Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Crítica al marxismo críptico

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El motivo de esta nota es cuestionar una costumbre que arraigó en algunos círculos de marxistas académicos de Buenos Aires, que consiste en hablar y escribir de una forma difícil y oscura, al punto de hacer incomprensibles discursos y textos. Existe gente, con un grado de cultura media universitaria, que me dice que después de escuchar algunas intervenciones, llegó a pensar que la teoría de Marx era prácticamente impenetrable. Más de una vez alumnos y alumnas de la UBA me lo han planteado. Personalmente, a lo largo de los últimos años me he encontrado con artículos o libros de marxistas en los que me es imposible encontrarle sentido a pasajes enteros. Con frecuencia, además, tropiezo con un lenguaje pretendidamente hegeliano, como si el autor pensara que basta con amontonar términos como “concepto”, “ser”, “esencia” o “determinación”, para presentar un argumento “dialéctico y profundo”. Peor todavía, muchas veces, cuando desenredo la maraña de frases, me quedo con un sustrato (entendible) de banalidades, cuando no de disparates. El problema es grave también porque educa a muchos jóvenes en la idea de que “cuanto más abstrusa la exposición, más profunda la idea”.

Pues bien, frente a esta moda, sostengo una posición diametralmente opuesta.

En primer lugar, porque pienso que tenemos que hacer lo posible para acercar a la gente a la teoría marxista. La teoría de Marx se puede explicar con un lenguaje accesible al común de las personas. Pero además, y tratándose del ámbito académico, lo que decimos y escribimos debe poder ser examinado por nuestros pares y nuestros alumnos. Es a través de sus observaciones, preguntas y críticas que mejoramos argumentos y desarrollamos el conocimiento. Complementariamente, ésta es una forma de democratizar la enseñanza, y compartir.

En segundo término, y esto es clave, el pensamiento es social, y por lo tanto las teorías solo son válidas si son pasibles de ser sometidas a escrutinio y debate público, si podemos examinar su lógica, o testear empíricamente sus afirmaciones. Pero para esto es necesario que las teorías se puedan entender y transmitir. Recuerdo que a comienzos de los ochenta leí un informe sobre un simposio de epistemología, dirigido por Piaget, en el que los participantes no podían dilucidar si determinados textos eran o no científicos, sencillamente porque resultaban incomprensibles. Años después, leyendo algunos trabajos del marxismo críptico, he llegado a sospechar que el lenguaje abstruso y las frases sin sentido constituían un recurso para enturbiar las aguas, y ocultar la falta de espesor teórico de lo que se estaba afirmando; o disimular los abiertos disparates.

Por supuesto, existe un nivel de dificultad teórica que es insoslayable. Pero esto no es excusa para no hacer accesible el conocimiento. Robert Laughlin, en Un universo diferente, dice que cuando empezó a participar de las actividades del Instituto de Estudios de la Materia Adaptada Compleja, en Estados Unidos, se encontró con que esa institución proponía, y casi obligaba, a los científicos a explicar sus trabajos a los colegas en un lenguaje no especializado. Laughlin (es premio Nóbel en física) comenta que esa tarea tenía un “valor incalculable”. Esto no solo porque enriquecía a quienes escuchaban, sino porque obligaba a profundizar, y aclarar las ideas, al que exponía.

Pienso que esta es la forma de desarrollar el espíritu crítico. No hay que dejarse intimidar por el oscurantismo pedante y elitista, que inhibe el pensamiento, y solo fomenta la pasividad y la resignación. Menos todavía cuando estudiamos la teoría marxista, y queremos animar a los jóvenes a abordarla.


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Crítica al marxismo críptico

Written by rolandoastarita

09/10/2010 a 15:23

Publicado en General

17 respuestas

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  1. Casi todo el contenido de esta nota ya me lo había llevado de sus clases de Desarrollo Económico, y me parece importantísima su divulagación. Quizás logremos que como decís sea sólo eso: una moda.
    En mi caso me da más bronca todavía cuando el contenido encripado no es un disparate, sino todo lo contrario, un aporte significativo y en muchos casos original, pero que queda en olvido debido a su confusa exposición. Y peor aún, que después lo agarre otro y simplifique la idea chabacanamente pero «prende» porque lo presenta en un formato vendedor.

    Saludos

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    Javier

    09/10/2010 at 18:44

    • Hola Rolando. Me alegra haber encontrado tu blog. Un abrazo desde España!

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      [Jos]

      25/02/2011 at 14:39

  2. Hola. Rolando, me gustó tu escrito.
    Me gustaría saber si piensan que es sólo en el marxismo. O mejor dicho, saber si encuentran esta «moda» en la izquierda con las mismas caraterísticas que en otras areas. Porque en otras areas tambien existe.
    Estaba pensando en el libro «Imposturas intelectuales» de Alan Sokal, que cuestiona, entre otras cosas, la forma críptica de exposición como «credencial de profundidad». Este marxismo críptico ¿tambien sería hijo de la posmodernidad?
    Abrazos

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    Tavo

    09/10/2010 at 23:43

    • Coincido en la importancia del libro de Sokal y Bricmont, «Imposturas intelectuales». También te recomiendo el último de Sokal, «Más allá de las imposturas intelectuales. Ciencia, filosofía y cultura» (Barcelona, Paidos, 2009). También desnudan disparates posmodernistas, disfrazados en la oscuridad del lenguaje, Guillermo Martínez y Gustavo Piñeiro en «Gödel (para todos)» (Planeta, 2009), un libro que además es intelectualmente muy estimulante. El lenguaje rebuscado y artificioso también lo noto en intelectuales progresistas y de izquierda; por ejemplo, entre no pocos que apoyan a los K. Sospecho que disimulan con eso alguna carencia de argumentos científicos. De todas maneras, volviendo al marxismo críptico, entiendo que no es hijo de la posmodernidad, en tanto que no defiende el relativismo cognitivo. Por lo menos no encuentro que sea explícito, como sí lo es en los posmodernos.

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      rolandoastarita

      10/10/2010 at 09:46

    • Totalmente de acuerdo. Y ya que mencionás también a Goedel, es muy esclarecedor consultar las extensas ‘críticas’ de Iñigo Carrera a Goedel y a la lógica matemática en general, publicadas en su libro ‘El Capital: Razón histórica & sujeto revolucionario’.
      Hay algo que sin embargo me llama la atención, Rolando: quizás EL paradigma de la oscuridad abusiva de expresión es Hegel, a quien vos (creo) enseñás y reivindicás, como lo hacía Marx y como lo hace de hecho el propio Iñigo. Hallo en el estilo de Hegel mucho, muchísimo, en común con el de Iñigo. De hecho, la frecuencia relativa de frases inentendibles por párrafo es mucho mayor en Hegel que en Iñigo C., Levín, los intelectuales K,… (aquí va un ‘etcétera’ inacabable).

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      clavius

      01/02/2011 at 16:24

    • Estoy de acuerdo en que la manera de escribir de Hegel es terriblemente difícil, y es posible que algunos traten de imitarlo (aunque también está la influencia de Lacan en Argentina). De todas maneras en Hegel hay una sustancia que es enormemente útil para pensar. Lo interesante es que los especialistas en Hegel, que son versados en filosofía (no es mi caso), nos pueden hacer accesible aspectos de su pensamiento que son fundamentales. Otros no se entienden, pero lo interesante es que la gente que conoce en serio a Hegel (subrayo, que lo conoce en serio, no el que «versea» sobre Hegel), admiten que tal o cual pasaje es oscuro, o inentendible. En mis clases, cuando aludo a figuras de la dialéctica, trato de «bajarlas a tierra», para que las pueda entender cualquier persona con inteligencia media; de la misma manera que a mí me ayudaron algunos grandes comentaristas de Hegel a entender qué quería decir.
      Te comento una anécdota que me impactó. Hace muchos años hablaba con un profesor que es un buen representante de este marxismo críptico que critico. En un momento me hizo una referencia a la doctrina de Hegel sobre la certeza sensible (pensaba que esta figura se expresaba en el inicio de El Capital), y ante mis primeras objeciones este profesor me confesó que en realidad él no había leído a Hegel; que solo lo conocía a través de un comentarista francés (por lo demás oscuro). Sin embargo ese profesor por aquel entonces no se privaba de hacerse el hegeliano por todos lados.
      Me parece que en todo esto lo más importante es preguntarnos si lo que nos está diciendo un autor tiene sentido, y si sirve para el avance del conocimiento. Y, por supuesto, tener la máxima honradez intelectual posible. Doy un ejemplo: uno de los padres fundadores de la física cuántica admitía abiertamente que, en el fondo, nadie sabía cómo funcionaba (a pesar de los éxitos prácticos). Es lamentable que en las ciencias sociales haya tanto chanta echándose aires con palabreríos inentendibles.

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      rolandoastarita

      03/02/2011 at 12:47

  3. Buena reflexión Rolando. Mientras leía no podía dejar de pensar en J. Iñigo Carrera. Lo estoy estudiando y tiene una exposición muy oscura. Pero lo peor es que realmente es una mirada valiosa frente a la economía heterodoxa, y eso se ve disminuido por la poca potencialidad de divulgación.

    saludos

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    Juan

    10/10/2010 at 03:38

    • El problema con los textos de J. Iñigo Carrera es que la oscuridad de su exposición disimula una asombrosa falta de rigor teórico a la hora de exponer la teoría de Marx. Puse en evidencia esta cuestión en ocasión de sus concepciones sobre la renta de la tierra (escribí una nota en este blog al respecto; en mi página está la crítica completa, en respuesta a una crítica suya a mis posiciones) .
      Por supuesto, todo el mundo tiene derecho a discrepar con Marx, y elaborar otra teoría y demostrar que es superior. Lo que me parece cuestionable es que esto no se haga explícito, y se oculte detrás de una fraseología rebuscada. Por esa vía se pasa «gato por liebre», como reza el dicho. Para colmo, cuando encaré una discusión a fondo, y desnudé el asunto, no hubo respuesta.

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      rolandoastarita

      10/10/2010 at 09:58

  4. El libro de Sokal pueden obtenerlo en formato digital en la dirección: http://ifile.it/t285kwp/Sokal_Alan_-_Imposturas_intelectuales.pdf
    o buscando en Gigapedia por supuesto.

    Saludos

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    Gerardo

    11/10/2010 at 10:59

  5. SALIO EL VIDEO DE «LA PLUSVALIA» – Pildora Roja

    Esperamos que lo disfruten…

    PILDORA ROJA !

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    PILDORA ROJA !

    16/02/2011 at 00:42

  6. Genial el escrito. Me parece interesante poner en cuestión los escritos de autores que hasta parecen «intocables». Eso es verdaderamente producir conocimiento.

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    Araceli Ruiz

    05/10/2016 at 12:39

  7. Perry Anderson definia al Marxismo Occidental, como criptico y alejado de las necesidades de la clase obrera, me encanta que alguien intente retomar la tradición clara del Marxismo Clásico

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    Horacio Manuel Camba

    05/11/2018 at 12:26

  8. Ya que en los comentarios aparece nombrado el profesor Iñigo Carrera le informo, de buena fe, que en el ultimo libro que escribió, (2017) La renta de la tierra. Formas, fuentes y apropiación. Imago Mundi, prosigue el debate iniciado con usted y hace una extensa critica a lo que el considera la «La concepción de la renta diferencial como plusvalía producida por el obrero agrario que trabaja sobre las tierras mejores». En el libro hace referencias y citas a Marx, a ud. y otros autores en los que enmarca en esa linea. Quizás ya estaba anoticiado pero siendo que la respuesta que usted estaba esperando tardó mas de lo esperado, no viene mal informar a los lectores. Saludos.

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    Mariano

    15/05/2019 at 19:28

    • Gracias por la información. De todas maneras, en lo personal, considero que terminé con lo de Iñigo Carrera (ya le dediqué bastante tiempo a sus divagues sobre la renta). Es un hecho, además, que no hay manera de sostener que la base de la renta diferencial, en la teoría de Marx, es el trabajo agrario aplicado a la mejor tierra.

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      rolandoastarita

      15/05/2019 at 21:21

    • Rolando y Mariano
      Le puede interesar esta revisión que hacen Caligaris y Perez Trento sobre las interpretaciones de la renta diferencial de tipo II

      Haz clic para acceder a 2448-7481-etp-47-00217.pdf

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      alicia

      16/05/2019 at 15:20

    • Hola. Muy interesante la crítica que hace en esta nota.

      Estoy introduciendome a los debates sobre la renta agraria. Uno de mis insumos es el libro mencionado de JIC.

      ¿Los artículos titulados «Plusvalía extraordinaria y renta agraria (1 y 2)» constituyen su exposición más reciente y desarrollada sobre el tema?

      Por otra parte me confude este comentario de aquí, puede que haya un error de tipeo… entiendo que debería decir que no hay manera de comprobar «que la base de la renta diferencial, en la teoría de Marx, NO es el trabajo agrario aplicado a la mejor tierra»

      Saludos

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      TM

      30/04/2020 at 13:14

    • Reconozco que escribí una frase muy rebuscada, incluso a mí me cuesta entenderla. De manera que traduzco al castellano lo que quise decir: Marx sostiene que la renta diferencial es plusvalía generada por el trabajo, aplicado a las tierras de mayor fertilidad, o mejor ubicadas (el precio del grano se establece a partir del trabajo aplicado a la peor tierra). Marx hace todo un punto en destacar que la renta diferencial no se origina por algún precio de monopolio. En esto comparte la idea de Ricardo. Podemos sintetizar esta idea en la afirmación «hay renta porque el precio del grano es alto».

      El profesor Juan Iñigo Carrera dice lo contrario de lo que sostiene Marx. Afirma que la renta diferencial se origina en el trabajo industrial, y que es apropiada por los terratenientes a partir de la imposición de un precio de monopolio. Es decir, ahora «el precio del grano es alto porque hay renta».

      Aclaro dos cuestiones más:

      a) No critico al profesor JIC porque sostenga una teoría distinta de la de Marx. Lo critico porque hace pasar su teoría (que la podemos encontrar en Adam Smith, entre otros) por la teoría de Marx.

      b) Las diferencias sobre renta no se reducen a esta cuestión. También he criticado su explicación sobre renta diferencial II; y su confusión entre tasa de interés y renta (esto por no mencionar otras muchas diferencias).

      Mi crítica más desarrollada a la teoría de la renta (también del tipo de cambio) del profesor JIC la publiqué en «Economía Política de la dependencia y el subdesarrollo» (Universidad de Quilmes).

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      rolandoastarita

      30/04/2020 at 13:33


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