculo economico para el marxismo.Que patron objetivo se podría usar para realizar los intercambios.Ej: yo soy un plomero y necesito tomar clases de ingles.Voy y arreglo una perdida en la cañería.Cuantas clases de ingles debería tomar para que el intercanbio sea justo. En los dos servicios hay una cantidad de valor trabajo encerrada para que pueda realizarse.¿Si yo quisiera establecer un intercambio justo como realizo el calculo?

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    diego

    27/02/2013 at 00:05

    • En una sociedad socialista, el cálculo económico debería hacerse por tiempos de trabajo. Pero esto no se podrá lograr inmediatamente después del triunfo de una revolución. Es por eso que Marx y Engels, y después Lenin o Trotsky pensaron que el mercado debería coexistir durante mucho tiempo con la planificación y el poder de los soviets. El intento de avanzar rápidamente al comunismo (el llamado comunismo de guerra) terminó en un desastre. La pretensión de la burocracia en la URSS de establecer los precios desde el Estado, también llevó a una economía con problemas insolubles.

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      rolandoastarita

      27/02/2013 at 11:41

  48. Rolando en el caso de triunfar una revolución marxista: la abolición de los medios de producción privada nunca podrían realizarse completamente en los inicios de la revolución.Debería ser gradual entonces.O hay que hacer una división entre medios de producción centrales o accesorios para la economía de un país¿Podría haber medios de producción que siempre quedasen en manos privadas?.
    Ej: pequeños emprendimientos con 2 o 3 asalariados.

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    diego

    27/02/2013 at 20:58

    • Precisamente por estas dificultades hay que avanzar con cautela. La estatización de algunos grandes centros de producción o distribución es relativamente sencilla, pero el control y administración de productores y consumidores (esto es, la socialización de los medios de producción) es algo bastante más serio. Demanda, por ejemplo, una revolución de conciencia y voluntad de participación (a veces se olvida que el primero en hablar de la necesidad de una «Revolución Cultura» fue Lenin, cuando comenzá a ver las enormes dificultades que había para incorporar al pueblo trabajador a la administración de la economía). Con respecto a la organización de los pequeños productores, las dificultades serían aún mayores. En este respecto es interesante que Lenin, hacia el final de su vida (esto es, cuando ya estaba la Nueva Política Económica, que restableció el mercado), concibiera a las cooperativas como una manera de conjugar el interés privado con formas de organización y distribución más comunitarias. Pensaba que con la ayuda de los soviets (aunque en la práctica, ya no funcionaban con la plenitud de 1917), y al cabo de décadas, podría llegarse a organizar la producción bajo cooperativas (bastante distinto de lo que hizo el stalinismo desde fines de los 1920).
      Aprovecho también para señalar que un punto que diferencia radicalmente al marxismo del socialismo utópico es que el marxiso no establece su programa socialista a partir de un «estado ideal de cosas». No se trata de hacer un plan de sociedad futura (algo así como la República platónica del socialismo), ya que la construcción socialista depende del compromiso efectivo de la gente. El programa surbe «del movimiento real», como decían Marx y Engels, y no puede prescindir de él. Aquí tengo un punto de diferencia fundamental con las «vanguardias iluminadas», los «comités centrales» que se proclaman intérpretes e instrumentos «de la razón histórica», y cosas por el estilo (de las que está llena buena parte de la izquierda). El socialismo solo puede avanzar y triunfar como construcción colectiva. Será obra «de los trabajadores mismos», y esto no puede ser reemplazado por ninguna vanguardia organizada, por más «iluminada» que se piense a sí misma.

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      rolandoastarita

      01/03/2013 at 09:46

    • Profesor, sigo particularmente interesado en esta transición al socialismo que propone. Entonces, si entendí correctamente, el objetivo final es la anarquía, pero el medio para llegar al fin es el Estado, controlando las principales industrias al comienzo, pero dejándolas en manos de los trabajadores más tarde. ¿Es correcta mi síntesis?

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      Adrian Ravier

      01/03/2013 at 15:33

    • El objetivo final es acabar con el Estado, efectivamente. En esto, el programa del comunismo se similar al anarquismo. La gran diferencia es que el marxismo piensa que el Estado no puede desaparecer de la noche a la mañana, como sostiene el anarquismo. En cuanto a la forma del Estado, el programa es el de la democracia de los productores (organizados en consejos, o en alguna forma democrática). Esto es, lo opuesto a un Estado burocrático.

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      rolandoastarita

      01/03/2013 at 15:50

    • Gracias profesor! Y si llegara a alcanzarse esta situación de anarquía, ¿quién ofrecería los servicios de seguridad, justicia, defensa y tantos servicios de los que hoy se ocupa el Estado?

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      Adrian Ravier

      01/03/2013 at 16:07

    • Todos los servicios públicos deberán ser cubiertos por la comunidad, organizada democráticamente. Es la idea de una democracia deliberativa; la base es que sin explotación, ningún grupo social tendrá posibilidad de imponer su poder sobre el resto. Las tareas de seguridad corresponderían a una milicia, controlada y organizada por la propia comunidad. Se supone también que al acabarse la explotación se atenuarán los confictos.

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      rolandoastarita

      01/03/2013 at 17:05

  49. Diego T. No es molestia contestarle, ni es mi intención ofender a nadie. Es solo que los debates hay que seguirlos y esta discusión no empezó ayer. Le repito, no se puede preguntar veinte veces lo mismo, como quien oye llover. Nadie está obligado a decir amén frente a lo que se le responde. Lo mismo digo y además no soy cristiano. Para ser sincero y dado que usted celebra las formas desapasionadas y respetuosas del debate en Puntodevistaeconómico, le comento que me molestó un poco el tono petulante, que reitera aquí, tipo ‘ A ver que responde’ en su concisa intervención respecto de Eduardo.

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    AP

    28/02/2013 at 11:58

    • AP.

      Leyó mi comentario en punto de vista E!. Bueno creo que tiene razón, lo dije sin intención pero quizá sonó petulante. Me disculpo.

      Intentare tomar sus sugerencias sobre los debates.

      Tampoco soy cristiano, soy ateo, algo en lo que coincido con el marxismo.

      Saludos

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      Diego Tárano

      28/02/2013 at 13:10

  50. Rolando:no me queda muy claro la relación entre vanguardia revolucionaria y pueblo en una revolución socialista.Quien determina que funciones debe cumplir la vanguardia y que poder real debe tomar el pueblo en sus manos.Es decir que decisiones puede tomar la vanguardia sin consultar al pueblo. Y que decisiones puede tomar el pueblo sin consultar a la vanguardia.

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    diego

    01/03/2013 at 23:57

    • En mi opinión, qué corriente política es «vanguardia» debería ser el resultado de una decisión colectiva. Por ejemplo, en los consejos de representantes de la clase obrera y el pueblo, los distintos partidos presentarían sus propuestas, que deberían ser decididas por votación. Es la idea que subyace a la consigna de 1917 de «todo el poder a los soviets». El poder no es a un partido o vanguardia predeterminada. Esto que estoy planteando cuestiona no sólo la concepción stalinista, sino también la política del partido bolchevique ante la sublevación de Kronstadt (de 1921). Si el poder es de los consejos, debe haber elecciones libres de sus representantes y libertad de propaganda, organización, etc, para todas las corrientes que participen en ellos.

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      rolandoastarita

      02/03/2013 at 09:22

  51. Saludos profesor Astarita. Primero me gustaría expresar que lamento no haberme encontrado antes con esta discusión, ya que me gustaría haber participado en la misma; le escribo para preguntarle en qué textos Marx, Engels, Trotsky y Lenin hacen referencia a la existencia del mercado en un período de transición al comunismo. Lo pregunto a propósito de su comentario en donde escribe: «Marx y Engels, y después Lenin o Trotsky pensaron que el mercado debería coexistir durante mucho tiempo con la planificación y el poder de los soviets». Estoy interesado en este tema, le agradecería su respuesta.

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    Daves

    03/03/2013 at 13:36

  52. De acuerdo a lo que señala adrian, el socialismo no es capaz de desarrollar las fuerzas productivas porque faltan incentivos. Sin embargo ello no es necesariamente así, por ejemplo, en esta sociedad en que los medios de producción son socializados, sería posible que los trabajadores asociados desarrollen las condiciones objetivas de la producción motivados por la progresiva disminución del tiempo de trabajo y el aumento del tiempo libre, cuestión que no es posible en el capitalismo, dado que el capital necesita valorizarse produciendo plusvalía.

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    moises escobar

    04/03/2013 at 04:49

  53. hola!
    yo desde ya no intervengo porque no tengo vuestro nivel…
    pero me encanta leer este blog, aprendo muchas cosas
    me encanta!
    Gracias!
    Marta

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    marta

    05/03/2013 at 16:52

  54. Profesor Rolando, como siempre es un gusto leerlo. ME he encontrado con un documento muy interesante que habla sobre los «mitos» de la economia venezolana. Me gustaría saber que opina al respecto, según el articulo Venezuela tiene una economia mucho mas diversificada de la que nos muestran los medios. Le comparto otra visión de las estadísticas y la economía de Venezuela: http://www.15yultimo.com/2017/06/17/mitos-sobre-la-economia-venezolana-i-version-ilustrada/

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    Alfonso

    12/07/2017 at 11:23

    • Es claro que la economía venezolana no es solo petroleo. De todas maneras, lo importante es que su comercio exterior depende casi exclusivamente del petróleo. Por eso es importante señalar que el chavismo no ha superado esa dependencia.
      Otras cuestiones que se señalan en la nota exigirían una discusión específica. Por ejemplo, no tiene mucho sentido discutir en general la «productividad» de los empleados del Estado. ¿La productividad de las fuerzas represivas? ¿De los burócratas dirigentes? ¿De los centenares de generales? Desde el punto de vista del marxismo es la existencia misma del trabajo improductivo, y del Estado, lo que debe criticarse. Como este, hay otros problemas en la nota.

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      rolandoastarita

      13/07/2017 at 08:59


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