Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

¿Keynes partidario del valor trabajo?

with 23 comments

La presente nota tiene como objetivo aclarar una confusión que se ha instalado en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, con respecto a Keynes y su relación con la teoría del valor trabajo de Marx, o Ricardo. A partir de un pasaje de la Teoría General, se sostiene que Keynes habría aceptado, de alguna manera, la teoría del valor trabajo. Esta idea es defendida en Argentina por el doctor y profesor de economía Axel Kicillof. Empiezo precisando en el punto en común que tienen las teorías del valor trabajo de Ricardo y Marx, para luego abordar la cuestión en Keynes.

La teoría del valor trabajo en Ricardo y Marx

Si bien entre la teoría del valor de Ricardo y Marx existen importantes diferencias, ambas tienen como punto de partida la idea de que el valor de las mercancías está determinado por el tiempo de trabajo humano, y por lo tanto los precios están regidos, o determinados, por los tiempos de trabajo humano. En este respecto Marx decía que éste era el punto de partida para el estudio de la sociedad burguesa:

“La base, el punto de partida para la fisiología del sistema burgués –para la comprensión de su coherencia interna y sus procesos vitales- es la determinación del valor por el tiempo de trabajo. Ricardo parte de ahí, y obliga a la ciencia a salir de sus carriles, a explicar la medida en que las otras categorías –las relaciones de producción y comercio- desarrolladas y descritas por ella corresponden a dicha base, a ese punto de partida, o lo contradicen…” (Marx, 1975, t. 2 p. 141).

Marx señala que si bien Ricardo no analiza el carácter de ese trabajo, el haber partido de la determinación de los valores relativos de las mercancías por la cantidad de trabajo, constituye un indudable mérito histórico, y “una necesidad científica en la historia de la economía” (ídem, p. 140). Subrayemos que si el trabajo es la fuente del valor, necesariamente es la fuente de la ganancia del capital. Ésta es la consecuencia necesaria de la teoría del valor trabajo.

El pasaje de Keynes

Toda la argumentación de Kicillof descansa en un pasaje de la Teoría General, en el cual Keynes dice que “es preferible considerar al trabajo, incluyendo, por supuesto, los servicios personales del empresario y sus colaboradores, como el único factor de producción que opera dentro de un determinado ambiente de técnica, recursos naturales, equipo de producción y demanda efectiva” (p. 191, edición FCE; énfasis agregado). Y un poco antes, Keynes había dicho que simpatizaba “con la doctrina preclásica de que todo es producido por el trabajo…” (p. 190). Comentando este pasaje, Kicillof (2002) afirma que en este punto Keynes llega a una “conclusión asombrosa y a la vez indignante para cualquier representante de la escuela marginalista: el valor no puede provenir de otra fuente que no sea el trabajo”. Y en su tesis doctoral escribe al respecto: “Para Keynes, el trabajo, ayudado por el estado de la técnica y en cierto ambiente natural, es la única fuente del nuevo valor” (Kicillof, 2005, p. 426). También “el trabajo sería así el costo real único de la producción” (ídem, p. 428). Más adelante: “Keynes parece adherir así a una explicación según la cual el precio de toda mercancía solo refleja el costo relativo de trabajo necesaria para producirla”. Si se remonta hacia atrás, sigue Kicillof, Keynes solo encuentra trabajo en la producción de la mercancía (ídem).

Sostengo que no hay manera de sostener semejante interpretación. Empezando por el hecho de que Keynes jamás explica la ganancia a partir del trabajo, sino de la escasez, como lo reconoce el propio Kicillof. Según Keynes, la escasez incrementa el precio de los bienes por sobre “su valor”, dando lugar así a la ganancia. Pero si esto es así, el trabajo no puede regir el precio, ni ser la única fuente de valor, a no ser que consideremos “valor” a la parte del precio que está determinada por el trabajo, y “no valor” a la parte del precio que está determinada por la escasez. Con lo cual tendríamos una petición de principio, en primer lugar; y una afirmación contradictoria con la tesis de “precios regidos por los tiempos de trabajo”, en segundo lugar. La realidad, sin embargo, es que la ganancia en el sistema capitalista es sistemática; de manera que integra el precio de los bienes; por lo tanto no hay manera de sostener que el precio de los bienes es proporcional solo al trabajo, en la sociedad capitalista. En aras de defender una tesis “imposible”, Kicillof ha embrollado completamente el asunto, a partir de una lectura superficial del pasaje en el que Keynes habla del trabajo como único factor de producción. Tratemos de aclarar el asunto.

El pasaje citado conecta con la discusión que hace Keynes acerca del rendimiento del capital. En este punto Keynes admite que el capital tiene un rendimiento físico, pero niega que la tasa de interés, o el rendimiento monetario, tengan relación con ese rendimiento. Su idea clave es que el rendimiento monetario, esto es, la eficiencia marginal del capital, se deriva de la escasez del capital. O sea, este “excedente de rendimiento” monetario se diferencia, según Keynes, del rendimiento “en sentido físico”. Por eso, inmediatamente antes de la frase en que declara su simpatía “con la doctrina preclásica” (o sea, con Ricardo), escribe: “Si el capital se vuelve menos escaso, el excedente del rendimiento disminuirá, sin que se haya hecho menos productivo- al menos en sentido físico” (p. 190; énfasis agregado).

Por lo tanto Keynes está vinculando el “excedente del rendimiento” a la escasez, y lo distingue del rendimiento “en sentido físico”. Destaco que cuando habla del rendimiento que se deriva de la escasez, está hablando del rendimiento en términos monetarios. No hay dudas de esto ya que está comparando ese rendimiento con la tasa de interés (p. 190, antes de los pasajes citados). Más en general, en la teoría de Keynes la ganancia, el salario y el interés se conciben en términos monetarios. En cambio, cuando se refiere al rendimiento físico del capital, no habla en término de valor, o monetario. En consecuencia, cuando Keynes dice que simpatiza con la teoría preclásica de que “todo es producido por el trabajo”, y cuando en seguida afirma que el trabajo es “el único factor de producción”, no está diciendo que el trabajo es la fuente de la ganancia (o sea, del excedente del rendimiento monetario). Por lo tanto, no puede afirmar que los precios estén determinados, en promedio, por los tiempos de trabajo, en la sociedad capitalista donde los capitales rinden normalmente una ganancia.

¿Pero acaso Keynes no dice en ese pasaje que el trabajo es el único factor de producción? Sí, lo dice, pero no afirma que sea el determinante del precio (o sea, la fuente del valor), porque la parte que corresponde a la ganancia no puede haber sido generada por el trabajo. ¿A qué se refiere entonces Keynes? Respuesta: a que el trabajo es el único factor que genera los bienes. Keynes piensa que el trabajo es el único factor que genera, físicamente, los bienes. Aunque el valor de esos bienes no está determinado por el trabajo, ya que en la determinación de su precio (= valor en Keynes) interviene la escasez o abundancia. Esto es explícito en el mismo pasaje de la página 191, que comenta la afirmación de que “todo es producido por el trabajo”. Allí dice que “los resultados del trabajo pasado” son los bienes (de producción), “que también tienen un precio de acuerdo con su escasez o con su abundancia”. O sea, estos bienes son producidos por el trabajo, pero su precio no está determinado por el trabajo. No es esto lo que sostiene la teoría del valor trabajo de Ricardo, o Marx.

Incomprensión de la teoría del valor trabajo

De todas maneras, alguien puede preguntar si la afirmación de Keynes sobre que el trabajo es la única fuente productora de los bienes, no puede interpretarse como una aproximación a la teoría del valor trabajo, en particular a Marx. La respuesta es negativa. El pasaje que emociona al doctor Kicillof no constituye una aproximación a la teoría de Marx, o Ricardo, sino todo lo contrario. Es que Marx jamás dijo que el trabajo sea el único factor productivo, porque esto es imposible. La producción de bienes no solo exige trabajo, sino medios de producción, objetos sobre los que trabajar y herramientas con las que trabajar. Por esta razón Marx criticó a algunos de sus partidarios cuando escribieron en el programa de un partido obrero (el llamado programa de Gotha) que el trabajo es la única fuente de la riqueza (material). Si alguien dice entonces que el trabajo es la única fuente de la riqueza, no está adhiriendo a ninguna teoría del valor, sino simplemente está afirmando un disparate, a saber, que para la producción de bienes materiales solo se debe emplear trabajo. Es lo que parece afirmar Keynes en ese pasaje. Por este motivo, también, Keynes puede sostener paralelamente una teoría del precio (o valor) por agregación: costo en trabajo + ganancia derivada de la escasez. En otras palabras, según Keynes el trabajo genera los bienes, pero el valor de esos bienes no está determinado únicamente por el trabajo. De manera que la diferencia con la concepción de Marx sería por partida doble. En primer lugar porque para Marx el valor está determinado únicamente por el trabajo; en segundo término, porque el trabajo no es el único factor de producción.  Agrego sobre esto último, que la afirmación de que el trabajo es el único factor de producción, no constituye en absoluto una tesis «subversiva», o indigerible para el pensamiento burgués, como parece creer Kicillof. Marx decía al respecto que «los burgueses tienen razones muy fundadas para atribuir al trabajo una fuerza creadora sobrenatural». Es que, siguiendo a esta idea, bastaría con el deseo de trabajar para tener riqueza, o al menos no ser pobre. Cuando se sostiene que el trabajo es el único factor de producción, se está haciendo silencio sobre las condiciones objetivas (los medios de producción) sin los cuales el trabajo no puede generar riqueza.

Hay que reconocer, de todas maneras, que incluso Keynes se da cuenta de que debe matizar la afirmación sobre que el trabajo es el único factor productivo. Es que si bien sostiene que “todo es producido por el trabajo”, inmediatamente agrega “ayudado por… [la] técnica, por los recursos naturales libres… por los resultados del trabajo pasado…” (pp. 190-191). Con lo cual está diciendo que el trabajo no puede ser el único factor de producción.

Trabajo como medida de valor

Entre los dos pasajes claves citados de la Teoría General, Keynes también dice que ha tomado la unidad de trabajo “como la única unidad física que necesitamos en nuestro sistema económico, aparte de las de dinero y tiempo” (p. 191). ¿Constituye esta afirmación otra muestra de adhesión de Keynes a la teoría de Ricardo? No, no lo es. Precisemos, en primer lugar, que Keynes no toma “al trabajo” como unidad de medida, sino al salario. Esto es, calcula, por ejemplo, la demanda real en términos de unidades de salario. Pero en segundo término, y más importante, es que tomar al trabajo (o al salario) como unidad de medida no es sinónimo de acordar con la tesis de que el trabajo es la fuente de valor. Supongamos que el precio de una mercancía sea $150, siendo $100 la remuneración del trabajo (dos salarios; la unidad de salario es $50), y $50 corresponden a la ganancia, originada por la escasez. Se puede decir que el precio de la mercancía equivale a 3 unidades salariales (o de trabajo, en la terminología de Keynes), sin por ello estar afirmando que los $50 que corresponden a la ganancia hayan sido generados por el trabajo; ni que el precio esté determinado por el trabajo. Todo esto es de nuevo elemental, pero es necesario aclararlo.

Cualquier neoclásico lo diría

Hemos dicho que la idea de que los precios están determinados por los trabajos invertidos no se sostiene una vez que introducimos la ganancia. La ganancia, insistimos, no es excepcional, y Keynes la hace derivar de la escasez. Dado que los bienes de capital (la maquinaria, equipos, etc.) son escasos, hay una diferencia entre el precio de los servicios de esos bienes de capital, y sus costos. Pero… ¿en qué consisten esos “servicios” del capital? ¿Cómo se establece su precio? Si hubiera intentado responder estas preguntas, Keynes se habría visto llevado a algo muy cercando a la teoría de la “productividad” del capital. Pero no lo hizo. Simplemente afirma que la ganancia aparece porque el precio de venta es superior al precio de los costos (costos que no pueden reducirse a trabajo).  En palabras de Keynes: “… se producirán de nuevo aquellos bienes cuyo precio de oferta sea menor que el del demanda, y aquellos bienes serán los que tengan una eficiencia marginal mayor (sobre la base de su precio de oferta normal) que la tasa de interés (…) Cuando no haya bien alguno cuya eficacia marginal alcance la tasa de interés, se suspenderá la producción de bienes de capital” (p. 203). Esto es, la ganancia deriva de la diferencia entre el precio de venta del producto, y el costo (o costo primo). Estamos ante una vulgar explicación del precio (o valor) por mark-up.

En este punto, el defensor de la interpretación “Keynes adhirió a la teoría del valor trabajo” todavía podría argumentar que, si el capital fuera tan abundante, sus “servicios” no tendrían precio, y por lo tanto el precio de las mercancías estaría determinado por los tiempos de trabajo. Pero el argumento es absurdo, porque si los precios de los bienes de capital llegaran a cero (nadie los quiere porque no hay manera de conseguir ganancias con ellos), no habría capitalismo ni mercado alguno. De todas maneras, es interesante destacar que la idea de que si el capital no tuviera retribución, o si el capital no existiera, los precios de las mercancías serían proporcionales a los tiempos de trabajo, no define a un partidario de la teoría del valor trabajo. Muchos economistas, incluso neoclásicos, pueden sostener esa idea. Por ejemplo, en Macroeconomía, de Blanchard y Pérez Enrri, se introduce el mark up a través de una economía en la que no hay capital y los precios están directamente determinados por las cantidades de trabajo. Esto es casi trivial. Si el único factor de producción es el trabajo, no hay manera de eludir esa conclusión. Sin embargo, una vez que introducen el capital, hay ganancia. Y es aquí, en la explicación de la ganancia, de su origen y naturaleza, que surgen todos los problemas. No es casual que Keynes, en este punto crucial, no haya recurrido a ninguna teoría del valor trabajo.

Por otra parte, la idea de que el beneficio surge de una diferencia entre el precio de venta y el precio de costo encierra el grave problema de que no hay forma de dar cuenta de dónde surge el poder de compra capaz de realizar esa parte del valor que corresponde a la ganancia. La escasez no puede generar ese poder de compra adicional. No hay manera de explicar por esta vía la ganancia, que es un fenómeno sistemático en el capitalismo. En la teoría de Ricardo, o Marx, en cambio, la cuestión no se plantea, ya que a un valor generado en la producción le corresponde un poder de compra equivalente. Pero en las teorías que explican la ganancia por un recargo sobre el costo (= salarios), el problema es irresoluble.

Agreguemos que también la explicación de la tasa de interés de Keynes está muy alejada de la teoría del valor trabajo. La tasa de interés en Keynes se asocia a la incertidumbre (es la prima por desprenderse de la liquidez) y al riesgo, que juega su rol. Por un lado, porque Keynes sostiene que el empresario tiene un riesgo, y el mismo es “un costo social real” (p. 132). Si la inversión es arriesgada, quien utiliza un préstamo necesitará un margen más amplio entre la eficiencia marginal del capital y la tasa de interés (p. 133). Pero por otra parte, dice Keynes, existe el riesgo que asume el prestamista, que “es una adición pura al costo de la inversión, que no existiría si el prestatario y el prestamista fueran la misma persona” (p. 133). Aquí el riesgo entra como un componente autónomo del costo. ¿Qué tiene que ver esto con la teoría del valor trabajo?

Aclaraciones finales

He realizado esta crítica debido a que en las clases que doy en la FCE mi interpretación sobre Keynes ha chocado varias veces con lo que plantea Kicillof en las suyas. En mi libro sobre Keynes ya había planteado mi crítica a la interpretación de Kicillof, aunque no mencioné su trabajo explícitamente en este punto. Esto se debió a que su tesis doctoral aún no había sido publicada, y abrigaba alguna esperanza de que cambiara su posición. Me pareció prematuro iniciar un debate público (aunque por vía privada le había manifestado mi desacuerdo) sobre el tema. Pero ha pasado el tiempo, y la idea de que Keynes fue un partidario de la teoría del valor trabajo se ha expandido, generando bastante confusión ya que están comprometidas las bases mismas de la comprensión de la teoría del valor. Es una interpretación que convierte a Keynes en mucho más heterodoxo y crítico del capitalismo, de lo que en realidad fue. La teoría del valor trabajo tiene implicancias subversivas –como lo advirtió la burguesía apenas el movimiento obrero comenzó a tomar fuerza- y Keynes era muy consciente de dónde estaban los intereses de la clase capitalista. Esto no significa negar que Keynes rompiera parcialmente con aspectos de la teoría neoclásica. Por ejemplo, con el mercado walrasiano y su economía sin tiempo ni dinero. Pero su ruptura fue muy limitada. Por eso mismo, finalmente su sistema pudo ser asimilado por la ortodoxia neoclásica, en buena parte.

Textos citados

  • Blanchard, O. y Pérez Enrri, D. (2000): Macroeconomía, Prentice Hall.
  • Keynes, J. M. (1986): Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, México, FCE.
  • Kicillof, A. (2002): “Keynes o el capitalismo sin capital”, VIII JEC de Valladolid.
  • Kicillof, A. (2005): “Génesis y estructura de la Teoría General de Lord Keynes”, Tesis doctoral, director Miguel Teubal.
  • Marx, K. (1975): Teorías de la plusvalía, Buenos Aires, Cartago, tres tomos.
  • Marx, K. (1975a): «Glosas marginales al Programa del Partido Obrero Aleman», Obras Escogidas, Madrid, Akal, pp. 10-30.


Descargar en formato Word
Keynes partidario del valor trabajo

Written by rolandoastarita

28/10/2010 a 10:42

Publicado en Economía

23 respuestas

Subscribe to comments with RSS.

  1. Rolando interesante discusión, creo que podría extender la cuestión en referencia a la distinción semántica y teórica entre factor de producción físico y factor de producción de valor. Generalmente el uso de la palabra factor hace refenencia a lo físico, pero desde el punto de vista del valor el capital constante no es un factor de producción, tal como se desprende de tu exposición.

    Como en Marx generalmente hablamos de valores no es correcto decir que el capita es productivo sin aclarar la distinción entre físico y de valor.

    Creo respecto de Keynes que la discusión profunda no cambia de forma significativa sus conclusiones (acertadas o erradas, ahora da igual) debido a que no construyó su teoría a partir de una teoría del valor sino que al revéz, al ser consecuencia de su sistema, por ello tal vez se hace énfasis en discutir si tal o cual teoría del valor es compatible con la teoría keynesiana. Esto último es una hipótesis solamente, creo que amerita discusión.

    Me gusta

    mariano

    28/10/2010 at 12:27

    • Los neoclásicos utilizan el término «factor de producción» para referirse al capital, trabajo y tierra (capital lo identifican con las máquinas y equipos). Aquí no hay distinción propiamente dicha entre productividad en términos físicos, y en términos de «valor». La productividad margina física de cada factor, en equilibrio, es igual a la remuneración de cada factor (= a su costo). En Marx, que recuerde no encontramos el término «factor de producción». La idea es que para la producción física (bienes de uso), interviene el trabajo (en su carácter de trabajo concreto) y los medios de producción, así como las condiciones naturales. En cuanto al valor, solo es generado por el trabajo; el capital constante translada su valor al producto. En lo que respecta a la tierra, no translada su valor (por eso la tierra no es capital, como piensan algunos marxistas, acostumbrados al disparate). Los problemas de Keynes derivan de que se da cuenta de las dificultades que tiene hablar de la productividad marginal del capital (que ya habían sido señaladas por Marshall, y fueron una tradición en Cambridge), pero no adhiere a la teoría del valor trabajo. De ahí las idas y vueltas, y confusión, cuando intenta explicar de dónde surge la ganancia, o el interés.

      Me gusta

      rolandoastarita

      28/10/2010 at 14:53

    • Rolando, mi referencia a la palabra factor no es en Marx sino en tu texto «Si el único factor de producción es el trabajo» por eso creo conveniente, si se va a enunciar la expresión «factor», que en Marx se distinga qué es lo que ese «factor» multiplica o agrgea, si riqueza o valores.

      slds!

      Me gusta

      mariano

      28/10/2010 at 15:51

    • Pensé que quedaba claro. El tema es que, según Marx, en la sociedad productora de mercancías el trabajo en su carácter de trabajo humano abstracto (gasto de energía, músculos, etc.) genera valor. En su carácter de trabajo concreto (esto es, unidad de múltiples determinaciones) genera valores de uso, utilizando los medios de producción (medios de producción = objeto de trabajo + medio de trabajo).

      Me gusta

      rolandoastarita

      29/10/2010 at 09:26

  2. Si el valor de las mercancías está determinado por el tiempo de trabajo humano a medida que disminuye ese tiempo en virtud de los avances científicos y técnicos disminuye el valor?

    Me gusta

    oti

    28/10/2010 at 19:14

    • Exacto. Por ejemplo, la gran caída en el valor de las computadoras en los últimos 30 años se debe a que se han reducido de forma dramática los tiempos de trabajo necesarios para producirlas.

      Me gusta

      rolandoastarita

      29/10/2010 at 09:27

  3. Entonces, el valor del que se apropia el burgués no es el valor lineal del tiempo de trabajo. En un futuro en que la jornada de trabajo fuera, supongamos, de 4 hs. porque sería el lapso en que se puedan producir los bienes y servicios gracias al progreso técnico, el burgués seguiría apropiándose de valor pero no en el sentido de hs. lineales de trabajo.

    Me gusta

    oti

    29/10/2010 at 10:36

    • No alcanzo a comprender bien tu razonamiento. De hecho, a lo largo de la historia del capitalismo hubo un considerable aumento de la productividad. El lápiz que ahora tengo sobre mi escritorio insumió mucho menos tiempo de trabajo para producirlo, que el lápiz que podía utilizar cuando iba al colegio primario (que, además, posiblemente era de peor calidad). Sin embargo, a pesar de la caída del valor de los bienes, la plusvalía sigue existiendo. Y sigue siendo apropiación de valor generado por trabajo no pagado. Es importante conocer el concepto de plusvalía relativa, de Marx, para ver cómo puede haber aumento del salario real, con aumento al mismo tiempo de la plusvalía; también aumento del salario real con tasa de plusvalía que permanece constante, etc.

      Me gusta

      rolandoastarita

      29/10/2010 at 16:51

  4. El valor (tiempo) disminuye a lo largo de la historia del capitalismo pero no el valor (mercancías y dinero) apropiado por el capitalista.

    El capitalista no querría apropiarse de valor-tiempo sino de valor-bienes-dinero. Si pudiera reducir el valor-tiempo a 0 lo haría.

    La jornada de trabajo puede ser + o – fija. Pero en el muy largo plazo, por lo menos en el mundo Occidental disminuye.

    El término «plusvalor» es paradójico cuando nos damos cuenta que hay más riqueza con menos trabajo.

    Me gusta

    oti

    29/10/2010 at 18:11

  5. Lo que quiero decir es que la apropiación de «plusvalor» en una sociedad no dependería de la magnitud lineal medida en hs. de la jornada de trabajo del obrero sino de la productividad existente que tenga ese obrero en esa sociedad.

    Me gusta

    oti

    29/10/2010 at 18:17

    • Sí, Marx remarca este aspecto. La condición para que haya plusvalía es que exista cierto nivel de productividad del trabajo. Si el trabajo es tan poco productivo que el obrero debe emplear toda la jornada para generar sus medios de subsistencia, no hay posibilidad de capitalismo.

      Me gusta

      rolandoastarita

      29/10/2010 at 20:00

  6. No entiendo lo que dice Oti. La línea donde señala la aparente paradoja de más riqueza con menos trabajo… hay una confusión. No es una paradoja. La riqueza es exactamente eso para los clásicos. Creo que en sus comentarios se mezcla valores de uso con valores de cambio, salarios y valor trabajo, y además cantidades absolutas con relativas.
    A su vez, según Levín algunos de estos equívocos tienen su base en algunas indecisiones o impresiciones conceptuales de Marx, sobrevivencias ricardianas, una noción ahistórica de valor trabajo, de un objetivismo ingenuo. No sé Rolando qué pensás de esa crítica de Levin.

    Me gusta

    Fabián

    30/10/2010 at 01:52

    • Con Levin tengo diferencias teóricas importantes. En mi página web hay una crítica a su tesis sobre el capital tecnológico. Su concepción del valor es ahistórica, lo ha naturalizado. Transcribo una parte de esa crítica (las citas de Levin son tomadas de su libro «El capital tecnológico»):

      «según Levin, la propiedad de un producto de poseer valor deriva de su carácter de bien reproducible. Textualmente sostiene: “… un producto reproducible o multiplicable (revista o no esa forma histórica, la mercantil) presenta dos propiedades: la de ser útil y la de poseer valor. La primera, por cuanto es un bien, un algo que forma parte de la riqueza material de la sociedad…. La segunda, porque es reproducible” (p. 31).
      De manera que, según Levin, el valor habría existido desde que el ser humano pudo reproducir los productos; es independiente de la forma histórica, la mercantil. Lo que equivale a afirmar que el valor es una categoría transhistórica. Levin se percata de que aquí hay un problema, y agrega que para “reconocer la naturaleza histórica de la mercancía” hay que tener en claro “en qué difiere el producto en cuanto mercancía de la mercancía en cuanto producto” (ídem). Pero ésta es una distinción que desafía cualquier lógica de los conjuntos (y de la clasificación género/especie). Es que el conjunto de los productos que son mercancías y el conjunto de las mercancías que son productos necesariamente deben coincidir en el mismo conjunto. Por eso su diferencia es el conjunto vacío. Claro que por otro lado hay productos que no son mercancías (pero no porque no se reproduzcan); y hay mercancías que no son productos del trabajo humano (por ejemplo, la tierra virgen que es apropiada). Una sencilla verdad que está establecida desde hace mucho.
      A diferencia de Levin, la concepción de valor y mercancía que defendemos es la de Marx. Aclaremos también que hasta donde alcanza nuestro conocimiento, no sabemos de ningún autor marxista actual que considere que la propiedad del valor de un bien derive de su carácter de bien reproducible. Pero para Levin la cuestión es importante porque de hecho ha desarrollado toda una crítica a la teoría marxiana del valor, que gira en torno a su idea de que Marx no habría considerado la reproducción de los bienes en el tomo 1 de «El Capital».
      En nuestra opinión, se trata de un falso problema. Es que Marx hace intervenir el tiempo de trabajo necesario para la reproducción cuando tiene relevancia económica. Y esto sucede principalmente cuando hay que considerar la tasa de ganancia y su relación con el valor del capital adelantado. Por eso en el tomo 3, cuando analiza la incidencia de las variaciones del capital adelantado en la tasa de ganancia, explica que el valor de las mercancías “está condicionado no por el tiempo de trabajo necesario contenido en ella misma, sino por el tiempo de trabajo socialmente necesario que se requiere para su reproducción” (Marx, 1999, t. 3, p. 177). Pero esta cuestión no tiene relevancia particular para el estudio de las condiciones que impone Marx a la producción de las mercancías, a fin de estudiar el valor y el plusvalor en el tomo 1. Es que en este primer nivel de análisis lo decisivo es el tiempo promedio de producción bajo las condiciones tecnológicas vigentes; y los cambios en esas condiciones de producción por parte de los productores individuales, en relación al promedio social. Que la crítica a Marx planteada por Levin es irrelevante se demuestra en que no es necesario cambiar el análisis sobre el valor a partir de aceptar que los tiempos de reproducción son importantes cuando se analiza la evolución de la tasa de ganancia; o para cualquier otra consideración. En tiempos más o menos recientes la escuela marxista conocida como “temporalista” introdujo esta variable como una consideración fundamental en sus análisis de la tasa de ganancia y la crisis, sin por ello verse obligada a cambiar la teoría del valor y del plusvalor explicada en el tomo 1. Más bien todo lo contrario, su análisis reafirmó la teoría marxiana del valor del primer tomo de «El Capital». A medida que avanza el análisis, éste se hace más concreto; esto es, se hace más rico en determinaciones, sin que haya incoherencia lógica con lo planteado en niveles más abstractos.
      Señalemos por otra parte que Levin le hace decir a Marx cosas que éste no ha dicho, y en temas fundamentales. Por ejemplo, que la mercancía “es la forma más general del capital”. Lo que dice Marx en realidad es que “la mercancía es la forma individual de esa riqueza [se refiere a la riqueza cuando domina el modo de producción capitalista]” (Marx, 1999, t. 1, p. 43). Basten estas breves consideraciones como botón de muestra de las diferencias que tenemos con Levin en la teoría del valor y el análisis de la mercancía».
      Puedo agregar, a partir de discusiones que tuve hace ya años con Pablo Levin, que no acuerdo en absoluto con su idea de que en la venta de la mercancía se genera valor; o con su teoría de que los animales generan valor (ejemplo, la abeja genera valor, etc.). De todas, Levin dice claramente que en todos estos puntos discrepa con Marx; jamás pretendió atribuirle a Marx estas ideas.

      Me gusta

      rolandoastarita

      30/10/2010 at 09:39

  7. Hola Rolando. En este artículo destacás (entre otras cosas) las similitudes entre Marx y Ricardo en relación con la teoría del valor. Me gustaría saber si escribiste algo sobre las diferencias entre ambos, que Marz señala tanto en el Capital como en la Historia Crítica, aunque en ambos casos de manera algo enigmática (que tiene que ver con sus observaciones supuestamente originales acerca de la ‘forma del valor’ y el dinero, aspecto también subrayado por Sieber).

    Me gusta

    clavius

    26/01/2011 at 11:23

    • Donde más trato las relaciones entre Marx y Ricardo es en mi libro «Valor, mercado mundial y mundialización», capítulo 2 (si te interesa, te puedo enviar el capítulo digitalizado).

      Me gusta

      rolandoastarita

      03/02/2011 at 12:48

    • Sí, me interesa. Gracias.

      Me gusta

      clavius

      04/02/2011 at 14:23

  8. Una consulta para Keynes la plusvalia es salario impago?

    Me gusta

    emiiano

    18/06/2012 at 17:37

    • No, para Keynes la ganancia (no habla de plusvalía) es un recargo que surge en la venta, y es producto de la escasez de capital.

      Me gusta

      rolandoastarita

      18/06/2012 at 20:12

  9. Profesor, segun la teoria del valor trabajo de Marx, de donde sale el valor de factores como la tierra, del vino que mientras mas viejo sea mas valor tiene?

    Me gusta

    Alfonso

    24/03/2013 at 00:28

    • No puedo explicar toda la teoría de Marx en «Comentarios». El tema del vino (caso que trata Ricardo en el cap. 1 de sus Principios, y no puede resolver) se explica básicamente por los precios de producción (o problema de la transformación, tomo 3 de El Capital; también lo traté en este blog). El precio de la tierra surge de la renta capitalizada; por eso hay que conocer la teoría de la renta de Marx (tomo 3 de El Capital, lo penúltima sección).

      Me gusta

      rolandoastarita

      24/03/2013 at 10:28

  10. Rolando: ¿ha leído la obra «Marx y Keynes», de Paul Mattick? Si es así: ¿cree que es una obra que merece ser leída? La estoy leyendo y, aunque no soy un entendido, me parece que hay algunas cuestiones que creo haber visto en su blog.

    Me gusta

    marcos

    15/02/2014 at 14:49

    • Lo leí hace muchos años, y antes de haber estudiado a Keynes. De todas maneras, Mattick siempre es un autor muy interesante para leer. Personalmente lo que «me hace ruido» en su obra es el carácter demasiado abstracto de sus planteos (tiene que ver con una idea suya, sobre que no hay manera de trabajar en lo empírico con las categorías de El Capital). Pero es una obra que merece ser leída.

      Me gusta

      rolandoastarita

      15/02/2014 at 16:55

  11. Buen artículo, Rolando! Estoy haciendo un trabajo final para una materia (economía keynesiana) donde me propuse encontrar una teoría del valor en Keynes, compararlo con los marginalistas y criticar a ambos con la crítica de la economía política. El artículo me aclaró algunas cosas. Gracias!

    Me gusta

    Lucas

    22/06/2016 at 16:08


Dejá tu comentario