Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Conquistas democráticas y críticas trotskistas

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Mi posición acerca de los acontecimientos en Egipto y Libia me ha valido críticas provenientes no solo del campo «nacional», sino también del trotskismo (pueden leerse en http://www.kaosenlared.net). La discrepancia está en la relación entre democracia y capitalismo, una cuestión que ha generado un verdadero rompecabezas para el movimiento trotskista. Antes de continuar, preciso que por «movimiento trotskista» comprendo a todos los grupos o autores que reivindican el programa fundacional de la Cuarta Internacional, el Programa de Transición (en adelante PT).

El problema central es que para los defensores del PT es inadmisible mi afirmación de que puedan existir revoluciones, o movimientos, de naturaleza burguesa o pequeño-burguesa, que representen avances democráticos, o reformistas democráticos. He aclarado muchas veces que se trata de libertades democráticas, que no acaban con la explotación del capital, pero no por ello dejan de constituir reformas, o mejoras. El conflicto surge porque al afirmar esto, estoy yendo contra una de las “verdades” del programa y del enfoque trotskista. Es que en el PT se afirma que

“… cualquier reivindicación seria del proletariado y hasta cualquier reivindicación progresiva de la pequeña burguesía conducen inevitablemente más allá de los límites de la propiedad privada”.

De manera que según este diagnóstico, no había posibilidad de lograr ninguna reforma democrática seria bajo el modo de producción capitalista, por lo menos desde 1938 (año en que se escribió el PT). Pues bien, sostengo que este diagnóstico está equivocado. Desde 1938 hasta la fecha se han obtenido reivindicaciones democráticas y sociales “serias”, en los límites del modo de producción capitalista. Por ejemplo, libertades democrático burguesas. En 1938 el sufragio universal (esto es, que incluyera el voto de las mujeres) era una rareza. Hoy está medianamente extendido en los países capitalistas. En 1938 los homosexuales no tenían derechos en casi ningún lado. Hoy tienen derechos en muchos países. En 1938 gran parte de Asia y África estaba bajo regímenes coloniales, o semicoloniales. Hoy existen mayoritariamente países dependientes, pero formalmente independientes. También reivindicaciones de tipo social. Por ejemplo, el derecho a una jubilación fue conseguido en muchos países después de 1938; también vacaciones pagas, y otros beneficios. Por este motivo afirmo que el PT está equivocado, y no precisamente en un detalle, sino en una cuestión fundamental. Pero esto es inadmisible para los militantes trotskistas, entre otras razones porque si tiramos de aquí, se derrumba todo el edificio (empezando por la tesis del estancamiento de las fuerzas productivas desde hace 100 años). De ahí el empeño en defender lo planteado en el programa fundacional.

Para esto tomaron dos caminos, hasta donde alcanza mi conocimiento. El primero pasa por negar que haya habido, o pueda haber, reformas democráticas bajo el sistema capitalista. Lo cual lleva a poner un signo igual entre el voto restringido a los varones, y el voto universal; entre que existan libertades para los homosexuales, o no existan; entre un régimen colonial y un autogobierno políticamente independiente; entre una dictadura burguesa y una democracia burguesa, etc. Se trata, en el fondo, de los mismos análisis que llevaron al partido Comunista alemán a declarar, a comienzos de los 30, que la socialdemocracia y Hitler eran “dos caras de la misma moneda”; con las consecuencias trágicas conocidas. Si bien Trotsky realizó en su momento una magnífica crítica a esta postura, el diagnóstico del PT induce a la misma lógica ultraizquierdista que había criticado. Sus discípulos se empeñan en mantener el error.

La segunda vía para defender al PT fue elaborada por Nahuel Moreno, dirigente trotskista argentino, ya fallecido. Esta variante admite que hubo avances democráticos (Videla no es igual a Alfonsín, Hitler no es lo mismo que De Gaulle, etc.) pero sostiene que esos avances habrían sido conseguidos por decenas de revoluciones, todas ellas «de contenido socialista». Por eso transiciones más o menos reformistas, como la sucedida en Argentina entre 1982 y 1983, fueron caracterizadas por Nahuel Moreno como «revoluciones»; y además, en todos los casos, como socialistas. El error de esta tesis es elemental. No solo niega el hecho de que hubo avances democráticos o sociales conseguidos mediante reformas (por las razones que sea, incluso por el temor a la revolución); y que hubo avances conseguidos mediante procesos híbridos, semireformistas y semirevolucionarios (las fronteras no siempre parecen claras), sino también confunde el carácter de clase de movimientos y procesos. Un movimiento de liberación nacional que lucha contra una ocupación colonial, y defiende la propiedad privada, no es socialista, aunque en el mismo participen los trabajadores. Y no por ello ese movimiento dejará de ser progresivo en relación a la fuerza colonizadora. Pero además, el argumento de Moreno tampoco consigue blindar al PT frente a la critica, ya que después de todo debe admitir que hubo reformas y progresos democráticos en los marcos de la propiedad capitalista (ejemplo, en Sudáfrica se acabó con el apartheid, y permanece el modo de producción capitalista).

Mi “capitulación”

Dado que los defensores del PT no pueden digerir algo tan simple como que los hechos se dieron de una manera que desmienten lo afirmado por Trotsky, concluyen que lo mío no puede ser sino una “capitulación” frente a la burguesía democrática. Y que de esta manera no contribuyo en nada al avance del socialismo. Pienso que en realidad la situación es exactamente la inversa. Marx decía que “el rigor es la primera condición de toda crítica”. La crítica socialista no puede dar en el blanco si comienza por negar los hechos. Décadas de repetir “ninguna reforma seria es posible en el sistema capitalista” termina convirtiendo esta afirmación en un sonsonete, al que nadie presta atención. Pero lo peor es que desarma a la crítica, ya que no hay manera de explicar cómo es que sucede lo que se había pronosticado que no podía suceder.

Para desarrollar mejor mi posición, doy un caso que ha ocurrido muchas veces en la historia. Sucede que algunos críticos (superficiales) del capitalismo centran su ataque en sostener que bajo el modo de producción capitalista los salarios y el nivel de vida de las masas trabajadoras descienden siempre, tendencialmente. Según esta tesis, hoy el nivel de vida de los trabajadores a nivel mundial sería más bajo que a comienzos del siglo XX. Con esto creen entonces tener una crítica “bien roja”. Por supuesto, no aportan datos y cifras que avalen lo que afirman, pero no por ello dejan de acusar a cualquiera que los contradiga de “embellecer al capitalismo”.

Pues bien, la crítica de Marx al sistema capitalista admite perfectamente que con el desarrollo de las fuerzas productivas, aumentan los componentes que entran en la canasta salarial (el componente “histórico-moral” del valor de la fuerza de trabajo). Y al mismo tiempo demuestra que la tasa de explotación tiende a aumentar (lo que se refleja en el aumento de la polarización social). ¿Es la crítica de Marx menos profunda e incisiva que la crítica de nuestro “rojillo”? Mi respuesta es que no, que por el contrario, la crítica de Marx es más profunda, porque va al corazón del problema, la explotación (el rojillo, indignado, gritará que Marx “capitula”). Alguna vez Marx decía que no criticamos al esclavismo porque no da de comer bien a los esclavos. De la misma manera, nuestra crítica al capitalismo no se basa en negar que pueda dar algunas concesiones. En términos más generales, afirmo entonces que esa noche ultraizquierdista en que todos los gatos son pardos, no permite entender procesos históricos.

Además, admitir que hay reformas o revoluciones dirigidas por fuerzas burguesas, que generan avances democráticos, da lugar a que los socialistas puedan, en determinadas coyunturas, aplicar la táctica de «golpear juntos», por objetivos comunes, delimitados. Si, por ejemplo, fuerzas de una oposición democrática organizan una manifestación contra una dictadura, pidiendo libertades, no hay razón, en principio, para no participar. Es el ABC de la política. Lo cual no significa que se esté abogando por formar coaliciones estratégicas con fuerzas capitalistas. De la misma manera, reconocer que hay procesos o movimientos que son liderados por fuerzas burguesas, y que los trabajadores muchas veces adhieren masivamente a programas burgueses, no significa que aplaudamos a esas direcciones y programas. Significa simplemente partir de la realidad para decidir qué hacer. Cuando se niega esa realidad, no hay forma de ubicarse en una postura de independencia política de clase.


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Conquistas democráticas y críticas trotskistas

Written by rolandoastarita

19/03/2011 a 12:58

67 respuestas

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  1. Es que las dictaduras fascistas no son algo ajeno a la burguesía; las dictaduras fascistas no son sino la respuesta más agresiva, más militarizada y más represiva del capitalismo contra la clase trabajadora en ascenso.
    Y esto ha sido históricamente siempre así; cada vez que la burguesía sentía el aliento de la clase trabajadora en el pescuezo no ha hecho sino responder de la forma más burda y brutal posible, mediante el fascismo.
    Por tanto, la democracia burguesa es una democracia nominal y meramente formal, un régimen de libertades limitado, que no tiene una naturaleza distinta del fascismo. La supresión de ese formalismo o mínimo de libertades durante el fascismo no cambia la naturaleza común de ambos. El fascismo es la defensa a ultranza del capitalismo, la mayor represión posible contra la clase trabajadora cada vez que ésta tiene la oportunidad de la toma del aparato del estado. El fascismo es la burguesía militarizada y represora frente a los trabajadores.

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    josé

    19/03/2011 at 13:36

    • José,

      No sé si lo que planteás tiene relación con el tema del artículo, de todos modos, ele eje de tu comentario parece ser que entre el facismo y la democracia burguesas, básicamente no hay grandes diferencias, o no hay diferencias profundas, o no hay diferencias cualitativas; en tus palabras, «la democracia burguesa es una democracia nominal y meramente formal, un régimen de libertades limitado, que no tiene una naturaleza distinta del fascismo». O sea que lo esencial, para vos, sería el facismo ya la democracia burguesa tienen la misma naturaleza.

      De alguna manera estarías afirmando que no tiene mucho sentido pelear contra las dictaduras para que se establezcan democracias burguesas, dado que ambas tienen la misma naturaleza.

      Lo que afirmás es cierto y es falso a la vez. Es cierto que en un determinado nivel ambas tienen la misma naturaleza, pero a otro nivel la diferencia es abismal, tanto como la diferencia entre vivir y morir. La historia provee ejemplos a montones.

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      Eduardo

      20/03/2011 at 00:12

    • Hola, Eduardo:
      Entiendo que el planteamiento de Rolo es erróneo, en el sentido de que él parte de que la democracia burguesa es el estadio histórico superior de las dictaduras, y este es un planteamiento que Marx nunca habría realizado. Marx se refiere a las revoluciones democrático burguesas como un estadio historico superior a la sociedad feudal. Obviamente, aquellas revoluciones burguesas, hechas a lomos de la clase obrera, suponían una confrontación con el poder político de la autocracia monárquica.
      Por alguna clase de razón que todavía no acabo de comprender, Rolo hace su exposición contraponiendo el modelo democrático burgués como estadio superior del modelo histórico inferior, que serían las dictaduras. Y yo digo que esto es más falso que un euro de madera. Que el fascismo y las dictaduras fascistas comienzan a aflorar en Europa cuando ven los dientes a la clase obrera, cuando ven que en la Rusia de los zares triunfa la Revolución; y a partir de entonces, la burguesía, cada vez que ha sentido el aliento de la clase trabajadora en el cogote ha impuesto un régimen fascista, como respuesta más brutal frente a la clase obrera ascendente. El fascismo no sería sino la respuesta militarizada y represora de la burguesía frente a la clase obrera, defiende los privilegios de clase y a los capitalistas y reprime cualquier movimiento obrerista. Para la burguesía supone el fascismo un instrumento temporal esencial y eficaz para refrenar las veleidades y el ímpetu de la clase trabajadora. La esencia clasista en el fascismo se mantiene e, incluso, se exacerba aún más. Si tú no lo ves así, Eduardo, es cuestión tuya y de Rolo, no más. Ejemplos, como tú dices, no faltan en la Historia: España.- Victoria del Frente Popular en las elecciones del 15 de feb. 1936; golpe militar el 18 de jul. 1936. Chile.- 1973. Guatemala, Brasil, Argentina, Portugal, Grecia,…. Y todos ellos, en pleno siglo XX y auspiciados por sus respectivas burguesías.

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      josé

      20/03/2011 at 06:52

    • José, jamás sostuve, ni pensé, que la democracia burguesa constituye «el estadio histórico superior de las dictaduras». Lo que he planteado es:
      a) que las fuerzas obreras y socialistas tienen mejores condiciones para desarrollar su actividad, organizarse, etc., bajo un régimen democrático burgués que bajo una dictadura (una idea que después de todo no es mía; puede verse, por ejemplo, en cantidad de escritos de Lenin);
      b) que por lo tanto a los socialistas no les es indiferente el que haya un régimen nazi, o una democracia burguesa;
      c) que no es cierto que no haya posibilidad de conquistas democráticas, o reformistas, en los marcos del modo de producción capitalista.
      Por supuesto, tampoco afirmé que hubiera diferencias en cuanto al carácter de clase entre la democracia capitalistas y las dictaduras capitalistas. Es un poco cansador estar repitiendo esto a cada paso.

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      rolandoastarita

      20/03/2011 at 09:36

  2. Rolando, lo que pasa es que en los procesos que aún se están desarrollando en el Magreb, aunque la dirección de los mismos viene siendo mayormente de sectores burgueses o pequeño burgueses y donde se impone un programa democrático, hay una enorme participación obrera y popular en la cual la demanda de cambio de régimen y democratización se une a aspiraciones de cambios más profundos, que van a cuestiones estructurales. En ese sentido, si estos procesos se quedan en una etapa de «avances democráticos» probablemente lo sea eventualmente sobre la base de golpes a las masas obreras. Es un desarrollo como el que vimos hace unas décadas en la revolución iraní, donde el régimen de los Ayatollas se erigió sobre la base de liquidar la iniciativa obrera y popular. En ese sentido, aunque en condiciones muy desfavorables, los que apostamos a la emancipacion de la clase obrera no podemos limitarnos a ni tener expectativa favorable sobre los «avances democráticos», sino apostar a la internvención independiente de la clase obrera que de hecho se vio por ejemplo en Egipto luego de la caída de Mubarak, cuando en las semanas siguientes se dieron numerosas huelgas por las más variadas reivindicaciones. Tratar el proceso como meramente democrático no cierra con la mecánica de los acontecimientos que se están dando en toda la región.
    La discusión sobre el programa de transición da para más que un breve post, pero en esta mecánica, separar los «avances democráticos» de la represión que seguramente se impondrá para que los procesos en cursos se «congelen» en esa instancia, confirma en gran medida la lógica en la que el PT se apoya. Aunque esta «primavera de los pueblos» no tiene a la clase obrera como protagonista independiente con sus reivindicaciones, ni mucho menos hay direcciones revolucionarias de peso, hay señales de que la movilización obrera y popular revasa los marcos de los aspiraciones democráticas.

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    EM

    19/03/2011 at 13:50

    • No logro entender tu razonamiento. Yo critiqué un diagnóstico que contiene el PT. No entiendo por qué criticar este diagnóstico puede impedir «apostar pot la intervención independiente de la clase obrera». Tampoco entiendo por qué caracterizar a la dirección y programa de un movimiento como burgués, puede significar que no podamos apreciar la importancia de huelgas y luchas de los trabajadores.
      De todas formas, una cosa es decir que hay huelgas y luchas obreras por mejoras, y otra bastante distinta es afirmar que la clase trabajadora está cuestionando al Estado capitalista y la propiedad burguesa. Muchas veces la caída de dictaduras disparó procesos de luchas reivindicativas, y organización de sindicatos, partidos de izquierda, etc. Desde ese punto de vista no fueron procesos de conquistas únicamente democráticas. Por este motivo tuve cuidado en la nota de señalar que también hay conquistas sociales, dentro de los marcos del capitalismo. La política de los socialistas deberá determinarse teniendo en cuenta todas estas variables. Pero para esto es necesario entender que es equivocado pensar que la única manera de que haya un avance democrático, o reformista, es acabando con la propiedad capitalista. Esto genera una confusión monumental.

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      rolandoastarita

      19/03/2011 at 15:09

    • EM, «si estos procesos se quedan en una etapa de “avances democráticos” probablemente lo sea eventualmente sobre la base de golpes a las masas obreras». Pero es que, justamente, si el resultado fuera ese que prevés -como tal parece que será- y como ha ocurrido siempre desde 1938 -en contra de lo previsto por el PT- será una nueva confirmación de lo errado de las previsiones del PT. «Los que apostamos a la emancipacion de la clase obrera no podemos limitarnos a tener expectativa favorable sobre los “avances democráticos”, pero tampoco podemos menospreciarla, negarla o cambiarle el nombre. Tenemos que reconocer la realidad tal cual es y no tratar de ajustar lo sucedido a las previsiones del PT.

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      Eduardo

      20/03/2011 at 00:22

    • Eduardo, nadie menosprecia, pero tampoco nos parece que deba ser el horizonte último de este proceso en Medio Oriente, que justamente está abierto y donde la clase obrera, en Egipto sobre todo, pero también en Tunez, da muestras de querer ir por más. Entonces, frente al proceso abierto, hablar de «conquistas democráticas» como hace Rolando, parece estar asociado a querer ponerle a los procesos en curso algún rótulo, del tipo de «revolución democrática» que a pesar de las críticas vertidas a Nahuel Moreno parece estar rescatando. El proceso está abierto, y hay numeroros elementos que señalan que la clase obrera puede intentar ir más allá de las direcciones burguesas.

      Después, por lo otro que me contesta Rolando, de que hay conquistas democráticas y «conquistas sociales, dentro de los marcos del capitalismo» es cierto, pero nunca sin lucha, en muchos casos con elementos de radicalización. No son cosas que otorguen los regímenes capitalistas, son conquistas que se arrancan, salvo excepciones. Y además, la clase obrera tiene que volver a conquistar una y otra vez lo que ya había conquistado, como la jornada de 8 horas, terminar con la fragmentación que una y otra vez impone el capital, con ayuda de los gobiernos y las burocracias sindicales, y un salario que permita más o menos cubrir las necesidades sociale. Muchas de las conquistas que los trabajadores arrancan en momentos de ascenso de la lucha de clases, las pierden en momentos de reacción. Soslayar estas cosas, termina volviendo el planteo una apología de la posibilidad de conquistas en los marcos del capitalismo. Pero lo más problemático es que la lógica de Rolando transforma las conquistas democráticas y sociales en un objetivo en sí mismo, independiente de cualquier lucha que vaya más allá. Las conquistas parciales se transforman en el norte estratégico, en vez de pensarse como un eslabón de la lucha por la emancipación social.

      Por último, convengamos que esta discusión viene a propósito del post previo, que discute sobre si va a venir la democracia en Libia de las manos de las potencias actuando bajo el paraguas de la ONU. Convengamos que las potencias imperialistas no sacan dictadores para imponer democracias, y cuando lo hacen estas últimas son bastante formales y se aseguran previamente que los que vengan van a seguir garantizando todos los intereses que les cubrían los dictadores. Aparte, mientras Francia y EEUU muestran su preocupación por Libia, en Yemen y Barhein sostienen a los regímenes que están masacrando a los que se movilizan. Lo de Libia, lejos de acompañar al Consejo Nacional de Transición para permitir una «conquista democrática» en Libia, es parte del objetivo de fortalecerse en la región para estrangular el proceso del Magreb, y que caiga la menor cantidad de dictadores y regímenes antipopulares a manos de la movilización de las masas. Y cualquier democratización del régimen en Libia, será a condición de que no las masas obreras y populares no se movilicen para poner en discusión nada muy serio, como los negocios petroleros de Francia o reclamar por una fuerte mejora en sus condiciones de vida.

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      EM

      20/03/2011 at 13:28

    • Acerca de las caracterizaciones de clase de las revoluciones, las mismas se derivan de los programas y direcciones que las encabezan. Ejemplo: Marx caracterizó a la revolución de febrero de 1848 (de Francia) como una revolución burguesa, a pesar de que había sectores que querían ir más allá. Lenin caracterizó la revolucion de febrero de 1917 como burguesa, a pesar de que había sectores que querían ir más allá. Los procesos pueden estar abiertos, en el sentido que pueden existir posibilidades de que los trabajadores trasciendan los límites del Estado y la propiedad del capital. Pero esto no impide el poder caracterizarlos. Precisamente el error de muchos grupos que seguían las ideas de Nahuel Moreno, en 1989-90, fue no haber caracterizado correctamente como revoluciones burguesas los movimientos que derribaron a los regímenes stalinistas. ¿Cuál era el argumento que me daban cuando criticaba esas caracterizaciones? Pues que «se trata de procesos abiertos». Con este cuento, terminaron saludando como «avances de la revolución mundial» la vuelta plena al capitalismo en la ex URSS y todo el Este de Europa. ¿Se puede concebir error más grosero? Hay que pensar un momento entonces donde estuvo la raíz teórica del mismo.
      Segundo, decir que las reformas y conquistas se obtienen con luchas, y que siempre se pueden perder, es descubrir el agua caliente (aunque el proceso de determinación del salario es más complejo que esto). Esto sucede desde que el capitalismo es capitalismo. Jamás he dicho que estas conquistas no se puedan perder. ¿De dónde sacas EM que piense que estas conquistas ya son permanentes? No se trata de «ganar» discusiones a cualquier costo, hay que respetar los argumentos que se dan. Lo que he criticado es la afirmación de que desde 1938 no podía haber ninguna conquista, democrática o reforma, seria para los trabajadores. Esta afirmación se ha demostrado errónea. Querer defenderla diciendo que las conquistas se pueden perder, no tiene sentido como argumento. Cuando Marx decía que los trabajadores podían conseguir mejoras en sus salarios dentro del capitalismo, u libertades formales, no estaba diciendo con ello que esas mejoras serían irreversibles. ¿Es tan difícil entenderlo?
      Tercero, EM me atribuye la idea de que transformo las conquistas sociales y democráticas «en un objetivo en sí mismo». ¿Qué quiere decirse con esto? ¿Acaso que pienso que deben ser el objetivo final de la clase trabajadora? Por supuesto, no pienso esto. Jamás lo afirmé. Ahora bien, si estamos en una huelga por aumento de salarios, luchamos «por el objetivo en sí mismo». Por supuesto, si soy marxista puedo hacer propaganda explicando que aun con aumentos de salarios segurá existiendo la explotación. Pero esto no niega que nos empeñemos en lograr el objetivo propuesto en la huelga. De la misma manera, si se convoca a una manifestación bajo una dictadura para reclamar libertades democráticas, ese objetivo es justo, y peleamos por él. También se puede hacer propaganda mostrando las limitaciones de la democracia burguesa. Por supuesto, si hay posibilidades de convocar a luchas por objetivos superiores, habrá que aprovecharlas; esto depende del análisis concreto de las situaciones concretas. Pero el hecho de que pueda existir esta posibilidad (no siempre existe) no implica que la lucha por objetivos concretos, reformistas, no sea importante. Alguna vez Lenin dijo con razón que las reformas eran demasiado importantes como para dejarlas en manos de los reformistas. Con esto quería decir que los socialistas debían involucrarse en las luchas cotidianas, por objetivos concretos, que significaran avances. Lo cual no era sinónimo de convertirlos en estratégicos.
      Por último, jamás sostuve que las libertades democráticas serían llevadas desde afuera por EEUU o la OTAN a Libia, o Egipto. Precisamente puse todo el peso de la argumentación en mostrar que se trataba de procesos internos a estos países, donde hay tanto fuerzas burguesas, como trabajadores y sectores populares (clases medias, pequeña burguesía, etc.) interesadas. Lo que he discutido es la afirmación de que los sublevados eran marionetas y agentes del imperio; y que el hecho de que pidieran armas o ayuda militar los transformaba en vehículos de la colonización de Libia. Pero hay más: es un error sostener que para que haya cualquier democratización inevitablemente las masas obreras y populares deben poner en cuestionamiento los negocios petroleros de Francia, o reclamar una fuerte mejora de sus condiciones de vida. Ha habido una gran cantidad de procesos de aperturas democráticas que se hicieron bajo el control de fuerzas burguesas (aunque hubiera manifestaciones obreras y luchas parciales), sin cuestionar negocios, y manteniendo bien alta la tasa de explotación. En América Latina hemos visto muchos de estos procesos. Todos tuvieron, además, el acuerdo de EEUU. Aquí lo que hay que entender es que la democracia burguesa (elecciones, parlamento, libertades formales) es una forma de dictadura del capital, bastante segura. Por eso es perfectamente asimilable por las clases dominantes (contra lo que dice el PT y la tesis trotskista). Si no se entiende esto, se vuelve a la idea (la tesis de Nahuel Moreno perdura) de que solo mediante revoluciones se puede acceder a estas democracias. Del hecho que haya que diferenciar entre la democracia burguesa y el fascismo, no puede caerse en el error de pensar que la democracia burguesa no es asimilable por la clase dominante.

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      rolandoastarita

      20/03/2011 at 17:26

  3. Acuerdo en lo esencial con el contenido del articulo y saludo su claridad expositiva. En cuanto a lo sucedido en Argentina 82-83 es inadmisible la postura de Moreno(una revoución democratica de contenido socialista). Y es claro desde una postura marxista que no es lo mismo Videla que Alfonsin, pero me cuesta ver la caida de la dictadura argentina como una conquista lograda por la fuerza de la movilización popular. Es decir, en perspectiva la vuelta a la democracia-si bien altamente positiva- la veo como la coronación de la derrota por sobre la oleada revolucionaria comenzada decadas atrás(la instauración de la paz de los cementerios). Me gustaria conocer tu opinión Rolando, un abrazo.

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    daniel

    19/03/2011 at 14:15

    • Yo también pienso que es un disparate decir que en 1982, en Argentina, hubo una revolución. Es una «revolución» que no vio nadie, salvo Nahuel Moreno. Fue la derrota en Malvinas la que generó la caida de la dictadura.

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      rolandoastarita

      19/03/2011 at 15:15

  4. ¿Erró el PT?
    Hay que entender siempre las circunstancias y los momentos históricos en que se elaboran los programas estrategicos. El PT sigue siendo valido en cuanto al análisis que hace del momento histórico y de la responsabilidad que otorga a la clase obrera como conductora del proceso revolucionario. El PT estima que el capitalismo se encuentra en una debacle absoluta y que solamente a través de gobiernos populares fruto de la unión entre la clase obrera y el campesinado (el famoso Gobierno Obrero y campesino) se puede salir de una crisis que lleva a la sociedad a la barbarie. Una de las claves del movmiento trotskysta en base a las experiencias recogidas en el PT es que no existen fases intermedias en una situación revolucionario y que las consignas de la dirección obrera debe ser enfocar la lucha hacía la caída del capital y no del gobierno de turno.
    Esta es la teoria. Sin embargo, no pocas veces una «interpretación textual» ha conducido a los partidos trotskystas a posiciones sectarias al no interpretar que si bien las situación podía ser revolucionaria su peso en el movmiento era infimo. O al lanzar consignas «izquierdistas» en situaciones de receso. Un buen ejemplo de esa trayectoria la tenemos en el PORE durante el periodo 77-80. Aunque otros partidos trotskystas se sumaron, en ese mismo periodo, a posiciones totalmente oportunistas LCR o incluso combinando oportunismo con el sectarismo, en el caso del POSI. En el caso de Moreno, recuerdo las discusiones con la gente de LC y PST años posteriores sobre ese tema que salvó los «mas» morenistas entendian y comprendian.
    Por otra parte, comparto tu opinión que esa defensa del PT y para alejarse de los partidos tradicionales, algunos sectores del movmiento trotskysta se sumaron a ese «desprecio» hacía las libertades democráticas al considerar que era una consigna superada.
    Sin embargo, creo que ese desprecio iba mucho más lejos de una simple cuestión programática y se acercaba a la incomprensión de que Socialismo y libertad son conceptos que se asocian en su objetivo. No son pocos que tras el desprecio hacía la «democracia burguesa» esconden una «concepción dictatorial» de lo que debe ser un Gobierno obrero.
    Yo desde luego, habiendo conocido muchos partidos estalinistas y trotskystas, y compartiendo la necesidad de una sociedad socialista me «aterroriza» profundamente el hecho de que estos dirigentes se hicieran con el poder.

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    antonio ortiz

    19/03/2011 at 17:03

    • Antonio Ortiz: «El PT estima que el capitalismo se encuentra en una debacle absoluta».
      Esa caracterización se ha demostrada absolutamente falsa.

      «Una de las claves del movimiento trotskysta en base a las experiencias recogidas en el PT es que no existen fases intermedias en una situación revolucionaria».
      No entiendo que significa eso de que no existen fases intermedias.

      «No pocas veces una “interpretación textual” ha conducido a los partidos trotskystas a posiciones sectarias al no interpretar que si bien las situación podía ser revolucionaria su peso en el movmiento era infimo».
      Ergo, la situación no era revolucionaria. Si para hacer una tortilla necesito papas y huevos, si faltan los huevos, por más papas que tenga no voy a poder hacer la tortilla. Lo de la condición «objetivamente revolucionaria» con ausencia del factor subjetivo es palabrería hueca, es un sinsentido producto de un discurso artificial y falso.

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      Eduardo

      20/03/2011 at 00:32

    • Antonio Ortiz: “El PT estima que el capitalismo se encuentra en una debacle absoluta”.
      Eduardo: Esa caracterización se ha demostrada absolutamente falsa.

      La actual crisis economica, una de las más de las muchas cíclicas que está experimentando el capitalismo, es una demostración de su incapacidad para crear «riqueza» a partir de las fuerzas productivas y no de la simple especulación monetaria-financiera. El capitalismo como modelo economico (no politico, aunque va intrinsicamente ligado) es incapaz de regenerarse o reiventarse, como modelo productivo e industrial, precisando recurrir a la especulación financiera para mantener su enriquecimiento.
      Es tal su locura que si hace unos años hubiera sucedido la catastrofe del Japón, se estarían restregando las manos en cuanto supondría un incremento de producción de materias primas y de actividad economica-industrial. Hoy, por el contrario, se muestran más preocupados en incrementar el interés que deberá pagar el Gobierno por la deuda que por las posibles oportunidades económicas que genera la catástrofe.

      «No hay fases intermedias».
      Te explico, el PT desarrollaba que en la actual situación de crisis del modelo capitalismo debido principalmente a que las fuerzas productivas han dejado de crecer, las consignas intermedias o la revolución por etapas es un sinsentido.
      Me explico… por lo general frente a una dictadura el planteamiento de la izquierda es «Asamsblea constituyente – libertades democráticas» relegando la lucha por el socialismo a una segunda etapa. Al contrario, la posición «mas purista» debería ser Gobierno Obrero y Campesino sin pasar por ese estado intermedio.
      Situación revolucionaria.
      Es falso, se puede dar una situación revolucionaria sin que exista una «vanguardia» (termino que odio) que capitalice esa situación dirigiéndola hacía el socialismo. El principal problema del Movimiento trotskysta a nivel internacional es su falta de reconocimiento por parte de la clase trabajadora.
      Y vuelvo a repetir es mi opinión y como tal llena de prejuicios, equivocaciones y analisis subjetivos.

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      antonio ortiz

      20/03/2011 at 16:18

    • Antonio, he demostrado en la nota «Trotsky, fuerzas productivas y ciencia», que es equivocado sostener que el sistema capitalista no tuvo capacidad para crear riqueza desde 1914 (o 1938). Desde aquí arrancan los graves problemas del trotskismo. Ni siquiera es cierto que en las últimas décadas todo haya sido especulación financiera. Algunos datos: desde 1982 a 2008 el PBI de EEUU creció en términos reales un 125%., La inversión privada fija no residencial aumentó 150% solo entre 1991 y 2008. La producción industrial aumentó, siempre en términos reales, 90% entre 1980 y 2005 (y en 2011 es más alta que en 2005). La capacidad de toda la industria creció 64% entre 1990 y 2006, y la de la manufactura 73%. La productividad por hora en la manufactura aumentó 90% en ese período. Por supuesto, hubo crecimiento débil en Europa (aunque el PBI por habitante creció casi como en EEUU) y estancamiento en Japón. Pero la economía capitalista de conjunto tuvo un fuerte desarrollo. El PBI mundial creció a una tasa anual del 3,2% entre 1989 y 1998, y al 4,4% entre 1999 y 2008. Los países en desarrollo lo hicieron al 3,8% en ese primer período, y al 6,5% anual en el segundo. La inversión como % del PBI mundial fue 22,3% entre 1986 y 1993, y 22,4% entre 1994 y2001. El volumen del comercio mundial (otro indicador que tomaba Marx en que se expresaba el desarrollo de las fuerzas productivas) creció a una tasa anualizada del 6,7% entre 1990 y 1999, y del 7% entre 2000 y 2007. Podría seguir dando datos, pero con esto me parece que es suficiente. La idea de que todo fue especulación financiera es un mito (lo he criticado en el blog, y en otros trabajos). Por esto mismo se trató de una crisis de sobreproducción «a lo Marx» (si no hubiera habido mucha producción, y todo fuera «castillos de papeles financieros», no sería de sobreproducción) Por último, la crisis 2007-09 no anuló este desarrollo. Podes ver los datos en la nota «No fue permanente ni igual al 30».

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      rolandoastarita

      20/03/2011 at 17:48

    • Busco las notas y las leo… pero ya mañana que aun me queda un poco de trabajo y es algo tarde en España

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      antonio ortiz

      20/03/2011 at 22:06

    • Me encanta ver como voy acumulando puntos negativos.
      Un saludo…

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      antonio ortiz

      20/03/2011 at 16:20

  5. Coincido con el articulo. Muy bien desarrollada la mécanica y la logica que plantea. Saludos.

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    Armando

    19/03/2011 at 18:25

  6. Muy bueno el artículo. Me gustaría comentarte una reflexión, Rolando. Las «reformas democráticas» a las que hacés referencia como surgidas del temor a la revolución social, ¿no serían reaccionarias? Es decir, si son reformas para frenar un avance revolucionario, ¿serían realmente progresivas?
    Bueno, eso nomás. Un saludo.

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    fedeberg80

    19/03/2011 at 20:02

    • Toda reforma conseguida bajo el capitalismo tiene ese doble carácter: es un logro, pero por otra parte siempre es utilizada como instrumento de conciliación y apaciguamiento de las luchas sociales. Hay una tesis de Tony Negri con la que acuerdo: el keynesianismo (el llamado «Estado de bienestar») fue una respuesta de la burguesía mundial a la Revolución Rusa. Keynes era muy consciente de la necesidad de hacer reformas para eludir o desviar el peligro de la revolución social (cito esto en mi libro sobre Keynes y el keynesianismo). Durante la Segunda Guerra la burguesía inglesa vio con preocupación la desafección de los obreros para con la guerra. La promesa de la «Nueva Jerusalen» (reformas y concesiones) fue hecha por el temor de que al finalizar la guerra pudiera suceder lo que había ocurrido al terminar la Primera Guerra. Por este motivo sostengo que admitir que la clase dominante puede otorgar concesiones y reformas es tan importante para elaborar una política. Una de las cuestiones que me llamó la atención al leer la obra política de Lenin era su aguda conciencia de este tema.

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      rolandoastarita

      19/03/2011 at 21:14

    • Una de las grandes ficciones de la traidora clase obrera occidental fue creerse que las conquistas sociales de que disfrutaba las había conseguido por méritos propios, cuando eran tributarias de la Revolución bolchevique. Fue una concesión burguesa por temor a una revolución. En este sentido, poco o nada conquistó la clase obrera occidental.

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      josé

      19/03/2011 at 21:39

    • Rolando,los gobiernos d tipo chavez,correa,etc,con su predica de socialismo de siglo 21,no terminan siendo un freno para el avance,si fuera posible,de la clase obrera?

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      cristian

      27/03/2011 at 19:55

    • Sí, una de las cuestiones más dañinas es que el socialismo queda identificado con burocracias capitalistas, que ni siquiera son progresivas desde el punto de vista del desarrollo de las fuerzas productivas. Escribí en el blog sobre el chavismo, también sobre la noción de «socialismo siglo XXI«.

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      rolandoastarita

      27/03/2011 at 22:43

  7. A ver si te he entendido bien; entonces según vos, Rolo, nos tendríamos que partir la cara para derribar una dictadura fascista, y llegado el caso, ceder el poder a la misma burguesía que impuso la dictadura para que sigan desarrollando la explotación de la clase trabajadora (que no desarrollando las fuerzas productivas, pues como todos sabemos, actualmente la burguesía se dedica a la especulación para seguir haciendo lo que siempre han hecho, acumular riqueza) bajo la democracia liberal.
    Pero en el caso de que estemos ante una democracia liberal, no tenemos que luchar porque, entonces, seríamos unos criminales que tratamos de subvertir una «democracia» y lo que debemos hacer es seguir conciliando con ellos porque todavía tenemos margen para seguir perdiendo.
    Bien te digo, que vistas así las cosas, me quedo en el sofa y que pelee contra la dictadura «su padre», es decir, la burguesía. Yo sólo me meto en el charco, una y mil veces, si hace falta, para derribar a la burguesía totalmente y de un plumazo.
    ¿Qué pasa? ¿que no se dan las condiciones objetivas par una revolución en el mundo o en diversos países? Yo creo que sí, otra cosa es que falte el elemento subjetivo revolucionario; entonces habrá que trabajarlo. Pero no creo que haciéndoles ver lo «bello que es el capitalismo» algunos estén por la labor de hacer concienciación.

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    josé

    20/03/2011 at 13:50

    • José, no entiendo cómo me atribuis ideas que jamás pensé, ni expuse. Planteo que hay que luchar contra una dictadura, y en esa lucha se hacen acuerdos de unidad de acción con fuerzas no socialistas. Lo de «ceder el poder» corre por cuenta tuya. Jamás dije que si la clase trabajadora tiene el poder, deba cederlo, o cosa por el estilo. Por otra parte, jamás sostuve que si estamos en una democracia capitalista no hay que luchar. ¿De donde sacas estas cosas? No puedo entender esta forma de polemizar.

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      rolandoastarita

      20/03/2011 at 16:39

    • Cuando faltan argumentos, abundan las ironías. Es más fácil discutir contra ideas atribuidas al interlocutor que contra lo que el interlocutor dijo. Eso no es polemizar, esto es chicanear.

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      Eduardo

      21/03/2011 at 17:40

  8. La economia crece pero las deudas de los estados también, como es eso?¨¿Como la pagarán?la desocupación es dascomunal a nivel mundial ,Alemania baja los horarios de trabajo paro también los salarios.
    Consignas en favor de la democracia no contribuye a la independencia de clase, no estimulan la conciencia de clase,.Presentarse a las elecciones para hacer conocer las ideas del partido revolucionario es un verso, los partidos trotkistas están preocupados por la legalidad democrática, y hacen creer a la clase que consiguiendo muchos diputados se le puede disputar el poder a la burguesía en su terreno. La lucha contra el capital es ilegal.

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    Buitre

    20/03/2011 at 23:51

  9. Serría bueno revisar la guerra civil española, La república fusilaba obreros (casas viejas) por ejemplo. Luego las fuerzas enti franquistas mandaron a la muerte al proletariado español para defender a la república asesina y explotadora. Los aliados dejaron solos al proletariado español despues de terminado el conflicto de la segunda guerra mundial en las garras de Franco. No se olviden de eso.
    La segunda internacional en 1914 taricionó el internacionalismo y cada partido salió en defensa de sus burguesía, con una derrota idiológia extrema; en la segunda guerra los trabajadores se enfrentaban unos a otros en defensa de sus burguesías también, pero esta vez con una derrota física terrible, esta vez en peores condiciones porque ya no había referentes revolucionarios de clase.

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    Buitre

    21/03/2011 at 00:09

    • Ok, Buitre, leemos la rev. española… pero, ¿qué es lo que querés decir? Decís, por ejemplo, que la República fusilaba obreros… ¿Hemos de entender acaso que la oposición a Kadafi está fusilando obreros?
      «La segunda internacional en 1914 traicionó el internacionalismo…?
      ¿Y?, ¿qué tiene que ver con este debate?

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      Eduardo

      21/03/2011 at 17:33

  10. ¿Existe en Trotsky alguna relación entre su critica a la división entre programa mínimo y máximo, por un lado, y su critica al etapismo stalinista? Consulto esto porque siempre uno de los argumentos para sostener la política transicional es no ser «etapista».

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    daniel

    07/12/2013 at 12:39

    • No hay una relación directa. Trotsky critica la estrategia de la revolución por etapas desde 1905, mucho antes de elaborar la táctica transicional. Por ejemplo, cuando escribe las Tesis de la Revolución Permanente, en 1929, no menciona siquiera esa táctica. Él sabía, además, que el programa de los socialistas para los países adelantados, anterior a 1914, no era de revolución por etapas, aunque se establecía la división entre programa máximo y programa mínimo. El programa mínimo no era el de una revolución democrática, no socialista. Lo era el programa del partido socialdemócrata ruso, pero no el programa socialista para Inglaterra, por ejemplo. De la misma manera, debió conocer la posición de Lenin, quien defendió la división entre programa máximo y mínimo cuando ya había planteado la consigna de «todo el poder a los soviets».

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      rolandoastarita

      08/12/2013 at 00:08

  11. Usted es un mentiroso, Nahuel Moreno no afirma que las reformas conseguidas a través de revoluciones sociales sean Revoluciones Socialistas. ¡las caracteriza como «Revoluciones democráticas»! que no van contra la propiedad privada de los medios de producción, pero que llevadas a fondo pueden transformarse en revolución socialista.

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    Jona

    29/07/2019 at 21:46

    • Yo no miento. Nahuel Moreno caracterizó a las revoluciones que conquistaban libertades democráticas como revoluciones de contenido socialista.

      Que es lo que digo en la nota: «La segunda vía para defender al PT fue elaborada por Nahuel Moreno, dirigente trotskista argentino, ya fallecido. Esta variante admite que hubo avances democráticos (Videla no es igual a Alfonsín, Hitler no es lo mismo que De Gaulle, etc.) pero sostiene que esos avances habrían sido conseguidos por decenas de revoluciones, todas ellas “de contenido socialista”. Por eso transiciones más o menos reformistas, como la sucedida en Argentina entre 1982 y 1983, fueron caracterizadas por Nahuel Moreno como “revoluciones”; y además, en todos los casos, como socialistas». ¿Por qué no cita correctamente lo que escribí, antes de insultarme?

      Usted me acusa de mentiroso. Pues bien, aquí van los pasajes más destacados sobre el asunto, que tomo de su libro «Las revoluciones del siglo XX»:

      Sobre la Revolución rusa de Febrero de 1917, Moreno afirma que fue «democrático burguesa en cuanto a su forma, socialista en su contenido» (p. 43).

      Luego, se refiere a las revoluciones «abortadas», que «no alcanzaron ningún logro socialista y se estancaron en una revolución política, que solo dio lugar a un régimen democrático burgués… Aparentemente, solo son revoluciones democráticas, nacionales, que triunfaron. Pero no es así porque… debajo de ese proceso lo que está en curso es una revolución socialista, aunque se exprese en una primera etapa como una revolución democrática o colonia» (p. 82).

      Poco más abajo se refiere a las «revoluciones parecidas a las de febrero», como las de Francia e Italia en la inmediata posguerra, donde se derrotó al fascismo y se barrió al ocupante nazi. Dice: «Al decir parecidas a febrero aludimos al hecho de que fueron revoluciones socialistas [nótese, aquí directamente las califica de «socialistas»] que empezaron con un gran triunfo democrático» (p. 64). Pero no se trata solo de Francia e Italia. Son muchas otra «revoluciones de contenido socialista»: la revolución boliviana de 1952; la revolución iraní que derrota al Sha; la revolución portuguesa de 1974; la revolución española de 1931 y varias revoluciones en América Latina «del mismo tipo» (p. 65).

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      rolandoastarita

      29/07/2019 at 22:52

    • Para Jona

      Parece que el trotskismo morenista consideró que con Chávez y el régimen chavista estabamos ante una «revolución democrática» y con ese argumento hizo entrismo dentro del chavismo para llevar a «fondo» la revolución, por que ese tipo de revolución, según Nahuel Moreno, puede transformarse en una revolución socialista.

      En el 2007 el trotskismo morenista se dividió en dos organizaciones. Por un lado Marea Socialista, que siguió creyendo en la «revolución democrática» dentro del chavismo y apoyó a Maduro hasta hace cuatro años, más o menos. Pero en forma «crítica», por supuesto. Faltaba más.

      Y por otro lado, la corriente que ahora se denomina Partido Socialismo y Libertad (PSL), parece haber llegado a la conclusión que en el año 2007 finalizó la «revolución democrática» por lo cual pasaron a la oposición anti-chavista. Y, por supuesto, le echaron «arena» como los gatos, a largos siete años de apoyo al «comandante» Chávez y su régimen burgués, antiobrero y ultrareaccionario. Hasta el día de la fecha no han publicado autocrítica alguna sobre este «pequeño error».

      Gracias por aclararnos el argumento teórico que justificó el entrismo del trotskismo morenista dentro de la «revolución democrática» burguesa del comandante burgués Chavez.

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      La duda metódica

      29/07/2019 at 23:01

    • Agregado

      Escribí esto antes de que saliera publicada la respuesta de Rolando.

      La cuestión se enreda aún más. Entonces el entrismo del trotskismo morenista dentro del chavismo es por que consideraban que la supuesta «revolución democrática» chavista, ya era, en esencia, una revolución socialista.

      ¡Qué desastre político y teórico!

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      La duda metódica

      29/07/2019 at 23:10

  12. La duda, pregunto, después de leer esta nota y tu comentario. Un proceso como el chavista, después de la década neoliberal en venezuela y el empobrecimiento generalizado de la clase trabajadora no puede haber irrumpido como un proceso progresivo, democrático en el cual la nación ganaría en independencia económica y pondría coto al poder político ejercido por las fracciones rentistas de la burguesía? Es decir, un proceso en el medio del cual se pueden ganar conquistas democráticas como las de un programa de demandas mínimas. O sea, un proceso en el cual pueden establecerse acuerdos políticos con algunas fuerzas no socialistas.
    Un proceso de estas características, con el adicional de que tenía mucho apoyo popular. Caracterizar al proceso como reaccionario, oponerse, combatirlo, no hubiera sido caer en posiciones ultraizquierdistas allá en sus inicios, o cuando el proceso se radicalizó luego del golpe fascista del 2002?
    Hoy por hoy no hay dudas de que todo aquello fracasó. Habría que entender cómo y por qué fue que fracasó.

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    Hugo

    30/07/2019 at 11:15

    • Hugo

      Su posición es exactamente lo que Rolando está criticando y combatiendo en este blog desde sus comienzos, creo que en 2010: a la izquierda «nac & pop», fanática del «progresismo»

      Rolando tiene un montón de artículos en el blog sobre el régimen chavista, demostrando hasta la saciedad que nunca ha sido un «proceso progresivo, democrático en el cual la nación ganaría independencia económica (???) y pondría coto al poder político ejercido por las fracciones rentistas de la burguesía».

      Para su conocimiento la lumpen-narco-chavo-burguesía, nueva fracción de la burguesía venezolana, realizó su «acumulación primitiva» en estos 20 años con el saqueo violento y salvaje de la renta petrolera que ha llevado a Venezuela a la catástrofe total.

      Y lo hizo con una política represiva profundamente antiobrera y reaccionaria.

      Y, por otro lado, no es en absoluto tener «posiciones ultraizquierdistas» combatir al régimen bonapartista burgués chavista desde sus inicios. Es lo que la izquierda que se consideraba marxista debería haber hecho desde sus inicios.

      Cuestión que es un deber de todo militante que se considere marxista: combatir en todos los frentes a cualquier tipo de estado y régimen burgués, capitalista, explotador.

      El entrismo, participar, apoyar a un régimen y estado burgués, es lo que ha hecho el grueso de la izquierda mundial que apoyó al régimen burgués chavista y que ahora apoya a fondo a la dictadura militar burguesa de Maduro. Sólo basta leer la conclusión sobre Venezuela del famoso Foro de Sao Paulo realizado en Caracas y publicado en estos días. para enterarse de tamaña barbaridad.

      Sería interesante que leyera el siguiente artículo que polemizó en el año 2010 con la corriente que ahora se llama Partido Socialismo y Libertad -trotskista morenista- donde se argumenta sobre la caracterización del régimen chavista como bonapartista burgués antiobrero y ultrarreaccionario.

      Ver aquí: https://socialistadelsigloxix.wordpress.com/2019/02/08/laclase-info-y-el-movimiento-estudiantil-las-causas-de-una-politica-sectaria/

      Este artículo titulado «Laclase.info y el movimiento estudiantil. Las causas de una política sectaria» se publicó en la web laclase.info, y fue respondido por laclase.info:

      «Sobre el régimen político en Venezuela»

      Ver aquí: http://laclase.info/content/sobre-el-regimen-politico-en-venezuela/

      Un dato curioso es que el artículo que criticaba la posición sectaria del trotskismo morenista «desapareció» misteriosamente de la página web. ¿Le echaron «arena» como los gatos?

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      La duda metódica

      30/07/2019 at 15:45

    • La duda, gracias. Leo el blog desde esa época mas o menos…desde el 2010, y mas o menos concuerdo con lo que ud plantea acerca de lo que resultó el chavismo. Lo que pregunto es cómo puede un partido marxista adivinar el derrotero que tendrá un proceso que se abre con mucho apoyo popular luego de una década neoliberal. Como saber que se iba a descomponer en esto que tenemos hoy? O es que ya desde los primeros tiempos mostraban signos indudables de que iba a ser un proceso dirigido por la narco-lumpen burguesía. Le pregunto: eran malos y perversos desde el principio los milicos, o las centrales trabajadoras o los sectores populares que llevaron a chavez a la presidencia en el 98? Eran los mismos que hoy o se fueron descomponiendo? Qué hacía falta para darse cuenta que aquello no era siquiera progresivo y que iba a terminar mal? Un análsis de clase? Basado en qué?

      Puede ser que aún manteniendo las banderas de la independencia de clase y de las demandas democráticas un partido marxista no ponga todas sus fuerzas en combatir al proceso en marcha porque se venía de una década neoliberal con un gran empobrecimiento y se generaron desde el principio reacciones fascistas como la del golpe del 2002. Aparte de que existía mucho apoyo popular. O es que usted considera, trasladando en el tiempo, que fue un error de los trabajadores chilenos haber intentado organizar los cordones industriales durante el gobierno de Allende, y pretende que hoy los marxistas que apoyaron aquello pidan perdón por haberlo hecho.

      Yo no hablé de integrar un frente popular o de hacer entrismo. Solo dije que ante el advenimiento de un proceso como ese, con mucho apoyo popular, es posible establecer acuerdos políticos con fuerzas no socialistas para golpear juntos. O será que entiendo mal lo que significa golpear juntos. Seguramente y a la luz de lo que pasa hoy, puede hacerse un balance de los errores que resultaron de esta o aquella politica. Pero qué le asegura que la cosa no hubiera sido peor si se actuaba de otro modo?

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      Hugo

      30/07/2019 at 18:41

    • Hugo

      No es ninguna adivinanza, ni hay que ser un sabio para pronosticar el derrotero de un estado burgués.

      El régimen chavista, a pesar de haber tenido apoyo popular, aprobó una Constitución burguesa en el año 1999. El chavismo tuvo la mayoría absoluta de los diputados en la Asamblea Constituyente de ese año. Esta Constitución es absolutamente defensora de la propiedad privada de los medios de producción. Fue el programa máximo de Chávez. En otras palabras, continuar con el capitalismo.

      Es así de simple. No es nada misterioso si se quiere ser un marxista verdadero y no caer en «progresismos» o «antineoliberalismos» que llevan a apoyar cualquier cosa.

      Por otro lado, reafirmando su carácter de clase burgués, antiobrero, esa Constitución, en su artículo 293, parágrafo 6 liquidó de un plumazo la libertad sindical.

      El primer Considerando de una resolución del 28 de mayo de 1999 del Poder Electoral burgués venezolano dice lo siguiente:

      «Que de conformidad con el artículo 293, numeral 6 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el artículo 33, numeral 2 de la Ley Orgánica del Poder Electoral, corresponde al Poder Electoral, por órgano del Consejo Nacional Electoral, la ORGANIZACIÓN de las ELECCIONES de los SINDICATOS, respetando su autonomía e independencia, con observancia de los Tratados Internacionales suscritos y ratificados por la República sobre la materia.» Fin de la cita. Énfasis nuestro.

      Ver aquí:

      Haz clic para acceder a RESOLUCION_0265_NORMAS_GARANTIZAR_DERECHOS_HUMANOS_TRABAJADORES_TRABAJADORAS.pdf

      La Organización Internacional del Trabajo (OIT) le ha reclamado durante años al régimen burgués chavista que elimine este artículo de la Constitución debido a que no cumple en absoluto con los tratados internacionales firmados por el estado burgués venezolano.

      Las consecuencias de este artículo han sido nefastas para el movimiento obrero venezolano. Significó la regimentación estatal del movimiento obrero, sindicatos de maletín, paralelismo sindical, atomizacíón, sicariato sindical. En otras palabras, significó la peor derrota sufrida en su historia.

      El grueso de la izquierda «ignora» o se hacen los locos con este artículo y con el carácter de clase burgués, antiobrero, del régimen chavista, ahora dictadura militar.

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      La duda metódica

      31/07/2019 at 00:58

    • Comprendo las particularidades que usted me explica. Pero si usted me dice que el derrotero de un estado burgués no puede ser otro, no veo de qué manera diferenciar esa posición de la del ultraizquierdismo que se critica también en la nota.

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      Hugo

      31/07/2019 at 09:52

    • Agregado para Hugo

      Aquí va un resumen de Human Rights Watch (HRW) de 10 años de política represiva antiobrera del régimen burgués cuando trata el asunto de los sindicatos. Publicación realizada el 18 de septiembre de 2008. Hace 11 años, en pleno gobierno de Chávez. Por supuesto, así como el Informe Bachelet sobre la violación sistemática de los DDHH por parte de la dictadura militar burguesa de Maduro ha sido descalificado por el grueso de la izquierda mundial, también la izquierda chavista, nacional e internacional, descalificó este informe en su momento

      Sin embargo le puedo asegurar que HRW se queda corto en su análisis de los HECHOS que ocurrieron. Digo hechos debido a que para el grueso de la izquierda la REALIDAD NO EXISTE. La realidad se construye con un «discurso revolucionario», a gusto y placer de la izquierda chavista o prochavista. Esta izquierda sufre una «disociación cognitiva»: sólo ve lo que quiere ver o simplemente inventa.

      Veamos que nos informa HRW:

      «Los sindicatos

      El gobierno del Presidente Chávez ha intentado rehacer el movimiento sindical venezolano a través de fórmulas que vulneran principios básicos sobre libertad de asociación. El capítulo 5 documenta de qué forma el gobierno ha:

      – Socavado el derecho de los trabajadores de elegir a sus representantes, al ordenar la supervisión y el reconocimiento estatal de elecciones sindicales;

      – Denegado a los sindicatos cuyos resultados electorales no fueron aprobados por el estado el derecho de negociar contratos colectivos;

      – Debilitado el derecho de los trabajadores de afiliarse libremente al sindicato de su preferencia, al favorecer a los sindicatos alineados con el gobierno; y

      – Menoscabado el derecho de huelga de los trabajadores al prohibir huelgas legítimas y tomar represalias masivas contra trabajadores petroleros huelguistas. (N.E. fue el despido 20.000 trabajadores en el paro petrolero de 2002-2003, que el grueso de la izquierda chavista lo calificó increíblemente de «sabotaje petrolero»)

      El presidente Chávez y sus partidarios han intentado justificar estas acciones como parte de una iniciativa más amplia para «democratizar» al movimiento sindical ante supuestos líderes sindicales corruptos y sin independencia. Sin embargo, despedir a trabajadores por ejercer su derecho de huelga, denegarles su derecho a negociar contratos colectivos y discriminarlos debido a su ideología política no promueve la democracia sindical.

      Más aún, uno de los principios fundamentales del derecho internacional laboral dispone que los estados no deben interferir en los asuntos internos de los sindicatos, incluidas las elecciones de sus dirigentes. El objeto de esta prohibición -consagrada en los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de los cuales Venezuela es estado parte- es evitar la manipulación política y el control estatal que, a menudo, pueden ser consecuencia de la injerencia estatal en los asuntos sindicales y que infringen el derecho a la libertad sindical de los trabajadores.

      Mediante la violación sistemática del derecho de libertad sindical de los trabajadores, el gobierno de Chávez ha perjudicado a los sindicatos existentes y ha favorecido a nuevos sindicatos paralelos que apoyan su agenda política. Por ejemplo, les ha negado a sindicatos existentes el derecho de negociación colectiva hasta que celebren elecciones reconocidas por el estado, las cuales las autoridades electorales demoran e incluso suspenden. Mientras tanto, el gobierno negocia con nuevos sindicatos afines a Chávez, que se encuentran exentos de los requisitos electorales. Ha despedido e incluido en listas negras a miles de trabajadores de la compañía petrolera estatal que participaron en una huelga legítima, y posteriormente ha amenazado con despedir a todos los demás trabajadores que no apoyaran a Chávez. También ha promovido la creación de organizaciones de trabajadores alternativas que podrían usarse para debilitar la actividad sindical legítima, atentar contra los sindicatos existentes y eludir las leyes laborales del país». Fin de la cita

      Ver aquí: https://www.hrw.org/es/report/2008/09/18/una-decada-de-chavez/intolerancia-politica-y-oportunidades-perdidas-para-el

      Hugo: no es díficil «adivinar» el derrotero de un régimen burgués. Simplemente hay que ser honestos y analizar los hechos de la realidad, sin prejuicios y sin anteponer los anteojos de la «verdad de partido».

      Pido disculpas a Rolando por lo largo del comentario. Pero creo que Hugo merecía esta aclaratoria.

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      La duda metódica

      31/07/2019 at 12:33

    • La duda, le vuelvo a agradecer la información. Pero me temo que no comprende la duda que le estoy planteando. Es un problema puntual el que planteo. En caso de que los partidos hicieran los balances que lo dejaran a usted tranquilo tampoco se resolvería el problema que quiero plantear.

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      Hugo

      31/07/2019 at 12:59

    • Hugo

      ¿Qué quiere decir usted cuando plantea lo siguiente: «Solo dije que ante el advenimiento de un proceso como ese, con mucho apoyo popular, es posible establecer acuerdos políticos con fuerzas no socialistas para golpear juntos».

      ¿Golpear juntos a quién? ¿Al régimen democrático burgués anterior? ¿A la burguesía «neoliberal»?

      Para mi entender, la cuestión era muy sencilla: de un régimen democrático burgués, con Chávez en el poder se produjo en el año 1999 un cambio cualitativo de régimen.

      Surgió un régimen bonapartista burgués profundamente antiobrero, que liquidó a nivel constitucional burgués, la libertad sindical, que existía, mal o bien, en el régimen anterior.

      También aquí, con la liquidación de la libertad sindical hubo un salto cualitativo. Se liquidó una libertad democrática fundamental para las luchas del movimiento obrero venezolano. Y la historia de 20 años de régimen burgués chavista nos dice muy bien en que terminó este asunto.

      Terminó con la liquidación de TODAS las conquistas del movimiento obrero venezolano, conseguidas durante décadas de lucha. El régimen burgués chavista provocó la mayor derrota de la clase obrera venezolana en su historia. Y esto no era difícil de adivinar.

      Para más detalle lea el informe completo el capitulo 5 titulado «Los sindicatos» del informe de Human Rights Watch (paginas 155 hasta la 227). Aún más le recomiendo que lea el informe completo para que entienda cómo funciona un régimen bonapartista burgués, que no tiene nada que ver con un régimen democrático burgués.

      Ver aquí: https://www.hrw.org/sites/default/files/reports/venezuela0908spweb_0.pdf

      Por otro lado, me doy cuenta que para Usted es más importante tener una política de izquierda «antineoliberal» (¿Con qué se come eso?), cuando habla de la «década neoliberal» anterior al régimen de Chávez. ¿De allí viene la propuesta de «acuerdos políticos con fuerzas no socialistas para golpear?

      Le pregunto: ¿Para Usted el régimen burgués chavista era «antineoliberal» y eso era más importante que el «pequeño» detalle que dicho régimen acabó con la libertad sindical? Libertad democrática fundamental para cualquier movimiento obrero.

      Mi visión siempre fue ver y analizar la realidad desde el punto de vista del movimiento obrero venezolano. Y no «perderme» en las diferencias absolutamente secundarias de si el régimen burgués venezolano era neoliberal o no en la década anterior a Chávez.

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      La duda metódica

      31/07/2019 at 15:49

    • Ok. La duda. Creo que ahora no acuerdo con usted. No habia forma de saber qué curso iba a tomar aquel proceso en 1998, y mucho menos despues del golpe fascista de 2002. Por otro lado, no es que escriba acá para defender a una corriente politica en particular, pero entiendo que el PSL nunca participó del gobierno chavista.

      Como se presentaría en la realidad un proceso en el cual se pueden lograr reformas importantes? Cuando? Y cómo sería para usted eso de golpear juntos? Y si luego de golpear juntos se gana algo, pero esto no alcanza para evitar la reaccion y la posterior derrota entonces hay que flagelarse por haber golpeado juntos? Acaso haber apoyado la ley del aguinaldo durante el peronismo implica tener que flagelarse por lo que hace la triple A en los 70? Pregunto sin ánimos de chicanas, porque no me parece tan lineal la realidad.

      Y como sería al inicio un proceso revolucionario? No habria que combatir desviaciones y gérmenes de burocracia en el desarrollo de la revolución? Si los burócratas se terminan imponiendo habría que flagelarse por no haberlos podido combatir?

      Porque una cosa es plantear la necesidad de hacer balances y aprender para el futuro. Y otra muy distinta es exigir la autoextinción de las demas corrientes porque no caracterizaron de la misma manera que usted aquello que para usted fue determinante.

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      hugo

      01/08/2019 at 11:46

    • Otro agregado para Hugo

      Para que entienda mejor la realidad venezolana le anexo aquí la mejor caracterización resumida que he leído de por qué el régimen chavista fue un régimen bonapartista burgués y que ahora, con Maduro, dio otro salto cualitativo y se transformó en un régimen dictatorial -militar y paramilitar- burgués.

      «¿Quién apoya a Chávez?

      Teodoro Petkoff

      Tal Cual

      24/05/07

      A estas alturas del partido vale la pena preguntarse por la estructura social del poder de Hugo Chávez.

      ¿Cuál es la naturaleza del régimen? ¿Qué sectores sociales le sirven de soporte?

      Una primera aproximación permitiría definirlo como un régimen bonapartista (el calificativo alude al segundo Napoleón, llamado “el pequeño” ).

      Aunque la presidencia de Chávez no surgió de un golpe de Estado militar, la columna vertebral de su poder es la Fuerza Armada Nacional. No existiendo hoy ninguna clase social a la que pudiera definirse como dominante, la institución armada, colocada por encima de las clases sociales, conducida por el caudillo, ejerce el rol de estamento dominante.

      Con el apoyo de esta, Chávez ha venido protagonizando una suerte de golpe de Estado permanente, tragándose, uno tras otro, a todos los poderes públicos, mientras la FAN se consolida como árbitro y tutor de la sociedad. No se trata pues, de un mero gobierno militar, en el sentido en que pudo haberlo sido el de Pérez Jiménez, que, en última instancia, era vicario de intereses económico-sociales predominantes, incluyendo los del imperialismo gringo de entonces, sino de un régimen militar relativamente autónomo respecto de clases sociales.

      Pero, simultáneamente, posee una fuente de legitimidad de origen popular. No son ni la clase media ni la clase obrera los cimientos del poder chavista, pero sí es en esa inmensa masa de población urbana, que pudiera denominarse pobrecía, donde se encuentra la viga maestra de la fuerza social que respalda al régimen. No es una clase social propiamente dicha, sino el resultado de la desintegración social provocada por una economía petroestatal, incapaz de absorber las porciones crecientes de venezolanos que cada año ingresan al mercado laboral, estimados hoy en unos 400 mil. Se aglomeran allí millones de desclasados: trabajadores informales, desempleados crónicos, miles y miles de amas de casa superempobrecidas, ex campesinos engullidos por la ciudad y un extenso lumpen proletariat –todos víctimas de un sistema que va moliendo a la parte más vulnerable de la sociedad, dejando una suerte de residuo de desheredados, prestos a reciclar lo único que les queda, la pobreza y la esperanza, con cualquier caudillo carismático que se aparezca en el horizonte.

      Pero, mientras hoy la vieja burguesía venezolana, siempre débil, verdadero cero a la izquierda político, se debate entre sus convicciones y sus negocios, está naciendo una nueva burguesía, llamémosla burocrática (la “acumulación primitiva” en la cual se origina está en la corrupción administrativa), que si bien no ejerce un rol dominante en tanto que clase social, sí asume como suyos los valores del bonapartismo chavista y se siente a sus anchas con este. Pronto, desde luego, se entrelazará, económica y socialmente, con la vieja burguesía.

      Un “regreso al futuro” puede vivirse leyendo sobre el México de 1927 en adelante, cuando de la revolución lo que surgió fue el PRI, los Azcárragas, los Slims y tutti quanti. Por ahí vamos.

      Bonapartismo más poder de los nuevos ricos.» Fin de la cita.

      En lo que falló Petkoff en esta caracterización es que pronosticó que la lumpen-narco-chavo-burguesía se entrelazaría, «económica y socialmente con la vieja burguesía». El negocio con la renta petrolera y la depredación del capitalismo burocrático de estado fue tan bueno que la chavo-burguesía decidió no repartir el pastel con la «vieja burguesía».

      Para ver las diferencias entre bonapartismo, dictadura militar y fascismo

      Ver aquí: http://laclase.info/content/bonapartismo-dictadura-militar-y-fascismo/

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      La duda metódica

      01/08/2019 at 12:26

    • Otro agregado para Hugo

      Es evidente que Usted desconoce la historia de la corriente trotskista-morenista venezolana, cuando dice «Por otro lado, no es que escriba acá para defender a una corriente politica en particular, pero entiendo que el PSL nunca participó del gobierno chavista.»

      ¡TODA la corriente trostkista-morenista hizo entrismo en el chavismo!

      En el año 2007 se produjo la división de esta corriente:

      Por un lado, Marea Socialista, que siguió dentro del chavismo. Dirigen la web Aporrea.

      La otra corriente rompió con el chavismo. Su dirigente principal es Orlando Chirino. Esta corriente para legalizarse ante el Consejo Nacional Electoral venezolano, tomó el nombre de Partido Socialismo y Libertad.

      Todavía me recuerdo cuando Orlando Chirino en la campaña electoral de la elección presidencial que ganó Chávez en el año 2006 decía lo siguiente: «Le vamos a meter 10 millones de votos por el pecho a la burguesía», apoyando en forma muy clara y «crítica» la candidatura de Chávez. Esto lo decía cuando lo entrevistaban los medios de comunicación.

      Por otra parte, es interesante leer el libro del PSL -Izquierda Socialista en Argentina- titulado «Por qué fracasó el chavismo. Un balance desde la oposición de izquierda», cuyos autores son Simón Rodríguez Porras (PSL) y Miguel Sorans (IS, Argentina), Centro de Estudios Humanos y Sociales, Buenos Aires, 2018.

      En la página 78 del libro los autores dicen lo siguiente:

      «En los primeros años de grandes expectativas de la masas en Chávez y su gobierno, DESARROLLAMOS UNA TÁCTICA DE ACOMPAÑARLAS EN SU EXPERIENCIA, desde una postura de independencia política de clase y crítica, sin darle ningún apoyo al gobierno ni crear expectativas en que Chávez avanzaría hacia el socialismo». Fin de la cita. Énfasis nuestro.

      Hugo ¿Qué significa desarrollar una táctica de «acompañar» a las masas en su experiencia?

      Significa algo muy sencillo: desarrollar una política de ENTRISMO DENTRO DEL CHAVISMO por considerarlo progresivo. Algo típico del trotskismo-morenista: «hay que acompañar a las masas en su experiencia».

      Pero hay más. En la misma página, continúan los autores:

      «Pero el gobierno de Chávez no fue en sus primeros años igual a la mayor parte de los gobiernos burgueses del planeta.. Tuvo la peculiaridad, muy estudiada por los marxistas, de ser un gobierno burgués distinto, bonapartista sui generis».

      En la página 79 continúan con lo siguiente:

      «León Trotsky definió que un régimen bonapartista sui generis en un país atrasado podía tener posiciones PROGRESIVAS «en la medida que esté dirigido contra el imperialismo» …. «Esto no significa que apoyemos a la burguesía nacional. En todo caso donde se da una lucha frontal contra el imperialismo extranjero o sus agentes fascistas reaccionario, damos apoyo revolucionario, preservando la total independencia política de nuestra organización, nuestro programa, nuestro partido y una total libertad de crítica». Fin de la cita. Énfasis nuestro.

      Continúan los autores:

      «Algo similar señaló Nahuel Moreno con respecto a las experiencias de la Nicaragua sandinista de los 80 y la Libia de Kadafi». Comentario: ya sabemos que pasó con estas experiencias. Allí están la pareja siniestra Ortega-Murillo y Kadafi. Es increíble lo que escriben estos autores.

      Hugo, por cuestiones de espacio (Rolando me mata) sólo remarcaré otra cita del libro que me parece brutalmente aclaratoria del entrismo que hizo esta corriente apoyando a un régimen bonapartista burgués profundamente antiobrero.

      En la página 57, hablando los autores sobre el papel de esquirol que tuvo su corriente en el «sabotaje» petrolero, comentan lo siguiente:

      «Tan importante fue el rol de los obreros petroleros de Puerto La Cruz que el presidente Chávez en persona condecoró a JOSÉ BODAS, junto a otras treinta y nueve personas, con las órdenes Francisco de Miranda, Libertador y Mérito al Trabajo». Fin de la cita, Énfasis nuestro.

      ¡Fue condecorado por un presidente burgués por los servicios prestados, que le costó a la clase obrera venezolana la derrota más grande de su historia: 20.000 trabajadores despedidos!. ¡Vergonzoso!

      Para su conocimiento, José Bodas es uno de los principales dirigentes del PSL en estos momentos.

      Si esto no es haber apoyado al régimen burgués de Chávez, ¿Usted, Hugo, me podría decir qué es?

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      La duda metódica

      02/08/2019 at 12:10

    • Por favor, intentar comentarios más breves.

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      rolandoastarita

      02/08/2019 at 13:46

    • La duda, yo dije que tenia entendido que el PSL nunca habia participado del gobierno. No dije que nunca hayan apoyado nada de lo que pasó durante el chavismo. Y efectivamente, nunca participaron del gobierno segun los pasajes del libro que usted mismo resalta.

      Evidentemente me falta leer mucho y en particular de Venezuela, por lo que le agradezco toda la información. A propósito, la suya es la primera vez que leo de una defensa por izquierdas del lock out patronal petrolero. También tiene algo para criticarle a esta corriente por haberse opuesto al golpe fascista del 2002? Pregunto sin ánimo de chicanas. Habriá que haberse mantenido al margen?

      Pero además, pareciera que el advenimiento del chavismo fue obra de la providencia, y que lo anterior fue un simple gobierno burgués mas. Como si los estallidos sociales, los cientos de muertos violentos en las jornadas de protesta del caracazo y el empobrecimiento de las masas trabajadoras fueran elementos de los cuales un partido marxista puede simplemente abstraerse y creer que las masas nos van a estar esperando para cuando todo esté calmo y venga un gobierno burgués bajo el cual evaluemos que pueden pelearse por reformas.

      Digo que por ser gobiernos que no tienen programas anticapitalistas ni vienen a romper con la burguesía entonces, un mismo proceso puede encarnar fuerzas reaccionarias que dan lugar al bonapartismo y a las restricciones de las libertades democráticas y períodos adonde es posible obtener mejoras. No habria que flagelarse por haber defendido algunas mejoras si luego se termina imponiendo la reacción.

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      Hugo

      02/08/2019 at 15:57

    • Hugo. Usted caracteriza mal el golpe militar del 2002. Fue un golpe militar burgués. Para que sea un golpe fascista se necesitan otros elementos. Ya le pasé en un comentario anterior un link sobre la diferencia entre una dictadura militar y un dictadura fascista. Hay que ser muy preciso en las caracterizaciones, para no cometer barbaridades como el entrismo dentro del chavismo.

      Por cierto, ¿Qué opina Usted del golpe militar de Chávez del 4 de febrero de 1992? Todos los años el régimen chavista festeja el golpe militar de 1992 como si fuera una fecha patria. O sea, para el régimen chavista existen golpes militares buenos y golpes militares «malos», «fascistas». ¿Y para Usted?

      Y si, el despido de los 20.000 trabajadores del paro petrolero de 2002-2003 -provocado por Chávez, como el lo confesó en cadena nacional un año después- fue el punto de inflexión de la peor derrota del movimiento obrero venezolano en su historia. En el libro de Simón Rodríguez Porras y Sorans citado anteriormente NO DICEN UNA SOLA PALABRA sobre los 20.000 trabajadores petroleros despedidos. Para estos autores NO EXISTIÓ ESTE DESPIDO MASIVO. ¿Fueron traidores a la «patria»? ¿Lo tenían bien merecido? ¿Eran trabajadores fascistas? ¿Qué opina Usted?

      Chávez, como buen líder bonapartista burgués, golpeó con el puño izquierdo a la alta gerencia de Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA) y con el puño derecho a los trabajadores petroleros. De esta forma terminó de consolidar su poder personal absoluto. Se apoderó de la gallina de los huevos de oro de Venezuela. Para un líder bonapartista poder personal y dinero van juntos.

      Por enfrentamientos anteriores al paro petrolero los trabajadores petroleros sabían muy bien que Chávez era un enemigo mortal que iba a acabar con todas sus conquistas. Y la historia posterior lo confirmó.

      Sobre los enfrentamientos de los trabajadores petroleros con Chávez antes del paro de 2002 2003:

      Ver aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/garza3/salazar.pdf

      Hugo, al parecer lo suyo es «populismo de izquierda» a lo Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. Es evidente que para Usted el régimen chavista en algún momento fue un régimen burgués progresivo. ¿Estoy equivocado?

      Corto aquí, por que si no Rolando me vuelve a regañar.

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      La duda metódica

      02/08/2019 at 23:21

  13. Estimado Rolo,
    Entendi perfecto lo que decis.
    Me alivia leer tus criticas al PT. Yo tambien cuando lo lei x primera vez, alla x 1974, me chocaba eso de que el capitalismo ya no podia desarrollar las fuerzas productivas.
    De todas maneras Nahuel Moreno con sus mil defectos, era Vladimir Lenin, Trosku y Rosa Luxemburg al lado de los dirigentes de cartulina como Altamira y familia que hay ahora.

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    • si sobretodo cuando hacia seguidismo al peronismo…y la independencia de clase? bien gracias

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      german

      31/07/2019 at 09:11

    • No me resulta tan lineal la historia. Es como si yo le dijera que por apoyar el golpe del 2002 (en rigor no se pronuncia usted aún por ese golpe) o el lockout patronal del 2003 lo suyo es el liberalismo de vargas llosa. Si no quiere discutir más dígalo, pero ahorresé esos juicios tan pavos. No escribo en chino como para que me endilgue nacionalismo burgués a lo Laclau. Tampoco parece que la corriente de Sorans y Rodríguez Porras sea nacionalista burguesa, por favor.
      Es la primera vez que escucho una defensa de ese lockout patronal por izquierda. Si es verdad lo que me cuenta y no tengo porque no creerle, ojalá esos 20000 trabajadores no se hubieran plegado a ese conflicto patronal y hubieran estado con sus otros compañeros, que de haber triunfado ese lock out o el golpe del 2002 no la hubieran pasado mejor. Qué quiere que le diga. O acaso Carmona y compañía venían a regalarle derechos y libertades sindicales a los trabajadores… puede asegurar que si?
      Chirino y compañía no tuvieron que discutir.un problema político y simplemente entregaron sus fuerzas al chavismo buscando atajos en la lucha de clases?
      Si solo se queda en atacar a esos partidos de izquierda sin tratar de entender porqué actuaron así (no hablo de la izquierda chavista) entonces será difícil aprender algo para el futuro.

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      Hugo

      03/08/2019 at 03:16

    • Hugo a Usted si le gusta embarrar la cancha. En mi último comentario le dije y le pregunté: «Es evidente que para Usted el régimen chavista en algún momento fue un régimen burgués progresivo. ¿Estoy equivocado?»

      Esta pregunta NO LA RESPONDIÓ. Y es el punto central de esta discusión.

      Para recordarle: en uno de sus comentarios Usted afirmó lo siguiente: «Un proceso como el chavista, después de la década neoliberal en Venezuela y el empobrecimiento generalizado de la clase trabajadora no puede haber irrumpido como un proceso progresivo, democrático en el cual la nación ganaría en independencia económica y pondría coto al poder político ejercido por las fracciones rentistas de la burguesía? Es decir, un proceso en el medio del cual se pueden ganar conquistas democráticas como las de un programa de demandas mínimas. O sea, un proceso en el cual pueden establecerse acuerdos políticos con algunas fuerzas no socialistas.»

      Con esta afirmación esto usted ya lo dijo todo. Usted creyó que el régimen chavista «fue un régimen burgués progresivo». Y su posición aquí es idéntica a la izquierda nacionalista, la izquierda nac & pop, populista de izquierda, que considera que la contradicción principal es imperialismo-nación, cuando en realidad es capital-trabajo. Venezuela es un país políticamente independiente desde el siglo XIX. No es una colonia ni semicolonia. No existe en Venezuela la tarea BURGUESA de la liberación nacional. La izquierda que considera que primero está la lucha antiimperialista y después lo demás, va a la conciliación de clases, con una posición nacionalista burguesa. Es la posición clásica desde hace décadas de los PC stalinistas.

      Después de 20 años de régimen chavista podemos decir con propiedad que NUNCA fue progresivo. Desde el punto de vista de la clase obrera venezolana, Chávez era un enemigo de clase. Chávez, desde antes de tomar el poder tenía como meta «demoler» a la CTV (Central de los Trabajadores de Venezuela) que agrupaba al 80% de los sindicatos y a más de un millón de trabajadores. Por favor lea bien el link que puse en el comentario anterior. Personalmente, lo vi así desde 1999. Y no estuve equivocado.

      En cuanto al golpe militar burgués del 2002, fue algo similar al golpe de 1955 contra Perón. Absolutamente reaccionario. Y Chávez hizo lo mismo que Perón, no dio la batalla, no llamó a los trabajadores a defenderlo. Son famosas las palabras: «Se le solicitó la renuncia, la cual aceptó».

      Ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=ehuihfwgWqc

      Después de esto Chávez premió al general Lucas Rincón con una embajada. Aún no se sabe cuál fue el motivo de este premio. ¿Sería que Lucas Rincón tenía la renuncia en sus manos?

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      La duda metódica

      03/08/2019 at 11:38

  14. He oído de gente muy bien intencionada que la disyuntiva en Venezuela es: o la revolución bolivariana o el imperialismo norteamericano. Estás con uno o estás con el otro. Incluso son conscientes de la política genocida y mafiosa de la narcodictadura madurista. Incluso no niegan la vinculación de este gobierno con el narcotráfico. Pero aún con todo es, su conclusión es que si Estados Unidos se tumba la revolución bolivariana, entonces esclavizará a todos los países latinoamericanos.

    Esta lógica no tome en cuenta que Rusia y China también son imperialismos aliados, y que esta alianza está en disputa con el imperialismo norteamericano por zonas de influencia en el mundo. En el trasfondo de la tragedia de Venezuela está presente justamente esta disputa interimperialista.

    Entiendo el imperialismo como una políticas injerencista y de agresión de los estados capitalistas desarrollados por sobre los menos desarrollados. Esta política injerencista puede realizarse a través de medios económicos, militares, financieros, culturales, diplomáticos, etc. A través de estas políticas injerencistas los estados capitalistas más poderosos protegen y privilegian los intereses de las grandes multinacionales. Las relaciones entre Estados Unidos y la alianza China – Rusa es de disputa por mercados, fuentes de materias primas, posicionamiento geopolítico etc.

    Respecto de Venezuela, la disyuntiva revolucionaria es de un lado la clase trabajadora y el pueblo y del otro lado el narco gobierno madurista y las potencias imperialistas. Ciertamente, la narcodictadura se apoya en la alianza imperialista de chinos y rusos para enfrentar a Washington. En realidad a lo que le teme la dictadura maduristas es a la DEA. Saben que si pierden el poder van a tener que enfrentar cargos ante la justicia norteamericana por envío de drogas de Venezuela a Estados Unidos, y de esa no se van a salvar. Lo saben perfectamente Maduro, Cabello, Tarek William, Tareck El Aissami, Roverol, Padrino, etc. El problema es que están pedidos por la justicia norteamericana.

    El apoyo chino – ruso tampoco no es nada gratuito. Prácticamente se están metiendo al bolsillo todo Venezuela a precios de remate. Un gobierno post maduro va a tener que negociar con ellos una deuda gigantesca.

    Debe quedar Claro que Donald Trump no quiere realizar ningún gasto multimillonario en una invasión militar contra Venezuela. Eso no está dentro de sus planes ni dentro de sus prioridades. La diplomacia norteamericana sabe que la salida de Maduro lo tiene que negociar con Rusos y Chinos quienes, a su vez, se entienden con los iraníes, cubanos, Hezbola, FARC, ELN, etc. que también están en Venezuela. Es increíble pero cierto que la inteligencia cubana en Venezuela esté por encima de los altos mandos militares venezolanos. Los mantienen a raya y atemorizados. Si no fuera por esa inteligencia cubana un golpe militar habría acabado hace tiempo con la narco dictadura

    Terminada esta “revolución bolivariana” y sus más de 20 años de tragedia, los rusos, chinos, cubanos, Iraníes, hezbolá, FARC, ELN. etc. se buscarán otro país y fabricarán otro “chavez” para continuar sus aventuras que les viene resultando muy ventajosas económicamente. Ojalá que no estén pensando en Argentina.

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    Amauta

    03/08/2019 at 03:20

  15. Para Hugo

    La gran proeza de la “revolución bolivariana” es haberse metido al bolsillo más de 500 mil millones de dólares de los fondos públicos, repartidos entre capitalistas nacionales y extranjeros, burócratas, altos mandos militares y demás ayayeros del chavismo. Tremendo mega desfalco qué es la razón principal de que el país haya entrado en quiebra. Antes de Guaidó! no existió ningún boicot comercial contra el gobierno de Maduro. La carencia crítica y extrema de alimentos y medicinas no fue por un bloqueo comercial sino porque el régimen madurista se quedó sin dinero para poder realizar esas compras, como resultado del mega desfalco.

    Antes de Guaidó, los allegados al gobierno podían comprar dólares a razón de 10 bolívares por dólar cuando en la calle pasaba del millón de bolívares por dólar. Esa fue la principal vía del mega desfalco de la caja fiscal por parte de los chavistas, sus amigos y sus socios. Fue una de los más importantes medios a partir del cual surgió la boliburguesía, gente que se hacía millonaria de la noche a la mañana. La hiperinflación, producto de una descontrolada y desequilibrada emisión monetaria, es la exclusiva responsabilidad de la narco dictadura madurista.

    Existen sobradas evidencias de que Diosdado Cabello, el vicepresidente Tareck el Aissami y otros altos mandos militares, forman parte de un cartel de narcotraficantes que usan los recursos del Estado para enviar droga a Estados Unidos y Europa. Declaraciones de varias decenas de altas autoridades y altos mandos militares que han desertado de la dictadura así lo confirman. Estas deserciones se siguen produciendo y continuarán cada vez con mayor fuerza, poniendo en evidencia a los principales actores de la narcodictadura de Maduro y los asesinatos extrajudiciales de parte del gobierno y de paramilitares contra ciudadanos indefensos y opositores que protestan en las calles contra el hambre, la falta de alimentos y medicinas.

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    Amauta

    04/08/2019 at 06:02

  16. El chavismo es la versión venezolana del cuento de Alí babá y los 40 ladrones. La “revolución bolivariana” no fue más que un disfraz que llevó a una lumpenburguesía al poder. Las altas esferas del chavismo – madurismo es lo más pestilente de las fracciones burguesas en Venezuela. Los partidos de izquierda y la pequeña burguesía, deslumbrados por los petrodólares, se arremolinaron alrededor del chavismo como moscas a la miel.

    Sólo el proletariado petrolero pudo ver con claridad la esencia delincuencial y lumpen del chavismo que apuntaba directamente a destruir la organización clasista e independiente de los trabajadores. A partir de esto, tuvieron la valentía de levantarse en lucha y asumir una gran huelga contra un gobierno, que ante sus ojos había quedado develado como representante de la facción más podrida de la burguesía venezolana. Lamentablemente la pequeña burguesía izquierdosa vivía una luna de miel con el chavismo. Ante la incapacidad de los trabajadores y del pueblo de poder articular una vanguardia revolucionaria, la clase obrera venezolana sufrió una lamentable derrota por parte del chavismo.

    Si hubiera triunfado el golpe del 2002 y los posteriores intentos de derribar a Chávez y a Maduro en sus inicios, en estos momentos la clase obrera venezolana no estaría con un sueldo mínimo de $5; tampoco estaría buscando alimentos en la basura. Se hubiera evitado el saqueo del país por parte de rusos y chinos, la mortandad de decenas de miles de trabajadores por falta de alimentos y medicinas, la desnutrición crónica y su secuela de trastornos mentales de millones de niños hijos de los trabajadores. Se hubiera mantenido la organización independiente de los trabajadores y probablemente mucho mejor organizada en su lucha contra el capital. Se hubiera evitado un mega desfalco de los fondos públicos que han llevado al país a la quiebra. Probablemente tendríamos ahora una clase trabajadora mejor organizada que hubiera conquistado muchos más derechos.

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    Amauta

    04/08/2019 at 14:07

  17. Por supuesto que Venezuela hubiera seguido siendo un país capitalista con todas sus desigualdades e injusticias. Pero, de todas maneras, nos hubiéramos evitado la brutal masacre de la narco «revolución bolivariana» contra el proletariado venezolano.

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    Amauta

    04/08/2019 at 14:12

    • La duda y Amauta, No se puede discutir con ustedes dos. Ni siquiera comprenden el problema que planteé al principio. Uno insiste en endilgarme posiciones que nunca he reivindicado y el otro expone un poder contrafáctico impresionante para decir lo bien que le hubiera ido al proletariado si el golpe del 2002 triunfaba. A quien quieren convencer asi?

      Si pienso que el régimen chavista fue alguna vez progresivo o no no es algo que esté en discusión.
      Pero evidentemente ni siquiera entre ustedes están de acuerdo, cuando uno dice que el golpe fue reaccionario (reaccionario respecto al regimen cahvista supongo) y el otro da a entender que no.

      Para que se entienda lo que planteo, cualquier régimen burgués puede tener períodos adonde puedan ganarse conquistas. Un ejemplo histórico de acá de argentina. El peronismo, para muchos caracterizado como un régimen con rasgos bonapartistas tuvo períodos adonde la clase obrera indiscutiblemente obtuvo mejoras en sus condiciones de vida cotidiana. Esas mejoras fueron el resultado de conquistas. El aguinaldo es una de ellas. El partido de los marxistas deberia haberse opuesto al aguinaldo por ser una concesion del gobierno bonapartista? Los marxistas que defendieron el aguinaldo deberían arrepentirse de eso porque el peronismo mostraba signos en sus inicios de autoritarismo y control sobre los trabajadores o porque muchos años después degeneraría en la triple A? Tenian razon los comunistas y socialistas como Codovilla o Palacios, que llegaron al punto de defender a los milicos golpistas (incluídos los bombardeos sobre civiles en la plaza de mayo y los fusilamientos de trabajadores en el 56)?
      Y hubo marxistas que rechazando el golpe del 55 nunca fueron endilgados de peronistas, ni de frente populistas ni nada por el estilo. Entonces, qué es tan dificil de entender?

      Y como les gusta urguetear entre la fauna de izquierdas para endilgarme posiciones que en ningún momento reivindiqué me adelanto: No defiendo la estrategia del entrismo ni del frente popular y defiendo la independencia política de la clase obrera como punto de partida.

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      hugo

      05/08/2019 at 17:35

    • Hugo

      Dígame cuáles fueron las conquistas que la clase obrera venezolana consiguió en 20 años de régimen burgués chavista. Yo no las veo por ningún lado.

      Además, son muy diferentes las conquistas que se consiguen con luchas que las concesiones clientelares típicas de los bonapartismos burgueses en América Latina. En Venezuela existe un dicho popular que dice «agarrando aunque sea fallo». Sería una locura estar en contra de concesiones que favorecen a la clase obrera. Pero si no son producto de luchas no se pueden reivindicar como conquistas, dándole el crédito al régimen burgués de turno.

      Además existen concesiones que favorecen a la burguesía en su conjunto, a despecho de fracciones burguesas más retrógradas. Por ejemplo, para la burguesía industrial inglesa era más importante abaratar los costos de la fuerza de trabajo, por lo que apoyaron la abolición de la Ley de Cereales que protegía la producción de los terratenientes ingleses (Ver aquí: https://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_los_cereales).

      Mi opinión sobre el golpe de 1955 contra Perón y el de 2002 contra Chávez, es que la historia siguiera su curso, sin golpes militares burgueses reaccionarios en el medio. Y que la clase obrera argentina y la venezolana desarrollaran la capacidad de barrer de la historia, con sus propios medios, a estos líderes bonapartistas burgueses. No sucedió así y estamos viendo las consecuencias en ambos países.

      Y no se escape por la tangente. Por lo que ESCRIBIÓ anteriormente Usted SÏ consideró que el régimen chavista burgués fue progresivo. Hasta planteó hacer alianzas con fuerzas no socialistas para acabar con la década «neoliberal» y la dependencia económica. ¿Liberación nacional? ¿O un capitalismo más humano que el «neoliberal»?

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      La duda metódica

      05/08/2019 at 23:17

    • Si no se consiguieron o si la burocracia se terminó imponiendo barriendo lo que se consiguió evidentemente no fue progresivo y quien pensaba eso rápidamente debería haber cambiado. Lo que quiero poner en discusión es que de antemano no se puede saber para qué lado ira un proceso que se abre. Y mucho menos un proceso que se abre luego de fuertes convulsiones sociales.
      En la Argentina las fábricas de maquinaria agrícola exportaron muchos equipos a Venezuela durante el segundo gobierno de chavez. La industrialización del campo es una politica progresiva respecto a la no industrialización. Por lo visto eso no terminó siendo exitoso, probablemente por la corrupción del régimen o porque hace falta mucho mas esfuerzos sociales apuntalando el proceso y el chavismo no era capaz de proveerla. Un programa de construcción de viviendas accesibles para la clase trabajadora también es una politica progresiva respecto a no tener ninguna politica. Eso a pesar de que la corrupcion y el manejo burocrático lo hizo degenerar en clientelismo, prebendas.
      Parece que le molesta que diga que el gobierno anterior a chavez era neoliberal. Y por eso se siente habilitado a endilgarme posiciones del nacionalismo burgués. Esta totalmente confundido. Yo puedo decir que una etapa de un gobierno burgués es neoliberal, Astarita lo hace a veces, y eso no significa que uno prefiera un gobierno no neoliberal. Debe calmarse si quiere discutir con camaradas.
      Y de última, si el gobierno de Chávez fue progresivo en algún momento para su interlocutor es una cuestión secundaria porque no estoy discutiendo eso, sino el problema de no caer en posiciones ultraizquierdistas para un partido marxista.

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      Hugo

      06/08/2019 at 11:09

    • Permítame que me entrometa un momento en el debate. Usted afirma: «Lo que quiero poner en discusión es que de antemano no se puede saber para qué lado ira un proceso que se abre». Pienso que aquí está el eje del problema. Estoy con muchas cosas postergadas, pero cuando me haga un tiempo, quisiera escribir sobre esta cuestión. Tiene que ver con el método, o ángulo de abordaje. Adelanto la idea: no se puede analizar hacia donde va «el proceso» al margen de su dirección y programa. Mejor dicho, el punto de partida del análisis deberían ser la política y el programa que están al frente «del proceso». Tuve esta discusión en particular cuando cayeron la URSS y los regímenes soviéticos con los trotskistas que decían «no sabemos a dónde va el proceso, porque todo está en desarrollo; el proceso está abierto». Así se afirmó que en tanto los obreros polacos seguían luchando por sus reivindicaciones, «el proceso» seguía avanzando en un sentido progresista, etcétera. Mi postura (de hecho, la fui elaborando en el curso de esos meses de discusiones) fue que lo decisivo eran el programa y la dirección política de Solidaridad; no «el proceso» en abstracto. Y lo mismo con respecto a los otros países del ex bloque soviético.

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      rolandoastarita

      06/08/2019 at 15:31

    • Está bien. Creo que comprendo el punto, Rolando. Pero me queda una parte del problema. Cuando el proceso se desarrolla pueden existir una cantidad de aspectos que afectan de diferentes formas a la clase trabajadora y a su nivel de vida. Por eso me refiero a los ejemplos concretos del aguinaldo durante el gobierno de perón, o a ciertos impulsos para industrializar el agro durante el gobierno de chavez, o a sus programas de viviendas populares. Asumiendo que por las direcciones politicas o por los lineamientos generales que tenian esos procesos los marxistas no deberían haber dado apoyo político ni mucho menos participar de esos gobiernos, me pregunto si no es caer en posiciones ultraizquierdistas combatirlos en todas las líneas, aún cuando las medidas pueden significar mejoras concretas en la vida de la clase trabajadora.
      Me responden con la descomposición que resultó del chavismo y que hoy los trabajadores viven peor que antes de 1998. Chocolate por la noticia! Lo que digo es que no tiene sentido flagelarse si en algún momento se defendieron algunas medidas concretas durante el chavismo (o el peronismo) y luego todo se terminó descomponiendo. Esto no es lo mismo que haber puesto los huevos en la canasta del nacionalismo burgués.

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      hugo

      06/08/2019 at 20:15

    • He tratado esta cuestión en alguna nota anterior (ahora no recuerdo cuál). El tema sería así: los marxistas podemos defender una medida que consideremos progresista -por ejemplo, si es atacada por la reacción, o algo similar- sin por eso apoyar al gobierno que puede haber promulgado esa medida. Por ejemplo, defendemos las 8 horas de trabajo y no por eso apoyamos al gobierno de Alvear. Defendemos el derecho al divorcio y no por ello apoyamos al gobierno de Alfonsín. Defendemos el aguinaldo, o las vacaciones pagas, y no por ello apoyamos al gobierno de Perón.

      Lo más importante, en todos los casos, es defender la independencia de clase frente a regímenes o gobiernos capitalistas, o regímenes estatistas burocráticos, y similares. Para esto, no hay necesidad de ser sectario frente a las mejoras que puede obtener la clase obrera. Lo importante es no resignar posturas de independencia de clase. Lenin alguna vez trató este asunto frente a organizaciones obreras reaccionarias (de hecho, estaban promovidas por el zarismo) que sin embargo conseguían mejoras reales, en términos económicos, para la clase obrera. A cambio de esas mejoras, controlaban y sujetaban al movimiento obrero. Lenin trata este asunto en un artículo muy clarificador, que lleva por título «No a cualquier precio» (cito de memoria, lo tengo en archivo porque alguna vez pensaba comentarlo en el blog).

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      rolandoastarita

      06/08/2019 at 20:59

    • Hugo

      Para mi no era «un proceso que se abre» y que era difícil «adivinar» el futuro. El programa antiobrero, burgués de Chávez era muy claro y lo aplicó a rajatabla. Aquí va lo que pensaba Chávez en 1998, antes de tomar el poder, con la principal central de trabajadores de Venezuela, la CTV. Citamos:

      “Si no logramos la gobernabilidad, si no logramos transformar la estructura y el cuadro de fuerzas en el Congreso y en el Poder Judicial y los factores reales, la CTV por ejemplo, que hay que DEMOLERLA, no habremos hecho nada. Pero ahora, ¿cómo DEMOLERLA, cómo DESMONTARLA? Con Constituyente popular, con fuerzas que lleguen de verdad allí para desmontar todo eso”. N.E. Énfasis nuestro

      Dos años después: “La batalla está servida, a la CTV vamos a DEMOLERLA. No vayan a pensar los señorones de la CTV, es que nosotros estamos haciendo aquí sólo calistenia, oratoria o que hemos venido a pasar un fin de semana en Caracas. No. Dicen que guerra avisada no mata soldado, pero nosotros nos damos el lujo de anunciar nuestras guerras. Una de las próximas guerras que viene es contra la CTV y la vamos a DEMOLER”. N.E. Fin de la cita. Énfasis nuestro.

      Ver aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/garza3/salazar.pdf

      ¿Y en qué terminó esto? En la estatización burguesa de las elecciones sindicales..

      Ver aquí: http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC2011738_339-345.pdf

      Leemos aquí: «El control estatal de las elecciones sindicales, dispuesto por la Constitución de 1999, fue una maniobra artera, demoledora para el movimiento sindical y que hoy desacredita internacionalmente al Gobierno.» …. «Ahora se entiende que esa medida no fue sino parte de un movimiento antisindical, originado en una declaración de guerra para destruir a la CTV y reemplazar una dirigencia por otra apadrinada por el Gobierno.»

      ¿Era muy difícil «adivinar» adónde se dirigía ese «proceso que se abre»?

      La izquierda populista tiene una «disonancia cognitiva»: sólo ve lo que quiere ver. O, mejor dicho, «no hay peor ciego que el que no quiere ver».

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      La duda metódica

      06/08/2019 at 21:17

  18. Hugo, ¿para qué sirve entonces el materialismo dialéctico – histórico y la economía política marxista? Tanto esfuerzo en asimilar la teoría marxista, para que venga un payaso, se llene la boca de revolución y al final terminemos creyéndole, es una vergonzosa ironía. Desde un inicio Chávez apuntó a destruir la independencia política de la clase trabajadora y su organización clasista, para convertirlas en organizaciones controladas por el estado burgués. El objetivo de corporativización del movimiento sindical estuvo muy claro desde un primer momento.

    La independencia política de la clase trabajadora es algo no negociable por los clasistas y revolucionarios, ni por todo el oro del mundo. A partir de ese solo hecho, estaba bien claro que este señor Chávez y toda su verborrea, gestos y contorsiones, era el representante de un proyecto político anti proletario; por lo tanto era un proyecto político burgués. Años más tarde quedaría claro que realmente constituía un proyecto lumpen burgués.

    Un proyecto político que principalmente apuntaba a la liquidación de la organización y la capacidad de lucha del movimiento obrero y popular. La gran capacidad de convocatoria que en sus inicios logró el chavismo, no podía alegrarnos a los revolucionarios; por el contrario, ese hecho debió llevarnos a presagiar que el chavismo se convertía en un enorme peligro para la clase obrera venezolana. Una nueva burguesía surgía con el chavismo en clara disputa con las facciones tradicionales de la burguesía venezolana. Para los revolucionarios está bien claro que es válido, y bajo ciertas circunstancias posible y beneficioso, utilizar las contradicciones entre fracciones burguesas en favor de la lucha del pueblo y los trabajadores.

    En el 2002 ¿cuál era la facción burguesa más peligrosa para la clase obrera venezolana? ¿Las facciones tradicionales o la emergente facción chavista, más tarde llamada boliburguesía? La brutal agresión a los obreros petroleros y sus organizaciones sindicales por parte del gobierno chavista, demostraron claramente que era el chavismo el enemigo más peligroso. Ello muy a pesar de sus poces revolucionarias, antiimperialistas, de su verborrea incendiaria y de los importantes presupuestos del gobierno en favor de gastos sociales.

    Aún con todo eso, lo correcto para un revolucionario debía ser alertar al pueblo del peligro que representaba el chavismo. Eso no ocurrió en Venezuela, el 99% de la izquierda se lanzó a los brazos del chavismo. Sería de locos decirle al pueblo que se negara a recibir las dádivas del gobierno chavista. Pero si era obligatorio para los revolucionarios denunciar la peligrosidad del gobierno y todos sus actos de corrupción y de agresión contra los trabajadores. Callar ello fue un acto de cobarde traición.

    Las políticas o medidas de un gobierno pueden ser extraordinariamente progresivas, sus medidas de ayuda social pueden ser sorprendentemente generosas. Pero el solo hecho que ese gobierno lleve adelante una política de destrucción de la independencia política de la clase trabajadora lo descalifica como un elemento político confiable para los intereses de la clase trabajadora. Y aún así no se hubiera dado tal política de agresión es obligatorio para todo revolucionario aclarar las cosas ante el pueblo y señalar el verdadero carácter de clase de ese gobierno.

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    Amauta

    07/08/2019 at 05:10

  19. Buenas tardes, no estoy seguro de la pertinencia de mi pregunta en esta publicación, y tengo temor de estar haciendo una pregunta ABC para el marxismo ( y en ese caso pido recomendación de bibliografía sobre el tema)pero leyendo su nota me surge una duda. Si es posible considerar luchas por libertades democráticas como luchas dónde el proletariado debería apoyar ( por ejemplo, en contra de un gobierno dictatorial) , hasta que punto se tienen que dar dichas luchas? En otras palabras, cuál es el límite de «pertinencia estratégica/política» entre que el proletariado de cierto país colonial luche por lograr la independencia política, y entre que el proletariado de un país «independiente políticamente» apoye al desarrollo de la burguesía nacional en tanto significaría «independiencia economíca»? La pregunta la pienso más desde un lado de discusión para con el peronismo y su programa político económico, que llama a votarlos en tanto garantiza mejoras para los sectores populares.

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    IL

    08/08/2019 at 15:51

    • No comprendo bien la pregunta. De todas maneras, tampoco entiendo por qué sostiene que el peronismo garantiza mejoras para los sectores populares. Si alude a «mejoras en relación a lo anterior» entonces pregunto: ¿Garantizó el gobierno de Perón 1952-55 mejoras con relación al de 1946-52? ¿Garantizó el gobierno de Isabel Perón mejoras con relación al gobierno anterior? ¿lo hizo el gobierno de Menem con relación al de Alfonsín? ¿Garantizó el gobierno CFK 2011-15 mejoras con respecto al de 2007-15? ¿De dónde sale esa afirmación? Si vamos a los gobiernos provinciales, el asunto es igual o peor (véase Santa Cruz). ¿No habría que vincular las mejoras y empeoramientos de la situación de la clase obrera a las fases de los ciclos capitalistas? ¿Y las fases de los ciclos capitalistas a cuestiones más objetivas que el personal a cargo de un gobierno?

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      rolandoastarita

      10/08/2019 at 08:31


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