Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Kicillof, inflación y Keynes

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Recientemente, en su presentación ante el Congreso del proyecto de presupuesto 2013, el doctor Kicillof explicó que la emisión monetaria en Argentina no es inflacionaria, y citó el caso de EEUU, donde la fuerte expansión monetaria, con la crisis, no provocó una suba de precios importante (a julio de 2012, la inflación anual es del 1,7%). El argumento de Kicillof fue: “Para los que piensan que la emisión es la causa exclusiva del aumento de precios, les recuerdo que vivimos en un laboratorio de expansión monetaria. EEUU cuadruplicó su base monetaria, la Unión Europea la duplicó, y el Banco de Inglaterra la cuadruplicó. ¿Y en estos países hay riesgo de inflación? No, hay riesgo de deflación”. Por eso, en Argentina habría margen para emitir billetes, sin temer consecuencias inflacionarias. De acuerdo a los datos presentados por el doctor Kicillof, el agregado monetario M2 equivale a solo el 20% del PBI, un porcentaje mucho más bajo que en otros países (Brasil, Chile, EEUU, Francia, Corea del Sur). Según Kicillof, pensar que la emisión monetaria genera inflación, es propia de la ortodoxia neoliberal. También explicó que la inflación solo le preocupa a los financieros, ya que el movimiento obrero está en condiciones de actualizar su salario por encima de la tasa inflacionaria, y citó a Keynes como respaldo de su afirmación.

Errores, uno tras otro

En todo esto hay, por supuesto, muchísimos problemas, que en buena medida he discutido en otras notas, referidas la teoría cuantitativa del dinero (inspiración del monetarismo), y a la crítica de Marx a la misma. En este apartado, resumo los puntos más destacados y remito a las entradas correspondientes, porque en esta nota quiero centrarme en lo que dijo Kicillof sobre Keynes y la inflación (el lector que no desee entrar en las complejidades de la discusión con el monetarismo, puede pasar al siguiente punto).

En primer lugar, es paradójico que pretendiendo ser crítico de la teoría cuantitativa, el doctor Kicillof razone acerca de las presiones (o peligros) inflacionarios en términos de comparación entre el PBI y los agregados monetarios. Se trata de una problemática estrictamente monetarista, que ya hace mucho fue criticada por Marx. Lo central es que no tiene sentido comparar masa monetaria con masa de mercancías, para deducir de aquí que el aumento de precios deriva del aumento de la primera con respecto a la segunda (ver aquí para la crítica de Marx a la teoría cuantitativa).

En segundo término, es un grave error pensar que el financiamiento monetario del déficit fiscal no es inflacionario. Mientras que la emisión por entrada de divisas no tiene por qué ser inflacionaria, la emisión contra “pagadios” del Tesoro, sí es inflacionaria. Y esto no es caer en la teoría monetarista, como piensan algunos economistas K, que tampoco parecen entender ni jota de lo que es la teoría monetarista, ni su crítica. Marx, que fue muy crítico de la teoría cuantitativa, explicó sin embargo que la emisión sin respaldo es inflacionaria (ver aquí y aquí).

En tercer lugar, y de nuevo paradójicamente, mientras Kicillof sostiene que el financiamiento del déficit con emisión no es inflacionario, el Banco Central, dirigido por la “productivista” Marcó del Pont, aplicó durante mucho tiempo políticas de esterilización (de nuevo remito aquí). Lo que permitió muy buenos negocios a los bancos (ver aquí). ¿A esto llama el doctor Kicillof “lucha contra la patria financiera”?

En cuarto lugar, el caso de la emisión monetaria de EEUU e Inglaterra no es aplicable a la situación argentina. En esos países, y en Europa, hay fuertes riesgos de deflación, algo que no sucede en Argentina. Además, es un hecho que de todas formas la inyección monetaria tuvo efectos inflacionarios, ya que frenó una posible deflación. Tengamos en cuenta que la emisión fue acompañada, en EEUU, por una fuerte entrada de capitales, que agravó los peligros deflacionarios. ¿Qué tiene que ver esto con la situación en Argentina? Agreguemos todavía que la emisión en EEUU tuvo efectos negativos sobre los activos de muchos países (ver aquí y aquí). Es imposible sostener que tuvo efectos neutros.

Keynes, inflación y salarios

Antes de examinar lo que dijo el doctor Kicillof sobre Keynes y la inflación, señalo que en otra nota expliqué por qué el punto central de su tesis doctoral, dedicada a Keynes, está equivocada (ver aquí). Puede ser útil para aquellos que quieran ubicar las apreciaciones de Kicillof sobre Keynes en un contexto más general.

Recordemos que en su exposición ante el Congreso, Kicillof explicó que la inflación no es un problema para los trabajadores, ni para los sectores medios, ni para la burguesía “nacional y productivista”, porque Keynes dijo que solo era un problema para los financieros, y que los trabajadores consiguen aumentos de salarios que emparejan la inflación. En otras palabras, el argumento del doctor Kicillof es “tengo razón porque lo dijo Keynes”. Punto. No hace falta pensar más. Lo dijo Keynes. Punto. ¿Y si alguien hubiera contrapuesto una cita de Platón, o de Séneca, o de Shakespeare? Pues habríamos tenido una divertida guerra escolástica. Por eso, ¿no sería mejor reflexionar un poquito sobre si se verifica lo que dicta tal o cual cita? Como reza el dicho, “gris es toda teoría, y verde el árbol de la vida”. Yendo al grano, y al margen de lo que dijo Keynes, ¿es cierto que la inflación solo perjudica a los financistas? Con poco que se sepa de historia económica, la respuesta es claramente no. Para citar solo un ejemplo, los trabajadores de este país sufrieron una colosal caída del salario en los años 1980 y en los principios de la década siguiente, a través de la “carrera inflacionaria”. También padecieron una fuerte caída de sus ingresos en 2002, cuando la inflación fue del 42% y los salarios se estancaron. Esto por no hablar de los efectos distributivos que puede tener la inflación entre otras clases sociales, y fracciones de clase; como cualquiera conoce, no siempre ni necesariamente esas variaciones de precios relativos, vía inflación, perjudican solo a los financistas. Por ejemplo, con tipo de cambio fijo, o retrasado, la inflación erosiona la rentabilidad de los exportadores; y hay otros ejemplos. ¿Cómo se puede sostener entonces que la inflación solo afecta al sector financiero? Al margen de lo que pudo haber dicho Keynes, hay que tener un poco de criterio; existe la historia, existen los datos empíricos (por más que el Indec y Kicillof los quieran desconocer).

Dicho esto, vayamos ahora a Keynes. Empecemos aclarando que en la Teoría General Keynes polemiza principalmente con la “ortodoxia” que buscaba salir de la depresión mediante la deflación y la caída de los salarios. En el marco de esa polémica, Keynes explica que hay dos tipos de inflación: la que existe cuando la economía todavía no ha llegado al pleno empleo; y la inflación que llama “verdadera” o “auténtica”, que es la que se alcanza cuando “cualquier intento de aumentar la inversión pondrá en movimiento una mayor tendencia de los precios a subir sin limitación…” (p. 112, edición FCE). Este segundo tipo de inflación, se alcanza cuando ya la producción no puede aumentar (estamos en el pleno uso de recursos) y toda expansión monetaria se traduce en alza de costos. En estas condiciones, dice Keynes, los trabajadores resisten cualquier baja “en sus remuneraciones monetarias y no hay motivo correspondiente para oponerse a un aumento de éstas” (p. 269). Esto es, solo en esas condiciones se puede asegurar, siempre según Keynes, que los aumentos salariales van a producirse al mismo ritmo en que avanzan los precios, y por lo tanto no habría caída de los salarios reales. Aclaremos que, seguramente por el contexto de la época (década del 30, deflación) Keynes no considera la eventualidad de que esta carrera termine en alta inflación. Tampoco incorpora los efectos sobre el tipo de cambio.

De todas maneras, lo relevante para lo que nos ocupa es que Keynes está considerando que los salarios no son afectados si hay una situación de pleno uso de recursos, porque en ese caso la elasticidad producto (o demanda) de los salarios es igual a la unidad. Se puede estar a favor o en contra de lo que sostiene Keynes, pero la primera condición en cualquier debate es el rigor. Está muy claro que por fuera de esa situación tan particular, Keynes consideraba que la inflación sí podía afectar, y mucho, a los salarios reales. No solo planteaba que los trabajadores podían verse afectados, sino sostenía que en el caso general (que no es de ocupación plena, estamos en Keynes, doctor Kicillof!!!) la suba de precios sí afectaba a los salarios reales porque los trabajadores no pueden defenderse apropiadamente de esa suba. Leemos en el capítulo 2 del principal libro de Keynes: “Desde el momento que existe movilidad imperfecta del trabajo y que los salarios tienden a producir igualdad precisa de ventajas netas para diferentes ocupaciones, cualquier individuo o grupo de individuos que consienta una reducción de sus salarios nominales en relación con otros, sufrirá una disminución relativa de sus salarios reales, cosa que basta para justificar su resistencia a ella. Por el contrario, sería impracticable oponerse a toda reducción de los salarios reales debida a un cambio en el poder adquisitivo del dinero, que afecta a todos los trabajadores por igual; y, de hecho, por lo general no se opone resistencia a esta clase de fenómenos, a menos que sean extremos” (p. 24). ¿Cómo se puede afirmar que Keynes consideraba que la inflación nunca afectaba a los salarios de los trabajadores?

Preguntas político-prácticas para un doctor en Keynes

Alguna vez, refiriéndose a la burguesía francesa, Trotsky dijo que estaba dividida en torno a si bajaba los salarios vía deflación, o inflación. En cualquier caso, había que bajarlos. Con esto, el viejo revolucionario ponía el foco en el punto crucial: la inflación puede ser una vía para reducir el salario. Desde su perspectiva burguesa, Keynes dice lo mismo. Incluso sostiene que los trabajadores, de conjunto, no se oponen a bajas de sus salarios, por vía inflacionaria, si las mismas no son “extremas”. Al menos, no pueden hacerlo hasta que no se llegue al escenario de pleno uso de recursos (cuando todo estímulo ya no se traduce en aumento de inversión, sino de precios). A la luz de esto, y para seguir jugando el juego keynesiano, cabe preguntarse: ¿qué capacidad de “emparejar” la suba de salarios con la suba de precios tienen hoy los millones de trabajadores que están precarizados o en negro? ¿Qué capacidad han tenido los trabajadores estatales en los últimos tiempos? ¿Qué capacidad han tenido los jubilados? ¿Qué capacidad los que reciben planes sociales? ¿Podría el doctor en Teoría General responder estas sencillas preguntas? ¿O nos va a lanzar otra temible cita de Keynes para solucionar los problemas?


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Kicillof, inflación y Keynes

Written by rolandoastarita

03/10/2012 a 15:46

20 respuestas

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  1. Es de destacar la velocidad con la que Kicillof se está desprendiendo de cualquier rigor en sus puntos de vista, con la inflación a la cabeza. Va otro aporte sobre este punto. http://puntoddesequilibrio.blogspot.com.ar/2012/09/refritos.html

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    EM

    03/10/2012 at 16:13

  2. Kicillof pudo haber querido decir que la inflación perjudica a los ahorristas (que son financistas en un sentido claro). Si hubiera grupos de bajos ingresos para los que el ahorro fuera un bien de lujo, éstos serían menos perjudicados que otros con capacidad de ahorro intermedia, digamos. Si el volumen de empleo creciera con inflación mediante, tal vez los menos pudientes se beneficiarían (en el corto plazo), mientras que otros con mayores posibilidades se verían forzados a achicar su proporcion de ahorro (en un contexto de empleo creciente o fijo con ingresos reales fijos vía mayor inflación junto a aumentos del salario nominal): por ejemplo, se podrían ver forzados a consumir en una proporción mayor que la deseada.
    Osea, si junto a la inflación (aunque fuese alta, siempre que no sea hiper-alta…) hay aumentos de empleo, es más o menos razonable decir que los ahorristas se perjudican más que varios otros, porque en este caso, lo que se perjudicaría es la postergación en el tiempo del poder adquisitivo (ó la reserva de valor del peso…una economía que decide mayor empleo hoy, está menos preocupada por reservar valor para otro período…).
    Es decir, la cuestión pasa por si la inflación va con aumento del empleo (Kicillof tiene algo de razón) ó si va sin aumento del empleo (Kicillof deja de tener parte de razón: aquí el sector asalariado en su conjunto, transfiere riqueza neta a los capitalistas representados en el Estado que recauda vía señoreaje, etc.).

    En todo caso, aunque la inflacion beneficiara a los trabajadores en el corto plazo, digamos, todavía habría que demostrar que no retrotraerá las cosas a su situación inicial en x años (cuestión más que lógica); pero en este caso, habría que destacar que las afirmaciones de esta clase, así como sus interpretaciones, están obligadas a ser incompletas.

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    W.

    03/10/2012 at 21:01

  3. Muy buen texto. Al respecto, en la emisión de ayer del programa «Palabras más, palabras menos» de TN, Marcelo Zlotogwiazda cometió el mismo error al afirmar, en polémica con los dichos de CFK y de Kicillof sobre el tema, que la «emisión no genera inflación». Saludos.

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    Armando

    03/10/2012 at 22:01

  4. Compañero Rolando. Me da toda la impresión que los argumentos de Kiciloff, cada vez son más instrumentales a sus propósitos políticos. Estaba al tanto de la ‘tesis doctoral’. Sostener mediante una ‘tesis’ que Keynes era afín a la teoría laboral del valor, no se como puede hacerse y lo que es más importante, no se como es posible que esa ‘tesis’ sea aceptada como plausible y digna de mérito. Hay dos explicaciones probables. O los encargados de evaluarla no saben nada de Keynes (y menos de Márx) o el ‘golden boy’ ya estaba trepando la cuesta (después de haber jugado al hereje) y le dieron el correspondiente espaldarazo. Total, a quien le habría de importar. Recordemos tan solo que Keynes negaba en público haber leído a Marx y sostenía que ‘El capital’ era un manual económico anticuado y obsoleto. Yendo a sus actuales argumentos. La emisión no es la única causa de inflación. Cierto. Pero de ahí a decir que si en los EEUU se cuatriplica la base monetaria y no pasa naranja, por que en Argentina habría de ser distinto….. bueno, hay una gran diferencia. Sabía que con Menem habíamos ingresado al primer mundo. Pero me parece que no da para tanto. Se olvidó que allá imprimen dólares y acá pesos. Si dándole vueltas a la maquinita (Si es en Ciccone mejor) se solucionan todos los problemas sin consecuencia alguna, o mejor, dicho, sin afectar a los trabajadores, sectores medios o industriales productivos, habríamos entrado en El Dorado. Recién me entero que este gobierno, por fin, había encontrado la piedra filosofal con la ayuda de un Keynes ‘todoterreno’. Sobre como la inflación afecta negativamente el poder adquisitivo del salario, se pueden encontrar en Keynes, pilas de citas. Hace poco, un matutino de ‘La contra’ publicó una nota económica con una media docena (Por que no adelantarse a algunas sandeces que se publicarán en respuesta¡) pero, lo más importante del caso, es que se palpa claramente en este economista burgués el llamado a la aplicación del método inflacionario como arma para desvalorizar la fuerza de trabajo en salvaguarda del sistema capitalista (Hay una cita muy específica en este respecto) y es este Keynes, el único Keynes, con el que está sintonizando el doctor Kiciloff, por más que lo presente como un gentil benefactor del pueblo. Argentina tiene un largo historial del salarios subiendo por la escalera y precios por el ascensor, como para que nadie se de cuenta del engaño. Previo a la crisis del 30 Keynes tenía una teoría de la inflación basada en la evolución del tipo de interés. Si mal no recuerdo, luego la revisa. Habría algo así como una inflación ‘buena’ con aumento de los precios por aumento de la producción de bienes y servicios y una ‘mala’ en situación de ‘renta máxima’, donde todo aumento de salario es seguido por un aumento mayor de precios. Según el doctor K. estaríamos lejos de ese escenario de inflación jodida (para la burguesía) y por consiguiente, dale que va y , además, la emisión exacerbada no genera inflación. Pese a ello ‘eppur si muove’. Sobre lo que usted dice, compañero Rolando, acerca de la concesión al argumento cuantitativista, no estoy muy seguro. Si no estoy mal informado, el año pasado se emitió moneda por un 35% de la base y este año rondaría el 30%, con una inflación concomitante y la consiguiente acentuación del retraso cambiario. Como usted dice, el Central está empapelado (y por más del 50% de sus activos). Es la consecuencia de la ‘emisión sin respaldo’. Entiendo que comparar una masa de mercancías con una masa de dinero no permite explicar la suba de los precios en general. Pero, se sobrentiende que la emisión por encima de las necesidades de circulación, no siempre, pero bajo ciertas condiciones y medida, genera efectos alcistas sobre los precios. Es el efecto de la determinación que usted introduce (Sin respaldo) Ya habíamos discutido hace tiempo sobre la teoría monetaria de Márx y la crítica al monetarismo y no me quedó claro el tema. Grosso modo, en Márx, no es la cantidad de dinero la que determina los precios, sino, son los precios los que determinan la cantidad de dinero y los precios son la expresión monetaria del valor contenido en las mercancías, incluido el propio dinero. Márx rechaza la teoría de Ricardo por ‘tautológica’ y se apoya en Steuart y Tooke. Sin embargo, en (creo) la Crítica de la Economía Política establece un distingo en lo que atañe a la moneda áurea y metálicas subsidiarias, respecto de la moneda de curso forzoso emitida por el estado. Aquí parece acercarse a la determinación cuantitativa (no en que la cantidad está en raíz del precio -determinado por el valor incorporado- sino en las variaciones contingentes respecto del valor -precio- de producción). No se si esto es una concesión al cuantitativismo. Mandel parecía entenderlo de esa manera. La coherencia se mantiene en tanto el papel moneda (signos de valor) se referencie con el oro, de cuya vigencia usted ha tratado en varios artículos. En mi opinión, modesta por cierto, aún si no se haya cortado el último amarre (probado por la corrida en épocas de crisis) la relativa emancipación de la moneda ha potenciado la influencia distorsiva de la cantidad de dinero sobre los precios. De todos modos, aún en un escenario hipotético de completa desmaterialización del dinero, no creo que la determinación cuantitativa pura fuese posible. Es un absurdo. Seguiría existiendo una determinación indirecta de la cantidad de moneda por valor trabajo, con amplias distorsiones de efecto inflacionario. Está en usted, si es que tiene tiempo y lo considera importante, explicar que significa ‘emisión sin respaldo’ y como se entiende desde Márx.
    Gracias. Disculpe la extensión. Es que algunas de las últimas discusiones me han hecho hervir la sangre y quería descargar la tensión de modo útil (espero).

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    AP

    04/10/2012 at 02:15

    • Algunos comentarios breves: a) Antes de la TG Keynes aceptaba la teoría cuantitativa, tal como había sido establecida en Cambridge; una formulación un poco distinta a la tradicional de Fisher, ya que tomaba en cuenta el ingreso (no las transacciones) y ponía más el acento en la demanda de dinero. b) En la TG Keynes critica a la teoría cuantitativa, pero mantuvo la idea de que la oferta monetaria es exógena (coincidencia con el monetarismo), algo que van a cambiar los poskeynesianos. c) Keynes pensaba que antes de llegar al pleno empleo, habría una cierta dosis de inflación (en la medida en que los salarios se recuperan), pero sostuvo, en crítica al pensamiento más tradicional, que no había que preocuparse por esa inflación (no sería la inflación «verdadera», la que ocurre una vez alcanzado el pleno empleo). De todas maneras, Keynes está pensando en algún punto de inflación, no parece considerar un escenario de estancamiento + inflación. d) Marx dice que son los precios, la cantidad de transacciones y la velocidad de dinero las que determinan la cantidad de dinero que circula, y el resto se atesora. Esta es la base de su crítica a la teoría cuantitativa (y en general, es el punto de partida de todos los críticos; por ejemplo, recuerdo que Joan Robinson tiene una formulación muy parecida). e) La forma más extendida, y también vulgar, de expresar la teoría cuantitativa es diciendo que la masa de mercancías se compara con la masa monetaria, y de esa comparación surgen los precios. A cada rato se vuelve con lo mismo. f) Uno de los problemas más serios que tiene lo anterior es que nunca se puede precisar qué es «masa monetaria», ni qué agregado debe tomarse como fundamental para la comparación (¿por qué no base monetaria, M1, M2, etc.?). Esta cuestión atañe a la concepción del dinero; la discuto aquí, y aquí, desde el punto de vista del marxismo. La discusión de fondo con la teoría cuantitativa (pero también con los keynesianos) es sobre la naturaleza del dinero. g) Cuando introducimos el billete, no se modifica la lógica del razonamiento de Marx. El valor del billete no puede surgir por comparación entre la masa monetaria y la masa de mercancías. Por este motivo, es fundamental el análisis del balance del Banco Central. Específicamente, entre la masa de billetes de circulación (principal componente del pasivo) y el activo (fundamentalmente divisas y títulos).

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      rolandoastarita

      04/10/2012 at 09:13

  5. Hola Rolando,
    A la cuestión de la emisión sin respaldo o con respaldo, no creo que haga a la cuestión de si es inflacionaria o no. Si aumenta la demanda de dinero, la emisión no será inflacionaria, aun hecha sin respaldo. En todo caso, uno podría plantear que el respaldo es el dinero (base monetaria o crediticio) como deuda publica, o como la contrapartida de un crédito bancario.
    Pero mi pregunta va a la cuestión de la emisión para sostener el tipo de cambio. Si uno mira el tc en términos multilaterales y nominal, se deprecio al 8% entre 2003 y 2010. Si emite contra respaldo de reservas adquiridas, pero al mismo tiempo deprime el valor de la moneda, no creo que valga el argumento del respaldo.
    Abrazo
    Pablo

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    Pablo

    04/10/2012 at 10:04

    • Desde la perspectiva que defiendo (basada en la teoría monetaria de Marx) no tiene sentido hablar de una demanda de dinero independiente de la oferta (que es la típica problemática cuantitativa). En este enfoque, el valor del dinero no surge de la circulación; está presupuesto antes de que entre la moneda en circulación.

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      rolandoastarita

      04/10/2012 at 12:24

    • Entiendo lo que decis Rolo, y lo comparto como generalidad.
      Por otro lado, es claro segun entiendo, que la interrupcion de la circulacion de dinero en la crisis actual tiene efectos deflacionarios y fuerza tambien a los gobiernos a responder a esta interrupcion de la circulacion, haciendo importantes inyecciones de dinero a traves del gasto publico financiado con emision. Y en EE.UU. esto impidio que hubiera deflacion.

      Pero mi pregunta va al caso del efecto inflacionario que puede tener comprar dolares para emitir pesos a un valor cada vez mayor. Por mas que el dinero se cree con un valor de cambio presupuesto, ya sea que lo cree el sistema financiero como dinero crediticio o el gobierno mediante emision, creo que la teoria del endogena del dinero tiene que tener una pata atenta a las cuestiones de como se vincula el valor de la moneda a nivel internacional. Con solo decirte un ejemplo en otro sentido, no creo que se deba llamar a la inflacion de 40% de 2002 como tal, sino como el efecto de un cambio de precios relativos interno mediado por la depreciacion de la moneda respecto al resto del mundo.

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      Pablo

      05/10/2012 at 13:57

    • Sí, claro, la inflación del 2002 tiene un claro origen cambiario. Desde hace muchos años reivindico buena parte del análisis de los estructuralistas latinoamericanos que ponían el acento en el efecto de las devaluaciones sobre los precios internos. Vitelli demostró que hay una fuerte correlación entre devaluación y los brotes inflacionarios. En Economía política de la dependencia también discuto esta cuestión, en relación a los modelos de crecimiento basados en tipo de cambio alto.
      Con respecto a los efectos inflacionarios derivados del aumento del neto comercial (se emite moneda nacional a cambio de dólares), no veo por qué necesariamente tiene que haber efecto inflacionario. A veces pienso que el modo de razonamiento «a lo Mundell-Fleming» ha calado demasiado hondo. Comparto mucho de la crítica que hace Lavoie al respecto.

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      rolandoastarita

      05/10/2012 at 16:09

    • No considero que sea necesariamente inflacionario, pero si suponemos un caso en que al incremento de las exportaciones se responda con un aumento de la emisión, sin tener en cuenta que este incremento del superávit responde a razones determinadas, estamos pasando algo por alto. Si aumenta la productividad del trabajo o mejoran los términos de intercambio, lo que da como resultado un aumento del superávit , también suele ser concordante con un tipo de cambio real mas apreciado. Querer mantener un tipo de cambio mas elevado implica una negación de la ley del valor (como plantea en su libro, explicando la determinación estructural del tipo de cambio), y los precios nominales responderán a la ley del valor.

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      Pablo

      05/10/2012 at 22:10

  6. profesor astarita
    puede por favor escribir un articulo en el blog sobre la inflacion desde su punto de vista ( marxista)
    y porque los otros.
    leyo sobre victor de generano pidiendo que se sindicalize las fuerzas de represion del estado
    cual es tu opinion?

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    Alicia

    05/10/2012 at 15:19

    • Tengo que hacerme de tiempo. Es posible que en los próximos días cuelgue una nota sobre el tema de los sindicatos en las FFAA. La CTA de Micheli ya tiene relación con un sindicato embrionario de la Policía Federal. En muchos países existen estos sindicatos; en EEUU, Inglaterra, España, Italia. Entiendo que para el movimiento obrero y la izquierda no representan ninguna ventaja, pero debería argumentarlo.
      Acerca de la inflación, ya he planteado parcialmente cuestiones. No creo que haya una única causa de inflación. Posiblemente las principales (al menos en Argentina) han sido, históricamente, las que tienen origen cambiario (en las devaluaciones) y las que son impulsadas por la monetización del déficit fiscal. A veces, ambas se han realimentado, como sucedió en los 80. La lucha salarial, en la medida en que los trabajadores tratan de recuperar el terreno perdido cuando se producen aumentos de precios, puede ayudar a la espiral inflacionaria; también los aumentos de precios de los sectores que quedan rezagados (típicamente, los bienes no transables, después de una devaluación). Aprovecho para decir que me parece disparatada la tesis del gobierno (el doctor Kicillof es un exponente destacado) que dice que la inflación en Argentina se debe al poder de formación de precios de los grandes grupos económicos. Argentina es uno de los países con inflación más elevada en estos momentos, junto a Venezuela. ¿Quieren hacernos creer que esto se debe a que la concentración del capital es más alta en estos dos países que en el resto del mundo? En los 80 hubo altísima inflación, y hasta 1991. ¿Quieren explicarla por un alto grado de «poder de formación de precios» de los monopolios? Después de 1991, la inflación cayó, hasta el punto que en 2001 casi llegamos a la deflación. ¿Se debe a que se había debilitado los monopolios? En 2002 subió al 42%, luego bajó, para despúes empezar a subir de nuevo. ¿Cómo se pueden explicar estas evoluciones con la tesis «la culpa es de los grupos formadores de precios»?. A veces me parece que nos están cargando.

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      rolandoastarita

      05/10/2012 at 16:23

  7. muchas gracias por explicarlo de forma simple y con tantos ejemplos y fuentes . la mayoría de los economistas hablan como si todos fueran economistas .

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    nicolas

    08/10/2012 at 17:37

  8. Rolando, no soy el único que espera un análisis tuyo sobre el presupuesto 2013. Muchas gracias.

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    Diego

    31/10/2012 at 15:22

  9. Algunas diferencias con los efectos de la emisión en Estados Unidos respecto de argentina creo que tienen que ver con el resto de las funciones que tiene el dinero como ser atesoramiento.
    En un país como Argentina las expectativas inflacionarias hacen que haya un desincentivo a retener los signos monetarios. Estos quedan circunscriptos a la circulación y de acuerdo a la ley de Gresham, otras monedas asumen el resto de las funciones dinerarias como el atesoramiento (que tiene una función reguladora en el proceso de circulación del dinero, por representar justamente una interrupción del ciclo de las metamorfosis ). En estas condiciones la emisión contribuye a acelerar el alza de precios.
    El dólar por el contrario sigue siendo moneda de atesoramiento no solo dentro de Estados Unidos, sino a nivel mundial lo que hace que la ampliación de la base monetaria siempre encuentre en el atesoramiento mundial un vehículo de regulación respecto de las necesidades de circulación monetaria en su propio ámbito nacional.
    Obviamente esta función de la moneda norteamericana está supeditada en el futuro a lo que siga pasando con el déficit. Pero hasta ahora el dólar sigue siendo moneda de atesoramiento mundial.

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    Laura

    22/01/2013 at 19:12

  10. Profesor, la ortodoxia afirma que los niveles de inflacion deben de ser iguales o menores al 3% (por favor corrijame si no es cierto) podria decirme el porque ellos piensan asi? de donde sale ese 3%? gracias.

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    Alfonso

    24/03/2013 at 01:07

  11. ¿Qué artículos se puede leer para entender desde su mirada la estructura económica argentina? mi interés viene desde un punto de vista militante, más que académico.

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    cane

    24/07/2013 at 11:02

    • No tengo algún trabajo en específico sobre la estructura económica del país. En algunas notas del blog sí planteé que en los 2000 no parece haber cambiado significativamente la participación relativa de los sectores en el PBI, con relación a los 90 (por ejemplo, aquí y los siguientes.

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      rolandoastarita

      24/07/2013 at 15:32

  12. Muy interesante pero tus notas y referencia sa que son » dos economistas de renombre» esos que avalan la teoria del dinero, ylo que deics que la cotizacion e cada dinero es «harina de otro costal» como todos los economistas, parten de la base que este sistema monetarista no es una estafa, y les dejo a estos economistas que lean y me exliquen como esto de que se crea dineor riqueza mas el interes emitiendo moneda en una imprenta y que segun las leyes en USA pueden volver a prestar el 90% de cada deposito, entonces comenzando con 10 dolares se pueden crear 9 dolares, eso no lo explicaste amigo economista, esto toda esta teoria es una estafa, tanto la tuya como la de la reserva federal peor al menos decis que no toda emision es inflacionaria sino que decis de esto? http://actualidad.rt.com/programas/keiser_report/view/139392-keiser-report-espanol-planeta-simios-e650

    Y que decis de esta explicacion? es mentira o verdad?

    Esto no lo explicas y decis que la definicion del dinero es compleja abstracta y que se estudia de memoria y que es tan aengorrosa que nos olvidamos con el tiempo y sentimos alivio, eso es una explicacion academica? das pena, comenzaste bien pero se te cae todo a pedazos con que no podes explicar como se crea el dinero ni que es…no lo explicas, hablas bla bla bla peor no decis como la rserva federal 12 bancos privados crean dinero artificial, cada dolar peso que se crea en el sistema monetarista se crea deuda ok si todas las de¿udas se pagan deberian quedar todo saldado dolares y deuda peor lamentablemente hay 30 veces mas deuda mas dinero de lo que realmente seemitio, y eos de donde salio? eso no existe pero es dinero, como lo explicas amigo dinero?’ bla bla bla solo mas bla bla bla no explicas nada

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    Jorge Campbell

    09/09/2014 at 19:30

  13. Lo que no se dice nunca por parte de los académicos es que el mal de la inflación (pérdida del poder adquisitivo de los ingresos fijos) no se debe a otra cosa que a un «error» de diseño del dinero, un invento humano. Ese falso error (no fue ni es un error sino un característica consciente) consiste en que el valor del dinero proviene de la inversa del precio: aumenta el precio, baja el poder adquisitivo de quien posee cierta cantidad fija de dinero (salario, jubilación, pensión…). Hay montones de muestras reales de que el valor del dinero no proviene -ni nunca provino- del material que lo compone, ni tampoco de la producción general. Su valor proviene del precio de lo que él compra, en relación inversa.
    Saludos.

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    ASigales

    18/09/2014 at 11:51


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