Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Más críticas y argumentos acerca de la intervención

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Mi posición acerca de Libia y la intervención de las potencias imperialistas ha desatado una ola de críticas e insultos hacia mi persona (pueden verse de nuevo en kaosenlared.net). Algunos sostienen muy seriamente que no deberían publicarse mis posiciones en sitios alternativos, y se cuestionan cómo se me puede considerar siquiera de izquierda. Indudablemente, a sus ojos, soy un agente de la CIA, o algo por el estilo. En realidad, lejos de intimidarme, las críticas me llevan a profundizar los argumentos. Después de todo, nunca escribo para satisfacer el sentido común del público de izquierda.

Una lucha por libertades democráticas

Empiezo subrayando la cuestión de fondo: estamos asistiendo a un proceso que abarca a millones de personas de todo el mundo árabe, que se caracteriza por el cuestionamiento de dictaduras y regímenes represivos establecidos desde hace décadas. Los procesos de Túnez, Egipto, Libia, Bahrein, Yemen y ahora Siria, son de la misma naturaleza. Es absurdo decir que en Egipto se luchó por libertades, pero en Libia los sublevados lo hacen como agentes del imperialismo. Al respecto, reproduzco un pasaje del discurso que dio Seyyed Nasrallah, Secretario General de Hizbullah, el pasado 19 de marzo, a los asistentes a un acto organizado por Hizbullah en apoyo a las revoluciones de los pueblos árabes, en el recinto de Seyyed Ash-shuhada en el barrio del sur de Beirut. Refiriéndose a Libia, dijo:

“Un grupo de hombres y mujeres jóvenes se levantaron y se les hizo frente con balas; le fue impuesta una guerra a la revolución popular. Lo que está teniendo lugar en Libia es una guerra impuesta por el régimen contra un pueblo que estaba pidiendo pacíficamente el cambio; este pueblo se vio obligado a defenderse y la guerra estalló en el este y el oeste, con aviones, lanzadores de cohetes y artillería. Todo esto trajo a nuestra memoria la invasión de Líbano de 1982 y todas las guerras de Israel”.

“Estos graves crímenes deben ser condenados y el pueblo revolucionario de Libia debe ser ayudado para que triunfe en su lucha. Tenemos que entender que EE.UU. y Occidente dieron al régimen libio tiempo suficiente para aplastar la revolución, pero el pueblo respondió luchando y esto colocó al mundo entero en una posición embarazosa; de otro modo, el mundo habría reconocido de nuevo al régimen de Muammar el Gadafi, y su dinero habría seguido llegando a los bolsillos de los políticos de la Unión Europea, así como de otros”. “Yo digo a los revolucionarios en Libia: los combatientes de la Resistencia libanesa, que lucharon contra la agresión israelí durante 33 días, saludan a sus compañeros resistentes de Mesrata, Bengasi, Aydabia y todas las ciudades libias”.

Es la interpretación de una corriente nacionalista pequeño-burguesa, que coincide con la que han dado autores de izquierda, y discrepa por el vértice con la que han dado Fidel Castro y Chávez. Para los que siguen a Fidel y Chávez, las cosas están claras: hay que aplastar a los sublevados en Libia, porque no pueden ser sino agentes del imperialismo. Desde esta óptica, detener los ataques de la intervención extranjera a las tropas de Khadafy se convierte en una demanda lógica. Hay que tratar que Khadafy tenga las menores dificultades para sofocar a las ciudades sublevadas. Sin embargo, para los que deseamos el triunfo de los sublevados de Libia, las cosas son más complejas. Es que el tema ahora pasa por decidir si la intervención de la OTAN cambia el carácter de la guerra. ¿Se convierte con la intervención en una guerra de liberación nacional? Dado que los sublevados pidieron, y saludan, los bombardeos a las posiciones de Khadafy, ¿se han convertido en enemigos? Por supuesto, si el eje ahora es acabar con la intervención, la respuesta debe ser necesariamente afirmativa. No veo cómo eludir esta conclusión. Estamos en la posición de los seguidores de Fidel y Chávez: ahora el movimiento de rebelión contra Khadafy no tiene nada de progresivo, y debe ser aplastado.

Si en cambio se sostiene que el eje del conflicto continúa siendo un combate por acabar con la dictadura, deberíamos seguir abogando por el triunfo de los sublevados. En consecuencia la intervención imperialista debería evaluarse en relación a ese fin. Y en este respecto todo indica que si no se producía la intervención, las tropas de Khadafy ya habrían aplastado a los rebeldes. Pero esto deja imperturbables a muchos militantes de izquierda que desean el triunfo del movimiento anti-Khadafy. “Ninguna injerencia de potencias extranjeras”, es su consigna. Por lo cual los sublevados deberían exigir la retirada de la OTAN y derrotar con sus propios medios (por ahora no se atisba que el proletariado mundial acuda en su ayuda) a las tropas de Khadafy.

Purismo abstracto

Sostengo que en este planteo hay un “purismo” abstracto, que solo puede conducir a la derrota de la sublevación. Quiero hacer hincapié en esta cuestión, porque atañe a la forma en que se hace política. No hubo, ni hay, movimiento político, cualquiera sea su carácter de clase, que no haya progresado aprovechando contradicciones en el campo enemigo, y realizando pactos o acuerdos para recibir apoyo. Muchos de los que levantan su dedo acusador contra los sublevados (“pidieron la intervención!!”), pasan por alto sus propias experiencias. Por ejemplo, cuando fue el asesinato del militante Mariano Ferreyra a manos de una patota armada por la burocracia sindical de los ferroviarios, buena parte de la izquierda denunció, con razón, que la policía no intervino y dio vía libre a los asesinos. Pero con esta denuncia se está pidiendo que la policía (órgano de represión del Estado burgués) defienda a manifestantes de izquierda. ¿Es lícito realizar este reclamo desde la izquierda? Algunos dirán que es pedir la intervención del Estado burgués en un conflicto, y que la solución es que los opositores a la burocracia se armen, convoquen a la huelga general en ferroviarios y acaben con la burocracia con su propia movilización. Los principios entonces estarían a salvo, pero en tanto estas cosillas no puedan realizarse, reitero la pregunta: ¿Es lícito pedir la intervención del Estado? Mi respuesta es que sí, que es lícito. ¿Pero esto no embellece al Estado capitalista? Sí, el Estado capitalista que impide el ataque gana en legitimidad. Y ésta es una razón de su intervención. Pero esto no debería ser motivo para no reclamarla. ¿Por qué? Porque en las condiciones concretas actuales es una forma de defender la vida de militantes. En política es elemental medir los objetivos y apelar a los recursos que, sin entrar en contradicción con esos objetivos, sean necesarios. Sabiendo, naturalmente, que en esto también “gana” el Estado.

El mismo criterio puede aplicarse a casos del pasado. Por ejemplo, León Trotsky pidió que la Justicia y las policías francesa y suiza investigaran las relaciones del PC francés con la GPU (policía secreta de Stalin), y las actividades de ésta en suelo francés, a propósito de las desapariciones y muertes de militantes trotskistas (entre ellos, su propio hijo). Observemos que se trata de la intervención de Estados imperialistas en organizaciones que se consideraban obreras. De nuevo pregunto, ¿por qué hay gente que nunca consideró que esto era “pasarse del lado del imperialismo”, y sin embargo niega el derecho a un movimiento burgués, que está siendo masacrado, a pedir ayuda militar a las potencias imperialistas?

El caso soviético

El mismo criterio se aplica en el terreno internacional. Lenin llegó a un acuerdo con los alemanes para llegar a Rusia después de la revolución de febrero de 1917; por lo cual fue acusado, durante meses, de ser “agente del imperialismo alemán”. Luego de la toma del poder los bolcheviques llegaron a una paz con los alemanes, que Lenin caracterizaba con estas palabras, en respuesta a sus críticos de izquierda: “Les parecía que la paz de Brest era un compromiso con los imperialistas, inaceptable por principio y funesto para el partido del proletariado revolucionario. Se trataba, en efecto, de un compromiso con los imperialistas, pero precisamente de un compromiso de tal género, que resultaba obligatorio en esas circunstancias” (La enfermedad infantil del izquierdismo). ¿Por qué “obligatorio”? Pues porque había que preservar la revolución, y la Rusia soviética no estaba en condiciones de parar el ataque alemán. Vayamos ahora a los tiempos de la invasión nazi, bajo el régimen de Stalin. La URSS pedía que los aliados abrieran el frente occidental, y provisiones y armas. ¿Era lícito solicitar esta ayuda? ¿No se corría también el riesgo de “embellecer” a las potencias capitalistas aliadas? Por supuesto, esto sucedió en parte; y también hay que contar que EEUU o Gran Bretaña intervenían por sus propios intereses (y por eso también dejaron que la URSS se desangrara en la lucha contra los alemanes). Pero lo importante es que nadie puede cuestionar el derecho de la URSS a pedir esa ayuda. ¿Cuál es el criterio entonces que debería prevalecer para caracterizar estos compromisos con fuerzas imperialistas, o con fuerzas burguesas? La respuesta: la preservación del movimiento y de los objetivos esenciales por los que se lucha.

Aplicando el criterio a Libia

Apliquemos esto al caso de la sublevación en Libia, y la intervención militar de las potencias, que los sublevados la han saludado como positiva. En tanto conserven el control del territorio (y nada indica que se hayan convertido en agentes coloniales de potencias extranjeras), y en tanto mantengan el objetivo de democratización (burguesa) de Libia, el carácter del movimiento no se modifica, y sigue siendo progresivo. Pero además, si los sublevados están ante el aplastamiento inminente, ¿por qué no van a pedir la intervención militar extranjera si esto puede ayudar a salvar sus vidas, y el movimiento? ¿Por qué se les aplica a ellos un purismo revolucionario, que no se aplica a otros casos? También he planteado que hubo en la historia movimientos nacionalistas que han hecho acuerdos y obtenido colaboraciones de potencias imperialistas. Si los bolcheviques podían hacerlo, ¿por qué no pueden hacerlo estos movimientos burgueses, o pequeño-burgueses? Los revolucionarios irlandeses llegaron a un acuerdo con Alemania, en 1916, para recibir armas de ésta. ¿Los convertía esto en “títeres del colonialismo alemán”? En absoluto, no cambió el carácter del movimiento. Y así podría seguir con otros casos. Ante esto, me responden con insultos, pero no con argumentos.

Subrayo, por último: aquí está en juego no solo un problema de caracterización de las rebeliones árabes -el movimiento en Libia es una parte de esa totalidad- sino también la forma en que se hace política, se elaboran consignas y se llevan adelante tácticas.


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Más críticas y argumentos acerca de la intervención

Written by rolandoastarita

26/03/2011 a 15:12

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57 respuestas

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  1. Por lo que yo he leído hay gente muy respetable que ha perdido el respeto a Kaosenlared. Xare Antifaxista (‘Red Antifascista’ en euskara):

    Xare antifaxista deja de publicar en Kaosenlared.
    Kaosenlared inserta propaganda nazi-sionista.

    Da la impresión de que se ve a Kaosenlared como de más que dudosa legitimidad revolucionaria. Ahora bien, como no he seguido la evolución del txoko este (leo La Haine y Rebelión pero no este sitio), no sé exactamente por qué (aparte de lo de la publicidad, alguna al menos de corte fascista) la gente está tan desengañada de el espacio este.

    Yo no me preocuparía mucho de lo que dicen en Kaosenlared, teniendo en cuenta que están siendo muy cuestionados ellos mismos como espacio de izquierda o alternativo.

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    Maju

    26/03/2011 at 16:31

  2. Hoy escuche por Visión 7 internacional(TV Pública) a Khatchik DerGhougassianun, especialista en Medio Oriente. Respecto a la intevención militar dijo que había que poner algún límite a Kadafi. Cuestionó la idea de gobiernos «títeres» del imperialismo y planteó su discrepancia con la izquierda latinoamericana que sale a defender a Kadafi. Los conductores del programa no pudieron contestarle con nada. Dijo también que Mahmud Ahmadineyad, el líder iraní, se opone a Kadafi. Tal vez a Chavez lo pueda salvar del ridículo su amigo, pero ¿y el resto de la izquierda? Disculpen si suena ofensivo, a mi si me preocupa las formas de discutir que tiene la izquierda.

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    Omar

    26/03/2011 at 19:51

  3. Tu enfoque te lleva a ignorar el punto crucial de la discusión. Esto se pone de manifiesto cuando dices que con la intervención de EEUU, Inglaterra y Francia «el carácter del movimiento no se modifica, y sigue siendo progresivo». Ni Marx, ni Lenin, ni Hizbullah, ni la mayoría de los rebeldes en Libia, Égipto o Túnez razonan ni pueden razonar así. El carácter del movimiento no está definido de una vez y para siempre desde el principio, sino que está en juego cada día. Y desde luego que la intervención de las tres potencias representa una amenaza de primera magnitud que hay que denunciar y combatir (Hizbullah lo hace en párrafos que no citas). Sólo hablar de la intervención en términos que avalan su evidente hipocresía «humanitaria» y «democrática» no ayuda en nada al sector más consecuentemente democrático que está en lucha con los sectores del propio movimiento que no tienen nada de democráticos. La verdad es mucho más concreta que esas caracterizaciones que haces en las que todos los gatos son pardos.

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    Javierv

    26/03/2011 at 22:28

    • El punto crucial de la discusión es si el movimiento de los rebeldes dejó de ser progresivo. En la nota doy las dos razones por las cuales considero que no cambió su carácter progresivo frente a Khadafy. Por lo tanto no es cierto que ignore el punto crucial de la discusión. Podes discrepar con mi caracterización, pero no es cierto que ignoro la cuestión. Por otra parte no conozco que Hizbullah haya pasado a caracterizar el movimiento rebelde como reaccionario. Por supuesto, si lo hubiera hecho, habría discrepado con esa caracterización. De todas maneras creo que estamos en veredas opuestas (tu postura es a favir del aplastamiento de los sublevados y yo estoy por su triunfo) y creo que será difícil llegar a un mínimo acuerdo.
      Por último, considero infantil que los que están enfrentando a Khadafy deban decidir si piden, o no, ayuda militar, en base a si los que les mandan ayuda son «hipócritas humanitarios» o no. Es como si alguien le hubiera dicho a los soviéticos que no aceptaran ayuda de los ingleses porque estos son «hipócritas humanitarios democráticos».

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      rolandoastarita

      26/03/2011 at 23:12

    • ¿De dónde te sacas eso de que mi postura es a favor del aplastamiento de los sublevados? Si esa fuera, ¿por qué razón tendría yo interés en leer tus rollos? Por lo demás, si aceptas la hipocresía de la resolución de la ONU, en lugar de irte por el posible significado moral del término deberías sacar las consecuencias: su interés es otro y sus fuerzas para salirse con la suya no son despreciables; ergo, hay que hacer lo que esté en nuestras manos para que no se salgan con la suya, que es lo que más y mejor nos puede unir con el sector consecuentemente democrático de los rebeldes libios (al menos denunciar la intervención como lo hace Hizbullah en párrafos que no citas).

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      Javierv

      26/03/2011 at 23:52

    • Es que entonces no puedo entender tu razonamiento. Yo sostengo que el movimiento de los sublevados tiene un carácter progresivo frente a la dictadura de Khadafy. Me respondes diciendo que ha cambiado ese carácter. ¿Pasó a ser regresivo entonces? ¿O sigue siendo progresivo frente al régimen? Por otra parte, siempre tengo presente que los gobiernos capitalistas (sean de potencias o no) no actúan por «amor a la humanidad», sino para defender intereses de clase, de las clases dominantes. El gobierno de Carter presionaba a la dictadura de Videla por el tema de derechos humanos. Los organismos defensores de derechos humanos utilizaron esa presión. Por supuesto, en la izquierda estábamos conscientes de que el gobierno de Carter lo hacía por sus propios intereses, y así se planteaba en publicaciones (que de todas maneras eran marginales y circulaban principalmente en el exilio). Pero a nadie se le ocurría plantear como consigna «fuera la intervención de Carter, o de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, porque son hipócritas». Volviendo al tema Libia, los sublevados están recuperando terreno, pero esto lo logran porque los bombardeos de la OTAN debilitaron militarmente a las tropas de Khadafy. ¿Se han convertido por eso en la punta de lanza de una operación neocolonial? Mi posición es que no. Por último, sobre Hizbollah, en la declaración que leí no figuraba que hubiera condenado la intervención de la OTAN. Si lo hubiera leído, la hubiera citado. Hay muchos grupos que caracterizan que el movimiento de los sublevados es progresivo, que desean su triunfo sobre Khadafy, pero plantean que no deben aceptar la ayuda militar de la OTAN. Es este punto el que estoy criticando, porque veo una inconsistencia aquí. Si consideramos que la intervención de la OTAN es una ofensiva colonial imperialista, el que la pide y le da la bienvenida, no puede ser progresita. Habría que estar por su derrota. Pero esto es entonces inconsistente con decir al mismo tiempo que se quiere su triunfo, que está siendo facilitado por la intervención de la OTAN.

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      rolandoastarita

      27/03/2011 at 10:04

  4. Comparto el análisis de la situación que haces, Rolando.
    Un abrazo.

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    josé

    27/03/2011 at 09:07

    • Un comentario: el folleto de Lenin «El izquierdismo enfermedad infantil del comunismo» posiblemente fue el texto que más me enseñó sobre cómo pensar la política, siendo marxista, y evitando el peligro del sectarismo dogmático, por un lado, y el del oportunista acomodaticio, por el otro.

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      rolandoastarita

      27/03/2011 at 10:18

  5. Kaosenlared ha perdido gran parte de su prestigio al ser invadido por decenas de militantes chavistas y castristas que llenan el espacio de comentarios con insultos y proclamas.
    El propio Manuel Marquez, fundador de este portal, es acusado e insultado vilmente por sostener cosas tan evidente como que » Algunos, en estos días de debate, parece que han perdido de vista que el motor del la historia no es la lucha antiimperialista, sino la de clases, vamos por lo menos para los que somos marxistas, y entendiendo la lucha de clases en su profundo contenido ideológico y económico.»
    O, «Ayer decíamos que para luchar contra el Imperio y contra el Capitalismo no podemos admitir conductas autoritarias y criminales propias del fascismo. No podemos desdeñar el respeto a los derechos humanos porque según algunos de esto son se come, no señor de estos no se como pero sin ellos no se vive es más por su falta se muere. No podemos mirar hacia otro lado ante la pena de muerte, se practique ésta en los Estados Unidos de América o en la República Islámica de Irán. No podemos aplaudir o aceptar a ningún dictador, ni aniguna persona que no haya sido elegida por su pueblo sea en el Reino de España o en la República Popular Democrática de Corea. Una izquierda que busque que justifiquemos la injusticia ni es izquierda ni es nada».
    Gente como Marquez es lo que salva Kaos escorado y a la deriva de la izquierda-nacional como consecuendia de su propio éxito entre una juventud latinoamericana dispuesta a afrontar cambios en la sociedad pero totalmente manipulada e intoxicada por una ideología cada vez más cercana a los postulados del NSDAP de los años 30 que a los de la izquierda revolucionaria.

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    antonio ortiz

    27/03/2011 at 09:54

  6. Me has quitado las palabras de la boca, Antonio…

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    Ignacio

    27/03/2011 at 11:17

  7. Es la primera vez que escribo en este blog. Precisamente yo no escribo ningún comentario en Kaosenlared porque estos comentarios a textos en Kaos, como en la mayoría de las páginas «alternativas», están hegemonizados por gente que «discute» a base de insultos y prejuicios. Que por cierto en un 90 % pertenecen a la corriente «viva stalin-castro-chávez-soy antiimperialista-nacional y popular-la culpa de todo es de la CIA» que parece que están todo el día pegados al ordenador.

    Y lamentablemente, también en este foro donde se comentan los artículos de Rolo, que se esté de acuerdo o no, son siempre un ejemplo de rigor, más de una vez ha habido discusiones que parecen sacadas de los comentarios en Kaosenlared.
    Pero en este caso hago una excepción para contestarte, Maju, porque leyendo tus post y sabiendo que visitaste Kosova antes del ataque de la OTAN (yo visité Bosnia durante la guerra, cuando era militante de la LIT-CI), se que conoces la realidad «de verdad» y no la «realidad virtual» de las páginas «alternativas», y eso se ve en tus comentarios. Y como eres vasco y yo andaluz, estamos al mismo lado del Atlántico.
    Entonces es para decirte que en La Haine puede haber cosas curiosas, pero en Rebelión se ha censurado sistemáticamente las posiciones revolucionarias no castristas. Me consta, dada mi militancia de años en el trotskysmo (aunque no era yo el que suministraba artículos). Hay gente que escribía de cualquier cosa y se le publicaba inmediatamente en Rebelión… hasta que criticaba al Comandante. Y nadie nunca habló de «legitimidad revolucionaria» de rebelión.
    Nada de eso pasó nunca en Kaosenlared. Es verdad que da asco o más bien pena leer los «comentarios» o mejor ladridos que suele haber bajo los textos en Kaosenlared, y que también da pena ver que hayan tenido que recurrir a la publicidad porque, aparte del acoso judicial, no tienen un duro (un mango que dicen los argentinos). Pero en Kaosenlared se pueden leer sobre cualquier tema prácticamente todas las posiciones que hay en la izquierda, prácticamente no existe censura. Eso cabrea a muchísima gente, porque publican todo lo que escriben esos de la izquierda que opinan todo lo contrario que tú, seas tú quien seas, y hay gente a la que eso le cabrea muchísimo. A mí también me da vergüenza leer las cosas que hay que leer a veces, pero me da igual, porque en Kaos puedes encontrarlo todo, incluyendo lo que me gusta.
    Por ejemplo, sobre Libia, en Kaos puedes leer al Rolo, pero también a Castro, a la CNT, a todos los stalinos, artículos sacados de la red voltaire (que para mí son conspiparanoicos), todos los matices del trotskysmo, todos los matices de todo, y si falta el tuyo, escribe y te lo publican.
    Los cabreos han saltado porque hay guerra. Los que critican al «ninismo» (ni OTAN ni Kadafi) no soportan compartir tribuna con los que apoyan la rebelión mientras critican la intervención. Y éstos, generalmente más tolerantes, tampoco tienen porqué estar contentos cuando ven que hay artículos haciendo apología de un tirano grotesco al lado del suyo. Siempre fue así en Kaos, pero antes no había guerra.
    Por eso te animo a leer Kaos, y a sospechar de la «legitimidad revolucionaria» de los que lo critican. Vuelvo al principo: los que más van por ahí dando o quitando «legitimidades revolucionarias» son los «antiimperialistas» de profesión. Que me parece que no es tu posición.

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    Ángel C

    27/03/2011 at 12:49

    • Pues igual me equivoco mucho con Kaos. Ya dije que me estaba fiando de opiniones de gente que me parece válida porque nunca he llegado a seguirlo personalmente como medio (sin ninguna razón en particular). Está bien tener otra opinión y tendré que visitar Kaos algo antes de volver a lanzar opiniones alegremente. Yo dije lo que dije porque me pareció que Rolando se estaba haciendo mala sangre con un medio que parece tener por lo menos algunos detractores.

      Igual es sin más lo que tú dices: que publican de todo, para bien y para mal.

      Rebelión es efectivamente muy de cierta línea, soy consciente, pero en el tema de Libia están publicando ideas varias.

      Y respecto a Bosnia y Kosovo, pues seguro que estamos de acuerdo. Tengo que decir que nuestra influencia mayor en tema información y acogida en toda la ex-Yugoslavia fueron gentes de Serbia, de Belgrado en particular: un grupo feminista antimilitarista llamado Mujeres de Negro sobre todo (y el compañero de una de ellas que era un exiliado chileno, que decía haber estado con el Che en Bolivia, y que nos contaba todos los chanchullos de Milosevic). En Kosovo estuvimos poco tiempo, la información la recogimos sobre todo en Belgrado, una ciudad que recuerdo con mucho cariño a pesar de las rarezas de la situación (la verdad es que era un conflicto muy complejo y multifacético – pero limpieza étnica, asesinatos en masa, violaciones, terror paramilitar… no tienen perdón ni justificación).

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      Maju

      27/03/2011 at 22:33

    • Maju, de todas maneras lo que me dijiste me dio ánimo. En realidad no conocía kaosenlared hasta que empezaron a publicar mis notas, y no había visto nunca un sitio de izquierda, o alternativo, donde hubiera gente tan virulenta en sus agresiones (he conocido estos casos en Argentina, pero no los había visto en una lista, e insultando en serie). De todas maneras estuve visitando kaosenlared y me pareció abierto y democrático el criterio con el que publican notas; hay de todos los matices y tendencias.

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      rolandoastarita

      27/03/2011 at 22:47

    • He rebuscado esta discusión porque justo acabo de leer que lo de Kaos va a peor, al menos según algunos:

      «JM Alvarez y Carlos Tena «invitados» a irse de kaosenlared. Otrxs muchos fueron saliendo de Kaos, tiempo atrás».

      (es un artículo algo más largo)

      Como digo, yo no tengo nada ni a favor ni en contra pero me sorprende que se hable tanto de este espacio y, en general, tan negativamente. Y me hago preguntas.

      Hace poco también Vicenç Navarro se quejaba de unas alegaciones hacia el «en términos injuriosos y maliciosos» en Kaos. Aunque esto serguramente responda más a lo que dice Ángel de que se publica «de todo».

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      Maju

      05/04/2011 at 20:58

  8. Saludos Rolando. Le he conocido leyéndole en Kaos en la red, y estoy gratamente impresionado y completamente de acuerdo con Usted.
    En mi blog también hablo sobre Libia, y me he tomado la libertad de citarle, pues creo que aporta mucho al debate:
    http://corrientepropia.blogspot.com/2011/03/los-rebeldes-recuperan-terreno.html

    A partir de ahora trataré de leerle siempre que pueda, pues me parece que analiza con mucha profundidad.

    Un saludo, y a seguir adelante!

    pd: Para mi Kaos en la Red ha ganado mucho desde que permite que también gente marxista favorable a la intervención pueda publicar artículos en su web.

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    Jesús

    27/03/2011 at 17:25

    • Me alegro de la coincidencia. Realmente estoy agradecido a la gente de kaos en la red por haber publicado estas notas, que por otra parte no se las había enviado. Un saludo, Rolando

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      rolandoastarita

      27/03/2011 at 18:38

  9. Aunque sea un offtopic recomiendo la lectura de un libro excelente (aunque algo pesado en algunos parajes) «De munich a Auschwitz» de Ferran Gallego. Excelentemente documentado y que aporta muchas claves en el ideario populista del NDSAP

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    antonio ortiz

    27/03/2011 at 22:11

  10. Espero poder expresarme de forma que no infieras lo contrario de lo que pienso. Creo que te apresuras a calificar como “inconsistencia” lo que en principio no es sino una contradicción práctica. Si es una contradicción práctica, entonces sería una inconsistencia ignorarla. En concreto. Punto 1) La intervención de EEUU, GB y F es una acción contra la revolución de los pueblos árabes; es decir, busca reducir al mínimo el alcance de esta revolución. Hacer lo que esté en nuestras manos por derrotarla es hacer lo posible por debilitar su capacidad para alcanzar este objetivo. Lo que sería inconsistente aquí es hacer algo por derrotarla (en este sentido) que también implicara de alguna forma ocasionarle a la revolución los mismos o peores daños que los que la intervención de las potencias busca ocasionarle: en lugar de derrotar esta intervención, le estaríamos haciendo el trabajo. Pero no todas las alternativas que tenemos, ni mucho menos, están condenadas a esta inconsistencia (por ejemplo, una declaración como la que mencionas de Hizbullah, y que puedes encontrar más completa en la página de Rebelión, muestra que hay un mínimo que podemos hacer).
    Punto 2) La revolución es básicamente popular y democrática, pero no en el sentido de que sus alcances y conquistas se limiten a reconocer de palabra tales o cuales libertades básicas. Desde 1879, 1848, 1905, etc. etc. sabemos que en un movimiento popular, por revolucionario que sea, se da una lucha por definir las conquistas y los alcances que se propone alcanzar. En el fondo, es parte de las luchas de clases. Están en Túnez, Egipto, Libia y los demás países, pero la correlación de fuerzas es distinta en cada caso. Ergo, la intervención de EEUU-GB-F es también una intervención al interior del movimiento democrático: busca dividirlo, favorecer a unos sectores y aislar a otros, como un medio para lograr su objetivo principal. Buscar derrotar esta intervención es tratar de impedir que logre esta división. Hacer algo que provoque esta división no es derrotarla, sino hacerle el trabajo. Pero hay al menos un mínimo que podemos hacer.

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    Javierv

    27/03/2011 at 22:54

    • Dado que estoy con mucho trabajo, solo observo lo siguiente. No comparto la afirmación de que la intervención es una acción para ahogar la revolución en Libia. Si la OTAN hubiera querido frenar la revolución, hubiera dejado seguir a las tropas de Khadafy en Benghazi. Otro tema es que la OTAN favorezca ahora regímenes con alguna apertura democrática, o democracias burguesas, porque las considere la forma más segura para el capital. Pero esto también es lo que buscan los sectores burgueses que están del lado de los sublevados en Libia. Lo explico con este ejemplo, que es histórico. Castro recibió apoyo de EEUU en su lucha contra Batista. He planteado este ejemplo en alguna nota. ¿Podemos decir que esa ayuda de EEUU se debía a que quería aplastar al movimiento antidictatorial? En absoluto, EEUU pensaba que era conveniente en Cuba un gobierno burgués democrático. Si Castro hubiera razonado con la premisa «solo intervienen para aplastar la revolución», hubiera debido rechazar la ayuda; es la conclusión de poner un signo igual entre Batista y la oposición burguesa (incluida la internacional) que estaba a favor de una democracia capitalista.
      Subrayo, es un error pensar que las potencias, o el gran capital, siempre e invariablemente está a favor de dictaduras militares; lo mismo de aplica a las burguesías de los países atrasados. En innumerables ocasiones sucede que una fracción de la clase dominante lucha por la democracia burguesa, enfrentando al fascismo. Por eso el análisis es más complejo, y por eso también hay posibilidades de realizar unidad de acción con una fracción. Es el caso de la guerra civil española, que pongo como ejemplo en otra respuesta.

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      rolandoastarita

      28/03/2011 at 09:27

    • Lo que habías puesto a discusión en el comentario anterior que me hiciste no era la verdad o falsedad de la afirmación “la intervención de las potencias es contra la revolución de los pueblos árabes”, sino tu convicción de que quien sostenga esa afirmación, si es consecuente con ella, necesariamente adopta la posición de desear que los rebeldes libios sean derrotados por Khadafi. Yo me limité a discutir esta inferencia. Pero creo entender bien que estás con demasiado trabajo. La verdad, lo siento mucho. Creo que desde el principio tocaste un punto importante, pero tu defensa de él se volvió insostenible, en parte, por haberte aferrado a esa inferencia.

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      Javierv

      28/03/2011 at 21:03

  11. Veo varios problemas a la intervención de la OTAN:
    1)Están usando armas con uranio empobrecido que es radiactivo.
    2)están bombardeando ciudades como Trípoli y otras.

    Usar ese armamento y destruir ciudades donde vive la población no me parece nada progresista. Igual que no me pareció progresista bombardear trener y la Tv de Serbia en 1999.
    Se ha dicho que los rebeldes apoyaban a la antigua monarquía existente antes de Gadafhi que no era precisamente progresista en ningún sentido. Por otro lado los rebeldes, si tienen armas es porque formarán parte del ejército, nada que ver con Túnez o Egipto donde eran revueltas de la población civil.
    Estas cuestiones siguen estando pendientes de ser aclaradas.Personalmente apoyo la zona de exclusión y los ataques aereos al ejército de Gadafhi, pero no el uso de armas con uranio ni el bombardeo de ciudades. Y mucho menos cualquier desembarco de tropas. Una cosa es aprovecharse de la intervención de la OTAN para derribar a Gadafhi y otra dejar que la OTAN cambie a Gadafhi por otro dictadorzuelo títere.

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    Bolchevique

    28/03/2011 at 09:19

    • Estoy de acuerdo con lo que planteas sobre la intervención. Acerca de los objetivos de los sublevados, puede haber lazos con la vieja monarquía, pero pienso que el análisis de «totalidad» (el movimiento que abarca a millones de árabes) es lo que debe prevalecer. Hay una lucha por libertades democráticas capitalistas.

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      rolandoastarita

      28/03/2011 at 09:34

    • realmente no entiendo como alguien que se dice así mismo bolchevique apoye a la OTAN, esa coalición imperialista. El escenario es lamentable, la confusión de los intelectuales de «izquierda», o mejor dicho su desviación y adaptación total al estado burgués y su democracia es alarmante. El problema central del razonamiento de nuestro «bolchevique» es que no puede salirse de los limites que le impone los campos, la facciones de la burguesía y termina colocándose del lado de la coalición imperialista, y al hacerlo les ruega que no sean crueles que no tiren bombas en ciudades y no utilicen uranio,que renuncien a su condición de opresores y actúen como verdaderos demócratas y defensores de la libertad, que sean humanitarios con las masas levantadas. Realmente es lo mas ingenuamente reaccionario que he escuchado.
      el movimiento libio no puede ser condenado de antemano a ser instrumento del imperialismo mediante los oficiales díscolos a khadaffi o el propio Khadaffi. dentro del procesos libio y árabe en gral la lucha de clases sigue mostrando sus leyes y las relaciones reales que se manifiestan entre las clases. por lo tanto la tarea de cualquier revolucionario honesto es buscar la brecha, la forma en que el proletariado rompa con sus direcciones reaccionarias y que se erija una dirección revolucionaria, la forma en que los lazos del proletariado árabe se enlace entre si, con el europeo en particular y el mundial en general. El proletariado del siglo XXI tiene mucho para dar y crear, ¡por mas que un «intelectual marxista» y sus condescendientes acólitos lo quieren atar a una facción determinada del capital! la cuestión de la independencia de la clase obrera de la burguesía es lo que todo revolucionario debe plantear!

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      juan tornello

      26/04/2011 at 03:02

    • No coincido con tu razonamiento. Te doy un ejemplo histórico, el Frente Popular en España y el enfrentamiento contra el ejército de Franco. Estar a favor de la independencia de clase no tenía por qué significar que a la izquierda le fuera indiferentes los dos campos (burgueses) en lucha. Trotsky abogaba por la independencia de clase, y sin embargo recomendaba a sus partidarios luchar en el campo militar del Frente Popular. Por otra parte, el gobierno del Frente Popular pedía la intervención militar de Francia, Inglaterra y otras potencias imperialistas. ¿Se convertía por eso en «agente del colonialismo»? El propio Trotsky criticaba la política de «no intervención» en España de Francia, y decía que en caso de que el gobierno de Francia hubiera apoyado «a la democracia capitalista de Caballero y Negrin», los revolucionarios no deberían haberse opuesto. ¿Ahora van a decir que por esta posición Trotsky estaba en contra de la independencia de clase en España? Y como éste hay cantidad de ejemplos. Fidel Castro en su lucha contra la dictadura de Batista recibió el apoyo de EEUU. ¿Lo convertía esto en un agente del imperialismo?

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      rolandoastarita

      26/04/2011 at 08:27

  12. Hola Rolo, soy Jesus, amigo y colega tuyo en el PST español. He leido algunas cosas tuyas de economía y ahora sobre Libia. Coincidimos totalmente. Mándame tu email y hablamos tranquilamente intercambiando materiales que estamos sacando. Veo necesario un intercambio y más. Trabajo en un hospital y estoy en un colectivo Movimiento Asambleario de los Trabajadore de la Sanidad. Un abrazo y contestame.

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    jesus jaen urueña

    28/03/2011 at 16:03

  13. Rolo, la izquierda está MUY pirada. Es vergonzante que se llegue al colmo de defender a Kadafi… que no es otra cosa que un carnicero.

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    Pablo de Quilmes

    30/03/2011 at 16:56

  14. Unos cuantos en la izquierda se han pirado al defender a un loco carnicero, y otros más al defender a potencias más carniceras aún. Pero la gran mayoría está en otra posición, que puede ilustrarse bien con otro ejemplo, el del frente tunecino «14 de enero», cuyo manifiesto empieza así: «Desde el principio el Frente 14 de Enero ha estado al lado del pueblo libio y de sus reivindicaciones democráticas, así como junto a todos los otros pueblos árabes en lucha (Yemen, Bahrein, etc). Al mismo tiempo nos hemos opuesto a toda intervención extranjera, que no protege en absoluto a la población civil y abre el camino a las ambiciones imperialistas (Iraq, Afganistán)».

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    Javierv

    30/03/2011 at 21:02

    • Primero, sigo sin entender este razonamiento. Se dice que se está a favor de los sublevados, pero se dice también que se está en contra de que se impida que las tropas de Khadafy ahoguen en sangre a la sublevación. Esto a pesar de que los sublevados dicen a cada rato que si no hay apoyo, no pueden resistir. Sinceramente, ¿desean que triunfen los sublevados?
      Segundo, un movimiento puede aceptar ayuda de potencias extranjeras, sin que esto implique defender a esas potencias. Varias veces puse este ejemplo, y nadie atina a responderlo: Castro cuando estaba en Sierra Maestra recibía apoyo de EEUU. Supongamos que un militante de izquierda se hubiera negado a levantar en ese momento la consigna «No a la injerencia de EEUU en Cuba», porque considerara positivo que Castro recibiera esa ayuda, para combatir a Batista. ¿Significaba esto que ese militante estaba «defendiendo a EEUU»?

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      rolandoastarita

      30/03/2011 at 23:46

    • Al menos algunos rebeldes libios también estaban en contra de la intervención, aunque es posible que el avance sobre Bengasi les haya hecho cambiar de idea.

      Es perfectamente entendible estar, al menos formalmente, en contra de una intervención motivada por intereses económicos (conseguir mejores términos en las concesiones petroleras) y políticos (manipular la Revolución Árabe a favor de los interese geoestratégicos imperiales).

      Sin llegar siquiera a considerar por qué se defiende a las fuerzas revolucionarias en Libia y se las abandona a su suerte en Bahrein, donde han sido aplastadas por una intervención internacional también (de Arabia Saudita) a la que nadie se enfrenta.

      Yo no creo que Gadafi sea mejor que Khalifa pero tampoco creo que sea peor. Igualmente no creo que Sarkozy es para nada mejor que Ibn Saud, ni que sus motivaciones y objetivos estén enfrentados o sean muy diferentes.

      Que Gadafi sea indefensible no quiere decir que tengamos que posicionarnos con Sarkozy automáticamente. Además la intervención crea un precedente y un espacio concreto para la internacionalización de un conflicto que es por naturaleza civil.

      Puedes ser ambivalente respecto a la intervención (yo lo soy) pero no puedes estar a favor, como si Sarko fuera una especie de paladín revolucionario y no un asesino sanguinario del mismo calibre que Gadafi con objetivos propios de carácter similar (poder, riqueza, servir al Gran Capital).

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      Maju

      31/03/2011 at 00:47

    • Maju, repito un argumento que hasta ahora nadie me puede responder. Se puede formular con decenas de ejemplos, pero pongo éste: supongamos que en un campo de concentración, bajo la dictadura de Videla, hubiéramos recibido oferta de los servicios de alguna potencia extranjera de colaborar para organizar una fuga. Los motivos para esto serían seguramente avanzar sus propios intereses (por ejemplo, cuestiones de legitimación, debilitar a un gobierno al que no tenían confianza, etc.). Supongamos que los detenidos acepten la colaboración de estos servicios para fugarse. ¿Son por ello agentes del imperialismo? ¿Es lícito aceptar esa colaboración? ¿Significa aceptar esa colaboración «posicionarse» con la potencia extranjera, o con sus servicios? ¿Significa sostener que es mejor que Videla? Además, para el militante que no está en el campo de concentración, ¿tiene que exigir «no injerencia ni colaboración»? Por supuesto, se puede «mirar para otro lado» y hacerse el burro, pero esto no es respuesta. Después de todo, el militante que está fuera bien podría haber estado en el campo de concentración. Insisto, puedo poner decenas de ejemplos de este tipo. Cuando los bolcheviques aceptaron ayuda de Inglaterra y Francia para luchar contra Alemania (antes de la paz de Brest), ¿estaban diciendo con ello que Inglaterra y Francia eran menos imperialistas que Alemania? Además, antes de la firma de la paz de Brest, la posición «ambivalente» fue de Trotsky, y casi cuesta un desastre. Si estás en Benghazi, sometido al fuego de las tropas de Khadafy, perdiendo posiciones a cada momento, ¿hay espacio para las posiciones ambivalentes? Pienso que tienes que elegir: o aceptas ayuda de los imperialistas, o te masacran las tropas de Khadafy.

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      rolandoastarita

      31/03/2011 at 08:25

    • No estoy criticando a los rebeldes libios por aceptar una ayuda más que necesaria, obviamente – si yo estuviera en su lugar la aceptaría también, claro. Pero creo que es bueno ser cauto respecto a la intencionalidad de esa ayuda y crítico de los dobles raseros en uso por la coalición imperial intervencionista (el día que intervengan contra a Israel…)

      En este sentido, apoyar la intervención sin más es excesivo, es como querer posar en la foto junto a Sarko y una ojiva de uranio empobrecido (de las que están echando, no nos engañemos). En lo que a mí respecta creo que es menester denunciar el doble rasero y las motivaciones más que dudosas al tiempo que se entiende y apoya la posición de los rebeldes.

      Mucha gente que apoya la rebelión libia desde perspectivas de izquierda ha adoptado esta postura: «rebelión: sí, intervención: sí pero no – cuidado». No somos «Trotsky» ni «Lenin» en el campo de batalla o en el gobierno provisional de Bengasi, somos gente que observa y trata de entender desde cierta distancia (con la correspondiente impotencia).

      Y tampoco estamos hablando de transferencias de armas, sino de intervención directa (aunque sólo sea aérea). Yo siempre estoy a favor de armas para el pueblo, vengan de donde vengan.

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      Maju

      31/03/2011 at 12:51

  15. Hola Rolo, me gustaría que escuches estos videos y hagas un comentario al respecto.

    Leonor Massanet, Testimonio directo sobre los sucesos en Libia
    http://www.youtube.com/watch?v=Sp1QPP_mIxA
    http://www.youtube.com/watch?v=nP_1Mnp2u2w&NR=1
    http://www.youtube.com/watch?v=1ol5gaFSthE&NR=1

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    Eduardo

    31/03/2011 at 00:57

  16. En Kaosenlared ha salido hoy una entrevista a Jean Bricmont criticando el llamado «intervencionismo humanitario».Sus argumentos son bastante razonables.Ya no sé con qué quedarme en todo este asunto, la verdad.
    http://www.kaosenlared.net/noticia/libia-frente-imperialismo-humanitario-entrevista

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    Bolchevique

    31/03/2011 at 05:33

  17. Aquí les dejo un trabajo de mis jóvenes amigos internacionalistas que puede que arroje alguna luz sobre la confusión que ciertos elementos disgregadores a sueldo de la gran metrópolis crean a diario, con el único animo de dividir el movimiento obrero.

    Este tipo de elementos no buscan protagonismo, buscan que la lucha de los pueblos fracase y que triunfe la mentira.

    http://juventudsurversiva.blogspot.com/2011/03/la-guerra-euro-estadounidense-en-libia.html

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    Dark Seth

    31/03/2011 at 10:26

    • No es por criticar a los jovenes amigos internacionalistas, ni a DS, pero el trabajo no es de ellos sino de Petras (Esto esta aclarado en el articulo de juventudsurversiva). Y, dicho esto sin ser un experto, la traducción me parece bastante pobre, cuanto menos.

      Saludos.

      El articulo de petras: http://petras.lahaine.org/articulo.php?p=1847

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      Gerardo

      01/04/2011 at 23:22

  18. Rolo, toda tu argumentación -impecable en su lógica- gira en torno a ciertas premisas que tal vez habría que cuestionar. De un lado, que «los rebeldes» encarnan la lucha del pueblo por emanciparse de una tiranía. De otro lado, que la intervención de las fuerzas imperialistas es para instaurar una forma de gobierno más «normal»; es decir, que si bien se pueden hacer buenos negocios con Kadafi mejor se los puede hacer con democracia burguesa.

    Me parece que el primer punto es cuestionable, entre otras cosas, a través de la diferente respuesta que ha sucitado en las grandes potencias con relación a los otros conflictos en los países de la región. También me parece que no se sacan todas las conclusiones del segundo punto; si llevamos hasta el final el razonamiento concluiríamos en que lo que más conviene a las potencias es acabar con Kadafi e implantar un gobierno de los denominados «rebeldes»; rebeldes que hasta ayer nomás -algunos de ellos -formaban el ala más de derecha del gobierno de Kadafi.

    Entonces, parecería que el argumento de que si las potencias quisieran acabar con los rebeldes les hubiera bastado dejarle las manos libres a Kadafi, pese a tener una impecable lógica interna, deja de lado que tal vez las potencias no quisieran tanto acabar con los rebeldes como acabar con Kadafi.

    El planteo acerca de si los rebeldes tienen derecho a solicitar que la OTAN impida los ataques de las fuerzas de Kadafi también es correcto lógicamente, pero deja de lado la cuestión acerca del carácter de los bandos en pugna. Todos estamos de acuerdo en que si durante la dictadura argentina de Videla los desaparecidos hubieran recibido ayuda de los servicios de alguna potencia extranjera esto no hubiera convertido a esos militantes en traidores o agentes imperialistas, pero ese razonamiento pasa por alto nuevamente acá el carácter de los «rebeldes». ¿Es correcto asimilar a los rebeldes a los militantes desaparecidos por la dictadura miiitar argentina? ¿No será que los «rebeldes» son a Kadafi lo que los Duhaldes o Macris de la Argentina son al gobierno Kirchner? Está claro que los marxistas no apoyamos ni a los Kirchner, ni a los Chavez ni a los Castros, pero también es cierto que sus opositores no son precisamente lo que se dice, más progresistas.

    Me parece que tampoco se sacan todas las conclusiones de lo que significa la intervención de las grandes potencias, como si esto hubiera ocurrido «por errores de cálculo», por «no estar preparados ante los repentinos hechos ocurridos» o porque así quedan mejor ante sus electorados al mostrar su costado «humanitario y democrático» ante los electorados. Me parece que todas esas argumentaciones son endebles y que van de la mano con la interpretación del supuesto fracaso de las intervenciones en Irak y Afganistan. Yo creo que los EUA y las grandes potencias no se han equivocado en lo más mínimo en las tres intervenciones y lo han hecho con profundo conocimiento y sentido político. La intervención no ha sido por el petróleo pero tampoco por mostrarse humanitarios, creo que ellos tienen bien en claro hacia adonde apuntan sus cañones.

    ¿Debíamos dejar entonces que Kadafi aplastara a los «rebeldes»? Formulada así la pregunta, ningún ser humanitario y democrático, mucho menos si se trata de socialistas o marxistas, podría en principio contestar a esa pregunta en forma afirmativa. Pero luego de un análisis político la pregunta podría ser reformulada: ¿Sería legítimo que Castro o Chavez reprimieran rebeliones fascistas? No estoy diciendo que los «rebeldes» libios sean fascistas, ni que Kadafi sea igual a Chavez o a Castro, ni mucho menos que lo que estos últimos representan constituya el ideario marxista. Las potencias imperialistas pueden hacer muy buenos negocios con Chavez y con Kadafi y muchos estarían muy gustosos también de hacerlos con Fidel. Pero el objetivo de la intervención creo que no es solo por «negocios» sino por «política» -es decir, economía concentrada-, el dominio geopolítico es mucho mejor negocio, y más seguro en el largo plazo, que alguna asociación coyuntural en la que la gerencia es compartida. Con Kadafi podían hacer negociospero no era del todo «uno de los suyos», a lo mejor los «rebeldes» no son tan «rebeldes» en el sentido que nosotros les damos, y más que representar «la revolución en curso de las masas árabes» es la representación de los intereses de EUA y las grandes potencias…

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    Eduardo

    01/04/2011 at 00:41

    • Algunas observaciones. Primero, coincido que la intervención no es solo por negocios, sino por politica. Pero el eje del problema político no es «el dominio geopolítico», sino las contradicciones internas a Libia, que conectan con las contradicciones internas a los regímenes árabes. Desde el punto de vista del «dominio imperialista», sostengo que no están en juego cambios cualitativos; todos estos países seguirán siendo dependientes (esto es, si triunfan los rebeldes, Libia no pasa a ser una colonia o semi-colonia). Segundo, lo fundamental es caracterizar el movimiento rebelde. Hay dos interpretaciones centrales: a) son títeres del imperialismo, todo esto es promovido por el imperialismo; b) es un movimiento democrático capitalista (pide algunas reformas democráticas), en el mismo sentido que lo son el resto de los movimientos árabes. Di razones para defender (b). Por supuesto, está conformado por cantidad de personajes que hasta ayer eran khadafistas. Creo que es invariable esto en todas estas transiciones democráticas. Pero por esto mismo es errónea la comparación «los rebeldes son a Khadafi lo que Duhalde o Macri a Kirchner». Duhalde, Macri y Kirchner encabezan regímenes democrático burgueses. Khadafy o Videla, dictaduras militares. El problema de fondo es distinguir entre una democracia burguesa y una dictadura militar. Aquí hay graves problemas en la izquierda. Es extraño, porque durante años hubo que discutir con los estalinistas y similares porque embellecían a las democracias burguesas. Ahora hay que discutir lo opuesto: cuando hay un enfrentamiento entre un regimen democrático burgués y un regimen dictadorial, también burgués, los marxistas no somos indiferentes, no nos da lo mismo. Si bajo la dictadura de Videla se hubiera producido un levantamiento, seguramente hubiera estado plagado de gente pasada de bando a último momento; y dada la fuerza de la izquierda, hubiera sido difícil que hubiera estado encabezada por algo màs radical que lo que hoy está en Benghazi. Coincido por último en que después de todo, al menos en Irak, EEUU no fracasó; obtuvo (aunque a un costo que no esperaba) centralmente lo que buscaba (junto a la mayor parte del capitalismo mundial).

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      rolandoastarita

      01/04/2011 at 09:04

    • Rolo, estoy de acuerdo conceptualmente en que hay que distinguir entre dictaduras y democracias. Pero en la práctica es en lo que no estoy muy convencido de que, en el caso libio, los lados en puga pueden encasillarse de ese modo. Por eso te pedí tu opinión sobre un testimonio cuyo link dejé acá más arriba. Seguramente el régimen de Khadafi no ha sido lo democrático que pudiéramos aspirar pero sinceramente no estoy convencido de que se trate de una dictadura comparable por ejemplo, a la argentina. Por otro lado, el testimonio que te pido que escuches, que además es coincidente con otras voces, parece dar cuenta de un cambio en el régimen de Khadafi que pone aun más en cuestionamiento la caracterización de dictadura. Puede ser que sean todas patrañas, o puede ser que no.
      Decís que lo fundamental pasa por caracterizar al movimiento rebelde. Me parece que no es así. Si fuera así te diría que quizás no habría mucho que apoyar. Me parece más bien que hay que caracterizar a los dos lados en pugna. En este sentido, insisto, no tengo tan claro que sea más progresista apoyar a los rebeldes que al gobierno de Khadafi. Máxime que apoyar a los rebeldes implica apoyar la intervención imperialista, con todas las ulteriores consecuencias que esta intervención tendrá. No ponga en duda el derecho de los revolucionarios a recurrir a todo medio disponible en su lucha contra la represión. Lo que no estoy seguro es de que acá se trate de eso.

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      Eduardo

      02/04/2011 at 00:00

    • Tengo la dificultad de no poder escuchar videos. Acerca de la caracterización de los movimientos que se están produciendo en los países árabes, por las noticias que recibimos (y coinciden muchas fuentes) hay un reclamo generalizado de libertades políticas. Ahora mismo en Siria la demanda de los manifestantes es por libertades políticas. El movimiento en Libia empieza por una manifestación en Benghazi que es reprimida por el régimen de Khadafy, con un saldo de 14 muertos. No es una cifra despreciable, o que se pueda pasar por alto. Recuerdo haber leído reportajes a habitantes de Benghazi que decían, en los primeros días bajo el nuevo gobierno, que por primera vez en décadas podían decir en voz alta lo que pensaban. En este punto es donde tengo una gran diferencia con buena parte de la izquierda. Una gran parte de los grupos de izquierda dicen que esto es «liberalismo democrático», sin ninguna importancia, y que en el fondo no hace ninguna diferencia con una dictadura. Para ellos, si no el gobierno no convoca a una Asamblea Constituyente, si no desarticula al viejo ejército y burocracia, etc., no es una democracia burguesa, sino una «democracia tutelada por el imperialismo». Acabo de leer un documento de un grupo trotskista argentino que razona de esta manera (con el agregado del enfoque «nacionalista», esto es, los sublevados ahora pasaron a ser títeres de la OTAN y su avanzada colonialista). El tema de fondo en todo esto (además de mis divergencias con el enfoque nacionalista) es que hay una posición ultraizquierdista con respecto a la democracia burguesa. Con el criterio de este grupo trotskista, los bolcheviques deberían haber puesto un signo = entre el golpe de Kornilov y el Gobierno provisional ruso, en julio de 1917. Y un signo = entre el gobierno del Frente Popular, y el golpe de Franco. Por supuesto, Trotsky jamás sostuvo semejantes disparates. Soy crítico de muchas cosas de Trotsky, pero al lado de sus discípulos, era un gigante. En resumen, aquí hay problemas a discutir sobre cómo se caracteriza a una democracia burguesa, o una lucha por libertades; y la relación entre el capitalismo y la democracia burguesa (existe una idea muy extendida de que la democracia burguesa es incompatible con el dominio del capital, al menos en los países atrasados).

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      rolandoastarita

      02/04/2011 at 09:11

  19. Yo creo que un factor que es fundamental comprender es el caracter de Estados Unidos. Durante gran parte del siglo veinte, y fundamentalmente durante la Guerra Fría, Estados Unidos intervino en el mundo fundamentalmente desde un rol contrainsurgente. Es decir, en muchas partes del tercer mundo se daban regimenes que giraban a la izquierda y Estados Unidos intervenía de manera abierta o encubierta para evitar esa transformación política. El objetivo central era mantener regímenes que sostuvieran la estabilidad del capitalismo como tal, asegurando su reproducción. Desde Latinoamerica, Africa y Asia surgieron en el siglo veinte alternativas de descolonización, populismos redistributivos y movimientos comunistas que cuestionaban el modelo de capitalismo liberal que USA pretendía para el mundo. A principios de siglo USA intervino de este modo para que la Revolución Mexicana no girara hacia los elementos más radicales (Zapata y Villa). En 1954 USA llevó adelante una intervención encubierta en Guatemala que llevó a un golpe contra el gobierno de Jacobo Arbenz. El objetivo había sido evitar que el gobierno de Arbenz realizara una reforma agraria que confiscaría tierras de la United Fruit Company. La CIA creía que había elementos soviéticos apoyando a Guatemala, pero sus mismos documentos secretos mostraron luego que no pudieron encontrar tal conexión. La desclasificación posterior de documentos soviéticos también muestra que no había conexión. Sin embargo, los gobiernos estadounidenses siguieron inculcando la idea de que el comunismo intentaba tomar todo Latinoamerica y bajo ese paradigma sostuvieron una intervención no sólo en los casos de regímenes que intentaban eliminar la propiedad privada, como en el caso de Cuba, sino también en los casos de populismos que intentaran reforma agraria, formas de redistribución de la riqueza o nacionalización de industrias controladas por capitales extranjeros (petroleo, minerales, etc.) Este tipo de intervenciones estadounidenses fueron las que se dieron en la Bahía de Cochinos en los tempranos sesenta, en Brazil contra el gobierno de Goulart en 1964, en Chile USA implementó operaciones encubiertas desde 1971 para derrocar a Allende, en Nicaragua en los 80, etc. Las intervenciones en otras partes del mundo fueron similares. La guerra de Korea en los cincuenta y Vietnam luego, fueron intentos de frenar el avance comunista. En Africa USA colaboró para detener la radicalización asociada al proceso de descolonización de ese continente. Nuevamente para sintetizar: todas estas intervenciones fueron contrainsurgentes. Su objetivo central era desarmar tendencias reformistas y revolucionarias de izquierda.
    A partir de los noventa, sin embargo, con el fin de la Guerra Fría, las intervenciones de USA han cambiado radicalmente de caracter. Salvo unas pocas excepciones, YA NO HAY movimientos reformistas o revolucionarios que sean atacados por una combinación de las elites locales con ayuda de Washington. Ahora las intervenciones estadounidenses no son más intervenciones contrainsurgentes. Por lo contrario, son intervenciones cuyo objetivo central es intervenir en paises cuya inestabilidad los convierte en estados fallidos. Son intervenciones que intentan evitar el colapso de un país que o bien no logra auto-gobernarse o que genera una disrupción fundamental en la región. Este es el caso de las intervenciones en Haití, por ejemplo, donde desde los noventa USA cae cuando el país colapsa por completo. Haití colapsa desde adentro. No hay planes de USA para hacerlo colapsar. El país se derrumba porque es el más pobre del continente y uno de los más pobres del mundo. La razón de esto es la historia de Haití, un país que llevó adelante una grandiosa revolución radical en 1804 que abolió la esclavitud y lo convirtió en la primer república negra independiente. De ser cultivadores de soja pasaron a una economía de autoproducción. Se abandonó la exportación de azucar y los ex-esclavos comenzaron a producir para su propia autosubsistencia, desconectándose del mercado mundial. Esto llevó a una situación de pobreza que se agravó fuertemente porque Francia, que había sido antes la metropoli de esta isla, demandó una indemnización enorme por ‘la perdida de todos los esclavos’. Haití se convirtió en un país de agricultura de pequeña escala para la autosubistencia que necesitaba pagar una gran indemnización. Esas son las condiciones que generaron su pobreza, y dado que la capa social que escapa a la miseria más abyecta es mínima, el país colapsa cada dos por tres. Cada vez que ha colapsado Estados Unidos se ve forzado a intervenir. Los haitianos salen en botes, aparecen miles de botes con haitianos muertos u otros casi agonizando en las costas norteamericanas. Se produce caos en Haití, hay situaciones de estallido permanente. Es decir, el país se convierte en un Estado fallido, y es ahí donde USA interviene. Esta intervención es radicalmente diferente de, por ejemplo, la intervención en Cuba en los sesenta o en Chile en el 73. El objetivo no es detener fuerzas políticas que intentan una transformación social. El objetivo es que no colapse un país que genera caos y disrupción en la región. El caso de las intervenciones en las últimas décadas en Somalía, Iraq, Afganistan, Libia, y las intenciones de intervenir en Korea del norte son iguales. No son intentos de desmantelar procesos de radicalización que buscan cambio social. Son ataques que tienen que lidiar con Estados fallidos que colapsan. Claro que en esto hay matices. Por ejemplo, Iraq no era exactamente un estado colapsado, ni en el 92 ni hace unos años con la segunda invasión. De hecho, el regimen de Sadam Hussein era una dictadura bastante estable hasta cierto punto. Muchos intelectuales norteamericanos, incluso desde la derecha, temían que remover a Hussein generaría conflictos internos que hasta el momento habían sido detenidos por una dictadura que desmantelaba todo disenso. Sin embargo, es evidente que Hussein, al igual que el regimen Iraní hoy, era un elemento desestabilizador en la región. En los ochenta había habido una guerra con Iran y en el 92 Hussein había intentado invadir Kuwait. Muchos paises del primer mundo veían al regimen Iraquí como una amenaza a la estabilidad de medio oriente. Esta es una de las razones, por ejemplo, por la cual las Naciones Unidas mandaban gente para ver si Iraq desarrollaba armas nucleares. En realidad había un intento de presentar al regimen como problemático para luego intervenir de algún modo. Era un modo de desgastar la dictadura de Hussein que ya no les parecía conveniente.
    Cuando hablo de inestabilidad, debe comprenderse que USA a veces tiene un rol en general esa inestabilidad. En el caso de Iraq es claro que USA instigó la guerra con Iran en los ochenta. Durante la Guerra Fría y en los noventa, todo Medio Oriente recibió fondos para sostener el fanatismo religioso musulman con el objetivo de contrarrestar nacionalismos a lo Nazer en Egipto y para balancear la influencia soviética en la región. USA le pasó dinero a los Talibanes, por ejemplo, el mismo grupo contra el que ahora lucha. Le pasó mucho dinero a Hussein, a quien luego terminó quitándole su apoyo primero en 1992 y derrocando en el 2003.
    Sin embargo, los elementos centrales de la inestabilidad en general son locales. A diferencia de otras partes del mundo, Medio Oriente no tuvo un proceso de substitución de importaciones, no logró industrializarse y su integración tardía al mercado mundial se basó fundamentalmente en la producción de petroleo. Esto ha generado sociedades profundamente duales con enclaves petroleros por un lado, y economías de autosubistencia o de escaso desarrollo por otro. El resultado es una combinación que genera una inestabilidad explosiva, combinación que a veces termina generando Estados fallidos, sociedades que tal como están son inviables. Este es claramente el caso de Libia, y por este motivo USA intentó intervenir en Libia ya en el pasado. El objetivo de estas intervenciones, repito, NO ES detener procesos de reforma o revolución. El problema es que son países cuya inestabilidad hace que se ponga en peligro la circulación de mercancías en el area, generan la migración cuasi-forzada de población que empuja las puertas de otros países, conflictos con los países de al lado, etc. Este surgimiento de estados nacionales que se vuelven inviables es el resultado del tipo de desarrollo que genera el capitalismo mundial. Hay areas que permanecen brutalmente subdesarrolladas, donde hay incluso una amenaza de hambruna para sectores importantes de la población. Se trata de países cuyos estados no tienen los fondos suficientes para construir la infraestructura necesaria para atraer capitales. O de estados que logran atraer sólo compañias petroleras que generan enclaves y contradicciones sociales que se convierten en un volcán que está siempre a punto de hacer erupción. USA intenta evitar esto de diferentes modos. Por ejemplo, existe un programa que permite que muchos países del mundo establezcan lo que se llama «sweat-shops» y se produce ropa a bajo costo para vender en USA. Esa ropa entra a USA sin pagar ninguna tarifa y por lo tanto el negocio resulta redondo. Las condiciones de explotación en esas fábricas son terribles, y los sueldos bajísimos, pero lo que le importa a USA es que tiende a generar cierta estabilidad socio-económica. Y además baja muchísimo el costo de la ropa en USA, donde uno puede conseguir prendas cuyo precio parece casi absurdo. Prendas que SIEMPRE están producidas en los países más pobres del mundo.
    Sin embargo, esta y otras medidas no alcanzan para prevenir el colapso de sociedades enteras en los márgenes del capitalismo mundial. Y cuando los niveles de inestabilidad se vuelven inaceptables para las elites de los países del primer mundo, USA es llamada a intervenir.
    El modelo que propongo, de distinguir entre intervenciones contrainsurgentes e intervenciones para evitar el colapso de Estados fallidos, no debe entenderse de manera esquemática. Es cierto que el primer modelo prevaleció durante el siglo veinte hasta el fin de la Guerra Fría, pero incluso durante este período había intervenciones en países que colapsaban (nuevamente Haití es el caso más claro). Desde los noventa la mayor parte de las intervenciones son en Estados fallidos, pero no siempre ocurre así. Por ejemplo, USA colaboró en el intento de derrocar a Chavez. Esto se debió a una oposición política a los programas de reforma de Chavez y no a que Venezuela sea inestable. De hecho, por más oposición que Chavez agite contra USA, la mayor parte de la economía venezolana trabaja para producir petroleo para el país del norte. La mayor parte de las exportaciones venezolanas son a USA, donde el 16% del petroleo consumido es venezolano. Chavez ha profundizado la política de nacionalización de empresas cuando USA promueve lo opuesto. Chavez ha constituido un obstáculo persistente a la política exterior estadounidense. Y es por ese motivo que USA apoyaba a la elite que se opone a Chavez en el intento golpista, no porque Venezuela sea un caso de Estado fallido. Sin embargo, Venezuela es una excepción. Estados Unidos en general ha abandonado el intento de intervenir para desarticular regímenes reformistas o revolucionarios. La razón de esto no es que USA se ha cambiado de caracter, sino que no existe hoy un número de regimenes de ese tipo que provoquen una política exterior guiada por la intervención contrainsurgente. En el reciente caso de Honduras, por ejemplo, USA no tuvo participación, fue todo generado internamente. Incluso hubo oposición al golpe en USA, aunque rápidamente se paso a reconocer las nuevas elecciones luego. Pero hoy en día, básicamente, USA respeta cualquier regimen que es capaz de sostener el control político de su población y garantizar las condiciones mínimas para la reproducción del sistema capitalista. Cuando un estado falla y no puede proveer estas condiciones, es ahí que USA interviene. De otro modo, si un regimen mantiene cierta estabilidad, no pasa nada. USA incluso renegoció su relación con Libia. Ya había habido conflictos con Kadaffi antes, pero se convencieron que que el regimen podia sostener las condiciones mínimas de reproducción del sistema, y aunque fue una dictadura brutal lo dejaron existir durante décadas. Lo mismo hizo Europa.
    Cuando uno observa los conflictos de hoy en Medio Oriente, esta política estadounidense queda clarísima. Si un regimen autoritario tiene la capacidad de reprimir a su población y sostener cierto orden social y las condiciones de reproduccion socio-económicas, USA lo apoya. Es por este motivo que USA apoyó a Mubarak en Egipto casi hasta el final. Sólo pasaron a dar su apoyo a la transición democrática cuando vieron que: 1) era inevitable por el nivel de mobilización de la sociedad civil, 2) podría realizarse en un marco controlado por las FFAA egipcias con quien USA tiene una relación central. Ahí entonces apoyaron a la disidencia, antes no. Antes preferían apoyar a Mubarak. Aunque se tratara de un dictador que generaba cierta resistencia en la sociedad civil, Mubarak sostuvo una política en línea con Israel y siempre garantizó algo crucial: que no se joda con el canal de Suez por donde pasa una parte significativa del comercio mundial. Eso le ganó el apoyo de USA, hasta que se dieron cuenta que la sociedad civil egipcia ya no iba a aceptar una dictadura. Ahí entonces aceptaron una transición ordenada, que seguirán aceptando siempre y cuando Egipto no joda con Israel y el Canal de Suez. La idea es que Egipto se convierta en algo así como una democracia islámica moderada al estilo Turquía, con un ejercito poderoso atrás que funciona como garante del sistema.
    En el caso de Libia, lo que ha ocurrido es que Kadaffi no es Mubarak, y no hay un ejercito que garantice una transición ordenada a un sistema democrático burgués. Kadaffi es, básicamente, un trastornado mental. Un lider que tiene un mínimo de visión no se lanza a una guerra brutal como la que se está dando ahora. Al desastar este nivel de caos, Kadaffi ha logrado: que decenas de miles de trabajadores extranjeros empleados en los enclaves petroleros tengan que ser repatriados por sus respectivos países de manera urgente y a un alto costo; que decenas de miles de libios crucen las fronteras y el mar hacia otros países en busca de refugio; que la producción y venta de petroleo se detenga; que el precio del petroleo haya subido en todo el mundo y especialmente en partes de Europa como Italia; etc. Un lider que tiene un mínimo de capacidad de caracterización, se sostiene hasta que ve que el colapso es inminente, y entonces negocia un modo de no perder todo su dinero y de evitar una intervención militar en su contra. Kadaffi está tan trastornado que todo esto le importa muy poco, y pone en riesgo todo. Para Europa y USA eso significa que este lider es inaceptable. No es el caso de Mubarak, en el que uno puede ver un lider que tiene en vista la estabilidad social y regional. Se trata de un lider de una nación que socio-económicamente tiende a la inestabilidad y cuyo régimen agrava aún más esta tendencia. Es un Estado fallido desde el punto de vista de la elite capitalista. De ahí la intervención.
    No comprender el caracter de las intervenciones estadounidenses nos lleva a englobar todo en una caracterización de «imperialismo» que se convierte incluso en reaccionaria. Una cosa es oponerse a la intervención estadounidense y apoyar la resistencia local cuando se trata de intervenciones contrainsurgentes. Otra cosa MUY diferente es oponerse fanáticamente a las intervenciones estadounidenses en los casos de estados fallidos. Yo no digo que en estos casos haya que apoyar a USA. Pero no se puede actuar del mismo modo que en los casos de contrainsurgencia. Cuando Haití colapsó por el último terremoto, USA envió un ejercito de ocupación. El objetivo era asistir a una sociedad colapsada, no imponer una dominación colonial o explotar a Haití. Esto no significa que el ejercito estadounidense es «buenito» en este caso. Por ejemplo, el interés de sostener la estabilidad social prevaleció por sobre los esfuerzos de rescate y reconstrucción. Había millones de toneladas de comida y medicamentos donados que no podían entrar a Haití porque los aeropuertos eran usados mayormente para que aterricen miles de soldados yanquis. El intento de detener el caos y el estallido que generaron el terremoto, privilegiaba las armas antes que la comida y la atención médica. Mucha gente murió y sufrió porque no llegaban recursos que existían. Y esto prácticamente no fue denunciado. Sin embargo, una cosa es denunciar esto y pensar cómo se articula una visión política para encarar este tipo de intervenciones, y otra cosa MUY diferente es confundir esta intervención con la contrainsurgencia de USA intentando derrocar a Fidel Castro. No es lo mismo. En el caso de Afganistan, por ejemplo, oponerse a USA era estar del lado de los Talibanes. Nuevamente, no se trata de aplaudir al ejercito estadounidense que cometió acciones atroces en este y otros países. Pero tampoco podemos ponernos del lado de los talibanes. La imposibilidad de distinguir el caracter de las intervenciones estadounidenses ha llevado a la izquierda mundial a defender a carniceros como Kadaffi, fundamentalistas sangrientos como los talibanes, y dictadores como Hussein. Algunas de estas dictaduras han sido mucho peor que la última dictadura argentina, y sin embargo quienes sufrieron a esta apoyan a los carniceros. Todo en aras del «antimperialismo». Es hora de que comencemos a darnos cuenta que la noción de imperialismo oscurece más de lo que aclara y nos lleva a posiciónes políticas opuestas a nuestros intereses.
    Hace un tiempo leía un artículo de una feminista de izquierda estadounidense. El tema era la intervención estadounidense en Iraq, y la mujer decía algo conmovedor. Recordando el apoyo de USA a los contras en Nicaragua, esta feminista recordaba su lucha contra esta intervención estadounidense. Explicaba sus diferencias políticas con el regimen nicaraguense, al mismo tiempo que daba cuenta de las razones por las cuales le parecía que Nicaragua tenía derecho a llevar adelante su propia experiencia sin la intervención de USA. Y luego pasaba a comparar con Iraq. Entonces la autora decía que una de las cosas que cuando joven la había llevado a luchar contra la intervención de USA en Nicaragua era ver cómo los/as nicaraguenses luchaban contra el enemigo. En el caso de Iraq, señalaba la mujer con tristeza, las fuerzas locales no luchaban contra el ejercito de ocupación, sino que se tiraban bombas mutuamente por motivos de fanatismo religioso, dado que pertenecen a diferentes sectas. En ese contexto, le resultaba inaceptable apoyar a ningún movimiento iraquí. Ni siquiera había una fuerza iraquí que pidiera que se vaya el ejercito de ocupación. Incluso ciertas fuerzas de izquierda en Iraq, pedían que se queden los estadounidenses para evitar la guerra civil entre sectas musulmanes y porque preferían ver el surgimiento de una democracia burguesa. La autora preguntaba cómo podía ella tener la misma actitud ante Iraq que en su momento había tenido en el caso de Nicaragua. Evidentemente, se trata de ejemplos sumamente diferentes.

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    Pablo de Quilmes

    02/04/2011 at 01:43

    • Pablo, por favor, tratá de resumir un poco. Recordá que son comentarios, de lo contrario se nos desvirtúa el sitio. Aprovecho para mandarte un abrazo, Rolo

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      rolandoastarita

      02/04/2011 at 08:56

  20. […] (Hacemos un paréntesis. Una mención aparte se merece un blog de izquierda “marxista” y “heterodoxa”, que termina en una postura socialdemocratizante, y etapista, ya que la “ayuda” de la OTAN contra los rebeldes constituiría parte del objetivo de una primera “etapa” progresiva de este proceso: derrotar a Kadafi. […]

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  21. Rolo, la línea editorial de los videos que te pasé (lástima que no puedas escucharlos) es acorde con lo encontré en este blog http://dizdira.blogspot.com/
    Traté de remumirlo un poco, perdón por la extensión.

    jueves 10 de marzo de 2011
    Libia ¿Revuelta popular? Nuevos datos.

    En este artículo se ofrecen enlaces a noticias de fuentes fiables de cuya lectura se concluye que, en 2009, Gaddafi presentó un plan que incluía estos tres puntos principales:
    1- Nacionalización de los hidrocarburos.
    2- Desmantelamiento de la burocracia ministerial y gestión directa del ejecutivo por órganos populares.
    3- Distribución directa y equitativa de los ingresos del petróleo a los ciudadanos.
    La cúpula de poder se opuso a este plan y logró que el Congreso Popular votase por un aplazamiento de su puesta en marcha.
    (…)
    La idea de que las revueltas populares en Libia poseen un genuino caracter popular, es decir, que no han sido provocadas, organizadas, mantenidas por servicios de inteligencia del imperio es una idea que no se sostiene con argumentos.
    (…) el pueblo libio tiene derecho a derrocar a Gaddafi. No voy a entrar a discutir hasta qué punto el puesto que ocupa Gaddafi es legítimo, es decir, hasta qué punto emana de la soberanía popular. Digamos solo que, como mínimo, es tan legítimo -si no más- que el de nuestro monarca [español].
    Pero lo que voy a intentar demostrar aquí es lo extraño que resultaría afirmar que Gaddafi no goza de apoyo popular en Libia, a tenor de los datos que voy a ofrecer. Es más: tales datos indicarían que son más bien ciertas élites de poder del país las que tendrían motivos para desear derrocarlo.
    Si bien podrían buscarse datos en varias áreas de la vida política libia, está claro que el área decisiva es el petróleo. Aunque se ha repetido hasta la saciedad, recordemos que Libia es la principal reserva petrolífera de África y que se estima que aun no se ha explotado ni la tercera parte de sus recursos.

    La National Oil Company.
    1970-1973
    La National Oil Company (NOC) es la empresa pública libia encargada de gestionar las riquezas petrolíferas del país. Está controlada directamente por el Congreso Popular Libio. Fue creada por Gaddafi un año después de la Revolución que derrocó al rey Idris. En 1970 las multinacionales petroleras que se enriquecían libremente con los recursos energéticos libios, Esso, Mobil, Texas Gulf, etc, fueron obligadas o a marcharse o a acatar unos Acuerdos de Reparto de Producción (ARP). Un ARP es un acuerdo por el que el estado permite a una compañía petrolera privada operar en su territorio a cambio de pactar un reparto de la producción entre el estado y la empresa privada.
    La política petrolera del régimen libio a partir de los 70 consistió en nacionalizar progresivamente más pozos petrolíferos a través de la empresa pública NOC y en pactar ARPs cada vez más beneficiosos para el estado con una pluralidad de petroleras de muy diversos países, en lugar de con unas pocas, lo cual parece suponer una clara estrategia de «divide y vencerás». No hace falta decir que esto indignó a las transnacionales. Pero lo que realmente colmó el vaso de su imperial paciencia fue el embargo que en 1973 Libia y otros países árabes decretaron contra los países que financiaban la política genocida de Israel contra los palestinos. De entre los países embargados estaba EE.UU. El embargo se prolongó hasta Marzo de 1974 y el único país que se negó a levantarlo fue precisamente Libia.
    1973-1992
    Desde entonces, la presión de EE.UU. fue en aumento. Sólo el apoyo de la URSS libró a Libia de una invasión. En 1982 los EE.UU. decretan un bloqueo comercial a Libia. En 1984 perpetran un atentado fallido contra Gaddafi. En 1986, ya sin miedo ante la URSS de la Perestroika, bombardean Trípoli y Bengasi.
    1992-1999
    A partir de 1992, una vez eliminados los regímenes socialistas del este de Europa, la ONU, controlada ya sin oposición por EE.UU. y sus aliados, decreta un embargo a Libia tras considerar a su gobierno responsable del atentado de Lockerbie. En 1993 lo endurece aun más. Tras el embargo, en pocos años, la economía de Libia, dependiente totalmente de los hidrocarburos, se tambalea.
    1999-2009
    Ante la situación económica insostenible y la probable inminencia de una invasión como la de Irak, Gaddafi decide pactar una especie de rendición con EE.UU. y sus aliados. En 1999 la ONU levanta las sanciones. En 2004 lo hace EE.UU. A cambio, Libia renuncia a su proyecto de generar energía nuclear y, desde 2005, saca a subasta los pozos petrolíferos hasta entonces públicos y establece un nuevo ARP, mucho más ventajoso para las multinacionales. En ese 2005 anuncia dos subastas, en 2006 otra y en 2007 otra más. Decenas de empresas petrolíferas, entre ellas Repsol se lanzan al gran pastel y Gaddafi es recibido amistosamente por los gobiernos que antes lo declaraban terrorista.
    Esta historia es de sobra conocida y puede consultarse en cualquier lugar, por ejemplo en Wikipedia.
    2009-2011
    Ahora toca explicar por qué de pronto todo cambia, por qué la denominada «comunidad internacional» vuelve a pedir el derrocamiento de Gaddafi, de ese que hasta ayer era su amigo. Mucha gente piensa que es porque ha habido una revuelta cívica. (…)
    Lo que aquí sostenemos, sin embargo, es que en Libia no ha habido una revuelta que pueda ser denominada popular y justificada
    De hecho, negamos que la revuelta haya sido popular. Pero para demostrar esto sería preciso recurrir a pruebas fácticas irrefutables. Y esas pruebas son de las que, por desgracia, casi nunca se dispone en sucesos como estos. Tenemos de ello indicios muy claros, como el repentino e inexplicable potencial militar del que gozan los rebeldes, y algún otro que se verá a continuación. Así que nos veremos obligados a demostrar que la revuelta no es justificada. Lo cual, en realidad, constituirá el mejor indicio de que tampoco es popular, pues es poco probable que el pueblo se rebele contra sus propios y evidentes intereses.

    Las pruebas que presento, como no podía ser de otra manera, proceden de internet. Hubiera estado bien poder acceder a la página web de la compañía NOC, pero, sintomáticamente, está caída, al menos cuando escribo este post. Pero en esta otra página tenemos todo lo necesario:
    Se trata de Energy-pedia News, una web dirigida a personas interesadas en el mundo de los grandes negocios relacionados con la energía. En ella hay una completa recopilación de noticias para inversores y empresarios del sector. Si pulsamos en el margen, accederemos a las News by region, desde donde podemos buscar noticias sobre Libia para un determinado año. Nos interesan las noticias desde 2009 hasta hoy. Si les damos un vistazo rápido observaremos que menudean las que se refieren a nuevos hallazgos petrolíferos en diversas regiones, tanto del desierto como del mar. También, sobre todo conforme más nos acercamos a nuestros días, figuran noticias sobre rescisiones de contratos de explotación a diversas compañias. Hay un grupo de noticias muy curioso que va desde mediados del año 2010 hasta casi el día de antes de la revuelta en las que se nos cuenta que BP no hace más que posponer la prospección marítima que estaba anunciada para 2010. Ciertamente, esto no es una prueba fehaciente de que BP ya sabía que iba a haber una revuelta en Libia, pero desde luego se trata de una notable casualidad.
    Pero las noticias que más nos interesan yo creo que son éstas tres:

    25 de Enero de 2009. Gaddafi estudia la nacionalización de las compañias petrolíferas extranjeras.
    (extractos traducidos de la noticia)
    El líder libio Muammar Gaddafi dijo el pasado miércoles que su país y otros exportadores de petróleo están considerando nacionalizar las empresas extranjeras, dado el descenso del precio del petroleo. (…) «No podemos adherirnos a las regulaciones de la OPEP porque nuestro sustento depende del petróleo.» (…) El principal periódico del estado, generalmente considerado como el portavoz del propio Gaddafi, dijo que el Congreso Popular, el máximo órgano legislativo y ejecutivo, debería votar la nacionalización de las empresas extranjeras en la sesión que tendrá lugar dentro de unos días. (…) «Los países exportadores de petróleo deben tender a la nacionalización (…) No nos podemos permitir vender a precios tan bajos.» Los rumores sobre nacionalización comenzaron a raíz del informe para 2008 de la NOC cuyos expertos sugerían la necesidad de modificar la política basada exclusivamente en ARPs. Algunos diplomáticos afirmaron que se trataba de una amenaza para presionar a las empresas petrolíferas de cara a las próximas negociaciones.

    16 de Febrero de 2009. Gaddafi instó a los libios a que apoyen su plan para recuperar los ingresos del petróleo.
    (extractos traducidos de la noticia)
    El líder libio Muammar Gaddafi pidió el sábado a los libios que le apoyaran en su propuesta de destituir al gobierno y entregar los beneficios del petróleo directamente a los 5 millones de ciudadanos del país. Su plan de entregar los ingresos del petróleo directamente a los libios se ha encontrado con la oposición de los altos cargos, que se verían abocados a perder sus puestos de producirse la purga que Gaddafi quiere llevar a cabo para terminar con lo que él denomina estado de corrupción persistente y generalizada. Cargos como el Primer Ministro Al-Baghdadi Ali al-Mahmoudi y el Gobernador del Banco Central, Farhat Omar Bin Guidara, advirtieron a Gaddafi en Noviembre que su proyecto terminaría dañando la economía del país miembro de la OPEP.
    «No tengáis miedo de tomar directamente el dinero del petróleo y la responsabilidad de crear las estructuras de gobierno necesarias para el bien de nuestro pueblo.» dijo Gaddafi a los representantes del Congreso Popular Libio. El Congreso Popular es la espina dorsal del régimen de la Yamahiriya libia. Constituye el máximo órgano ejecutivo y legislativo. Representa al pueblo a nivel regional y local y vota las leyes y las decisiones políticas del gobierno. (…) Muchos libios afirman que no se han beneficiado del aumento de la producción petrolífera y la inversión extranjera desde que en 2003 terminó (…) su aislamiento internacional. (…) «La administración ha fallado y la economía estatal ha fallado. Ya está bien. La solución es que nosotros los libios nos apropiemos directamente del dinero del petróleo y decidamos qué hacer con ese dinero.» dijo Gaddafi, en un discurso retransmitido por la TV pública. Gaddafi urgió a una profunda reforma de la burocracia gubernamental, afirmando que el sistema ministerial tenía que ser desmantelado para librar a los libios de la corrupción y la mala gestión. «Estos ministerios deben devolver al pueblo la propiedad de todas las escuelas, fábricas, granjas, de todas las empresas públicas y el dinero del petróleo.»

    4 de Marzo de 2009. El Congreso retrasa el plan de reparto de petróleo de Gaddafi.
    (extractos traducidos de la noticia)
    El Congreso Popular de Libia (…) ha votado retrasar el plan de Gaddafi de disolver el gobierno y entregar el dinero del petróleo directamente al pueblo. (…) Existe una inusitada atmósfera de oposición entre los altos cargos del gobierno, que consideran que semejante plan causará estragos en la economía nacional, provocando el descontrol de la inflación y la fuga de capital. El propio Gaddafi advirtió a los libios que el plan, que promete rentas de hasta 23.000 dólares anuales para el millón de ciudadanos con menores ingresos, podría provocar al principio un cierto caos. «No tengáis miedo a experimentar nuevas formas de gobierno» dijo, antes de proceder a la votación y advirtió: «Este plan es para ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos. Si lo hacéis fracasar, yo me lavaré las manos, pues será responsabilidad vuestra.» (…) En las votaciones efectuadas (…) solo 64 de los 468 miembros del Congreso del Pueblo votaron por el plan de apropiarse del dinero inmediatamente. 251 aceptaron el plan en principio, pero pidieron que se retrasara hasta que fueran tomadas las medidas apropiadas. (…) Esto permitirá retrasar el proyecto por lo menos unos cuantos meses, dando así tiempo a desactivarlo.

    Creo que la lectura de estos tres artículos sorprenderá a más de uno. El Gaddafi tirano, estalinista, napoleónico, proburgués y capitalista del que nos han hablado los medios de izquierda aparece aquí, en estas noticias escritas por y para consumo más bien privado de capitalistas, como un radical comunista dispuesto a cargarse hasta el aparato burocrático de su gobierno y a realizar un reparto directo de la riqueza nacional. Vemos cómo la oposición a Gaddafi surge precisamente de entre las élites políticas y no del pueblo. Vemos cómo el Congreso Popular logra aplazar unos meses el plan de Gaddafi de repartir la riqueza directamente al pueblo, una vez nacionalizado el petróleo. Y vemos cómo tras esos meses, aparecen grupos armados dirigidos por un ex-ministro afirmando representar al pueblo.
    ¿Alguien puede creer que el pueblo libio va a oponerse a este plan, va a levantarse en armas para pedir la cabeza de quien se ha atrevido a proponer la nacionalización del petróleo y el reparto directo de sus beneficios a todos los libios?
    Leyendo estas noticias ¿puede todavía un marxista mantener que las revueltas en Libia, o mejor dicho, que el golpe de estado en Libia, es popular y justificado?

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    Eduardo

    02/04/2011 at 16:51

    • Encontré un link a un reportaje escrito a Leonor Massanet ( la de los testimonios es You tube).
      http://www.kaosenlared.net/noticia/libia-muy-distinto-tunez-egipto-kaosenlared-entrevista-l-massanet-soci

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      Eduardo

      02/04/2011 at 17:00

    • Eduardo, nada de lo que dice este artículo me resulta convincente. Me parece la típica manera de argumentar del tercermundismo nacionalista, que siempre apela a «planes secretos», conspiraciones, etc., y no parte de datos objetivos. Por ejemplo, los datos objetivos nos muestran el entrelazamiento entre las inversiones libias y el capital internacional. Khadafy y su gente tienen fuertes inversiones en Italia y otros países europeos. Esto es objetivo, hay cantidad de datos sobre esto.
      Otra: los «planes» para distribuir la renta petrolera al pueblo, con el «pobre Khadafy» queriendo ayudar a la gente, pero impedido de hacerlo por su entorno (me hace acordar a las justificaciones de lo que hacía Perón por la izquierda peronista).
      Otra; negar que aquí hay una lucha por libertades democráticas. Para esto, hay que aislar a Libia del contexto de lo que sucede en los países árabes (dato objetivo). Hay que pasar por alto que hay reivindicaciones de democracia (dato objetivo). Hay que poner un signo igual entre el régimen de Khadafy y el régimen español (esto ya me resulta repulsivo, ningún intelectual opositor en Libia, y esto me consta, goza de la libertad de expresión que tiene cualquier intelectual español opositor al gobierno). Para tapar que se trata de una revuelta popular, para colmo muy mal armada y equipada, (dato sobre el que no se dice palabra) también hay que pasar por alto que Khadafy está enviando al frente a miles de mercenarios (dato objetivo que también se pasa por alto). Todo esto va en el sentido de justificar que a los rebeldes hay que aplastarlos «por agentes de la CIA».
      En realidad, no son argumentos novedosos. Mubarak dijo que las manifestaciones en su contra estaban promovidas por «agentes extranjeros» infiltrados. En Siria el régimen está diciendo más o menos lo mismo. Antes lo habían dicho en Túnez. Màs en general, este tipo de «justificaciones» las escuché cantidades de veces en el stalinismo. Recuerdo que en 1968 estaba en la FJC y cuando fue la invasión de Checoslovaquia nos pasaban documentos «altamente confiables» que «demostraban» que «indudablemente» el descontento popular había sido maquinado y preparado por EEUU, y que además había un plan para tomar por asalto el país, etc., etc.

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      rolandoastarita

      02/04/2011 at 19:16

  22. Eduardo, los artículos que vos mencionás parecen mera retórica del régimen sobre redistribución de las rentas del petrolio. Que los artículos escritos para inversores mencionen esa retórica no significa que sea un plan realmente llevado a cabo.
    Creo que es interesante seguir los reportes de Robert Fisk en The Independent, un periodista que informa desde el campo, y que ha puesto su pellejo en muchas partes de Medio Oriente para denunciar la intervención de gobiernos occidentales en apoyo de dictaduras. Este periodista, que no tiene pruritos en reportar cómo USA le pasa armas a los rebeldes libios, tampoco tiene problemas en reportar las atrocidades de Gadaffi y su dictadura de varias décadas.

    Sobre las armas que van a los rebeldes de libia via Arabia Saudi:

    http://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/americas-secret-plan-to-arm-libyas-rebels-2234227.html

    Sobre el regimen de Gadaffi:

    http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/fisk/robert-fisk-first-it-was-saddam-then-gaddafi-now-theres-a-vacancy-for-the-wests-favourite-crackpot-tyrant-2246415.html

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    Pablo de Quilmes

    02/04/2011 at 19:27

  23. No cabe duda que hay elites locales que intentan sacar una tajada por via de la rebelión. Tampoco cabe duda que USA está apoyando a esas elites. Eso no significa que no haya una demanda popular contra Gadaffi. Tampoco significa que porque hay elites con intereses y apoyadas por USA, entonces Gadaffi es un santito. Gadaffi también es parte de una elite que se ha manejado de manera brutal. Se trata de una sociedad tribal con fuertes conflictos entre las diferentes tribus que quieren ver quien controla el acceso a los recursos. El problema de interpretaciones como las de Eduardo, es que no dan cuenta de que la dictadura de Gadaffi es brutal, el tipo es un carnicero. Eso está detallado por fuentes muy confiables en todos lados. Pareciera que un poco de retorica sobre nacionalización del petroleo lo excusa de eso. O que tener elites en contra que tienen el guiño de USA también lo excusa de ser un carnicero.
    Rolo, en algun sentido, de todos modos, creo que tu análisis tiene un problema. Por supuesto que acuerdo con vos respecto de que hay una demanda popular y una presión democrática. Dado que es en aras de una democracia burguesa, como vos bien mencionás, se trata de fuerzas de elite que empujan esto. En el caso de Libia, ademas, resulta dificil identificar esas fuerzas de elite con la izquierda que luchaba contra el golpe en Argentina o la resistencia egipcia. Creo que en el caso de Libia la oposicion es mucho menos democrática y popular, lo cual no significa que no haya un odio popular contra Gadaffi, sino que ese odio es canalizado por una resistencia liderada por los sectores sociales más poderosos. Sin embargo, esto no significa que haya manipulación estadounidense. Se trata de un proceso genuino que surge de Libia misma, y que no deja de ser una lucha anti-dictatorial.

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    Pablo de Quilmes

    02/04/2011 at 19:35

    • Pablo, una pregunta. En 2002, en Veneuela, ¿cuál era el lado progresivo, el lado que deberíamos haber apoyado?

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      Eduardo

      03/04/2011 at 01:10

  24. En sintesis, lo que quiero decir es que uno puede reconocer que el caso Libio tiene sus peculiaridades (la resistencia tiene una organización menos democrática y apoyo de USA), y sin embargo reconocer que aún así la rebelión libia es una expresión de un proceso de democratización. La realidad es compleja, no es blanco o negro.

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    Pablo de Quilmes

    02/04/2011 at 19:43

  25. Primero aclaro que yo no estoy interpretando nada; no estoy avalando la interpretación que presenté, simplemente la presenté porque en el análisis de Rolo se parte de considerar que, de los dos lados en pugna, uno es comparable a la dictadura de Videla y el otro es un sector que lucha por democracia.

    Sinceramente, no estoy convencido de esa caracterización. Acerca de que Kadafi sea un loco, un carnicero, etc., la verdad es que es la primera vez que lo escucho. Siempre escuché que Chavez era esto o aquello y también algo sobre Kadafi, pero nunca había escuchado a alguien de izquierda opinar así sobre Kadafi.
    Personalmente la imagen que yo tenía de este personaje no era muy buena, me resultaba pintoresco y a la vez apreciaba sus enfrentamientos y roces con los EEUU y las grandes potencias. Ahora a raiz de lo que está sucediendo desde no hace más de dos meses me voy enterando un poco más acerca de sus características dictatoriales.

    Ahora bien, si nos tenemos que fiar para opinar sobre Chavez, por todas las cosas que se hay dicho de él…; entonces me pregunto hasta que punto lo que se dice de Kadafi es cierto o no lo es.

    En estos artículos Rolo viene presentando excelentes argumentaciones pero prácticamente no se había puesto en duda que los «rebeldes» son los «buenos» y Kadafi, el «malo, malísimo». Yo me permito ponerlo en duda. No quiere decir que opine que Kadafi es el bueno de la peli y los rebeldes los agentes de la Cia…; simplemente trato de entender el verdadero carácter de los protagonistas. En este intento se me ocurrió, por ejemplo, hacer un paralelismo con lo sucedido en Venezuela en 2002 o en Bolivia, el año pasado. En ambos escenarios, la oposición a Chavez y a Evo Morales presentaban a estos señores como dos terribles dictadores. La verdad es que me quedo con esos «dictadores» ante que con sus opositores… fascistas.

    Ojo, hago un paralelismo, nada más, no digo que sean situaciones similares, pero establecer ese paralelismo me lleva a cuestionarme quiénes son realmente los «rebeldes» y qué tan malo es Kadafi. En esa búsqueda encuentro voces disidentes con lo que venía escuchando en forma casi unánime, tando de diversos sectores trotsquistas, como marxistas, como de izquierda no marxista, populistas, y también de los medios, y de sectores de la derecha nacional e internacional. Parece que hay una casi unanimidad en todos acerca de que los rebeldes son «los buenos» y «Kadafi» el tirano. A lo mejor sea así. O lo mejor Kadafi es una especie de nacional, populista y dictador, pero sus opositores no sean mejores y la libertad que reclaman estos es la libertasd de mercado y poco más. Seguro que tras los dirigentes «rebeldes» se encolumnará mucho pueblo con reclamos legítimos, pero probablemente sus aspiraciones se van a ver defraudadas si sus dirigentes son lo que sospecho que son. Y si para colmo, ni uno es tan malo, ni los otros tan buenos, la emergencia de la intervención militar de la OTAN no me convence más de las bondades de apoyar a los «rebeldes» sino menos.

    No se me escapa tampoco que los testimonios que presenté tienen un tufillo conocido ni tampoco ignoro que existe una genuina lucha por democracia. Pero esa genuina lucha no parece ser más que el caldo del que se alimentan y usufructúan los dirigentes «rebeldes» y ahora también la OTAN. Todo esto me hace pensar en esa frase que habla de salir de Guatemala para llegar a Guatepeor.

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    Eduardo

    02/04/2011 at 22:23

  26. Eduardo, yo no soy chavista ni tampoco partidario de Evo. Pero jamás defendería un ataque de USA o de las elites locales contra sus gobiernos. El intento de golpe en Venezuela en el 2002 es algo ABSOLUTAMENTE diferente de lo que está ocurriendo ahora. Kadaffi no es ni Chavez ni Morales. Creo que necesitás leer un poco las noticias. No podemos simplemente descartar TODO lo que dice la prensa burguesa. Vos fijate que sobre Chavez y Evo, si bien dicen que son autoritarios, la crítica es siempre abstracta. No vas a encontrar denuncias concretas de actos concretos. En el caso de Kadaffi, toda la prensa internacional reprodujo cómo el tipo salió a masacrar a todas las manifestaciones en su contra en Trípoli y otras partes de Libia. Incluso invitó a periodistas del extranjero para que visitaran en lugar y compraran su punto de vista, y fueron una cantidad de periodistas en grupo y todos confirmaron que el tipo estaba masacrando a la población civil disidente. En ese grupo de periodistas había de todo, de diferentes partes del mundo. No se trataba de un grupo de propagandistas. Chavez no ha hecho esto. Puede que tenga alguna que otra característica autoritaria, pero al lado de su oposición, Chavez es muchísimo más democrático. Chavez ha sido votado límpiamente con números abrumadores. Se trata de alguien que invita observadores extranjeros para que controlen las elecciones. No deja de ser un lider carismático que pretende controlar todo, pero no masacara a nadie. Tampoco significa que haya libertades plenas en Venezuela. Si uno escarba un poquíto ve como el gobierno ha justificado todo tipo de actos antisemitas, tiene un discurso homofóbico, etc. Pero no deja de ser un gobierno populista democrático. Evo lo mismo. Kadaffi no es eso. Creo que si no podemos distinguir esto, no entendemos nada. Por otro lado, como ya señaló Rolo, Kadaffi es un multimillonario con intereses económicos propios que pasan por arriba de su figura supuestamente populista.

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    Pablo de Quilmes

    03/04/2011 at 03:31

    • Ok, Pablo, puede ser como vos decís, pero no es que yo me crea o no me crea TODO lo que dice la prensa burguesa… más bien debe ser falta de información de mi parte. Me aclara bastante tu respuesta respecto a que Chavez y Evo son muy diferentes a Khadafi. Admito que probablemente yo tuviera una idea muy distorsionada acerca de este personaje.

      Si yo fuera el único que tiene este problema, está todo bien. Ahora, si hubiera corrientes de izquierda que planteen algo parecido a lo que yo planteé, entonces, habría que profundizar en este aspecto, ya que creo que la idea (vaga idea) que yo tenía de Khadafi está más o menos difundida entre la izquierda.

      Para que los argumentos de Rolo -insisto una vez más: impecables en su lógica- puedan ser aceptados, es necesario que se entienda, no solo el carácter de los «rebeldes», sino también el carácter del propio Khadafi.

      La lógica que Rolo expone tal vez choque en parte con este problema de las caracterizaciones. Es que realmente cuesta aceptar que una intervención de las fuerzas de la OTAN no esté eficientemente orientada, y dentro de esa eficiencia se sobreentiende que Khadafi sería la «víctima propiciatoria»; de allí a la oposición a dicha intervención, hay un palmo.

      El pensamiento suele ser dicotómico (o blanco, o negro) y por lo tanto es imperativo poner de manifiesto todos los componentes de la situación, en este caso, que la intervención no es contra el «antimperialista» Khadafi, sino en pos de un gobierno -simplemente- más manejable, y para frenar la rebelión, interviniendo directamente dentro del campo rebelde -sumándose a él.

      ¿Cómo lo ven?

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      Eduardo

      04/04/2011 at 00:30

    • Yo lo que veo es que Libia con Gadafi es como un híbrido entre Korea del Norte y Arabia Saudita. No es que no tenga nada que ver con Venezuela, donde el gobierno se sustenta en un impecable apoyo democrático, es que no tiene nada que ver con un sistema más autoritario como podría ser el de Cuba tampoco.

      Si Libia al Jamahiriya fuera la décima parte de buena que algunos se creen ya lo sabríamos. Esta a tiro de piedra de Europa, mucho más cerca que Cuba o Venezuela… pero nadie sabe de cierto nada bueno de este país y su régimen «tan socialista» y «tan democrático» que Moamar incluso le quería dar lecciones de «democracia» (poder popular) a Daniel Ortega hace no tanto.

      Quizá sea porque el país está cerrado a Europa pero abierto al Mundo Árabe y a África? Podría ser… pero qué dicen los comunistas árabes de, por ejemplo, Tunicia? Dicen que Gadafi se vaya al peo y que apoyan a los rebeldes (no a la intervención sin embargo). Y que decía Gadafi de Ben Alí cuando le echaron? Fue de los primeros en lamentarse.

      Lo que pasa en el Mundo Árabe (y resto de Oriente Medio) es que, con contadísimas excepciones como Líbano, no hay nada que se parezca a democracia: hay dictadores absolutistas y dictadores parlamentaristas pero dictadores todos. Hay dictadores fieles vasallos del Imperio y hay dictadores que le son más incómodos e independientes… pero dictadores todos.

      Y al final del día los árabes son como los demás: también quieren vivir tranquilos con cierta libertad y derechos y no tener que aguantar un estado policial día sí, día también. Además en muchos de estos estados hay conflictos de clase muy serios que se reflejan en las brutales cifras de paro (40% en muchos casos) y las masiva emigración a Europa o a los pocos estados «ricos» de la zona, como Libia o el Golfo.

      Si por lo menos Gadafi fuera como Enver Hoxa… que consiguió hacer de Albania un país «ateo»… pues aún habría algo por lo que apoyarle… pero no: tiene que ser Islamista!

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      Maju

      04/04/2011 at 09:54

  27. Eduardo, el problema que yo veo es que no se puede discutir caracterizaciones sin informarse un poco sobre el tema. Vos te tomaste el trabajo de ir incluso a leer reportes de un sitio de inversores…. Y sin embargo no te tomaste el mínimo trabajo de leer un poco que se dice sobre Kadaffi en la prensa internacional comercial y alternativa. Creo que el problema parte de que la izquierda primero caracteriza en base a estereotipos fijos y muy esquemáticos, y luego busca información que encaje. Lo que hay que hacer es exactamente lo opuesto. Primero informarse, y luego tratar de caracterizar.

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    Pablo de Quilmes

    04/04/2011 at 11:45

  28. Profesor, entonces en Libia no operó el imperialismo como en Iraq y Afganistas? No tienen intereses los imperialistas en libia?

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    alfonso

    24/04/2013 at 01:04

    • La respuesta tiene que ver con la cuestión de qué es hoy imperialismo. En varias notas traté esta cuestión. Específicamente, mi interpretación es que la invasión a Irak y Afganistán no derivaron en una relación de coloniaje. Algo similar puede decirse de la intervención en Libia. Libia hoy no es una colonia de Gran Bretaña o Francia; su status no ha cambiado sustancialmente con respecto a los últimos años de Kadhafi.

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      rolandoastarita

      25/04/2013 at 11:57

  29. Me llevo muchisimos años entender esta postura y hoy en dia puedo entenderla y compartirla en absoluto. Gracias por los analisis tan claros y coherentes. Si tenes alguna nota mas sobre los sucesos de medio oriente en los años que siguieron a la primavera arabe me gustaria leerlos. Gracias de nuevo.

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    Juan Manuel

    25/10/2019 at 23:11


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