Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

La izquierda y Libia

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El levantamiento del Libia contra la dictadura de Khadafy ha puesto en evidencia las profundas divisiones que atraviesan a la izquierda. No me refiero a la clásica división entre las tendencias que se identifican con las políticas “reformistas keynesianas” (de administración consensuada de los negocios del capital) y las tendencias radicales (inspiradas, por lo general, en alguna versión del marxismo), sino a una divisoria cuyo eje pasa por la “solidaridad anti-imperialista con Khadafy, frente al ataque de la OTAN”, o por “la solidaridad con la lucha democrática de los sublevados contra Khadafy”. ¿Es el eje del conflicto el problema “nacional”? ¿O es el eje del conflicto la cuestión “democracia” (capitalista, pero democracia)? La izquierda -tanto la más radicalizada, como la moderada- se divide según responda a estos interrogantes. Los que piensan que el problema es “nacional” desean el triunfo de Khadafy, y que se aplaste a los sublevados. Quienes sostienen que se trata de la lucha contra una dictadura, desean la derrota de las tropas de Khadafy. En consecuencia, militantes que se reivindican de izquierda y marxista, si vivieran en Libia, estarían enfrentándose a tiros. Pero aunque no se llegue a este extremo, la división es igualmente grave. Tomemos el caso de la actitud ante la masacre de la población por parte de Khadafy. La izquierda que sostiene que el conflicto es “nacional” (o en buena parte “nacional”), dice que se trata de exageraciones de los grandes medios controlados por el imperialismo; y repudia las condenas -por ejemplo de las Naciones Unidas- al régimen de Khadafy, con el argumento de que son parte de la agresión imperialista. La izquierda que analiza el conflicto en términos de una lucha anti-dictatorial, sostiene exactamente lo opuesto, e intenta que se difundan las denuncias contra el régimen. Por supuesto, hay algunos que pretenden mantenerse “en el medio”. “En parte es un conflicto por la democracia, y algo de razón tienen los sublevados, pero en parte es un conflicto nacional, y algo de razón tiene Khadafy”. Desde este enfoque, se admite que Khadafy es “sanguinario”, pero también se está en contra de que la ONU lo condene por violaciones a los derechos humanos. Los sublevados luchan contra una dictadura, pero son manipulados por el imperialismo. Estos intelectuales que están «en el justo medio» no afirman explícitamente que están a favor de que triunfe Khadafy, pero  dan a entender que el triunfo de los rebeldes equivaldría al triunfo de la OTAN y el imperialismo (secesión de Libia, gobierno títere, etc.). Por las razones que presento más abajo, considero que esta posición es funcional a la postura “nacional”.

Dado que ya he tratado la cuestión en la nota anterior, aquí solo amplío argumentos a favor de la posición que sostiene que en Libia se está desarrollando una lucha por la democracia (capitalista), lucha con la que me identifico, y presento algunas de las contradicciones en que incurre la postura “nacional”. Empiezo con un tema que está conectado a las diferencias en la izquierda, el referido a los medios de comunicación y la información con que se nutren los análisis.

Medios de comunicación “nacionales” y los otros…

Los partidarios de la línea “nacional” nos dicen que no debemos confiar en las informaciones que provienen de las cadenas  de medios internacionales (manejadas por el gran capital), y que la verdadera información está en los medios orientados por gobiernos progresistas y nacionales, los únicos que no pueden ser comprados por “los monopolios del imperio”. Por lo tanto, y siguiendo este criterio, analistas que están ubicados en el campo de lo popular y nacional desecharon casi por completo la información que daban las grandes cadenas sobre Libia, y explicaron que todo era un invento generado por una campaña mediática, para hacer aparecer a Khadafy como un sanguinario, y preparar la invasión imperialista. Y para contrarrestar esta campaña mediática, agregan, qué mejor que basarse en Telesur, la cadena latinoamericana de TV con sede en Caracas. Recordemos que Telesur está auspiciada por los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Argentina, Uruguay, Cuba, Ecuador, Nicaragua, y desde su nacimiento se presentó como una alternativa frente a los medios de comunicación imperialistas. ¿Cómo pasó Telesur la prueba de Libia?

Pues bien, Telesur efectivamente dio informaciones casi opuestas a las que provenían del resto de los medios. Tal vez el punto más alto de estas diferencias ocurrió el 23 de febrero pasado. En tanto que por muchos canales se informaba de ataques de las tropas gubernamentales a los manifestantes, Telesur describía la situación como de “total normalidad en Trípoli, así como en el resto del país”. “Hay calma y grandes manifestaciones de apoyo al mandatario”, agregaba. He leído notas de autores “nacionales” que sustentaron sus análisis en esta información, con el argumento de que era la única que reflejaba lo que estaba realmente estaba ocurriendo.

Frente a tales diferencias en la información acerca de los hechos (esto es, de la realidad que existe por fuera de nuestras mentes), es necesario reflexionar y comparar datos y fuentes. Y a poco de pensar en el asunto, aparece una pregunta que es casi ineludible. Si la tesis “construcción mediática de las cadenas imperialistas y la OTAN” es correcta, hay que preguntarse cómo es posible que en la práctica toda la prensa mundial se haya disciplinado, en horas o días, a la consigna -de Washington o Bruselas- de “construyamos una realidad virtual en Libia”. No se trata solo de lograr que todos los medios de las grandes potencias, con sus decenas de corresponsales en Libia, se pongan de acuerdo para sostener un gigantesco invento mediático -”el pueblo se levantó contra una dictadura, y Khadafy está reprimiendo de manera sangrienta”-, sino también a todos los otros medios que están presentes en la zona. Entre ellos, los provenientes de países dependientes, pero fuertes, como Rusia, Brasil o India, más decenas de corresponsales de otros medios. ¿Todos los corresponsales fueron subordinados y disciplinados al objetivo de la campaña mediática? Suena increíble. Pero además, está la cuestión de Al Jazeera, la cadena del mundo árabe. Recordemos que Telesur ha firmado acuerdos de intercambio de información con Al Jazeera, razón por la cual en su momento fue atacada por la derecha norteamericana. Pues bien, Al Jazeera estuvo en la primera línea de denuncias de las atrocidades que está cometiendo Khadafy contra su pueblo. ¿También sus noticias están dictadas por el imperio? .

Por otra parte, ¿no hay manera de chequear la información con otras fuentes? Lo que está sucediendo en Libia no es una negociación secreta entre bastidores de algún ministerio, o de algunas grandes compañías. Es un conflicto en el que participan cientos de miles de personas, y que concita la atención del mundo. Por eso, también organizaciones de izquierda, de diversas partes del mundo, tienen sus fuentes propias. Con matices, con énfasis diversos (y por supuesto, muchas veces con interpretaciones opuestas), esas fuentes confirman que hubo una represión salvaje.

En todo esto dejo anotado dos cuestiones. Primero, hay que preguntarse seriamente cuál es la honestidad intelectual de algunos intelectuales de izquierda, que presumen de “críticos”. ¿De qué espíritu crítico me hablan? En segundo lugar, mirar para otro lado en esta cuestión equivale a encogerse de hombros ante lo que está haciendo la dictadura. Aunque esta actitud se disfrace con la excusa de “nos oponemos a los medios de comunicación imperialistas”.

Periodista de Telesur

Posiblemente lo anterior dejará impávido al partidario de la tesis “invención mediática de la OTAN”. Así, por estos días el presidente Hugo Chávez sigue diciendo que todo es una farsa inventada por el imperialismo, que está preparando la invasión. Y los intelectuales “marxistas nacionales” (por lo menos los argentinos que conozco de esta veta), siguen guardando un prudente silencio sobre el asunto. No se atreven siquiera a rozar la posibilidad de responder públicamente la sencilla pregunta de ¿quién miente acerca de la represión al pueblo libio? Sin embargo, los hechos son testarudos (como decía Lenin), y recientemente, desde las propias filas de Telesur surgió un testimonio que echa por tierra los esfuerzos del medio “nacional” por tapar la realidad. El 1º de marzo, la periodista Mary Pili Hernández realizó una entrevista al corresponsal de Telesur, Reed Lindsay, sobre la situación en el Oriente de Libia, para la emisora Unión Radio. En esta entrevista Lindsay dijo que se encontraba a una hora de Benghazi, la ciudad tomada por la oposición a Khafady, y que allí podía apreciar la diferencia con otros lugares controlados por el Gobierno, donde los periodistas no tienen libertad para desplazarse y trabajar de forma independiente, así como recoger las denuncias por la mortandad a raíz de la represión oficialista.

«El problema para los periodistas está en Trípoli. En esa zona del país solo pueden entrar supervisados y con control del Gobierno. Libia es un país donde los periodistas antes ni venían sino cuando al Gobierno le convenía y era para publicar a favor de ellos». Agregó: «Por eso en esta zona liberada (Benghazi) nunca me había sentido tan bien recibido… los pobladores no estaban acostumbrado a ver periodistas libres. Es muy distinto en la zona donde gobierna Khadafy».

Sobre las denuncias de violaciones a los derechos humanos contra el régimen, explicó que había visto algo asombroso, porque “la gente habla de crímenes de lesa humanidad. Hay realmente mucha evidencia abrumadora de que Khadafy ordenó a sus fuerzas de seguridad atacar y disparar a los manifestantes sin armas y disparar a matar«.

«Una de las personas que estaban afectadas por los ataques de Khadafy, así como antiguos presos políticos, me preguntaron por qué el presidente Hugo Chávez apoyaba al régimen, así como otros presidentes de América Latina que están a favor de los procesos sociales, la justicia social y los cambios revolucionarios lo hacían, sabiendo que están respaldando a un dictador que dispara a su propia pueblo», relató. «Es una pregunta que nos hacen en las calles».

«Esto no es una guerra o un enfrentamiento entre el gobierno y una fuerza rebelde. Este conflicto comenzó con manifestaciones pacíficas y fue de un lado un pueblo tranquilo protestando, y del otro lado fuerzas armadas, con armamento pesado disparando a matar… eso es lo que todo el mundo nos cuenta aquí, por ello hablan de crímenes de lesa humanidad», agregó.

Preguntado por la opinión de la gente sobre una posible invasión extranjera, liderada sobre todo por Estados Unidos, Lindsay dijo que «aquí la gente no está a favor de la política de Estados Unidos, la rechazan, no están a favor de la intervención militar de esta nación y advierten que van a morir luchando sea contra Gadafi o contra las fuerzas de Estados Unidos».

Pregunto: ¿también este periodista está manipulado por el imperialismo? La realidad es que Telesur mintió durante días y días. La realidad también es que esta mentira fue avalada por decenas de intelectuales “críticos”, y organizaciones políticas afines. La realidad es que no se puede tapar el sol con las manos, ni la revolución en Libia con Telesur. El levantamiento respira por decenas de miles de poros, de gente que está arriesgando sus vidas porque demanda libertades (burguesas, por cierto, pero libertades) frente a un régimen dictatorial. Esa presión objetiva se hizo sentir incluso en el corresponsal enviado por Telesur (los corresponsales no viven en cajas de cristal, ni todos son burócratas funcionales a sus mandantes). No pueden ahogar un clamor que surge desde abajo, por más aparato burocrático con que lo quieran tapar.

La indefendible tesis “nacional”

Lo de Telesur no es un “error” circunstancial. Responde a una lógica. Es que los chavistas, marxistas-nacionales  y similares, están obligados a seguir afirmando que no existe un levantamiento popular contra Khadafy, que éste no ha reprimido al pueblo, y que todo es un ardid del imperialismo. Necesitan armar esta historia porque no tienen manera de encajar lo que está sucediendo en Libia con la idea de que el conflicto es “por la liberación nacional”. Y los que adoptan una postura “neutral” (esto es mitad problema nacional, mitad problema democrático) también se ven impulsados a evitar el análisis de por qué se ha mentido a este nivel. Hay que tapar, o disimular,  el hecho de que el origen del conflicto es una sublevación contra una dictadura, para exaltar “lo nacional”. Sin embargo, la explicación “nacional” no tiene consistencia lógica, ni se compadece con un mínimo análisis de los hechos.

Es que para hablar de un problema nacional, habría que demostrar que de alguna manera Libia está bajo el peligro de pasar de su actual estatus de país dependiente en lo económico, y políticamente independiente, al de colonia (o semi-colonia en el caso de que se impusiera un gobierno títere, digitado por las potencias). Pero por ningún lado existe evidencia de algo semejante. Ya expliqué en la nota anterior que no hay ningún elemento objetivo para sostener que el gobierno de Benghazi sea un “títere” puesto por el imperialismo (Washington, la OTAN, etc.). Incluso desde el punto de vista formal el Consejo Nacional de la llamada coalición revolucionaria, que se auto-proclama “representante único del pueblo libio”, está integrado por 30 personas entre las cuales se encuentra gente que perteneció, hasta ayer, a las más altas jerarquías del régimen de Khadafy. Desde el punto de vista de las relaciones con el capital extranjero, no hay razón para esperar cambios cualitativos. Como todos los gobiernos de los países dependientes, intentará establecer los términos de la inserción de la economía de Libia en el mercado mundial, según su fuerza relativa. No hay razón para pensar que los capitales de las grandes potencias estén en tren de invadir Libia para establecer una colonia. Incluso desde el punto de vista de la relación que mantenían con Khadafy, el asunto no tiene lógica. Desde hace por lo menos seis años que el gobierno de Libia tenía relaciones “aceptables” con el mundo capitalista. Khadafy invirtió miles de millones en Italia y Gran Bretaña, y cerró jugosos acuerdos comerciales con otros países industrializados. Solo en Italia Khadafy es accionista de Fiat, ENI, el club Juventus y el banco Unicredit. También se llevaba muy bien con Alemania, al que le vende petróleo, y con el cual hace negocios en transporte, construcción y turismo. El fondo de inversión de Libia utiliza como intermediarios a bancos europeos y estadounidenses. Incluso Khadafy fue invitado al G-20; y todavía el 4 de enero de este año, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU publicó un informe sobre Libia, en el que se afirmaba que, según “varias delegaciones”, había un “compromiso del país con la defensa de los derechos humanos”. Reconozcamos al menos que es una forma un poco extraña de preparar a la opinión pública mundial para una operación de intervención en Libia.

Con todo esto no estoy diciendo que Khadafy sea un “títere” del capital financiero internacional, sino subrayo que no hay ninguna base material para pensar que EEUU y Europa hayan decidido desatar en Libia, de buenas a primeras (y en medio de las convulsiones que sacuden a todo el mundo árabe), una ofensiva para transformar a este país en una colonia. Gobiernos de países que son insopechados de tener simpatías con Washington, como el de Irán, pusieron el acento en la represión, y no hablaron de que estuviera en juego la independencia de Libia. Y el mismo Khadafy echa la culpa de sus problemas a la intervención de Al Qaeda en el país, no de la OTAN. Solo la interpretación “chavista” (con el consentimiento de muchos intelectuales marxistas), sostiene que el eje del conflicto es nacional; o por lo menos, que este aspecto del asunto está al mismo nivel que el “democrático”.

Génesis del conflicto

Reed Lindsay, el corresponsal de Telesur que se decidió a decir lo que estaba registrando, respondió con claridad una de las cuestiones claves que debe plantearse cualquier persona que desee entender lo que sucede en Libia. ¿Cuál fue el origen del conflicto? ¿Una intervención imperialista? (abierta o encubierta, a través de algún golpe de Estado). ¿O las manifestaciones del pueblo pidiendo libertad? Para sustentar la tesis chavista, o nacional, hay que demostrar que el origen del problema viene de afuera, de la mano de la OTAN, la CIA, etc. Pero no encuentro que puedan hacerlo. No se puede demostrar que las manifestaciones hayan sido organizadas por el imperialismo. Todos los datos disponibles confirman lo que sostuvo Lindsay. Hubo, por supuesto, estímulos “de afuera”, ya que ningún país vive en una burbuja. El levantamiento popular en Libia no se puede desconectar de lo que sucedió en Túnez y Egipto. Tampoco de los efectos de la crisis económica mundial. Pero estos factores incidieron en una situación social interna, que no se explica por “maniobras del imperialismo y sus agentes”. El conflicto estalla porque los manifestantes piden libertades.

¿Hubo cambio cualitativo?

Establecida la génesis del conflicto, hay que preguntarse a continuación si se produjo algún cambio cualitativo, en la situación de Libia, y su relación con el extranjero, que nos lleve a considerar que el eje del conflicto pasó de la “lucha por libertades democráticas”, a “la lucha por la independencia nacional”. ¿Qué hecho en concreto puede exhibir el pensamiento nacional-chavista para sostener que se produjo ese cambio cualitativo? La única respuesta que encuentro, hasta ahora, es la advertencia de que “sobrevuela el peligro de la intervención imperialista”. ¿Por qué? Pues porque los dirigentes de los sublevados son agentes del imperio; porque las masas están “manipuladas”; y fundamentalmente porque el Consejo Nacional de transición llama a la intervención de las potencias.

De estos tres argumentos, el que parece tener más peso, es el último. Pues bien, empecemos por precisar que hasta el momento el Consejo Nacional de transición ha manifestado que está en contra de la entrada de tropas extranjeras (en última instancia, sería la única forma de realizar una ocupación colonial), pero sí pidió la intervención de las Naciones Unidas para que frene los ataques aéreos de Khadafy. Hasta el momento ni las Naciones Unidas, ni la OTAN, hicieron algo al respecto. Por otro lado, el Consejo Nacional rechazó una misión británica, con argumentos de país soberano. De todas maneras, lo fundamental a preguntarse es si una ayuda militar de las potencias a los sublevados implicaría un cambio cualitativo del carácter del conflicto. ¿Dejaría de ser una lucha por democracia burguesa, contra una dictadura?

Mi respuesta es que no, que esa sola circunstancia no cambiaría la naturaleza del conflicto. A lo largo de la historia se han dado múltiples casos de movimientos, partidos o gobiernos que han recibido ayuda (material o política) de las potencias, sin que ello las transformara en marionetas del extranjero. En cualquier conflicto, pero más en una guerra, los bandos enfrentados buscan ayuda de donde pueden. Cuando estaba luchando contra la dictadura de Batista en Sierra Maestra, Fidel Castro tenía el visto bueno de Estados Unidos. En las últimas semanas de combates contra la dictadura de Somoza, el Frente Sandinista recibió armas que Estados Unidos dejó pasar sin inconvenientes, porque le había bajado el pulgar a la dictadura. Pero podemos dar otros ejemplos más cercanos. Bajo la dictadura de Videla, mucha gente de izquierda recurría a la OEA y otros organismos internacionales para presionar por la libertad o la aparición de compañeros. Cuando Pinochet fue detenido por el gobierno británico, la izquierda no pidió la libertad del ex dictador, aunque bien podía ser considerado un caso de “injerencia de una potencia en un país dependiente”. Más atrás en el tiempo, la URSS recibió armas de Occidente, para pelear contra Hitler; no por ello puede decirse que Stalin se hubiera transformado en un agente de EEUU o Gran Bretaña. Antes todavía, el gobierno bolchevique, bajo conducción de Lenin, aceptó ayuda militar de Francia e Inglaterra para defenderse de los alemanes. Si esto fue así, ¿por qué se le niega a un gobierno burgués, como el de Benghazi, recibir armas u otra ayuda militar de las potencias extranjeras? Además, ¿acaso va a transformarse en “agente” del imperialismo por el solo hecho de recibir ayuda militar?

La cuestión es concreta. En Libia hay dos bandos en guerra. Uno de ellos encarna un régimen dictatorial (bonapartista represivo, podríamos decir) y el otro un régimen burgués democrático (por más limitadas que sean esas libertades). Uno de los bandos tiene más y mejores armas, y poder aéreo, y el otro apela a lo que tiene a mano para resistir. Negar al gobierno de Benghazi el derecho a pedir colaboración, equivale a dar carta blanca a la represión de Khadafy. En estas cuestiones es imposible jugar a las escondidas. Lo pongo de esta manera: supongamos que gobiernos europeos deciden enviar un cargamento con armas y municiones, o con alimentos, a los sublevados. ¿Qué tienen que hacer los socialistas? Según el pensamiento nacional-chavista -y los intelectuales marxistas nacionales que lo acompañan- deberían impedirlo por todos los medios. ¿A quién favorecería esa demanda? Claramente, a Khadafy. Puede verse que el argumento “nacional” lleva agua a un solo molino. Aunque se lo encubra con “saludos a la bandera” a la lucha “anti-dictatorial”.

Manipulados” que son mártires

Uno de los aspectos más paradójicos del nacionalismo-popular y del marxismo-nacionalista (o chavista), es que en el conflicto de Libia no pueden registrar el que miles de personas están arriesgando, o entregando, sus vidas, por convicción. Para estos pensadores, la única manera de explicar que esta gente se esté lanzando contra la dictadura en condiciones de inferioridad (entrenamiento militar, poder de fuego), es postulando que, en última instancia, están siendo “manipulados” por los agentes del imperialismo. Se trata de la eterna explicación de todo régimen que se ve acorralado por levantamientos populares. Si en Benghazi y otras ciudades en manos de los rebeldes, han subido al poder agentes de las petroleras y la OTAN, los que defienden estas posiciones, y dan la vida por ello, solo pueden ser “manipulados”, piensa el ala nacional marxista, y afines. Hay aquí un enorme desprecio por las masas de Libia, por su sacrificio y heroísmo. Es el resultado necesario de haber errado a la hora de identificar el eje del conflicto. Por otra parte, tampoco pueden explicar por qué Khadafy ha debido recurrir a mercenarios africanos.

Naturalmente, la razón de por qué tantas miles de personas entregan sus vidas en esta guerra es que están peleando por sus libertades. Ya he explicado que se trata de libertades burguesas (no habrá libertad real para los explotados y oprimidos), pero que no deberían minusvalorarse. No es lo mismo que haya libertad de expresión, o que no la haya; no es lo mismo ser detenido por una dictadura, que tener derecho a un juicio; no es lo mismo gozar de libertad de asociación política, que no tenerla. Los que están defendiendo las ciudades rebeldes valoran esas libertades, y por eso pelean. Es lo que le está diciendo la gente al corresponsal de Telesur y a tantos otros corresponsales y testigos. Hay que tener anteojeras chavistas demasiado grandes para no poder ver esta realidad.

Derechos humanos y la ONU

Una de las cuestiones que más me ha impactado por estos días fue la condena de intelectuales marxistas y chavistas de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Libia. El pensamiento nacional, en casi todas sus variantes, ha considerado que esta resolución constituye un ataque del imperialismo a Libia. Sinceramente, no puedo entender en qué medida esa resolución puede significar alguna forma de sometimiento neo-colonial de este país. Y no me parece casual que se condene la resolución, hablando del “derechos a la auto-determinación” del pueblo de Libia- sin explicar en qué consiste, ni quiénes la votaron.

La resolución 1970 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas deplora la “gran y sistemática violación de los derechos humanos” en Libia. Exige que cese la violencia, y decide referir la situación a la Corte Criminal Internacional. También impone un embargo de armas, y una prohibición de viaje y congelamiento de activos a la familia Khadafy y a altos funcionarios. Fue firmada, entre otros, por Colombia, Brasil, Nigeria, Bosnia, Gabon, China, Líbano, Sudáfrica e India, además de EEUU y otras potencias. Y fue apoyada por el representante de Libia en el organismo, quien rompió con el régimen y agradeció el apoyo moral que significaba para los que estaban sufriendo los ataques de Khadafy en su país.

Cualquiera que haya luchado contra dictaduras, y por libertades democráticas, conoce la importancia de generar espacios en el plano internacional que, de algún modo, obstaculicen la acción de esos regímenes. Ya expliqué que en la lucha contra las dictaduras de Videla, Pinochet, etc., muchas veces desde la izquierda se pidieron condenas. Por supuesto, las dictaduras rechazaban indignadas esas condenas.

La resolución de la ONU sobre Libia se ubica en este plano de lo democrático. Congelar los activos del régimen, o imponer un embargo de armas, genera alguna presión sobre Khadafy, y en este sentido significa un respaldo para los insurrectos. Por eso los que están peleando contra Khadafy no la vieron como un ataque a la soberanía de su país, y estuvieron lejos de condenarla (en todo caso, pueden estar en desacuerdo porque no es más dura). Desde el punto de vista ideológico, ayuda a que se conozca a nivel mundial el ataque. Naturalmente, los intelectuales “marxistas-nacionales” y los chavistas están muy disgustados. No solo no dicen palabra sobre las informaciones de Telesur; no solo hacen lo posible por desviar el foco del conflicto, sino también hacen lo posible para que no se conozca la magnitud de la represión. La gente que está peleando contra Khadafy, los manifestantes que son tiroteados por las bandas del régimen, necesitan las denuncias internacionales. Los intelectuales “marxistas-nacionales” (conozco muchos en Argentina) y otros partidarios de ala nacional, hacen todo lo posible para que se ahoguen las denuncias.

En conclusión, las diferencias que atraviesan a la izquierda en relación a Libia no son tácticas, sino ideológicas, ya que se vinculan con posiciones globales. Es una nueva muestra del grado a que ha llegado la crisis en este campo, y en particular en lo que, en sentido amplio, podemos llamar el pensamiento marxista.


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La izquierda y Libia

Written by rolandoastarita

07/03/2011 a 13:04

55 respuestas

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  1. Excelente, Rolo, un enfoque absolutamente clarificador.

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    Eduardo

    07/03/2011 at 14:33

  2. Muy buen análisis, Rolando. Mi pequeña aportación:

    Por un lado estoy muy ultrajado con esta corriente «anti-imperialista» de pacotilla (como si Gadafi no le hubiese estado limpiando las botas a Berlusconi y las petroleras la última década o así). No me sorprende tanto en el caso de los estalinistas, aunque me resulta injuriante que aún queden estalinistas de línea tan «pura» y sobre todo dura, y que se digan «de izquierda» y «revolucionarios» pero luego estén en contra de las revoluciones populares por algún cálculo esotérico de «balance estratégico nosequé» (esto es de «Presidente Gonzalo», vamos!) Lo que me sorprende y ultraja más es que la izquierda «bolivariana» esté cayendo en ese discurso en lugar de ser genuinamente internacionalista y apoyar a los pueblos de Arabia y África del Norte.

    Toda esta gente (y muchos que ni siquiera son de izquierda ni de palabra y que sólo han conocido revoluciones en los libros de historia prácticamente) están diciendo que los USA han quitado a Mubarak y han agitado a las masas de Egipto y Tunicia (y de Bahrein como te descuides también). De pronto parece que sólo pueden pensar en términos de un Pentágono omnipotente que manipula todo, incluso a los pueblos contra los dictadores impuestos por Washington.

    Es como que están tan acostumbrados a la jaula del imperialismo yanki que no conciben que pueda haber nada fuera de ella, distinto a ella. En el caso de mi hermano el liberal es comprensible (siempre me dice: «pero los gringos tendrán un as en la manga, no?») pero en el caso de gente que se dice revolucionaria?!

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    Maju

    07/03/2011 at 15:15

  3. No estoy de acuerdo con el análisis que haces Rolando. Por ir por partes. Puede que a mí me encasilles entre los funcionales, como yo podría encasillarte a ti entre los agentes de la CIA. Partir de esas categorizaciones no me parece correcto. Mi opinión es que la cosa en Libia empezó como empezó en Egipto y en Túnez, con unas revueltas que fueron creciendo. Por cierto, en Egipto y en Túnez las revueltas, que no revoluciones, han terminado dejando en el poder a los mismos que ya estaban, de tal manera que se va hacía un cambio de personas, nada más, pero no de sistema; es decir estamos ante un cambio controlado, cumpliendo así, los postulados del principio de Lampedusa: que todo cambie lo mínimo indispensable para que parezca que todo cambia. Y, efectivamente, parece que todo indica que partió, en esos países, de un movimiento democrático (incluso, me atrevería a decir, que más allá), mas lo cierto es que la falta de organización y de planteamientos y programa político revolucionario, de dirección revolucionaria, ha creado un cierto vacío, aprovechado por quienes todavía mantenían el poder amarrado con cuerda larga.
    Y en Libia, también todo parece indicar que ha sido así, que ha empezado con un movimiento revolucionario que para nada tenía que ver con la OTAN, y que, incluso, se han dado episodios de detenciones por parte de los rebeldes de espías del MI6 británico. Sin embargo, Rolando, ¿de verdad crees que el imperio no trata de controlar la situación para producir una reconducción favorable a sus intereses? ¿Y en qué medida saldría beneficiada la población libia con un gobierno títere de los americanos (justamente contra eso se alzaron en vano en Egipto y Túnez). Lo ideal sería que el pueblo se quitará de encima a Gaddafi pero que no terminará siendo lo que fue, una colonia, porque, entonces, no se habría avanzado en la liberación de los pueblos.
    Ya seguiré con más…
    Un saludo, Rolando.

    PD.- Por cierto, Maju, qué es ser un stalinista.

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    José

    08/03/2011 at 16:12

    • Estalinista (o Stalinista)? Que defiende el modelo de la unión soviética forjado por Stalin tras la muerte en circunstancias sospechosas de Lenin. Eso es ser un estalinista.

      Yo no me considero trotskista pero en ese momento la izquierda de corte bolchevique (leninista si quieres) se dividió entre los revolucionarios (trotskistas) y reaccionarios (estalinistas), que incluso sabotearon la revolución en 1936 en el estado español.

      A mí me alucina que todavía exista gente que cree que ese modelo fue o incluso es aún válido. Gente con semejantes anteojeras bonapartistas bien pueden idealizar a las dinastías Gadafi o Kim (los de Korea del Norte, otros que tal bailan), sin darse cuenta de que son como Napoleón en relación a la Revolución Francesa: tienen un rol histórico de extraña hubris pero no son exactamente revolucionarios, más bien reaccionarios aunque estén enfrentados a otros aún más reaccionarios que ellos mismos.

      Esta gente me quiere poner en el dilema de votar a Le Pen o Sarkozy, elegir entre Stalin o el Zar… pues casi como que no, sabes? Marca en la casilla de «otros» o la de «no contesta», gracias.

      «en Egipto y en Túnez las revueltas, que no revoluciones, han terminado dejando en el poder a los mismos que ya estaban»…

      Este cliché está ya muy visto. Esta claro que los procesos continúan y los que estaban cuando leí eso por primera vez, ya no están más. Han buscado a otros más «aceptables» pero las protestas continúan.

      La próxima vez que lea esto supongo que las cosas habrán cambiado aún más. Es un proceso abierto que queréis desdeñar porque os da miedo que la gente salga a la calle y demande poder popular (en cuasi-Griego: «democracia») y que lo hagan por sus propias razones como pueblos, no las razones que le puedan convenir a cierto político de pretensiones progresistas en alguna capital del Caribe (o en Pekín o en Washington o en la dacha de Putin o en la gran mezquita de La Meca).

      «… el imperio no trata de controlar la situación para producir una reconducción favorable a sus intereses?»

      Por supuesto! Por eso mismo hay que estar siempre con el Pueblo en armas y sus exigencias legítimas: eso es ser revolucionario!

      El imperio y los agentes autónomos dentro y fuera de él tratarán de maniobrar y reconducir todo esto hacia dónde puedan manejarlo o incluso invertirlo. Pero eso es sólo ser pájaro de mal agüero y no hacer ni decir nada a favor del proceso revolucionario, qué es lo que realmente importa.

      Por qué importa el proceso revolucionario si quizás sólo se consigan victorias menores, «burguesas». Las llamadas «libertades burguesas» como la libertad de expresión y, curiosamente, de sindicación, organización, manifestación y huelga, también importan y son de hecho logros de la lucha revolucionaria de la clase obrera, de la dialéctica inacabable/inacabada y fructífera. No es el socialismo, mucho menos el comunismo pero son logros de la clase obrera también.

      La burguesía concede ahí (más fácilmente quizá que en otras como el derecho a un trabajo o una vivienda digna, recordádselo a Raúl Castro y su medio millón de despidos «a la china») por dos razones: (1) son concesiones menos costosas desde su punto de vista, (2) la transparencia es «saludable» para cualquier sistema, incluido el burgués.

      Pero no son pecata minuta desde el punto de vista revolucionario y no deben de ser desdeñadas para nada. Si la URSS hubiese incorporado estas libertades desde el principio o desde los años 50 o 60, muy probablemente estaría aún en pie porque hubiese podido adaptarse a través de la participación democrática de los trabajadores-ciudadanos. Sería una historia muy distinta en cualquier caso. Pero si desarticulamos los soviets, lo mismo que si los burgueses desarticulan (que lo hacen) sus parlamentos y garantías, entonces el sistema se pudre y se cae.

      El aire (palabra) debe circular en todo momento para evitar la podredumbre. Esto vale para todo tipo de sistemas políticos y económicos: si no la corrupción y la ineficacia se adueñan de todo y se acabó.

      No se puede construir el socialismo sin entender estas realidades «burguesas» (que no lo son: los burgueses nunca hicieron una revolución ellos solos, sólo cabalgaron sobre los hombros de los trabajadores y trabajadoras – al igual que ciertas autoproclamadas vanguardias).

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      Maju

      08/03/2011 at 17:10

    • «Estalinista (o Stalinista)? Que defiende el modelo de la unión soviética forjado por Stalin tras la muerte en circunstancias sospechosas de Lenin. Eso es ser un estalinista.»
      Pero esto es muy impreciso, Maju. Si yo defiendo determinadas decisiones o planteamientos políticos seguidos por Stalin, ¿puedo ser un estalinista?, según tu opinión; y si defiendo en otros temas lo sostenido por Trotsky, ¿soy un trotskista?.
      Todavía no sé lo que entiendes por «estalinista», pero veo que me consideras por tal y no sé lo que en mi discurso te ha llevado a ese extremo.
      Si te he preguntado al respecto es porque te veo muy obsesionado con el tema. Parece que no tienes otra cosa, ni una mínima crítica al capitalismo. Y concluyo con lo que tú decías, que me parece muy válido para que te lo apliques también: «Por supuesto! Por eso mismo hay que estar siempre con el Pueblo en armas y sus exigencias legítimas: eso es ser revolucionario!»
      Respecto a lo de los procesos revolucionarios abiertos, nadie dice lo contrario, porque eso sería como negar los procesos y los cursos históricos.
      Salud.

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      José

      08/03/2011 at 18:17

    • @José:

      Yo también puntualmente puedo coincidir con Stalin o incluso, en otro contexto, defender la URSS como elemento dialéctico y referencia de tantos movimientos de clase. No me refiero a eso.

      Lo que quiero decir es que los que defienden a Gadafi a capa y espada por razonamientos «geoestratégicos» poco claros (y que a menudo muestran un fetiche rusófilo incluso ahora bajo Putin) están atrapados en conceptualizaciones de la Guerra Fría. Honestamente a veces me recuerdan al «Presidente Gonzalo» lanzando loas al equilibrio nuclear estratégico y nosequé.

      En lugar de conceptualizar en términos de pueblo(s), clases, oligarquías, poder popular, tiranía, etc. conceptualizan en términos de «equilibrio geoestratégico» cosas así que realmente son muy secundarias.

      Por cierto, que a Gadafi le cerraron la puerta del CAME (COMECON): demasiado friki ya entonces.

      «Parece que no tienes otra cosa, ni una mínima crítica al capitalismo».

      Perdona, no sé lo que has leído tú de mí (mi blog está a un click de distancia, aunque es en inglés), yo tampoco te he leído a tí ni una crítica al capitalismo. Esto es otro cliché defensivo que observo en los estalinistas, como sacado de un manual de debate en conserva: en caso de sentirte acorralado acusa al otro, pon en duda sus lealtades de clase.

      Yo soy anticapitalista desde que tengo consciencia de estos temas. Ahora bien soy comunista libertario o autónomo. Muy ecléctico porque creo que hay que reinventar en gran medida el movimiento obrero después de los desastres (y glorias, pero glorias pasadas) del siglo XX.

      He mamado de trotskistas, de anarquistas, de autónomos (sobre todo), de leninistas eclécticos e incluso de gente que había visitado Libia en persona (y le parecía poco creíble)… pero no he conocido nunca a un estalinista (a uno en mi juventud pero no tenía dos dedos de frente: era de risa). Ahora sin embargo me los encuentro de pronto por todos lados: defendiendo a Gadafi contra el pueblo libio, acusando (sin razón aparente) a los rebeldes de haber tomado el nescafé alucinógeno de Binladen o la CIA (son lo mismo, no?) y sin criticar la verdadera razón por la que el «socialismo» estilo Gadafi tiene tan mala prensa, o más bien no tiene prensa alguna: el aislamiento informativo impuesto desde dentro. A diferencia de Cuba, casi nadie ha estado en Libia, y los que han estado no le cantan las glorias ni los logros – a lo mejor son escépticos, a lo peor muy críticos.

      Si el sistema Gadafiano, en vez de ser una dinastía de ladrones, fuera una auténtica democracia popular: habría un coro inmenso de gente dentro y fuera cantando alabanzas al libro verde y a sus logros. De hecho no habría una revolución en Libia probablemente. Y de hecho Gadafi, en lugar de llorar la salida de Ben Alí (a la que se opuso), la hubiese aplaudido si fuera un revolucionario de verdad.

      Al final todo sistema socio-político es dependiente de una cosa, al menos en la era industrial: de generar el suficiente consenso entre el pueblo. Y para ello nada mejor que algún tipo de democracia real.

      Por supuesto yo creo, no te quepa ni una duda, que hay que llevar la democracia más allá: aboliendo toda organización no democrática (como las empresas o las iglesias) y poniendo la economía a obedecer al pueblo, y no al revés, que es lo que pasa ahora (suponiendo que la economía burguesa merezca el nombre de economía, porque es una religión en realidad). Pero todo esto entiendo que no hay ni que decirlo.

      Tu turno de defender tus credenciales revolucionarias, majete. A ver si eres capaz de escribir algo coherente.

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      Maju

      08/03/2011 at 19:28

    • Sí, es lo que digo en la nota, se trata de visiones opuestas. No hay que enojarse. El sector «nacional» de la izquierda está por el triunfo de Khadafy. Es una realidad, no la inventé. Acerca de los cambios que se han producido en muchos países a raíz de este tipò de revoluciones, es totalmente correcto decir que existen grandes elementos de continuidad, que los mismos personajes que estuvieron con dictaduras, aparecen reconvertidos en las democracias capitalistas. Sucedió en España pos franquista, en Chile pos dictadura, en Filipinas post Marcos, y en tantos otros lugares. De todas maneras hubo cambios de regímenes políticos. En Chile hoy gobierna la burguesía, como en tiempos de Pinochet, pero el régimen político es distinto. Y los socialistas no deberíamos ignorar estas diferencias. El famoso dictum de Lampedusa se aplica a las relaciones sociales (siguen siendo capitalistas), no al régimen político.
      El régimen de Khadafy es dictatorial, y en las zonas sublevadas existe una apertura de libertades democráticas. Esto es lo que explica el apoyo popular que tiene la rebelión en esas zonas.
      Por las razones que di en la nota, pienso que en la relación con el capital internacional, nada indica que existe algún cambio cualitativo. Esto se aplica a Egipto, Túnez, y también Libia. La zona de Libia en manos de los rebeldes no se transformó en una colonia; lo mismo puede decirse de la actual situación en Egipto o Túnez. Para apoyar a Khadafy inventaron que los sublevados son «manipulados» por la CIA, etc. Naturalmente, no se puede presentar como «prueba» de que los sublevados son títeres del imperialismo, el hecho de que EEUU quiera dominar. Todo Estado capitalista quisiera dominar a otros, lo que no prueba que los otros sean sus vasallos, etc.
      Agrego una cuestión: la «liberación de los pueblos» referida a países dependientes (que son la inmensa mayoría de los países atrasados), entendida como la idea de «liberación nacional» (es el sentido en que empleas la expresión) , desde mi punto de vista, no tiene sentido. Pienso que en esto Lenin tuvo enteramente razón. Discuto esta cuestión en Economía politica de la dependencia y el subdesarrollo. Por supuesto, es un punto de ruptura muy grande con el pensamiento «marxista-chavista» (o nacional).

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      rolandoastarita

      08/03/2011 at 17:23

    • No empleo la expresión «liberación de los pueblos» (concepto marxista, con tu permiso) como «liberación nacional» (concepto burgués), ni la hago equivalente. Precisamente, para avanzar en la liberación de los pueblos, lo que deben hacer es quitarse de encima las enojosas dictaduras y tutelas imperiales, las vistan o no de democracia.
      Precisamente, es a las relaciones sociales o socioeconómicas, si quieres, a lo que yo me refiero con el principio de Lampedusa.

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      José

      08/03/2011 at 17:45

    • No logro entender tu razonamiento. En la confrontación de Khadafy y los sublevados, el primero defiende una dictadura (burguesa), y los segundos libertades (burguesas). Si ninguno de ellos se lo puede asimilar a la «liberaciòn nacional», no veo argumento para no abogar por la derrota de la dictadura de Khadafy en este enfrentamiento. A no ser que se plantee, como sostiene la izquierda que defiende a Khadafy, que este encarna la «independencia del imperialismo» y los sublevados «la vuelta a la relación colonial».
      Por otra parte, la liberación nacional es una demanda democrático-burguesa, que históricamente fue progresiva, cuando se refería a las colonias y semi-colonias.

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      rolandoastarita

      08/03/2011 at 20:26

    • Completamente de acuerdo. Sólo cabría agregar, en mi opinión, el planteo de Lenin dirijido a las masas -mientras se construye una organización socialista revolucionaria- de ninguna confianza al gobierno democratico-burgués que surja de esta revolución o rebelión, que ese no es el gobierno de la clase trabajadora sino del capital, y «echar hiel y vinagre sobre el dulce jarabe de la fraseología democrática». Seguramente habrá en ese momento otros (o quizás los mismos que ahora apoyan a Khadafy, con o sin reservas) que llamarán a profundizar la «democracia(burguesa) dentro del capitalismo…

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      Armando

      08/03/2011 at 21:01

  4. Perdón
    Fe de errores:
    Principio de Lampedusa.- «Que todo cambie lo mínimo indispensable para que todo siga igual.»

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    José

    08/03/2011 at 16:44

    • Frases hechas y refranes no ayudan en problemas tan complejos.
      Tampoco encasillar en alguna categoría de uso más o menos corriente, en fenómenos tan particulares como estos.
      Lo que creo que sí sirve es ver que, manteniéndose constante las relaciones de fuerza entre las clases, un régimen burgués con aperturas democráticas (de reunión, de expresión de las ideas, etc.) es mejor que uno que reprime la más mínima expresión de disidencia.
      No estamos discutiendo otra cosa.
      Al régimen que encabezó Alfonsin también cabría aplicarle lo de la Lampedusa esa… Pero creo que fue un acierto cada una de las energías gastadas en la lucha contra la dictadura militar, porque nos permitió obtener ciertas libertades como la de expresión (las barbaridades que dijimos, luego, por más de 20 años es harina de otro costal).

      El tema no es menor, porque no te olvides que en pos de los análisis «nacional-centrados» hubo izquierda para todo: la que apoyo a Videla por esto, la que apoyó a Massera por aquello, la que apoyo a Galtieri por su lucha contra el imperialismo británico …

      (Por lo demás… en que consiste el «antiimperialismo» de khadafi? Nadie lo ha explicado muy bien hasta ahora.)

      PD: no me gusta la adjetivación «bonapartista», para conflictos sociales tan diferentes, con sujetos sociales tan distintos. Es un detalle, pero bueh, uno sienta posición…

      Saludos a todos

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      roberto

      08/03/2011 at 19:10

  5. Manju.
    Es imposible darte respuesta a todo lo que planteas, porque cada vez que se te responde a algo vuelves introduciendo mil temas más que no tienen relación directa con lo que se debate, incluso, cosas que yo comparto, haciendo parecer que yo defiendo lo contrario.
    Te pregunté algo concreto por curiosidad, como dije, pero de pronto posicionado en tu argumentario defendiendo a Bonaparte, a Gaddafi, las últimas medidas de Raúl Castro, el estalinismo, al «Presidente Gonzalo» -que no sé quién es-. ¿Dónde me has visto defender a mí todo eso?
    Y si es por defender democracias y socialismo democrático e introducir temas aleatoriamente como tú haces, ahí tenemos a España, que interna en campos de concentración a los extranjeros por meras infracciones administrativas, durante 60 días, periodo que excede de las 24h. de detención que manda el artículo 283LECRIM. Curioso que se le dé peor trato al trabajador inmigrante que al criminal, aunque los verdaderos criminales lleven corbata y cuello blanco. O, por ejemplo, que mantenga operaciones militares junto al imperio en el golfo de Guinea y aledaños, o, la guerra de Afganistán, masacrando población civil, o, en Líbano, matando y asesinando…

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    José

    08/03/2011 at 21:18

    • Vamos a dejarlo mejor. Simplemente para que sepas (serás bastante joven, supongo) el «Presidente Gonzalo» (Abimael Guzmán) era el líder de Sendero Luminoso de Perú, una guerrilla maoista muy importante hace unos 20 años (todavía existe pero es menos importante y tiene otro liderazgo que no conozco).

      Respecto a la «democracia» en el estado español, pues te digo que soy vasco: no hace falta que me expliques todas sus carencias… yo llevo sin poder votar como diez años. Tú dirás que no sirve para nada pero ahora es aún pero que cuando podíamos tener representantes y a veces incluso ayuntamientos bajo gestión de izquierda (y no me refiero a los apoya-fachas corruptos de IU, no).

      Yo no defiendo la democracia burguesa, a lo sumo como mal menor, pero digo que el socialismo será democrático o no será. Algunos confunden «dictadura del proletariado» (imposición a otras clases, notablemente la burguesía, de un programa de clase, notablemente la expropiación de la propiedad privada) con dictadura del friki de turno y no es ni debe de ser así. La dictadura del proletariado sólo puede existir a través de una democracia profunda y radical (y extendida a la economía a través del control público de ésta).

      Poder Popular y democracia son etimológicamente sinónimos. Además si no hay transparencia, autocrítica, cambio de líderes cuando sea menester, etc. el sistema, cualquier sistema, degenera en corrupción e ineficiencia.

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      Maju

      09/03/2011 at 06:01

  6. Parece como si para cualquier conflicto abierto dentro del capitalismo la «izquierda» o «los de izquierdas» tuviéramos que posicionarnos.
    Otra cosa es analizar los cambios o lamentarse por las victimas, que eso es muy humano.

    Aún no se que pinta la izquierda en el conflicto libio ¿alguien ha reclamado el apoyo de la izquierda internacional? ¿donde está el frente de izquierdas? ¿alguién nos invita a esta guerra? esto no lo se, no se si hay respuesta.

    Así las cosas, personalmente comparto la postura «izquierda nacional» que lo que critica en el fondo (creo yo) es la posible intervención de la OTAN-ONU… por que los siguientes en la lista son ellos.

    También comparto la postura de la «izquierda de las masas» que crítica el poder despótico asociado a Gadafi.

    así que apoyo a ambos bandos de izquierda «irreconciliables» ¿estaré loco? ¿seré realmente de izquierdas?.

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    curioso

    09/03/2011 at 07:43

    • No existen reglas fijas sobre si hay que posicionarse o no en todo conflicto inter burgués. Si se trata de una lucha entre fracciones burguesas por el reparto de la plusvalía, no veo por qué los socialistas deberían tomar partido. Personalmente asumí esta postura en el conflicto que hubo entre el Gobierno argentino y los ruralistas, en 2008. De todas maneras, en estos casos, es conveniente explicar por qué se adopta tal postura, y no pretender jugar a las escondidas. Por otra parte, si se trata del conflicto entre un régimen democrático capitalista (con todas las limitaciones que pueda tener) y una dictadura, decir que todo es igual, es un error importante. Con el argumento «ambos son gobiernos burgueses» se podría decir que era lo mismo el gobierno socialdemócrata alemán de la década de 1920, que el régimen de Hitler que se instala a partir de 1933. Alguien podría responderme diciendo que los socialdemòcratas en el poder asesinaron a líderes socialistas revolucionarios, y por lo tanto concluir que «también eran represores». Por supuesto, todo régimen capitalista es represor. Sin embargo, existen diferencias que no deberían pasarse por alto. Subrayo, no es lo mismo ser detenido con derecho a defensa y juicio, que estar desaparecido en un campo de concentración.
      Acerca de si alguien reclamó o no el apoyo de la izquierda internacional, señalo tres cuestiones:
      a) Casi toda la izquierda a nivel internacional ya tomó posición, y la mayor parte de la izquierda latinoamericana, a favor de Khadafy. No sé si a Chávez, Castro y Ortega alguien les pidió su opinión, pero lo cierto es que tomaron partido.
      b) Frente a estas posturas, públicas, doy mi opinión. Por supuesto, nadie me la pidió. La doy porque quiero ejercer mi libertad de crítica.
      c) No es cierto que las opiniones de Chávez o Castro no haya influenciado en el conflicto. Las opiniones de líderes reconocidos a nivel mundial inciden, al menos en lo ideológico y político. Al corresponsal de Telesur la gente que apoya la rebelión le preguntaba por qué los gobiernos izquierdistas de América Latina se habían pronunciado en contra de su lucha.

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      rolandoastarita

      09/03/2011 at 09:08

  7. Rolando, ni te critico a ti, ni digo que ambos lados sean iguales, ni juzgo las opiniones de nadie, ni niego la influencia de Telesur o Chavez…

    lo único que digo es que me resulta sorprendente la prisa con posicionarse de «la izquierda» ante cualquier suceso. Más aún cuando es confuso y volátil como el libio… donde hay cosas que criticar por todos lados y las manos del tio Sam están en ambas trincheras.

    ¿que gana la izquierda haciendo esto? esa era mi duda y mi pequeña reflexión.

    y gracias por tu blog, que leo con gusto.

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    curioso

    09/03/2011 at 09:39

  8. Rolando da la sensación de que tu artículo tiene por objeto descalificar el trabajo de Telesur, y en esto no estoy de acuerdo contigo porque gracias a este medio podemos sacar mejores conclusiones de la situación en Libia, porque coincidirá conmigo en que los medios corporativos lo que hacen es manipular la realidad or completo.

    No estoy diciendo que Telesur tenga la verdad absoluta pero da luces para un mejor análisis.

    Es como si creyeras que un sólo medio (Telesur) pudiera influir frente a grandes monstros manipuladores como CNN, EFE, DPA, DW, FOX, ETC.

    La agencia EFE por ejemplo actúa como vocera de los «rebeldes» y de eso no hablas, o es esa la «democracia» que destacas en la zonas no controladas «por el dictador»? Y a propósito (en lo que a medios respecta) dime dónde hay democracia, en qué país…

    Saludos

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    Oscar

    09/03/2011 at 10:44

    • Los rebeldes en Libia no solo utilizaron EFE como vocera de sus posiciones, sino muchos otros medios. Entre ellos, Al Jazeera jugó un rol de primer orden. Lo que sostengo es que de conjunto de allí surgió una información con la que pude hacerme una composición de lugar (básica) de lo que sucede, y que la información de Telesur no sirvió. A los analistas que se basaron en Telesur para afirmar, hasta ayer nomás, que en Libia estaba todo en calma, no les fue muy bien, según veo. En cuanto a la interpretación de los hechos, no me sirven las interpretaciones usuales del establishment burgués, pero tampoco las del chavismo-marxista. Pero esto tiene que ver con las referencias teóricas que tiene cada uno.
      Agrego una cuestión; es un error pensar que tenemos que alinearnos automáticamente, y por «lo opuesto», según lo que denuncie cualquier medio de la prensa imperialista. Este fue el criterio que tuvo la mayoría de la izquierda durante décadas, y llevó a desastres. Ejemplo, si la prensa imperialista decía que en la URSS de los 50 había campos de concentración, la izquierda decía que eran patrañas imperialistas. Si la prensa imperialista atacaba el Muro de Berlín, la izquierda decía que era un muro construido por los trabajadores para defender el socialismo. Si la prensa imperialista denunciaba que en los regímenes «socialistas» se internaba en psiquiàtricos a los opositores políticos, la izquierda decía que esos opositores efectivamente estaban locos.
      Y así se iban tapando los «trapitos sucios», hasta que estallaron las cosas.
      Lamentablemente, compruebo que ese viejo criterio sigue vigente. Es muy importante porque estructura el pensamiento político. En este punto me enfrento a una ideología de decenas de miles de militantes «nacionales», a quienes les parece la cosa más natural razonar de esta manera.

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      rolandoastarita

      09/03/2011 at 11:33

  9. PD. Tú mismo eres objeto de la dictadura mediática, porque este artículo no llega casi a nadie, o mejor dicho llega a muy pocos.

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    Oscar

    09/03/2011 at 10:46

    • Pero se trata de una dictadura de defensa del capital en general. Esto es, yo estoy marginado de los medios porque soy marxista. Pero esto no significa que los grandes medios hayan podido inventar toda la historia del levantamiento popular contra Khadafy. Hay una buena distancia entre decir «los grandes medios marginan a los marxistas», y sostener «los grandes medios pudieron generar la realidad virtual de una revolución».
      Por otra parte, mi artículo también está marginado de los medios «nacionales y populares». Desde ese punto de vista, la nota padece tanto la «dictadura» de los grandes medios, como la de los medios «nacionales y populares». Tendría que convertirme en «chavista-marxista», o «kirchnerista-marxista» (conozco a más de uno que lo hizo) para «figurar». Por supuesto, no pido que me publiquen ni unos ni otros. Comprendo que ambos sectores me consideren un enemigo. Los «chavistas-marxistas» ya están diciendo que soy un agente de la OTAN (ya lo escribieron en la red), y cosas por el estilo. Es una buena manera de intentar silenciar a la gente. Para los otros soy un «zurdo subversivo»; o un «marxista irreconciliable, y resentido social».
      Por último, respondo tu pregunta por las democracias. ¿Dónde hay democracia?, es tu pregunta. Está mal formulada. Deberías preguntar dónde hay democracia burguesa (nunca olvidé el carácter de clase de la democracia). Respuesta: en muchos países capitalistas. Algunos ejemplos: Francia, Suecia, Argentina, Chile, EEUU, tienen democracias burguesas. Son regímenes capitalistas, pero distintos a las dictaduras. Como expliqué en el artículo, no es lo mismo el gobierno de Kirchner que el de Videla, a pesar de que ambos son capitalistas.

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      rolandoastarita

      09/03/2011 at 11:18

  10. Muchas gracias.

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    Ezequiel

    09/03/2011 at 12:08

  11. Entiendo que la famosa “democracia occidental”, se asimila a depositar un voto, cada cierto tiempo, pero ¿Cuál es el ejercicio real del poder, es el pueblo realmente soberano?
    ¿La noción de democracia es la misma, para los pueblos árabes que para el occidente?
    ¿Qué grado de democracia existe o existía en Libia? ¿Puede hablarse de sistema tribal, y democracia a la occidental?
    En cuanto a los “marxistas” en America Latina.
    La opinión de los países del ALBA, me parece legitima, creo que la diferencia mayor entre los supuestos “marxistas nacionalistas” y los buenos “revolucionarios”, es simplemente que los primeros están ejerciendo realmente el poder, lo que significa que tienen grandes responsabilidades y sobre todo experiencia. No pueden los gobiernos del ALBA cambiar de la noche a la mañana sus aliados y sus análisis de los conflictos, pueden equivocarse, la historia lo dirá.
    Por otro lado los que se denominan “revolucionarios”, jamás han estado en situación de ejercer el poder desde un gobierno, su aproximación es puramente teórica.
    Como dicen en Chile: …Otra cosa es con guitarra…
    A propósito el Mir de Chile apoya a Gaddafi.

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    Héctor

    09/03/2011 at 13:55

    • En las democracias capitalistas el pueblo no tiene efectivamente el poder. No descubrimos la rueda al afirmar esto. Tampoco tiene el poder en los países gobernados por las corrientes «nacionales». Por otra parte, es cierto que la izquierda que está en el gobierno de países capitalistas tiene «grandes responsabilidades»… para con el capital (sea nacional, o de cualquier otro lado). Escribí en varias notas sobre esto (por ejemplo, «Militancia probada y capital«).
      Es curioso, sin embargo, que a los marxistas se nos cuestione por no querer asumir «responsabilidades» por mantener los negocios del capital. Aunque conozco algunos «marxistas chavistas» que ya andan en cargos de «gerentes financieros» en importantes empresas «nacionales». En fin, la ideología da para todo.

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      rolandoastarita

      09/03/2011 at 14:15

  12. ¿Y Cuba?

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    Héctor

    09/03/2011 at 15:13

    • Por los datos que tengo, no podria decir que en Cuba los trabajadores tienen el poder. Tampoco en China, o Corea del Norte. La estatización de medios de producción, por razones que expliqué en la nota sobre la URSS, no determina que haya un «Estado de los trabajadores». De todas maneras esto exigiría mayor estudio particularizado (por ahora tendrá que esperar).
      Adelanto de todas maneras una cuestión: pienso que es imposible que se ejerza el poder de los trabajadores sin democracia obrera. Esto porque la incorporación efectiva de una clase al poder exige su participación como clase. Pero la misma es imposible sin la existencia de diversos partidos u organizaciones de la clase trabajadora; o al menos tendencias. La uniformidad no existe, incluso cuando consideramos la estructura interna a una clase social. Típicamente el movimiento obrero tuvo tendencias anarquistas, marxistas de izquierda, sindicalistas, etc. ¿Por qué alguien piensa que esto debería interrumpirse en Cuba, o China?
      El hecho es que militantes de izquierda, revolucionarios cubanos, han sido silenciados, o acusados de «agentes del enemigo» por el solo «delito» de discrepar con la línea de Castro. Son procedimientos para eliminar opositores. O incluso potenciales críticos. ¿O acaso me van a hacer creer que revolucionarios como los hermanos La Guardia, o Arnaldo Ochoa (héroe de la guerra de Angola) se convirtieron de buenas a primeras en «corruptos» y «enemigos del socialismo»? No puede haber poder obrero real con estos métodos.
      En Cuba existen temas sobre los cuales opositores de izquierda han llamado la atención, pero no se discuten. Por ejemplo, la falta de derechos obreros (incluso sindicales) frente a las empresas extranjeras que invierten en Cuba. No entiendo cómo se puede ejercer el poder de los trabajadores, si las voces críticas en estas cuestiones no se pueden expresar, u organizar.
      Por supuesto, sospecho que al afirmar esto, soy pasible de recibir nuevos cargos de «agente de la CIA».

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      rolandoastarita

      09/03/2011 at 17:07

    • Coincidiendo con las respuestas que Rolando les dio a Oscar y a Héctor, sólo agrego que, lamentablemente, parece sobrevolar otra vez la nueva-vieja censura y persecución stalinista con otros nombres pero con la misma lógica y pensamiento e ideología…

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      Armando

      09/03/2011 at 19:54

  13. Gracias por un análisis claro.

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    Santiago Páez

    09/03/2011 at 17:59

  14. Muy interesante el análisis y el posterior debate. Sinceramente creo que siempre pueden encontrarse casos de violaciones a los derechos humanos y a las libertades civiles en cualquier democracia burguesa peores que las que cuentan de Cuba o Venezuela. Un juez declaró ilegal la última huelga de transporte público en nueva york, berlusconi y sarkozy alimentan el odio a las gentes de otras nacionalidades y muchas mas. Bastaría un mínmimo ejercicio mental para imaginarse que pueden llegar a hacer estos demócratas en caso de que una alternativa genuina de izquierda les amenace la democracia formal y burguesa. Cuando se trata de terminar con dictaduras no debería haber dudas de por quien hinchar. Pero sucede que a veces las potencias imperialistas hacen mas que prestar simple auxilio o simpatía a uno de los bandos. El caso de Irak es un ejemplo de que los gringos no actúan como simples lobos al acecho aprovechando las mejores condiciones que crean las burguesias de cada pais subdesarrollado, sino que pueden ir y hacerlo ellos mismos, como en la época de las colonias. Con esto no quiero ni defender a Kadafi ni a Admadinejad, pero si hacer un esfuerzo por entender a Chavez o a Fidel. Ojalá que cesen las muertes en el magreb!

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    Hugo

    10/03/2011 at 01:55

  15. Gracias Rolando, por su valentía al denunciar viejos errores que nos llevarán a nuevos fracasos. Si el precio que hay que pagar es ser tachado de agente de la OTAN, páguelo con gusto.

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    Antonio

    10/03/2011 at 04:34

  16. Hola : Recuerdo cuando Henri kissiger no quería desarmar ni matar a Sadan Husein en la primera guerra del golfo (Bush padre) año 1990, por temor a que Iran copara con tecnología militar la región. La actitud de no intervención de la OTAN me recuerda a aquellos tiempos; claro que en esa época se machacaba con la idiología de el fin de la historia. Los imperialismos cuando se pelean o se ponen de acuerdo lo hacen en favor de sus ganancias y quién somete mejor a la clase trabajadora, les da lo mismo quien gobierne si todo va bién, pero cuando hay sublevaciones populares especulan cual será el mejor régimen de explotación. Los movimientos populares en Africa empezaron por la desocupación y la miseria en esos paises, también hubo enfrentamientos con la policía española en los territorios que tiene España en Africa (Melilla) en octubre pasado. La desocupación está pegando fuerte en Africa , España y Portugal y si no salta la bronca en estos dos últimos paises es por los pactos que hacen los sindicatos con los gobiernos, desmovilizando, desmoralizando cualquier intento de lucha etc. Las movilizaciones empiezan por eso, por el malestar económico, después los medios de la burguesía lo desvian para el lado de las reformas democráticas, pero ya sabemos los argentinos que con la democracia no se come no se estudia ni se cura.
    Estoy en desacuerdo con las dos posturas de apoyar a kadafi o a las democracias occidentales, los trabajadores estamos explotados bajo todo régimen burgués, los trabajadores tenemos que tener independencia de clase. Imaginemos que vivimos en Libia y nosotros o nuestros hijos damos la vida por unos burgueses explotadores, eso es inaudito.
    Los intelectuales y trabajadores conscientes de nuestra clase deben de una vez por todas decirles la verdad a la clase obrera y no ser oportunistas como los trotkistas con su política de autodeterminación de los pueblos, haciendo que los trabajadores marchen junto con la derecha independentista e izquierda del capital catalana o vasca como sucede en España.
    O haciéndonos matar por los ejercitos de Honduras o Ecuador en sus sublevaciones.
    El futuro de la humanidad le pertenece a la clase obrera, no importa si está derrotada idiológicamente o nó, no importa el tiempo que se tarde en tener un sector grande de la clase obrera mundial consciente de su porvenir, debemos concientizar a nuestros hermanos de clase que con la burguesía no tenemos nada que ver, que Kadafi o Sarkozy se pelean para ver quién nos explota mejor.
    De paso utilizo este medio para felicitar a Rolando por su Blog y animar a los trabajadores que expongan sus puntos de vista.

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    Buitre

    11/03/2011 at 14:50

  17. Rolando,
    Te conocí hace unos siete años y siempre me parecen interesantes y provocadoras tus posiciones. Digo provocadoras en el sentido del pensamiento y reflexion critica. Si bien muchas veces no comparto tus tesis o aspectos de ellas.
    Milito en la Juventud Guevarista, nuestra posicion la podes ver en nuestra pagina.
    En el debate sobre el tema que nos dimos, yo representaba una de las «tendencias» mas cercanas a lo que vos nombras como posicion «nacional-chavista» «de liberación nacional» o «marxista-chavista».
    Un compañero que te sigue de muy cerca me recomendó tu nota, y el posterior debate.
    Mas alla de que no me ganaste para tu posicion, te agradezco tus reflexiones pues tambien nos ayudas a pensar las limitaciones de los postulados y posturas.
    Creo, en este debate en particular, que esta bueno tu analisis como reflexion sobre los posicionamientos en pugna, pero también creo que por ahi son formulados de una manera un tanto abstracta, si bien correcta, en cuanto a dictadura burguesa democrática o dictadura burguesa lisa y llana.
    Por otra parte, para el caso Africano, Arabe e Islámico, y en el caso de Libia, los tres mas las particularidades tribales, creo que son interesantes los aportes de Carlos -tu hermano y mi profesor- sobre el mundo islámico y porqué allí no se desarrolló capitalismo antes que en Europa. Y creo que las formaciones economicas capitalistas del medio oriente son bastante complejas para nosotros.
    1ro. Cuestiones culturales, ideologicas y religiosas.
    Por ejemplo: parte de lo mas aguerrido de la oposicion libia, son hermanos musulmanes y otros, que se foguearon junto a talibanes, Al Qaeda y los Gringos en la guerra Afgano-Sovietica. Si bien no estoy del lado sovietico en esa guerra, me cuesta mucho mas no ponerme en contra del otro lado.
    2do. Cuestiones Culturales de mas larga data, y que tienen que ver con que hay una complejisima -para nosotros y nuestra mente- interrelacion entre el plano de la formación economica y su sistema politico institucional-religioso.
    El orientalismo es fuerte al interior del marxismo. Y si bien estoy orgulloso de tener mis principios modernos socialistas y humanistas, en el buen sentido de la palabra, bien puestos. Trato de ser reflexivo y sin pararme en el relativismo cultural, entender la complejidad cultural oriental, y tratar de ser lo menos occidental, imperialista, y cristiano posible.
    3ro. Esa fantastica religion, que causa miedo, desconcierto y desprecio en occidente, llamada islamismo o musulmanismo, a causa del imperialismo se ha convertido -en algunos casos- en una extraordinaria plataforma de lucha ideologica y militar, social y politica contra el imperialismo.

    Te felicito por tus reflexiones. Y creo que tenemos que poner todo nuestro cerebro en esto. Pues creo que la complejisima situación creada en Libia, donde confluyen los intereses de todas las potencias imperialistas, con distintos posicionamientos. Donde se profundiza esta lucha entre vision nacional y democrática, como vos planteas aquí, y donde se pone en juego el papel de los marxistas y los antiimperialistas del mundo, nos tiene que servir para sacar conclusiones. Creo que hace muchos años no había una situación tan encaraginada, con tantos componentes, tanta complejidad, y montada sobre una rebelion generalizada en los pueblos del norte africano.

    Por último, traer a colación de esto, unos párrafos de Fidel, del IX Congreso de la UJC:

    (…) “La educación de los cuadros será la tarea más importante que los partidos revolucionarios deberán dominar. No habrá jamás soluciones fáciles, el rigor y la exigencia tendrán que prevalecer.”
    (…) De los responsables de la educación política se demandarán mayores conocimientos que nunca de la historia y la economía, precisamente por la complejidad de su trabajo. Basta leer las noticias que llegan todos los días de todas partes para comprender que la ignorancia y la superficialidad son absolutamente incompatibles con las responsabilidades políticas.
    (…) El espíritu autocrítico, la incesante necesidad de estudiar, observar y reflexionar, son a mi juicio características de las que no puede prescindir ningún cuadro revolucionario.
    (…) De nada valdrían sin embargo ideas y valores para un revolucionario, sin el deber de luchar cada minuto de su vida para vencer la ignorancia con que todos venimos al mundo.
    (…) Las razones para luchar y vencer se multiplican cada día.

    Un gran abrazo,
    desde La Plata

    Jorge R. Ottino

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    Jorge R. Ottino

    17/03/2011 at 17:25

    • Pero qué es lo que queremos, Jorge: (a) revolución, socialismo, poder popular, o (b) nacionalismo, anti-imperialismo?

      Yo no tengo nada en contra del nacionalismo clásico (burgués o incluso reaccionario neofeudal) o (mejor aún) el nacionalismo de clase (donde pueblo-nación y clase-humanidad se funden). Pero no es el quid de la cuestión. Al final del día si fulanito masacra a su pueblo me da igual si es pro- o anti-imperialista. Es un opresor y por lo tanto un enemigo de clase.

      Y también estoy (aunque sólo sea por comparación con todo lo demás que ha sufrido ese país) a favor del régimen histórico socialista de Afganistán. Y por tanto en contra (por lo menos en principio) de los Hermanos Musulmanes y otros grupos islamistas.

      Estamos de acuerdo en eso, pero entonces porqué dices que el islamismo es «en una extraordinaria plataforma de lucha ideologica y militar, social y politica contra el imperialismo»? Acaso no es Ibn Saud islamista? No lo es Pakistán? No lo era Mubarak? El Rey de Marruecos? Por supuesto que sí.

      En algún caso puntual, podemos mirar para otro lado y aceptar que, dadas las circustancias, una fuerza tradicionalista religiosa (las llamo así para verlas mejor transculturalmente) puede ser vehículo de emancipación hasta cierto punto. Lo es Hamas en Palestina y posiblemente lo eran los Carlistas en el País Vasco en los años 1830s.

      Ahora, hay que taparse mucho la nariz más allá de estos casos tan puntuales (y quizá algún otro que se me escapa).

      No hay tantas diferencias culturales entre las regiones musulmanas y las ex-cristianas (las hay pero no exageremos: se diluirán a medida que penetre el agnosticismo y el pragmatismo). Y mucho menos con las aún largamente cristianas como partes de USA, Polonia, etc. Hay diferencias de tempo histórico y en por eso ellos están experimentando ahora revoluciones como las que Europa y América experimentaron desde hace 200 años. Al fin y al cabo estas religiones no son más que barnices en una humanidad única: sólo tienen unos pocos siglos (mil y pico años). Soy insensible? No creo: conozco a «ex-musulmanes» que piensan lo mismo, que no hay que aplicar un rasero a los católicos y otro a los sunitas – son esencialmente lo mismo.

      El Islam no es algo que deba defenderse, lo mismo que no ha de defenderse el Cristianismo o el Judaísmo o lo que sea: son ideologías (falaces) de un poder antiguo, pre-capitalista, y no es lo que queremos. Tendremos que lidiar con ello como hay que lidiar con otras cosas, pero no es realmente integrable en el proceso revolucionario, ya sea desde una perspectiva puramente Marxista u otra.

      Y en ese sentido el gobierno rojo de Afganistán tenía razón. Lo mismo que hay que darle la razón a Enver Hoxa (aunque le critiquemos en todo lo demás) por ser consecuentemente ateo y conseguir que Albania sea hoy el único país ex-musulmán donde la gente es mayormente agnóstico-atea. La URSS no logró eso en Asia Central por ejemplo, aunque sí que se avanzó mucho de todas maneras.

      Puntualmente el Islam puede ser emancipador? Quizá, lo mismo que el Cristianismo, etc. Pero es un tema trivial.

      El problema de todas formas es dónde está el Poder Popular en Libia? Ese es el verdadero problema. Y es ofreciendo poder popular o una ilusión de éste, que otros sectores cooptan a los movimientos populares. Movimientos poulares que rechazaron una intervención militar de la OTAN, que expulsaron a los agentes británicos… está claro que, sean lo que sean los revolucionarios de Bengasi y demás ciudades libias, no son meros títeres de Washington.

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      Maju

      17/03/2011 at 18:54

    • Hay un tema que subyace de todas maneras a muchas diferencias, y es mi interpretación de lo que significa la globalización, y el sentido que tiene la llamada «lucha antiimperialista». En varios trabajos he demostrado que entre un país capitalista atrasado (dependiente, digamos como Argentina) y un país capitalista desarrollado, como EEUU o Alemania, hoy no hay relaciones de explotación. La explotación hoy es de clases, la contradicción pasa por la relación capitali/trabajo. Por lo tanto, aquí no entra el «antiimperialismo» (en el libro que acabo de publicar, Economía política de la dependencia y el subdesarrollo argumento esta cuestión). El problema es estar a favor o en contra del capital (sea este nativo, o extranjero). El mismo criterio es el que aplico a Egipot, Libia y otros países del norte de África. Pienso que dedicir cuál de estos ejes es la base del análisis clarifica. La base del análisis politico tiene que ser el análisis de clase; preguntarnos por dónde pasa la explotación.

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      rolandoastarita

      17/03/2011 at 22:30

  18. Finalmente Fidel tenía razón. La OTAN y las potencias capitalistas podran dividir Libia en 2 y hacer sus negocios. El tío Sam ha demostrado sus capacidades, mientras una cierta izquierda radicalizada se plgaba al consenso capitalista.

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    Hector

    18/03/2011 at 03:08

  19. R.Astarita escribió:
    «mis críticos desean el triunfo de Khadafy, y yo deseo el triunfo de los rebeldes”.
    Y:
    «El problema es estar a favor o en contra del capital (sea este nativo, o extranjero)».
    …………………………………………….
    O los opositores libios y sus amigos exteriores (acaudalados empresarios libios en el exterior y financieros, industriales, comerciantes y políticos burgueses destacados ..)no son capitalistas como el gobierno y la fración política de Gadafi.
    ..Lo cual es únicamente demostrable tergiversando…
    O esa posicion SUPONE APOYAR a un bando capitalista.

    Esto es una posición contra la lucha frente a aambos bandos, contra todo el capital. Va contra el derrotismo revolucionario e internacionalista.

    Y COINCIDE con muchas otras posiciones capitalistas que ahora ya tienen via libre militar con aval de la ONU , de la Liga Arabe, de la OTAN, del gobierno USA,de GB Francés, Italiano,Canadiense..etc.
    Lo único que queda en esta posición de lógico es el apoyo a fracciones burguesas democráticas frente a otra que no lo son, el antifascismo democrático…que una vez en el poder golpea sin compasión cuando se precisa a la clase obrera y los desheredados, reanuda los pactos y sinergias con las potencias principales del $ y las empresas implicadas en proyectos..que generan revueltas..y ofrece como cauce de circo y desvío de las energías reivindicativas y rebeldes..el apoyo a tal o cual fracción del capital por medio de las elecciones y el voto democrático.ES DECIR, la abdicaciçon de » la constituci´`on del proletariado
    en clase independiente y por lo tanto en partido opuesto a los partidos del capital» (Primera Internacional de los trabajadores).

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    Anibal

    18/03/2011 at 05:23

    • Italia apoya a Gadafi, Gadafi apoyó a Sarkozi, el petróleo libio está siendo extraído por compañías europeas (y a veces gringas) y vendido en Europa. El clan Gadafi está forrado, controla el 6% de FIAT (no el estado libio sino los Gadafi a título personal). Estamos hablando de unos oligarcas corruptos que pretenden engañarnos con un discurso vagamente socialista y anti-imperialista, que quizá se creyeron en los 70s y 80s pero ya no más.

      Por supuesto los revolucionarios libios «sólo» quieren (de momento) libertades «burguesas» como el derecho de asociación, la libertad de expresión, el habeas corpus… etc. Libertades que cualquier Marxista (o Anarquista) que se precie no puede sino apoyar (no son «burguesas» en realidad sino conquistas de clase a través de la dialéctica – el Capitalismo no crea nada, mucho menos político y respetable – el Capitalismo desnudo es una mafia podrida intolerable y por eso usa vestimentas feudales o proletarias, según necesite).

      Pero como decía Escobar recientemente, a la OTAN no le interesan un puñado de revolucionarios y no les va a apoyar sino de boquilla (otra cosas sería si ganaran o si prestaran vasallaje – pero no). Gadafi va a pasear hasta Tobruk con sus tanques y aviones (si los rebeldes libios no se lo impiden) y va a hacer una masacre. Después habrá rifi-rafe verbal quizá pero los negocios de Europa en Libia continuarán con normalidad.

      Ahora bien. Yo no creo que la dinastía Gadafi salga reforzada de ésta. Al contrario, como las otras dinastías de la zona, sean tradicionales, coloniales o bonapartistas, es exactamente lo que los Árabes rechazan y contra lo que se están alzando desde El Aaiun y Casablanca hasta Bahrein y Sanaa.

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      Maju

      18/03/2011 at 11:18

  20. no entiendo algo: a quien o a que país pertenecera libya luego de que el dictador… salga del poder??? y los otros países estan contra el precidente de libya o contra todo el país ???? es cierto que los otros países le quieren quitar del poder para poder disponer de su petrolio???
    PD
    disculpen mi ignorancia solo tengo 12 años…

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    fiama

    19/03/2011 at 17:22

    • Me parece impresionante que con doce años te interese tanto lo que pasa en el mundo, Fiama.

      Son preguntas muy difíciles de responder, sobre todo porque no podemos predecir el futuro. Pero son buenas preguntas.

      En cualquier caso ahora ya no se estila anexionarse colonias directamente como hace un siglo. Por lo tanto, al menos formalmente, Libia seguirá siendo de Libia (a no ser que este proceso evolucione en uno de unidad pan-árabe – que no creo en este estadio).

      Pero el quid de la cuestión es quien tendrá el poder en Libia, en que medida estas autoridades representarán al pueblo libio y/o servirán a intereses extranjeros. Eso es lo que se discute tan acaloradamente a veces.

      El petróleo de Libia es sin duda un aspecto central. En los años 60, Gadafi dio un golpe de estado contra el rey con un discurso nacionalista y socialista muy original (el Libro Verde que seguramente puedes encontrar online). El problema es en que medida el régimen se adecua a la realidad (hay verdadero poder popular, democracia socialista en Libia? – parece que no o poca, más bien es una dictadura militar de corte más o menos populista, bonapartista si quieres, bastante gastado), sobre todo teniendo en cuenta la evolución del régimen en las últimas décadas en que se ha puesto al servicio de las multinacionales del petróleo, en particular ENI (Italia).

      El otro problema es en que medida son los rebeldes profundamente revolucionarios, que depende mucho de como concibas los procesos revolucionarios y su finalidad.

      Y, aunque sean auténticos revolucionarios de corazón, que seguramente lo sean en algún grado puesto que se juegan la vida y son muchos (demasiados para una mera manipulación de la CIA o quien sea), el otro problema es si podrán seguir siendo independientes una vez que se han endeudado (y se endeudarán aún más) con la OTAN y en particular ese agente del Mossad que es Sarkozy (Presidente de Francia, de profunda derecha policíaca y militarista – un gallito del estilo de Putin, vamos).

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      Maju

      19/03/2011 at 19:16

  21. Ya que estoy en este debate y por lo que pueda valer, igual os interesa este artículo de Gara donde se analiza la posición de la izquierda tunecina.

    Hay al parecer división en torno a la zona de exclusión y la intervención militar pero no en torno a quién apoyar: a los rebeldes sin duda.

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    Maju

    19/03/2011 at 20:15

  22. Maju, yo acuerdo con que lo fundamental es la lucha de clases, pero como se expresa judicial, militar, social, cultural, ideologicamente y larga lista de etceteras esa lucha…
    Cuando aclarás: «No hay tantas diferencias culturales entre las regiones musulmanas y las ex-cristianas (las hay pero no exageremos: se diluirán a medida que penetre el agnosticismo y el pragmatismo). Y mucho menos con las aún largamente cristianas como partes de USA, Polonia, etc. Hay diferencias de tempo histórico y en por eso ellos están experimentando ahora revoluciones como las que Europa y América experimentaron desde hace 200 años. Al fin y al cabo estas religiones no son más que barnices en una humanidad única: sólo tienen unos pocos siglos (mil y pico años). Soy insensible? No creo: conozco a “ex-musulmanes” que piensan lo mismo, que no hay que aplicar un rasero a los católicos y otro a los sunitas – son esencialmente lo mismo. »

    Das en la tecla. Es la concepcion esa, occidentalista a ultranza, la que no puede comprender la dinamica y dimension del problema. Pues ves el conflicto a traves de las anteojeras que te niegas a quitarte.
    Eso de que el agnosticismo avanzará, y que es lo mismo que vivio la sociedad occidental en los ultimos 200 años, primero es una mentira: Hace 50 años que no para de crecer la cantidad de fieles musulmanes proporcionalmente a la población humana. Hoy día son el 19,9 por ciento de la humanidad, y mucho mas practicantes que nuestros cristianos y sus diferentes ramas.
    2do: ellos no son atrasados a partir de nuestro avance liberal burgues de hace 200 años. Son otra cosa…
    podemos pecar de orientalismo como Hegel, como Marx y como tantos, creo que tambien podemos ampliar la perspectiva, y tratar de comprender la realidad y los moviles de las masas en otras civilizaciones interesantemente diferentes a las nuestras.

    Rolo:
    Estudiarè tu libro nuevo que me decís, porque de principio que no estoy de acuerdo con tu tesis. Pero estoy dispuesto a que me convenzas.
    Saludos
    JRO

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    Jorge R. Ottino

    21/03/2011 at 21:13

    • Es opinable. Pero aquí en el País Vasco tuvimos nuestra fase talibán (carlismo) y en el estado español en general hubo dictadura jomeinista por 40 años (franquismo: clavado a lo de irán mutatis mutandi).

      Mi madre, que es fundamentalista católica y fascista histérica (lo que me tocó), no ve el paralelo porque para ella las diferencias entre Occidente y el Oriente de Occidente son absolutas. Tú tampoco al parecer – por las mismas razones etnicistas.

      Yo en cambio veo todo muy parecido entre el Cristianismo y el Islam. Al final no son mas que sectas judaicas, yahvistas, monoteístas patriarcales abramánicas que se diferencian en detalles nada más. Ideologías formalmente antitéticas pero esencialmente idénticas.

      Y los que estamos fuera (ateos, agnósticos, secularistas en general incluso aunque tengan creencias personales) pues estamos fuera. Su disputa no es nuestra disputa y es una falsa disputa para sacarnos del cuadro a la Izquierda Secular. En la medida en que perdemos el tiempo distraídos por el no-conflicto entre Bin Laden y Bush, entre Khomeini y Reagan… ellos ganan y nosotros perdemos. No importa si gana Khomeini o Bush: son el mismo perro con distinto collar.

      «Hace 50 años que no para de crecer la cantidad de fieles musulmanes proporcionalmente a la población humana».

      No sé si es cierto o no pero es un crecimiento meramente demográfico. Como sabrás bien hay muy pocas conversiones al Islam y muchas apostasías de facto (a veces no abiertas pero muy reales), como en toda secta obsoleta (como en el Catolicismo o en los Testigos de Jeová, cada cual con sus matices).

      Es cierto que en algunos lugares del mundo la identidad musulmana sirve de bandera en torno a la cual acumular fuerzas que quizá sean anti-imperialistas (contra un imperio pero a favor de otro, aunque sea mítico) pero no son ni socialistas ni revolucionarias (exceptuando quizá el bicho raro del «Islamismo de la Liberación» por así decirlo – que también lo habrá pero que no puede ser central sino hubris, como lo es el Catolicismo «de la Liberación» y su impotencia infinita y monótona).

      «Hoy día son el 19,9 por ciento de la humanidad, y mucho mas practicantes que nuestros cristianos y sus diferentes ramas».

      No hay casi cristianos ya – al menos por aquí (en el estado español en general, en particular en le País Vasco). Cristianos que no van a misa no son cristianos… son agnósticos transicionales. Esto es un gran logro. Por lo que tengo entendido lo mismo sucede en Irán, donde el fundamentalismo esta destruyendo la fe, lo mismo que el fundamentalismo franquista destruyó a la iglesia y al ejército españoles en tema de reputación y seguidores (aunque esto ocurriera en una corriente más amplia en toda Europa y el mundo – incluso USA es cada día más ateo).

      Los ritmos y los detalles son distintos, los procesos son el mismo: somos humanos y a «Dios» no se le encuentra por mucho que busques.

      No creo que las cifras de musulmanes sean ciertas 100%. Como las cifras católicas son exageradas, incluyendo todos los nacimientos, todas las identificaciones obligatorias en un carnet de identidad… Yo conozco a muchos «musulmanes» que son agnósticos e incluso ateos pero se les cuenta como musulmanes en tus estadísticas.

      Por supuesto que aún quedan muchos creyentes pero es equiparable a la fase «carlista» – todo llegará. Tras el empacho se ayuna.

      En cualquier es una secta de ghetto que no puede seducir a nadie fuera de su ámbito natural (alguna excepción habrá). Nadie se va a cortar el prepucio o ponerse una burka, dejar de comer jamón y beber cerveza, y sobre todo prostrarse cinco veces al día hacia un pedrusco en La Meca sólo porque lo diga un tío que murió hace 1300 años y que hablaba de «temer a dios» (me leí los primeros cinco capítulos enteros del Corán y lo odié – me pasó algo muy parecido con la Biblia de crío).

      El Islam, lo creas o no es insostenible, pero llevará tiempo.

      Yo entiendo que tu actitud es paternalista: «los pobres «moros» no dan para más que para prostrarse ante La Meca». Por supuesto que dan para más y de hecho nos están sorprendiendo. Ahora bien todos los procesos tienen sus complicaciones y ya me estoy viendo venir a los Hermanos Musulmanes en horda en Egipto por ejemplo – pero no son una fuerza de izquierda en ningún caso. Y su dimensión anti-imperialista habrá que evaluarla puntualmente y, especialmente, en la medida en que permitan a las fuerzas de izquierda organizarse.

      Chang-Kai-Chek solo vale si ayuda a los comunistas, no si los masacra. Cuidado!

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      Maju

      21/03/2011 at 23:18

  23. MAJU, no discuto mas, es un garrón discutir con vos, te apendejas mucho. Yo no quiero ganar ningun debate. Vos te pones de punta con todo el mundo. No se que resentimiento tenes. Pero de verdad, es insoportable, porque por encima esta descalificar al otro, tergiversandolo, interpretando lo que te antoja, y haciendo silogismos desviados. La verdad, creo que se trata de pensar, de reflexionar, y compartir ideas. No quieras convencerme, en todo caso, dame elementos para que yo me convenza solo. No me saques mis pensamientos, conmoveme las bases de mi pensamiento, entonces al cuestionarme me enriqueces… pero generas todo lo contrario.
    Mi actitud es reflexiva y comprensiva, no paternalista.
    La tuya si es paternalista, hasta conmigo y hasta con Rolando, pues estas dale que dale con las interpretaciones como un juez desesperado por golpear el martillito y mandar al acusado adentro.
    Es una forma imperialista de libre pensamiento, una forma policial de izquierdismo lo tuyo.

    «Chang-Kai-Chek solo vale si ayuda a los comunistas, no si los masacra. Cuidado!»
    Hizo las dos, y Mao lo secuestró para obligarlo a una alianza. Lo que definió fue Mao que desobedecio a Stalin. Muy bien Mao.
    El asunto en el mundo Arabe es: quien es Mao?
    Quienes son los comunistas?
    Quienes son el resto del pueblo?
    Quienes son Chiang Kai-Shek?
    Quienes son los Japoneses?
    Quienes son los Yanquis?

    Y aca es donde se hace añicos tu esquema.
    Hay que pensar, reflexionar, y tomar decisiones. Y no dogmatizar y evangelizar con la estrella de Moscú, Paris, o el país Vasco.
    Saludos
    JRO

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    Jorge R. Ottino

    27/03/2011 at 11:47

    • «Vos te pones de punta con todo el mundo. No se que resentimiento tenes».

      El único resentimiento que puedo tener es haber sufrido una educación islámica… perdón cristiana (que es más o menos lo mismo), haber nacido bajo un régimen fundamentalista (fascismo franquista), etc. Ni idea por qué puedo estar tan cabreado con la gente que lava el cerebro a los niños haciéndoles promesas que no pueden cumplir (vida después de la muerte) y otras mentiras canallas como odiar al cuerpo o aprender a ser cobardes y sumisos.

      La religión apesta y no hay que ser muy versado en la historia revolucionaria para entender que casi todos los pensadores socialistas odiaban a la religión por ser un instrumento al servicio de la reacción.

      «Mi actitud es reflexiva y comprensiva, no paternalista».

      Es justificatoria, no comprensiva. Yo comprendo pero discrepo, aquí y en el kebab halal de la esquina (aún no me han linchado), yo defiendo el derecho a ser ateo, a apostatar y a criticar la religión. Aquí y en La Meca.

      Tú estableces diferencias: aquí sí, en La Meca no. Eso me parece insultante, especialmente para con los disidentes religiosos bajo el Islam. Ellos y ellas, quienes se cuestionan la religión (y sus mandatos absurdos y opresores) en Pakistan, Saudia o Irán, con toda la dificultad que conlleva en esas sociedades tan cerradas, tan tradicionalistas y religiosas a menudo de forma fanática, se merecen nuestro apoyo, nuestra simpatía, nuestra solidaridad internacionalista. No sus opresores.

      Quien no tenga esto claro no es (y lo digo rotundamente, con convicción, de corazón) un comunista y mucho menos un internacionalista.

      «El asunto en el mundo Arabe es: quien es Mao?»

      Que yo sepa no hay ningún Mao… pero sí que hay comunistas (p.e. el PCOT de Tunicia o los perseguidos partidos comunistas de Irán, Iraq, Siria y posiblemente otros lugares que no conozco, el PFLP, etc.). Lo más parecido a un «Mao» que yo reconozco ahora en el mundo árabe es Hamma Hammami. No creo que tenga la dimensión de Mao pero es un líder comunista árabe. Le escucho a él o escuchó a los ayatolás? O escucho a Gadafi que se oponía a la revolución tunecina?

      «Hay que pensar, reflexionar, y tomar decisiones. Y no dogmatizar y evangelizar con la estrella de Moscú, Paris, o el país Vasco».

      O de La Habana, Caracas o Buenos Aires…

      En todo este debate en sentido amplio, apenas he visto a nadie diciendo: «esto es lo que dicen los comunistas (o anarquistas u otos socialistas…) árabes, esuchémosles, sigamos sus directrices: ellos son «Mao» (si alguien lo es). Porque a Caracas le venga bien tener amistad con los ayatolás… no vayamos a pensar que son fuerzas revolucionarias. No los son: son fascistas.

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      Maju

      27/03/2011 at 15:21

  24. Gaza.

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    Migue

    27/03/2011 at 20:32

  25. ¡¡Enhorabuena por el excelente artículo!! Poco más puedo decir excepto que se agradece recibir un poco de análisis inteligente y verdaderamente progresista en medio de tantos comentarios pseudoizquierdistas -en realidad profundamente reaccionarios-. Los que mas abundan son del tipo de «Occidente es malo y en la intervención en Libia hay trampa porque antes recibían a Gadafi como jefe de Estado y ahora lo bombardean, luego todo debe ser por la cosa del petróleo y el imperialismo».
    Pero en realidad esos argumentos -por llamarlos de alguna forma- se sustancian en estupidez e ignorancia mezcladas con buenas intenciones. Debo recordar ahora que hay un dicho español que reza «el infierno está empedrado de buenas intenciones» y que no por mucho repetir que uno es progresista realmente lo es. O bien, dado que soy incapaz de comprender que los estados democráticos -capitalistas, sí, pero demócraticos, si puedo copiarte- tengan que contemporizar con jefes de Estado tiránicos en momentos de ‘normalidad’, porque creo que la política exterior Occidental debería ser tan simple como jugar a las verdades con los amiguitos, tampoco podrá comprender nunca que en política, saludar con una sonrisa y un apretón de manos protocolarios a un tirano, no te convierte necesariamente en tirano. Y a la vez, que lo verdaderamente hipócrita para Occidente hubiera sido mirar para otro lado mientras ese loco de las jaimas y las putas contrataba mercenarios para asesinar a su propio pueblo porque habían osado manifestarse. Gracias especialmente por el análisis mediático. Voy a ver si me entero de la forma de linkear tu artículo a mi blog, que es que no soy muy experto en eso.

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    Maldito Roedor

    28/03/2011 at 18:49

    • Aprovecho para presentar un argumento, que charlaba el domingo pasado con un viejo amigo con el que estuve, en 1976, secuestrado por la dictadura militar. Es casi una regla que todo detenido, aunque sea para consolarse, sueña con alguna manera de poder escapar (máxime si está en un campo de detención clandestino, de una dictadura, con la perspectiva de más torturas, y eventualmente la muerte). Ahora bien, supongamos que, por las razones que fueran, los servicios de alguna potencia extranjera nos hubiera ofrecido ayuda para realizar una fuga. Podemos pensar que quisieran hacerle alguna zancadilla a la dictadura, o presentarse como «humanitarios», etc. En cualquier caso, ¿hubiéramos debido rechazar la ayuda, por tratarse de una «injerencia colonialista»? O tal, vez, ¿deberíamos haberlo rechazado con el argumento «son hipócritas»? Además, en caso de aceptar, ¿nos hubiéramos convertido en «agentes objetivos de la potencia extranjera»? Hay gente que parece que nunca estuvo sometida a alguna prueba «en serio» de la lucha de clases. Me gustaría preguntarles, ¿qué habrían hecho ellos, en una situación así? Insisto, ¿hay derecho a calificar de «agente de la CIA» a alguien que hubiera aceptado esa ayuda? Además, la «consigna» de la izquierda, ¿debería haber sido «ninguna ayuda extranjera para los que quieran escapar»?

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      rolandoastarita

      29/03/2011 at 14:14

  26. Aunque este en frances recomiendo este articulo :http://www.michelcollon.info/_Maurice-Lemoine_.html

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    Hector

    30/03/2011 at 03:31

  27. Estaba opinando en artículos con respecto a Cuba, pero buscando otras cosas di con este artículo sobre Libia en el que Ud. pinta como «rebeldes» a los mercenarios que derribaron el Estado Libio, la Jamajiriya (transliterando directamente al español). Es bien conocido por quienes manejan un poco de datos históricos, que las bandas que combatieron en Libia para derrocar a Gadafi tienen estrechos vínculos, por no decir que en esencia eran lo mismo, con los grupos que ahora mismo están actuando en Siria contra el gobierno de Al Assad, democráticamente electo (quizás Ud., al igual que los medios imperialistas, impugne esa elección que fue supervisada por varias agencias, pero naturalmente, no por las que querían enviar los norteamericanos, pues el gobierno Sirio no admitió esa injerencia, con toda dignidad). Pretender que esos grupos, financiados por la CIA y el Mossad, son rebeldes del pueblo libio alzados contra Gadafi, es hacer el juego a la manipulación mediática, y veo que esa es la nota predominante en este blog, la de acompañar en esa manipulación constante y desgraciadamente masiva. Quizás Ud. también ahora diga que el llamado «Estado Islámico» es otro «ejército de patriotas que defienden las tradiciones musulmanas nacionales afganas»…. ah… perdón, es que me quedé allá, por los años ’80, cuando los MERCENARIOS llamados «muyahidines», financiados por la CIA en la Operación «Cyclone» (una de las más costosas de su historia), entraban a suelo afgano desde Pakistán, y entonces los EE.UU. hipócritamente acusaban a la URSS de haber «invadido» afganistán, porque entraron a ayudar al gobierno de la República Democrática frente a MERCENARIOS, a los cuales la CIA y el Complejo Militar Industrial estadounidense NUNCA DEJARON DE AYUDAR, FINANCIAR Y ARMAR hasta los dientes. Entonces, ¿cómo le llama Ud. a esos del «Estado Islámico»? ¿Quizás Ud. es de los que dice que los de Al Nussra y el «Ejército Libre de Siria» son también «opositores moderados»? Vamos, que con este artículo de Libia Ud. se ha mostrado tal cual es: UN TRAIDOR AL SOCIALISMO, si es que alguna vez fue Ud. socialista siquiera de intención.

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    Domingo Monterrojo

    21/08/2016 at 19:46

    • No invente, jamás defendí al Estado Islámico (¿son los nervios los que le impulsan a decir estas sandeces?). Pero tampoco nunca apoyé a dictaduras como la de Kadaffi, Al Assad, Mengistu, Idi Amin o Videla. Por supuesto, para ustedes los que luchan, o lucharon, contra estas dictaduras, son traidores al socialismo. Para bajárselo a tierra: a mí la dictadura en 1976 me torturaba por ser un «traidor al socialismo». Y Fidel Castro defendía a la dictadura (que secuestraba, torturaba y asesinaba izquierdistas) por ser un «defensor del socialismo». Esta es la curiosa (y repugnante) lógica de ustedes, los stalinistas.

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      rolandoastarita

      21/08/2016 at 23:57

  28. Ud. confunde, como decimos los cubanos, la gimnasia con la magnesia. Ni yo soy stalinista (con o sin e al principio, da lo mismo), ni Fidel Castro defendió jamás la dictadura militar argentina. Allá Ud. si se lo cree, o peor, si le da a las a la manipulación. Ciertamente, en el momento en el que se produjo la Guerra de las Malvinas, uno de los países que ofreció su solidaridad a Argentina fue Cuba, junto con otros muchos, como Perú, o hasta aquella Venezuela que todavía era sierva del mercado yanqui para el petróleo que le regalaban prácticamente. Ofrecieron su ayuda a Argentina también países como Libia y la propia Unión Soviética, porque no se trataba de la dictadura militar, sino del despojo de las Malvinas por parte de la potencia imperialista británica, y para todos los latinoamericanos conscientes, LAS MALVINAS SON ARGENTINAS, y como argentinas, latinoamericanas, es un pedazo de nuestra Patria Grande. Si Ud. fue de los perseguidos de la dictadura, mis respetos y me inclino ante la resistencia contra los militares asesinos. Lo otro, lo de las votaciones en la ONU, todavía lo estoy investigando, porque es muy reciente que lo supe, y estoy demasiado acostumbrado ya a encontrarme con engendros pseudo-históricos con forma incluso de documentos «oficiales». No sé si Ud. sabrá todo lo de la falsificación de las órdenes y documentos respecto de la autoría de la NKVD y de su jefe Beria en la masacre de Katin, que de acuerdo a investigaciones sin FALSIFICACIONES DE POR MEDIO, fue perpetrada por los nazis. Un equipo de falsificadores fue encargado de fabricar esos documentos, en la época de Yeltsin, para culpar a la URSS de ese crimen. No se trataba de culpar en los medios a Beria, sino a la URSS. O podría sacarle toda la atroz y repugnante campaña sobre el Holodomor (y le repito que NO SOY ESTALINISTA), campaña de manipulación histórica y falsedades que el canadiense Douglas Tottle desnudó en su libro 2Fraud, famine and fascism», cuya traducción estoy terminando en estos momentos y que trataré de publicar en Cuba. Por tanto, no me asombraría que incluso a espaldas de Cristina se estuviera trabajando algo así. Pero de ser ciertos esos documentos, ello no implica un apoyo del «castrismo» al régimen militar argentino ni mucho menos. Y le hago una recomendación, si se precia aún de ser de izquierda, y de ser de alguna manera antimperialista: cuando vaya a escribir sobre Cuba, piense en el bloqueo, piense en cómo ese GENOCIDIO A LARGO PLAZO ha limitado las posibilidades económicas de un país entero, y de como eso ha sido combinado con una campaña mediática para hacer parecer al gobierno revolucionario cubano como culpable de las escaseces y penurias de los cubanos. Yo salí de Cuba, he estado fuera de Cuba y he visto la campaña CONSTANTE, FEROZ Y CALUMNIOSA contra Cuba, cad día, cada hora, cada minuto. Le digo aún mas, en esos mismos medios que al parecer dictan ciertas frases y vocablos a Ud., se trata como heroínas y como «rebeldes» a unas «señoras» que el pueblo cubano conoce bien como mercenarias, y que se llaman Damas de Blanco, pagadas por la antigua Oficina de Intereses de EE.UU. en Cuba, recientemente vuelta a ser embajada. Yo estuve personalmente en una manifestación de las Damas de Blanco, fui a cinco o diez metros de ellas en todo su recorrido, y la policía iba CUIDÁNDOLAS, evitando a toda costa que LA GENTE DE LA CALLE LES TIRARA COSAS, pero no podían los policías evitar que les gritaran cosas como «¡Descaradas, p…. que le dieron el c…. a los yanquis! y otras «bellezas» por el estilo. Y al otro día esa «bloguera» premiada que se llama Yoani Sánchez publicó un artículo sobre la «brutal represión y golpiza que le habían propinado los policías y «agentes del Castrismo vestidos de civil» a esas «heroínas de la resistencia» contra la «dictadura», y nada de eso había pasado. Señor, YO ESTABA ALLÍ, NADIE ME LO CONTÓ. Si le queda un rescoldo de antimperialismo, primero infórmese a fondo, no se quede en la superficie, cuando vaya a escribir sobre esta o aquella situación de países que no ha visto personalmente. Y en cuanto a Cuba, le recomiendo un sitio muy interesante, que habla precisamente de estos casos de manipulación: Cubainformación

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    Domingo Monterrojo

    22/08/2016 at 03:30

    • «… ni Fidel Castro defendió jamás la dictadura militar argentina».

      Repito: Cuba y la URSS sistemáticamente vetaron las condenas a la dictadura argentina en los organismos internacionales, en los años 1976-1978. ESTO ES UN HECHO.

      Segundo, usted es un stalinista «hecho y derecho». Como lo son los castristas. No es casual que la posición de Cuba frente a la dictadura argentina haya sido IGUAL a la posición de la burocracia soviética. Como no es casual que Castro y el PC cubano hayan apoyado la invasión soviética a Checoslovaquia. Como señalo en la nota, todavía HOY (vea reportaje a Fidel Castro citado en la nota) Castro sigue reivindicando esa invasión. Es el método stalinista por excelencia de «construir el socialismo». Es lo que ustedes reivindican. Reproduzco una parte de la nota:

      «… en 1968 se produce la toma de posición que marca un hito: Castro apoya la invasión de los países del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia. Los intelectuales castristas que hoy quieren pasar por “radicales” e incluso “semi-trotskistas”, evitan referirse al asunto, pero el impacto que tuvo este pronunciamiento en el movimiento comunista mundial fue muy grande.

      Uno de los resultados del giro fue que los grupos guerrilleros que habían sido apoyados en los 1960, dejaron de recibir asistencia material de Cuba, o tuvieron menos asistencia (aunque se siguió ofreciendo refugio en Cuba y entrenamiento militar). En 1970 el líder guerrillero venezolano Douglas Bravo acusó a Castro de abandonar la revolución continental para favorecer el desarrollo económico de la isla. A su vez, la guerrilla guatemalteca dirigida por Yon Sosa dejó de recibir cualquier tipo de asistencia, ya que no quería resignar su independencia. Los cargos por “trotskistas” y “provocadores de izquierda” por parte de los cubanos (dirigentes del PC o delegados de su Comité Central en países extranjeros) a militantes de izquierda que se resistían a sus orientaciones, se hicieron frecuentes.

      Luego, en los años que siguieron, se consolidó la identificación política e ideológica del castrismo con la burocracia soviética. Por eso, en 1972, en ocasión de su viaje a la URSS, Castro podía declarar, sin despertar asombro, que “nuestro pueblo tiene absoluta confianza en la política de principios de la Unión Soviética” (27/06/72). Reafirmando esta orientación, Cuba otorgó la Orden José Martí, entre otros gobernantes stalinistas, a Nicolae Ceausescu de Rumania, a Erich Honecker de Alemania Oriental y a Leonid Brezhnev. Incluso Fidel Castro calificó de “gran líder” a Kim Il Sung, y declaró que “la Corea del socialismo” era un país de “trabajadores liberados, del pueblo soberano y digno, de los científicos creadores, de los niños felices…” (11/03/86)».

      USTED DEFIENDE TODO ESTO. Y al que cuestiona, lo acusa de «traidor al socialismo». ¿Cómo quiere que lo considere, sino como un stalinista convencido hasta la médula?

      Agrego: la dirección castrista no solo ha reivindicado al stalinismo en su pureza, sino también ahora sigue el rumbo que han tomado los otros regímenes burocrático-estatistas (a excepción hasta ahora de Corea del Norte), esto es, el giro hacia un capitalismo controlado por la burocracia estatal. Por eso NO ES CASUAL que Castro y el PC cubano embellezcan el curso actual de China, mintiéndole al pueblo sobre un supuesto avance al socialismo de ese país.

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      rolandoastarita

      22/08/2016 at 08:41

  29. Sr. Astarita, acabo de leer su artículo sobre Libia. Observo que dispone de bastante información sobre Libia. Me gustaría conocer su análisis sobre la situación de este país del Magreb. De otra parte, en una entrada del blog me he interesado por conocer bibliografía sobre el movimiento obrero en el mundo árabe/musulmán, le estaré muy agradecido si deja algunas referencias.

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    Averroes

    11/04/2017 at 08:42

  30. Por si interesa, dejo la referencia del libro recientemente publicado por Javier Martín, titulado No hay tierra sagrada para los vencidos, sobre la problemática de la emigración en el Mediterráneo, donde la guerra en Libia es fundamental. Son pocas páginas que merecen ser leídas. Se encuentra en la editorial Blume.
    «A través de las historias de Tarek Adam, un joven migrante al que conoció tras huir de la revolución Libia en 2011, Destiny, un nigeriano que trató de cruzar a Europa en 2015, y Belo Dida, un joven camerunés con el que compartió navegación a bordo del barco de rescate Aquarius en 2018 -y que, como los otros, compartía el sueño de ser futbolista-, Javier Martín bucea en el pasado, el presente y el futuro de la región mediterránea en una suerte de Odisea que arranca en el África subsahariana, atraviesa los desiertos del Sahel y Argelia, se interna en la guerra de Libia y surca el Mediterráneo, convertido en un gran cementerio sin tumbas en el que se ahogan los sueños de miles de personas anónimas a las que han vencido la pobreza, la tortura, la codicia, el extremismo religioso y la geopolítica europea. Un abigarrado pero armonioso coro en el que se pueden escuchar con fuerza las voces de los propios migrantes, pero también de las mafias que comercian con ellos y que se benefician de la economía corsaria que domina y explica la zona, de las víctimas del yihadismo y de la guerra en Libia, de analistas independientes y de las ONG que trabajan para frenar una de las mayores tragedias humanitarias de nuestro siglo». Buena lectura.

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    Averroes

    05/12/2020 at 16:28


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