Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

La estatización de YPF

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“YPF recuperada. Patria sí, colonia no”. El cartel, colgado en una avenida muy transitada del sur del Gran Buenos Aires, y firmado por el partido Comunista, resume el entusiasmo que ha despertado en la población, y en amplios sectores de la izquierda, la expropiación de parte del paquete accionario de YPF. Dado que personalmente no comparto este entusiasmo, en lo que sigue presento algunas reflexiones sobre el significado de esta medida. Mi objetivo es, en primer lugar, ubicar la estatización de YPF en tendencias que están operando a nivel mundial, y en su perspectiva histórica. En segundo término, analizar la medida en relación al “modelo K” de crecimiento. En tercer lugar, argumentar por qué no estamos ante la vuelta del estatismo anterior a las privatizaciones del 90. Esta nota se complementa con otras que he escrito sobre el capitalismo de Estado (ver aquí) .

¿Qué es una empresa capitalista de Estado?

El primer punto a señalar es que se ha producido un giro bastante importante en la noción misma de qué se entiende por una empresa capitalista de Estado (en adelante, ECE). Hace algunas décadas atrás el tema parecía claro: una ECE era propiedad del Estado, y la dirigía un directorio nombrado por el Estado. En Argentina, los ejemplos típicos eran YPF, ENTEL, Aerolíneas Argentinas, y similares. Por eso, todavía a fines de los años 1980, cualquier apertura de la propiedad al capital privado era entendida como una “privatización”. Así, por ejemplo, la propuesta de Rodolfo Terragno, ministro del gobierno de Alfonsín, de que YPF, y otras ECE, salieran a bolsa y colocaran el 49% de sus stocks accionarios entre inversores privados, para que el Estado retuviera el 51%, fue considerada, lisa y llanamente, una privatización (y por muchos, una traición a la patria). Hoy, sin embargo, la compra por parte del Estado del 51% de las acciones de YPF parece habilitar para calificarla de “empresa estatal”, y saludar la medida como un acto de liberación nacional. Esto muestra entonces que en la actualidad existen diversos grados de injerencia estatal, y que los límites entre lo privado y estatal, en alguna medida, se han difuminado. Según algunos criterios, son ECE aquellas empresas en las que el Estado tiene un control significativo. La UNCTAD, por ejemplo, considera ECE a las empresas en que el Estado tiene más del 10% del paquete accionario. Por eso, y de acuerdo a este criterio, Sudáfrica tendría más empresas multinacionales estatales que China (54 contra 50), e YPF habría sido una ECE hasta 1999. Otros consideran ECE aquellas empresas que son totalmente propiedad del Estado. Es el criterio que aplica la OCDE para analizar la situación en China. Y otros solo consideran estatales a las empresas en que el Estado es propietario de más del 50% de las acciones. En definitiva, y volviendo a YPF, se la consideraría «estatal» según los criterios actuales, pero no de acuerdo a los parámetros «estatistas» anteriores a los 90. Algo así como que la «patria» que hoy reivindica el PC es una patria «al 51%» (y cotizando en bolsa, dicho sea de paso).

ECE y globalización

La segunda cuestión a analizar se relaciona con la idea que tienen muchos sectores de la izquierda progresista, de que el conflicto fundamental de la época está planteado en términos “Estado versus mercado”, y más precisamente, “Estado nacional versus globalización”. Según este enfoque, la acción del Estado se opone a la voracidad sin límites de los mercados y los capitales privados. Las ECE, en particular las que pertenecen a los países atrasados, pondrían vallas al hambre incesante de ganancias de las compañías transnacionales, que se despliegan a nivel planetario, arrasando con las naciones. Por lo cual la estatización de YPF sería una medida casi revolucionaria.

Pero esto es lo que dice el mito, no lo que sucede. De hecho, las ECE, incluidas las de los países atrasados, son partícipes activas de la globalización. En este terreno no hay contradicción ni enfrentamiento, sino complementación. Según la UNCTAD, en 2010 había unas 650 empresas multinacionales estatales, que poseían 8500 afiliadas externas a lo largo del planeta. A pesar de representar el 1% de las empresas transnacionales, estas grandes empresas fueron responsables por el 11% de las inversiones extranjeras directas. En este universo, las ECE de los países atrasados y de las economías “en transición” tienen un peso significativo: abarcan el 56% de las transnacionales estatales. Esto nos está mostrando que estas ECE se integran perfectamente en la mundialización del mercado. No hay aquí un conflicto de fondo con el mercado y las leyes de la valorización. Las ECE de los países atrasados explotan mano de obra y participan de la extracción de plusvalía en combinación con las empresas privadas, de países adelantados y atrasados, en los más diversos países.

Además, el núcleo de estas ECE está conformado por petroleras. Éstas poseen la mayor parte de las reservas mundiales: las 13 principales petroleras de países tradicionalmente considerados no imperialistas controlan el 75% de las reservas mundiales (The Economist (21/01/12). Exxon Mobil, la más grande de las que son totalmente privadas, ocupa el lugar undécimo. Las compañías estatales de Irán, Arabia Saudita, Venezuela, Kuwait, Rusia, Qatar, Irak, Unión de Emiratos Árabes, Libia, China y Nigeria figuran entre las principales propietarias de las reservas probadas de gas y petróleo. Aramco de Arabia Saudita y NIOC de Irán poseen, cada una, aproximadamente el 10% de las reservas totales. A esto habría que agregar las estatales Pemex, de México, Petrobrás de Brasil y Petronas de Malasia. Estas compañías más o menos rutinariamente hacen tratos con gobiernos y capitalistas locales, con los que acuerdan las condiciones en que realizan sus inversiones. Se trata de relaciones entre Estados y empresas capitalistas, de fuerza desigual, que negocian sus participaciones en la plusvalía generada en el negocio. Las relaciones que establecía Repsol con Argentina no eran cualitativamente distintas de las que establece Petrobrás con Argentina, o con cualquier otro país latinoamericano, o las que pudieran haber establecido los chinos si éstos hubieran terminado comprando Repsol (China habría llegado a un acuerdo con Respsol para comprar YPF, poco antes del anuncio del gobierno K).

En este marco, no hay lugar para que se desarrolle un conflicto “capitalismo mundial – Estado nacional” que pudiera derivar en algún tipo de régimen burocrático estatista (los “socialismos reales”), y menos aún en la aplicación de algún programa de transición al socialismo, con que especulan algunos. No va a haber ruptura de fondo.

La cuestión en perspectiva histórica

Vinculados a la expropiación, por estos días circulan discursos que nos presentan una historia argentina plagada de “patriotas” y “vendepatrias”, según los funcionarios de turno hayan favorecido al capitalismo estatista, o las privatizaciones. En algunos casos habrían sido “entreguistas” en los 90, pero patriotas (o parcialmente patriotas) hoy. Así, incluso Menem, que ahora votará a favor de la expropiación, estaría por redimirse.

La visión que defiendo es un poco distinta a este relato de «eternautas» y villanos. Según mi punto de vista, aquí hubo cambios de orientación que afectaron al conjunto de las clases capitalistas de los países atrasados, y que estuvieron condicionados por circunstancias históricas y sociales. Si bien hay matices y diferencias, a grandes rasgos podemos decir que durante décadas, y hasta la crisis de la industrialización por sustitución de importaciones, el Estado fue considerado una palanca para la acumulación. En los 1980 y 1990 el giro privatista fue generalizado Y ahora estaríamos en una fase en la que se acepta como “normal” la participación de las ECE en la mundialización, pero con diferencias marcadas con respecto a la anterior etapa “estatista”. Aunque con virajes más abruptos, la suerte de YPF tuvo que ver con estos derroteros.

Recordemos que históricamente las empresas estatales cumplieron un rol en la consolidación de capitalismos locales en América Latina y otras regiones del tercer mundo. Es que en estos países el capitalismo privado no estaba en posición de establecer empresas capaces de asumir las inversiones necesarias en infraestructura, energía y similares. De ahí que la clase dominante apelara a las palancas del Estado. Marx decía que en tanto el capitalismo es débil, utiliza las “muletas” del Estado, y que las deja cuando se siente lo suficientemente poderoso. Más en general, y contra lo que dice el relato neoliberal, la realidad es que los mercados nacionales nunca se construyeron espontáneamente. Desde que el capitalismo es capitalismo, siempre hubo participación del Estado en la economía, y esto se aplica a los países atrasados. La vasta red de empresas estatales, y de intervencionismo estatal, al menos en América Latina y en muchos países de Asia, tuvo su razón, histórica y social, en la necesidad de crear condiciones para la acumulación del capital, e impulsarla. Esto explica que en Argentina, por ejemplo, tanto gobiernos conservadores, nacionalistas, como progresistas, hayan promovido empresas como YPF, las telefónicas, los ferrocarriles o la energía nuclear.

Por otra parte, en este largo período, hubo también fases de mayor participación privada. En lo que respecta al petróleo, se pueden señalar los acuerdos de Perón con la Standard Oil, a principios de los 50, luego los contratos petroleros de Frondizi, y más tarde el plan Houston, aplicado por Alfonsín. Lo importante es que estos vaivenes eran la expresión de un problema más profundo, que consistía en que las empresas del Estado, al permanecer relativamente al margen de la “disciplina” que impone la ley del valor, y de la valorización, en muchos casos se descapitalizaban, y terminaron enfrentando crecientes dificultades. La historia de YPF es ilustrativa. Por ejemplo, bajo la dictadura 1976-83 la obligaron a endeudarse (y no para realizar inversiones), y posteriormente le impidieron tomar seguros de cambio. Como resultado, en 1983 YPF estaba fuertemente endeudada. Además, se privatizaron muchos servicios periféricos, lo cual dio pie al negocio de contratistas, que hicieron fortunas a costa de YPF. En otras ocasiones, se dispuso una política de precios ruinosa para la empresa, con el objetivo de “anclar” la inflación. También se la obligaba a comprar a empresas nacionales insumos a un precio muy superior al internacional; era transferencia de plusvalía para grupos locales. En definitiva, el capitalismo estatal no fue un canto a “la defensa de la patria”, como ahora se lo quiere presentar. Dio lugar a muchos negocios, que favorecieron a determinadas fracciones de la clase dominante. Esta situación terminaría por hacer crisis, en Argentina, hacia finales de los 80 y principios de los 90.

Privatizaciones y la ley del mercado

La agravación de los déficits fiscales, el peso de las deudas, el reconocimiento de que muchas empresas estatales estaban tecnológicamente atrasadas, y la circunstancia de que los capitales locales enfrentaban una creciente presión del mercado mundial, generaron las condiciones para el viraje hacia las privatizaciones. En los años 1980 esta presión aumentó con la caída de la URSS y de los “socialismos realmente existentes”. La decadencia de muchas ECE, palpable a fines de los 80, creó el clima para que las privatizaciones fueran aceptadas por la población. YPF, en particular, estaba descapitalizada, tenía baja productividad y ya se había avanzado en su desarticulación.

En esta coyuntura se impuso entonces el “no hay alternativa al mercado”, y se desató la ola de privatizaciones, con el apoyo mayoritario de los capitalismos locales. A mediados de los 90 el Banco Mundial calculaba que se habían privatizado unas 15.000 empresas estatales. Como en otras partes, en Argentina las privatizaciones también tuvieron el beneplácito de prácticamente toda la clase dominante. Había discrepancias en cuanto a las formas (el plan de Terragno y Alfonsín no era el mismo que el de Menem), pero no en contenido. Los capitales exigían que todos los sectores productivos se sometieran a la ley del valor, y las privatizaciones se visualizaban como la vía más rápida y expeditiva para lograrlo. De ahí la ferocidad con que se despidieron trabajadores, se anularon beneficios sociales, se dejaron pueblos enteros en la desolación. Cuando Menem, con el apoyo de los Kirchner, y de tantos “patriotas” de hoy, impulsaba las privatizaciones, estaban respondiendo a intereses de clase bien definidos. Hubo apoyo del Congreso, de cámaras empresarias, de los grandes medios y, por supuesto, de los organismos internacionales. En estas operaciones participaron capitales privados, nacionales y extranjeros, asociados de las más diversas formas. Compraron a precio de liquidación los activos, e hicieron fortunas con su posterior valorización. No hubo una «imposición» colonial para que actuaran de la manera que actuaron. Es hora de terminar con ese cuento, la burguesía argentina y sus gobernantes no son «oprimidos». Son explotadores, que reclaman lo suyo de la manera que más les conviene en cada coyuntura.

La venta de las acciones de YPF de 1999 también evidencia que las relaciones entre el capital extranjero y el Estado argentino fueron de naturaleza puramente “capitalista”. Y el tema tiene trascendencia, porque de alguna manera estableció, al menos parcialmente, las condiciones que regirían en los 2000. Es que en 1999 el gobierno argentino aceptó que Repsol comprara las acciones de YPF endeudándose. En consecuencia, Repsol estaba casi obligada a tener una política de alta distribución de utilidades, y baja inversión, porque debía pagar a sus acreedores internacionales. Para adquirir la empresa, Repsol ofreció 45 dólares por acción, cuando estaban a 33 dólares. Sin embargo, en ese momento los precios del petróleo estaban deprimidos. De manera que se quedó con YPF por poco dinero (1600 millones de dólares), y la empresa pasó a ser el apéndice de un grupo trasnacional. A su vez, el ingreso de eso dólares le permitió al Estado cubrir el déficit fiscal. Muchos de los que hoy hablan de la estatización de YPF como de un acto de liberación nacional, aplaudieron a rabiar esa venta.

Petróleo y modelo K

Repetidas veces se ha señalado que YPF invirtió poco, con la consecuencia de la baja de la producción y de las reservas; estas últimas cayeron 18% entre 1998 y 2010. El año pasado el país debió importar petróleo y gas por más de 9.000 millones, y en 2012 la cuenta sería más pesada. Esta es la razón por la cual el gobierno terminó optando por la expropiación. Pero la caída de la inversión en petróleo y gas debe inscribirse en la dinámica del “modelo productivo K”. Como hemos señalado en otras notas (aquí; también en Economía política de la dependencia y el subdesarrollo) una característica del “crecimiento sustentado en el tipo de cambio alto” que promovieron los gobiernos K fue la caída relativa de la inversión en infraestructura, y no sólo energética. El caso del transporte ferroviario, que se puso bajo la luz a raíz de la tragedia de Once, es parte del mismo fenómeno (ver aquí). En buena medida la renta agraria y petrolera (y ahora la minera, en crecimiento) no se ha reinvertido en ampliar la matriz productiva. Por diversos canales, una parte ha ido al exterior (los giros de utilidades de Repsol son solo parte del problema); otra se ha canalizado hacia la inversión inmobiliaria; y hacia el gasto corriente del Estado. En este último respecto, las provincias, reciben, en promedio, el 12% de lo facturado por las empresas; y el Estado nacional se hace de otra parte de la renta petrolera, por medio de las retenciones. Globalmente, la diferencia entre el precio internacional del barril y 42 dólares queda en manos del Estado. Cuando desde distintos sectores, tanto de la derecha como de la izquierda, se señalaba que el proceso de acumulación era estructuralmente débil, la respuesta de los K-defensores era que no había por qué preocuparse, ya que estimulando el consumo (y el Estado jugaba un rol en esto), la inversión se daría casi automáticamente. Pero la realidad no confirmó el K-diagnóstico; y no pudo seguir ocultándose.

En el área del petróleo y gas la debilidad de inversión tiene efectos catastróficos. Es que a medida que se agotan los pozos en existencia, es necesario realizar fuertes inversiones en exploración y también, por supuesto, en la puesta en funcionamiento de los yacimientos encontrados. Para desarrollar la producción de Vaca Muerta, en Neuquén (contiene grandes reservas de gas), sería necesaria, según los especialistas, una inversión de unos 5.000 millones de dólares anuales, durante una década. Pero no solo Repsol no invirtió (o invirtió poco), sino tampoco lo hicieron las otras compañías que tienen áreas concesionadas. Después de todo, YPF maneja solo el 34% de la producción, y la caída de las reservas es generalizada. Lo cual indicaría que en todos lados tendió a prevalecer la mecánica de sacar la máxima ganancia con la mínima inversión, cuando no una lógica puramente especulativa. Como se ha señalado repetidas veces, el grupo Petersen entró a YPF, en 2007, comprando primero el 10% de las acciones, y luego otro 15%, prácticamente sin poner un dólar. Simplemente tomó préstamos de un sindicato de bancos, con la promesa de devolverlos con las utilidades que reportaría YPF. Los españoles aceptaron porque en contrapartida el gobierno permitiría subir los precios (cosa que sucedió). Pero entonces Repsol profundizó la política de girar dividendos a sus accionistas. No solo se repartieron todas las utilidades, sino también reservas contables por 850 millones de dólares. En esencia, era la misma operatoria de 1999, cuando Repsol compraba la tenencia accionaria del Estado tomando créditos. Todo esto se hizo con el visto bueno del gobierno nacional. El acuerdo entre Respsol y Petersen fue aprobado por Guillermo Moreno. Los balances de Repsol fueron aceptados por el representante del Estado en el directorio. El movimiento nacional y popular K, a todo esto, se rompía en elogios por la “argentinización” de YPF. Pero se trataba de un vaciamiento, liso y llano. Y fue una operación realizada con el pleno acuerdo de un Estado soberano. Aquí hubo fabulosos negociados de capitalistas de todos los colores y nacionalidades. Un festín de plusvalía que se reparte a dentelladas entre lobos. Luego, y aprovechando su carácter multinacional, Repsol apuró la transferencias de utilidades y, en los últimos tiempos, buscó salir de Argentina definitivamente.

El repaso de las concesiones de explotación que adjudicaron las provincias en los últimos seis años arroja el mismo resultado: hubo una lógica especulativa, casi de saqueo. De las 190 áreas que se concedieron, 87 correspondieron a grupos económicos que no tenían la menor relación con el petróleo (pero sí con el gobierno). Lázaro Baez, Vila y Manzano y Raúl Moneta (Cristóbal López también recibió áreas). Todo indica que estos personajes se metieron en el asunto para obtener ganancias especulativas. Ninguno se preocupó por la inversión productiva. Agreguemos todavía que Enarsa, la empresa estatal creada por los K, posee desde hace años el monopolio de la exploración en el mar argentino. Pero casi no invirtió en ello. Aunque sí se dedicó a importar gas (metiendo al amigo Cirigliano, de paso). A todo esto, en fin, se le llama “el modelo productivo”.

El nuevo escenario, capitalismo de Estado y globalización

Luego de la etapa estatista y de la fiebre privatizadora de los 90, en los últimos años ha tendido a estabilizarse un nuevo capitalismo de Estado que, como vimos, participa activamente en la mundialización. Miles de empresas que antes eran estatales se privatizaron, pero algunas estatales adquirieron dimensiones de gigantes transnacionales, y como tales son aceptadas por el capital en general. Se pueden discutir detalles y aspectos de su funcionamiento, pero prácticamente nadie duda de que son parte integrante del modo de producción capitalista. Organismos como el Banco Mundial hoy reconocen su «aporte». Lo más significativo, para lo que nos ocupa, es que en su inmensa mayoría se rigen más y más por las leyes de la valorización que le caben a cualquier capital. Esto es, sean estatales o privadas, todas las unidades productivas se sostienen en la explotación del trabajo. Las recomendaciones de la OCDE para el «buen gobierno» de las ECE expresan esta necesidad. Según la OCDE, el Estado no debe interferir en la marcha de la empresa estatal, ni involucrarse en el día a día de su gestión. Debe separar su función en cuanto regulador del mercado, de su rol de propietario, a fin de no “distorsionar la competencia”. Tiene que permitir que los consejos de directorios de las ECE actúen con independencia; el ejercicio de sus derechos de propiedad debe estar claramente identificado. Las ECE deben aceptar auditorías externas y la inspección de los órganos de control estatal específicos. Tienen que disponer esquemas de remuneración que acerque personal de conducción capacitado. El Estado y las ECE deben reconocer los derechos de todos los accionistas, y que éstos reciban un trato igualitario. Es necesaria una política de transparencia e información plena a los accionistas. Los directores deben ser plenamente responsables por el desempeño de las ECE. Y si se admiten representaciones de los trabajadores en los directorios, las mismas deben contribuir a la buena marcha de la empresa.

Las ECE cada vez cumplen más estrechamente con estas pautas. Además, son regidas por directores que se entrenan en las mismas escuelas de negocios que entrenan al personal jerárquico de las privadas. La valorización y los balances son puestos bajo escrutinio de los inversores, que «votan» en las bolsas de valores. Estamos muy lejos del viejo estatismo vinculado a la industrialización por sustitución de importaciones. Los nuevos criterios para definir qué es una ECE, y las ambigüedades que surgen al tratar de establecer los límites entre lo privado y lo estatal, tienen que ver con este giro.

Es en este marco en el que debería analizarse a la “estatizada” YPF y sus perspectivas. Naturalmente, en lo inmediato va a haber fuertes tensiones y disputas por el precio a pagar al grupo español (en el cual también está implicada Pemex). Pero por encima de esto, el gobierno intentará renegociar con el capital internacional.  La propia burguesía argentina lo está pidiendo. El gobierno ya ha solicitado a Petrobrás que aumente su participación en el mercado del 8% actual al 15%, y se apresta a iniciar conversaciones con Exxon, Conoco Phillips y Crevron.

En conclusión, en medio de un clima de exaltación patriótica, es conveniente recordar que por debajo de estos giros subyace la explotación del trabajo. El conflicto no es entre “patria y colonia”, sino entre distintos grupos de explotadores. Lo que negociará el gobierno con Petrobrás, Chevron o Total son las porciones que corresponden a los respectivos explotadores, sean estatales o privados, nacionales o extranjeros. Es la “liberación nacional” de los tiempos que corren. La clase trabajadora y el pueblo no deberían depositar esperanzas en ninguna de estas fracciones. La crítica desde la perspectiva socialista, parece imprescindible. 

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La estatización de YPF

Written by rolandoastarita

21/04/2012 a 16:07

78 respuestas

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  1. «La crítica desde la perspectiva socialista, parece imprescindible» ¿Esa es toda su propuesta? Tenía entendido que los marxistas no se proponían interpretar el mundo, sino transformarlo.

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    GONZALO DARRIGRAND

    21/04/2012 at 19:01

    • Y vos conocés alguna manera de transformar, con éxito, algo que no se interpreta y contrasta? Por favor avisame, porque entonces sos un dios y te pediría que me muestres cómo haces algo así…
      O sino, adherís a un dogma que, como todo dogma, te dice que nada más que él mismo es necesario y suficiente para hacer todo lo que quieras hacer… pero que no es ni más ni menos que nada…
      O, lo que es lo mismo que esto último, considerás que ni siquiera vale la pena interpretar nada para transformar lo que sea, lo que no es más que ignorancia superlativa del mundo que te rodea…
      Es precisamente al revés de lo que afirmás: la manera de no transformar voluntariamente el mundo, es no interpretándolo… y la única manera de poder transformar voluntariamente -en parte, claro- el mundo, es precisamente interpretándolo y contrastando esa interpretación con el mundo mismo, mediante la práctica.
      Todo al revés del pepino hermano, todo al revés… es entendible que te moleste que alguien se ponga a interpretar las cosas y descubra que pueden estar al revés…

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      Juan Pablo

      21/04/2012 at 22:26

    • Sí, conozco una manera, se llama ‘hacer política’, pero requiere estar en el barro y no en la mera crítica interpretativa. Con toda seguridad hacer política requiere negociar, y en este proceso, por ejemplo hay que tomar decisiones como lo es la estatización de una empresa. Pero esta actividad, como cualquier otra, es siempre y a-priori para la crítica socialista una actividad errada por estar configurada en el marco del capitalismo.

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      GONZALO DARRIGRAND

      22/04/2012 at 20:13

    • Claro, hay mucha gente que ayuda al Estado y al sistema capitalista. El marxismo está en contra del Estado y del sistema capitalista, y por eso no colabora con ellos. Son puntos de vista opuestos por el vértice. Marx no escribió El Capital para aconsejar a los capitalistas cómo mejorar la explotación. Por eso llamó a su principal texto «Crítica de la Economía Política». Por eso también es una tontería criticar a los marxistas por no querer colaborar con el capitalismo, o con su Estado. Es como si yo quisiera criticar al Papa porque no es ateo.

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      rolandoastarita

      22/04/2012 at 20:29

    • Yo no critico la crítica, que me parece acertada, critico la falta de propuestas y el modo de llevarlas adelante, una propuesta política -desde el socialismo en este caso- y contra el capitalismo del siglo XXI y no para el de mediados del siglo XIX.

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      GONZALO DARRIGRAND

      22/04/2012 at 20:59

    • Si a usted le parece que mi análisis del rol de las multinacionales petroleras de los países atrasados es del siglo XIX, no tengo mucho más para explicarle. Solo me quedaría sugerirle que busque otras lecturas. En cuanto a la propuesta, en primer lugar, para hacerla hay que estar de acuerdo en el diagnóstico y la caracterización del fenómeno. Es lo que discuto en este texto, en oposición a la caracterización dominante en la izquierda. En segundo término, para decidir qué hacer tenemos que saber cuántos acuerdan en ese diagnóstico. Si una mayoría de la población estuviera de acuerdo en acabar con la propiedad privada del capital, podríamos proponer hacer algo bastante distinto que si solo lo está una minoría. A veces el ¿qué hacer? se responde con algo así como «explicar pacientemente». Ya lo he explicado en otros comentarios. En mi opinión, la actual coyuntura política exige la lucha por demandas reivindicativas (salario, empleo, defensa de libertades democráticas, etc.) y la crítica ideológica y política.

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      rolandoastarita

      22/04/2012 at 23:08

    • Gracias por sus comentarios y su tiempo.

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      GONZALO DARRIGRAND

      23/04/2012 at 00:23

    • La cuestion de estar en el barro es que desde afuera no se nota quien es el chancho; y patinas, patinas…

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      nahuel

      01/05/2012 at 00:16

  2. Excelente! Aproximadamente habia hecho un analisis parecido de la situación pero no con esta claridad y profundidad.

    Saludos.

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    Gerardo

    21/04/2012 at 19:54

  3. Es, en todo caso una médida positiva. Repsol pretendía vender sus productos, en el mercado argentino, a precios internacionales, lógico dentro de la optica de una miltinacional, pero absurdo pars un país en desarrollo como la Argentina. Bien manejada YPF, debera emprender una agresiva política de exploracion petrolera y gasifera, con el fín de alcanzar la autosuficiencia energética, e incluso, llegar a tener excedentes para la exportación. YPF debe ser la palanca para el desarrollo petroquimico de la Argentina. En el caso de Brasil, Petrobas, empresa mayoritarimente estatal, consiguió, con su política exploratoria, no sólo la autosuficiencia energetica, sino la posibilidad de que Brasil se convierta en una potencia petrolera, gracias a los enormes yacimientos encontrados en la plataforma maritima brasileña, en el Atlantico. Argentina debe hacerse dueña de sus recursos energeticos y mineros, la renacionalización de YPF es un gran paso . Aquí , por supuesto, no hablamos de socialismo; sino simplemente de desarrollo nacional.

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    abdel

    21/04/2012 at 20:19

  4. Leí a Katz, leí la declaración del FIT, pero lo tuyo me parece la única opinión marxista coherente. Destaco que me parece brillante cómo ubicas la discusión en el contexto histórico. Gracias Rolo, invito a hacer circular este artículo.

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    Omar

    21/04/2012 at 23:43

    • Compañero Omar. Yo también había leído la declaración del FIT y ahora, por su mención leí extractos de la entrevista que se le hizo a Katz para Barricada TV. Es impresionante el sesgo nacionalista y policlasista que le imprime a la cuestión. Ubicarse en el campo de la soberanía nacional. Defensa de nuestros recursos (sin comillas). Por otra parte, se evidencia el corrimiento que tuvo a partir de sus primeros análisis sobre el plan económico. Sigue con la tónica maniquea de ‘apoyar lo bueno’ y ‘criticar lo malo’ o ‘insuficiente’, como si entre lo ‘bueno’ y lo ‘malo’ no existiera conexión alguna, sino, alguna esquizofrenia. Ahora la cosa pasa por ver a que se parecen las nuevas medidas. Esta es de las buenas, como la fallida 125 o la ley de medios, pero no alcanza para garantizar la soberanía hidrocarburífera esencial para un proyecto nacional consecuente. ¿Esto es marxismo? Por su parte, la declaración del FIT no es precisa en cuanto a su apoya o no la limitada medida del gobierno, pero si tomamos las recientes notas editoriales, se evidencia que así es. Se plantea, como profundización, la alternativa de una nacionalización radical bajo control de los trabajadores. No podía ser de otra manera.

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      AP

      22/04/2012 at 21:53

  5. Compañero Rolando. Muy buena nota. Pone el dedo en una de las tantas llagas: La asociación entre estatización y defensa de los intereses populares, entendidos estos como los de las mayorías trabajadoras. Personalmente, nunca simpaticé con el estatismo burgués, al cual, la inmensa mayoría de la izquierda considera poco menos que una panacea, una especie de estadio intermedio hacia el socialismo o que prepara las condiciones estructurales para una completa estatización ejercida por una futura revolución. Forma de gestión burguesa a la que sería preciso ‘mejorar’ con el rechazo de las indemnizaciones y el control de los trabajadores. Las estatizaciones ejercidas por burguesía pueden asumir un rol progresista bajo precisas circunstancias, como son las de la defensa en una guerra, o cuando contribuyan al desarrollo o industrialización de un país, con lo cual se desarrolla también el sujeto social de una ulterior revolución obrera. Como usted bien lo ha señalado, no creo que este sea el caso de la actual expropiación del 51% del paquete accionario de YPF. Esta controvertida medida se inserta en un plan económico de crecimiento con escaso o nulo desarrollo, etapa obligada de transición hacia el restablecimiento pleno del servicio hacia los centros financieros internacionales, asentado en una división internacional del trabajo que perpetúa la dependencia y no altera substancialmente el esquema tradicional de exportación de productos del suelo y el subsuelo, frente al cual, la mayor jactancia del modelo K es haber ‘detenido’ la primarización. La situación de ‘vaciamiento’ a la que alude, terminó chocando con sus propios límites. El forzamiento está comenzando a resultar caro de mantener para un estado que habilitó y compartió el festín hasta donde fue posible y que teme que una crisis energética inminente ponga abrupto final al crecimiento que hasta ahora ostenta la economía. Me resultaron sorprendentes los datos acerca de la inserción de empresas semiestatizadas en la competencia mundial y como se sujetan cada vez más a la lógica del lucro y la rentabilidad. Más que la incursión de un estado regulador-benefactor o preocupado por una genuina industrialización, parecen más bien el reflejo de la extensión a un arco más amplio de fracciones capitalistas, nacionales e internacionales, de los superbeneficios convertidos en renta, y también, una plataforma transitoria para una ulterior privatización en manos de holdings y grupos de amigos que dejen una jugosa tajada para el clan en el gobierno. Dado que no existe garantía, bajo estos supuestos, que la medida contenga alguna progresividad, ni encierre una decisión estratégica que morigere las condiciones de dependencia, no creo que se la pueda apoyar, ni siquiera críticamente, como una reforma que encierre algún beneficio inmediato o potencial, para la situación de los trabajadores. Es una medida coyuntural para enfrentar el quiebre del autoabastecimiento y cumplir con el pago puntual de los vencimientos externos, redireccionando una mayor cuota de la renta petrolera que se estaba fugando aceleradamente. En el campo del trotskismo, como era de esperar, proliferan los planteos alternativos de la nacionalización sin indemnización y bajo control de los trabajadores, pero, aún en ausencia de estos requisitos de imposible aplicación bajo la presente relación de fuerzas, o más bien, bajo un gobierno de netas características capitalistas, la medida ‘antimperialista’ parece investida de alguna progresividad intrínseca, cuya profundización se debería estimular. El proceso de parcial estatización no refleja una lucha manifiesta del pueblo trabajador en este sentido, tan solo la decepción frente al proceso de privatizaciones. Resulta interesante recordar que el propio PT , cuyos fundamentos y método hemos estado analizando en el último período, no solo rechaza la indemnización, sino que llama a los trabajadores a confiar solo en sus propias fuerzas. En el caso de medidas radicales como la expropiación de la banca, sostiene que solo dará resultados progresivos si es dispuesta por el poder obrero y campesino. Creo que dada la importancia vital de un recurso como el petróleo, este criterio, con más razón en la etapa actual, se hace doblemente extensivo.
    Gracias.

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    AP

    22/04/2012 at 01:45

  6. Todos sabemos que este no es un gobierno socialista. ¿no? Por eso no tiene sentido discutir en torno a esto. La cuestión para mi es sencilla. La Intervención De Vido-Kiciloff y la expropiación que se votará en el congreso (donde solo se oponen PRO, algunos sectores del PJ Duhalde y la izquierda sin ninguna representación parlamentaria) modifica las condiciones de fuga de capitales y la planificación de la producción en ese sector en un sentido positivo. No está claro que pasará ahora pero si está claro lo que estaba haciendo Repsol (eso se admite incluso en esta nota y en los comentarios). Esta modificación en principio no podría ser sino positiva para el desarrollo capitalista nacional. Si eso es bueno o no para los trabajadores es una larga discución con muchas aristas. Pero para empezar la discución podriamos preguntarle a los trabajadores españoles si les da lo mismo las medidas ruinosas que toman Zapatero-Rajoy o si preferirían medidas K (quita de deuda, nacionalización AFJP, YPF, jubilaciones moviles, intervención (mas o menos torpe) para evitar corrida al dolar, etc).

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    Santiago

    22/04/2012 at 15:57

    • La fuga de capitales fue realizada por buena parte de la clase dominante en Argentina. En los últimos años salieron del país alrededor de 70.000 millones de dólares. Lo traté en varias notas (por ejemplo, aquí).
      El problema central sobre esto es que la inversión se mantuvo débil. Todo esto lo expliqué en otras notas, en polémica con economistas K, y en críticas a este «modelo productivo».
      Acerca de cómo incide la estatización de YPF en las condiciones para que la clase obrera defienda su salario y condiciones de vida, hay un aspecto que no traté, debido a la extensión de la nota. Pienso que la exaltación nacionalista es muy perjudicial. Se llama a la unidad nacional, a deponer diferencias, al «poner el hombro» (por ejemplo, para sacar a YPF adelante). La denuncia de la explotación capitalista me parece central. Lógicamente, éste es el punto de diferencia central que he tenido con los partidarios del PC, y con todos los que defienden la colaboración de clases. Traté esta cuestión en las raíces históricas de la posición pro K de la militancia del PC (ver aquí).
      Acerca de las medidas capitalistas para salir de la crisis, tu comparación (que es la que repiten todos kirchneristas) de las medidas que se toman en España, y las que toma el gobierno K en Argentina, no tiene sentido. Tiene sentido comparar la crisis argentina de 2000-2002 con la actual crisis española. La salida de la crisis en Argentina se intentó primero por medios deflacionarios, hasta el estallido de la Convertibilidad y luego con la devaluación. Al pasar, en otra nota he recordado cómo los Kirchner apoyaron medidas de austeridad terribles, incluso bajo el gobierno de la Alianza, para salir de la crisis (aquí). Es la lógica del capital, a pleno. En cualquier caso, la caída del salario en términos de dólares y en términos reales fue mayor que la que ocurrió en España en estos últimos años. Los índices de pobreza llegaron casi al 60% (siendo todavía en 1999 menores al 20%). Este fue el «ajuste» que operó el capitalismo argentino. Esto sucedió bajo el gobierno de Duhalde, que los Kirchner apoyaban por entonces, a pleno. De nuevo, es la lógica del capital, a pleno.
      A esto se lo quiere presentar hoy como «salida progresiva de la crisis». La diferencia con España entonces no es que en Argentina se aplicaron salidas de la crisis «progresistas», sino en el hecho que España debería salir del euro para aplicar la receta que se utilizó aquí.

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      rolandoastarita

      22/04/2012 at 19:25

    • Compañero Santiago. Me parece que nadie osó afirmar, o siquiera sugerir, que este sea un gobierno socialista y lo que es más, por no referenciarse siquiera remotamente con el socialismo, sino, rechazarlo explícitamente, ni siquiera es de izquierda moderada. Por otra parte, es falso que la izquierda sin representación parlamentaria se opone a la medida. Solo la critica por insuficiente y pide más (nacionalización 100%), incluso que el estado capitalista conceda ser controlado por los trabajadores. Se ubica en el campo de la decisión soberana de Argentina en los términos de la oposición, capitalismo semicolonial vs pulpos imperialistas. Concuerdo en que no está claro que pasará ahora. Pero lo más probable, una vez manoteada la caja para socorrer la necesidad inmediata, es una ulterior reprivatización de parte del paquete de la S.A. ahora mixta. Su comparación desenfocada con España sugiere que Argentina está en crisis, aunque según las usinas ideológicas del gobierno, la crisis es cosa de un remoto pasado pre K. Según su parecer, no está claro si la medida es buena o mala para los trabajadores, pese a lo cual usted se pronuncia favorablemente por que es buena para el país. Pero el país esta dividido en clases sociales y el pueblo es una ‘fictio iuris’ detrás de la cual se escudan los intereses de la burguesía. Por ello, lo bueno para el país no es necesariamente bueno para las masas trabajadoras que constituyen la abrumadora mayoría del pueblo. En consecuencia, si se quiere adoptar el punto de vista del interés trabajador, es imprescindible preguntarse en que los favorecería, en lo inmediato y en el futuro y también si un apoyo condicionado por la necesidad de garantizar el abastecimiento interno o impedir la suba de la nafta, con el consiguiente impacto inflacionario, no sería pagado con creces por la amalgama con los intereses de los explotadores. La medida adoptada no es garantía de ningún ‘desarrollo’ , sino, a lo sumo, un parche coyuntural que no altera lo substancial del modelo, ni le imprime un envión ‘desarrollista’ y mucho menos favorable a los trabajadores. Es la expresión de una puja entre fracciones de la burguesía por la apropiación de la renta petrolera, en la cual, el gobierno no representa una burguesía nacional desarrollista que no existe. Tampoco responde a preservar el poder adquisitivo de los salarios o los empleos. Tanto menos a enfrentar a los pulpos internacionales. Es un manotazo de ahogado, revestido infecciosa propaganda nacionalista.
      Gracias.

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      AP

      22/04/2012 at 23:09

  7. un pregunta rolando , en que modifica o que cambios tendria a partir de ahora la relacion entre los trabajadores pertroleros y el Estado?.
    saludos.

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    rodrigo

    22/04/2012 at 16:09

  8. otra mas,
    como va afectar en el precio del gas y la nafta?. saludos

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    rodrigo

    22/04/2012 at 16:18

  9. Rolando, te pregunto de que le dirias a Kicillof, si te lo cruzas

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    Leandro

    22/04/2012 at 21:37

    • No se me ocurre nada para decirle. Me sucede más o menos lo mismo con todos los que en algún tiempo de su juventud se ubicaron en el marxismo, y luego pasaron a defender el sistema capitalista desde altas posiciones del Estado.

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      rolandoastarita

      23/04/2012 at 08:50

  10. Hola Rolando
    dos comentarios muy simples el primero fue la venta de YPF a Repsol diferente a todas las privatizaciones de América del Sur, ya que en el resto de los países su mas grande empresa petrolera no se privatizo totalmente.
    Lo segundo el yacimiento de Vaca muerta tiene reservas equivalentes a 3 años de producción actual, Argentina llego al pico de producción petrolera en 1998, aun con el shale oil y otro tipo de petroleo no hay forma de que se vuelva a no importar netamente petroleo. El problema energético material de falta de petroleo geológico va mas allá de la Estructura ( relaciones de producción).

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    Alicia

    23/04/2012 at 00:25

    • Gracias por la brillante exposición del tema a Rolando. Me gustaría pedirle que con su gran capacidad analítica en otro momento escribiera sobre la relación o paso del consenso de pensadores en la izquierda (como conseguirlo?) para la movilización popular anti-sistémica, si pasa primero por (des)alienar las masas (y como sería), riesgos de no conseguir empuje. Por supuesto, si es de su interés.

      Y una pregunta para Alicia, pues me interesa el tema de petróleo y pico de producción: acaso en nueva exploración marítima crees que podría haber un reflote en la producción de Argentina? Cerca de las Malvinas quizás?

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      Rodrigo E. S. Borges

      02/05/2012 at 04:52

  11. En parte estoy de acuerdo con usted.
    Algunas Consideraciones:
    En este caso no hubo capitalización. Hubo algo muy parecido a un Fraude.
    Lo primero que hicieron fue sembrar el pánico con rumores para bajarle el valor a la empresa.
    Después de varias idas y vueltas, y de escuchar amenazas desde Europa, el Gobierno casi que decide dar marcha atrás.
    Aparentemente, en la reunion de Cristina con Obama, se filtró el dato de que los chinos querían comprar la parte de Repsol en YPF (negociaciones avanzadas) y le dieron el visto bueno a la Presidenta para que actúe.
    Ahora, van a intentar bajarle aún más, el valor de la acción de YPF para comprarla a precio de remate. Ergo: no solo no la capitalizaron, si no que en el futuro van a achicar la empresa, lo que naturalmente representa menores chances de invertir lo necesario para recuperar la soberanía energética.
    O sea: expropiaron la empresa con el pretexto de «aumentar la inversión» pero lo último que van a hacer es invertir más.

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    Nicolas

    23/04/2012 at 12:52

  12. «El marxismo está en contra del Estado y del sistema capitalista, y por eso no colabora con ellos.» Mientras la revolución no venga, leeremos blogs, puesto que cualquiera sea la puja interburguesa el resultado final no infiere en la vida de los trabajadores. He, dicho.

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    JulioB

    23/04/2012 at 17:01

    • Estimado JulioB
      Decía Lenín en su libro La revolución proletaria y el renegado Kautsky: «Es un axioma elemental del marxismo que la táctica del proletariado socialista no puede ser la misma cuando se encuentra ante una situación revolucionaria que cuando ésta no existe.» En este momento en Argentina no existe una situación revolucionaria. Los revolucionarios están en absoluta minoría. En períodos no revolucionarios es cuando más hay que «explicar pacientemente». La lucha se da en tres planos: lucha económica, lucha política, lucha teórica. Lenin lo explica muy bien en su libro ¿Qué hacer?. Cada militante está en la trinchera que más le guste o en la que se sienta más capacitado. Si Usted considera que la lucha teórica que está dando Rolando en su blog, es una lucha inútil, de charla de café, es una opinión personal suya. Para mi la lucha teórica del blog de Rolando es extremadamente importante. Llevamos décadas de confusión teórica y política en el grueso de la izquierda en todos los países del mundo. Se ha perdido la importancia de la lucha teórica en las organizaciones. Se perdió esta tradición en la noche negra del estalinismo. El espontaneismo y el voluntarismo es lo que prevalece. ¿Quiere seguir Usted militando abnegadamente, en la lucha «cotidiana y gris»? Adelante, pues. No lea más blogs que «no infieren en la vida de los trabajadores».
      Saludos cordiales

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      La duda metódica

      23/04/2012 at 18:46

    • Ah, vaya, entonces pues como lo dijo Lenin debo retractarme y entender que como los marxistas AMAMOS a Lenin usted tiene razón. Ad verecundiam…

      Suponiendo que adscribo al pasaje Leninista, también debo preentregarle la definición de lo que es revolucionario, y lo que no. Suponiendo claro que estemos ante alguien que retrasa la transición Trotskista, escenario en donde lo felicito y seguimos al párrafo siguiente.

      Una vez mas, suponiendo que creo existen tres planos de lucha revolucionaria, que los tres son equivalentes, es decir que todos tienen el mismo peso en el cálculo final debo, YO, creer que los cuarenta o cincuenta mil pequebus trasnochados que leemos blogs de economía o mejor dicho debatimos en ellos contribuimos en la lucha revolucionaria del plano intelectual. En serio.

      Ahora me aflige la nostalgia, en realidad me deslumbra como es utilizada. Esta vez entendemos que hay un postulado en el cual la izquierda fracaso por haber perdido, además de ser «mundial» y haberlo hecho en todos lados por la misma razón OBVIAMENTE, la batalla por haber desestimado la lucha teórica en las organizaciones.

      El cierre poético es digno, de usted, esta mas que claro.

      Dejo las dudas planteadas.

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      JulioB

      24/04/2012 at 00:50

    • Julio, que vos solo leas blogs no implica nada con respecto al resto de la humanidad.
      Igualmente, me gustaría que realmente dejases planteadas tus dudas, porque en los dos mensajes no dijiste nada. De otra forma solo parece que sos un troll bastante sutil.

      Saludos.

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      Gerardo Daniel

      24/04/2012 at 08:13

    • ¿Quizás el fracaso de la izquierda se deba no apenas a fallo teórico sino político y económico? ¿O en la división de trabajo tajante de las tareas de lucha política, teórica, económica?

      Mi duda es… hay una propuesta privado – estatal capitalista – control obrero/transición

      La propuesta política subyaciente en el análisis de Astarita con el que estoy en pleno acuerdo es:

      Privado – denúncia anti-capitalista sin apoyar estatización capitalista – transición?

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      Rodrigo E. S. Borges

      02/05/2012 at 05:03

  13. El problema teórico que veo, Rolando, es que, por norma general, el capitalismo funciona a predominio de Estados no nacionales (no soberanos realmente). Son muy pocos los casos históricos en que ocurre otra cosa que eso normal. Y esto no podía ser de otra manera si reparamos en el hecho de que el «capitalismo», sea como sea que lo definamos, nunca operó (más que en apariencia) desde una nacionalidad en particular, siempre constituyó un sistema global que se manifestaba en sus diferentes partes, pero nunca éstas, por amalgama o suma, conformaron al capitalismo.

    Pero, a mi entender, la historia ilustra que, durante esos pocos casos en que funciona el Estado a modo Nacional (soberano), los efectos que se producen son bastante distintos en comparación con el modo normal de Estado (es decir, dependiente e insertado en la globalización). Y eso ocurre sin necesidad de colectivizar los medios de producción, aunque sí estatizando relativamente resortes fundamentales de la economía: sea el BCRA, sea parte del comercio exterior, por ej. El excedente se distribuye de otra manera más favorable a la burguesía pequeña y mediana y al proletariado, entre otros varios efectos.

    También notamos que, durante esos intervalos, la movilización de masas y adhesión a los gobiernos que les toca intervenir nacionalizando sectores de la economía, es muy importante.

    A mi humilde entender, pienso que llegó la hora de que el marxismo dé cuenta teóricamente del hecho de que los llamados Estados Nacionales (realmente, no formalmente) promueven el desarrollo de las fuerzas productivas de una manera que se diferencia de lo que lo hace el capitalismo «normal». Si bien desde el punto de vista marxista ello no implica cambio alguno en la naturaleza del modo de producción (porque no hay cambios en la propiedad privada en general), el cambio (en particular) hacia el control del Estado sobre resortes fundamentales de la economía (sistema financiero, comercio exterior, por ej.), produce efectos que desde el capitalismo «normal» son vistos como perniciosos, pero progresivos desde la perspectiva de ciertas fracciones de la burguesía y la clase obrera o los asalariados en general.

    Soy conciente de que esta perspectiva teórica es distinta a la tuya, Rolando, pero el objeto de mi comentario no es propagandizar mi posición particular ni iniciar ninguna polémica sobre el tema sino que se avance en la congruencia lógica, empírica y univocidad de las propuestas que existen sobre la cuestión que planteás en este post.

    Saludos.

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    oti

    23/04/2012 at 17:50

  14. Comparto plenamente el criterio de que el conflicto fundamental desde la perspectiva de los trabajadores explotados es el conflicto de clases (burguesía/proletariado) y no el conflicto entre las distintas fracciones burguesas, ni mucho menos el «conflicto estado nacional/imperialismo».

    Dicho esto, considero que el conflicto entre las fracciones burguesas es plenamente real y que la forma en que se dirima ese conflicto tendrá consecuencias también para el proletariado; lo cual no significa que el proletariado esté obligado a tomar partido por ninguna fracción burguesa.

    En el caso particular bajo análisis -YPF- creo que para el proletariado argentino las consecuencias del enfrentamiento en curso y la forma en que pareciera que va a dirimirse, son mejores que las que se derivarían del caso que las cosas siguieran como estaban. Es decir, si bien con recaudos, yo creo que la medida tomada por el gobierno de CFK da pie a posibilidades de un mayor desarrollo en la producción que en el caso de que YPF continuara bajo el mando de Repsol.

    Esta posición no implica embellecer al gobierno de CFK, ni desconocer la posibilidad de negociados que se le abren a los personeros del gobierno y a sus burgueses amigos. Pero la sola razón de que CFK y su fracción deben someterse a elecciones generales cada dos, tres y cuatro años, cosa que Repsol por supuesto no hace ni está obligado a hacer, es ya un motivo para poder esperar algo más de «YPK» que de YPF-Repsol.

    Todo lo anterior vale si -como es de esperarse- «YPK» se asocia con los capitales extranjeros que le permitan explorar e incrementar la producción. La medida sería un fracaso completo en caso de que se tratara de una medida de corte exclusivamente «nacionalista». Insisto en que para mí la perspectiva más probable es la primera, al de una asociación con capitales extranjeros y el co-manejo del negocio y su renta.

    Respecto de la idea de que tanto en Argentina como en el resto del planeta ya se habría sobrepasado el pico de producción y que eso implicara la imposibilidad absoluta de financiar nuevas exploraciones y métodos de extracción de petróleo de zonas en las que hoy por hoy es costoso hacerlo, me parece que es una idea catastrofista que no se condice con la realidad. La ingerencia del tema petrólero en la política mundial de los últimos años estaría demostrando que la matriz energética basada en el petroleo goza todavía de muy buena salud. Las reservas conocidas son abundantes y las esperables lo son aun más, aunque el costo de extracción, hoy por hoy, es mayor debido a que las dificultades de extracción son mayores. Pero como ha sucedido en tantos otros casos el abaratamiento de los costos vendrá de la mano de la necesidad primero y del desarrollo después.

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    Eduardo

    23/04/2012 at 18:37

    • Eduardo

      No se cuales son tus conocimientos sobre geología, por lo que leo nulos.
      Argentina paso el pico de producción de petróleo, El mundo NO aun.
      Eso no implica la posibilidad de financiar nuevas exploraciones o métodos, de hecho se lo hace mas que nunca. Repito no es un problema de costos o tecnologías. Por lo tanto no tiene nada de catastrofista. El petróleo es la principal fuente de energía como vos decís, Eso tampoco implica que no pueda caer la producción absoluta a nivel mundial en un futuro próximo ( menos de una década). Las reservas de energía son abundantes pero no suficientes con respecto al consumo, y las esperables ( una categoría que no existe en geología del petróleo) NO lo son aun mas. Por supuesto los costos son mayores pero las reservas NO (repito con mucho énfasis). ¿Como es eso que la caída de los precios es consecuencia de la necesidad?
      Por ultimo solo para mostrar que si coincide con la realidad, Estados Unidos de América uno de los mayores productores de petróleo en la historia y que mas invirtió, llego al pico de producción en 1970, desde hace 40 años cae su producción e importa el 70 % de su petróleo.

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      Alicia

      24/04/2012 at 00:46

    • Alicia, antes de todo te pido un poco de camaradería, no entiendo cuál es la necesidad de arrancar descalificándome de ese modo. Por cierto, no soy un experto, ni pretendí presentarme como tal.

      En tu primera observación decís que, «Argentina paso el pico de producción de petróleo, El mundo NO aun», y al final decís que «Estados Unidos de América uno de los mayores productores de petróleo en la historia y que mas invirtió, llego al pico de producción en 1970, desde hace 40 años cae su producción». Esto último que decís sobre EEUU es algo que yo sabía y de dónde deduje o extrapolé que «en el resto del planeta ya se habría sobrepasado el pico de producción»; de paso, fijate que puse habría, es decir que no lo afirmé sino que me estaba refiriendo a lo expuesto por otros. Pero entonces, ¿se sobrepasó o no se sobrepasó? Luego decís que «eso no implica la posibilidad de financiar nuevas exploraciones o métodos». ¿»Eso» qué? ¿Que no se haya sobrepasado el pico? La verdad es que no entiendo lo que querés decir. Y enseguida afirmás: «de hecho se lo hace mas que nunca». De nuevo: ¿qué es «lo que se hace más que nunca»?, ¿explorar?, ¿desarrollar nuevos métodos? Por lo que tengo sabido (tal vez esté equivocado) la exploración es menor que hace una o dos décadas, y el desarrollo de nuevos métodos es todavía incipiente y estimo que se volcarán más recursos a él cuando las reservas sean menores de las que existen hoy día, declinación que ocurrirá no solo por el simple uso sino por la mengua en la exploración y por lo costoso de extraer el petróleo de capas más enterradas o en las que el petróleo se halla «mezclado» con otros elementos.

      No sabía que no existía la categoría «esperables». No se como se los denomina en geología pero a lo que me refiero es a los yacimientos aún no descubiertos. Entiendo que deben haber yacimientos aún no descubiertos y que la palabra «esperables» no es inapropiada. Pero bueno, tal vez esté equivocado también en esto.

      Me quedó también la duda de qué quisiste decir con que, «Por lo tanto no tiene nada de catastrofista». A lo que yo me refería es a lo siguiente: partiendo de las premisas de que, 1. el pico de la producción ya se habría superado hace tiempo, 2 que las reservas serían exiguas (aunque tal vez no tanto como se sostiene), sumado a 3. lo costoso que resulta hoy por hoy la extracción del petróleo de zonas en las que no es fácil la extracción, hay quienes ven una situación insuperable de acá a … 30, 40 o 50 años. Yo no estoy para nada de acuerdo con esa visión. Y acá entra el tema de la necesidad haciendo caer los precios: cuando realmente llegue el momento de tener que sacar sí o sí el petróleo de los lugares que hoy resulta muy costosa la extracción, el costo se va a reducir debido al desarrollo tecnológico aplicado a la solución del problema. La necesidad llevará a ese desarrollo y ese desarrollo al abaratamiento.

      Saludos.

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      Eduardo

      24/04/2012 at 23:15

    • Eduardo
      cero no era mi intención insultar, pido disculpas si así fue y no pude responder abajo de tu ultimo comentario.
      primero: no se sobrepaso el pico de producción mundial.
      segundo: si el de muchos países entre ellos Argentina, Estado Unidos de América Reino Unido etc.
      tercero: se invierte plata en investigación y desarrollo mas que nunca si en explorar y en desarrollar nuevos métodos para buscar mas petroleo.
      cuarto: la producción cae a consecuencia de que existe otro pico que es el pico de descubrimientos, en la década de 1960 se llego al pico de descubrimientos .
      quinto: repito por enésima vez no es un problema de nuevas tecnologías ni de economía es un problema real de reservas de materia.
      sexto: ademas de que ya no hay reservas como antes y se consume mas que nunca el petroleo que se encuentra es menos mas costoso mas difícil de sacar tiene menor TRE ( tasa de retorno energético) y es pesado.
      séptimo: si hay reservas o recursos no conocidos pero por la curva de de descubrimientos no hay suficientes para cambiar cualitativamente la curva de producción mundial.
      ej: en la década de 1960 se descubrieron 475 en los 2000 100 igual que en 1930.
      octavo: en menos de una década o sea antes de 2020 pasaremos el pico de producción, eso no implica que venga una catástrofe .
      noveno: porque las tecnologías nuevas van a ser mas baratas , que tiene que ver que sea necesario. solo una pregunta Eduardo sos marxista o pensas que los precios vienen de la necesidad?.

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      Alicia

      25/04/2012 at 11:41

    • Compañero Eduardo. A provecho esta entrada para marcar que en la polémica con Alicia, pese a las diferencias (y me sumo a su pedido de mayor camaradería por parte de Alicia, que suele utilizar algunas formas que pueden resultar un poco irritantes, – Ej: ‘Tus conocimientos de geología son nulos’ o peor ‘¿Sos marxista o no?’ ) pese a ello, decía, parecen coincidir en que el problema se soluciona con mayor inversión para lograr tecnologías abaratadoras. El punto es que, la inversión, no me parece un factor todopoderoso en el caso de bienes escasos o perimibles. Tal vez, la cosa apunte más por el lado de las energías alternativas, pero ello también está sujeto a costos tecnológicos que habría que ver si el sistema, o por lo menos las economías más desarrolladas, están en condiciones de enfrentar en razón de la rentabilidad que las guía. Los EEUU sufren desde hace mucho una caída en la producción interna que contrasta con el aumento en el consumo, al punto que hoy, si mal no recuerdo, se ve forzado a importar el 70%. En promedio, un estadounidense consume 18 veces más petróleo que un chino. Por lo menos, en el corto y mediano plazo, no parece estar muy dispuesto a encarar la reconversión tecnológica, sino, más bien a seguir interviniendo con el propósito de controlar el flujo y direccionalidad del oro negro. En Iráq, por ejemplo, tenemos las reservas más duraderas (115 años) y el costo de extracción más bajo (0,75 dólares por barril) lo que explica en alguna medida la intervención. África y Meso y Sudamérica, también tienen grandes reservas, lo que explica la inclinación a intervenir, en el primer caso por medios comerciales y potencialmente militares (Creación del Africom). Coincido con Alicia en que en 10 o 20 años habrá una crisis energética profunda (tendencialmente hablando) en un contexto en que la producción baja a un ritmo del 5% anual contra una demanda que se acrecienta al compás del desarrollo económico. Pero el punto es que no hay garantías de la factibilidad de la inversión necesaria para aumentar la oferta, con más razón en un marco económico mundial que augura una debilidad de este factor clave en el mediano plazo. En el caso de Argentina, hay estudios que demuestran que en caso del petróleo (no así en el gas) la cosa no da para más y una empresa semiestatizada no logrará una performance mejor que una administración privada. Lo que más bien parece es que el estado está interesado en virar hacia nuevos socios, por fuera de solucionar de modo inmediato el problema de disponer de mayor cash para tapar baches internos y externos. Cuanto pueda haber de favorable al desarrollo, está por verse, en mi opinión, muy poco. Cuanto pueda haber de favorable a la condición inmediata de los trabajadores también. Por fuera de garantizar el abastecimiento de corto plazo o frenar la suba de los precios internos, más allá del parche momentáneo, la cosa parece ir inevitablemente hacia ese lado, como parte del ajuste inflacionario sobre los salarios. Con ello, concluyo que atenuar la denuncia sistémica por un transitorio alivio, sería como vender la primogenitura por un plato de lentejas. Coincido con Rolando en que, si bien no salimos con los tapones de punta contra la medida (que en el fondo no nos atañe demasiado, puesto que, a la larga seremos la variable de ajuste) lo más importante es denunciar la puja interburguesa y el problema de fondo de la explotación de los trabajadores. No veo lo significativo de este ‘progresismo’ de baja intensidad o más bien de carnaval nacionalista.
      Agradezco la atención aunque no soy geólogo, pero sí marxista. Espero que Alicia no se ofenda por un toque de ácido humor.

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      AP

      25/04/2012 at 15:12

    • AP no me ofendo
      no soy marxista
      el problema ( no hay reservas suficientes para volver a producir mas, el pico ya se supero en argentina y en el mundo antes de 2020) no se soluciona con mas inversión que abarate las tecnologías y con eso volvamos a producir mas que el pico. por lo tanto no coincidimos
      Por supuesto la tecnología no es todopoderoso, no hay tecnología para crear reservas suficientes.
      Las energías alternativas no son solución ( es larguísimo el tema pero ellas no producen combustibles líquidos para el transporte etc) repito no depende de la inversión ni que bajen bajen de precio. EUA si esta dispuesto a la reconversión tecnológica el problema es hacia donde ¿ energías alternativas?
      Las intervenciones de EUA no son con el propósito de controlar flujos y dirreccionalidad ( ¿qué es eso?) del oro negro. No explica ni en alguna medida la intervención en Iraq.
      Las mayores reservas del mundo están en Medio oriente ( Arabia Saudita , Irán , Iraq, Kuwait y EAU) no en otros lugares.
      No dije que en 10 o 20 años venga una crisis energética profunda.
      No hay forma de aumentar la oferta si no hay reservas para seguir al consumo.
      En argentina ya paso el pico de petroleo y en gas estamos aun peor quedan reservas para menos de 10 años y el shale gas de vaca muerta no sirve para mas de 6 años.

      Repito y repito el Pico de producción nacional y mundial de petroleo no depende de nuevas tecnologías , ni de inversiones ni de relaciones de producción es un hecho geológico de falta de reservas
      No me ofendo porque no discuto a las personas solo los argumentos, pero si en un pensamiento se lee que no hay conocimientos de geología, debo decirlo.

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      Alicia

      25/04/2012 at 16:07

  15. Desde el otro lado del charco. Cuando la expropiación en parte me alegré y pensé: ¡Que se joda REPSOL! La misma burguesía que dirige los bancos que nos desalojan, cuyo gobierno nos recorta, que contribuyeron a la burbuja inmobiliaria y son fieles lacayos de la UE. Pero, tiene razón el compañero Astarita, el viejo discurso «anti-imperialista» de la izquierda está superado y más cuando un gobierno populista estilo K. intenta utilizar el mensaje de «YPF vuelva a ser Argentina»…el mismo nacionalismo.

    Hemos soportado en España bastante campaña nacionalista del estilo «K. nos roba YPF» y comida de coco chovinista… y luego la misma UE que apoya los recortes sociales …. nos «apoya». Que «maravilla de socios» europeos. Pero que la izquierda en Argentina se crea el discurso populista….. así como en España Izquierda Unida y Amaiur (ex-Batasuna).

    Basta ya de que nos intenten dividir a los trabajadores.

    Un saludo internacionalista para el compañero Astarita.

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    Alberto Ezquerra

    24/04/2012 at 08:01

    • Sería de desear que en todos lados la izquierda tuviera su actitud: «el enemigo principal está en casa». Aquí el discurso nacionalista «de izquierda» está muy enraizado. Algunos ejemplos: hace algunos años, cuando hubo un conflicto laboral en Aerolíneas Argentinas, dirigida por el grupo Marsans, por lo menos dos partidos de izquierda (uno de ascendencia trotskista, el otro pro-Stalin) lanzaron la consigna «fuera los gallegos». Una consigna que casi está en la xenofobia. Otro ejemplo: también hace algunos años atrás una dirigente de un partido trotskista explicaba por TV que «los trabajadores españoles tienen altos salarios porque las empresas españolas súperexplotan a los trabajadores argentinos». La teoría de la explotación de Marx transmutada en «explotación de países por países». Y así podría seguir. Es interesante ver también cómo el discurso nacionalista en Europa terminó llevando agua al molino de la ultra-derecha.
      Mi idea es que hay que volver a lo básico del marxismo, que ya estaba en el Manifiesto Comunista. Cuando Marx y Engels explican qué distingue a los comunistas del resto de las tendencias que militaban en el movimiento obrero, señalan dos factores: a) que muestran siempre la perspectiva más general (la explotación, etc.), b) que son internacionalistas. Este enfoque hoy muchos lo consideran «desactualizado». Yo pienso que, dada la internacionalización de las fuerzas productivas (la mundialización del capital) está más vigente que nunca.

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      rolandoastarita

      24/04/2012 at 08:42

  16. También aquí hay un partido maoista «Unificación Comunista de España» que habla de «independizar» España del imperialismo Alemán. Lo cierto, es que a países Europeos de segunda fila como España no les quedaba otra opción que entrar en la CEE-UE o competir con ella; en la cual en última instancia saldrían perdiendo España, Grecia. Cierto que la gestión concreta que se ha hecho de fondos europeos y similares haya sido nefasta y mucho dinero haya quedado en manos de burocratas y burocratillas autonómicos y municipales. Es decir que la burguesía española ha sido aún más imcompetente de lo que esperaba quizá de ella la UE.

    Por otra parte la LIT-Cuarta Internacional hablaba de rescatar a Grecia del colonialismo (no recuerdo si decía Europeo o Alemán). También UCE considera a España una colonia de la UE. Puestos a redefinir colonias y colonialismo acabamos en el absurdo. ¿Como puede un país supuestamente anti-imperialista hace unas décadas, como China, optar al puesto de primera potencia mundial?. No se podía preveer con antelación, pero una ciencia socialista debería comenzar por aceptar la realidad objetiva y revisar las teorías, que intentar encajar la realidad en ellas.

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    Alberto Ezquerra

    24/04/2012 at 09:21

  17. Gran parte de esas empresas transnacionales que se presentan como estatales en realidad son privadas, Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, etc, son terribles dictaduras, donde el petróleo está en manos de un pequeño grupo de poder.

    La gran crítica que se puede presentar a este artículo es que la toma de los trabajadores de YPF y la apropiación de la acumulación por estos, podría perfectamente continuar una lógica de rapiña ( con unos recursos que son de interés nacional), de abuso hacia los otros agentes económicos y de daño ecológico. Y esto sin tener en cuenta los problemas organizativos, de planificación y jerárquicos en la extracción y producción del crudo.

    Porque si la producción petrolera debe tener una orientación hacia unos intereses públicos y colectivos, no cabe más que deducir que esa producción debe ser regulada y controlada por un organismo supraempresarial. Es decir la desaparición del Estado me resulta una ficción, un idealismo ( no sustentado en la realidad) compartido tanto por neoliberales como por anarquistas o marxistas como el Profesor Astarita.

    Un saludo.

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    Carlos

    24/04/2012 at 10:02

    • Claro, si hay una democracia (burguesa) el Estado (capitalista) es «de todos». Sólo es de «un puñado de ricos» cuando su forma es dictatorial. Semejante tesis solo se puede defender ignorando el contenido social del Estado.

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      rolandoastarita

      24/04/2012 at 11:10

    • Pienso, Profesor Astarita, que hay mucha diferencia en cuanto a permeabilidad y apropiación de las instituciones ecómicas y políticas entre una democracia burguesa como la Argentina y las monarquías árabes petroleras. Aún así ya he señalado en otros comentarios la inevitable deriva de las democracias burguesas por sus defectos ontológicos, su esencia relativista y posmoderna.

      Le dejo una extraordinaria crítica que leí hace tiempo al neoliberalismo, pero que es aprovechable para cualquier propuesta que pretenda una desaparición del Estado:

      El neoliberalismo,
      o la caverna económica de Milton Friedman
      Carlos Pérez Jara

      http://www.nodulo.org/ec/2005/n045p21.htm

      Entonces pienso, y deduzco también de su respuesta, que la cuestión no es Estado sí o Estado no, sino Estado ¿ Para quién? si es posible un Estado socialista, con un marco normativo y democratizador tal que no sea posible la burocratización y la apropiación de las instituciones por una casta autoeregida.

      Un saludo.

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      Carlos

      24/04/2012 at 12:15

    • Lo que plantea el artículo es que las empresas estatales no pertenecen «al pueblo», sino al Estado capitalista, cualquiera sea la forma política de éste.
      Otra discusión es si los regímenes democráticos por lo general dan lugar a distribuciones menos desiguales del ingreso. Esta cuestión la he tratado brevemente cuando comenté el movimiento de los indignados y democracia (aquí).

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      rolandoastarita

      24/04/2012 at 14:54

    • Algunos artículos escritos desde España sobre el asunto YPF:

      Alberto Garzón es un economista marxista y diputado por Izquierda Unida.

      http://www.agarzon.net/?p=1804

      http://www.agarzon.net/?p=1794

      http://www.agarzon.net/?p=1796

      Paco Gómez Nadal, activista y experto en América Latina:

      http://otramerica.com/temas/repsolypf-lo-que-mal-empieza-sigue-mal-y-acaba-mal/1785

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      Carlos

      24/04/2012 at 12:58

    • Con el fin de que el blog no se transforme en una plataforma de links, ya existen infinidad de sitios y foros para ese propósito, pedimos que la sección Comentarios sea utilizada como tal.
      Carlos, de intervenir hazlo con un argumento y que el mismo, en todo caso, se sustente en links. Gracias.

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      astadiego

      24/04/2012 at 14:23

    • Disculpe Sr. Astadiego, mi finalidad en ese comentario era dar una visión marxista del mismo asunto desde España. Internet en realidad, es una gran plataforma de links, de hecho si no hubiera sido porque alguien linkeo el blog del Profesor Astarita en otra página que yo visitaba , yo probablemente nunca hubiera podido acceder a este. De todas formas, tomo nota de su advertencia.

      Continuando con la crítica al artículo del Profesor Astarita, quisiera señalar la pertinencia de no despreciar el enfoque colonialista en la economía globalizada, puesto que ya como señalaban autores marxistas hace décadas, se produce entre países desarrollados y subdesarrollados, o entre países ricos y pobres, un intercambio de trabajo mal remunerado por otro mucho mejor remunerado, así como un saqueo de recursos naturales, un control extorsionador de rutas comerciales y mercados , y una creciente deuda ecológica ( que no se computa en los precios de los insumos). Porque lo contrario pudiera ser interpretar el distinto desarrollo entre naciones, en meros términos de productividad, eficiencia, etc y pienso que eso dista mucho de la realidad. ¿ No sería colonialista la invasión de Irak por EEUU? ¿ No lo sería el Tratado Nafta por mucho que algunas élites mexicanas se beneficien de él?. La lectura colonialista, no debe negar la apropiación capitalista tanto la nacional como la internacional, pero sí que habría que considerar que se suma a esta, con efectos mucho más perniciosos.

      Un saludo.

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      Carlos

      24/04/2012 at 14:50

  18. Parece que Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) marcha a pasos agigantados en transformarse en una empresa capitalista de estado (ECE) tal como la describe Rolando en su artículo. En el paraíso del antiimperialismo y el nacionalismo -Venezuela- el régimen chavista está proponiendo que las empresas mixtas formadas por PDVSA y las empresas multinacionales del petróleo coticen sus acciones en la Bolsa de Hong Kong. Por cierto, de una participación accionaria del 60% por parte de PDVSA se está bajando al 51%, con el objetivo de estimular la inversión de las multinacionales. ¿Patria al 51%?
    Para más detalles ver el siguiente artículo: http://laclase.info/nacionales/consenso-contra-la-patria.
    ¡Cosas veredes, Sancho!

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    ladudametodica

    24/04/2012 at 10:45

  19. Po ej., yendo a lo que se refería Rolando sobre el nacionalismo «de izquierda» que ve al enemigo «fuera de casa» y a «países» que explotan a otros «países».

    Razones de univocidad y congruencia lógica me llevan a sostener que si el capitalismo es una forma global (y siempre lo fue) esa forma global debe tener como soportes a clases sociales que funcionan a predominio global (aunque se manifiesten nominalmente en nacionalidades en particular).

    Le podríamos llamar a esas clases sociales globales oligarquía/pueblo, siendo la oligarquía aquellos individuos agentes que controlan los resortes de producción, comercialización y financieros globales, control que los constituye como clase; y siendo el pueblo los individuos agentes desposeídos de esos resortes, sean obreros, sean burgueses, desposesión que los constituye como clase.

    Con este sistema teórico no se podría hablar de países que explotan países ni de enemigo en casa ni fuera de casa, puesto que en el sistema global los dueños (independientemente de su nacionalidad nominal) de los medios y resortes globales son los explotadores y los desposeídos de esos medios son los explotados.

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    oti

    24/04/2012 at 13:22

  20. Profesor, coincido con el mensaje. Llegamos a esta situación de falta de inversión porque las reglas de juego no eran apropiadas, bajo riesgo de estatización y controles de precios. En este marco institucional, lo más lógico era que un empresario aproveche los beneficios de corto plazo y se retire. La cosa no cambia con la explotación estatal del crudo. Habrá negociados, falta de inversión y seguramente una empresa deficitaria que no podrá satisfacer la demanda local de combustible. En unos años, posiblemente volvamos a ver una privatización.

    Es por esto que quería hacerle una consulta, aunque imagino su respuesta. El liberalismo (no la caricatura del neo-liberalismo) no apoya la privatización de las empresas que explotan el crudo, sino directamente la privatización del subsuelo. Bajo tales condiciones y bajo seguridad jurídica, los empresarios invierten a corto, mediano y largo plazo y la eficiencia es mayor. Al respecto, dejo aquí un link donde la pregunta central es: ¿Quién es el dueño del subsuelo?

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    Adrián Ravier

    24/04/2012 at 14:31

    • Yendo a la pregunta específica sobre la propiedad del subsuelo, desde el punto de vista del marxismo no tendría por qué impedir el desarrollo capitalista, sino más bien al contrario. La propiedad del subsuelo da derecho a renta; la empresa capitalista recibe la ganancia (que será mayor o menor según el adelanto tecnológico, etc.). Más en general, y siempre desde el punto de vista de la teoría de Marx, la propiedad privada del suelo introduce un elemento de monopolio (la tierra no es reproducible con trabajo humano) que de alguna manera traba el desarrollo capitalista. Por eso Ricardo apuntó alguna vez que la eliminación de la propiedad privada de la tierra permitiría un desarrollo capitalista más libre. Walras también sostenía que la competencia era trabada por la propiedad privada de la tierra. Es interesante señalar que Lenin, cuando presenta el programa agrario de la socialdemocracia rusa de 1905, sostiene que la eliminación de la propiedad privada de la tierra daría lugar a un desarrollo capitalista más intenso en Rusia (estaba pensando en la revolución burguesa). Por otra parte, hago el comentario de que algunas corrientes marxistas, o influenciadas por el marxismo, dieron importancia a lo que llamaron el «horizonte temporal» de las inversiones. Lo vemos en la escuela norteamericana del «marco social de la acumulación» y también en la escuela de la regulación, de Francia (al menos en sus trabajos de los 70 y 80). Esto tiene mucha relevancia para las decisiones de invertir en capital fijo. En mi último libro también planteo que los cambios bruscos de las fases de crecimiento con tipo de cambio alto o tipo de cambio bajo generan fuertes oscilaciones en las tasas de rentabilidad entre sectores; lo que repercute muy negativamente en los horizontes temporales de las inversiones de largo plazo. De ahí que se acentúe un crecimiento profundamente desigual, deformado.

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      rolandoastarita

      24/04/2012 at 14:52

  21. el ultimo comentario muestra como liberales y marxistas coinciden en el aborrecimiento a la realidad y a las conquistas concretas del pueblo. por eso las expresiones políticas que los representan son tan marginales en términos electorales. saludos

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    pedro c.

    25/04/2012 at 11:30

    • Tal vez su odio al marxismo le haya impedido entender lo elemental. En mi respuesta planteé que la propiedad privada de la tierra y de los recursos del subsuelo es contraria al desarrollo de las fuerzas productivas. La posición del marxismo ante los recursos del subsuelo es una prolongación de su posición más general ante la propiedad privada de porciones de la naturaleza. Por eso esta postura es precisamente lo opuesto de lo que planteaba el comentario que respondí. Ese comentario defiende la propiedad privada de los recursos del subsuelo. Hay que tener «mala leche» para sostener, como hace usted, que ambas posiciones son iguales.
      Agrego: el marxismo es la única corriente que critica la propiedad privada de la tierra. En este respecto, lo que encuentro es una gran «coincidencia» entre las fuerzas del capital de todo signo (justicialistas, radicales, conservadores, socialdemócratas, neoliberales) en defender la propiedad privada de la tierra. Por eso nunca cuestionaron lo que estuvo en el origen de la propiedad terrateniente en Argentina. De nuevo, hay que tener «mala leche» en la crítica para pasar por alto estos «detalles».

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      rolandoastarita

      25/04/2012 at 13:21

    • ¿Che y vos qué sos? ¿Tercera posición? jajajaja dale contá así nos reímos un rato… los liberales y los marxistas.

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      hernan

      25/04/2012 at 14:26

  22. Pregunta para los que hablaron de picos de producción y picos de descubrimiento: ¿Cómo gravitaría en este contexto la producción de agrocombustibles o variantes análogas?

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    Vico

    25/04/2012 at 16:50

    • Hola Vico
      La produccion de agrocombustibles en la Argentina y en el mundo no tiene futuro por dos razones una es que se necesita mas espacio de cultivo del que existe y el segundo es que su tasa de retorno energetico es menor a 2.
      En brasil ( debido a condiciones de su naturaleza ) el Etanol de caña de azucar tiene el 50 % en EUA el 4% brasil utiliza el 1% de su tierra cultivable y estados unidos el 3,7%.
      Se esta investigando en otras formas de agrocombusibles como los derivados de la plantas no comestibles ( etanol de celusosa) y de microbios modificados geneticamente ( algas incluidas).
      Los biocombustibles representan en 2010 el 2,7% de todos los combustibles por lo tanto no cambia en nada los picos.

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      Alicia

      26/04/2012 at 00:02

  23. Saludos compañero. Excelente análisis . Tiene el estilo de los viejos y queridos «perros». saludos

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    severo

    25/04/2012 at 21:05

  24. Estimada Alicia. Si mal no lo entiendo, se consideran reservas probadas aquellas que se pueden extraer con el nivel actual de tecnología y cuya extracción es rentable con el precio actual del petróleo. Por cierto que Medio Oriente concita las mayores reservas. Arabia Saudita ocupa el segundo lugar, después de Venezuela, aunque si sumamos Arabia, Irán, Iráq, Kuwait, Emiratos, casi triplican las de Venezuela, Iráq es el segundo productor mundial, pero dobla a Arabia en la perspectiva de duración que asciende a 135 años contra los 65 de Arabia Saudita. Con ello, me parece que es una presa nada desdeñable para las compañías norteamericanas y para garantizar el abastecimiento del coloso norteño que absorbe el 25 % de la producción mundial y en aumento. Que ello explique enteramente la intervención es otra discusión, pero, sin duda tiene mucho que ver. Según entiendo (y discúlpeme que no la haya leído con la suficiente atención) ahora mejor, las reservas se agotan inevitablemente y las energías alternativas no pueden suplir el déficit del vital combustible. Por consiguiente, es lógica consecuencia de su razonamiento. que tendencialmente habrá una crisis energética de proporciones, aunque no lo afirme explícitamente. Dado que usted es experta en materia de geología, o por lo menos más que yo, aprovecho para preguntarle. Hace poco leí un artículo en que se afirma que Haití, uno de los países más pobres del mundo, nada sobre un mar de petróleo. No se si es exagerado, pero lo de Venezuela sería una palangana en comparación con una piscina. En la meseta central, la llanura de Cul de Sac y la bahía de Puerto Príncipe se han constatado una veintena de depósitos y estas zonas se habrían declarado reservas estratégicas de los EEUU. Es probable que en geología esta reserva ‘esperable’ no sea muy significativa, pero en materia de política parecer serlo un poco más. Sería imposible extraerlo con la inversión necesaria? Podría demostrar que las reservas no están definitivamente agotadas? ¿Será casual la presencia norteamericana con la excusa de la intervención ‘humanitaria’? En lo que concierne a Argentina. Concuerdo con usted en que el problema básico es el agotamiento. La productividad media bajó de 9,2 metros cúbicos a 4,5 en una década.

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    AP

    26/04/2012 at 00:30

    • AP
      Si eso son mas o menos las reservas probadas, el problema es que hay diferentes tipos de petroleo ( liviano y pesado) y diferentes probabilidades(P) de extraerlo.
      Venezuela tiene mucho petroleo pesado con P muy bajos.
      Ademas todos los países de la OPEP cambiaron sus estadísticas de reservas en la década del 1980 sin nuevos descubrimientos.
      El caso de Iraq tiene mas duración porque produce menos. El tema de ser presa lo dejo que lea los artículos de Rolando sobre las razones de invasión ( repito no es por el petroleo, no se invade un país para tener el petroleo)
      No es que las energías alternativas no cubran el déficit es que son de naturaleza distinta, producen electricidad en cambio el petroleo produce combustibles líquidos.
      No se si va ha producirse una crisis energética de magnitudes, solo se que la matriz energética global debe cambiar a mediano plazo.
      Debería leer el paper de Haití, pero no creo, como ya lo dijo el pico de descubrimientos se toco en la década de 1960.

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      Alicia

      26/04/2012 at 11:31

    • Alicia,

      Pese a que mis conocimientos geológicos son muy inferiores a los tuyos, creo compartir, en general, los conceptos que exponés referentes a: picos de exploración y de descubrimientos, dificultades de extracción y rendimiento de las inversiones con respecto a los costos (o Tasa de retorno energético- TRE).

      Tal vez yo no me haya expresado con la suficiente claridad, pero creo que el matiz que introduje no pasa fundamentalemente por gruesas diferencias en los conceptos planteados -a lo sumo yo me permito la libertad de cuestionar la plena validez de las cifras que se dan a conocer- sino por otros lados.

      Trataré de explicarme de nuevo. Con lo poco que he leido asumo sin embargo como cierto que los picos de descubrimientos están en el pasado, pero eso picos lo son respecto al presente (entiendo el razonamiento pero no estoy convencido de que la gráfica no pueda repuntar en el futuro). Dentro de mi ignorancia estimo 1. que aún no se ha explorado el planeta íntegramente y 2. que la aplicación de nuevas tecnologías podría hacer que el TRE hiciera rentable la extracción de petróleo de lugares en los que hoy ni siquiera se lo intenta extraer. Como agregado, también me permito dudar de la información pública respecto a la vida útil de los yacimientos, o sea de la reservas declaradas. Estimo que todas estas informaciones, además de pertenecer al campo de la ciencia pertenecen también al campo de los negocios.

      Entiendo que las cifras, tal como se las presenta, son plantean ciertamente un futuro no muy lejano, bastante catastrófico. Soy ciertamente escéptico respecto de ese panorama, lo que no significa que sea incapaz de entender que los resursos son finitos.

      Pero aún suponiendo que el planeta ya esté absolutamente mapeado, explorado y medido en cuanto a las existencias petrolíferas, su ubicación y su grado de dificultad de extracción. Y aún suponiendo que el horizonte del agotamiento esté de aquí a solo una o dos décadas, creo que sería posible cambiar de matriz energética y utilizar otras materias primas en remplazo del petróleo. (admito que no puedo hacer un desarrollo muy profundo de estos temas, me limito a señalar como probable la matriz nuclear y la transformación de «otros» elementos de la naturaleza en remplazo de los derivados del petróleo).

      Respecto de la intervención en Irak, yo sí creo que el petróleo fue un motivo de importancia como motivación para la intervención. Que no se trate de una intervención de tipo colonialista sino «simplemente» para que el capitalismo funcione a pleno no le quita peso -creo yo- al petróleo. Que el conflicto principal desde el punto de vista del proletariado sea la explotación capitalista no hace desaparecer las diferencias entre las fracciones de la burguesía mundial. Si los EEUU importan desde hace años más o menos los 2/3 del petróleo que consumen y si una fuente importante de ese petróleo está en manos de una fracción burguesa que decidiera no venderles, venderles caro o venderles en condiciones que los EEUU consideraran muy desfavorables no veo porque no habrían de intervenir para que el negocio del petróleo funcionara «normalmente», es decir, dentro de los parámetros que los EEUU consideren normales; máxime si temieran que esas condiciones pudieran generalizarse en caso de quedarse de brazos cruzados. Tal vez lo que habría que preguntarse es que hubiera pasado si los EEUU no invadían Irak…

      Saludos.

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      Eduardo

      27/04/2012 at 03:52

  25. YPF
    La ciudadanía argentina suele dividirse y enfrentarse fácilmente por opiniones políticas.
    Hoy se divide entre los que festejan que YPF vuelva a ser nacional, y los que lamentan que lo haya hecho Cristina Fernandez de Kirchner.

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    danielrico

    26/04/2012 at 09:24

    • De todas maneras el análisis que propongo no tiene que ver con «festejos» o «lamentos». El análisis marxista hace hincapié en los intereses de las clases sociales que están detrás de discursos y tomas de decisiones. Estos intereses económicos (pueden ser de corto plazo, pero no dejan de ser intereses económicos) explican los virajes que hubo en el asunto YPF, que incluye a los propio Kirchner. En 1992 los K fueron defensores de la privatización; en 1999 vendieron la parte del paquete accionario de Santa Cruz a Repsol; en los 2000 los representantes del gobierno K en la empresa aprobaron sistemáticamente los balances y las políticas de Repsol-YPF. A partir de 2008 los K metieron al grupo Petersen, acelerando el vaciamiento de la empresa. Esto estuvo acompañado por el otorgamiento de concesiones de explotación a grupos de capitales, con fines puramente especulativos. Además, a partir de esa fecha el management de Repsol estuvo en manos de este representante de la «burguesía nacional». Y el Estado siguió avalando todo lo actuado, casi hasta ayer nomás. Ante este panorama, discutir si quiénes «festejaban» y quiénes «se lamentaban» ante cada uno de estos hechos lo hacían porque tenían simpatía o antipatía por los K, me parece de muy segundo orden.

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      rolandoastarita

      26/04/2012 at 10:00

  26. Confieso que luego de leer el informe Crash Course que comienza en http://www.chrismartenson.com/crashcourse/espanol/capitulo-1-tres-creencias me he sentido un poco más alarmado respecto del pico energético…

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    Eduardo

    27/04/2012 at 04:44

    • Eduardo
      TRE no es rendimiento de las inversiones con respecto a los cotos.
      La grafica no puede aumentar en el futuro ( se conoce las posibles reservas no descubiertas y no puden superar a la decada del 60)
      no se exploro el planeta integramente pero las reservas que se puedan encontrar son menores en cantidad calidad ( pesadas ) y en TRE y mas costosas.
      El tre depende de la tecnologia pero fundamentalmente depende de la ciencia de las leyes de la termodinamica o sea cuanta energia necesitas usar para extraer energia. ( ej si para sacar un barril de petroleo necesitas un barril de petroleo o mas, no tiene sentido extraerlo por mas que sea la reserva mas grande de la historia)
      Todas tus dudas acerca de los datos de IEA OPEP AIE BP etc las tenemos todos pero sus datos de reservas son justamente al reves son mas altos y ni siquiera peinsan en un pico de produccion cercano ni siquiera para los paises que claramente ya lo pasaron.
      Repito de nuevo no pienso en un futuro catastrofico.
      La enegergia nuclear genera electricidad NO combustibles liquidos y los » otros » elementos de la naturaleza no se cuales son.
      Un pais o varios paises desarrollados no invaden otro pais sibdesarrollado por petroleo. El capitalismo funciona a pleno? sin intervencion por el petroleo. Que diferencia entre la burguesia mundial si rolando mostro bien el caso Afganistan donde una de las principales inversiones es China supuesto rival de la fracciones mundiales de la burguesia. Le pido que mire la adjudicaciones de el petroleo en Iraq y vera lo mismo Chinos Rusos etc. (todos rivales y fracciones de la burguesia).
      Quien es el que le decide no vender petroleo a EUA? que fraccion de la burguesia? ( o caro o en condiciones desfavorables?)
      Al reves el negocio funciona normalmente sin intervension.
      Explique el caso Corea del Norte un pais que no tiene ni una gota de recursos ( ni gas ni petroleo ni nada)
      Ah un detalle tiene Armas de nucleares.
      Parece que Iran va hacia ello tambien.

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      Alicia

      27/04/2012 at 13:03

    • Alicia,

      «TRE no es rendimiento de las inversiones con respecto a los cotos», es cierto, TRE es la «Tasa de retorno energético»; es decir, el «cociente de la cantidad de energía total que es capaz de producir una fuente de energía y la cantidad de energía que es necesario emplear o aportar para explotar ese recurso energético»… en otras palabras, podríamos decir que TRE es el rendimiento de la inversión… necesito un barril de petróleo para exraer 5, o 10 o los que sean.

      «La gráfica no puede aumentar en el futuro» ¿Porqué no? «se conoce las posibles reservas no descubiertas y no puden superar a la decada del 60». Ok, ok, pero la gráfica podría aumentar… sin superar a la década del 60, ¿o no?

      «…no se exploro el planeta integramente pero las reservas que se puedan encontrar son menores en cantidad calidad ( pesadas ) y en TRE y mas costosas…» ¿No es posible que con la aplicación de nuevas tecnologías sean menos -y no más- costosas? «El tre depende de la tecnologia pero fundamentalmente depende de la ciencia de las leyes de la termodinamica o sea cuanta energia necesitas usar para extraer energia». De todos modos, insisto, si el TRE depende de la tecnología creo que no puede afirmarse rotundamente que las reservas que puedan encontrarse sean inferiores en TRE.

      «La enegergia nuclear genera electricidad NO combustibles liquidos y los » otros » elementos de la naturaleza no se cuales son…» Ok, mi imprecisión obedece a dos motivos: escasez de conocimientos y no hacer demasiado largo esto; de todos modos no creo que no existan «otros» elementos de la naturaleza capaces de remplazar al petróleo en sus aplicaciones «no energéticas». Y en cuanto a remplazar al petróleo como fuente básica de energía tampoco creo que sea para minimizar ese aspecto.

      «Quien es el que le decide no vender petroleo a EUA? que fraccion de la burguesia? ( o caro o en condiciones desfavorables?) Al reves el negocio funciona normalmente sin intervension.» Acá cito a Rolando: «El objetivo central en Irak es garantizar los derechos plenos del capital en una zona vital, dadas las reservas energéticas; socavar a largo plazo a la OPEP; y establecer regímenes que garanticen esa libertad frente a las resistencias nacionalistas.»

      Saludos.

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      Eduardo

      03/05/2012 at 00:13

  27. El documental Crash Oil de Chris Martenson se encuentra en Youtube, dura 5 horas. Existe un documental parecido, que explica el Peak Oil, y también de otros combustibles y de cómo eso afectará en breve al crecimiento económico (ya está ocurriendo en realidad). El documental es muy didáctico, se llama «No hay mañana» y dura 35 minutos, explica muy bien toda la problemáticas de los limites que pone nuestro planeta finito al crecimiento económico exponencial. Es imprescindible para los que piensan que eso de la ecología no es algo que les afecte. Me alegro que ALICIA haya introducido un tema absolutamente esencial para el siglo XXI. Si la I Guerra Mundial y sus consecuencias definieron todo el Siglo XX, el Peak Oil definirá el siglo XXI.
    Sobre las empresas estatizadas yo creo que sí son importantes por 2 razones:
    1. Generan más y mejor empleo que las empresas privadas. Telefónica en España no tiene ahora ni la cuarta parte de los empleados que tenía en los años 80 antes de ser privatizada por Felipe González. Y no es que sobraran, es que ahora trabajan para otras empresas, es decir, subcontratan parte de los servicios(lo contrario que en el fordismo) para abaratar costes. Así, muchos empleados que antes trabajaban para Telefónica con mejor salario y trabajo más estable, lo hacen ahora para otras empresas con peores sueldos y menor estabilidad laboral. El mejor ejemplo sería el Telemarketing. Y Telefónica no fue privatizada porque fuera ruinosa, era menos rentable que ahora pero funcionaba bien. A mi no me interesa que mi empresa sea más rentable si es a costa de mi sueldo.
    2. Los beneficios, descontando lo que queda para reinvertir, van al Estado que puede dedicarlo para financiar servicios sociales, infraestructuras, inversiones en I+D, etc. Si esa misma empresa es privada, los beneficios serían para pagar dividendos a los accionistas. Ahora mismo en España, buena parte de los beneficios de las grandes empresas se van a pagar esos dividendos, es decir, que tenemos una economía de rentistas. Más o menos como los que viven de la soja en Argentina.

    Leo mucho a Astarita porque es una forma de aprender economía sin demasiado esfuerzo, su capacidad didáctica es impresionante, Me leí su libro «La Gran Recesión y el capitalismo del siglo XXI» que publicaron hace poco en España y aprendí mucho. Sin embargo:
    -La bestia negra para Astarita no son los liberales neocon sino los keynesianos, son su pesadilla. Nos guste o no, nunca la clase trabajadora prosperó tanto como en el periodo 1946-1975 que es cuando se aplicaron medidas keynesianas en economía y en muchos países existía una economía mixta. Yo no me considero socialdemócrata. Pero antes que liberal me declararía peronista, estalinista y lo que fuera.
    -Su tesis, no siempre explicitada, es que en el fondo la economía capitalista funciona como dice la derecha que funciona. Es decir: los salarios siempre tienen que estar por los suelos, el estado mejor que no gaste mucho porque lo hace mal o en cualquier caso no sirve para nada, las regulaciones tampoco sirven para nada, son meras ilusiones. Cualquier intento de política económica alternativa estaría condenada al fracaso. Astarita defiende el liquidacionismo para salir de las crisis capitalistas y no concede ningún papel a las medidas keynesianas. Peter Temin señala que la economía americana se recuperó subiendo los salarios de los trabajadores. Y el gasto público fue fundamental en los años 30 y siguientes para superar la crisis. Y Japón también ha aplicado medidas de ajuste y deflacionistas a fines de los 90 como señala Richard Koo, así que no se puede poner como ejemplo, como le gusta decir a la derecha, de fracaso del keynesianismo.
    Me resultó algo triste que el marxismo sirva para decir que los liberales tienen razón: para salir de la crisis hay que hacer lo que digan los empresarios. Pero me temo que la historia aporta muchos ejemplos de lo contrario. Un reformista como Ha Joon Chang es sin embargo mucho más radical en no pocos puntos. Y yo que pensaba que el marxismo era de izquierdas…Hay otros corpus teóricos más actuales que lo son más y mejor.

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    José Miguel

    27/04/2012 at 14:00

    • josé:
      creo yo que el keynesianismo no es ni más ni menos radical que el liberalismo, sino que ambos tienen una finalidad más que clara: mantener el modo de acumulación capitalista. en ese sentido, el marxismo quiere erradicar al capitalismo. ya en eso no hay punto de comparación en la «radicalidad».
      imagino que si sos keynesiano (tus palabras un poco dan a entender eso, tal vez me equivoco) habrás leído «ensayos de persuación» del JMK, y a su vez habrás leído aquella frase que blanquea totalmente su orientación ante el capitalismo: «Cuando llegue la lucha de clases como tal, mi patriotismo local y mi patriotismo personal estarán con mis afines. Yo puedo estar influido por lo que estimo que es justicia y buen sentido, pero la lucha de clases me encontrará del lado de la burguesía educada».
      ahora, en relación con YPF, lo que se plantea desde el marxismo es que mientras estén los trabajadores asalariados de un lado y los capitalistas del otro, no cambia mucho la cosa, sin importar si los capitalistas son nacionales, extranjeros o gubernamentales, salvo que vos creas que el capital tiene bandera. dado que para los marxistas el capital no tiene bandera, el problema no es esa bandera, sino la misma existencia del capital y su explotación.
      en tanto para los keynesianos tener a YPF del lado estatal es «un gran avance en la soberanía nacional» (que muchos que no entienden al keynesianismo creen que se usará para beneficio de los trabajadores), para algunos marxistas únicamente es «relativamente bueno» (orientado a un posible co-gobierno de los trabajadores), para otros es «mejor estatal que privada» (porque de última se puede disputar algo, y hay ante quien protestar en algún conflicto) mientras que para otros, más radicalizados, «es lo mismo», porque sigue habiendo explotación y el mero intercambio de manos no significa el fin de esta. pero hay algo que todos los marxistas tenemos en común: nadie se cree que con la nacionalización se acaba con la explotación ni que con la explotación vamos a ver un cambio radical en la vida de los trabajadores. se estará un poquito mejor o igual (depende el tipo de visión marxista), pero no va a existir un cambio cualitativo.

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      cristian

      27/04/2012 at 17:03

    • Desde luego cristian que el capital tiene bandera, ya lo creo que sí. Los capitales necesitan un Estado fuerte detrás que los respalde. Repsol está muy internacionalizada pero de ahí a decir que las multinacionales no tienen patria es una exageración..
      Por lo demás insisto en lo mismo. Los trabajadores, mientras tengan algo o mucho que perder(mucho más que sus cadenas, porque tienen casa, coche, dvd, portatil y qué se yo…) no van a ser anticapitalistas porque alguien diga que el socialismo es la solución. Si el socialismo es solo una palabra que no se llena de contenido no sirve para nada. En cualquier debate te dirían lo de siempre: » incluso si aceptamos que esto es una mierda, ¿tiene usted algo mejor que ofrecer? Muestremelo». Y mucho menos después de las experiencias del siglo XX, en Corea del Norte se vive mucho peor que en Corea del Sur, así que a los trabajadores de Corea del Sur no se les puede decir que vivirán mejor con el socialismo. Se reirían. Para ellos el reformismo no ha sido ninguna ilusión. Y cuando se vota a un partido, éste tiene que tener un programa lleno de medidas concretas, y no una palabra mágica. No basta con denunciar los males del sistema económico actual que son de sobra conocidos, hay que ofrecer alternativas creíbles.
      No basta con demostrar que el capitalismo siempre sufre crisis, también una economía estatalizada sufre crisis(en la URSS hubo varias). Hay que explicar porque con otro modelo de economía no habría crisis. Si no, es como contar un camelo.
      Si no hay razones económicas que exclusivamente expliquen el imperialismo, está claro que debemos sacar las conclusiones que se derivan de ello: necesitamos un sistema que no produzca relaciones imperialistas. Analizando las causas del imperialismo podríamos tratar de averiguar que condiciones se tendrían que dar para que no hubiera invasiones. No basta con decir que el imperialismo es consecuencia del capitalismo o que no lo es.
      Se trata de transformar, no de interpretar solamente. De poco sirve denunciar la acumulación capitalista si luego también necesitaremos una acumulación socialista(concepto acuñado en la URSS por una víctima de Stalin), es decir, si luego resulta que ahorrar para poder invertir será una característica necesaria de todo sistema económico que quiera prosperar.

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      José Miguel

      28/04/2012 at 07:11

    • josé:
      el capital no tiene banderas, sino que va detrás de las ganancias. si vos sos capitalista y producís en argentina, pero te dan más ganancias en india, a donde vas a producir??? y si te da más ganancias en lugar de producir en argentina poner la guita a laburar financieramente??? me parece que eso te demuestra quesi sos capitalista, y no sos ningún gil, te va a importar poco dejar a algún argentino sin laburo. si ya te da lástima, y te quedás acá a producir, ya no pensás como capitalista, y la competencia te va a comer a la larga por eso.
      necesitan de los estados, estamos de acuerdo, pero de ahí a decir que tienen bandera, hay un mar de distancia. la minera barrick en argentina (sin ser un capital argentino) es cuidada por el gobierno k. necesita de el estado, pero no tiene bandera. creo que eso está más que claro. produce en argentina porque le da más ganancia que producir en burundi, o que invertir esos capitales en canadá.
      por el lado del contenido del «socialismo» es un gran debate. el caso corea del norte-corea del sur no me parece un caso representativo, dado que el poder imperialista puso mucha guita en corea del sur para que funcione del contraste que vos resaltás (y para que la gente repita que es mejor el capitalismo). sería interesante que también compares niveles de vida de por ejemplo cuba con haití (dos islas con recursos similares) por ejemplo, o la diferencia entre la vida en la rusia zarista y durante el mandato lenininsta (más allá de el acuerdo o no que yo y muchos puedan tener con castro o lenin).
      por el lado de stalin… que te voy a decir… para mi stalin fue un enemigo del comunismo. burócrata como pocos, que mató, encarceló o hizo desaparecer a todo el comité revolucionario para 1938 (si querés hay una foto muy representativa que tengo y te puedo mandar) y a millones más, creyendo que la dictadura del proletariado era eterna y le daba la posibilidad incluso de matar a opositores de otros países (léase trotsky). un tipo así no se como se llama comunista, o como algunos lo llaman comunista, más allá que dirigió una economía planificada.
      por el lado del imperialismo, si, es una consecuencia del capitalismo. es una consecuencia objetiva y subjetiva del capitalismo. primero porque el captialismo le da la posibilidad de acumular poder económico a cierta gente que tiene como interés el individualismo, y después x q la finalidad del capital es valorizarse a escala global, entonces siempre va a buscar esa escala, y cuando tenga que usar la fuerza en pos de eso, la va a usar.

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      cristian

      28/04/2012 at 11:18

  28. Compañera Alicia. Agrego este comentario, por que veo que, tanto en su intercambio con Eduardo como conmigo, ha hecho repetidas referencias a artículos de Rolando en que, teóricamente, se descartaría la cuestión del petróleo como motivo de guerra. Personalmente, tenía idea de la posición del compañero por sus observaciones acerca del conflicto en Libia. También pude entender por otros artículos (como el que trata de la concepción de Lenin sobre Imperialismo) y múltiples intercambios que hemos tenido en este blog ( como aquellos que versaron sobre el intercambio desigual) que el compañero Rolando señala la tendencia mundial del capitalismo hacia una mayor competencia (y por consiguiente, extensión del imperio pleno de la ley del valor a escala planetaria) y no hacia la agudización de las tendencias al monopolio y la formación de espacios blindados (mundo repartido) que ocasionaron dos guerras mundiales entre potencias, dando lugar a una especie de superimperialismo hegemonizado por los EEUU. Me parece que este es el contexto en el cual hay que tratar de entender su posición, respetable por cierto, sobre la injerencia del petróleo como factor desencadenante de guerras. En mi caso particular he opinado y lo repito aquí, que no creo la mundialización haya llegado a un grado tal de desarrollo del que pueda inferirse la existencia de un espacio planetario en que las productividades medias de las fracciones capitalistas puedan compararse en completa libertad de acción. Sí sostengo que esta tendencia se ha profundizado y puede continuar en el futuro, dando lugar a un retroceso en las manifestaciones de intercambio desigual y un reparto de la plusvalía mundial cada vez más proporcional a las intensidades de capital y la ganancia media, es decir, un espacio de precios de producción mundiales tendencialmente homogéneo. En ese sentido, comparto la tesis que las manifestaciones del imperialismo no pueden ser iguales a las de principios del siglo XX. y evidencian una prolongación inusual (en sentido histórico) del acuerdo entre potencias para la explotación compartida del proletariado mundial. En estos marcos, las actuales guerras no pueden ser exclusivamente por la apropiación de materias primas o la conquista de mercados cerrados a la competencia económica. El fundamentalismo leninista de hoy sostiene, grosso modo, que la Primer guerra fue por materias primas, la segunda, por materias primas y mercados y la tercera, lo será por el reparto de la renta financiera. No comparto esta tesis, pero no dejo de observar, como estos factores siguen cumpliendo un rol importante en el reparto, aún con subordinación ‘superimperialista’ al hegemón americano. Los EEUU asientan su hegemonía en el poderío militar indisputado y en el control de los circuitos financieros y de la innovación tecnológica. Su imponente fuerza bélica, no responde a una jactancia imperial solamente, sino, a la defensa de intereses económicos determinados, que, pese a la subordinación de los competidores, no está exenta de contradicciones y por supuesto, dispuesta a ceder el bastón de mando. Pensar que los EEUU puedan representar el interés conjunto de las potencias en aras de la instalación de un mercado cada vez más libre de trabas, es una apertura interesante. Lo que hay que investigar es si esta es la tendencia fundamental del capitalismo imperialista, existió siempre, con lo cual Lenin solo habría absolutizado un momento en el desarrollo, lo es desde, por ejemplo, la segunda guerra, o será inevitablemente en el futuro. En lo concerniente al petróleo, no se estaría en presencia de ‘apropiación directa de recursos’, pero sí de una redistribución en razón de los costos de guerra, con lo cual, habría que explicar concretamente el motivo de la guerra por la necesidad de eliminar espacios cerrados (o semipermeables) y no para crearlos. En el caso de Iráq, compañías americanas como la Halliburton hicieron excelentes negocios, pero no puede afirmarse que el propósito directo fuera la apropiación del petróleo (solo el 12% del petróleo que consumen los EEUU proviene de Oriente Medio) sino, el control del grifo sobre Europa y Japón que si dependen grandemente, con lo cual, se revela contradicción dentro de la identidad de intereses. Una de las primeras medidas luego de la ocupación fue restablecer el bombeo al servicio de expropiar las ganancias y ponerlas a reparación de los costos de guerra, en una especie de ‘leveraged buy out’. No sería una pura guerra petrolera, pero el control estratégico del recurso sí sería una factor de primer orden en la conservación de la hegemonía y por ende, de la guerra. Que los compañeros me disculpen la extensión, es un tema de profundas ramificaciones e implicancias.
    Gracias.

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    AP

    27/04/2012 at 22:19

  29. Rolando, te hago una pregunta. Porque estoy de acuerdo con las críticas señaladas, las limitaciones observadas, y la manera en general en que conceptualizás la medida en el contexto de una estructura económica dominante a nivel mundial y nacional. Pero, me gustaría saber qué pensás -también a partir de y en relación con el artículo sobre estatizaciones en general, que citás- sobre cómo deja parada a la clase trabajadora una situación de control por parte del Estado -y no ya de un grupo de capitalistas individuales- de una empresa petrolera como YPF, para salir a luchar por reivindicaciones propias en torno al modo de explotación de esos recursos y su destino, la orientación y el sentido de la política energética a nivel nacional (por más que justamente no podamos esperar que en estas condiciones se supere una lógica de empresa capitalista de estado).

    Personalmente, este aspecto de la cuestión me parece que lleva a valorar la medida como progresiva en la medida en que plantea condiciones más favorables para la lucha, y no como ha llegado a opinar el PO, una segunda privatización, o incluso el «mal mayor» respecto de la situación actual (entiendo que no es tu posición, pero es interesante traerla dado que no es el sector con el que dialogás en tu artículo). Sinceramente, me parece que reconocer eso no implica ningún embellecimiento ni política de subordinación a tal o cual variante burguesa que hoy se ve beneficiada por el negocio, ni mucho menos reconocerle alguna aproximación a un sentido socialista. Desde el punto de vista de los trabajadores, si bien esto no soluciona nada en lo inmediato, sí parece habilitar de manera significativa un campo de posibilidades para nuestras luchas que antes estaba mucho más medidado.

    Entiendo que ésta debería ser la cuestión decisoria a la hora de un posicionamiento político ante una medida concreta. Entiendo también que lo que -muy oportunamente- buscás en este artículo es, no tanto sentar una posición política, sino diseccionar las complejas implicancias actuales de esta medida en el contexto de una dinámica de acumulación de capital, con el propósito de polemizar con un sector de la izquierda dogmáticamente proclive al frentepopulismo. Por eso me gustaría saber cuál es la relación que encontrás entre una cosa -el diagnóstico económico estructural- y la otra -el posicionamiento político- en un caso como este donde se juega el control de una empresa petrolera.

    Saludos fraternales!
    Tomás

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    Tomás

    07/05/2012 at 05:07

    • La pregunta me parece muy importante. Voy a extenderme un poco en la respuesta, porque el tema es clave.
      Una primera cuestión es que la crítica en sí misma implica una posición política. La crítica marxista tiene por objetivo alentar a la independencia de clase. Por eso también hay que acentuar la idea de que la clase obrera no debería asumir responsabilidades por los negocios de la clase explotadora. Lenin decía al respecto que los marxistas no deben razonar como estadistas (estoy citando de memoria, debería buscar el pasaje). En este respecto, la clase obrera no tiene manera de decidir qué se hace con la plusvalía, esto es, si se invierte para producir más plusvalía en el país, o se envía al exterior, etc. Solo los dueños de los medios de producción y el Estado capitalista pueden tomar estas decisiones. Parece elemental decir esto, pero hay que recordarlo frente a tantos izquierdistas que hoy hablan en primera persona del plural, como si estuviéramos ante decisiones que son «del pueblo» (ejemplo, «nuestro petróleo», «necesitamos invertir de tal o cual manera», etc.).
      En este mismo sentido considero que es fundamental explicar que no hay manera de que la clase obrera con su lucha pueda orientar la forma en que se utiliza el excedente (= al fruto de la explotación del trabajo). Para invertir los capitalistas demandan su cuota de plusvalía (o de ganancia) y seguridades para la explotación. Solo alguien que ha perdido completamente el sentido de la orientación, o que quiere engañar a los trabajadores con los cuentos de la colaboración de clases, puede decir que no existen las exigencias de explotación y ganancias, y de seguridades de la propiedad privada y de los frutos de la explotación. Es imprescindible explicar que todo esto está en la naturaleza del modo de producción capitalista. No depende de que sea tal o cual gobernante, tal o cual funcionario (entrenado en Keynes, Marx o Walras).
      El posibilismo reformista, que se adapta a las exigencias del capital, tiene necesidad de negar estas cuestiones, que son básicas para los marxistas. Por esto mismo no se puede ser marxista y participar en la conducción del Estado burgués. Cuando De Vido y Kicillof se reúnen con Exxon y Chevron para discutir cómo participarán en la explotación del trabajo, no están actuando como «traidores» o «vendepatrias». Simplemente son «portadores» de determinadas relaciones de producción, y actúan dentro de márgenes determinados por éstas. Esto que digo a algunos les sonará demasiado «determinista». Pero la realidad es que se trata de determinaciones consustanciales a las relaciones de producción (es la base del materialismo histórico).
      Todo esto que estoy diciendo puede sonar abstracto, pero es la base para responder a la pregunta de si la estatización mejora las condiciones de lucha de la clase obrera. Pienso que cuanto más independiente sea la clase trabajadora de la clase capitalista y su Estado, habrá mejores condiciones para el desarrollo de la lucha de clases. En este respecto, la estatización en sí misma no mejora ni empeora las cosas. El problema surge cuando la izquierda (haciendo coro al progresismo bienpensante) empieza a adoptar (a veces inconscientemente) el lenguaje de la unidad nacional. Esto es, cuando de alguna manera difunde la idea de que «ahora YPF es de todos» (o parcialmente de todos), o que el petróleo «es nuestro», y cosas por el estilo.
      Hay que tener presente que en la actual coyuntura el gobierno y las patronales tienen un interés supremo en frenar las reivindicaciones salariales. Los llamados a la unidad nacional, a poner por delante de todo a la patria son funcionales a esto. También la política de incorporar de alguna manera a los sindicatos, presentándola como cogobierno de los trabajadores. Hoy, 7 de mayo, La Nación informa que De Vido negoció con Antonio Cassia, del sindicato de petroleros, y con Oscar Mangone, de gas, «para incorporarlos al nuevo orden de YPF. Ofreció espacios de cogobierno a cambio de asegurar a Cristina Kirchner y a Miguel Galuccio la gobernabilidad de la empresa». Naturalmente, «gobernabilidad» de la empresa es sinónimo de «explotación tranquila del trabajo». Frente a esto, lo fundamental es, insisto en esto, la actitud crítica de los marxistas. En resumen, la estatización por sí misma no mejora las condiciones de lucha (como tampoco en sí misma significa que se desarrollarán las fuerzas productivas). Todo depende de la posición política que adopte el trabajo frente a esta medida de la clase capitalista (o de una parte de ella).

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      rolandoastarita

      07/05/2012 at 09:17

  30. Rolando,
    hay ciertos puntos que no logro comprender en este tipo de posiciones.
    ¿Tenés algún artículo escrito que debata sobre la naturaleza de las nacionalizaciones de las empresas hoy?
    ¿Qué posición tendrías vos si YPF fuera 100% estatal y no estuviera bajo la forma de SA?

    Comprendo que en la medida de que los recursos sean explotados por el capital, no importa la nacionalidad que tenga, sino que se trata de una misma clase social que se impone. Pero entonces.. ¿Las organizaciones de izquierda deberían exigir al estado la nacionalización de los recursos? Y en ese caso, ¿bajo que condiciones? Porque encuentro una nota tuya también criticando la consigna hoy de agitación del control obrero. ¿Qué se debería plantear?

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    JH

    24/07/2013 at 18:38

    • Yo no le veo el sentido a que la izquierda exija que el Estado capitalista se haga cargo de los negocios de los capitalistas (por lo general, se exige que se haga cargo de los negocios que andan mal). En el fondo, está la idea de que el Estado «es de todos», o que la estatización burguesa nos acerca, de alguna manera, al socialismo. He tratado esto varias veces; por ejemplo aquí. También se puede consultar la crítica a las experiencias estatistas «desarrollistas» aquí.

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      rolandoastarita

      24/07/2013 at 20:21

  31. hola Rolando
    no se donde poner la pregunta, ¿por que la educación primaria, secundaria y universitaria y la salud no deben ser privadas, en cambio dice que las empreas petroleras de agua gas etc etc, no hace a que sean mas o menos progresistas si son privadas o estatales?

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    Paula

    31/10/2014 at 00:02

    • En ningún lado dije que, bajo el capitalismo, la salud o la educación no deben ser privadas. Lo cual no significa no defender la educación y la atención médica gratuita para la población trabajadora.

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      rolandoastarita

      31/10/2014 at 11:19

    • no rolo, ya se que no dijiste que no deben ser privadas, por eso. cual es lo que justifica que si la educacion y salud deben ser gratuitos en el capitalismo y en cambio no otras cosas, que por ejemplo ypf que sea publico no es que sea mejor

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      Paula

      31/10/2014 at 15:36

    • La demanda de educación y salud gratuitas para la población atañe al salario. En este punto existe una cierta coincidencia de interés con el capital (al menos, con fracciones importantes de este) en el sentido que la salud y educación en manos del Estado (o subvencionada por el Estado, en el caso de salud y educación brindadas por empresas privadas) abarata los costos de formación y mantenimiento de la fuerza de trabajo.

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      rolandoastarita

      31/10/2014 at 15:40

  32. Que YPF fuera público, no significa nafta gratis para todos. De cualquier modo, hay algo en tu respuesta, Rolando, que no me queda claro. ¿Consideras posible disociar la gratuidad de la salud o la educación de la gestión estatal? Yo creo que no. A menos que los capitalistas no hagan escuelitas u hospitales y los donen para que los administre el pueblo autorganizado, no hay manera que la gratuidad sea garantizada sin la mediación del estado capitalista. Defender la gratuidad y la estatalidad en este caso, no equivale a abogar por abolir la medicina o educación privada, pero sí a enfrentar los avances de la mercantilización de ambos. La gratuidad no es posible bajo gestión privada, puesto que, incompatible con el lucro. Esto no equivale a investir al estado de ‘virtudes socialistas’ ni a renunciar a una educación y salud íntegramente gratuitas y para todos en un estado revolucionario.Esto no tiene nada que ver con la predica de ‘estatizar todo’ por que beneficia al pueblo y prepara y facilita la ulterior socialización, como otrora dijera la socialdemocracia y hoy gran parte de la izquierda revolucionaria, para la cual es una panacea que remedia todos los males, si va de la mano del ‘control obrero’ reformista, mejor.

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    AP

    31/10/2014 at 18:10

  33. Cuanta razon tiene este blog.

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    Serviclub

    08/05/2023 at 13:32


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